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Jesús maza buRGos

Presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer de Sevilla #AcuerdoContraelCáncer

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La pandemia que nos invade está teniendo múltiples y variadas consecuencias, en cualquier ámbito de nuestra vida en que nos fijemos. El 4 de febrero está señalado en el calendario de los recordatorios como el Día Mundial Contra el Cáncer, y qué mejor momento para ver como esta dichosa epidemia está afectando, y de qué manera, a todo el entorno oncológico, en el que, desde hace muchos años, miles de pacientes cada año luchan por salir adelante, frente a una enfermedad que cada día nos reta de una forma diferente.

Es evidente que la noticia está en el COVID, es lo que llena las páginas de nuestros diarios, y los minutos de los informativos. Lamentablemente, ha paralizado nuestra sociedad, y entre todos tenemos que luchar y tratamos de hacerle frente, con mayor o menor fortuna. Ojalá que, dentro de poco, consigamos vacunarnos todos, y dejar esto como una lejana pesadilla.

Pero ¿cómo está afectando el virus a los enfermos de cáncer? Sin duda, la pandemia está teniendo un efecto muy pernicioso en estos ciudadanos, sobre los que la Asociación Española Contra el Cáncer vuelca todos sus esfuerzos y centra su actividad.

Partimos de dos premisas, y ya que están tan de moda las vacunas, podemos afirmar que la mejor vacuna del cáncer tiene dos componentes: el diagnóstico precoz y la investigación, y ambos están sufriendo el impacto de la pandemia.

Por una parte, el temor ciudadano al contagio, y por otro, la saturación de la atención primaria, han hecho que se reduzcan los diagnósticos precoces de una forma alarmante en los últimos meses. Se han detenido algunos programas de cribado, que son clave para la cura en el cáncer de colon, y se está produciendo una disminución de la actividad diagnóstica de cáncer en citologías (30%) y biopsias (23%). Evidentemente esta circunstancia tendrá consecuencias dentro de poco, porque los índices de recuperación que se estaban consiguiendo, gracias a esta anticipación en el diagnóstico, se van a ver frenados, ya que un diagnóstico tardío compromete en gran medida el éxito de la recuperación.

En nuestro sistema sanitario, a pesar de las dificultades y la saturación, se está tratando de mantener el nivel de atención tanto en los tratamientos, como en las operaciones oncológicas, pero es necesario insistir en la diagnosis anticipada, mantener las campañas de prevención, seguir difundiendo las campañas de concienciación en hábitos de vida saludable, así como mantener las campañas de cribado y cualquier otra que anticipe lo más posible el diagnóstico.

En todo esto, las autoridades sanitarias por un lado y los ciudadanos tienen mucho que decir, pero para eso nos tienen a la Asociación Española Contra el Cáncer y a otras muchas organizaciones que luchan contra esta enfermedad, para colaborar con la administración, y para orientar y apoyar a todas aquellas personas que lo necesiten.

Pero no nos olvidemos de la otra parte de la vacuna contra el cáncer: la investigación. Es indudable que la urgencia marcada por el COVID está centrando gran parte del esfuerzo en la investigación en la pandemia, y perjudicando otras patologías que, aunque tengan menor actualidad, sin embargo, tienen a sus espaldas un número de víctimas mayor que los de la propia pandemia.

Mientras el país está sufriendo una crisis económica sin precedentes en la historia, y lógicamente, en el caso de las personas enfermas de cáncer la situación para ellos y sus familias están siendo devastadoras. Y aquí es donde

El cáncer en tiempos de Covid

Mientras el país está sufriendo una crisis económica sin precedentes en la historia, y lógicamente, en el caso de las personas enfermas de cáncer la situación para ellos y sus familias están siendo devastadoras.

vemos que, aunque el cáncer es igual para todos, no

todos somos iguales ante el cáncer.

En el 46% de los casos la situación económica de la familia ha empeorado debido a esta crisis: se ha producido un grave recorte de ingresos por la pérdida de empleos del propio paciente o de sus familiares, sin que el nivel de gastos necesarios para hacer frente a esta enfermedad se haya reducido. Tenemos que tener en cuenta que el cáncer genera una serie de gastos que no siempre están cubiertos por el sistema sanitario.

Deberíamos reflexionar en el impacto que el cáncer tiene en el empleo, y como debe reaccionar la empresa y la administración ante las contingencias que tiene que afrontar un paciente frente a su situación laboral.

Gracias a Dios cada día es mayor el índice de recuperación frente a procesos oncológicos. La investigación, la detección precoz y unos hábitos de vida cada vez más saludables, lo están haciendo posible. Pero el 65% de las personas diagnosticadas con cáncer tiene más de 50 años, lo que supone una dificultad añadida, cuando después del duro proceso de recuperación, tiene que volver a reincorporarse a la vida laboral. Si ha conseguido preservar su puesto de trabajo, la clave estará en afrontar la reincorporación con las garantías físicas y psicológica para estar al nivel de exigencia que el puesto de trabajo le exija. Y en este punto es donde la empresa debería

establecer protocolos para garantizar la incorporación al empleo en las mejores condiciones.

Pero si no lo ha podido preservar, o simplemente, si se trata de un trabajador autónomo, las dificultades se incrementan notablemente, y el paciente, o el familiar del paciente que también se ha podido ver afectado, se enfrenta a un reto difícil de superar. Y es aquí donde

las administraciones deberían articular programas

de apoyo para lograr amortiguar lo más posible este impacto. Desde la Asociación Española Contra el Cáncer seguimos luchando cada día para sensibilizar a la sociedad en esta incansable batalla, para acompañar a los pacientes y a sus familiares en su día a día, y para apoyar y complementar al sistema de salud y a la investigación que nos permite albergar esperanzas.

Con motivo de la campaña del día mundial del Cáncer tenemos que seguir reclamando que los proyectos iniciados, continúen recibiendo el apoyo de las administraciones. Desde la Asociación Española Contra el Cáncer, cada año son más los proyectos que financiamos, gracias a la ayuda de miles de personas que, con sus aportaciones voluntarias, nos permiten continuar apoyando a los investigadores. Este año se han tomado medidas para que el confinamiento no afecte a estos investigadores, y que nos vayan presentando sus avances, que poco a poco contribuyen a que cada día nos acerquemos más a la derrota de esta cruel enfermedad.

También, la Asociación Española Contra el Cáncer dentro de sus prioridades, en la misión que nos planteamos como asociación, incluimos el acompañamiento y el apoyo psico-oncológicos, que se ha revelado como una de las mejores terapias para luchar contra esta enfermedad. Tenemos que recuperar esta confianza, y existen fórmulas que estamos ensayando desde la AECC para seguir acompañando a estas personas en su lucha. Para ello, la legión de voluntarios que nos apoyan son el engranaje fundamental, a través del que poco a poco, iremos recuperando la normalidad

La AECC con sus más de 800 voluntarios en Sevilla, sus 52 juntas locales en otros tantos municipios, y nuestros casi 23.000 socios en la provincia que aportan su ayuda económica, siguen luchando a diario. Pasará el tiempo del COVID, cuando las vacunas consigan inmunizar a la población, pero seguirá la amenaza del cáncer, contra el que tenemos que seguir luchando.

Y seguiremos haciéndolo, al lado de los pacientes y sus familias, apoyando al sistema de salud, y gracias a la ayuda de todos.

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