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Instituto Iberoamericano de Formación Rabínica Reformista
׃ָּךֶאְרַא ר ֶׁשֲא ץֶרָאָה־לֶא ָךיִבָא תיֵּבִמוּ ָךְּתְדַלוֹמִּמוּ ָךְצְרַאֵמ ָךְל־ְךֶלםָרְבַא־לֶא הָוהְי רֶמאֹּיַו
Y dijo Dios a Abram: Vete de tu tierra y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
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Abram comienza un viaje que lo sacude de su comodidad. “De tu tierra, tu lugar de nacimiento y de la casa de tu padre”… El pasuk no es repetitivo, es puntual y específico acerca de ese viaje que Abram debe emprender: • De tu tierra: tu lugar conocido, el marco de comodidad. • De tu lugar de nacimiento: aquel del que, salvo por una amenaza externa, es difícil tomar la decisión de abandonar. • De la casa de tu padre: la protección familiar, las tradiciones y los mandatos.
Cuando abrimos el Instituto de Formación Reformista, nos pusimos como meta principal dar respuesta a una dificultad creciente en nuestras comunidades: la escasez de rabinos reformistas.
Ya había una idea de lo que “debía ser” la formación rabínica e hizo falta mucha osadía para definir un modelo formativo innovador y fuera de los límites que el paradigma establecido planteaba.
Había una necesidad clara y determinante: hacían falta más rabinos reformistas, conocedores de las necesidades, problemáticas e idiosincrasia de sus comunidades e identificados con su realidad.
Con una visión renovadora, enfrentando prejuicios y oposiciones, pusimos en marcha un instituto rabínico conun diseño pedagógico y académico adecuado para las necesidades del siglo XXI.
Hoy, a casi 5 años del inicio de este camino tenemos nuestros cuatro primeros graduados. A fines del 2019, el Rab Diego Elman y en mayo de este año la primera rabina reformista graduada en nuestra región, la Raba Silvia Dorfman junto al Rab Hernan Rustein y el Rab Edy Huberman. Todos ellos se presentaron a un Beit Din, un tribunal rabínico, que evaluó tanto lo relacionado con los saberes como con la vocación de ser maestro, constructor y líder, en el complejo desarrollo de una comunidad y de una sociedad. La ordenación rabínica es el resultado de un proceso que involucra conocimientos, capacidades, saberes yformas.
Tenemos el orgullo de haber visto el camino que recorrieron nuestros graduados y el que siguen actualmente nuestros alumnos. Todos ellos asumen la responsabilidad de estudiar y de llevar a su vida cotidiana, seria y honestamente, los valores y visiones de un judaísmo que se renueva con creatividad.
Estamos educando no sólo individuos que liderarán las comunidades de la región sino también un grupo de colegas que, desde su formación, comparten saberes, competencias y especialidades en beneficio del conjunto. Los kinusim (encuentros periódicos presenciales) han sido vivencias intensas y significativas, esenciales para la consecución de este objetivo.
Vemos en la práctica que pudimos aplicar un equilibrio entre la sabiduría clásica de nuestra tradición, la resignificación de los textos y la recreación de las prácticas, infundiéndolas en una conciencia actual, inclusiva y reformista.