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Jan Souverein, Nicole Jordán Prudencio y José A. Peres-Cajías
Introducción
Desde hace siete años, la Friedrich-Ebert-Stiftung (fes) en América Latina viene impulsando un proceso de Transformación Social-Ecológica (tse) a través de su proyecto regional que lleva el mismo nombre. El propósito del proyecto es encontrar alternativas viables a los modelos de desarrollo económico vigentes en la región, fuertemente arraigados en la explotación de recursos naturales y la exportación de materias primas. La reducida diversificación económica a la que se hace referencia es un denominador común en los perfiles productivos y comerciales de los países latinoamericanos, razón por la cual la crisis sanitaria de covid-19 ha representado un desafío sin precedentes para toda la región.
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Como consecuencia de la pandemia, muchos sectores económicos han sido duramente afectados e incontables personas han perdido sus fuentes de empleo. No obstante, en el momento más incierto de la crisis económica y social, el sector agroalimentario de América Latina y el Caribe fue uno de los más resilientes a los embates de la crisis multidimensional.1 Según datos del Banco Mundial, ese mismo año la agricultura representó entre el 5% y el 18% del Producto Interno Bruto (pib) para 20 países de la región.2 En el caso de Bolivia, el peso relativo del sector agropecuario es superior al de los hidrocarburos o la minería.
1 Ver: onu (2021). La pandemia de covid-19 es una oportunidad de remodelar los sistemas agroalimentarios de América Latina. Noticias onu, 3 de septiembre.
Recuperado de: https://news.un.org/es/story/2021/09/1496312 2 Ver: Banco Mundial. (2020). Los sistemas agropecuarios y alimentarios de América
Latina y el Caribe están listos para una profunda transformación. Comunicado de prensa, 12 de noviembre. Recuperado de https://www.bancomundial.org/es/news/ press-release/2020/11/12/agriculture-food-systems-latin-america-caribbean-changes
La región latinoamericana juega un papel fundamental en la producción y provisión de productos agrícolas, siendo “la mayor exportadora neta de alimentos”3 y abasteciendo a una de cada seis personas que habitan el planeta (un total de 1.300 millones según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, fao).4 Su histórica denominación como “el granero del mundo” adquiere mayor relevancia en la actualidad, en una coyuntura internacional marcada por la profundización y aceleración de la inseguridad alimentaria como resultado de la invasión rusa a Ucrania. La escasez de algunos alimentos básicos (como el maíz y el trigo) y la presión inflacionaria en los precios de los mismos, constituyen algunos de los primeros impactos del conflicto bélico y agudizan el riesgo de una inminente crisis alimentaria mundial.
Sin embargo, pese a que Latinoamérica se presenta como una potencia agrícola mundial, organismos internacionales como el Programa Mundial de Alimentos han señalado que esto no la excluye de experimentar “una de las crisis más agudas de su historia en materia de inseguridad alimentaria”.5 Para evitar este futuro escenario, se requiere una transformación profunda de las prácticas productivas tanto de la región como del país que permita encontrar “respuestas y salidas a las crisis socioambientales [actuales]”.6
Bajo este contexto general, el proyecto de transformación socialecológica en Bolivia, en el marco más amplio de su proyecto regional, plantea la necesidad de analizar el estado de situación de las cadenas productivas agroalimentarias en Bolivia. Dado el peso relativo de la agricultura en la economía boliviana –18% del pib a diciembre de 2021–,7 es impensable pensar en una transición hacia un modelo de desarrollo económico socialmente justo y ecológicamente sustentable sin una comprensión de las dinámicas económicas en el sector.
El presente libro constituye una expansión y profundización de algunos temas abordados en los cuatro tomos publicados de la serie
3 Ver: fao (2022). América Latina debe adaptar los sistemas alimentarios para transformar su eficiencia y sostenibilidad. Noticias onu, 28 de marzo. Recuperado de https://news.un.org/es/story/2022/03/1506372 4 Ver Traeder, V. (2022). América Latina: aguda crisis alimentaria amenaza al “granero del mundo”. Deutsche Welle (dw), 26 de mayo. 5 Ibid. 6 fes Transformación. (s.f.) ¿Qué es la tse? Recuperado de https://fes-transformacion.fes.de/areas-de-trabajo/que-es-la-tse-1 7 Calderón, A. (2022) Agropecuaria lidera aporte al pib con el 18%. El Deber, 21 de diciembre. Recuperado de https://eldeber.com.bo/edicion-impresa/agropecuarialidera-aporte-al-pib-con-el-18_260623
#TransformarLaCrisis8 y pretende ampliar el debate introduciendo dos elementos adicionales. Por un lado, la importancia de reconocer que los procesos de desarrollo en el país han sido muy heterogéneos en términos espaciales en las últimas décadas; es decir, que existe una creciente desigualdad regional en Bolivia. Ello resalta la relevancia de pensar en estrategias que promuevan el desarrollo del país en su conjunto, pero que al mismo tiempo sean capaces de adaptarse y lidiar con historias económicas divergentes dentro del mismo territorio. Por otro lado, se propone el análisis de las cadenas productivas no solo por su pertinencia en el debate nacional e internacional, sino también porque su metodología se puede adaptar a esta diversidad regional y, al mismo tiempo, ofrecer estrategias de desarrollo que sean social y ecológicamente beneficiosas para el conjunto del país.
El análisis de cadenas productivas no es nuevo en Bolivia. En particular, resalta el impulso que se le dio a finales del siglo xx e inicios del siglo xxi desde diversas entidades gubernamentales y en coordinación con diferentes entidades privadas, tales como la Cámara Nacional de Industrias. Desde 2006, con la llegada del Movimiento al Socialismo (mas) a la presidencia, el interés en el impulso de las cadenas productivas se mantuvo. No obstante, desde el Gobierno, el interés tendió a moverse hacia los denominados complejos productivos. Con el aporte de organismos internacionales, se han generado diversos estudios sobre las cadenas productivas en Bolivia desde un enfoque orientado al desarrollo sostenible. En 2008, un Informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Bolivia planteaba estrategias alternativas que permitieran el aprovechamiento de la riqueza natural del país sin poner en peligro –sino más bien fomentando– la sostenibilidad ambiental.9 De igual manera, la propuesta de la denominada economía naranja resalta la posibilidad de generación de valor a través de un uso creativo y novedoso de la diversidad cultural y natural.
Estos antecedentes, que se remontan al menos hasta la década de 1990, resaltan la existencia de una amplia literatura que previamente se ha ocupado del tema de las cadenas productivas. Con el fin de evitar
8 Los cuatro tomos de la serie #TransformarLaCrisis fueron publicados en 2021 por la fes Bolivia como resultado del trabajo colaborativo de numerosos autores que forman parte del Foro de Transformación Social-Ecológica en Bolivia. Los documentos pueden descargarse aquí: https://bolivia.fes.de/publicaciones 9 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud). (2008). La otra frontera: Usos alternativos de recursos naturales en Bolivia. Informe nacional de Desarrollo
Humano.
una mera duplicación de esfuerzos, este libro analiza las cadenas agroalimentarias de valor desde una perspectiva innovadora puesto que busca introducir el conocimiento, el criterio de impacto social, la equidad de género y la sostenibilidad ambiental de manera transversal en el análisis.
Los documentos del presente libro exploran la cantidad y el tipo de conocimiento que se incorpora en cada eslabón de las cadenas estudiadas. Aquí, el “conocimiento” debe entenderse no solo como conocimiento científico o académico, sino también como aquel que se presenta en forma de técnicas, habilidades y saberes locales o ancestrales. Es así que la acumulación de conocimiento implica no solo inversiones en educación, sino también la creación de know-how local. Al contrario de lo que a veces se asume, en el país existen diversos ejemplos de este tipo de acumulación de know-how local que puede facilitar la producción de bienes que son competitivos en los mercados internacionales. Bajo determinados parámetros, estos conocimientos pueden motivar la generación de empleo y otros impactos sociales positivos, así como mejoras en las prácticas ambientales.
Con esta nueva perspectiva de análisis se busca hacer explícitos los vínculos entre las cadenas productivas y las perspectivas de una transformación económica con justicia social y sostenibilidad ambiental. Para que ello suceda, es necesario identificar oportunidades para superar las deficiencias al interior de las cadenas productivas e incrementar la producción, sin poner en riesgo los ecosistemas que constituyen la fuente misma de dicha producción. Se debe pensar en estrategias que no solo se enfoquen en la dinamización económica en términos de crecimiento de la producción y de las exportaciones. Se requiere mejorar la eficiencia y aumentar la productividad, pero no a costa de la deforestación, la sobreexplotación del suelo y el agotamiento de los recursos hídricos. Asimismo, es necesario trabajar en pos de una mayor inclusión social y equidad de género a lo largo de los procesos productivos.
Con el objetivo de contribuir al debate en torno a la creación de estas nuevas estrategias de desarrollo que impulsen procesos de diversificación económica más justos, dignos y ambientalmente sostenibles en el país, el libro se nutre del esfuerzo colaborativo y los aportes de 13 autores y autoras, provenientes de diferentes ámbitos y sectores (algunos más vinculados con el debate académico, otros con amplia experiencia en el trabajo de consultoría y otros con un trabajo más relacionado a think tanks, ong y empresas).
El libro se divide en tres partes. La primera contiene dos estudios que ofrecen una perspectiva del contexto histórico y macroeconómico del
problema a analizar y se basan en fuentes estadísticas. El primer capítulo muestra que la desigualdad regional es un problema económico que no se puede obviar en Bolivia y busca ilustrar las razones por las cuales esa divergencia es relevante a la hora de impulsar la transformación social-ecológica en el país. La perspectiva de largo plazo que ofrece el trabajo identifica diversas regiones cuyo dinamismo económico ha sido estructuralmente bajo desde la década de 1950 y que se caracterizan por contar con un sector agropecuario de baja productividad. El segundo capítulo ofrece un análisis de comercio exterior desagregado con el fin de saber qué pasa más allá de los productos vinculados a los sectores extractivos (hidrocarburos y minería). El análisis detallado que ofrece el capítulo resalta que en algunas de las regiones cuyo crecimiento ha sido estructuralmente bajo desde la década de 1950, existen productos que han mantenido su dinamismo en los mercados externos: las denominadas “estrellas nacientes”. Mediante los casos de estudio de la quinua, la castaña, el maní y el café, el capítulo explora la estructura exportadora de Bolivia, así como sus fortalezas y debilidades para el diseño de políticas y estrategias que permitan el aprovechamiento de oportunidades en los mercados internacionales.
La segunda parte del libro busca responder a la siguiente interrogante: ¿pueden los productos previamente identificados representar una oportunidad tanto para las regiones rezagadas como para el país en su conjunto en términos de una transformación social-ecológica? Para ello se hace una investigación pormenorizada de las cadenas productivas de la quinua, el maní y la castaña bajo la perspectiva previamente comentada; es decir, haciendo un análisis de dichas cadenas en términos de generación y transferencia de conocimiento, calidad del empleo generado y otros impactos sociales, equidad de género y sostenibilidad ambiental. Dada la existencia de múltiples estudios previos sobre cadenas productivas, el enfoque metodológico fue el siguiente: se hizo un estado del arte respecto a cada cadena y se identificaron lagunas de información que fueron subsanadas con la generación de nuevas y diversas fuentes de información primaria, así como con trabajo de campo. Estos tres análisis son complementados con un capítulo adicional que, a partir de otros tres estudios de caso, explora el rol que tienen las empresas como organizaciones capaces de vincular los requerimientos y la demanda en los mercados externos con los actores de la economía doméstica, y el potencial existente en términos de que dicha vinculación sea bajo parámetros de responsabilidad social y ambiental.
Finalmente, la tercera parte del libro contiene un capítulo que, de forma complementaria a los anteriores, enfoca la mirada en las dinámicas
de los mercados internos. Las demandas de estos últimos, a pesar de no ser comparables cuantitativamente con las de los mercados externos, pueden ser importantes en la dinamización de las economías locales y en la consolidación de eslabonamientos productivos y comerciales regionales. El estudio parte de la premisa de que algunas iniciativas gastronómicas que generan demandas en los mercados internos tienen el potencial de promover circuitos y cadenas agroalimentarias más inclusivas y sostenibles, potenciar la producción local, la cultura y la recuperación de prácticas ancestrales, así como incentivar mejores prácticas ambientales. A través de la información obtenida en encuestas y entrevistas a casos de estudio, el documento explora el nuevo movimiento gastronómico en el país e intenta generar un primer acercamiento a la pregunta: ¿puede la nueva gastronomía boliviana y el turismo gastronómico aportar al proceso de transformación social-ecológica en Bolivia?
Esperamos que este libro sirva como contribución para pensar el desarrollo económico y productivo del país a partir del conocimiento y del impacto que el mismo puede tener en términos de inclusión social y regional, diversificación económica, sostenibilidad ambiental y equidad de género. Queda mucho camino por recorrer para embarcarnos en una verdadera transformación social-ecológica en Bolivia. Los análisis, datos e información contenida en los distintos documentos que forman parte de este esfuerzo colectivo buscan incentivar los primeros pasos hacia ese horizonte.
Jan Souverein Director de la fes Bolivia
Nicole Jordán Prudencio Coordinadora de proyectos de la fes Bolivia
José A. Peres-Cajías Profesor lector en la Universitat de Barcelona