El presente texto pone el foco en los paisajes de mayor
carga identitaria del área metropolitana de Valencia. Estos
son fruto de la conquista física y mental del territorio
a lo largo del tiempo y se ven sometidos a tensiones de
carácter interno y externo que nos muestran la importancia
de los vínculos que una sociedad establece con el
lugar para afrontar retos de futuro. El significado de estos
lugares, su vocación simbólica o funcional, se construye
sobre imágenes que son compartidas en el seno de un
grupo social a través de diferentes vectores de comunicación.
Esta conjunción de imagen-valor-significado del territorio,
la visualidad del paisaje, nos permite prospectar
la transformación en el tiempo y dotarla de sentido.