El sistema educativo actual está mandado a recoger Por. Sofía Kerpel A través del tiempo la tecnología, el deporte, las máquinas, la moda, las costumbres y demás aspectos de la sociedad se han desarrollado gracias a los avances tecnológicos, metódicos e investigativos que se han producido. No obstante, si comparamos un aula de clases de hace cien o hasta más años, con una de hoy, notaremos rápidamente la falta de desarrollo al ver los pocos cambios que se han producido. Para nadie es un secreto que la introducción de dispositivos tecnológicos impactaron positivamente la educación, al hacer posible la creación de múltiples aplicaciones que ampliaron la capacidad de obtener conocimiento y de transmitirlo. Sin embargo, aunque la manera de tomar apuntes o la forma para entregar los trabajos haya cambiado, la esencia de la educación, es decir el concepto y la aplicación de esta, no ha evolucionado, a pesar de la gran necesidad de un cambio. Vivimos en una sociedad en la que la mayoría de los conceptos que aprendemos, son inútiles para la vida contemporánea, mientras que hay diferentes habilidades y conceptos necesarios para la vida de cualquier persona que son excluidos del curriculum académico. Además, es de suma importancia reevaluar el método en el que el conocimiento está siendo transmitido, ya que la actual técnica, desmotiva a muchos estudiantes. El sistema educativo afirma que evalúa el nivel académico de cada estudiante por medio de las calificaciones, las cuales pueden ser valores que, en vez de revelar lo aprendido por el educando, representan simples indicadores de la capacidad de memorización de alguien, habilidad que no todos tienen desarrollada en niveles satisfactorios. Si bien sabemos que el sistema educativo suprime la imaginación y originalidad de los estudiantes, podemos también reconocer la importancia que cada institución debería tener
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al ser la guía de los estudiantes para la construcción de su futuro. Qué pasaría si desde pequeño se le reconociera e inculcara a cada persona sus más grandes habilidades y destrezas. ¿Tendría aquel cambio algún impacto en la orientación de los estudiantes y en el número de deserción en las carreras profesionales? Tal como Mark Zuckerberg propuso, es de gran importancia desarrollar un sistema académico personalizado acorde a las necesidades, el rendimiento y las destrezas de cada estudiante para, de esta manera garantizar que aquel individuo que no tiene las mejores habilidades con los números y con la memoria, pueda graduarse con el mismo nivel intelectual que la persona que tiene aquellas habilidades fuertemente desarrolladas. Sin embargo, lo primordial para que cualquier sistema funcione, es inculcar en los estudiantes la pasión, sentimiento fundamental para la motivación y desarrollo de cualquier ser humano. ¿Qué pasaría si en vez de ver el colegio como una obligación, lo viéramos como un espacio donde pudiéramos desarrollar nuestras mejores