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5. La cadena productiva de la castaña

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Bibliografía

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una más reciente ha sido conformar comunidades con los zafreros que contratan para la explotación de la castaña y que sean ellos quienes demanden la tierra a título de “nuevos asentamientos”. Si bien la tierra se dota a los zafreros, es común que la relación de poder se mantenga ya que el barraquero, a su vez, dota a los zafreros de casas, caminos y, a veces, hasta postas sanitarias. Se suponía que la norma de 2006 iba a orientar el nuevo proceso de titulación hacia pueblos indígenas que viven ancestralmente en un territorio, pero se ha convertido en un factor de negociación política que el Gobierno usa para aplacar las demandas de agroindustriales, en algunos casos, y para conseguir nuevos votos, en otros (Chumacero, 2021).

Muy pocos de estos asentamientos se autorizan para gente del lugar que no tiene tierra o tiene tierra insuficiente; al contrario, buena parte de estas nuevas comunidades está conformada por personas que vienen de antiguas áreas de colonización en el Oriente, del Chapare e incluso de núcleos urbanos relativamente cercanos… El otro asunto es que, en la mayoría de los casos, estas nuevas comunidades están conformadas por militantes del partido de gobierno, que cuentan con el aval de organizaciones campesinas e interculturales a nivel nacional, que acceden a estas tierras bajo formas prebendales de pago político… Cuántas de estas comunidades son creadas por una legítima necesidad de acceder a tierras para brindar mejores condiciones de vida a sus titulares, es una interrogante que ojalá pueda resolverse pronto. Lamentablemente, lo más probable es que la mayoría de estos casos esté alentada por el avizoramiento de una oportunidad de enriquecimiento a partir del acceso gratuito a tierras del Estado para luego traficar con ellas a partir de la venta o alquiler de las mismas.

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Cuando la tierra no es concesión privada, en general, cada comunidad accede al bosque para la recolección de castaña con normas propias y una repartición acordada en asambleas o cabildos comunales. Las zonas con castaña se reparten entre los comunarios, quienes además deben cuidar que estas zonas no sean explotadas por terceros.

5. La cadena productiva de la castaña

El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (ibce) estima que el 75% del movimiento económico del norte amazónico está directa o indirectamente vinculado a la castaña. Otras estimaciones menos optimistas (Escóbar et al., 2010) mencionan que la castaña aporta 17,7% al pib del Beni y 20,1% al de Pando, lo que equivale, aproximadamente, al 6% del

pib nacional; según la aemp (2012), las exportaciones de castaña aportan el 2,27% al pib nacional y casi un séptimo del pib agropecuario.

Según la Unidad de Productividad y Competitividad (upc), en 2001 la castaña generaba 21.626 empleos, de los cuales, 19.772 eran directos y 1.854 indirectos. Otros autores (Escobar et al., 2010) estiman que el empleo directo e indirecto abarcaba a 46.697 personas en 2010, de las cuales, 20.000 estaban involucradas en el eslabón de recolección, mientras que alrededor de 7.000 contaban con puestos de trabajo formales en las empresas beneficiadoras; el restante trabajaba de manera no formal en las empresas o formaba parte del eslabón de acopio. La estimación de empleo es compleja, en parte, por la informalidad laboral y, en parte, por la enorme extensión en la que se produce y recolecta castaña.5

Escobar y compañía (2010) estimaban que en 2010 el 33% de la fuerza laboral migraba para trabajar en la castaña. Hoy en día, se estima que este porcentaje varía entre municipios, pero es más alto en las zonas rurales que en Riberalta, la localidad de mayor población y con mayor presencia de empresas beneficiadoras y exportadoras. Es decir, la zona castañera se llena de personas que acceden al bosque para cosechar castaña, pero que no necesariamente viven en el bosque o siquiera en el área rural. De hecho, la Amazonía es una zona altamente despoblada: menos de un habitante por km2 en promedio.

Hay una alta presencia de mujeres, especialmente en el eslabón de beneficiado: se estima que representan el 60% al 75% del total empleado en ese eslabón (se las denomina “quebradoras”, porque quiebran la cáscara).

Los principales actores de la cadena son: i) zafreros, campesinos e indígenas que se encargan de recolectar el producto en el bosque; ii) barraqueros, contratistas, rescatistas que son acopiadores del producto y mayoristas; iii) dueños de beneficiadoras que son quienes exportan el producto. A continuación, una breve descripción de cada actor:

– Zafrero: aquel que trabaja recolectando la castaña bajo un esquema laboral en una dotación de tierra privada para un barraquero. – Comunario/indígena (para fines de este documento se utilizará ambos términos indistintamente, ya que no actúan de manera diferente en la cadena): aquel que trabaja para sí mismo, en una dotación de tierra que forma parte de una tioc o un bosque que el Estado no ha dado en dotación a un privado.

5 La extensión estimada en la que se produce castaña es mayor a la extensión total de Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo juntos.

– Mayoristas y rescatistas: acopiadores que se trasladan por los ríos de mayor tamaño comprando castaña a los comunarios/campesinos/ indígenas; también usan sendas y camiones en algunas zonas de mayor desarrollo caminero. – Barraquero: dueño de una barraca que acopia castaña al por mayor.

Típicamente tiene una concesión de tierras por parte del Estado y es en esa superficie en la que trabajan los zafreros y contratistas. – Contratista: el barraquero contrata a este actor para no tener relación laboral con los zafreros. El contratista se encarga de contratar zafreros y de entregar una cantidad de producto al barraquero. – Beneficiadoras: empresas que desarrollan el proceso de beneficiado de la castaña. Usualmente son también quienes la exportan, y también brindan servicios de beneficiado para otras empresas. Algunas barracas, a su vez, poseen plantas beneficiadoras o trabajan en alianza con alguna. – Quebradoras: típicamente mujeres que trabajan quebrando las semillas de castaña para extraer la semilla. Se requiere una máquina de quebrado. Las beneficiadoras cuentan con galpones destinados para este fin.

La cadena productiva de la castaña es muy particular porque, a diferencia de una cadena productiva tradicional en la que primero se analiza la provisión de semillas o material genético, no existe este eslabón inicial ya que la castaña es recolectada del bosque y no se le realiza ningún tratamiento fitosanitario durante el año.

Debido a que es un producto silvestre, varias de las medidas tradicionales de análisis no aplican o no han sido estimadas con el rigor científico que corresponde. Por ejemplo, la densidad de árboles por superficie varía sustancialmente entre departamentos y depende del propio bosque. La superficie “sembrada” es prácticamente la misma todos los años ya que no hay plantaciones de castaña. Tampoco hay estimaciones sobre la superficie recolectada entre años. Este dato es desconocido ya que los comunarios y zafreros entran hasta donde pueden, según la disponibilidad de sendas o caminos vecinales y según la frecuencia de lluvia. Algunos años pueden entrar más en el bosque, otros menos. Lo mismo ocurre con los barraqueros.

Sobre el rendimiento, diferentes fuentes mencionan datos muy disímiles. El ibce (2010) menciona que un árbol maduro puede producir hasta 1.300 cocos por año, mientras que Quiroz y compañía (2017) mencionan que la productividad es de 200 a 600 cocos por árbol; la aemp (2012), por su parte, menciona que la cantidad de cocos por árbol es de 200 a 400. Coria (2018) establece que, en su área de estudio (cantón Nacebe

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