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LA PRIMERA IMPRESIÓN IMPORTA Cómo las iglesias pueden crear un espacio acogedor para todos
Mis hijos están en la edad de hacer tiendas de campaña; siempre andan halando frazadas y sillas y cualquier otra cosa que vean para edificar una fortaleza improvisada. [Estas son las hazañas] de dos pequeños Pablo que tengo en casa (una broma bíblica, por supuesto).
[La realidad es que] no me molesta su [invento], solo la cantidad de cosas que buscan para meter en ella. Pasan horas yendo y viniendo, buscando juguetes, juegos, golosinas... ¡cualquier cosa que no esté sujeta al piso! Es como ver a dos castores construir un dique. Al final, ni ellos caben en la tienda de campaña.
¿Qué sentido tiene edificar una tienda de campaña si no caben las personas que la edificaron?
Sería más pertinente preguntar: ¿Qué sentido tiene invitar a la gente a la iglesia si no la hemos construido pensando en ellos?
Abordar la cuestión fundamental
Por supuesto, la iglesia no es un edificio, un programa o un evento. La iglesia es el pueblo de Dios dedicado a la Palabra de Dios para cumplir Su voluntad
De ninguna manera, esto es un discurso para promover un enfoque moderno. Creo que la iglesia no existe para los perdidos ni para los salvos; existe para Dios. Tampoco es un intento encubierto para que usted invierta en lo último en tecnología y en instalaciones modernas para competir con otras iglesias en su área.
La realidad es que podemos adorar a Dios y predicar Su Palabra en cualquier entorno. Esa es la razón por la cual el evangelio se ha esparcido como la pólvora por los últimos 2,000 años. Las buenas nuevas no necesitan un espacio acogedor, pero las personas sí, y el ministerio tiene que ver con la gente.
Las instalaciones de la iglesia es la herramienta más grande que tiene para que la gente tenga un encuentro con Dios; sin embargo, si no son acogedoras, limitará el número de personas que podría alcanzar. No necesitamos ser sensibles a los deseos de la gente, sino a los de Dios. Dios ama a las personas, y nosotros tenemos la [responsabilidad] de cuidar bien nuestras instalaciones si queremos demostrar también que valoramos a la gente.
Dios está en los detalles
Nuestra iglesia actualmente está recibiendo una serie de predicaciones sobre el tabernáculo. Los capítulos 26-28 de Éxodo son el tipo de escritos que hojeamos durante nuestro plan de lectura bíblica porque están repletos de medidas e instrucciones para todo lo que Moisés debía saber [para construir el tabernáculo], desde los corchetes para las cortinas hasta los tenedores para carne (que conste que todos los tenedores que hay en mi casa son para carne). [El libro de] Éxodo muestra que los detalles son importantes para Dios, como también lo que ocurre en su tabernáculo.
A continuación, algunas ideas para ayudarle a ser más intencional en su diligencia en crear un ambiente acogedor para las personas que el Señor envíe a su iglesia, y como se dará cuenta, casi todo tiene que ver con detalles:
1. Limpie el exterior
¿Refleja el exterior de las instalaciones lo que ocurre adentro de [la iglesia]? Muchas más personas verán el exterior de su edificio que las que verán lo que ocurre adentro. Usted puede cambiar esa diferencia demostrándole a la gente que el edificio es un lugar para ellos. Considere lo siguiente:
• Coloque banderas o carteles a la orilla de la carretera.
• Asigne un personal voluntario en el área de aparcamiento para que dirijan a la gente y les den la bienvenida, y en días lluviosos, los esperen con paraguas.
• Marque claramente los espacios de aparcamiento más cercanos a la entrada para sus invitados.
Hace un par de años, quitamos la cerca que había en el campo de pelota con el fin de aumentar los espacios de aparcamiento. No tenía duda de que la mayoría de las personas continuarían utilizando los espacios previos y dejarían el campo de pelota para las visitas y aquellos que llegaran tarde. Así que les dije que mejor utilizaran los espacios en el campo de pelota, lo cual significaba aparcar más lejos y caminar más. También les dije que cada vez que entraran al campo, era una declaración profética de que el Señor nos enviaría la cosecha y de que nosotros ya estábamos preparados para recibirla. Hoy, el campo de pelota se llena regularmente los domingos, y durante la semana varios miembros del personal se aparcan allí ¡para seguir declarando la cosecha!
2. Elimine el temor a lo desconocido
Lo más difícil de llegar a un lugar por primera vez es no saber qué esperar al entrar por la puerta. Alivie la ansiedad de las visitas implementando las siguientes ideas:
• Abra las puertas de par en par antes de que lleguen las personas.
• Asigne voluntarios en el atrio para que le den la bienvenida a las personas.
• Coloque rótulos para que la gente sepa dónde ir, especialmente las familias con niños.
• Designe un área céntrica para que las personas que visitan por primera vez puedan hacer preguntas, y considere darles un regalito.
3. Prepare el ambiente
Cree una atmósfera que disipe la tensión nerviosa que puedan sentir las visitas:
• Ponga música, no tan alta, pero lo suficiente para eliminar los silencios incómodos. Las tiendas, los centros comerciales y los mercados lo hacen muy bien.
• Instruya a la gente de su iglesia para que les den la bienvenida a las visitas y entablen conversación con ellos para que se sientan cómodos.
• Muestre [en la pantalla] imágenes de eventos pasados y futuros para que la gente vea que ¡su iglesia es un lugar donde todos pueden participar!
4. Renueve y mantenga orden
Observe todas las instalaciones con nuevos ojos. Invite a alguien que nunca haya visitado el lugar para que le ayude a ver aquellas cosas que están fuera de lugar: cables tirados en el suelo, cosas amontonadas en las esquinas, basura detrás del edificio, etc. Identifique los problemas y simplifique. Preste atención especial a lo siguiente:
• Zonas muy transitadas
• Los salones infantiles (Los padres dejarán de llevar a sus hijos si esas áreas están desordenadas.)
• Vestíbulos/entradas
• Cuadros y decoración anticuados. (¡El minimalismo está de moda! Es mejor no tener nada en las paredes que tener cosas que comunican que sus mejores días quedaron atrás.)
Conclusión
Para resumir, leamos el libro de Dios y aprendamos sobre los detalles del espacio al que estamos invitando a la gente. Busque personas de la iglesia que le ayuden a cuidar de las instalaciones para que sea más atractiva a la comunidad.
No olvide la experiencia de mis hijos al inicio de este escrito; prepare el espacio de reunión teniendo siempre en mente a las personas que se reunirán en él.
ZACH KELLEY