Club de lectores 03 - Primavera 2003

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México D.F. Primavera de 2003. Año 1 Número 3

ELENA PONIATOWSKA ENAMORADA DE MÉXICO, HA DEDICADO SU OBRA A DESCIFRAR LOS MIL Y UN ROSTROS DE NUESTRO PAÍS

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Club de Lectores Revista trimestral Año 1 Núm. 3 • Marzo 2003 Director Ignacio Uribe Ferrari Redacción Susana Garduño Soto El Club de Lectores constituye un sistema para la consecución de fines culturales donde se anima a descubrir y compartir el gusto por la lectura facilitando la adquisición de buenos libros con la intención de formar e incrementar el acervo de las bibliotecas familiares. El Club de Lectores, particularmente, tratará de acercarse a personas o comunidades que en razón de su situación social, física o cultural no pueden acudir a otras instancias.

Programa Nacional Hacia un país de Lectores La consolidación de nuestra democracia, a través del ejercicio cabal de la ciudadanía, exige la formación de ciudadanos en el sentido completo de la palabra: personas capaces no sólo de elegir a sus gobernantes sino de participar en la toma de decisiones que afectan a la vida colectiva. Para la formación integral del ciudadano, para su capacidad de decisión, para el desarrollo cultural del individuo y el de los grupos sociales, la lectura es una condición indispensable: una lectura libre, autónoma, ejercida como forma de vida, como afición placentera y satisfacción personal, como manera de encuentro con los otros […] […] Este Programa es el conjunto de esfuerzos que el gobierno de la República propone a la sociedad para incorporar la lectura en la vida de todos los mexicanos: en el hogar, la escuela, la universidad, los espacios culturales, los lugares públicos, y los centros de distribución y acceso a los libros y a otros materiales de lectura. Considera, asimismo, la unión y la colaboración de todos los actores y esferas de la sociedad cómo condición básica para lograr su objetivo: autores, editores, impresores, libreros, bibliotecarios, promotores voluntarios, maestros, padres de familia, organizaciones sociales y privadas, medios de comunicación y ciudadanos en general. También el firme compromiso y la colaboración de las órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal. De ahí que, como política de Estado, habremos todos de garantizar un esfuerzo colectivo sin precedentes para desarrollar nuestras capacidades y consolidar nuestro proyecto democrático; esto es, hacer de México un país de lectores. Fuente: Programa Nacional Hacia un País de Lectores, Presidencia de la República.

Bienvenido al Club de Lectores En Club de Lectores trabajamos para procurarle una gran variedad de libros cuyas características —así como nuestras promociones— se dan a conocer en nuestra revista trimestral y en nuestra página web www.clublectores.com Una vez que seleccione los libros de su agrado háganoslo saber al 01800 31 222 00 o en www.clublectores.com y utilice sus puntos para adquirirlos y recibirlos en el siguiente envío mensual. Al solicitar el canje, le sugerimos confirmar la equivalencia en puntos y existencia de los libros elegidos, ya que éstas pueden variar sin previo aviso debido a cambios de políticas en las diferentes editoriales. Todo lo ofrecido en esta revista será válido únicamente del 1º de marzo de 2003 al 31 de mayo de 2003. Para cualquier aclaración, o para realizar su canje de puntos, también puede recurrir a la sección "Usa tus puntos" en www.clublectores.com Agradecemos su confianza y esperamos que disfrute de las excepcionales facilidades que el Club de Lectores ofrece para hacer de la lectura una actividad de deleite familiar.

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Club de Lectores Nº 3

Coordinación del fondo editorial Virginia Krasniansky Butvinovsky Corrección de estilo Miguel Echenique Conti Manuel Munguía Virginia Krasniansky Butvinovsky Diseño y formación digital Pedro Zúñiga Montes Fotografía digital Amilcar Venegas Cisneros Editor responsable Nelson Uribe de Barros

©Club de Lectores es una publicación trimestral editada por Edilar S.A. de C.V. con domicilio en Blvd. Manuel Ávila Camacho 1994, Desp. 403, Torre Ejecutiva Satélite, Tlalnepantla, Edo. de México, C.P. 54055. Teléfonos (01) 55 53 61 96 11, larga distancia sin costo 01 800 31 222 00. Fax (01) 55 53 62 08 51. Correo Electrónico: club@clublectores.com, dirección en Internet: www.clublectores.com. Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2002-090919153500-102. Número de Certificado de Licitud de Título: 12203. Número de Certificado de Licitud de Contenido: 8858. RFC: EDI940408HPA. Editor Responsable: Nelson Uribe de Barros. Edición computarizada: Edilar S.A. de C.V. Impresión: Gráficas Monte Albán S.A. de C.V., Emiliano Zapata 93, Col. San Juan Ixhuatepec, Tlalnepantla, Edo. de México.

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EDITORIAL

Tiempo robado ¿Dónde encontrar el tiempo para leer? ¿A qué parte de mi distribución del tiempo debo quitar ese momento de lectura diaria? ¿A los amigos? ¿A la tele? ¿A los desplazamientos? ¿A las veladas familiares? ¿A los deberes? Problema serio. Que no lo es. Desde el momento en que se plantee el problema del tiempo para leer, es que falta el deseo. Pues visto con detenimiento, nadie tiene jamás tiempo para leer. Ni los pequeños, ni los adolescentes, ni los mayores. La vida es un obstáculo permanente para la lectura. — ¿Leer? Me gustaría mucho, pero el trabajo, los hijos, la casa, ya no tengo tiempo… — ¡Cómo envidio que usted tenga tiempo para leer! ¿Y por qué una mujer, que trabaja, hace compras, cría a sus hijos, conduce su auto, ama a tres hombres, va al dentista, se muda la semana próxima, encuentra tiempo para leer y aque l casto rentista soltero, no? El tiempo para leer es siempre tiempo robado. (De la misma manera que lo es el tiempo de escribir o el tiempo de amar). ¿Robado a qué? Digamos que al deber de vivir. El tiempo de leer, como el tiempo de amar, expande el tiempo de vivir. Si tuviésemos que enfrentar el amor desde el punto de vista de nuestra agenda, ¿quién se arriesgaría a ello? ¿Quién tiene alguna vez a un enamorado que no se tome el tiempo de amar? Yo nunca he tenido tiempo para leer, pero nada, jamás, ha podido impedirme terminar una novela que amara. La lectura no tiene que ver con la organización social del tiempo; es una manera de ser, como el amor. El problema no está en saber si tengo tiempo de leer o no (tiempo que además, nadie, nunca me dará), sino en si me regalo o no la dicha de ser lector. Daniel Pennac Como una novela III. Dar de Leer, Anagrama, México, 2001, pp. 120-121 (Colección Argumentos, 49) Encuéntrelo en la página 32 de este número de Club de Lectores.

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Rosario Castellanos (1925-1974) Rosario Castellanos Figueroa nació en la ciudad de México en mayo de 1925 y murió en Tel Aviv, Israel, en agosto de 1974. Su infancia y parte de su adolescencia la vivió en Comitán y en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Posteriormente emigró a la ciudad de México donde, en 1950, se graduó como maestra en filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). A principios de los años cincuentas realizó estudios de estética y estilística en la Universidad de Madrid. A su regreso de Europa impartió cursos en universidades mexicanas y estadounidenses. Radicó un tiempo en Chiapas, durante el cual fue promotora cultural del Instituto Chiapaneco de la Cultura y el Instituto Nacional Indigenista, directora de un grupo de teatro tzeltal-tzotzil, directora de Información y Prensa de la UNAM, secretaria del Pen Club (asociación de escritores a nivel mundial, con sede en París) y embajadora de México en Israel. Para comprender mejor a Rosario Castellanos y su obra debemos recordar que ambas se desarrollaron en un tiempo de conflictos mundiales y de ideologías radicalizadas: la lucha entre Oriente y Occidente, entre el comunismo y el capitalismo, entre la Unión Soviética y Estados Unidos, y los problemas irresueltos de etnicidad y territorialidad en el Medio Oriente. Es quizá por eso que la soledad se convierte en una de sus musas: Apelación al solitario Es necesario, a veces, encontrar compañía. Amigo, no es posible ni nacer ni morir sino con otro. Es bueno que la amistad le quite al trabajo esa cara de castigo y a la alegría ese aire ilícito de robo. ¿Cómo podrás estar solo a la hora completa, en que las cosas y tú hablan y hablan, hasta el amanecer? La obra de Rosario Castellanos tiene el precedente de sus tiempos. Era la época en que la literatura seguía signada por la obra del hombre, por lo masculino. Frente a ello, la autora buscaba una forma distinta de existir como mujer. Meditación en el umbral (fragmento) No, no es la solución tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoi ni apurar el arsénico de Madame Bovary ni aguardar en los páramos de Ávila la visita del ángel con venablo antes de liarse el manto a la cabeza y comenzar a actuar. Ni concluir las leyes geométricas contando las vigas de la celda de castigo como lo hizo Sor Juana. No es la solución escribir, mientras llegan las visitas, en la sala de estar de la

familia Austen ni encerrarse en el ático de alguna residencia de la Nueva Inglaterra y soñar, con la Biblia de los Dickinson, debajo de una almohada de soltera. Debe haber otro modo que no se llame Safo ni Mesalina ni María Egipciaca ni Magdalena ni Clemencia Isaura. Otro modo de ser humano y libre. Otro modo de ser. Rosario Castellanos siempre se manifestó como una intelectual que se encontraba en la primera línea de un frente contra la discriminación, la inferiorización y la desigualdad de relaciones y derechos que corresponden a la mujer. La paradoja es la siguiente: Después de la trágica muerte de esta gloria de las letras mexicanas en Tel Aviv, Israel, al año siguiente, 1975, ya sin su presencia, se celebró el Año Internacional de la Mujer, iniciativa por la que Rosario Castellanos Figueroa luchó y que ya no pudo ver culminada. Destino Matamos lo que amamos. Lo demás no ha estado vivo nunca. Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere un olvido, una ausencia, a veces menos. Matamos lo que amamos. ¡Que cese ya esta asfixia de respirar con un pulmón ajeno! El aire no es bastante para los dos. Y no basta la tierra para los cuerpos juntos y la ración de la esperanza es poca y el dolor no se puede compartir. El hombre es animal de soledades, ciervo con una flecha en el ijar que huye y se desangra. Ah, pero el odio, su fijeza insomne de pupilas de vidrio; su actitud que es a la vez reposo y amenaza. El ciervo va a beber y en el agua aparece el reflejo de un tigre. El ciervo bebe el agua y la imagen se vuelve —antes que lo devoren— (cómplice, fascinado) igual a su enemigo. Damos la vida sólo a lo que odiamos.


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