14 minute read

Entrevista

Next Article
Artículo

Artículo

"En relación con el mercado laboral, el COVID-19 evidencia la debilidad de nuestro modelo productivo no sustentado en una base sólida"

milaGRo maRtín lóPez

Advertisement

Presidenta del Consejo Económico y Social de Sevilla

La presidenta del Consejo Económico y Social de Sevilla nos explica cómo ha afectado la pandemia en la ciudad, analizándolo teniendo en cuenta diferentes sectores y como esta crisis ha destapado las carencias de nuestro modelo productivo y la realidad de la brecha digital. Además, nos desglosa las diferentes medidas que ha adoptado el Ayuntamiento para conseguir la recuperación económica y social.

¿Cómo ha afectado la pandemia a la ciudad de Sevilla?

Cuestión que no plantea matices es el hecho de que la pandemia ha tocado los cimientos económicos y sociales de la ciudad, se ha extendido por toda la sociedad -familias, negocios, empresas o universidades- y que sus efectos van a marcar un antes y un después en nuestras vidas.

Es como si la ciudad estuviera dormida esperando a despertarse en primavera. Hablando de primavera, Sevilla ha perdido durante dos años sus fiestas primaverales principales, la

Semana Santa, la Feria y la feria taurina, importantes fuentes de ingresos para muchos sevillanos. También se paralizaron, entre otras cosas, las actividades del Teatro de la Maestranza que, poco a poco, vuelven a programarse, las jornadas del Palacio de Exposiciones y Congresos y las visitas a la Catedral o al Real Alcázar. Hablando de este último monumento, es el bien cultural civil de mayor importancia, histórica y económica, de la ciudad que cerró el año 2019 con 2 millones de visitantes y que en el año 2020 apenas superó el medio millón de visitas, de las que un 12,36% se correspondían con ciudadanos sevillanos.

En lo positivo, Sevilla se ha reencontrado con sus ciudadanos, son éstos los que disfrutan de los monumentos de la ciudad, antes copados por el turista, en esa espera lenta hasta que la urbe vuelva a vivir.

¿Cuáles son las principales necesidades que se tienen que atender y qué medidas se están tomando desde el Ayuntamiento?

Las primeras necesidades que son, al mismo tiempo, necesidades básicas, que resultan de la influencia del COVID-19 y que es necesario atender son de índole social. En consecuencia, las primeras acciones realizadas por el Ayuntamiento han ido dirigidas a mitigar, en la medida de lo posible y siempre en el ámbito propio de las competencias municipales, la difícil situación de aquellas personas en quienes se ha cebado la crisis motivada por la pandemia que padecemos. Es decir, cabe destacar, la actuación del Ayuntamiento en la atención directa a las personas más vulnerables.

Destacan las intervenciones del Área de Bienestar Social y Empleo a través de los servicios sociales municipales, tanto en lo relativo a las garantías alimentarias familiares como a las personas sin hogar. No son medidas de carácter exclusivamente coyuntural que estén acotadas por periodos de tiempo, sino vinculadas a razones reales de necesidad, en la medida en que esta población es la más frágil y la que va a estar más afectada por los efectos del COVID-19. Teniendo en consideración que Sevilla tiene a tres de los cuatro barrios más pobres de España y a seis que se encuentran entre los quince con menor renta anual por habitante.

Han sido muchas las propuestas que, a lo largo del año, se han realizado por parte del Ayuntamiento, sin olvidar las llevadas a cabo por otras Instituciones públicas, para contribuir a la reactivación del tejido productivo sevillano. Entre las que se podrían destacar las subvenciones destinadas a las microempresas sevillanas, las ayudas para la protección de los autónomos, el apoyo al comercio local o la bajada de tasas y/o precios públicos. Medidas como éstas deben ir acompañadas por efectivos planes activos de empleo para que se recupere la economía y se regenere el tejido económico y social de la ciudad

Hablamos de datos, ¿en qué situación se encuentra la ciudad?

Antes de hacer un análisis somero de la situación de la ciudad, habría que hacer un estudio previo a través de los datos macroeconómicos del país de las consecuencias económicas que el COVID-19 va a tener en el medio plazo sobre la economía.

En este sentido, la Comisión Europea apunta a que el PIB de nuestro país tuvo una caída en el año 2020 del 12,4%, que la tasa de paro se situó en el 16,7%, así como que la deuda pública alcanzó el 120,3%. Las previsiones para 2021 no son, lógicamente, muy halagüeñas. El crecimiento del PIB se sitúa en el 5,4% pero el nivel de paro superará incluso el alcanzado en el 2020, con un 17,9%, y la deuda pública alcanzará un 122%.

No debemos olvidar que el Tejido Productivo de Sevilla no se puede circunscribir a la ciudad, sino que hay que hacerlo extensivo a su área metropolitana.

Nuestro tejido empresarial, desde un punto de vista estructural, se caracteriza por estar integrado por MyPymes y, funcionalmente, por tener dedicación preferente al sector servicios. Dos características que lo hacen especialmente vulnerable en épocas de crisis, como las dos que hemos vivido en los últimos 20 años.

De acuerdo con el Directorio de Empresas y Establecimientos con actividad Económica de Andalucía (publicado IECA), el número de empresas que desarrollaban su actividad económica en la ciudad de Sevilla a 1 de enero de 2019 ascendía a 48.040, siendo el 99,8% del total PYMES y el 94,3% microempresas. Por sector de actividad, entre los más representativos de la capital, -industria, construcción y servicios-, el sector servicios es el de mayor peso, representando cerca del 88,5% de las empresas sevillanas y el sector industrial no supera el 4%. El número de contratos celebrados en diciembre de 2020 en Sevilla fueron 24335, lo que supone un decremento del 30,2% de los contratos registrados en diciembre de 2019 (34883).

¿En qué situación se encuentra el sector industrial sevillano?

Es bien sabido que el sector industrial aporta más valor añadido que cualquiera de los restantes sectores productivos, siendo el motor de las economías más competitivas de nuestro entorno social. Y que las sociedades que basan su desarrollo en la industria son las que mejor sobreviven a las crisis económicas, y son, por ende, las que mejores datos tienen en cuanto estabilidad en el empleo. Sin olvidar la transformación productiva que la industria provoca en el desarrollo local de la ciudad. Resultaría demasiado simple decir que se debería propiciar un cambio de modelo productivo, mediante acciones encaminadas a apoyar o atraer proyectos industriales que ejerzan un efecto tractor para otras organizaciones y creen un tejido empresarial y de servicios que favorezca el crecimiento de nuestro sector industrial. Pero, ese sería un objetivo a medio plazo que en nada contribuye, ahora mismo, a planificar la reactivación

económica, cuando se necesitan medidas de choque, inmediatas, pero del que no nos podemos olvidar como motor de desarrollo.

Tenemos que concentrarnos en lo que, hasta el momento, constituía la base del sector industrial sevillano. Lo que hay que acometer de inmediato, es una verdadera reconstrucción de aquello que, en mayor o menor medida, pudiéramos conservar o levantar sobre la base de los sólidos cimientos existentes con anterioridad a la pandemia.

El sector industrial sevillano resulta integrado por empresas pertenecientes a muy diversas actividades que van, desde la industria agroalimentaria, la industria química, el sector de la automoción, la industria siderúrgica, el sector tecnológico, hasta el sector aeroespacial.

Fijémonos en este último sector, uno de los principales dentro del tejido industrial sevillano, andaluz y español. En torno al mismo se ha creado un parque tecnológico aeroespacial del que forman parte más de 90 empresas y que requiere de una especial atención, porque se ha visto en los últimos tiempos azotado por ciertos avatares que han mermado sus expectativas de mercado y hacen incierto su futuro. Sevilla tiene dos grandes centros de producción de esa importante industria y habría que procurar que la pandemia que nos ocupa, no arrastre sus cimientos de nuestra ciudad.

Además, la importancia de Airbus y del sector aeronáutico en general trasciende del ámbito meramente empresarial. El compromiso y la labor de mejora de la visibilidad de la ciudad, como ejemplo de metrópoli emprendedora y capaz de acometer proyectos de envergadura respondiendo con solidez y eficacia a los más difíciles retos, son muestra del alcance e importancia de dicha industria.

¿El Sector Servicios es vital para una ciudad como Sevilla? ¿Cómo ha sufrido la pandemia y qué medidas se han adoptado?

Sevilla es una ciudad de servicios. Sector esencial, que ha generado importantes ingresos y, a la vez, ha mantenido la capacidad económica de nuestra tierra, pero configurado sobre la base de actividades muy influenciadas por razones estacionales, fluctuaciones y sumamente sensibles a situaciones de anormalidad como es el momento actual.

Dentro del sector servicios, ha sido el sector turístico el motor económico de la ciudad en los últimos tiempos. El incremento paulatino de los turistas o visitantes nos llevó a una mejora de nuestra oferta turística, con una reestructuración del sector capaz de responder a una demanda creciente y con mayores exigencias de calidad. El COVID-19 ha paralizado la actividad turística, lo que tendrá unas consecuencias económicas importantes. Consecuencias que lo serán a largo plazo por la idiosincrasia de la actividad económica que constituye el turismo y su gestión, sector que tiene su base fundamental en la estabilidad social, política y sanitaria. Es urgente, en el momento que el virus nos dé una tregua, que la ciudad centre sus esfuerzos en recuperar la confianza de los viajeros como destino turístico.

El Ayuntamiento de Sevilla ha activado un plan para el impulso del turismo 2020-2021 dentro de la estrategia de reactivación de la capital para que, una vez, se supere la crisis sanitaria, recuperar el mercado turístico.

El comercio local de Sevilla y los mercados de abastos han sido elementos esenciales que han formado parte del paisaje de la ciudad de Sevilla a lo largo de su historia. Han sabido adaptarse, sometiéndose a grandes procesos de transformación, como consecuencia de la globalización y de las nuevas formas de comercialización de la producción. Esta pandemia debe servir para favorecer a los que tenemos más cerca, apostar por las compras en el comercio local y en los mercados de abastos.

En cuanto a los polígonos industriales, podría incrementarse la protección y las medidas de seguridad para no perder la posibilidad de mantener esos espacios como polos comerciales de nuestra ciudad.

Directamente relacionado con la dinámica empresarial se encuentra el mercado de trabajo. La tasa de paro en el último trimestre de 2019 en la ciudad se situaba en el 16,41%, siendo la media del año 2019 el 20,63%. Tasas ya de por sí muy elevadas, pero lejos de la alcanzada en diciembre de 2020 que se situó en el 24,52% en la ciudad.

En relación al mercado laboral, ¿Cómo se ha actuado?

En relación con el mercado laboral, el COVID-19 evidencia la debilidad de nuestro modelo productivo no sustentado en una base sólida. Si bien 1os datos de empleo mantenían una tendencia positiva antes de la pandemia hasta que éstos se han invertido. El número de parados se ha incrementado exponencialmente y se desconoce el alcance que puede llegar a tener en este año.

Las medidas económicas a las empresas deben ir acompañadas con medidas especiales para el apoyo y el fomento del empleo y del emprendimiento, medidas que reestablezcan la economía y que permitan la circulación del dinero.

Las políticas de empleo no son competencias propias de los Ayuntamientos, pero éstos disponen de instrumentos que pueden servir de catalizadores en la creación de empleo. El Ayuntamiento aporta las condiciones necesarias para la consolidación del tejido empresarial, mediante la bonificación o la exención de tasas en aquellos aspectos vinculados a la producción. De igual modo, el Ayuntamiento dispone de determinados planes de empleo que facilitan la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión social o colectivos vulnerables.

¿Y la logística?

Un sector de actividad que gozaba de una creciente importancia en nuestra ciudad era el de la Logística. Su expansión ha ido en paralelo a la mejora de las infraestructuras y comunicaciones de la ciudad, facilitando de esta manera el flujo y la comunicación entre la producción y el mercado. Lógicamente, la mejora de las infraestructuras y de las conexiones de la ciudad también es un elemento de desarrollo económico. Y, aunque desde un punto de vista sustantivo, habría que caracterizar la actividad que conlleva la logística como propiamente de servicios, de intermediación, lo cierto es que su proximidad al sector industrial la hacen merecedora de ese status.

Este sector se enfrenta a nuevos retos, como se desprende del Informe Logístico de España, a los que debe ir adaptándose para ser cada vez más competitivo. Entre éstos quisiera destacar: una nueva forma de distribución adaptada a los cambios de hábitos de consumo a través de internet, incrementado éste por la pandemia; la logística inversa; la distribución capilar o reparto de los productos dentro de las ciudades; un nuevo entorno de trabajo en la ciudad basado en el big data; puntos intermodales; etc. En todo caso, como se afirma en el Informe, ha sido un sector que ha sido capaz de reinventarse, para ser más competitivo en un mercado cada vez más global y cambiante.

¿Cómo ha afectado la pandemia a la brecha digital?

Pregunta muy oportuna la de la vinculación de la pandemia con la brecha digital. La brecha digital es un problema que asomaba en el horizonte, pero al que la pandemia ha obligado a hacerle frente de inmediato. La brecha digital resultaba generadora de desigualdades en los inicios del siglo XXI y puede llevar a la marginación de sectores poblacionales o empresas como consecuencia de la pandemia. Hay que diferenciar tres elementos intrínsecos, a su vez únicos y diferenciadores, de la brecha digital, por una parte, la disposición de los medios informáticos, por otra, el acceso a la conexión wifi y, por último, las competencias y habilidades específicas por parte de los usuarios para trabajar con las tecnologías informáticas. La necesidad de acomodarse a modalidades laborales no presenciales y, por consiguiente, la necesidad de adquirir competencias digitales en plazos muy breves ha traído consigo una falta de formación específica para la mejor adaptación de los trabajadores. Por otra parte, la crisis económica ha provocado el recorte de los gastos menos prioritarios en los hogares de nuestra ciudad, entre el que se puede incluir el acceso a la conexión wifi.

Por tanto, la brecha digital es un reto al que nos enfrentamos y con unas ramificaciones de alcance social de enorme calado.

¿De qué manera debe afrontar Sevilla su futuro para recuperarse?

Aunque la incertidumbre aún nos rodea, debemos, como punto de partida, empezar apelando a la responsabilidad de los ciudadanos, de todas las edades, a cumplir con las medidas profilácticas, como el distanciamiento social y el uso de la mascarilla, impuestas por las autoridades.

Dicho lo anterior, no en todos los sectores la crisis va a tener una misma repercusión ni todos van a tener, lógicamente, una misma recuperación. Por ejemplo, el sector agroalimentario, sometido a un importante proceso de transformación en años anteriores, al hacer frente a un mercado más competitivo tanto en calidad como en precio, se ha convertido en esencial en estos meses, aunque con una disminución importante de las ventas como consecuencia de la paralización o disminución de los servicios de hostelería y restauración. El sector logístico, como se ha mencionado, ha sido prioritario como consecuencia de los cambios de los hábitos de consumo de la sociedad. Han prevalecido las compras a través de internet desde el inicio del estado de alarma. A diferencia, el sector turístico, el aéreo, hostelero y la restauración o el transporte, entre otros, todos ellos vinculados con el turismo, tendrán una más lenta recuperación que dependerá del nivel de confianza de los consumidores.

No obstante, la crisis ha puesto de manifiesto la inmediatez en respuestas a problemas económicos, sociales, educacionales y sanitarios y se ha agudizado el ingenio por parte de la sociedad. Hay sectores que, a medio o largo plazo, tendrán una mayor proyección como la ciberseguridad, el apoyo al teletrabajo y a la conciliación durante la jornada laboral, el soporte a la educación, los servicios de proximidad, la inteligencia artificial o la telemedicina. En este sentido, los emprendedores, la mayoría bajo la forma de trabajador autónomo, se han reinventado y han propuesto soluciones rápidas, eficientes y creativas a problemas locales abarcando un amplio campo de actuación.

Como se ha mencionado, los ciudadanos pueden tener un papel protagonista y deberán contribuir de forma activa a la activación de la economía. Pero, sin olvidar, el papel que deben realizar las instituciones públicas, a través de adecuadas políticas sociales y económicas, en la recuperación del tejido productivo de la ciudad.

This article is from: