
6 minute read
El sistema olvidado: ¿cómo funciona tu sistema inmune?
Roberto Ovalle Aguilar 1o Secundaria
Nuestro cuerpo es muy extraño. Es muy difícil entender nuestros mecanismos internos. Pero, ¿Cómo nos mantenemos vivos? Muchos piensan que es gracias a tu cerebro o corazón, pero también le tenemos que dar crédito al sistema del que estaremos hablando: El sistema inmune. El sistema inmune es un complejo de múltiples células trabajando juntas para que puedas seguir viviendo. Pero, ¿cómo funciona? Es demasiado complicado para explicarse brevemente y en tan pocas páginas, entonces voy a explicar brevemente las funciones de este sistema cuando, por ejemplo, te enfermas de coronavirus.
Estás en clase de geografía y llega alguien tarde. “Perdón profe, es que tengo un resfriado leve, no se preocupe” . Se sienta en su lugar, se quita su cubrebocas para tomar agua, y un estornudo sale de su nariz hacia tu cara a una velocidad impresionante. Te enojas, te pide perdón, y todo sigue normal. Mientras tanto, en tus pulmones está a punto de suceder una tragedia inesperada. El virus entra por tu nariz hacia el borde de tus pulmones; a tus células epiteliales. Cuando el virus llegue ahí, va a usar un tipo de llave especial para poder empezar a replicarse.
Antes de continuar, tenemos que definir qué es un virus. Un virus no está ni vivo ni muerto, ya que tiene material genético, pero no es capaz de replicarse por sí mismo ni tiene núcleo. Entonces, para poder seguir existiendo, tiene en su superficie algo llamado receptores; una especie de llave para poder entrar en las células de tu cuerpo y poder interceptar el código genético de las mismas para que en vez de producir proteínas saludables, produzcan réplicas del virus original. Entonces, el coronavirus llega a una de tus células epiteliales, y entra. Hace cosas por ahí y por allá, y ahora hay miles y miles de virus dentro de la célula. Entonces, en un abrir y cerrar de ojos, los virus ordenan que la célula se disuelva y boom, los virus salen disparados a todas direcciones
esperando a infectar nuevas células. Esto es lo que hace que tu sistema inmune se active y empiece a batallar. Las primeras células en llegar al campo de batalla tienen nombres bonitos: macrófagos y neutrófilos.
Los macrófagos simplemente agarran y comen todo lo que no debería estar en el cuerpo; son como leones furiosos con un estómago muy fuerte. En cambio, los neutrófilos van por ahí matando a todo lo extraño para ellos y ordenando a células infectadas que hagan apoptosis; un especie de suicidio controlado por la célula. Ellos son más como tipos drogados con pistolas AK-47 y munición infinita. Bueno, cuando llegan ahí, empiezan a hacer su trabajo, y frecuentemente ordenan inflamación; la concentración de líquidos en el campo de batalla para poder tener los recursos necesarios. Puede verse bien, pero como que no quieres líquidos en tus pulmones si te gusta respirar.
Luego de batallar por horas, si es que no logran eliminar a todos los virus, llegan un nuevo tipo de células llamadas células dendríticas. Estas células son como calamares con muchos tentáculos. Estas células van recogiendo pedazos de virus llamados antígenos, y los ponen en un receptor ubicado en sus especies de tentáculos que tiene el hermoso y sencillo nombre: “Complejo mayor de histocompatibilidad clase II” . Estos receptores simplemente se pegan a cualquier antígeno y ya. Luego, mientras que los macrófagos y neutrófilos siguen batallando, las células dendríticas van a un sistema desconocido por muchos que se parece al sistema circulatorio por sus características: El sistema linfático.
Este sistema transporta desechos de tus células, y cosas útiles para el sistema inmune. Este sistema consta de vasos linfáticos y nódulos linfáticos. Los vasos linfáticos sólo son un medio de transporte, mientras que en los nódulos linfáticos se encuentra lo importante para tus células dendríticas. Dispersadas en tus nódulos, se encuentran tus miles de millones de células T y B. Entre ellas, cada una tiene un receptor diferente y único; uno para combatir la peste negra, otro para combatir el sida, y para cualquier enfermedad; incluyendo el coronavirus. Ahora, las células dendríticas sólo se enfocan en las células T porque ellas son tal vez las más importante.
Cuando una célula dendrítica tiene suficientes antígenos, se va al sistema linfático y va intentando buscar a la célula T indicada con el receptor exacto. Esto puede tardar hasta días, pero cuando la encuentra, el antígeno y el receptor hacen click. En ese momento, la célula T es activada y hace miles de copias de la célula original a gran velocidad. Cuando hay suficientes, las células T se dividen en dos grupos; un grupo se va al campo de batalla para estimular a tus macrófagos y neutrófilos, y el otro grupo se va a buscar a la otra célula mencionada anteriormente; la gran y poderosa célula B. Igual que la célula dendrítica, el grupo de células T va buscando por el sistema linfático hasta encontrar la célula B que hace click con el antígeno. Cuando al fin encuentran a la indicada y hacen click, la célula B es activada y hace miles de copias de ella misma, y cuando hay suficientes, empieza a producir el arma más poderosa de tu sistema inmune; los anticuerpos.
Las células B y T llegan al campo de batalla en tus pulmones, con muchas células infectadas. Ahora, con los anticuerpos que se adhieren a los receptores de los virus, los virus ya no pueden infectar células tan fácilmente porque los anticuerpos no se los permiten. Es el fin del virus. Excepto, que en algunos casos, el coronavirus logra infectar a tus células inmunes y hay mucha confusión y el sistema inmune empieza a fallar, y esto causa hospitalización normalmente. Pero en los casos que no pasa eso, el sistema inmune normalmente logra eliminar a todas las células infectadas y erradica el virus en tu cuerpo.
Eso no es todo; porque sí nada más lo erradica esa vez tu sistema inmune, te enfermarás del mismo virus una y otra vez de manera indefinida. Por eso, al final de una infección, tu cuerpo produce células inmunes de memoria. Células T preparadas para otro ataque y Células B produciendo números bajos de anticuerpos estarán en tu sangre después de una infección. Y justo así funcionan las vacunas. Meten versiones fáciles de vencer de un virus, y tu sistema inmune, al finalizar fácilmente con esa versión del virus, produce células inmunes de memoria y te conviertes inmune contra esa enfermedad.
En conclusión, básicamente así funciona el sistema inmune. Hay muchos más detalles y células con muchas funciones sobre el mismo, pero me tomaría mucho espacio de la revista si los quisiera decir todos.
Si sigues interesado en el tema, te recomiendo mucho el libro que leí para que fuera posible redactar lo que estás leyendo ahora mismo: Immune. Aunque está en inglés, tiene muchos detalles e ilustraciones hermosas sobre el sistema inmune, y te recomiendo comprarlo. Pero si no eres fanático de los libros, puedes visitar el canal de youtube del autor; “Kurzgesagt - In a Nutshell” . Cuenta con más de 18 Millones de suscriptores al tiempo de escribir esto, y es un muy buen canal (Aunque está en inglés). Gracias por quedarte hasta aquí. Sigue aprendiendo. Sigue curioso.
Referencias:
Dettmer, Phillipp.
“Immune: A Journey into the Mysterious System That Keeps You Alive” . Nueva York: Random House, 2021.