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Andrés Díaz, récord de Europa

100 años de una pasión

Andrés Díaz (La Coruña, 12 de Julio de 1969) era un buen mediofondista español que en 1997 dio el habitual salto de los 800 metros a la distancia superior del 1.500. En 1996 acreditaba 1:45.89 como mejor marca personal. En 1997, con el cambio de distancia, aparte de obtener su segundo título nacional de 800 metros en pista cubierta, se ubicó entre los mejores españoles del 1.500 con 3:34.57 al aire libre, además de acabar quinto en el Mundial de París en pista cubierta. En 1998 elevó su marca personal a 3:32.17, situándose cuarto en el ránking europeo del año, aunque no estuvo fino en el Europeo de Budapest, donde acabó 11º en aquella final del oro de Reyes Estévez y el bronce de Fermín Cacho.

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Pero entonces llegó 1999, el año del Mundial en casa, el Mundial de Sevilla. “En invierno hicimos un par de concentraciones para realizar entrenos de calidad y llegar bien a la pista cubierta, aunque el objetivo principal era Sevilla. Fui alternando distancias superiores y corrí 3.000 metros en 7:46, que era mi marca personal. También aquel invierno volvimos a trabajar más la fuerza, como cuando era corredor sólo de 800 metros”, cuenta el propio Andrés.

Unos días después de correr un 3.000 en Karlsruhe (Alemania), el coruñés acabó segundo en Stuttgart acariciando el récord de España de 1.500 metros de Fermín Cacho de 3:35:29. Y poco tiempo después estableció en Birmingham el récord de España de los inusuales 2.000 metros con 4:56.87.

La reunión de Atenas, en El Pireo, estaba situada una semana antes de los Mundiales de Maebashi (Japón) y hasta allí se desplazó Díaz con su compañero de entrenamientos, Pedro Esteso, que haría las veces de liebre. En principio en tarea compartida con otro atleta, al menos en teoría, porque una vez allí Esteso se quedó sólo en ese cometido y demostró con creces su enorme categoría durante los primeros 1.000 metros de la prueba: “Antes de la carrera habíamos hablado con William Tanui para decirle nuestra intención, que era atacar el récord de España de Fermín. Pedro pasó a ritmo, con 1:11 los primeros 500 metros y 2:23 en el 1.000 cuando se paró. Me quedé en cabeza con Tanui muy pegado, pero tiré fuerte para compensar la posible fatiga final, sabiendo que tenía que hacer justo 1:12 para mejorar el récord. Mi sorpresa fue que corrí mucho más rápido, en 1:10”, nos cuenta Díaz. Con ese registro de 3:33.32 superaba casi en un segundo el récord de Europa del británico Peter Elliot (3:34.20), una marca aun vigente, y se colocaba quinto en la lista mundial de todos los tiempos, sólo superado por un póker de ases del medio fondo: el marroquí Hicham El Guerrouj, el keniano Laban Rotich, el etíope Haile Gebreselassie y el burundés Vénuste Niyongabo.

A la semana siguiente, en el Mundial de Maebashi, Andrés Díaz completó un mes y medio de ensueño al rematar el invierno con la medalla de bronce y un magnifico registro de 3:34.46, en una carrera lanzada por el keniano William Tanui y que ganó el gran Haile Gebrselassie (3:33.77) seguido de Laban Rotich (3:33.98). “Gebre” se llevó también allí el oro en los 3.000 metros y para España aquel fue el Mundial de Díaz y el de los 8:56 de Yago Lamela.

Aquel 1999 Andrés Díaz cuajó un buen verano, aunque de sabor agridulce para él en un primer momento: “Fui a Sevilla a por medalla. Pero acabé quinto con marca personal (3:31.83), detrás de El Guerrouj, Ngeny, Reyes Estévez y Fermín Cacho. A pesar de las sensaciones de aquel momento, con el paso del tiempo valoré positivamente mi actuación allí, en la que sigue siendo la final más rápida de la historia”.

Aunque el atleta gallego nos confiesa que en el año 2000 llegó a acumular mejores entrenamientos que los de 1999, en las semanas previas a los Juegos Olímpicos de Sídney el infortunio se cruzó en su camino. Acabó en una dignísima séptima plaza, justo por delante del debutante Juan Carlos Higuero, “pero iba muy justo de fuerzas, como vacío. Tras el descanso posterior a las vacaciones, vieron en las analíticas que tenía mononucleosis y que, sin saberlo, ya lo había arrastrado en Sídney”.

Aquel año llegó a mejorar su marca personal de 1.500 metros en Zúrich (3:31.79) y en Mónaco (3:31.48). En 2001, llevó en Roma su tope personal de la milla hasta los 3:48.38, que aún hoy en día siguen siendo la segunda mejor marca española de siempre tras la histórica de José Luis González y mejor marca mundial para atletas mayores de 30 años, igualada por Bernard Lagat en 2005. Sus maltrechos tendones de Aquiles le retiraron antes de tiempo y Edmonton 2001, donde abandonó en series, fue su último gran campeonato.

Meeting de pista cubierta de Atenas . El Pireo (Atenas) . 24 de febrero de 1999 .

1 .500 metros: 1 . Andrés Díaz (ESP) 3:33 .32 – 2. William Tanui (KEN) 3:35.17 – 3. David Lelei (KEN) 3:40.60 … Pedro Esteso (ESP) abandonó al paso por el 1.000, tras hacer de liebre.