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en los componentes del estudio

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han podido detectar tangiblemente los esfuerzos de su contribución en proyectos o en financiamiento, principalmente. Afortunadamente, la cercanía del equipo consultor (de amistad y/o reconocimiento) con la gran mayoría de estos actores relevantes en torno a la cadena de valor de la quinua, ha facilitado el acceso a ellos para realizar las entrevistas programadas. De otra manera, consideramos que hubiera sido difícil encarar el trabajo de campo.

5.2. Conclusiones referidas a los hallazgos en los componentes del estudio

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La descripción de la situación actual de la cadena de valor de la quinua, en particular la del Altiplano Sur, muestra que no es la más favorable debido a distintos factores, como ser: los bajos rendimientos en la producción primaria, el estancamiento en el desarrollo de nuevas tecnologías e innovaciones, la aparición de nuevos competidores en el mercado, la tendencia a la comoditización, entre otros. La caída de las exportaciones bolivianas en las últimas gestiones es una prueba de ello.

En ese contexto, todo parece indicar que si se mantienen las tendencias indicadas en la producción de quinua real del Altiplano Sur, a mediano o incluso a corto plazo, se podría dar lugar a una disminución radical de la producción, bajo el riesgo de constituirse en una actividad no viable económica, social ni medioambientalmente; más aún si se mantiene la ausencia del Estado en todos los ámbitos de acción (definir una posición país, definir estrategias, generar incentivos, promover la investigación, etc.).

Los problemas que se tienen, principalmente en la producción primaria, son estructurales, y su solución pasa por una acción multiactor, multinivel y multisector con grandes estándares de inversión y un fuerte involucramiento del sector público nacional y subnacional, además de un decidido compromiso del sector privado, incluyendo las organizaciones de productores, para trabajar de manera articulada bajo criterios de sostenibilidad, como lo han venido haciendo a través de sus programas de proveedores.

No es menos importante considerar que los conflictos históricos entre los actores de la cadena se mantienen y si estos no se resuelven se mantendrá una múltiple competencia poco fructífera. Lamentablemente, de momento, no existe ni la voluntad ni la decisión de actuar de manera colectiva, incorporando a la totalidad de los actores del sistema (públicos, privados, académicos y la sociedad civil).

Se ha observado también que las organizaciones de productores siguen perdiendo protagonismo respecto a las empresas privadas, más por debilidades propias de carácter interno que por acción de las empresas privadas.

En cuanto a los avances, las empresas privadas son las que están sosteniendo al sector quinuero a través de procesos de agregación de valor y de un mejor posicionamiento de sus productos en los mercados.

Por otro lado, la mayoría de los actores están conscientes de los posibles escenarios de solución, como una estrategia nacional de diferenciación como la do (Denominación de Origen) o la igp (Indicación Geográfica Protegida), pero los intereses particulares y las debilidades y conflictos actuales existentes no permiten tomar acciones acertadas que demandan la actuación y decisión de varios actores.

Asimismo, el consumo de quinua en el país es bajo. Los niveles de consumo en Bolivia están por el orden de 1,2 a 2,4 kg/habitante/año, en el mejor de los casos, mientras que el consumo de arroz está por el orden de 32 kg/habitante/año (midagri, 2019).

En cuanto componentes particulares del estudio, el análisis sobre la variable conocimientos, se ha evidenciado que por la marcada apertura del mercado de exportaciones de la quinua real, incluso antes del boom de la quinua, la contribución de los saberes ancestrales a la práctica actual de la producción cada vez son más reducidos, por tanto, el know-how vigente, especialmente en el eslabón primario, es el que se ha ido desarrollando a partir del apoyo de entidades privadas de investigación como proinpa, así como los propios programas de proveedores de las empresas, que también presentan sus propias limitaciones al respecto. En resumen, el sector primario no ha dado un salto cualitativo, como lo hizo el Perú, que ha prácticamente duplicado sus rendimientos.

La industria, en la parte de beneficiado, ha tenido importantes avances en cuanto a la incorporación de tecnología de punta, en especial las empresas privadas y también en el desarrollo de productos con valor agregado con potencial para acceder a mercados de exportación.

En cuanto al empleo, en el caso de la producción primaria, se genera principalmente para las actividades de siembra y cosecha, y en los momentos de fumigación es muy importante. Sin embargo, está todavía muy lejos de considerarse un empleo de calidad.19 Es un

19 Se tienen conocimiento que el Instituto de Estudios Avanzados de Desarrollo (inesad) tiene previsto llevar adelante un trabajo de investigación para que los productores de quinua puedan acceder a un seguro social.

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