“INURBES” es un ibro de inves igación desarrol ado ba o la guía de Arq. Car os Bardales, por un grupo de es ud antes de quinto c c o de a carrera Arqu tec ura y Urban smo UNT que aborda el concep o de os pa sajes nforma es desde una perspectiva human s a, en ocándose en as potenc a idades que posee cada elemento E objetivo es d fund r la inves igación por medio de herram entas digitales y técn cas de mapeo hacia la comun dad genera y apl carlo en benef cio de la pob ación.
En un contexto donde a informa idad urbana es marg nada, será de importanc a camb ar a perspect va soc a respecto a va or arqui ectónico que puede tener en os paisa es. De esta orma, as per fer as pueden ser percibidas como lugares en donde pobladores y arqui ectos traba en en con unto para crear pa sajes habitab es que generen nuevas caras de a c udad cada una con una identidad d st n iva. Los autores.
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PAISAJES (IN)FORMALES PAISAJES (IN)FORMALES
Territorios espontáneos
Territorios espontáneos
Territorios espontáneos
TERRITORIOS ESPONTÁNEOS
“EL
ARTE DE CONVIVIR SIN DISEÑO”
Autores: Acero Rodriguez, Erika | Chuquipoma Garc a Manue | López Pesantes, Ariana | Montalvo Yar eque Marc a Peña Ortiz, Erickson | Rojas Acosta, Ana .
Durante décadas, c ertos territorios urbanos han s do cons derados el rostro no deseado de la ciudad. Si uados en os márgenes de crec m ento, han s do asoc ados a a precar edad, a carenc a, el abandono y e desorden. S n embargo, es a m rada tradiciona olv da que en el os tamb én se manif esta una r queza, social y cul ura undamen al Más que escenar os de pobreza, son construcciones colect vas surg das de a necesidad Aparecen cuando qu enes no pueden acceder a equipam entos urbanos optan por autoconstru rlos adap ándose al en orno que los rodea. Le os de ser zonas desordenadas, responden a una ógica de apropiac ón y transformac ón activa de espacio cotidiano
La d sposic ón de las v viendas y los espac os comunes responde a las caracter sticas de lugar y a as re aciones soc a es de os habitantes reve ando una adaptac ón a entorno fís co y simbó ico. John Turner (1976) seña aba que “cuando os habitantes con rolan las dec siones y están l bres para constru r sus prop os entornos, a comunidad unc ona”.
Estos espac os surgen sin la ntervenc ón d rec a de arquitectos o urbanistas, pero ref ejan una organ zac ón unc onal no p an f cada de acuerdo con as normas urbaníst cas rad c ona es. Tienen un va or intrínseco, ut l zando recursos d sponibles de manera efic en e, a ustando sus es ructuras y, como resu tado, armonizando e pa sa e.
Aunque la fa ta de serv c os bás cos y la insegur dad son desaf os mportantes, la capac dad de adaptac ón y a res iencia de os espac os, a gua que a de a gente que os habita, son innegables. La in ormal dad en este contex o represen a una orma a ternat va de habitar y expand rse; es una respues a que demues ra la co ect v dad y la autonomía de as comun dades Un fuerte va or de o comun ario sos iene su ex stenc a. Son espac os constru dos a part r de procesos colectivos que responden a neces dades rea es. Como decía Turner "el va or de una v v enda está más en su uso que en su apar enc a"; y en es os lugares, su s gnif cado está en a apropiac ón cotidiana y en a adaptac ón cont nua.
Contrar o a la dea de desorden, estas zonas revelan formas de organ zación terr tor a que muchas veces resul an más ntel gentes que algunas soluc ones p anif cadas No todos os casos alcanzan este nivel, pero muchos ogran equ l brar forma, función y sen ido soc a , demostrando que a c udad tamb én se cons ruye desde abajo. Estos espac os son e resultado de a capac dad de as personas para ntegrarse en un entorno urbano que muchas veces les es host l. S n seguir los cánones c ásicos de la c udad ormal, responden a una ógica coherente Son espac os pensados desde a experiencia, a escala de barrio donde o mportante es a cercan a, a conv vencia y, sobre todo la pos b l dad de encontrarse
Ocupar errenos no plani icados mpl ca reconf gurar las estructuras soc a es y f s cas.
Como ambién p antea Turner “la c udad no es so o nfraes ructura, es acc ón co ect va”. Y en ese sentido, estos espac os son prueba de que a c udad puede nacer desde aba o, con o que hay, con lo que puede Aunque fa ten servic os, en estos pa sajes se crean formas de vida urbana: redes de apoyo, rutas alternat vas, transporte informal mercados improv sados y espacios de encuentro. Lo que se construye a l no es so o techo o cal e: es comunidad Es a gen e haciendo ciudad con sus prop os med os y eso tamb én merece ser lamado pa saje.
En estos terr tor os, la gen e no espera soluc ones ex ernas: resuelve con lo que t ene. La autoconstrucción perm te una s ngu ar personal zación de entorno Cada estructura, aunque no sea obra de arqui ectos, responde a neces dades concretas, a ustándose a os recursos d spon b es y al contexto nmed ato. Así surgen soluc ones hab tac onales poco convenc onales pero pro undamente func onales y de carácter f exible. Esa organizac ón re le a un orden prop o basado en la v da d ar a y a comunidad donde a ciudad de a de ser una mposic ón para convert rse en una construcción v va, hecha en co ect vo.
Le os de ser so uc ones tempora es, estos asen am entos expresan formas de hab ar arraigadas en la real dad de quienes os construyen. En e los e saber empír co, transmit do entre generac ones o compar ido entre vec nos cumple un ro central en la forma en que se levantan muros, se trazan ca les o se organizan los serv cios. La ausenc a de plan ficac ón forma no mpl ca falta de estrategia; por e contrar o, revela un urbanismo que pr or za a cercan a, a func onal dad y a respuesta a as neces dades de día a día. Además, estos terri orios ev dencian una comprensión sens b e del entorno. No mpone una forma única el espac o se mo dea in egrando lo natura con lo constru do.
La aparición de pa sa es nforma es pone en evidenc a un vac o estruc ura en a forma en que as c udades han s do plani icadas y gobernadas. Este enómeno no responde a una necesidad urgente de acceso al sue o urbano en contextos donde e mercado forma resul a nacces b e As , lo que para unos es una anoma ía, para otros representa a ún ca v a posible para hab tar a c udad Se tra a de una urbanizac ón para e a que no responde a los iempos n a planeam en o écn co, pero que cump e una función: a o ar a gran parte de la poblac ón exc u da de los modelos of c a es de desarrol o. Es e proceso da origen a te dos urbanos que, carentes de equ pam entos, representan una al erna iva real de v da y de inserc ón territorial para mi es de fam l as.
S n embargo, esa nserc ón se produce en cond ciones profundamente des gua es. La fa ta de plan ficac ón rigurosa no solo genera fragmentación espacia , sino que obs acu iza a pos bi dad de garant zar derechos bás cos. E acceso a agua potab e al saneam ento, a a electricidad o a ranspor e públ co se ve comprometido, lo que amp fica as brechas urbanas preex stentes Las viv endas, constru das sin asistencia técn ca n garant as lega es, presentan altos n ve es de vulnerab idad ante eventos natura es.
A es o se suma a comp e idad de nsertar es os sec ores en una red urbana más ampl a ya que sus trazados y densidades muchas veces no d alogan con la nfraestructura ex s en e. En consecuencia, estos erritor os term nan encapsulados, re orzando su condición de per fer a ísica social y pol tica Desde una m rada técn ca, e mayor desafío es cómo interven r s n anular as dinámicas propias de estos espacios Es c aro que existen déf c ts materiales pero también hay procesos soc a es que deben ser respe ados y forta ecidos. La impos c ón de mode os ríg dos y ajenos a contex o puede resul ar más destruct va que construct va. Por el o, se vue ve cruc al pensar en es rategias de mejoram ento progresivo, que partan del reconoc m en o de lo ex stente y lo acompañen en su ransformac ón. Esto mpl ca d señar so uciones adaptadas a la rama ya conso idada, regu ar zar con f ex bi dad, e incorporar infraestruc ura bás ca s n desplazar n romper os v ncu os socia es que sos ienen a estas comunidades La arqui ectura y e urbanismo deben operar aqu con sens bi idad, en endiendo que cada ntervención tiene un impacto no solo ísico, s no profundamente humano Actuar sin comprender esas óg cas puede sign ficar borrar varios años de esfuerzo colec ivo, memor a compar ida, dent dad constru da y organizac ón barr al sos en da.
Además a exclus ón de estos espac os no se im ta al plano ma erial: tamb én es una exc usión s mból ca Su imagen públ ca refuerza preju cios que jus if can su abandono.
La informal dad se asoc a a caos al pe igro o al deter oro s n considerar las causas que a orig nan. Frente a e lo, es fundamenta ransformar a narrativa que rodea a estos erritor os, no desde una m rada románt ca o ngenua, sino desde una comprens ón más usta de sus contr buc ones rea es a la c udad
Estos sectores no son ún camente fuente de prob emas: con ienen soluc ones laten es, prácticas comunitarias ef caces y modos alterna ivos de hab tar que pueden enr quecer el pensamiento urbano contemporáneo. Para
el o, es c ave rev sar cómo se cons ruyen os mag nar os urbanos y qu én define o que merece ser conservado o transformado. La v s b l zación de conocimiento oca y de as exper enc as terri oriales acumuladas puede abrir nuevas formas de pensar el espac o urbano, más nc usivas y representat vas. Cambiar a forma en que se habla de estos ugares transforma a forma en que se os nterv ene. Esto requ ere in egrar a sus hab tantes en a producción del discurso urbano, no solo como receptores de po ít cas, s no como actores con saberes propios.
F nalmen e, e ro de a arquitec ura y de urbanismo no puede ser e de correg r o nformal para hacer o enca ar en un mode o dea izado de c udad. Más b en, debe ser el de ampl ar os márgenes de o posible, reconoc endo que la ciudad es en gran medida, el resu tado de mú tiples formas de construir, habi ar y organizar a v da. La ntervención técn ca debe ir de a mano con a part c pac ón activa de los hab tantes, desde e diagnós ico hasta a imp ementac ón de so uc ones Solo así se podrá constru r una c udad más equi at va, donde e derecho a háb tat no dependa de la formal dad de suelo, s no de la d gn dad de as condiciones de v da.
No se trata de forma izar a n ormal dad para vo verla inv sib e o funciona , sino de ntegrar a como parte legí ima del proyecto urbano, con odas sus comple dades y potenc as.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁF CAS
F or , J., Ri ey, E., & Ramírez, R. (2001) “Physica Upgrad ng and Soc a Integra ion in Rio de Janeiro: the Case of Fave a Ba rro” Harvey, D (2008) El derecho a la ciudad Ponce, P. (2022) La informal dad: otra orma de hab tar la c udad Edi orial Urbanismos Turner, J F. C. (1976). Housing by people Towards au onomy n bui d ng env ronments Mar on Boyars Publ shers.
San Vicente de Huaticocha, ubicada en el cantón Loreto de a provinc a de Ore ana, Ecuador cuenta con una superf c e de aprox madamente 196,48 km² y una poblac ón de 1 209 habitantes según censo 2022
En 1998, el Estado ecuatoriano reconoció en su Const tución a ex stencia de una soc edad p ur nac onal y mul icu tura , lo que abr ó cam no al reg stro de los derechos de os pueb os nd genas.
En 2008, con una nueva Constitución, e Ecuador adoptó el concepto de Buen Vivir como eje de desarro lo naciona .
Es e hecho h zo un cambio a ncorporar una vis ón ndígena de b enes ar, basada en la armon a con la natura eza
En la década de 2010, ante a pérd da de identidad por la educación ajena y la pres ón, surgieron in ciativas de educación ntercu tural para recuperar e kichwa, orta ecer a comunidad y garant zar e acceso educativo rura
La comun dad de Huat cocha conservaba una fuer e rad c ón de oral dad, r tuales y conv venc a colec iva, transmi ida entre generaciones Las h storias, m tos y saberes no se reg straban por escr to s no que se compart an en espac os comunes
Las m ngas (trabajo colec ivo) eran práct cas undamen ales de organizac ón soc a en la comunidad ut l zadas para e cul ivo y la construcc ón de viv endas o la so uc ón de neces dades comunes, como abr r caminos, evantar centros o reparar infraestructuras
Es as tradiciones cu turales ueron ntegradas en e proceso de d seño y construcc ón de la Bibl oteca Yuyarina Pacha, concebida no so o como un edi icio funciona , sino como un ref e o del modo de vida y os va ores de la comun dad
San Vicente de Huaticocha
VALORES PAISAJÍSTICOS
E en orno donde se s túa a B b ioteca
Yuyarina Pacha destaca por su a to valor amb ental y cu tural, a estar local zada en el l m te de bosque amazónico de Huat cocha, una zona caracter zada por mantener las condiciones de una selva primaria. El paisa e presenta una vegetac ón densa y húmeda, conformada por árbo es de gran al ura, l anas, palmas, helechos y un sotobosque espeso que en conjunto configuran un amb ente visualmente cerrado y con riqueza eco óg ca. Este terreno se encuentra en una zona de transición entre áreas agr colas
comun tar as y la se va húmeda tropical b en conservada, dentro del área de inf uenc a d recta de la Reserva de Biósfera Sumaco, reconoc da g obalmente por su biod vers dad.
E c ima cá ido-húmedo de a región, con l uvias constantes y temperaturas que osc an en re os 20 y 30 °C, cond c ona d rectamente la vida co idiana de la comun dad, as como las dec s ones arquitectón cas del proyecto en todas sus etapas. Estas condiciones c má icas, junto con a al a humedad, promueven una vegetación que impone cr ter os de d seño especí icos en cuanto a vent lación, mater a es y drena e sosten b e.
Los fac ores ab ót cos de en orno, como a topografía moderada los sue os arci losos y la ex s enc a de pequeñas quebradas y vertientes estac onales refuerzan esta estrecha re ación en re a arqu tectura y el med o natural. Aunque no hay ríos en las inmed aciones, os cursos de agua menores mant enen a humedad constante del ecos stema, lo que requ ere una gest ón cuidadosa y efic ente del escurr miento super icial y de impac o en e terreno
En este contexto, os e ementos biót cos tamb én desempeñan un papel c ave La d vers dad vegeta es amp a e inc uye espec es prop as del bosque amazónico como a guadua, a ba sa y a chonta, además de una densa cobertura de helechos, brome ias y ianas que comple an e paisa e natural de entorno. La fauna, igua mente diversa es á representada por aves como tucanes guacamayos y co ibríes, mam feros como os monos au adores y armad l os, así como la variedad de rept les, anfibios e nsectos Todos es os organ smos no so o enr quecen el entorno natural s no que mant enen el equi ibr o de lugar, reforzando la necesidad de una arqui ectura que dialogue con el amb ente y contr buya a la conservac ón de este ecos stema ún co.
VALORES PAISAJÍSTICOS
La f ora de Hua icocha se caracteriza densa se va tropica de a ta d vers da que conv ven especies vegetales pro ecosistema amazón co. Entre los árbo representa ivos se encuen ran e c ba sa, el cane o y la guayusa. Esta ve primar a se complementa con una c secundaria compuesta por h orquídeas, bromel as y ianas, que gen sotobosque espeso. Es e con unto proporciona sombra, humedad, oxige refugio para espec es an males que de d rectamen e de a sa ud de entorno fo
La fauna oca responde a esta r queza con una b odiversidad no ab e En mam feros destacan el mono au lador hormiguero y el perezoso A nive de a es común observar tucanes, guacamayos y col bríes Rept les serp entes y lagart jas así como anf b las ranas arbor colas ambién son p ecosistema, a gual que una ab presenc a de nsectos como mariposas y escarabajos Es a nteracc ón constante entre flora y fauna man iene a estab l dad eco óg ca y ambién sostiene as práct cas culturales y cot dianas de as comunidades oca es.
Los elementos ab ót cos presen es en Hua icocha complementan esta d nám ca natural y resu tan fundamenta es para a conservación del entorno. El área es á atravesada por cuerpos de agua como r os, quebradas y vertientes que forman par e ac iva de a cuenca amazónica Estas uentes hídricas abastecen a la fauna y flora s lvestres y son esenc a es para as ac ividades cot d anas de as comun dades, como a agricu tura, la pesca y e abastec miento domést co. Además, al mentan lagunas que func onan como reservor os de biod vers dad y ayudan a mantener los c clos hidro óg cos.
La opograf a está compuesta por un re ieve var ado que ncluye co inas, laderas y cerros rregulares como par e de las estribaciones and no-amazón cas. Esta transic ón entre a región and na y a se va ba a genera d stintos microc imas y zonas de vida ún cas, perm t endo a coexistencia de especies con requer mientos amb enta es d versos. Es a comp e idad convierte al entorno en un espacio c ave para la conservación activa de a b odiversidad, además de representar un desaf o moderno para cualqu er ntervención humana que busque ntegrarse de forma respetuosa y sostenible con el pa saje.
CEDRO
BALSA
CANELO
La B b ioteca Comunitaria Yuyarina Pacha se ub ca en a Comuna 24 de Mayo en Huaticocha, dentro de a zona de amort guam en o de a Reserva de Biós era Sumaco, en Loreto prov ncia de Orel ana, al sureste de Qu to, Ecuador E con exto en el que se inserta está marcado por un entorno amazón co ecuatorial, s endo este un bosque denso y húmedo, alejado de os núc eos urbanos pr nc pa es. Se trata de una comun dad rural que pese a ciertas carenc as ha logrado consol dar un proyecto que fortalece e acceso a la educación y a cu tura.
La b b ioteca cuen a con tres n veles en a p an a ba a se ubica un sa ón de usos múlt p es (SUM); e segundo nivel a berga una colecc ón de revistas y el ercero se conecta v sua y espacialmen e med ante un vac o central que art cu a e ed f c o. Este proyecto benef cia a 2,000 habitantes de Huaticocha y a más de 100 fam l as ded cadas a a agr cul ura, consol dándose como una infraestructura educat va que respeta as condiciones del ecosistema y promueve el desarrol o desde lo colect vo. Su presencia ha react vado d nám cas soc a es en a zona y fortalec do la iden idad de a comunidad
ECUADOR ORELLANA HUATICOCHA
CONDICIONES URBANAS
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS
La comun dad de Huat cocha carece de un te ido urbano convenc ona ; se con igura como un asentamiento rura disperso, donde as v viendas y espac os comunales se d s r buyen a o largo de senderos y trochas nforma es, s n una rama plan ficada. En es e contexto, a
B b ioteca Yuyar na Pacha se si úa en una zona de trans ción en re las áreas constru das y a selva. Su ub cación fue acordada con os habi antes, pr or zando a acces b l dad peatona desde as v viendas y zonas agr colas, así como a cercanía a espac os ap os para a vida comunitaria
Según e censo de 2010 Hua icocha cuenta con una pob ación aproximada de 1,058 habi antes, de os cuales e 42% pertenece a la etn a Kichwa. Esta comunidad ref e a una convivencia en re tradiciones ndígenas y desafíos gados a desarrol o rural. La infraestructura es im tada, con acceso irregu ar a servic os bás cos como agua po ab e, saneam en o y electr cidad, o que inc de en a ca dad de v da La conect v dad v a ambién es restr ng da: as carreteras son escasas e n ransi ab es en época de luv as, d ficu tando el transporte, la comerc al zación de productos y e acceso a educac ón o sa ud
Las v v endas, en su mayor a autoconstru das, están hechas con materiales locales como madera, palma y caña y responden a las condic ones cl mát cas del entorno. Aunque estas es ruc uras mant enen técnicas tradicionales que permiten una adaptac ón térmica y unc onal, la ausencia de p anif cación urbana ha prop ciado un crecimiento desordenado, con sectores s n servicios adecuados y expues os a amenazas amb en a es como desbordes o erosión.
Pese a es as imi aciones, la comun dad ha demostrado una sól da capacidad de organ zación y co aboración. La B b ioteca Yuyarina Pacha, desarro lada junto a es ud o Al Borde es una muestra concreta de e lo: un espac o concebido desde las neces dades de la poblac ón. Su cons rucc ón fue pos b e grac as a traba o con unto entre habitantes y arqui ectos, comb nando saberes écn cos y conoc mientos oca es Además, se convirt ó en un proceso pedagóg co en sí mismo, donde la comunidad aprendió haciendo y fortalec ó su pertenenc a. Proyectos como este ref e an cómo a par icipación ac iva y e d á ogo con el terr tor o pueden generar nfraestructuras signi icat vas, capaces de for a ecer el te do social, preservar la iden idad y avanzar hac a formas de hab tar
Antes de la creac ón de a Bibl oteca Yuyarina
Pacha, la comunidad presentaba una dinámica urbana muy m tada en cuanto a espac os de encuentro, infraestruc ura educativa y activ dades culturales organ zar.
La v da cot diana se desarrol aba de manera fragmentada, centrada en los hogares trad ciona es y en torno a las act v dades agr colas con escasa interacción estructurada y sostenida entre vecinos más al á de os v ncu os fami ares d rectos.
Los n ños contaban ún camente con el s stema escolar convenciona , y no d sponían de espacios pensados espec ficamente para el os fuera del au a La ectura no era una práct ca ex endida por a ausencia de l bros acces b es en su en orno nmed ato. Los juegos, cuando exist an, eran improvisados y s n un ugar seguro o definido. Tampoco exist an programas de formación art st ca, ni ta leres ni espac os para e desarro lo de habi idades Las expres ones cul ura es se mantenían gracias a la memoria de os adultos mayores, pero su transm s ón ocurr a de manera pr vada s n un s s ema o med o que garant zara su preservación y d fusión para las nuevas generaciones.
El nuevo espac o, conceb do como una infraestruc ura abierta, lex b e y sens b e al entorno amazón co, permi ió centra izar act v dades que an es estaban d spersas o no se rea izaban La b b oteca no se imitó a cumpl r una función educat va, sino que se conso dó como un verdadero cen ro de vida comun tar a, activo y mu t func ona
En sus d stintos nive es se desarro lan act v dades or en adas pr nc pa mente a os n ños, pero tamb én se hab l taron espac os para a partic pac ón de ado escen es y adu tos. E acceso a ecno ogía forta eció no so o os procesos de al abetizac ón sino tamb én la preservación y di usión del conoc miento ances ral med an e formatos accesibles e innovadores, permi iendo una conex ón entre saberes oca es y herram en as con emporáneas.
En térm nos urbanos o que antes era un asentamiento disperso comenzó a estructurarse a rededor de un espac o común que reúne ac ividades educa ivas, cu tura es y comun tar as. La b b io eca reorgan zó rutinas diar as, promovió mayor circu ación peatona y se vo v ó un punto de reunión para niños, padres y vec nos.
NECESIDADES Y ACT VIDADES
E nuevo espacio concebido como una in raestructura abierta, flexib e y sens ble al entorno amazónico, perm tió centra izar activ dades que antes estaban d spersas o s mplemente no exist an La b bl o eca no se l m tó a cumpl r una función educat va trad ciona , sino que se con iguró como un verdadero centro ac ivo de v da comuni aria.
En sus d ferentes n ve es, se desarro lan activ dades pensadas espec a mente para os niños, pero también con espacios adecuados para a partic pac ón de ado escentes y adultos E acceso a tecno og a digital perm t ó forta ecer os procesos de alfabe ización, y tamb én preservar y difund r e conoc m ento ancestra de manera nnovadora y accesible
En otros térm nos, lo que era un asentam ento disperso comenzó a es ructurarse a rededor de un espacio que concen ra act v dades educativas, culturales y comunitarias. La bibl oteca reorgan zó rut nas generó mayor c rculac ón peatona cons an e y se volv ó un punto c ave de reun ón constante para niños, padres y vecinos. El uso de espacio públ co se ntensif có y as dinámicas co ect vas se volvieron más recuentes y vis bles
AS ARQUITECTÓNICAS
El colec vo de arquitec os Al Borde concibió a b b io eca Yuyarina Pacha como mucho más que un espacio educa ivo. Desde e nic o, el objetivo ue crear un ugar enra zado en la dentidad cultura de la comun dad kichwa de Huaticocha, capaz de reconectar a sus hab tantes con su histor a, sus tradic ones y su en orno natura . La propuesta buscó ntegrar el aprend za e ormal con la vida comun taria, ofrec endo un espacio abier o a ntercamb o de saberes, a for alecimiento de la memor a co ectiva y a encuentro entre generaciones.
El concepto parte de a t polog a de as construcc ones prop as del ugar, con e fin de preservar a dent dad social y cu tura de la zona. La re ac ón con el contex o fue entend da no solo desde lo f s co, s no tamb én desde o simból co y o soc a . Por e lo, el diseño se basó en princ p os de ntegración y respeto cu tural. En ugar de mponer una arquitec ura ajena, se op ó por retomar formas y técnicas construct vas oca es, rein erpre ándo os desde una m rada con emporánea. Así la arqu tectura se conv rtió en puente entre pasado y presente en un gesto de respeto y permanenc a
E proyecto se inspira en las ma ocas amazón cas y casas comunales andinas, incorporando elementos como echos inc inados y e evados, grandes a eros y estructuras iv anas que se adap an al c ima húmedo y l uvioso de a reg ón. Esta conf gurac ón no solo responde a cond ciones ambientales, s no que tamb én recupera a lógica de los espacios co ect vos abiertos, donde los l mites entre nterior y exter or son di usos. Se promueve as una exper enc a arqu tectón ca que refleja la cosmovisión k chwa, donde a na ura eza no se excluye, s no que partic pa en a v da cotidiana
La dispos ción de los espacios responde tan o a criter os funciona es como s mbó icos. La or en ación solar y la conex ón con el pa saje gu an e d seño, que perm te activ dades d versas como a ectura, a conversación y a reun ón comunitaria No hay un “adentro” y un “afuera” def n dos, sino una cont nu dad espac a que refuerza la dea de que e conoc m ento tamb én se construye en re ac ón con el entorno natural. Esta in egrac ón busca que cada espac o se habite, eduque y conecte emoc onalmente con todos aquel os que o usan.
CONCEPTUALIZACIÓN
Una de as pr ncipales estrateg as fue a construcción part cipat va, donde a comun dad k chwa de Huat cocha no solo fue consu tada, s no que se nvo ucró act vamente en odas as etapas de proyec o. La mano de obra estuvo compuesta mayoritar amente por hab tantes locales s n exper enc a prev a en construcción, o que permi ió un proceso de aprendiza e colect vo y fortalec ó el sent do de apropiac ón.
Otra estra eg a fue el uso de materia es locales y recic ados Se seleccionaron maderas disponibles en la reg ón muchas de e las de rápido crec m en o, lo que no so o redujo os costos, s no que tamb én m n m zó e mpacto amb enta asociado a transporte de materiales Esta e ecc ón promov ó una mayor conex ón con e entorno natura . Además, se combinaron técnicas construct vas trad c onales de la Amazon a con so uciones arqu tectónicas contemporáneas, creando un diseño h brido que no solo es funciona y sostenib e sino que también respeta y ce ebra os saberes ancestrales de la comunidad. As , a construcción se volv ó un espacio de enseñanza compart da y conex ón cultura .
E proyecto emp eó varias técnicas construct vas adaptadas a su contexto. La e evación sobre pi otes ue fundamental para proteger el ed f c o de a humedad de sue o y las pos bles inundaciones, caracter s icas comunes en la reg ón amazónica Es a técn ca ambién favorece la circu ac ón de a re ba o la estructura me orando a vent lación natura y ev tando la acumu ación de humedad. Al mismo t empo permit ó un d á ogo respetuoso con e terreno, sin al erar sus condiciones naturales
La cub erta nc inada con gran vo ado fue d señada para evacuar as ntensas l uv as, o que es crucial en a zona. Este techo tamb én proporciona sombra a as fachadas, ayudando a mantener la empera ura inter or más fresca y proteg endo e ed f c o del ca or d recto de so . Se usaron cerram entos l vianos y permeables como stones de madera, para perm tir el paso de luz y a re, e iminando la neces dad de c imat zación art fic a Estas écn cas no so o se adaptan a c ima y geograf a s no que también hacen la construcc ón más acces ble, sostenib e y part cipat va, ntegrando a a comunidad oca en e proceso E resultado es una arquitec ura en pro unda armonía con e amb ente y con qu enes lo hab an
E diseño de ed fic o está marcado por un profundo respeto por el terr torio y por os r tmos de la v da comun tar a. Cuenta con una p anta l bre en e pr mer n vel, siendo e más versát de odos por o que el acceso es otalmen e p ano, s n peldaños ni barreras arqu tectón cas. Esta d sposic ón faci i a no solo a accesibi idad s no también e uso compartido de espac o, adaptándose a activ dades d versas según as necesidades
Se ubicaron as unc ones más nclus vas en la planta ba a, de modo que n nguna persona quede excluida de as activ dades princ pales. T ene una c rculación ntui iva, e recorr do vert cal se d señó con una sensibi idad que promueve a segur dad y la fluidez: barandas irmes, pe daños amp os, descansos ntermedios y una conex ón v sua constante entre os n veles. No hay corredores oscuros ni puer as cerradas Todo está pensado para fac l tar e encuentro, la m rada, a escucha. Aunque os p sos super ores no cuentan con rampas a p anta ba a es completamen e accesible y se reserva para las act v dades más nclus vas, asegurando que personas con mov l dad reduc da tamb én puedan par icipar
USUARIO
La Bibl oteca Yuyar na Pacha está pensada como un espacio intergenerac ona , sus usuar os más frecuentes son n ños, qu enes encuentran al í un en orno seguro, údico y educativo Pero tamb en as sten óvenes que usan os equ pos digitales de segundo piso para tareas esco ares o explorac ón de cuentos en audio Madres padres y cuidadores que acompañan a sus h os y part c pan en activ dades comuni arias Adul os mayores qu enes muchas veces ungen como sabios oca es y transm sores de conocimientos ancestra es y M embros de a Asoc ación Agríco a W toca, qu enes usan a p an a ba a para reun ones formac ón y organizac ón comuni aria.
ÓN
No ha s do publ cado of c a mente S n embargo, cons derando su superf c e to a de 186 m² d stribu dos en tres niveles, se es ima que podr a albergar entre 60 y 90 personas, dependiendo de t po de activ dad y a d s r buc ón del espacio.
ORGAN ZACIÓN Y MOBIL ARIO
La bibl oteca se organ za en res nive es, cada uno con funciones d stintas, pero interre acionadas. En el primer nive , el espac o es amp io abierto, s n muros ni l m tes. Al í ocurren tal eres de arte, uegos con agua, traba os manuales, act v dades agr colas, encuentros comunitar os. Es un espac o de exper mentac ón y de cuerpo se toca se mezcla, se cocina, se juega. Tamb én es e lugar de paso: se puede entrar s n barreras, s n puertas como si el ed fic o m smo quisiera ex ender una inv tac ón a cua qu era que pase por a l .
E segundo n vel t ene una circu ación intu tiva, y está ded cado a a ectura Es el corazón más ínt mo de proyecto os estantes con ibros se colocan a baja altura, accesibles para niños y n ñas.
3ER PISO - LENGUAJES
DIGITALES
2DO P SO - COLECC ONES BIBLIOGRÁF CAS
1ER P SO - TALLERES
D agrama del mobi iario p an a por p anta.
Fuente: Autor a Prop a
Hay si as, bancos y coj nes sueltos para leer en cua qu er posición; y al centro, un espacio abierto permite que se real cen c rcu os de lec ura, asamb eas o s mplemente conversac ones espontáneas. A veces hasta uegos o ac ividades diversas. E ú timo nive está dedicado a a ecno ogía y a la memoria ora : una serie de tablets y d sposi ivos permi en a os usuar os, en su mayoría niños y jóvenes, escuchar cuen os contados por os abue os de a comunidad.
Aqu ambién hay una pequeña colección de revistas, y una mesa balcón que nvi a a la contemplac ón, al estud o s lencioso, a la pausa. Desde este nive se mira e vacío central, y ese gesto arqu tectón co genera una sensac ón de conexión vert cal Todo está a a v sta, sin barreras.
E mobi iario por su par e, es versát l y responde a una pedagogía de uego y la autonom a Las si las, mesas, estantes y coj nes no están fi ados n l mitados a un solo uso. Son herram entas de aprop ac ón os n ños os mueven los comb nan, os recon iguran según lo que neces ten hacer Esta lex b l dad fomenta una relación activa lúd ca y creat va con e espac o.
Isome
Isome
Tercer piso
BANCAS
La poblac ón oca mantuvo una part cipación activa en e proceso de conceptual zación, d seño y cons rucc ón del proyec o arquitec ón co, en e cua se uti izaron materiales prop os de a zona. Emp ea un s stema estruc ura princ palmente en madera, basándose en e aprovechamiento de materiales orgán cos de contexto re orzando los c m entos con mater a es nob es. Es a e ecc ón estructura perm tió una e ecución más acces ble y sostenible, compat b e con e conoc m ento cons ructivo local.
Los apoyos de las columnas y a osa de a primera p anta están hechos de concreto, as columnas pr ncipa es se conforman de troncos de chon a de hasta 9 metros de largo y se uti zan tablones de madera para as v gas de cada entrep so Es a comb nac ón de e ementos busca equ l brio en re durab l dad, estabi idad y respeto por los recursos d spon b es. El proyecto no cuenta con muros; en camb o, posee barandas en e per metro de cada entrepiso de ando espacio l bre para la circu ac ón del viento e ngreso de la uz
solar Es a aper ura refuerza la conexión con e entorno y promueve un ambiente nter or más saludable y natura
entab ado de 5cm
Columnas pr nc pales
Loza de concreto
Cub erta
V dr o temp ado
Escaleras
Fabr cado en e proyecto
En el caso de segundo n vel, a baranda se compone de dos vigas conectadas por tablones que cubren el espac o n ermed o por completo, m en ras que e tercer nive posee barandas que forman parte de mob l ar o.
Las v guetas y correas de la cubierta se con orman de pa os de madera y en a par e superior se nserta un recubr m en o de v dr o temp ado.
Se ut iza una carp ntería s m lar en todo e proyec o. En los entrep sos se nstaló una red de v gas que sost enen os tablones de madera con un acabado barn zado tanto en a segunda como en a ercera planta
V gas de entrepiso
10 cm de espesor
Tablones de madera
5 cm de espesor
Cada elemento de madera se ensamb ó clavos de al menos 31 mm de espesor, depend endo de la dens dad de a madera, para garan izar uniones uertes y seguras.
En a cub erta se emp ea la hojas de pa ma para cubr r los espacios entre correas, des asadas entre s y un das con barro como pegamento.
La B b io eca Yuyarina Pacha se concibe como un espac o de memor a v va, donde a arquitec ura busca generar exper enc as emociona es y co ectivas a través de una d sposic ón basada en pr nc p os ancestra es de encuentro: circu aridad apertura y comun ón con la natura eza. E espac o central, de gran esca a vertical con techos de hasta seis metros, evoca a so emn dad de os an iguos espac os ceremoniales, perm t endo la en rada de uz cen ta y creando una atmósfera amp ia y trascendental
Los amb en es destinados a tal eres y lec ura contrastan con una escala más ínt ma y hor zontal prop c a para a concentrac ón y el d á ogo. La mater a idad natura —barro, madera y caña contribuye a una sensación cál da y acogedora, m entras que os pat os ab ertos ubicados estratég camen e, favorecen la soc a ización en una esca a trans c ona . La integración nterior-exterior se po enc a con ga erías ab ertas, aleros y terrazas de t erra compactada, que unc onan como espacios ntermedios protegidos pero v sua y fís camente conectados con el en orno As , e edif cio promueve un hab tar pausado y en s nton a con e entorno.
ESPACIOS Y SIGNIFICADO
ESTRATEG AS DE ACONDICIONAM ENTO
En cuan o a acond cionam ento, todos os espac os reciben ven i ación de natural cruzada aprovechando a orientac ón y os v entos dominantes. Las aber uras en lados opuestos, comb nadas con materia es transpirables como el barro y a caña, permi en una renovación constante de a re s n neces dad de sistemas mecánicos.
Las ventanas a tas y las claraboyas en el SUM, unto con muros permeab es, generan corr entes vert cales de convección que generan el desp azam ento de a re cal ente hac a a parte superior, desfogando a través de la ventana al a. Este f u o constante permi e man ener los ambientes rescos
Dadas las condic ones cl mát cas del entorno, e d seño de los espac os resu ta efic en e al captar as corr entes de v en o en cua qu er d recc ón y d stribu r as en todos os amb entes interiores de la bibl oteca, regular zando la temperatura en su in erior de forma pasiva y sosten b e. Además, a cub erta y las ga erías abiertas protegen de a rad ación solar directa, m entras perm ten a c rculación del a re sombreado, me orando así la vent ación y e confort térm co.
La uz natura gu a e d seño de espac o.
Durante e día, a luz penetra a través de as aberturas en el cerramiento alumbrando de forma ind recta todo e espac o inter or, y el techo tras úcido genera una i uminación cen ta que resal a a dob e a tura, creando juegos de luz y sombra que marcan el iempo.
La comb nac ón del co or terroso de os muros, la textura rústica de barro y os ref e os suaves sobre a madera clara generan amb entes sensor a mente equi ibrados. De noche, a luz arti icial cá ida, es ratégicamente colocada, preserva esta atmósfera e ín ima s n al erar a percepc ón de a arqu tectura.
Además, a orientac ón de ed fic o y a d sposic ón de sus aberturas responden a os c clos so ares, permi iendo una i uminación na ura constante Las sombras proyectadas varían con as horas, acompañando as act v dades d arias. En os d as nublados, a c ar dad ambiental sigue siendo suf c ente grac as al uso de mater a es traslúc dos en a cub erta Esta gestión cu dadosa de la uz refuerza a funciona idad del espacio. La i uminación se conv erte en un recurso act vo que aporta cal dez, r tmo y carácter a edif cio
La B bl o eca Yuyarina Pacha se ha conso idado como un símbolo dent tario y cul ura para su comunidad no so o por su func ón como espac o de encuentro y aprend za e, sino por su forma y presencia en e pa sa e. Su vo umetr a parte de una geometría c rcular o sem circu ar, nsp rada en formas ancestra es de reun ón como as casas comunales o cen ros ceremonia es ind genas, lo que e otorga un carácter cón co y reconoc b e. Su a tura es moderada, o suf c ente para des acar entre construcciones
rura es s n imponerse de forma agres va sobre e entorno. La densidad vo umétrica es
ba a o que perm te que el ed fic o d a ogue con os espacios ab ertos y natura es que o rodean Es a conf gurac ón re uerza su rol como pun o de referencia terr tor a y emociona dentro de asentam en o.
Las fachadas son de mater a l gero y expres vo: muros de barro quincha o caña guadúa, nterrumpidos por aper uras que equi ibran transparencia y opac dad. El proyecto no está cercado de manera rígida, s no que se abre a terr orio, con trans ciones suaves entre lo edif cado y o natural. As , a b b io eca no se aís a: se arra ga.
En zonas de uso común y encuentro se pr v eg an cerramientos más abiertos o permeab es, avoreciendo a ransparencia visual y s mbó ica m entras que en zonas de concentrac ón o lectura, todo es más cerrados e ín imos, generando opac dad protectora. Esta óg ca de cerram en o ref eja f e mente la función in erior de cada espacio y perm te una exper enc a espacial diversa
Se conecta de forma directa con huer os, caminos de ierra áreas verdes y cuerpos de agua que forman parte de pa saje cot d ano de la comunidad. A través de terrazas, galer as y pat os, el ed f c o estab ece una re ación fluida con e entorno natura y paisa íst co, respetando los c clos de lugar
Con e paso de t empo, a Yuyar na Pacha se ha convertido en un h to social: un referente espacial y s mból co que reúne generac ones, conoc m en os y culturas. Es un pun o de referencia tanto f sico como emoc onal para a población, un ugar donde se aprende, se conversa y se guarda memoria. Su d seño ma erial dad y forma d a ogan con e pasado ancestra y e presente comuni ario, hac endo que e edif cio no so o se vea, sino que se s enta como parte v va del erritorio
03 03
LA EXPOSICIÓN LA EXPOSICIÓN
Referente arquitectónico
Referente arquitectónico
Referente arquitectónico
E aborar a maqueta estructural - espac a de la b b ioteca Yuyarina Pacha perm t ó aprender más sobre las estrateg as que ut l zaron os arqu tectos de A borde Exp ora la ma erial dad de a estructura, su vo umetr a y cal dad espac a , la esca a a nive de ed fic o y la f ex bi dad en a func ón arquitectón ca que cumple Para una me or comprensión del proyecto a escala de ed fic o y de pa saje se e aboró dos maquetas de a estruc ura, una en escala 1 50 mostrando los de al es construct vos y una maqueta más pequeña, en escala 1/200 que se nserta en la maqueta de paisaje para observar su relación
Adic onalmen e, se ut l zaron dos pane es exp icando os aspectos pa saj s icos del proyecto, a func onal dad de os espac os, el impacto en a comun dad y as d námicas que se rea izan en cada planta con a f na idad de captar e in erés y lograr a comprens ón os aspectos arqui ectónicos y pa saj s icos de estos espacios La elaborac ón de as maquetas perm tió representar e proyecto e interpretarlo desde a experiencia de hacer.
A construir cada e emen o, se comprend ó mejor cómo a arqu tectura responde al contex o y a las neces dades sociales.
El mayor desaf o al e aborar as maquetas fue representar adecuadamente as esca as sin a terar a percepc ón de los espac os; se procuró que los árboles y elementos de paisa e no escapen de as dimens ones reales, obstacul zando a visual zación y entend m en o del tamaño del proyecto.
Otro deta le que se cons deró fue respetar la d spos c ón real de los árboles viv endas a edañas a carre era, vías de acceso y todo aque elemento natural o arti icial que con igura el pa saje de la zona. Se observó deta ladamente cada uno de estos e ementos para lograr que la maqueta sea f e a la real dad, o cual es imprescind ble.
Fue un traba o muy m nuc oso fabricar e paisa e elemento por e emento, cuidando la representac ón de cada deta le de la maqueta, pero tamb én una experiencia enriquecedora. Observamos paso a paso cómo se compone e paisa e y la importancia de odos os componentes que lo ntegran, armon zando y generando una identidad a entorno Se tuvo espec al cuidado en mantener la proporc ón en re el ed f c o y su entorno, para asegurar una lectura c ara.
La rec ente exposición a a re l bre organizada por los estud antes del quin o c clo de a carrera de Arqui ectura y Urban smo de a Un versidad Naciona de Tru l o, ba o a gu a de arqu tecto Car os Barda es, representó mucho más que una act v dad académ ca.
Fue un ejerc c o vivo de aprendiza e, una oportunidad de nteractuar d rectamen e con la ciudadan a y de compartir, fuera del contex o universitario, el proyecto en el que se viene trabajando durante e ciclo.
E hecho de sal r a espacio públ co y presentar os avances del traba o perm tió a los estud antes enfrentarse a una real dad fundamenta en su formación: e diá ogo constante y abierto con as personas para qu enes están d señando. Más a lá de mostrar pane es o maque as, a act vidad demandó c ar dad en a comun cación, empatía, y sobre todo, la capac dad de adaptar el lengua e técn co a uno acces ble y comprens b e para todo púb ico. Esa nteracc ón d rec a con os transeúntes conv rtió a exposición en una exper enc a format va, ya que es perm t ó escuchar opiniones d versas y entender cómo su traba o puede influir directamente en a v da cot d ana de las personas.
Durante a jornada, la mayor a co ncidió en que se tra ó de una vivencia muy enr quecedora, sin embargo, al n c o para algunos de los exposi ores resu tó d fíc l romper la barrera de hab ar con desconoc dos pero gracias al acompañamiento entre compañeros y a a mo ivac ón constante por parte del arqui ecto Car os Bardales, esa d ficu tad se transformó en una oportun dad para crecer. La expos c ón no so o forta ec ó hab idades académ cas como la argumentac ón y a presen ación ora , s no que ambién permit ó desarro lar cual dades persona es como a conf anza pac enc a y adaptabi idad
Por supuesto, no todo fue senc l o. Tamb én hubo momentos ncómodos provocados por actitudes poco amables de a gunas personas que ransi aban por el lugar Comentarios despec ivos, falta de interés o s mples gestos de nd ferencia hic eron que por momentos a exper enc a se ornara tensa Sin embargo, el grupo supo tomarlo con madurez y comprensión. Entend eron que este ipo de reacc ones forman parte del ejerc c o profes onal y que l d ar con la crí ica, ya sea constructiva o no, tamb én es parte de ser arqu tecto en e mundo real.
Numerosas personas se detuv eron, con genu no nterés a observar la exposic ón, formu ar preguntas y compart r ref exiones En muchos casos, os comen arios evidenc aron sorpresa y admirac ón por el proyecto presentado. Algunos expresaron su desconocimiento prev o sobre la existencia de este t po de arquitectura, y man festaron lo interesante que es resu taba ver un ejemplo concreto de cómo se puede construir desde el respe o a a iden idad cul ura , su organ zac ón y e med o ambiente
Uno de os aspectos más va orados por los v si antes fue la conexión de a b b ioteca con su en orno natural La manera en que se integra al pa saje, s n mponer una presencia a ena, generó mú tiples elog os. As m smo, se destacó e uso de mater a es locales y la par cipación de a comunidad en su construcción, aspectos que generaron una ref exión profunda sobre la neces dad de ap car estos pr ncipios en el contexto peruano. No fueron pocos quienes señalaron, en as ho as entregadas por e grupo su deseo de que proyectos s m ares se imp emen en en el pa s, sobre todo en zonas rura es y en la selva peruana.
D versos c udadanos expresaron también su deseo de que e Estado brinde mayor apoyo a n c at vas de este t po. Reconoc eron el potencial de una arqu tectura que no solo responde a necesidades func ona es, s no que también educa preserva la memor a co ect va y forta ece el v ncu o con a naturaleza La exposic ón perm t ó que as personas comprend eran que la arqu tectura no es so amen e e d seño de ed ficac ones, sino una d sc pl na con una profunda d mensión soc al y cu tural, capaz de transformar real dades y unir a las personas.
Para los estudiantes, la experiencia fue profundamente signi icat va. La n eracción con el púb ico ev denció el mpacto de su traba o fuera de ámb to académ co Percibieron, en os comen arios y en as miradas de quienes part ciparon un n erés real por a arqu tectura entend da como un acto consc ente y compromet do. Incluso algunas personas, que a pr ncipio se mostraban distantes, erm naron entablando argas conversaciones con os expositores, ntr gados por cómo algo tan bel o y funciona pod a cons ruirse con recursos tan simp es y acces bles, y con a comunidad.
“E exponer en un espac o púb ico como o es la Plaza de Armas fue muy in eresante, ver la expresión de a gente cuando pod a en ender lo que le decía y que esta m sma te diga que tu rabajo está b en hecho es enr quecedor y personalmente creo que este t po de activ dades como lo son hab ar con os pobladores nos ayudan a nues ra formación como arqu tectos ya que el os serán os usuar os de nuestros proyectos que diseñemos en un fu uro.”
“Esta exper enc a fue realmen e ino v dab e.
Escuchar a la gente y contarles nuestro punto de v sta me hizo ver, con más clar dad, que cada persona v ve una real dad d stinta y todas mportan. Ya sabía que comunicar nuestras deas es parte del traba o, pero esto me o confirmó por completo No basta con proyec ar b en, tamb én hay que saber expl car y conectar con qu enes viven o que d señamos Sa ir de la burbu a académ ca, aunque sea un momento, o camb a todo.”
E. G.
“La exposic ón al a re l bre fue una experiencia retadora pero va iosa, porque nos permit ó aprender mucho y sa ir de nuestra zona de confort. Pud mos conec ar d rectamente con los transeúntes, mostrar e traba o que hemos real zado y recib r comen arios construct vos que nos ayudarán a seguir mejorando, an o personal como académicamente. Además, orta eció nues ra seguridad a exp car ideas y nos mot vó a seguir compartiendo nuestro traba o.”
"La act v dad fue enr quecedora, aunque a pr ncipio fue d fic l interactuar con personas que no conocia, deb do a a timidez, poco a poco pude desenvo verme mejor A la vez que e exp icaba al pub ico pude ver cua es eran sus mayores preocupac ones en cuanto a un proyec o s endo los cortos y estructura Quedé encantada de dar a conocer más acerca de a importancia de la arqui ectura y que no se trata so o de cons ruir un edif cio "boni o y funciona " s no de hacer que este conv va con su entorno y una sus hab tantes”
Monta vo Yarleque M. G.
Acero Rodriguez E. N.
Ro as Acosta A. B.
Peña Or iz
"Desde el inic o de a expos c ón sabía que sería una exper enc a ún ca. No solo compart mos in ormac ón, sino que generamos un verdadero diálogo con las personas que se acercaban, interesadas en conocer sobre la arqu tectura y el valor de esta en su relac ón al paisa e. Ver cómo la gente se conectaba con el proyecto pregun aba, escuchaba y va oraba el trabajo colec ivo, nos h zo sent r que todo e trabajo y esfuerzo val ó la pena"
“Esta exper enc a nos ntrodu o a actuar y expresar nuestras deas como arqu tectos compart endo e proyec o que hemos desarrol ado. Fue amp amente grat f cante ver e in erés que generamos en las personas y saber que lograron comprender a esencia de proyecto expues o. Si b en al n c o fue un desafío, pronto se conv r ió en algo divert do para nosotros nos gustó ambién br ndar una mejor v sión de lo que s gn f ca la arqui ectura pues normalmen e se re aciona a sólo hacer casas’, cuando se trata de más y eso se logró comunicar.”
López Pesantes
A. C
04 04 EL VIAJE EL VIAJE
UDEP
E campus de la Un versidad de Piura se sitúa dentro del ecosistema del bosque seco ecuatorial Su c ma es típicamente cá ido y seco durante la mayor parte de año, con temperaturas que osc lan entre os 27°C y 35°C. Las l uvias son escasas y concentradas en breves periodos del año aunque pueden intens f carse durante enómenos como El N ño. En años normales estas l uv as son breves y poco signi icat vas, o que mant ene una atmósfera ár da con una humedad relat va baja y una rad ac ón solar n ensa
Este c ima t ene una nf uenc a determinante en a con iguración del paisa e natura del campus, permit endo la conservac ón de un ecosistema s ngular que se ha ntegrado armón camente al d seño arqu tectón co y urban st co. Las cond ciones cl máticas favorecen la presenc a de especies vegeta es adaptadas a la ar dez y a argos periodos s n agua, o que a su vez determina el t po de fauna que hab ta en e ugar. La gestión pa sa íst ca del campus cons dera estos factores para mantener un equi brio eco óg co sosten b e. Además, se priorizan so uciones pas vas de d seño que aprovechen a sombra na ura y la ven i ación cruzada.
Uno de os mayores tesoros na ura es del campus UDEP es su bosque seco, dom nado por e algarrobo. Este árbo cump e un rol v ta en e ecosistema: sus raíces profundas permiten acceder a agua sub erránea, o que le otorga una gran resistencia a la sequ a; sus ho as y frutos, además, sirven de al mento para anima es.
E bosque de a garrobos dentro de campus no so o br nda sombra y frescura a os espac os de tráns to y reun ón, sino que tamb én se convier e en una barrera natural contra el po vo y el ca or. Es un e emp o de cómo a nfraes ructura académica puede conviv r con el entorno na ura sin destruir o. La vegetac ón nat va ha sido preservada como parte de proyecto nsti uciona , in egrándose visual, unc onal y eco óg camente a paisa e un vers tar o.
Junto a a garrobo, se desarrol an otras espec es prop as del bosque seco como el fa que, e zapote, diversas cactáceas y arbustos xeró itos que en conjunto aportan divers dad y res iencia a pa saje. Estas espec es forman asociac ones eco ógicas que dan la regenerac ón natura del ecosistema
Se tuvo a opor un dad de recorrer tres proyectos d señados por e arqu tecto Jorge Losada, teniendo como gu a al m smo, quien con entus asmo compart ó no so o os aspectos técnicos de su obra, s no ambién las h storias y decis ones detrás de cada uno de os espacios. A med da que avanzaba el recorrido, surg eron diversas pregun as por parte de los estudiantes, enr queciendo el d á ogo entre eor a y práctica arquitec ón ca. Fue una experiencia cercana que perm t ó en ender cómo cada decis ón arquitectón ca responde a contextos reales.
E pr mer proyecto que se vis tó ue uno de os ta leres, e primero en constru rse en el año 2014, un espac o conceb do con un presupuesto reduc do, según contaba el arquitec o, pero pensado en func ón de c ima y as neces dades de los usuarios. E ponente exp icó cómo, a pesar de as imi aciones económ cas, pr or zó a venti ación cruzada y la ntegrac ón con e entorno natura , creando un ugar donde los a umnos no so o pudieran trabajar, sino tamb én descansar y compar ir
Este ta ler se destaca por su senc l ez construct va y por la re ación directa que establece con el pa sa e circundante.
Ante esta expl cación surgieron di erentes preguntas por parte de os estudiantes, pero una de as más memorab es del recorrido ocurr ó cuando un estud ante le preguntó: “S tuv era que descr b r todo el proyecto y e paisa e de a UDEP en una so a pa abra, ¿cuá sería y por qué?”. Tras una breve vaci ac ón y una sonrisa Losada p dió perm so para usar dos palabras: “a garrobo y uz” Just ficó su elección seña ando que os a garrobos, presentes en toda a univers dad, o rec an sombra, frescura y un entorno natura ún co. Estos árboles no solo proteg an de sol a os estud antes que trans taban, sino que tamb én generaban un háb tat para la fauna oca , como venados, ardi las y aves. Según el arqu tecto, p an ar a garrobos por toda a un vers dad fue una de as me ores decis ones que se tomó en e desarrol o de campus.
La visi a conc uyó dejando en los es ud antes no solo una comprens ón más profunda de d seño arqu tectónico en con exto, sino tamb én una reflexión sobre cómo la arqui ectura puede dia ogar de forma sens b e y coherente con el en orno y con quienes o hab tan.
E arqu tecto Jorge Losada compart ó con nosotros una exper enc a signi icat va que marcó los in cios de su estadía en P ura Perú. Apenas legado a a región, se e presentó una oportunidad ún ca como proyect sta: el encargo de diseñar e pr mer Tal er de Arqui ectura de a UDEP, un espac o que debía responder no solo a las neces dades académ cas de programa s no tamb én a as exigenc as cl máticas de entorno p urano.
Este proyecto que fue desarro lado en 2014, tuvo como premisa pr nc pa crear un amb ente de rabajo adecuado para os estudiantes de arqu tectura. El mayor reto al rea izar esta edif cación ue e con rol del c ma nterior ya que este requería ser un espac o i uminado, o sea que perm tier el ingreso de uz natura para fac l tar as d s in as act v dades que se levarían a cabo en su inter or como crít cas o entregas, pero al m smo t empo era undamen al que a uz no l egara a produc r un aumento de empera ura dentro de au a. Este problema se resolvió al usar un sistema construc ivo t pico de as casa de Piura, e cual es e segundo techo.
Dicha técn ca construct va consist ó en que una ed ficac ón tuv era sobre su echo original un techo mucho mas arr ba el cual absorbiera e ca or de los rayos so ares, dando sombra al pr mer techo e cua da una sombra mucho más fresca a nterior de a construcción, evitando así a insolac ón. Esta m sma es la razón por a cua un pr mer piso es más fresco si es que t ene más p sos super ores a m smo . A su vez tamb én se logró dar um nac ón y rescura a m smo tiempo por medio de sus “paredes” las cua es son mayas de metal pintadas de plomo oscuro, o cua e da un efecto transparente a s mpe vista s endo como di o Lozada “La ventana más grande del Perú”, o sea una ventana 360°.
También otro problema a reso ver era el espac o, a ser un lugar de un lu o abundante, es e en a que ser simp e de recorrer y de fáci acceso para maquetas de gran tamaño, por o tanto a soluc ón a esto fueron unas pocas co umnas de 25x25 que vendr an a soportar e to a de a estructura pero a una o sufic en emente amp a como para no nterferir con as nteracc ones entre estudiantes y arqu tectos.
E pr mer tal er de arqu tectura de a UDEP, fue d señado por e Arq. Jorge Losada en con un o con su esposa, o sea por su empresa “Losada-Rodriguez Arqu tectos” en 2014, fue su pr mer proyec o en P ura y el espac o donde pudo ap icar sus deas rente a las cond ciones cl mát cas locales.
Uno de os pr ncipa es retos fue controlar a luz y a temperatura. La i uminación natura se reso v ó con una ventana de mal a metál ca, que perm te el ngreso de luz s n ca entar el inter or, manten endo transparenc a y vent lación Para ev tar e calor exces vo, se imp emen ó un sistema de doble techo: un techo curvo superior que pro ege del so y tres c e os rasos p ntados de blanco que ayuda a ref e ar la luz creando un amb en e fresco y lum noso. Además, se usaron v gas y columnas metál cas de 25x25 cm, lo que permi ió iberar el espac o inter or y dar amp itud sin e ementos estructurales pesados.
Este primer ta er sentó as bases de una arquitec ura adap ada al cl ma, func onal para e aprendiza e y respetuosa con e entorno na ura o paisa e de a garrobos que se ve en los alrededores.
Es e fue el segundo encargo que rec bió Losada en la UDEP, y aunque el proyecto era sim lar a pr mero, su in enc ón fue mejorarlo aún más. Así nac ó el segundo tal er de arquitec ura, una evo ución de anter or, con nuevas so uc ones técn cas y espacia es.
Una de las decis ones más mportantes fue e im nar las co umnas centra es. A diferencia del pr mer ta er, en este nuevo d seño as co umnas fueron desp azadas hac a e exter or, y la estructura se sost ene grac as a un s stema de cab es tensados, que aportan estab l dad s n in erfer r con e área de traba o. Esto permit ó un espacio más l bre y con inuo, ideal para su uso académ co. Gracias a esta mejora, tamb én se ogró aumentar e aforo, m en ras el pr mer tal er pod a albergar unas 120 mesas, e segundo perm te colocar hasta 144, aprovechando mejor e espac o Otra diferencia está en e uso de color. E pr mer ta er usaba un tono agua mar na en referenc a a los pa sajes vivos y color dos de Piura. En cambio, el segundo tal er opta por un tono ce este más claro, que se aseme a a azu del c e o de Piura
Vstaenpanta-Taller2014
Vistaenplanta-Taller2025
FOTOGRAFÍA-TALLERES2014Y2025
La Escue a de Arquitec ura de la UDEP
cuenta con un nuevo Laborator o de Fabr cación en ocado a desarro lo de proyectos de os estudiantes con rec ente imp emen ación de cor adoras áser, impresoras 3D y os espac os adecuados para desarrol ar estas func ones.
E ed fic o es de una sola p anta, de dob e a tura en el espacio centra , que cuenta con mob l ario (mesas s l as, es anterías) d spon b e para el uso de os estudiantes. A pesar de ser rec ente, muestra evidenc as de ser una gran herram enta para plasmar as ideas proyectuales al tener un muestrar o de volúmenes abstractos y paneles a a vista.
Resa tan bastante os elementos vertica es que se observan desde a fachada y el inter or, cump en una func ón estética y de acl matam ento. Además, una parte de os muros latera es y e pat o trasero ut l za el adobe para mantener a esenc a de a construcción tradiciona y comb nar a mater al dad con as cond ciones de entorno, otorgando senci lez y be leza a edif cio.
Dentro del Laboratorio de Fabricac ón se real zó otro conversator o donde el Arq. Jorge Losada expl có de a ladamen e e proceso de proyec o, dejando en a memoria a gunos aspectos muy mportantes.
Una frase muy profunda que menc onó fue “No soy arqu tecto españo ” , re erido a os sesgos de arqu tecto según e lugar donde se forma En su pos ura, el ugar donde se cursa la academ a no nf uye en su forma de ver y proyectar nos p antea a v s ón de arqui ecto global, adaptado y capaz de e ercer en cualquier contex o.
“Yo considero que hago arqu tectura peruana” ue par e de su discurso. Como un arqui ecto con trayectoria en el Perú, conocedor de la real dad fís ca, po tica y económica de su entorno, desarro ló estra eg as or en adas a este con exto y se p asma en a ca idad de sus obras.
La reflex ón que deja es mportante: e arqui ecto globa t ene la capac dad de adap ar sus estra eg as, pensam en os, camb ar de esca a y rea idad s n los sesgos de la academ a, haciendo arquitec ura propia del ugar de apl cación.
Losada h zo referencia a aprend zaje sobre la marcha como a go que formó parte del proyecto compart endo una exper enc a in eresante con un maestro so dador. Se estaban ensamb ando las puertas ba ientes doble, que dan hac a los exteriores, y en un punto del proceso e so dador se percató que las puertas tenían una r g dez adecuada y no era necesar o co ocar pistones de refuerzo.
Esto perm tió que la ed ficac ón se vea esbe ta ev tando os detal es oscos de os elementos mecán cos v sib es. Lo más resal ante de esta anécdota no fue e mpacto en e proyecto, sino en a mental dad del proyect s a. Los deta les que sue en omi irse pueden ser percibidos por o ros ac ores del proyecto quienes otorgan sus deas para me orar cua qu era de os aspectos.
En es e sen ido, e arquitec o debe tener a mente abierta a rec b r y reconocer as buenas deas que se es brinda Ta como mencionó, un proyecto no só o se le atribuye al arqu tecto o ngen ero s no también a todo part cipe que de a guna manera hizo pos b e ejecutar o, ya sea en sus primeras etapas o en nstancias fina es.
El deta le esbe to de las puertas batientes, as ce osías del pane perforado as aber uras secuenciales en la parte superior y a espacia dad generan a sensación de un espacio semi abierto, con ibre ránsi o en sus espacios.
Es realmente nteresan e cómo se traba an os cerramientos, pues ningún espac o es comp etamente cerrado. Al contrario, desde as puertas con ce osías se aprec a a tendencia hacia a abertura, permit endo e ngreso de la luz hac a e nter or.
Desde a dob e a tura, las conex ones con e espacio fuera de edi icio se dan ambién a través de os vanos altos y los amb entes des inados a las maqu narias de producción no se a slan, sino que se conec an a espacio cen ral por transparenc as a ravés de as mamparas.
Se tra a de una arqu tectura ab erta, cuyos espacios pueden presenc arse nc uso estando fuera de la ed ficac ón y que a través de la visual zación de sus espacios inv ta al ngreso, uso y goce de os mismos
PARASOLESVERTICALES
LABORATOROBIME IMPRESIÓN3D
ESPACIOSEMICRCULAR
PlantaCentrodeProducción
Los Ta leres de Arqu tectura y e Centro de Producción pueden parecer muy dist ntos a s mple v sta, sobre todo por su forma, su tamaño y el t po de act vidades que se rea izan en cada uno. Sin embargo, si se observa con más atención, se descubre muchas deas en común que muestran una m sma forma de pensar y de hacer arquitec ura. Ambos proyectos como bien se mencionan fueron d señados por e arquitecto Jorge Losada Qu ntas en d ferentes momentos, y comparar os ayuda a entender como ha camb ado su manera de proyectar con e t empo, s n dejar de lado c ertos princip os que se mant enen.
Tan o en los Tal eres como en e Centro de Producción, se nota una evidente preocupac ón por el c ima de Piura. El arquitec o Losada uti iza soluciones s mp es pero efect vas como techos a tos y cub ertas vent ladas, espacios ab ertos y sombras generosas, que perm ten que los ambientes se mantengan frescos s n aire acond cionado. Tamb en en ambos casos se traba a con mater ales de forma honesta, es dec r, dejan v sible el me a , e concreto, s n cubrir o, mos rando como es án hechas as obras.
Aunque comparten varias deas en común, tamb én existen d ferencias c aras en re ambas obras Los Ta leres de Arqu tectura t enen un d seño mas s mple y abierto, con una estructura l gera que permi e lex b l dad y buena ven i ación, en es e espacio se d buja, se maquetea y se hacen cr ticas de proyec os a m smo t empo s n que as act vidades se mo esten entre s Esto es pos b e gracias a su ampl tud, a buena acúst ca y a ibertad en la d stribución.
En cambio, e Cen ro de Producc ón es un edif cio mas técnico y cerrado, pensado para e desarrol o de prototipos y a fabricac ón de p ezas con e uso de maqu nar as espacia zadas, en esta espacio os estud antes apl can lo aprend do en os tal eres, levando sus deas a mode os f s cos. Por eso neces ta espac os mas con rolados, con mayor prec sión en e d seño, seguridad y separación de amb entes. Aunque estas obras ueron creadas para f nes d stintos comparten una misma mirada arqu tectón ca basada en e respeto por e entorno, e uso c aro de mater a es y e d seño de espac os cómodos
Durante a v sita al campus de a Un vers dad de P ura e au ar o de a Facultad de Arqui ectura destacó por su re ación respe uosa y muy consc en e con e pa sa e que lo rodea. A d ferencia de os tal eres, e au ar o ut l za cerram entos de in dos para controlar la uz y e calor o que genera espac os nter ores confortab es y adecuados para el es ud o Además se abre hacia pat os con sombra y vegetac ón, que no so o integran la na ura eza sino que tamb én crean zonas proteg das que conv ven bien con e c ma cál do sin depender de sistemas mecán cos Este equi ibrio entre apertura y protecc ón permite que e ed f c o destaque en e paisa e s n romper a armon a de entorno, manteniendo un diá ogo constante y cuidadoso con su con exto
E lengua e arqui ectónico de au ario equi bra apertura y contenc ón. Los recorr dos guían a los usuar os por espac os que alternan entre lo nt mo y o co ect vo, manteniendo una conex ón permanente y sut l con el entorno. Los cerramientos, más sól dos que en os ta leres, no a slan ni rompen la cont nu dad, s no que destacan el edi icio con respe o, cuidado y del cadeza.
Por su parte, los tal eres de producc ón, con partic pac ón del arqui ecto Jorge Losada, se presentan como espac os abiertos y expuestos, d señados para a act v dad constante y e movimiento. La vent ación natural, a or entación y la sombra son c aves para adaptarse al c ima s n usar cerramientos pesados Para Losada, a arqu tectura debe d a ogar con e pa saje s n dom nar o permi iendo que este sea par e act va del proyecto.
Ambos ed f c os adoptan estra eg as d stintas para convivir con e entorno. M en ras e aulario busca un equi brio en re control y apertura para crear ambientes prop c os para e estudio, los ta eres prior zan a vent ación y la apertura para fac itar el traba o práct co.
Lo que une a es os espac os es e respe o profundo por e paisa e en endido como un e emento que influye y da sentido a cada decisión arqu tectónica.
La visi a dejó c aro que in egrarse con e paisa e no s gn f ca pasar desapercibido. La arqu tectura puede des acar, s empre que o haga desde e respeto, s n romper la armon a a rededor Esa lecc ón nvi a a repensar cómo cons ruimos y hab tamos os espac os.
FOTOGRAFÍAS- NTERORESUDEP
FOTOGRAFÍAS-UDEPDENOCHE
FOTOGRAFÍAS-UDEPDENOCHE
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EL PAISAJE DE INTERVENCIÓN EL PAISAJE DE INTERVENCIÓN
Agallpampa Agallpampa Agallpampa
PRESENTACIÓN DEL PAISAJE DE INTERVENCIÓN
Aga lpampa es un d s r to ubicado en a provincia de Otuzco, en el depar amento de La Libertad, a norte de Perú. Se encuentra en una zona andina, a una a titud aprox madamente de 3138 msnm, y se caracter za por su entorno natura montañoso.
Su econom a se basa en la agr cul ura, a ganadería y la producción de leche. La poblac ón de Agal pampa se caracter za por su dentidad cu tura arraigada y su part cipación act va en a vida comuna , expresada en fest v dades, costumbres y práct cas tradic onales que forta ecen el te ido soc a .
E d strito cuenta con serv c os básicos como educación, salud y transporte rura . Su ub cación es ratégica, en la ruta que conecta
Truj l o con la sierra l berteña, e otorga ventajas en conect v dad y posib idades de integrac ón reg ona . Es un territorio con po enc al para for a ecer su desarro lo, a partir de aprovecham ento de sus recursos y de iniciativas que responden a las neces dades de su población.
Dpto. de La Libertad
Provinc a de Otuzco
Distr to de Agal pampa
Agallpampa
Agallpampa
D STRITO DE AGALLPAMPA
E distri o de Aga pampa se encuentra en a zona and na de a provinc a de Otuzco Su terri orio se ex iende sobre un re eve montañoso con presenc a de aderas, quebradas y errenos agr co as, o que e otorga una con iguración rural y dispersa. Está ubicado en una ran a ntermedia que conecta os va les costeros con zonas más e evadas de a s erra iberteña, o que le da un valor estratégico en términos de acceso e intercamb o regiona Limita:
Norte: Distrito de Otuzco
Este: Distrito de Usqu l
Sur: Distritos de Julcán y Santiago de Chuco
Oeste: Distritos de Salpo y Mache
Gracias a su oca zac ón entre d str tos andinos y su prox m dad a rutas regiona es, Aga lpampa posee cond ciones favorab es para orta ecer su n egrac ón terr tor a y d namizar su economía. Su rol art culador dentro del terr tor o abre oportunidades para conso idar vínculos product vos y soc a es con su entorno nmed ato.
GRAN CHIMÚ
HUARANCHAL
SINSICAP
Distritos colindantes
OTUZCO:
Capital prov nc al reconoc do por su activ dad comerc a y por ser un mportante dest no rel g oso debido a su gran devoc ón.
USQUIL
Conocido por su producc ón de papa, r go y cebada, así como por su fuerte dent dad cultura andina.
JULCÁN
Destaca por sus activ dades agr co as y ganaderas, además de sus expres ones fest vas trad ciona es.
SANTIAGO DE CHUCO
Distr to de gran va or h stór co y cultural reconoc do como a tierra nata de poeta
César Val e o y por su r queza en patrimonio na ura y costumbres.
SALPO
Distr to pequeño y agrícola donde predom nan os cult vos de papa y ma z en un en orno rura trad ciona .
MACHE
Conocido por ser un des ino tur s ico extremo espec a mente para qu enes d sfrutan de la na ura eza y a aventura También es reconoc do por su h s oria y tradiciones.
SALPO
MACHE
LA CUESTA
CHARAT
USQUIL
JULCAN
CAJABAMBA
SANTIAGO DE CHUCO
E pueb o de Agal pampa se encuentra rodeado de diversas comunidades rura es, zonas agr co as y cam nos que o conectan con os mportantes caseríos, lo que o convierte en un núcleo articu ador dentro del terri orio oca . Esta ubicación estratég ca e permi e desempeñar un pape c ave en el intercamb o de b enes, servic os y trad ciones en re las d s n as comun dades vecinas. En el ámb to local sus l m tes geográficos inmediatos son:
Norte: Caser os de Carata y Jose Balta
Este: Centro poblado de Motil
Sur: Caserío de Lluín
Oeste: Salpo y Chanchacap
Gracias a estos v ncu os y conexiones, Aga lpampa no solo ocupa una posición central en a geografía d s r ta , s no ambién en los procesos de n egrac ón económ ca, socia y cu tura que configuran e terr torio. Su pape como punto de convergencia y d s r buc ón fortalece las relac ones entre comun dades, promoviendo un desarrol o local equi ibrado y complementar o
Comunidades colindantes
CARATA
Destaca por su cl ma saludable y sus extensos bosques de eucal pto, que o pos c onan como una zona natura re evante den ro del distr to.
MOTIL
Sobresa e por su centro p sc co a espec a izado en la cr a de truchas siendo un referente reg onal en producc ón acu cola.
LLUIN
Resa ta por su producc ón agrícola en terrenos de adera, lo que lo conv erte en un caser o c ave dentro del c rcui o product vo rura .
SALPO
Conocido por su ub cación estratég ca, su vocación agríco a de a tura y su potenc a tur st co, con pa sajes y tradic ones que enr quecen su v ncu o con Agal pampa.
CHANCHACAP
Destaca por su ro como punto de conexión v a y agr co a, ntegrándose a a dinám ca de mov l dad e intercamb o del distr to
CONECTIVIDAD
TRUJILLO - AGALLPAMPA
Para una ruta Tru i lo - Agal pampa se emp eza sal endo de centro de a c udad de Truj lo hac a el este por la carretera que se d r ge hacia El Porven r , o sea por la vía nac onal PE-1N. Esta vía atraviesa cas todo Santo Dom ngo hasta l egar a un desvío por la v a PE-10A que pasa por Be o Hor zonte y Menocucho
Y s gu endo a m sma v a PE-10A pasando por el margen derecho de río moche, se pasa por Poroto y a zona agrícola de S mba .
Y pos eriormente al terminar de pasar por S mba se emp eza a notar un camino más ascenden e y/o de pendiente pronunciada e cua atrav esa Samne que es donde termina la v a PE-10A, para f na mente l egar a Otuzco y de ah segu r a m sma ruta descrita an eriormente por las carreteras PE10A para sa r de O uzco y avanza por la LI114 y la LI-790 pasando por os caseríos intermed os de Llu n Campo Be lo y Santa Rosa As hasta l egar a a capi al de Aga lpampa.
TRUJILLO
CONECTIVIDAD
OTUZCO - AGALLPAMPA
E distr to de Aga lpampa t ene dist ntas rutas a segu r para ir a dist ntas par es del país, s endo as pr nc pa es c udades Otuzco (Capital de a prov nc a de m smo nombre), Truj lo (Cap tal de La L ber ad) y Lima (Capital de Perú).
Para una rea izar un recorrido Aga lpampaOtuzco se necesi a segu r a siguiente ru a, part endo de centro de Agal pampa por a carretera , esta vía recorre una zona rural compuesta por os caser os de Santa Rosa de Campo Be lo, L uin, San Juan y Chuqu zongo Bajo; d chos caseríos conectan d rectamente con Otuzco.
Luego se debe avanzar por la carre era LI114 que empalma con a LI-790, por este tramo se encuentran cercanos los va les del río Pol o y Otuzco
Para f nalmente pasar por a carre era nac onal PE-10A, la cua nos permi e ingresar por a zona sur o a en rada pr nc pa de a c udad ub cadas en as Avenida L ma o Av. L bertadores respect vamente.
OTUZCO
RÍOMOCHE RÍOMOCHE
AGALLPAMPA
AGALLPAMPA - CASERÍOS
En el caso de a carretera Agal pampaChanchacap, se sa e de a ciudad de Aga lpampa por as carreteras PE-10A y LI1064, Para r de a c udad de L u n a Aga lpampa se va por a carretera conduc endo hac a e sureste por a carretera LI-120 y uego a la derecha por a PE-10A .
Y f nalmente para l egar a Aga lpampa desde e pueb o de Moti se conduce hacia e este yendo derecho en d recc ón a la carretera PE-10A, para despues girara a a zqu erda por a m sma carretera y Llegar al dest no
Agal pampa - Chanchacap
Agal pampa - Llu n
Agal pampa - Moti
AGALLPAMPA MOTIL
CHANCHACAP
TIEMPOS Y DISTANCIA
S endo as principales c udades que se conectan a Agal pampa; Tru i o y Otuzco, se debe de omar en cuenta la d s anc a y el tiempo que se tarde de r de un punto a otro, por o tan o:
Para a ruta Truj l o - Agal pampa se recorre un aprox mado de 85 a 95 km de d s anc a, durando un t empo de 2 horas o 2 horas y 30 m nutos aproximadamente, este tiempo puede variar debido a congest onam ento vehicular
En e caso de la ruta O uzco - Aga lpampa, en esta ru a se recorre una distanc a aproximada de 17 a 20 km, ten endo como t empo de v a e de unos 25 a 35 m nutos depend endo de as condicione c imát cas o el trafico que se de en la zona.
Y inalmente para sa rutas hac a los cace ´ r os más importantes son: Chanchacap a una d s anc a de 4km y a un iempo de 10 m nutos, Lluín a una distancia de 59 m y un tiempo de 4 minutos de y para terminar, Moti a una d s anc a de 10km y un t empo de 10 m nu os aproximadamente.
TRJILLO - AGALLPAMPA
OTUZCO - AGALLPAMPA
AGALLPAMPA - CHANCHACAP
AGALLPAMPA - LLUÍN
AGALLPAMPA - MOTIL
OTUZCO
AGALLPAMPA
CHANCHACAP
Chota y Moti surgieron empranamente como pequeños asentam en os en t erras agríco as que conectaban con Otuzco ya conso dado como pun o estratég co preh spán co. Chota fue primero, formado por ami ias que aprovechaban zonas planas para cult vos de a tura. Moti apareció después, con v ncu os al pastoreo y a producc ón de truchas en quebradas a tas, insertándose en redes de comercio menor
Con e avance de Otuzco en la co onia Mot l y
Chota fortalec eron su estructura comuna . Se estab ec eron senderos permanen es y chacras cercanas al agua. En parale o nac eron Caupar y Cara a, pequeños núcleos agr colas que aprovecharon los sue os húmedos y abr eron rochas hac a el bosque La ac ividad rura se n ens ficó lentamente, y surgieron espac os para rueque y estiv dades
En e s g o XIX, se formaron nuevos caser os como Yamobamba, La F orida y San V cente. Surg eron de ami ias que abrían terreno en laderas para siembra. También nac eron Chual, José Bal a y La Morada, cercanos a fuentes na ura es. Aunque d spersos, se organ zaron en base a aenas comunales y acceso co ect vo al agua Mot l y Chota s guieron creciendo en pob ación y act v dades básicas
Para fines del s g o XIX, Carata creció con presencia escolar y caminos de herradura me orados. Aga lpampa empezó a destacarse como paso centra en rutas entre la costa y a sierra. El cruce de seis cam nos atrajo arrieros y fam l as que v eron oportun dad comercia . Sanga pampa tamb én surg ó en esta época, aunque s n mayor pro agon smo, so o como zona agríco a de subsistenc a
En as primeras décadas del sig o XX, Aga pampa crec ó ráp damente. La donación de errenos para cap l a y plaza marcó un punto c ave. Se insta aron comerc antes, artesanos y agr cultores atra dos por la centra dad. M entras tanto, Cho a, Mot l y Carata s guieron su ritmo en o pero constante. Tamb én empezaron a consol darse Mayday y Sanga pampa con cu t vos de papa y avena
En t empos recientes Agal pampa amp ió su centro urbano y me oró nfraestructura v a . La e ectr ficac ón y servicios bás cos a rajeron aún más habi an es. Chota y Mot l aceleraron su crecimiento con más comerc o y conexión v al Mayday y Sanga pampa progresaron a menor ri mo, aunque con expansión de v v enda y escuelas básicas. Los demás caser os conservaron su patrón rural disperso
ANTECEDENTES
Los pr meros pob adores de Agal pampa se asentaron en as omas cercanas al cruce de cam nos que conectaban Otuzco con la costa. Eran fam l as d spersas que se estab ec an por razones agríco as o por el paso constante de arrieros. Las v viendas hechas con mater a es precar os, se ub caban cerca de fuentes de agua y a a vera de los caminos, formando un patrón l neal s n razado definido
Con el iempo, a presencia de una cruz de madera marcó un pun o central donde se empezaron a reun r os habi an es. En torno a ese espacio se n ció una pequeña concentración de viv endas, con algunas chozas alrededor de área p ana. Esta nueva central dad reforzó la organ zación comuna y poco a poco se ormó un núc eo estab e aunque reduc do de hab tantes que manten an vínculos con o ros caseríos
La donac ón de terrenos para cons ruir la capi la y la plaza marcó el n c o real del pueblo La zona frente a a cruz se conv r ió en e pr mer espacio urbano p an f cado Las v v endas comenzaron a crecer hac a os lados del camino pr ncipa , formando dos h leras que m taban la traza de un
e e v a . Las fest v dades rel g osas reforzaron este patrón, atrayendo cada año a más personas que luego dec d an quedarse
Tras a creac ón del distr to en 1941, a presenc a del munic pio generó un crecimiento más estruc urado. Se hab l taron nuevas cal es que nacían desde la p aza y se proyectaban hac a los caminos de sal da. Las viv endas se a nearon con estas rutas, formando un pequeño damero rregu ar. Tamb én se nstalaron servicios básicos como agua y e ectr c dad, o que mot vó a más fam l as a asentarse cerca de centro
En as décadas siguientes e pueblo creció con más velocidad. La expans ón se dio hacia las márgenes de camino pr nc pa y hac a zonas con mayor pendiente, aunque aún cerca de a p aza
Las cal es se lenaron de viviendas de adobe ta leres y pequeños comercios. Las nuevas ins ituc ones como co eg os, posta méd ca y programas de v vienda— conso idaron e crec m ento y def n eron la estructura urbana
Ac ua mente, Aga lpampa presenta un centro urbano compacto, con manzanas de im adas y ca les principales pav mentadas. E patrón de crecimiento se ha mantenido en torno a os e es viales pero tamb én ha surgido expansión hacia zonas a tas y sectores agr colas que se están urban zando. E pueb o func ona como núc eo art cu ador del distr to, a bergando ac ividades comerciales, culturales y administra ivas
Rec en emente se fundó una planta de producc ón de quesos a través de pequeños productores agropecuar os, lamada “Perla del Val e”, que se conv r ió en un referente tras ganar el primer puesto en la ExpoQuei o Bras l 2024.
La asociac ón consta de 24 fam l as ganaderas, que d ar amente se encargan de procesar 2000 l tros de leche para producir 200 ki os de queso siendo un 80% queso fresco. Poseen 150 cabezas de ganado 50 de el as en producc ón generando 400 l tros de eche a día; completan sus requer mientos d arios comprando de o ros distr tos, fomentando comercio. E trabajo se rea iza de forma comun tar a, fortalec endo os azos en re as fami as involucradas.
E reconocimiento que se otorgó a Aga lpampa como capi al de queso refuerza la mportanc a de esta act v dad económ ca y e mpacto en su en orno oca , pues fomenta la compraventa con os d stritos de su a rededor y cualquier mercado donde se pueda comerc a izar sus productos. Este impulso ha despertado nterés y propuestas para mejorar la infraestruc ura product va.
Cebada de Grano
Tr go Blando
Papa Mejorada de Co or
Papa Mejorada
Papa Nat va
Chocho o Tarhu GS
Avena Forra era
Haba Grano Seco
Cebada Forra era
Arveja Grano Seco
Lenteja Grano Seco
Maíz Am laceo
HECTÁREAS SEMBRADAS ANUALMENTE
Aga lpampa también se caracteriza por ser una zona de cu t vo a tamen e product va, legando a sembrar una gran var edad de productos Entre los más destacados están a cebada de grano, el r go b ando y as d ferentes var edades de papa (de color, papa mejorada y papa nat va)
Los da os se recopi aron de una base de datos de Aga pampa, en donde se observó que os sembríos sue en rea izarse por temporadas s endo una estrateg a para d versif car sus productos agrícolas
El distri o cuenta con un equ po de 45 agricu tores para las cosechas de papa, donde se esperaba una producción de 24000 kg. Además, por cada caser o se hab l taron 2000 m de cu t vo de las variedades INÍA Poderosa y Yungay Chata, esperando una producción de 8000 kg en ese erreno, cuando o estándar para sus d mensiones es de 3000 a 3600 kg.
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Es o resal a su gran productiv dad agr cola y su importancia en la economía del d strito, siendo una fuente de trabajo y eje fundamenta en su relac ón con otros caser os, d stritos o ciudades.
Agal pampa es uno de os trece d stritos que conforman a prov ncia de Otuzco, y su gobierno oca cumple funciones de administrac ón de terr tor o, promoc ón de desarro lo, y ar icu ación de po ít cas nac onales y regionales en su ur sdicción.
Es una un dad básica de gest ón municipa , encargada de proyectos de mejora en saneam ento, accesib idad y atención a poblac ones vulnerables reforzando su ro como en idad gestora del desarro lo local.
Ocupa ambién un ro estratég co como espac o de transición entre la sierra med a y los val es más ba os de Otuzco. T ene zonas agr colas foresta es y eco ógicas que requ eren conservación, además de un importante recurso h dr co para consumo y r ego.
Por su ubicac ón y topograf a, tamb én es un territorio con riesgos de des izamientos o emergenc as naturales o que hace c ave su rol en la gest ón de riesgo y p an f cación territorial
LLEYENDA EYENDA
Centros y puestos de salud
Instituciones educativas
Los hab tan es del d strito t enen acceso a servicios de sa ud de forma imi ada. Aga lpampa cuenta con 8 establec m entos (como centros y puestos de salud) que forman parte de a red asistencial de la M cro Red Aga lpampa. La cober ura de estos servicios cubre las necesidades de os 9 552 hab tantes, convirt éndose en un eje mportante en el desarro lo d s r ta .
Es os servic os ofrecen atenc ón pr maria y servicios básicos, en genera ; sin embargo, a capac dad instalada es reducida, y os casos que requieren atenc ón espec al zada son der vados a hosp tales de mayor comp ej dad en Otuzco o Tru i o.
En e ámbito educativo el d s r to alberga un número importan e de ins ituc ones educat vas de nive inic a , primar a y secundar a, anto en e centro pob ado de Aga lpampa como en sus caseríos y anexos
El acceso a la educación básica está re at vamente garant zado, pero persisten retos como a mejora de a infraestructura, la conectiv dad d g ta , la formación docen e y la reducc ón de brechas en zonas rura es de d f c l acceso.
En el distri o de Agal pampa, las tradic ones y costumbres const tuyen un va ioso legado cul ura que sigue vivo en el día a día de su poblac ón. A través de sus ce ebraciones, el pueb o expresa su ident dad, h storia y profundo sen ido de comun dad, fus onando o rel g oso lo estivo y o agríco a en una armon a ún ca de mundo andino. Una de as más destacadas de d s r to es a Fiesta Patronal en honor a Jesús Nazareno, l evada a cabo en el centro poblado de Agal pampa. Esta fest v dad, que se desarrol a durante tres d as (18, 20 y 21 de jun o), reúne a os pobladores en orno a una serie de act v dades re igiosas y cu tura es que refuerzan a cohesión soc a del distri o.
E 18 de jun o, denominado “D a de Alba”, inicia con sa udos fest vos a amanecer, cohetes y caravanas musica es que l egan inc uso desde ciudades como Tru i lo y Huancayo. El 20 de jun o, “D a Centra ” t ene lugar la misa so emne y a proces ón de a imagen de Jesús Nazareno por las ca les del pueb o, segu das por concursos de bandas mus ca es, un an mado bai e popu ar y espectáculos.
Cu m na el 21 de unio, “Día de Venerac ón”, con una m sa de agradecimiento, un trad ciona almuerzo en a p aza con acompañamiento de banda, y act vidades típicas como el burrocross y as pe eas de toros, que ref e an el carácter fes ivo y rural de a comunidad.
O ro momento de gran relevancia en el calendar o cul ura es el an versario del distr to de Agal pampa, conmemorado cada 7 de octubre Esta fecha recuerda a creac ón of c a del distri o en 1941 y se ce ebra con gran entusiasmo en re a pob ación La fest v dad se naugura con un v stoso pasaca e que recorre as principales ca les de cen ro poblado segu do por una var edad de ac ividades c vicas, re igiosas cultura es y deport vas En el día central se rea iza el solemne izamiento de Pabe ón Nac ona , un desf le cív co con partic pac ón de inst tuc ones oca es, y una sesión protocolar encabezada por e a calde, donde se destacan os avances del distr to y se reaf rma e comprom so con e desarrol o local.
Durante e mes de marzo, el distr to se l ena de co or y mús ca con a celebrac ón del Carnava de Agal pampa, una fest v dad que ref e a el carácter a egre y partic pa ivo de su gente En la Plaza de Armas se colocan y decoran s ete yunzas, árbo es festivos cargados de rega os, que son el eje de a celebrac ón. A o largo del d a, se desarro lan pasacal es animados con a presenc a de orquestas y comparsas conformadas por vecinos y represen antes de nsti uciones públ cas. La ornada f na za con un bai e popu ar donde toda a comun dad se reúne para ce ebrar su dent dad y for alecer os v ncu os soc a es.
La Semana Santa tamb én se v ve intensamente en Aga lpampa, especialmente e V ernes Santo, d a en e que se representa un V a Crucis en v vo. Esta activ dad es organ zada por a Inst tuc ón Educativa 81550 y cuen a con una numerosa partic pac ón de actores locales. Las 14 estac ones del calvar o son dramat zadas en un recorr do por las ca les de centro pob ado, f na izando en un cerro cercano.
Es a representac ón es una mani estación de fe, arte y devoc ón que forta ece la esp ri ua idad de a pob ac ón y mantiene v va una trad c ón que ntegra generaciones.
Además de estas celebrac ones o iciales en caser os como San V cente La Un ón, Santa Cruz y Sanga pampa A to también se observan práct cas trad ciona es re acionadas con el cic o agr cola, como la cosecha de a papa, cu tivo emb emát co de a zona. En estas comunidades se levan a cabo act vidades que, aunque menos forma es, ref e an una cosmov sión andina basada en la gratitud a a t erra y e trabajo comun tar o, orta eciendo la econom a oca y la herenc a cu tura .
Las trad ciones y costumbres del distri o de Aga lpampa no so o son momentos de ce ebrac ón, sino tamb én expres ones v vas de una dentidad colect va. A través de sus f estas patronales, carnava es, actos c v cos y act v dades re giosas, e pueblo reaf rma su h stor a, su un dad.
ANTECEDENTES INFORMALES
En Aga lpampa y sus alrededores, as preex stenc as informales orman par e esenc a de pa saje cotidiano Estas mani estac ones surgen de una respuesta a a fa ta de n raestructura y p an f cación, y revelan tanto as carenc as estructura es como la capac dad de res l enc a de a comun dad. E comerc o informa es más v sible en la plaza o en os alrededores de mercado, se despl ega una red de ven a d rec a de productos agr co as. Muchas fami ias adaptan a fachada o os ngresos de sus viviendas para vender com da, s n cond ciones sani arias adecuadas, y recurren a mesas mprov sadas carre i las o inc uso a sue o como soporte de venta
La producc ón artesana tamb én se desarrol a dentro del ámbito domést co. La e aboración de queso, du ces, tej dos y otros productos trad ciona es ocurre en coc nas y pat os, donde conv ven abores product vas con activ dades fam l ares cot d anas. Es a práct ca, aunque r ca en saberes, se ve expuesta a cond c ones ambientales poco adecuadas, como la humedad el po vo o a fa ta de vent lac ón
En para e o, el ámbi o educa ivo evidencia profundas m taciones mater ales y soc a es.
Aunque ex s en ins ituc ones esco ares en la zona, algunas presentan infraestructura precar a fa ta de mob l ario adecuado, y escasez de ma eriales pedagógicos. En os ard nes, por ejemp o los espac os des inados a uego son reducidos, os niños deben sa ir a las veredas o cal es adyacentes para real zar ac ividades a aire l bre. La escuela se convier e en una extensión de espacio doméstico más que en un entorno format vo ntegra , y los docen es, en muchos casos, enfren an a tarea de educar a a re ibre, teniendo que cu dar de os menores ante cualqu er pel gro
Por otro lado, el acceso a educac ón super or representa una de as pr nc pa es causas de migrac ón juven l. Muchos jóvenes deben tras adarse a c udades como Truj l o para con inuar sus estud os, dejando a rás a sus fam l as y generando vac os emoc onales y sociales en a comunidad La carenc a de nsti utos o cen ros de ormación no solo imita e desarro o persona de los óvenes, sino que ambién priva al terri orio de cap ta humano formado y compromet do con su propio ugar de origen
Otro elemento relevante en e terri orio es a cr anza de anima es, una práct ca profundamente arraigada en a vida co id ana que rasc ende lo económ co y se v ncu a d rectamen e con la dentidad local. Las fami ias cr an vacas, ove as, cerdos, gal inas, cuyes y otros an males menores, no so o como uente de al mento o ngresos, sino como parte in egral de su orma de vida Esta act v dad se desarrol a tanto dentro de as v viendas como en espacios a edaños es común ver corrales improv sados en os pa ios, anima es pastando en terrenos vac os o ncluso circu ando por as ca les de pueb o.
En muchos casos, las casas y os espac os públ cos compar en l m tes d fusos, lo que refuerza esta convivencia en re lo domés ico y lo comuna . Es habitua que e ganado se mueva l bremente, sin del mitac ones c aras, formando parte de pa saje cot d ano. Si bien esta presenc a constante de an males aporta a a economía am iar y a a soberan a a imen aria, tamb én plantea desafíos en términos de ordenamiento erritor a , h g ene, salud públ ca y uso compart do del espac o urbano
A esto se suma el esfuerzo f s co cot d ano que mpl ca traba ar a t erra en cond c ones geográficas ex gentes. Las chacras no siempre es án cerca de las viv endas; muchas se ub can en aderas, a fondo de as quebradas o en zonas altas de d f c acceso.
Qu enes se ded can a la agr cultura, muchas veces personas mayores, deben recorrer argas d stanc as a p e por cam nos de tierra, emp nados y resba osos, espec a mente en temporada de l uvias Algunas de estas personas, ya mayores o v udas, continúan yendo solas con sus herram entas, sus anima es de carga o ncluso con un perro como única compañ a. Ba an temprano, suben a f na de d a, y lo hacen con determinación. Esta escena, que se rep te a d ar o, hab a de una relac ón muy uerte en re e cuerpo, el territorio y e of cio agr cola.
Es as prácticas y dinám cas, aunque nforma es, son test mon o de una cultura viva que persiste desde lo cot d ano. Revelan formas de adaptac ón, ngen o colectivo y una re ac ón activa con e entorno natura que no puede ser gnorada. Lejos de representar únicamente carenc as, estas real dades expresan conoc mientos y experiencias que merecen ser v sibi izados e ncluidos en os procesos de plani cación y d seño del erritor o
Según e censo hecho por el INEI en e 2017, e distr to de Agal pampa, cuenta con una poblac ón tota de aproximadamente 10093, m entras que su proyecc ón proyec ada al 2024 fue de 10666, de os cuales 5041 son hombres (49.9%) y 5052 son mu eres (50.1%).
5052 (50 1%)
5041 (49 9%)
CARACTERÍSTICAS
ÓN VULNERABLE
En e distr to de Aga lpampa ex sten var os grupos de poblac ón vu nerab e. En re e os destacan os adu tos mayores con más de 450 personas reg stradas desde os 60 años en adelante, qu enes enfrentan mayores r esgos de salud y dependenc a. Los niños y ado escen es tamb én const tuyen un grupo mportante con una notable presencia de óvenes entre 17 y 19 años (346 registrados) o que re leja la necesidad de servic os educa ivos y de protección.
Las mujeres gestantes forman otro grupo c ave. En e distr to se reportaron 115 nacimientos cert ficados, y el 7.8% de os rec én nacidos tuvo ba o peso a nacer lo que ev dencia desa íos en la atención prenata y nutr c onal
Población con alguna discapacidad
Según os datos d sponibles a mayoría de la pob ac ón de d s r to de Agal pampa no presen a d scapac dad, sumando un ota de 9,632 personas. Esto ndica que solo una pequeña fracc ón de a población convive con alguna forma de d scapac dad, o que, aunque numéricamente bajo, s gue s endo un grupo que requiere a enc ón espec f ca en acces b l dad, servic os de salud, educac ón nc usiva y part c pac ón socia .
POBLACIÓN Absoluto Madres ado escen es 97 60 y más años 938
(95.4%)
(4.6%)
“Aquí en Agallpampa hace falta una DEPINCRI. Nosotros solo vemos casos familiares, pero si hay una violación, una extorsión o un homicidio, ¿quién los atiende? No hay muchos casos, pero los que hay se quedan sin atención.
“Aquí en Agallpampa hace falta una DEPINCRI. Nosotros solo vemos casos familiares, pero si hay una violación, una extorsión o un homicidio, ¿quién los atiende? No hay muchos casos, pero los que hay se quedan sin atención.
Sería bueno tener una oficina cerca, acá o en Otuzco”
Sería bueno tener una oficina cerca, acá o en Otuzco”
Zabarburú, 26 años
Zabarburú, 26 años
“Falta un hospital, algo para diabéticos, presión alta… Las medicinas no hacen nada, más buena es una taza de agua con azúcar. Yo soy diabético y tengo que ir hasta Trujillo por mi medicina.
“Falta un hospital, algo para diabéticos, presión alta… Las medicinas no hacen nada, más buena es una taza de agua con azúcar. Yo soy diabético y tengo que ir hasta Trujillo por mi medicina.
Fui regidor en el 89, puse agua potable y el consejo de adobe y barro. ¿Y ahora? No adelantan nada, no ayudan”
Fui regidor en el 89, puse agua potable y el consejo de adobe y barro. ¿Y ahora? No adelantan nada, no ayudan”
Felix López 79 años Felix López 79 años
“No hay gestión. Las autoridades no hacen nada. Yo estoy aquí desde 1942, ayudé a construir la plaza. Esto es como un puerto, hay mucho tráfico, pero no hay consejo ni alcalde presente. Mache tiene turismo y universidades, y aquí no tenemos nada. Hay terrenos e ingresos, pero no los aprovechan”
“No hay gestión. Las autoridades no hacen nada. Yo estoy aquí desde 1942, ayudé a construir la plaza. Esto es como un puerto, hay mucho tráfico, pero no hay consejo ni alcalde presente. Mache tiene turismo y universidades, y aquí no tenemos nada. Hay terrenos e ingresos, pero no los aprovechan”
“A mí me gustaría que haya una heladería. Aquí solo hay actividades cuando hay fiesta, pero después ya no hay nada. También me gustaría que haya un lugar donde para pintar, dibujar o jugar con mis amigos. Así no sería todo tan aburrido”
“A mí me gustaría que haya una heladería. Aquí solo hay actividades cuando hay fiesta, pero después ya no hay nada. También me gustaría que haya un lugar donde para pintar, dibujar o jugar con mis amigos. Así no sería todo tan aburrido”
Martin Sandoval 83 años
Martin Sandoval 83 años
Aníbal, 19 años
“Estaría bien tener un proyecto para los estudiantes y la población. Me parece bien lo del comedor y algo educativo. Falta trabajo. El Estado no nos ve. Yo soy de San Pedro y me hubiera gustado tener más educación al crecer.
“Estaría bien tener un proyecto para los estudiantes y la población. Me parece bien lo del comedor y algo educativo. Falta trabajo. El Estado no nos ve. Yo soy de San Pedro y me hubiera gustado tener más educación al crecer.
Así la gente no tendría que alejarse tanto de sus familias”
Así la gente no tendría que alejarse tanto de sus familias”
“Lo que más me gusta del lugar son mis amigos, jugar con ellos. Me gustaría que haya más cosas para jugar... un parque, o algo para jugar con mis amigos y mis animalitos”
“Lo que más me gusta del lugar son mis amigos, jugar con ellos. Me gustaría que haya más cosas para jugar... un parque, o algo para jugar con mis amigos y mis animalitos”
“En Motil vivimos de la chacra. Ya soy anciana y sigo bajando con mi perrito. No hay hospital, solo una posta, y si pasa algo hay que ir a Otuzco. Mis hijos se fueron y no volvieron. Me quedé viuda, sin que vean por lo que necesito. Así es la vida, los estudios hacen que los niños se vayan”
“En Motil vivimos de la chacra. Ya soy anciana y sigo bajando con mi perrito. No hay hospital, solo una posta, y si pasa algo hay que ir a Otuzco. Mis hijos se fueron y no volvieron. Me quedé viuda, sin que vean por lo que necesito. Así es la vida, los estudios hacen que los niños se vayan”
Rodriguez, 83 años
83 años
Hermelinda
Hermelinda Rodriguez,
“No hay un parque donde niños puedan jugar, no hay educación por eso muchos jóvenes se van. Hay una olla común, participan pocos y cocinan solo para ellos, eso hace desunión. Se piensa usar un terreno para hacer un parque, algo que sirva para los niños y también para unir a la comunidad”
“Sería bueno que los jóvenes aprendan un oficio, pocos tienen oportunidad. Yo participo en el comedor hace años y es pequeño. Quisiéramos un espacio más grande, donde entremos todos. Hay espacios, ojalá lo que proponen llegue. Yo estaría muy agradecida”
“No hay un parque donde niños puedan jugar, no hay educación por eso muchos jóvenes se van. Hay una olla común, participan pocos y cocinan solo para ellos, eso hace desunión. Se piensa usar un terreno para hacer un parque, algo que sirva para los niños y también para unir a la comunidad” “Sería bueno que los jóvenes aprendan un oficio, pocos tienen oportunidad. Yo participo en el comedor hace años y es pequeño. Quisiéramos un espacio más grande, donde entremos todos. Hay espacios, ojalá lo que proponen llegue. Yo estaría muy agradecida”
“Cuando todo era hacienda, no dejaban educarse. Yo llegué, vi las necesidades y hablé con la gente. Me eligieron alcalde, logramos ser caserío. El terreno del MINEDU debe usarse en algo que enseñe a los jóvenes a trabajar, a salir adelante. Yo solo pido educación, que no se pierda el tiempo”
“Cuando todo era hacienda, no dejaban educarse. Yo llegué, vi las necesidades y hablé con la gente. Me eligieron alcalde, logramos ser caserío. El terreno del MINEDU debe usarse en algo que enseñe a los jóvenes a trabajar, a salir adelante. Yo solo pido educación, que no se pierda el tiempo” “Queremos que Motil crezca. Se pensó en un instituto o algo recreativo para los niños, algo que eduque a todas las edades. Hay muchos que no pueden salir porque no hay recursos. Espacios vacíos hay, y sería bueno usarlos para que el pueblo crezca y haya más trabajo”
“Queremos que Motil crezca. Se pensó en un instituto o algo recreativo para los niños, algo que eduque a todas las edades. Hay muchos que no pueden salir porque no hay recursos. Espacios vacíos hay, y sería bueno usarlos para que el pueblo crezca y haya más trabajo”
Liduvina Gamboa, 54 años Liduvina Gamboa, 54 años
Es una espec e de p an a perteneciente a a fami ia de las asteráceas. Se encuentra en a cord l era de os Andes a 4,000 m s n. m. Se encuentra en Áncash Ca amarca, La Libertad, Lambayeque, Pasco. Y mide alrededor de 1 m de a tura
Es una especie endém ca de la zona a toand na que hab ta por encima de los 3800 m s.n.m
Existen rodales de Puya ra mondi en Moquegua
Jun n, L ma, Huancave ica, Ayacucho, Áncash Apurímac, Cusco, Arequipa, Puno y La L ber ad
Es un árbo nat vo de os Andes, conoc do por crecer a grandes alt tudes, en re os 3,500 y 5,000 m s.n.m. Estos árbo es son resistentes al cl ma extremo de os Andes, o que los convier e en un a iado natura en la lucha contra el camb o c imát co y la deser if cación
Es una h erba perenne que crece a partir de un r zoma corto y redondeado . Crece en matas y puede alcanzar una al ura de 80 cm. No presenta est pulas as ho as son ergu das inea es, con bordes enteros y márgenes curvados hac a adentro, o que les da un aspecto áspero y ci ndr co.
Es un subarbusto de has a 30 cm. de al ura con ramas ascendentes o erec as. F ores azu es o moradas en el áp ce de as ramas, sol tar as, o formando un pseudorracimo, de 2 2-2,5 cm de largo. Común en sue os pedregosos de gran a t tud y generalmente usada en med c na rad c ona andina.
Son h erbas o matas de hasta 2,5 m de a tura Crece en áreas extremadamen e ár das aunque y aunque a p an a no res ste nieve, S lega a res st r heladas ocas ona es no prolongadas hasta aprox. -5° C
Son os camé idos más pequeños: pesan entre 40 y 50 kg y t enen una long tud de 80 cm. Son s ves res y e co or de su pelaje es beige en e lomo, blanco en a zona centra y as pa as, con variac ones depend endo de as zonas geográ icas donde hab tan
Taruca o venado andino
Es un ungulado de tamaño mediano y corpulento adaptado a a geogra a y cond ciones amb en ales de alta montaña. Pesan entre 45 y a rededor de 80 kg, a tura a a cruz de 69 a 80 cm y 140 cm contando a cabeza. Su pelaje es de co or genera gris arena a marrón grisáceo
Armádil o peludo de la puna
Tamb én conoc do como qu rqu ncho de a puna o armad l o and no, es una especie de armad l o que se encuentra en a reg ón de a Puna, en alt tudes e evadas de Sudamérica De tamaño mediano, con un peso que var a entre 1 4 y 2 kg. Y tiene un pela e denso que lo ayuda a protegerse de frío de la Puna.
Tanto las patas como la cabeza son ro izas; el vientre, cue lo y boca, b ancos y e lomo, gris rayado de negro. La co a está muy poblada de pelos gr ses los cua es se tornan negros hac a a punta. Los especímenes de a zona cont nental sudamericana pesan entre 8 a 11 kg, Y hab ta en mon añas praderas, desiertos y bosques.
P scuíz de la puna
Pequeño pájaro paser forme que habita ma orrales y bordes de bosques entre 2 800–3 600 m. Son aves del sur de Puno, con pluma e más oscuro y probab emente amaño del cuerpo s gnif cat vamente menor, parecen representar un taxón no descri o
Ibis de la puna
Es un b s de mediano amaño (45 a 60 cm) que t ene un pluma e que puede var ar entre pardo oscuro y negro con br l o tornaso ado verde y púrpura Especie caracter stica de la reg ón a toandina (3100-4800 m). Hab a áreas pantanosas, humeda es, marismas, praderas pastiza es y or l as de agunas y r os.
V cuña
Zorro andino
La papa es el cu t vo más común de Aga lpampa, esto deb do a su res stenc a a fr o y a fac l dad a crecer en sue os a tos. Siembran muchas variedades de es a y a usan como a imen o en guisos, sopas o fri a
E maíz es cu tivado en las partes más temp adas de distri o. En Aga lpampa se cosechan var edades nat vas de granos grandes y colores diversos Se come herv do, tos ado o como har na Y también se usa para preparar ch cha, y sus hojas y al os s rven como forraje para e ganado
Se cul iva en os meses más secos del año ya que t ene c erta o eranc a a as he adas l geras Pese a no ser tan trad ciona como a papa o e maíz, s gue siendo mportante para la a mentac ón local Su cosecha se dest na pr nc pa mente a a producción de har na artesana
La cr anza de vacas es una de las princ pales act vidades ganaderas, sobre todo en las zonas con pastos naturales y acceso a agua potable Se crían para a producción de eche que se ut iza tanto para e consumo fam l ar como para la venta oca , especialmen e para a producc ón de queso
Las ove as son comunes en los campos de Aga lpampa por su res s enc a al c ma frío y su capac dad para pastar en zonas de puna. Se cr an principalmente por su lana, que muchas veces se h la y teje por os m smos locales, y ambién por su carne consum da sobre todo en fes ividades o como par e de a die a común en la zona
Las cabras se cr an en menor cantidad en Aga pampa, pero están b en adap adas a os terrenos escarpados y a a a imentación a base de arbustos y restos de cosechas Su leche es muy va orada por su a to conten do nutr tivo y en a gunos casos se uti za para elaborar os quesos tradic onales de la zona
Papa (Solanum tuberosum)
Ganado vacuno Ma z (Zea mays)
Trigo (Triticum aestivum)
Ganado ovino Ganado caprino
E d str cartograf montaños conf gura Destacan aprox ma cerro Ca 3,358 m. menores en e er de m tan áreas ha de las ac En cuan parte de además af uentes e lo se rég men época d na ura es principale secas du es vi al recarga h e equi b
Espec almente durante a emporada de luv as Es a condición geográfica nf uye d rectamente en a conectiv dad entre caser os, as como en e transporte de productos agr co as y el acceso a servicios básicos. Las pend en es pronunc adas no solo d f cul an e tráns to veh cu ar, s no que también exigen un esfuerzo ísico s gn f cativo por parte de os pobladores, en espec a de as personas mayores que deben recorrer argas d stancias a p e para l egar a sus chacras o cen ros poblados.
La interacción en re el re ieve montañoso y el sistema hídr co genera una al a sensibi idad frente a fenómenos naturales como desl zam entos o eros ón de suelos En temporada de l uvias intensas, as quebradas pueden desbordarse afectando v viendas, caminos y cul ivos ubicados en zonas vu nerab es. Por el o, as práct cas agríco as y de asentam ento se han adaptado h stór camente a esta dinám ca, u i izando técnicas rad c ona es como terrazas de cu tivo, canales de riego rud mentarios y la se ección estratég ca de terrenos menos expuestos a riesgo. Es as adaptac ones ev dencian una relac ón pro unda entre la pob ación y e pa saje mo deada por generac ones de exper enc a frente a un entorno desaf an e pero férti
ELEMENTOS ABIÓTICOS
E río Moche es el pr nc pa curso de agua que atrav esa e distri o de Aga lpampa formando parte de una mportante cuenca h drográfica que se ext ende desde as zonas a toand nas hasta a costa de La L ber ad En su recorrido por e d strito, e río cumple un rol undamen al en e abastec m en o de agua para e r ego de cult vos, ac ividades ganaderas y en menor med da para e consumo domést co. Su caudal presenta variac ones estac onales, siendo más abundante durante os meses de l uvias
A o argo de su trayecto, e r o Moche rec be e aporte de af uentes menores como e río
Moti y el río Chota, ambos con nacientes en las partes a tas del d s r to Estos ríos, junto con var as quebradas estac onales fortalecen el s stema hídrico local durante la temporada de uvias, fac l tando a recarga de os suelos y el drena e natural del re ieve montañoso Más a á de su función práctica e r o Moche es ructura e pa saje del d s r to y representa un componente c ave de equi ibrio eco óg co de terri orio
Río Motil
E río Mot l es un afluen e de río Moche que atraviesa zonas puntuales del d s r to de Agal pampa y destaca por su curso estrecho y pendiente pronunc ada. Su caudal depende princ pa mente de las l uvias lo que o convierte en un río de rég men es aciona . A o largo de su recorr do forma pequeñas quebradas y aporta humedad a os sue os cercanos, favoreciendo la vegetación natura de as aderas y zonas de pastoreo.
Río Chota
E r o Cho a es un curso de agua de menor amaño que nace en as partes a tas de distr to de Aga lpampa, desde zonas montañosas que acumulan agua de luv a y escorrent a. Su caudal es es aciona y se ac iva pr ncipa mente duran e los meses húmedos Aunque su extensión es imi ada, cump e una función mportante en el drena e natural de territorio, a imen ando quebradas y contribuyendo a r ego de pequeñas áreas agrícolas cercanas a su recorrido.
Las princ pa es intervenc ones h paisaje es dec r os e ement que modif can transforman o fa del terr tor o. se agrupan categor as esenc a es que re l desarro lo de nfraestructura adaptación a entorno rura y mo zona.
Uno de os aspectos más desta vías y cam nos que const tuye vertebra de a conectiv dad terr del distr to, a carretera as sign ficativa es a que enlaza lo José Ba ta y Cushp orco, propor superf c e estable y duradera q tránsito vehicu ar y el transporte esta red se suma una mportant caminos af rmados y trochas aproximadamente 86 rutas que os caser os con la cabecera d vías, s b en no poseen u pavimen ada, han s do aprimad compactada o mater a granula un tráns to constante aunque vu embates de c ima espec a men temporada de luv as.
de mayor envergadura es la al pampa–Ju cán, con una oximada de 15.2 a 15.6 a ruta depar amental comenzó n 2012, aunque ha enfrentado en su e ecución. Diseñada r g do de concreto, t ene como t zar una mayor durab l dad ciones cl mát cas adversas. E ó benef c ar directamente a s tantes y como par e de su ncluye muros de contenc ón, est das, a cantari las y a , lo que represen a una s ormac ón de pa sa e natura a as neces dades de tránsito as v as princ pa es, e d strito or rochas menores, caminos y accesos rura es, os cua es comun cación entre centros Cayamus, Carata, La Flor da, entre otros Estos senderos, o rúst co, son v ta es para e personas, ganado y productos mantenimiento y uso cons ante s recha re ación entre la a y su entorno product vo.
M RADORES E INTERVENC ONES HUMANAS
En el terr tor o de Moti , os e ementos antrópicos conforman una red de ntervenciones humanas que reve an an o los esfuerzos por adap arse al entorno como los ntentos por impulsar e desarrol o oca . Estas nfraestructuras y espac os construidos responden a necesidades cu turales product vas y recreat vas, nsertándose en un paisaje rura de fuer e arra go comun tar o.
Lejos de ser a enos al terr tor o, estos elementos se in egran con la geografía y las dinám cas soc a es de a pob ación, re lejando modos de habitar que combinan tradic ón gestión oca y aprop ación de espac o.
Mot l ha s do escenar o de n c at vas que han dejado hue a en el terr tor o: espac os para la ce ebrac ón rel g osa, proyectos product vos vinculados a la p sc cu tura, m radores naturales y centros de recreación ami iar Estas intervenc ones no so o cump en funciones práct cas o económicas, sino que forta ecen los v ncu os comunitarios y la dent dad colec iva. Su ex stenc a es resultado tanto de esfuerzo de los pobladores como de ciertos apoyos nsti uciona es, y configuran una car ogra ía s gnif cat va en e tej do fís co y simból co de a zona.
LEYENDA:
V v endas del Pueb o Agal pampa
do a aprox. 3 300 msnm. Juega un pape al ya que cada 1 de mayo se ce ebra a l adic onal “florecimiento” un even o so y fes ivo donde os pob adores suben
sfrutar de vistas panorámicas de val e. Quisday
o Psicicola de Mot l do en el caserío de Mo i a unos msnm es una nfraestructura c ave para c cul ura en e d strito de Agal pampa. inales de los años 80, el centro se ha idado como un referente para la cr anza cha arcoír s en la sierra norte del Perú
do a pocos metros del camino pr nc pa ne Agal pampa y Mot , ascend endo por s hasta un punto e evado c aro Es a se encuentra aproximadamen e a cas msnm or de Motil
o turístico “E Edén” al za a as afueras del caser o de Mot l, ed o de col nas suaves y rodeado de ación and na Cons ste en un conjunto reas verdes adaptadas para el cim ento fam l ar.
“El Edén”
Aga lpampa presenta una divers dad c imát ca influenc ada pr ncipalmente por su a ti ud y rel eve Su cl ma es predom nantemente temp ado, aunque var a según as d stintas zonas geográ icas de distri o. En general se iden if can cuatro ipos cl máticos.
En a par e ba a y a gunas zonas intermed as de Aga lpampa se presenta un c ima sem seco con nv erno seco y temp ado, caracter zado por una marcada estación seca y temperaturas med as que osc lan entre os 14 °C y 18 °C. Las precipi aciones en esta zona son moderadas, con reg stros anua es que rondan os 500 a 800 mm, concentradas principalmente entre los meses de dic embre y marzo
Otro sector del distr to presen a un c ima sem seco con humedad y temp ado, con mayor presenc a de nubos dad y luv as que superan os 900 mm anua es. Aqu , a humedad re at va es más elevada y as temperaturas se mantienen temp adas con una med a que fluc úa entre los 12 °C y 16 °C.
Semiseco con invierno seco. Templado
Lluvioso con otoño e nvierno secos. Temp ado
Sem seco con humedad.
Lluvioso con otoño e invierno secos. Frío
En las zonas más elevadas se encuentra un cl ma uv oso con o oño e nv erno secos, temp ado, donde a temperatura promedio desc ende a va ores en re os 10 °C y 14 °C.
Las precipitaciones son recuentes durante la pr mavera y e verano, y superan os 1000 mm anua es, lo cua favorece e desarro lo agríco a de altura.
F na mente, en os sectores más fríos de d strito se presenta un cl ma uvioso con o oño e nv erno secos, fr o, con temperaturas medias anua es que pueden bajar has a los 8 °C, y luv as que también superan los 1000 mm. Estas áreas se caracter zan por su mayor a titud y por presentar noches considerablemente fr as durante buena parte de año.
Es a var edad cl mática hace de Agal pampa un distr to con condic ones amb enta es d versas, lo que repercute tan o en la act vidad agríco a como en os pa rones de asentamiento humano.
LAS ZONAS CRÍTICAS
DEBILIDADES
En e d strito de Aga lpampa, nc uyendo sus caseríos se pueden ident f car d st n as zonas cr t cas y condic ones del territorio que presentan r esgos sign fica ivos para el desarrol o y la segur dad de a pob ación.
Estas zonas están marcadas por su expos ción geográf ca, acceso im tado, a ta de nfraestructura, degradac ón ambiental, o que agrava sus cond c ones de v da.
Deb lidades:
Carencia de infraestructura bás ca:
v viendas autoconstru das s n res stenc a adecuada a s smos o luv as.
Escasa organizac ón terr torial ocupación
d spersa, falta de plani icac ón en e uso de suelo ausencia de zon ficac ón c ara.
Pobreza estructura : ba o nive educat vo, empleo precar o, dependenc a de a agr cul ura.
L m tado acceso a sa ud y educación: posta méd ca sin equipamiento, escue as con infraestructura de iciente, o s n cont nuidad en nive es superiores
A slam ento entre caseríos: debi idad en a art culac ón territorial, escasa conect v dad en re cen ros poblados.
LLUÍN
Zona crítica: Todo el sector se encuentra cerca a quebradas act vas, presenta a ta vu nerabi dad an e hua cos, desprendimientos y fenómenos geod nám cos
CARATA
Zona crítica: Franja ubicada sobre quebradas estac ona es (a sur de caser o), donde viv endas y cu t vos es án cercanos a cauces act vos.
SALPO
Zona cr t ca: Sectores agríco as y v viendas ub cadas en suelo inestable y con pendiente bastante alta, r esgo de desprend m ento.
MOTIL
Zona crítica: Zona al a de caserío (sector noroeste), donde predominan v viendas dispersas en aderas con pendiente pronunciada.
AGALLPAMPA
Zona crítica: Sectores de expansión urbana nforma hac a e este y sur, s n p an f cación y en zonas de pend ente rregular.
MOTIL
LAS ZONAS CRÍTICAS
AMENAZAS, VULNERABILIDAD Y R ESGOS
AMENAZAS
Las pr ncipa es amenazas en Aga lpampa prov enen de fenómenos naturales y c má icos, estrechamente igados a su geogra ía acc dentada y su cl ma prop o de a s erra l berteña. Entre el as destacan os des izamientos de t erra, huaicos, s smos, l uvias, granizadas, heladas y sequías Las quebradas activas, como as que atraviesan zonas como Lluín Carata y Sa po, aumentan e pe igro durante la temporada de luv as, pues ac ivan f u os de odo que arrasan cul ivos, v v endas e inc uso v as de acceso
VULNERAB LIDADES
Aga lpampa presenta múl ip es vulnerabi idades estructura es, sociales y económ cas La poblac ón v ve, en su mayoría en v v endas autoconstru das con mater ales como adobe, quincha o p edra, s n cr ter os técnicos ni normas ant sísmicas. Muchas de estas casas se ubican en pend en es pronunciadas o cercanas a quebradas, zonas que deberían estar restringidas.
A esto se suma a dispers ón geográ ica de os caser os y centros pob ados o que dif cu ta a atenc ón rápida en casos de desastre y imi a a presencia efect va del Estado. La fa ta de v as en buen estado y de transporte cons an e agrava esta situación, espec a mente en temporada de l uvias, cuando muchas zonas quedan aisladas. Además a escasez de centros de sa ud bien equipados serv c os básicos y oportunidades educat vas profund za la vu nerabi dad de la pob ación frente a eventos natura es o emergenc as
RIESGOS
La in eracción entre amenazas natura es y vu nerabi idades humanas da lugar a un a to n vel de r esgo en todo el distri o. En temporada de luv as, las zonas más expuestas sufren ais am ento por ca da de hua cos o derrumbes, interrump endo caminos, d ficu tando e transporte y e acceso a centros de sa ud Los cu tivos pueden perderse en cues ión de horas, y muchas fam l as quedan ncomunicadas o s n sustento. La al a de una gest ón de terr tor o p anif cada y prevent va, as como la deb idad instituciona para mplementar po ít cas de reducc ón de r esgo, hace que a respuesta ante desastres sea lenta y l m tada.
LA GESTIÓN DE RESIDUOS
RESIDUOS SÓLIDOS
La ges ión de res duos en el distri o de Agal pampa es á a cargo de a munic pa dad distr ta , que brinda el servic o de l mpieza púb ca med an e un camión compac ador
Este vehículo rea iza recolecc ones princ pa mente en e centro pob ado pr ncipa y algunas oca idades cercanas Sin embargo muchos caser os no son atend dos de manera regu ar, lo que obl ga a los pob adores a gest onar sus residuos de forma informal recurr endo a la quema ent erro o acumulac ón en espac os abiertos.
Como par e del s s ema de d sposic ón inal
Agal pampa cuen a con un botadero
“Llamobamba”, con una superf c e de 0.28 hectáreas. Este sit o, registrado of c a mente ante e MINAM, es adm n strado por la municipa idad A pesar de e lo, el botadero carece de cond ciones técnicas adecuadas no cuen a con cercado per métrico sistema de mpermeabi izac ón n cobertura d aria de os res duos. Debido a estas de iciencias, ha s do inclu do en el Inventar o Nac onal de Áreas Degradadas por Residuos Só idos (OEFA 2022), ya que representa una fuente ac iva de con am nac ón del sue o y un potencial r esgo para la sa ud públ ca.
La Mun c pal dad Distr ta de Aga lpampa ha levado a cabo campañas pun ua es de imp eza y ha d s r buido contenedores en algunos centros pob ados, como e de Chota, con e propós to de me orar e mane o de res duos sól dos y reducir os puntos crít cos de acumulac ón. Estas intervenc ones han s do d fund das principalmente a través de su pág na of cia en Facebook, donde tamb én se promueven mensa es de sens b l zación sobre a impor anc a de cu dado de entorno y la imp eza del d strito. No obstante, dichas campañas se rea izan de manera esporádica, s n un cronograma de inido n mecan smos de segu m ento técn co que aseguren su cont nu dad o efec ividad a argo p azo
Bo adero “L amobamba”
Camión compactador
Pun os de l egada del Cam ón
Puntos no atendidos
Agallpampa
Motil
Carata
Chota
San Vicente
La Morada
COS
En e distr to de Agal pampa, la act v dad agr co a genera una cant dad considerable de residuos como ho as, tal os, raíces, cáscaras y otros restos de cosecha. En la mayor a de casos, es os res duos son quemados d rectamen e en os campos, prác ica que se ha vue to común entre os agricu tores, a pesar de sus impac os nega ivos en el amb en e y a salud. Otros residuos s mp emente se dejan sobre e sue o o se incorporan s n cri erios técnicos, desaprovechando su potenc a como mater a orgán ca.
RES DUOS AGR COLA
S b en a gunos pob adores reut izan estos residuos como a mento para an ma es o os mezc an con est érco en corra es, no existen s stemas organ zados de composta e ni programas mun cipales que promuevan su valorizac ón de manera técn ca y sostenida.
La ges ión de es os res duos se real za de forma empír ca, sin capacitac ón, sin criter os san tar os y sin seguim ento por parte de au oridades locales o nst tuciones agrar as. Esta al a de apoyo imita el aprovecham ento product vo de estos ma eriales que podrían convert rse en abonos orgán cos y forta ecer la agr cu tura local de forma sostenib e
RESIDUOS AGRÍCOLA
En cuanto a os res duos orgánicos, la pob ac ón rural de Agal pampa, ut iza e es iérco y restos de com da, cáscaras de frutas, verduras y residuos vegeta es domésticos como insumo agríco a como abono para sus cu t vos. Es a prác ica, de arga trad c ón, se rea za de orma emp rica y sin contro sani ario, ya que no existen s stemas organizados de compostaje Aunque representa una forma básica de aprovecham ento, e mane o nadecuado de es os residuos puede generar prob emas de sa ubridad y afectar a ca idad del suelo y e agua.
En a gunos sectores de distri o, se han promovido práct cas sostenibles a través de programas externos como FONCODES y Haku W ñay, los cua es han interven do en caser os como Cho a, San Pedro Alto, César Val e o, La Morada y San Vicente La Unión. Estas n cia ivas han perm tido a instalac ón de huertos fam l ares, composteras artesana es, coc nas mejoradas y módu os de producción de abonos orgánicos como compost y biol. Sin embargo, su alcance s gue s endo l mitado y foca izado, ya que dependen de acompañam ento écn co externo y no forman parte de una estra eg a distr ta general zada
En e perf urbano de centro pob ado de Mot l está conformado princ palmente por v v endas y es ructuras antiguas, siendo una de sus tipo ogías predominan es a tradicional o
na iva de a misma s erra de Perú, v v endas a base de adobe generalmente de dos pisos de altura. Aunque en a vía Los Ánge es se puede observar la g es a, en comparación con a vía Santa Emi ia donde se encuentra a posta.
En es e per i urbano del cen ro poblado de Mo i , la t polog a más presente es a vivienda y aunque el mater a más usado en as ed f cac ones de dicho pueblo es el adobe, en este perfi se puede observar que hay presenc a del uso de materia nob e como concreto o has a nc uso la ceramica en algunas edif caciones, aunque es as aún son escasas.
PERMEABILIDAD TRANSPARENCIA
La a tura de edi icación por lote, hab endo visto tres per i es de pueblo de Mo i , se puede conc u r que en su mayoría, por no decir en todo el pueb o se cuenta con una a tura máx ma de 2 n ve es por ote, siendo en a guna excepciones de un n ve en e caso de a pos a o a g esia. Aunque también hay viv endas de 1 n vel pero en menor proporc ón.
CENTRO POBLADO DE MOT L
CASERÍO DE AGALLPAMPA
En e perf l Urbano del caser o de Aga lpampa se aprecia la viv enda t p ca de adobe, genera mente, con entrepisos re orzados con v gas de tronco de euca pto y ba cones
E terreno es rregular, teniendo pendientes reduc das y pronunciadas en d ferentes sectores de poblado, generando que a población adopte varias estrateg as construct vas.
LAS TIPOLOGÍAS TRADICIONALES
En el centro poblado de Moti , ub cado en e distr to de Agal pampa, se conservan aún diversas tipo og as arqu tec ón cas trad c ona es que re le an a dentidad y la memor a construct va de a zona and na de norte de Perú. Estas ed f cac ones, son elaboradas por la m sma comun dad, con técn cas ancestrales y ma eriales prop os de entorno, y no so o responden a as necesidades de uso, s no que también ref e an una ógica espacial coherente con la forma de v da comuni aria de la zona.
Una de as t pologías más frecuen es es la v v enda rura trad ciona , a cua destaca por su estructura de madera de euca ipto, muros de adobe y techos a dos aguas. Esta ed ficac ón en su mayor a, cuenta con dos nive es, y un balcón, siendo un elemento común en cas todas las casas de poblado Este balcón cump e funciones tanto de descanso como de v g lancia, conectando e nterior con e pa saje circundante El techo a dos aguas perm te una adecuada evacuac ón de agua de l uvia y da ugar a espac os nteriores a tos y b en vent ados
URAL
La segunda ipo og a correspond de pob ado, cuyo diseño busca carácter de espacio co ect vo Compar e e techo a dos aguas c an erior pero su esca a es mayor con una cubierta alta qu interior amp io y solemne. A d fe v viendas la g es a no posee b presenta pi o es en a entrada, que eleva y erarqu za el acceso, punto de trans ción entre o c y sagrado. La planta de a g esia cuenta con un ingreso fronta que dir ge d rectamente a a tar, favorec endo la organ zac ón itúrgica del espac o.
La ercera t po ogía trad ciona es a casa hac enda, hoy adap ada como hospedaje para los v s tantes de Mot l. Su d seño conserva a monumenta idad y a s metría propias de este tipo de ed f caciones. En a segunda p anta resal a por su techo elevado y a dos aguas o que perm te mayor ampl tud y vent lación en los ambientes superiores. Aunque ha sido remode ada recientemente, la ntervención respetó os princ p os de diseño or gina , así como las técn cas y mater a es tradicionales.
DE INTERVENCIÓN | 207
CASA HACIENDA
LAS TIPOLOGÍAS TRADICIONALES
Las viviendas tradic onales de caser o de Mot , son construidas princ palmente con e método de adobe, una técnica ancestra transm t da de generac ón en generación En primer lugar, se elaboran los adobes, que son bloques hechos de una mezcla de t erra, paja y agua. Es a mezcla se homogeniza p sándola o uti izando herram entas manuales, uego se v erte en mo des l amados “ adoberas ” para dar forma a os bloques, estos se dejan secar al sol entre 2 y 3 días en posic ón hor zon al tras lo cua se coloca de ado para cont nuar su secado durante 2 o 3 días ad ciona es.
Una vez preparado los adobes, se rea iza e trazado del terreno, del m tando con ca as dimens ones exactas de a construcc ón Para a cimentación, se excava e suelo a una profund dad adecuada y se re lena con piedras, barro y o ros mater ales locales que perm ten crear una base só da y resistente Poster ormen e se evan an os muros empleando los adobes y ut l zando barro como mortero Durante este proceso se van de ando aberturas para as puertas y ventanas, los cuales estarán rema ados con dinte es de madera que perm tirán distr bu r me or as cargas
PRIMERA ETAPA
Del mitac ón y excavación: se traza e erreno con cal y se excavan las zanjas.
Cimentación: se re lenan las zanjas con piedras, barro y materiales oca es.
Construcción del primer nivel: se levantan muros de adobe con barro, de ando vanos con din e es de madera
CUARTA ETAPA
Colocación del entresuelo: se ins alan vigas de madera, carr zo o caña, y una capa de barro o tab ones como p so
Construcc ón del segundo nivel: se levantan los muros super ores con el mismo s stema de pr mer piso
Para cons ruir un segundo nive , en caso de que la viv enda o requiera, se coloca pr mero el entresuelo. Este se rea iza d sponiendo v gas de madera resistentes como soporte es ructura pr ncipal sobre as cua es se co ocan carr zos cañas o ramas en rete idas que forman una base cont nua. Encima de esta es ructura, en muchos casos, se ap ica una capa de barro que se compacta y n vela para generar una superf cie só ida sobre a cua evantar el sigu en e n ve . Sin embargo, en algunas v v endas, el piso del segundo nive se de a con tablones de madera expuestos sin ap icar barro, lo que perm te un acabado más igero y una construcción más rápida.
Ejecución del techo: se arma una estructura de madera de eucal p o y se cubre con carr zo, barro y tejas de arci la
Una vez definida la base de entrep so, se construyen os muros del segundo nive s gu endo el m smo proceso que en el primer piso ut izando adobes asentados con barro y de ando los vanos correspond en es.
F nalmen e, e techo se ejecuta con una es ructura de madera a dos aguas, conformada por vigas nc inadas que descansan sobre os muros y una cumbrera centra . Esta estructura se cubre con carr zo o caña, barro y inalmente ejas de arci la coc da Este sistema pro ege ef cazmente la v v enda frente al cl ma local y refuerza su dent dad arqui ectónica trad ciona .
La casa hacienda del caser o de Mot ha s do rec entemen e reconstru da por los prop os pob adores, sigu endo técnicas trad ciona es y empleando mater a es oca es, en concordancia con a identidad construc iva de a zona A gual que en as viviendas trad c ona es, el proceso n c ó con la excavac ón del terreno para la c mentac ón
Esta se ejecutó u i izando piedras, barro y otros mater a es naturales que perm ten formar una base firme y resistente, adap ada al suelo del ugar.
Una vez comp etada a c mentac ón se proced ó a evantar e primer n ve mediante muros de adobe, cuidadosamente asentados con barro como mortero. Durante este proceso, se dejaron os vanos correspondientes para puertas y ventanas, os cuales fueron rematados con d nte es de madera de euca pto proporcionando es ab l dad estruc ura en as aberturas
Además a o largo de per metro y en pun os es ratégicos de a viv enda, se fueron co ocando troncos de madera que ac úan como co umnas de refuerzo, ayudando a distr bu r as cargas ver ica es y brindando mayor estabi idad a la estructura en su conjunto.
PRIMERA ETAPA
Del mitac ón y excavación: se traza e erreno con cal y se excavan las zanjas.
SEGUNDA ETAPA
Cimentación: se re lenan las zanjas con piedras, barro y materiales oca es.
TERCERA ETAPA
Construcción del primer nivel: se levantan muros de adobe con barro, de ando vanos con din e es de madera
CUARTA ETAPA
Colocación del entresuelo: se ins alan vigas de madera y de concreto en os muros, carr zo o caña, y una capa de barro o tablones como p so.
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QUINTA ETAPA
Construcc ón del segundo nivel: se levantan los muros super ores con el mismo s stema de pr mer piso
Poster ormen e, se construyó e entresuelo, una etapa que marca una d ferencia impor ante respecto a as v v endas más comunes de caser o. S bien se ut l zaron mater a es s m lares como madera, caña y barro, también se ncorporaron v gas de concre o como refuerzo con e ob et vo de mejorar la res stenc a estructural y a durab l dad de conjunto. Esta combinación de técn cas trad c ona es con elementos modernos responde a a neces dad de conservar el est lo oca s n comprome er la seguridad de la ed ficac ón
SEXTA ETAPA
Ejecución del techo: se arma una estructura de madera de eucal p o y se cubre con carr zo, barro y tejas de arci la
Luego se levantó el segundo piso sigu endo e mismo procedimiento que en el pr mer n ve , uti zando adobe y manten endo las técn cas trad c ona es de al neación, ap cac ón de mortero de barro y conformación de vanos rema ados con dinte es de madera. Durante es a etapa tamb én se ncorporaron e ementos de refuerzo como co umnas de madera para asegurar la estabi idad estructura del conjunto. F nalmen e, se construyó el techo con una armadura de madera, cubierta con te as de arc l a, manteniendo así el sistema trad ciona de cubier as. Este acabado no solo garant za una adecuada protección frente a as cond c ones c imát cas, sino que también refuerza la iden idad arqu tectón ca de la casa.
La glesia del caser o de Mot l ha s do rec entemen e reconstru da por los prop os pob adores, empleando materiales locales y técn cas rad c ona es que ref e an a dent dad constructiva de la zona A gua que en as v v endas de lugar, el proceso comenzó con a excavac ón de erreno para a c mentac ón
Esta se rea izó u i izando p edras, barro y otros mater a es naturales d sponibles en e entorno, lo que perm tió conformar una base f rme y adecuada a as condiciones de sue o Una vez inal zada a cimentación, se procedió a levantar los muros de ún co nive de la g esia, uti zando bloques de adobe asentados cu dadosamente con mortero de barro.
Durante la construcción, se de aron los vanos para puer as y ven anas los cua es fueron rema ados con dinte es de madera de euca ipto para asegurar su estabi idad y res stenc a estructural. As mismo, se ncorporaron troncos de madera como co umnas de refuerzo en puntos c ave de períme ro, con e fin de me orar la d s r buc ón de cargas y brindar mayor so idez a la ed ficac ón Esta ntervención, rea izada con es uerzo comunitario, conserva a esencia arqu tectón ca del ugar.
PRIMERA ETAPA
Del mitac ón y excavación: se traza e erreno con cal y se excavan las zanjas.
SEGUNDA ETAPA
Cimentación: se re lenan las zanjas con piedras, barro y materiales oca es.
TERCERA ETAPA
Construcción del primer nivel: se levantan muros de adobe con barro, de ando vanos con d n e es de madera en la par e de la achada se mejoró con ladri lo cocido.
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CUARTA ETAPA
Colocación del techo: se nsta an v gas de madera de euca ipto, y uego se coloca as p anchas de fibrocemento
QUINTA ETAPA
Acabados: El acabado que y ene es a p ntura que resalta a importanmcia de a edif cación.
Poster ormen e, se procedió a a construcción de techo, ya que la g es a es de un so o n ve .
La techumbre se resolv ó con una estructura de madera, cub erta con planchas ondu adas de ibrocemento gr s, un mater a iv ano y res sten e que br nda protección fren e a as luvias y a c ima de ugar, representando una so uc ón práct ca y acces ble para la comunidad
En cuanto a a fachada, esta fue intervenida por os pobladores como parte del proceso de me ora de a ed f cac ón. Se uti izó ladri lo coc do como ma erial de refuerzo para reemplazar parte del muro or g nal, con e fin de me orar su res s enc a y durabi dad. F nalmen e, se ap có un acabado de p ntura sobre a super icie, o que perm t ó renovar su magen ex erior sin perder del todo a relación con los mater a es trad ciona es. Esta ntervención, aunque ncorpora e ementos modernos, mant ene e carácter comun tar o y s mból co de edif cio, conservando su mportancia como espacio de encuentro y cohesión soc a en e caserío.
MATERIAL
DAD - VIVIENDA E IGLESIA
Para a construcc ón de viviendas
trad c ona es en e caser o de Mot se u i izan princ pa mente ma eriales locales y naturales se eccionados por su disponibi dad, bajo mpacto ambienta y adaptación a en orno. E adobe, hecho de ierra, agua y paja, es e princ pa ma erial para os muros. Su elaborac ón artesana perm te obtener bloques
res sten es y térm cos dea es para el cl ma de a s erra. La pa a, proven ente de cult vos oca es, se mezc a con a t erra para mejorar a cohes ón y ev tar grietas.
E barro cumple una función impor an e como material de unión entre adobes y como
reves imiento superf c a , grac as a su plas icidad fác l apl cación y propiedades ais antes. La p edra, ex raída de m smo territor o se uti iza por su resistencia y durabi ida. La madera de euca ipto, cult vada en a reg ón, es empleada por su buena res stenc a mecánica, l gereza y dispon b l dad. Se usa en estructuras horizonta es y vert ca es, y puede ser reut l zada en futuras construcciones. Por últ mo, as e as de arci a coc da e aboradas de forma artesana , protegen as v v endas de as uvias y camb os térm cos y aportan una es ét ca coheren e con la tradic ón oca .
ADOBE
MADERADE EUCALIPTO
PIEDRAS Y BARRO
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TEJASDE ARCILLA
LADRILLO CALAMINAGRIS
IGLESIA
VIVIENDATRADICIONAL
La g esia de Moti ha sido construida princ pa mente con muros de adobe, siguiendo as écn cas tradiciona es de la zona. El techo es a compuesto por una armadura de madera de eucal pto, e egida por su res stenc a y dispon b l dad oca , sobre a cua se nsta aron rec entemen e planchas de fibrocemen o gris de ipo ondulado que prote e adecuadamente el inter or rente al c ima siendo una opción igera económica y duradera.
PINTURA
Con el paso de tiempo, os pob adores decidieron me orar la estructura, interviniendo princ pa mente en la fachada. Parte de esta fue reemplazada con adri lo cocido, un mater a más res stente que el adobe y adecuado para soportar a ntemperie Luego se ap icó un acabado de p ntura que renovó por comp eto su magen ex erior, dándo e un aspecto más un forme, l mpio y ac ua izado. Esta ntervención no solo buscó reforzar la es ructura, s no también d gnif car un espacio s mból camen e importante para a comun dad, que representa un punto de encuentro y ce ebración co ect va. E uso de mater a es más duraderos en a fachada permite conservar la edif cación por más tiempo sin perder de todo su identidad trad ciona
LAS TIPOLOGÍAS TRADICIONALES
MATERIAL
La nueva Casa Hac enda de Moti responde a una ógica construct va pro undamente arraigada en las práct cas vernáculas de la s erra and na. Su materia dad pr ncipa es e adobe u i izado para levantar los muros portantes de ambos nive es. Es e mater a , hecho a base de t erra, agua y pa a, ha sido históricamente valorado por su capac dad térm ca, permit endo in eriores frescos durante el d a y cá idos por la noche.
La base de a v vienda está reforzada con piedra de lugar asentada con barro lo cua otorga estabi idad a la estructura y una conex ón directa con e terreno. Es e zócalo pétreo protege a os muros de la humedad y de desgas e natura producido por la l uvia, una estrateg a tradicional de durab l dad que se mantiene v gente E barro actúa como mortero, pero tamb én es ut l zado en os revoques inter ores y exter ores, dejando muchas veces una extura rústica que refuerza e carácter auténtico de la ed f cac ón. Esta decis ón cons ructiva no solo tiene sentido funciona , sino también s mbó ico: representa el v ncu o directo en re la v vienda y la t erra
TEJASDE ARCILLA MADERADE EUCALIPTO
ADOBE
CONCRETO
En cuanto a a estructura hor zon al e entrep so es de concreto armado, s endo uno de los pocos e ementos modernos incorporados en a construcción. Su uso responde a a neces dad de re orzar la estabi idad de segundo nivel, sobre todo en una zona sísm ca, s n alterar s gnif cat vamente el enguaje arqu tectón co trad ciona Esta combinación entre técn cas trad ciona es y e ementos contemporáneos permite un equ l br o entre permanencia y actual zac ón, asegurando a habitab l dad sin romper con la estét ca n e s s ema construct vo heredado.
La cub erta es á conformada por una estructura de madera de eucal pto, un recurso forestal local ampl amente ut l zado en la zona debido a su res stenc a y rápido crec m ento. Enc ma, se co ocan e as andinas de arci la coc da que comp etan la vo umetría c ásica de las casas serranas, con techos inc inados que perm ten el escurrim ento de agua. La e ecc ón de estos ma eriales no solo responde a cond ciones c imát cas espec ficas, s no también a una vo un ad de preservar a magen h stór ca de la hac enda
SOSTENIB LIDAD DE LOS ED F C OS
La igles a de Mot l, constru da con muros gruesos de adobe, cuenta con una i uminación natural im tada, prop a de as ed f cac ones rad c ona es andinas. Las aber uras son pocas y pequeñas, ub cadas en lo a to de los muros aterales, lo que permite la entrada de luz de manera nd recta y tenue. Esta i uminac ón sobr a aporta una atmósfera in rospect va y recogida, acorde con la función esp r tual del espacio. S n embargo, durante c ertas horas de día a or en ación de la ig es a perm te que a gunos rayos de so ingresen y generen contrastes marcados sobre as superf cies de barro, rea zando su textura y profundidad.
En cuanto a la vent lac ón, el s stema es comple amen e pas vo Las pequeñas ventanas altas y as puertas de doble hoja actúan como puntos de ingreso y sal da de aire, creando corr en es cruzadas cuando están abiertas. No ex s en s stemas mecánicos de venti ación, por lo que la frescura de inter or depende de a nercia térm ca de os materia es: el adobe regula la temperatura interior, man en éndo a fresca inc uso en días calurosos
PROYECTO Y PROYECT STAS
E presente proyecto arqu tectónico p antea a creación de un Comp e o Mul ifunciona Rural en el caser o de Moti , d strito de Agal pampa, provinc a de O uzco, reg ón La Libertad Surge como respues a a la neces dad de contar con un espac o comunal que ar icu e tres funciones esenc a es para el forta ec m en o soc a y a mejora de a cal dad de vida en contextos rura es: al mentación, formac ón y recreación.
La propuesta responde d rectamente a as voces y necesidades expresadas por os prop os hab tantes de caserío, quienes mani estaron la fa ta de espac os que fomen en a par icipación co ect va y el encuentro en re generac ones. Frente a un contexto marcado por la dispers ón y a l m tada interacción comun taria, e proyecto busca conver irse en un lugar de unión, ident dad y cu dado compartido. Más al á de una s mple n raestructura, se p antea como un espacio vivo ab erto a as d nám cas del entorno capaz de acoger tanto act v dades cotidianas como ce ebraciones comun tar as. De esta manera, se pretende for a ecer os v ncu os soc a es y rev ta izar e sen ido de pertenenc a entre los habitantes
López Pesantes Rosa Ar ana Cr st na
Rojas Acosta, Ana Be zabe h
CASERÍO DE MOT L
Antes de cualquier in ervenc ón f sica, el terreno donde hoy se proyecta e comp e o mu t func ona ya cump ía un ro signi icat vo dentro de la vida cot d ana del caser o de Mo i , aunque de manera no ofic al ni reconoc da ormalmente. Su condic ón de espac o abier o, sin cercos n de imi aciones c aras, o convert a en un lugar acces b e para todos, espec a mente para os n ños Al carecer de espac os públ cos diseñados para el juego, los n ños encontraban aquí una opor un dad natura para correr, trepar y jugar entre a t erra sue ta y as pend entes prop as de paisa e and no E lugar operaba así como una extens ón de hogar y de entorno, donde lo lúdico surg a con total bertad.
Este uso infanti de espacio ev dencia una neces dad real de recreación. E hecho de que el juego suced era ahí, sin mobi iario, s n in raestructura, demuestra e grado de apropiac ón comuni aria que exist a hac a el terreno. Más a lá de su carác er “vacío”” desde una m rada formal e lugar ya ten a una func ón soc a c ara ofrecía un respiro en el d a a d a Esta aprop ación prev a es c ave para entender la sensibi idad con la que debe abordarse cualqu er intervenc ón fu ura.
Para e amente a ese uso lúdico espontáneo, el erreno tamb én sosten a activ dades product vas mpu sadas por el a calde de caser o Dado que as ierras per enecen a Minister o de Educac ón (MINEDU) y no t enen un uso asignado de manera of c a , se aprovechaban para a s embra de cu t vos de subs stenc a y la cr anza de anima es como parte de una ges ión comuna . Lo recaudado por estas ac ividades era destinado a cubrir necesidades básicas de las escuelas oca es, tales como material escolar reparaciones menores o apoyo de cua quier ipo
Por tanto, a intervenc ón no par e de un vac o, s no de un espac o eno de sen ido y prácticas comunitarias. Las preex s enc as, tanto údicas como produc ivas, dan cuen a de un terri orio vivo ú i y quer do, que ya responde a as necesidades oca es pese a su precar edad f sica. El proyecto reconoce y se apoya en estas dinám cas preex sten es, no para sustituir as, sino para dotarlas de me ores cond ciones, reforzar su va or s mból co y ampl ar su a cance. Así e comp e o mult funciona se p antea como una continuac ón natura de o que la comun dad ya hacía suyo, respetando la memoria de ugar y potenciando su ro soc a s n mponer una lógica externa n a ena.
En el caserío de Mo i ex ste un espac o asignado forma mente a c ub de madres, pero sus cond ciones actuales son precarias: es reduc do, mal equ pado y no cuen a con los recursos necesarios para desarro lar act v dades de forma continua Las mu eres se reúnen ocas ona mente cuando las c rcunstancias o permiten, pero e ugar no ofrece confor ni herramientas adecuadas para mpu sar activ dades productivas, educat vas o comun tar as. Esta imi ación ha hecho que el espacio permanezca subuti izado y que muchas inic at vas queden truncas por la fa ta de apoyo, mobi iar o bás co o simp emente por no contar con un en orno d gno y func ona para permanecer.
E comedor aparece como una necesidad urgente más que una opc ón complementar a. No se trata únicamente de un ugar para comer, s no de un sopor e para sos ener a rut na de muchas mu eres que cocinan colec ivamente o preparan a imentos para a comun dad. La fa ta de un amb ente equ pado imp de que estas act vidades se rea icen de forma digna, sa udab e o cont nua, y convierte un po enc al de organ zac ón y cuidado en un esfuerzo d sperso y precario.
Actua mente e comedor no so o es insuf c ente en amaño, sino que tamb én imp de que la comun dad o sienta como un espac o suyo Muchos vec nos han de ado de asist r porque no se s en en b envenidos o porque e amb ente no es perm te permanecer con comod dad. Esta s tuac ón afec a sobre todo a quienes más dependen del serv cio: madres con n ños pequeños, adul os mayores y jóvenes que buscan par icipar o colaborar, pero no encuentran un entorno d gno ni ab erto para hacerlo. El lugar, más que un r, termina a s ando a quienes más o necesitan.
Por eso, e proyecto busca transformar la exper enc a de comedor, no solo amp iándolo, sino devo v éndo e su valor como punto de encuentro cot diano. Más a lá de atender una neces dad funciona , se quiere constru r un lugar que perm ta compart r, escuchar y ser escuchado. Que comer ahí no sea so o un acto práct co, s no tamb én una oportunidad para recuperar vínculos, recibir apoyo mutuo o s mplemente estar acompañado. Un espacio as puede convert rse en sostén frente a as desped das que muchas fami as enfren an Tamb én puede dar pie a nuevas inic at vas sociales o educat vas que partan de encuentro más bás co: sentarse untos a la mesa
E erreno de ntervención se ubica en el caserío de Mot l, ubicado en el d strito de Aga lpampa, prov ncia de Otuzco, región La L bertad, Perú. Mot l se encuen ra en la s erra l ber eña, a más de 2,800 m s n.m., en un contex o rural andino caracterizado por una geogra ía acc dentada, con v v endas d spersas y espac os comunes de uso lex b e
E área selecc onada para a ntervención corresponde a un erreno de uso educat vo, pertenec ente a M nisterio de Educación del Perú. Se encuentra en una pend ente pronunc ada, a pocos me ros de la p aza principal de caser o, o que e otorga una ub cación estratég ca y acces b e para a poblac ón Este espac o, orig nalmente dest nado a f nes ormativos, se conv erte en e punto de part da para el desarrol o del complejo mul ifunciona rural, una propuesta que ar icu a unc ones educat vas, recreativas y al mentar as en benefic o d rec o de a comun dad. La ntervención busca ntegrarse a entorno sin alterar su vocac ón or g na , po enc ando su uso a ravés de una arquitec ura sensible a lugar. De este modo, e proyecto propone un espacio funciona , accesible y en diálogo con a v da cotidiana
LASFLORES
LASFLORES SANPEDRO
LASFLORES
GONZALESPARDO
SAN PEDRO
E área tota de erreno dest nado a proyecto es de 5 284 me ros cuadrados, de im tado por un per me ro de aprox madamente 280 metros l neales Estas dimens ones permiten desarrol ar una propuesta arqui ectónica que respe a as caracter sticas topográf cas del lugar y ofrece sufic en e espac o para a bergar de manera articulada os tres componentes principales del comp e o mult func ona : el comedor comun tar o, el área de capac tación y el espacio recreat vo. La extensión del terreno perm te, además, considerar futuras amp iac ones o adaptac ones según as neces dades camb an es de la comun dad.
ÁREA POR CONSTRUIR
El ingreso al terreno se rea za a través de una vía de piedra que perm te tanto el acceso peatonal como veh cular. A egar se encuentra un pequeño espac o de bienven da acond cionado con una banqu ta y vegetac ón nat va, pensado como una zona de trans c ón entre e pueblo y el proyecto. Este punto funciona como un espac o de encuentro o espera, que rec be a los usuar os antes de n c ar el recorr do hac a as nsta aciones.
Desde este pun o, el recorrido hac a e proyecto continúa mediante un descenso suave que aprovecha a topograf a natura de terreno Se ha rea izado un l gero trabajo de desl zam ento de t erra para reduc r la sensac ón de pendiente, faci tando as e desp azamiento de personas de todas las edades s n la necesidad de intervenc ones agresivas. Este trayec o se ntegra con e paisaje y conserva e carácter natura de ugar, conectando de manera f uida e acceso con las d st n as áreas de proyecto, ya sean educa ivas, recreativas o comuna es. E descenso se suav za con elementos de p edra y vege ación que gu an e recorrido. As , se ntegra con e entorno sin a terar la topogra ía
Los niños y óvenes que acuden a comp e o encuentran un entorno que va más al á de a recreación o a al mentación. Para e los, a plaza y e área recreaciona representan una opor un dad para explorar, aprender y desarro larse en comun dad. Pueden part cipar en uegos o ac ividades vinculadas con el cuidado del entorno natura , como en las zonas de agricu tura o ganadería Estos espac os no solo estimu an su crec m ento fís co y cogn tivo s no ambién su comprensión de trabajo co aborat vo, del cuidado por o v vo y de a producc ón como forma de vida.
APRENDER JUGAR
INVESTIGAR SENTARSE SOCIALIZAR COMER VENDER
Los adu tos encuentran en el comp e o un centro de n egrac ón y de impu so para sus activ dades cot d anas. El área de of cios es permite capaci arse, in ercambiar saberes y encontrar nuevas ormas de sus en o. La zona de venta les brinda un pun o de exh bic ón y comerc o para sus productos, reforzando su autonom a económ ca y conex ón con a comunidad Además a plaza, el comedor comunal y otros espac os permiten momentos de descanso, conversación y toma de dec siones colect vas, forta eciendo as e te ido soc a .
EDUCACIÓN RECREACIÓN ACCESO DIGITAL DESCANSO INTEGRACIÓN ALIMENTACIÓN COMERCIALIZACIÓN
Las madres de am ia ha lan en este espac o una red de apoyo que les permite atender tan o a sus hi os como a sí m smas. Pueden compartir responsab l dades del hogar con otras mu eres, nvo ucrarse en los ta eres de of c os o part c par en act vidades de la zona agr cola y ganadera, donde sus conoc m en os son tamb én va orados. Los entornos seguros como la p aza o e área recreat va perm ten que sus hi os estén ocupados y cu dados m entras el as trabajan, descansan o se vinculan con otras madres. De este modo, e complejo responde a sus mú t p es ro es, reconoc endo su labor inv s b e y o reciendo a ternat vas para forta ecer su independenc a, autoestima y sent do de comunidad.
Las personas en condición de vulnerab l dad encuentran en el complejo un entorno inc usivo donde no son espectadores pas vos sino parte esencial del func onam ento co ect vo. Pueden partic par en activ dades product vas adecuadas a sus capac dades, contr bu r desde su exper enc a y encon rar espac os accesibles donde compartir, a mentarse y descansar. El comedor, a p aza y las zonas de aprendiza e están pensados para brindar es d gn dad, conex ón soc a y sen ido de per enencia.
NIÑOS JOVENES ADULTOS MADRES DE FAMILIA VUNERABLES
E presente proyec o surge a part r del reconoc m ento de las preexistenc as in ormales que dan forma a a vida co id ana en e caser o de Mot l Lejos de mponer una estructura ajena a terri orio, esta propuesta busca iden if car, forta ecer y digni icar aque las ac ividades que los prop os pobladores ya desarrol an de manera espontánea A través de d seño del Comp e o Mu ti unc onal Rura “Ladera V va”, se plantea una nfraestructura f exible que se adapta a contex o y a las d nám cas oca es, ofrec endo espac os donde estas prácticas puedan evoluc onar s n perder su esenc a comuni aria.
La programac ón arqu tectón ca se organ za a part r de se s zonas ar icu adas entre s . En primer ugar se encuentra la zona de aprend zaje, enfocada en a ransm sión de saberes mediante ta leres, b b ioteca y sa as para act vidades forma ivas Le s gue la zona de recreación se ubica en con acto d recto con e pa saje, n egrando áreas verdes, bancas bajo sombra y espac os úd cos para niños y adu tos.
Luego, se encuentra la zona común func ona como espacio central de encuentro y convivenc a, con comedor, cocina y lugares para el diálogo ntergenerac onal. Tambien se cuenta con la zona de fer a product va, pensada como un espacio d nám co donde os pobladores pueden exh b r y vender os produc os e aborados en sus tal eres, generando un intercamb o económ co y cultural que fortalece su dent dad. La zona administrat va, donde se ub can los espac os de gest ón coord nac ón y a macenam ento de comp e o. F na mente, la zona de servic o nc uye os equipamientos básicos como baños, duchas, tóp co y áreas de apoyo.
Cada uno de estos espac os responde a neces dades reales de ectadas a través de un trabajo de campo en a comun dad. De esta manera se conf gura una arquitec ura que no reemp aza lo ex sten e, sino que o refuerza y organ za, reconoc endo a r queza de te ido soc a y el va or de entorno rural como generadores de vida comunitar a
La concep ua izac ón del proyec o parte de reconocim ento de perfi urbano y rura de pueblo de Mot l cuyas característ cas cons ruc ivas y espac ales han gu ado decisiones clave de d seño. Uno de os e ementos más representat vos de caserío son sus escaleras de p edra ntegradas naturalmen e en as pend entes de terreno, perm t endo e ascenso sin neces dad de estruc uras pesadas. Esta lóg ca se retoma en e proyecto, donde e recorrido pr ncipa se p antea como una ser e de tramos suaves, respetando la topograf a y ut l zando a tierra como base s n alterar su con iguración.
Asimismo, el diseño adopta princ p os forma es presen es en la t pología arqu tectónica local Las v v endas de Mo i suelen estar organ zadas con balcones que miran hac a el pa saje, generando conex ones visuales con el entorno y promov endo la nteracc ón con e exter or. Esta dea se tras ada a proyecto mediante espac os ntermedios que además de func onar como áreas de descanso y contemplac ón, re uerzan el v ncu o del usuar o con el pa saje rural de Mot l
Los techos a dos aguas con te as tamb én han s do un referente mportante en la propuesta, no solo por su función de pro ecc ón ante las luv as recuentes en la sierra sino también por su valor s mbó ico y esté ico. Su nclusión permi e que e proyecto d a ogue visualmen e con e resto de caserío y que se perc ba como una extens ón coherente del te ido urbano ex stente. Este gesto no busca repl car formas de manera l teral, sino re nterpretar as con mater a es y técn cas actua es sin perder su esencia.
Por ú t mo, a vegetac ón que se aprecia siempre en el paisa e como os árboles de eucal pto y el uso rad c ona de a t erra — tanto ganadero como agr cola se mant enen como parte esencia de proyecto. Lejos de desp azar estas prác icas, la propuesta as integra como parte del aprend za e, ya que a escuela es á pensada como un espacio donde se enseñan y valoran os saberes locales Las zonas product vas se conservan y se art culan con espac os pedagógicos a a re l bre, perm iendo que os es ud antes aprendan hac endo, en con acto d recto con el en orno que es es fam l ar.
ZONIFICACIÓN
E proyecto se organ za en torno a una p aza de encuen ro comuni ario, entendida como el núc eo art culador de comp e o. Esta p aza no solo cump e funciones de trans ción y orientac ón espacial, sino que ambién promueve la cohes ón socia al ser un espac o ab erto accesible e inc us vo, donde conf uyen los diferen es usos del con unto. Su diseño ntegra mater a es locales y vege ación nat va, respetando a topografía y permit endo una mplantac ón armónica con el pa saje. Se conf gura como una p ataforma de act v dades comun tar as que da ident dad y sent do de pertenenc a a los usuar os.
La zona de aprend zaje se plantea como un espac o f exible para a formac ón en o icios y activ dades product vas oca es, respondiendo a una necesidad concreta de desarro lo persona y económ co. Se ubica en un punto estratégico cercano a a plaza, faci i ando su acceso, pero tamb én con cierta autonom a para perm tir concentrac ón y cont nu dad de as dinám cas educat vas Su morfolog a modular permite adaptar e uso según demanda, inc uyendo au as tal er, espac os de demostrac ón y ambientes para in ercambio de conoc m entos.
Zona
La zona comuna , donde se ubican el comedor y espac os de reun ón, está pensada como un punto de convergencia social que trasciende la unc ón al mentar a. Se ampl a la lógica del comedor trad c onal para ncorporar espacios que prop cien la conv vencia diar a a part cipación activa y el apoyo mutuo La disposición de los amb en es garan iza acces b l dad un versal, vent ación cruzada, y aper ura visual hacia la p aza, permi iendo que las activ dades se ext endan hac a e espacio exterior cuando se requiera. Es una zona c ave para fortalecer el te ido social y atender s tuac ones de emergencia a imentar a o san tar a.
Las zonas administrat va y de serv c os se ubican en un extremo del con unto, perm iendo un funcionamiento ef ciente sin interfer r en a d námica comun tar a. La zona adm n s rativa cont ene of c nas, a macenam en o y espac os de coord nac ón de programas, mientras que a zona de serv cios alo a módulos sanitarios, manten m en o, almacenamiento técnico y apoyo og st co Ambas se ntegran forma mente al conjunto med ante vo úmenes senc l os, acces b es, pero claramente d ferenciados, garan izando el orden func ona del proyecto sin a terar su carácter abierto n su ntegrac ón al en orno rura .
CASERÍO DE MOT L
La distribución del proyecto responde a una lóg ca func onal y contextual que organiza el espac o en tres fran as princ pales. A a izquierda se ubica la escue a rural donde se concentran as aulas, tal eres productivos y el audi orio. Es a zona está pensada como el núc eo educat vo, con circu aciones nternas que permiten e desp azamiento entre amb entes de manera protegida y ef c ente. La relación entre es os espacios es d recta c ara y adap ab e a las d nám cas de enseñanzaaprend za e prop as de una escuela en contex o rural.
En el centro de con un o se encuentra a p aza pr nc pa , un espacio ab erto que actúa como corazón de proyecto. Este espac o art cula todos los usos y fomenta a convivencia, el descanso y el encuentro. Frente a la plaza se ub ca la zona adm nistrativa que nc uye ofic nas, b b io eca y serv cios higiénicos. Esta pos c ón central fac l ta e contro y a superv sión de todo el complejo, y perm te ambién una transición fluida entre las zonas educat vas, recreativas y productivas.
A a derecha del proyecto se desarrol a una zona de feria y comerc a izac ón, donde se venden os productos que los estud antes cult van o e aboran como parte de su formación. Esta área se p an ea como un espac o sem abier o y f exible, dea para activ dades comunitarias y even os. Junto a e la se encuen ra un parque de uegos para n ños, d señado como un espac o lúdico y seguro que responde tanto a los estud antes más pequeños como a as fam l as que v sitan e lugar.
La c rculac ón hor zontal conecta estos tres sec ores de manera con inua y acces ble, adaptándose a a pend ente del terreno con gradas suaves y recorr dos acompañados por vege ación Esta organizac ón permite una lectura c ara de conjunto, omenta el uso comun tar o de espacio y refleja el en oque pedagóg co ntegra del proyecto, donde aprender produc r y compart r están completamen e ntegrados.
ESPACIALIDAD Y CIRCULACIÓN
La c rculac ón vertical del proyecto se resue ve med ante una serie de gradas que se adaptan cuidadosamente a la opograf a natural del terreno. Estas escaleras conec an de forma d recta y cont nua todos os sec ores del con un o arqu tectón co, desde la parte super or, donde se ubica a zona educat va, hasta os espacios infer ores, que albergan el parque nfant l y el área de fer a. El d seño no impone estructuras arti iciales s no que se apoya en la pend ente ex sten e, perm t endo un recorrido f u do y coherente con el entorno. Las gradas permi en el desplazam ento vertica , y tamb én ordenan os d ferentes n veles y sus usos Cada tramo conecta con una p a aforma func onal d st n a , hac endo que e ránsi o entre espac os se dé de manera na ura y sin interrupc ones abruptas.
A d ferenc a de soluc ones más invasivas, como rampas o muros de contención, estas escaleras se ntegran a terreno como parte de pa saje constru do. Se pr or za una trans c ón progres va entre nive es, con descansos visuales y secuenc as de recorridos que respetan la esca a del usuar o y e carácter rural de con exto.
SISTEMA ESTRUCTURAL Y MATERIALIDAD
PROCESO CONSTRUCTIVO
E proceso construct vo de proyecto mult funciona desarrol ado en e caser o de Moti se ha ejemp ficado a través de una de sus edif caciones, ya que todas as construcciones de comp ejo siguen el mismo s stema. En pr mer ugar, se rea iza a excavación de terreno con el ob et vo de preparar a base donde se asen ará a estructura, n velando y adecuando e sue o para garant zar una c mentac ón estab e A cont nuación, se e ecuta a cimentación ut l zando p edra, un mater al que, además de ser prop o de a zona, ofrece buena resistencia y durab l dad, especialmen e frente a a humedad.
Segu do a el o se procede con el levantam en o del piso y os muros Para os muros se ha optado por adr l o de arc l a cocida, dado que el proyec o con empla dos n veles y este mater a presenta mayor resistencia estructura que el adobe, el cual no sería adecuado para cargas mayores. Las columnas se han constru do en concreto armado para reforzar a estab idad de a ed f cación, y os vanos, tanto de puertas como ventanas, se han trabajado con madera de eucal pto, aprovechando su res s enc a y d spon b l dad en a zona
DE P EDRA
Una vez culminada la estructura ver ica , se coloca el esque eto de madera que conforma la es ructura del techo. Esta estruc ura permite una adecuada d stribución de cargas y sirve de base para a nsta ación del s stema de cub erta. F na mente, se co oca un techo a dos aguas con tejas de arci la cocida, el cua responde tanto a cr ter os estéticos como unc onales, ya que fac l ta el escurr m ento del agua de l uvia, protege a ed f cac ón y me ora su ntegración con el entorno rural este sistema construct vo busca no so o responder a as necesidades func onales del comple o s no tamb én adaptarse al contexto local, aprovechando mater a es de entorno y técn cas tradic onales comb nadas con soluc ones estructurales que garant zan segur dad y durabi idad en e tiempo Además, e proyecto inc uye techos amp ios y ba cones que mant enen a esenc a de a arqu tectura tradic onal andina, re orzando a ident dad cu tural de ugar y generando espac os acogedores y funciona es para a comunidad.
CIMENTACIÓN
MUROS DE LADRILLO
ESQUELETO DE MADERA
TECHO DE TEJAS
VENT LAC ON E LUM NACIÓN
E proyecto ha s do concebido con una espec a atención al asoleam ento y a vent lación natural aprovechando al máximo las condiciones c imá icas de entorno. Todos los ambientes se lum nan muy b en durante el d a grac as a a ncorporación de ventanas a tas y vanos ampl os, ub cados estratég camente para permit r e ingreso generoso de uz na ura . Esta dec s ón no so o mejora el confort v sua , sino que ambién reduce el consumo energét co al m n m zar a neces dad de lum nac ón arti icial.
Además de perm tir e ngreso de uz, estas aberturas han s do pensadas para garan izar una vent lac ón cruzada constante en os espac os educat vos, adm n s rat vos y comun tar os. Al tener vanos en muros opuestos y techos a dos aguas que aci i an a renovac ón del a re ca iente, se logra mantener os amb entes frescos y sa udab es a o argo de d a, adaptándose al c ima serrano de manera pas va.
Todos os espac os de proyecto cuentan con estas cond ciones de ven i ación e i uminación, sin excepc ón. Inc uso un ambiente que inicialmente presentaba poca i uminación por estar parcialmen e enterrado fue resuelto med ante la ncorporación de aper uras super ores con celos as, que permiten la entrada de luz difusa y e f u o constante de aire. Estas celos as unc onan como i tros que protegen del des umbramiento d recto, a m smo tiempo que garant zan a vent lac ón necesaria
En conjunto con as decis ones proyec ua es, la forma y ubicac ón de cada volumen tamb én han sido pensadas para no generar sombras entre s y perm tir que a luz natural l egue sin obs ácu os a todos os espac os. La disposición de os ambientes en plataformas escalonadas, siguiendo la pend en e del terreno, favorece que inc uso os nive es in eriores reciban buena i uminación. Además, os vanos no solo cump en una func ón ambiental, s no ambién espacial y perceptiva perm ten v stas hac a e pa sa e, crean uegos de luz in erior y aportan una sensación de amp tud esencial en un entorno educativo y comun tario
Centro de Usos Mixtos de Centro de Usos Mixtos de Centro de Usos Mixtos de
PROYECTISTAS:
Fél x Manuel Jr. Chuqu poma Garc a Marc a Gabrie a Monta vo Yar eque
DESCRIPCIÓN DE LA PROPUESTA:
E Centro de Usos Mixtos de Mot l se en oca en br ndar capaci ación a personas de cua qu er edad sobre las act v dades productivas que real zan en la zona. Comp ementariamente se propone a creación de ta eres artíst cos, de aprendiza e c entíf co, habi idades en TISG e imp ementac ón de espac os públ cos y de recreación que convivan con estas funciones.
La propuesta responde a la neces dad de una conso idada infraestructura educat va que brinde as herramientas para poder prosperar como comunidad impu sando a os óvenes y adultos a sobresal r.
E proyecto se configuró respe ando as trad ciones e iden idad arquitec ón ca de a zona conservando rasgos de ma erial dad, espac a idad y elementos característ cos y v ncu ándose fuer emente con e cu dado del entorno pa saj stico.
NUESTRAS REFLEXIONES
MARC A:
“Los paisajes nforma es son aque os que han s do constru dos expon aneamen e por parte de la misma pob ac ón sin intervenc ón de un arqu tecto, estos pa sajes sue en estar caracter zados por encontrarse en zonas con una población o suf cientemente unida como para mplementar con sus prop as manos un espacio arqu tecton co e cua se convier e en paisa e cuando conv ve con su contexto nmed ato el cua puede ser verde, desertico h dr co, rual o incluso totalmente urbano.”
MANUEL:
“Los pa sajes n ormales son ecos s emas art f c a es o natura es que surgen espontáneamente, con una gran riqueza simból ca y po enc al Surgen fuera de la norma iva, pero apor an a la construcc ón de una dent dad a ugar ”
Según los da os recaudados med an e a técn ca como e fotovoz de os habitantes y fotograf as extraídas en lugares a edaños, se puede observar una notable fa ta de acceso a la educación técnica o especial zada lo que ob iga a la poblac ón en edad de estudiar a m grar a ugares más urban zados como O uzco o Truj l o.
Además, el porcentaje de jóvenes que pueden acceder a es as oportun dades es muy reduc do, s endo que la mayoría se queda en el caserío o se ded can a activ dades pr mar as. Al entrev s ar a a calde se ogró consta ar e deseo de mplementar módu os dest nados para la educac ón, en un terreno de Minister o de Educac ón que se dispone para ta es f nes lo cua se convirt ó en un oco de nterés para la propuesta.
Menciona también que la producc ón y ut l dad generada por la ganader a y agr cultura espontánea en d cho erreno se ut l zan para e me oramiento manten m ento y abastec m en o de a mentos de os centros educativos de Mot l, en bene icio de os estudiantes.
ACTIVIDADES INFORMALES Ganadería
Recreación infantil informal
Según recopi aciones fotograficas se ha pod do observar como a uventud mot l na especia mente la poblac ón mascul na se ded can a traba os pesados para os cua es no es necesar o un t tu o o una cons anc a de educación super or ya que estas habi idades son adqu ridas de generac ón en generac ón de una manera nforma y sin ntervención de un maestro espec al sta.
Es o a su vez puede causar que se creen deas erroneas sobre como se deben real zar d chas ac ividades
Tamb én se observó cómo a n ñez mot l na no t ene un lugar para apprender fuera de la escuela o sea carecen de a leres o cursos que los ayuden a e erci ar su mente, y esto a su vez genera que os n ños mo i inos carezcan de c erta agudez nte ectua como la que podr a ob ener un n ño de c udad cr ado con los retos ntelectua es necesarios
Por lo tan o, a no haber un ugar donde sucedan es as act v dades, a pob ac ón se ve obl gada a real zarlas de manera informal o ncluso real zar una m gración pos b emnte permanente a la ciudad.
E terreno se encuentra en el cen ro pob ado de Mot l, especi icamente en un área exc us va para el uso educat vo, ya que pertenece netamente a m n s erio de educac ón. Es e terreno está dest nado para futuras cons rucc ones como institutos tecnologicos y centros que ayuden a fomen ar a educación y e pensam ento cr tico de los hab tantes.
E terreno en total abarca a rededor de una hectarea y media, el cual esta d l m tado por un espeso y rondoso bosque de eucal ptos
E terreno total se encuen ra en una oend ente aprox mada de 30 56° de inc inación, siendo esta una pend ente o sufic en emete pronunciada como para dar c erto grado de d ficu tad a acceso mismo del terreno en si.
La pequeña parte se ecc onada del terreno marcado de co or rojo mide un aproximado 30mx60m, es o s n nc u r los amb en es que se p anean conservar como un área dest nada netamente para e uso y a ap icac ón de as ac ividades de agricultura y ganadería
E conjunto edif cator o está compuesto por c nco ed fic os d s in os que se comp ementan entre sí, en endo dist ntas áreas cada uno.
Cada ed f c o es de una so a p anta, con var ac ones en as cubiertas y un tratam ento de ncruste - desprend miento de terreno.
E pr mer ed fic o (N1) iene un área de 240 m con un per me ro de 62 m; e segundo ed f c o (N2) tiene un área de 472 5 m y cuen a con un per metro de 87 m. El establec m ento 3 (N3), un área de 324 m y un per me ro de 72 m 2 2 2
Por su parte e ed f c o O t ene un área de 266.34 m y un perímetro de 65.5 m y el ed f c o E, un área de 459 m y 88.29 m de per metro. 2 2
ADULTOS NIÑOS
JOVENES DPERSONASCON ISCAPACIDAD
EDUCACIÓN
TRABAJO
En es e Centro de Usos Mu t p es os jovenes, n ños adultos y personas vulnerab es encuentran un lugar de confort y alegr a ya que este conjunto ed fica orio no solo está or en ado ne amente a o educat vo, s no tamb en se expande a ser un centro de recreación y social zación.
Este lugar cuenta con estac onam entos, zona para hacer ca isten a, uegos recreativos y una zona tranqu la central como p azza que engloba a todo el conjunto.
Aunque claro s n dejar de lado lo educat vo, tamb én cuenta con ta leres como agr cultura, ganadería y pesca, nglés, computac ón y de c enc as comunes como fís ca. química y biolog a.
Este cen ro iene como f n mpulsar aún más la educación en Mo i y por ende evi ar a m gración de a pob ación joven en etapa academ ca superior
APRENDER SOCIALIZACIÓN COMPRA Y VENTA DIVERTIRSE TRABAJAR
JERARQUÍA
ZONA DE FORMACIÓN CULTURAL (468 6 m )2
E Centro de Usos Mixtos de Mot l cuenta con un to al de seis zonas: Formación Cu tura , Art s i ca Cu tura , Adm n strat va, de Ganado, de Serv c os y f na mente con área l bre
EDUCACIÓN INTEGRACIÓN COMERCIO RECREACIÓN TRABAJO
ZONA ARTÍSTICA CULTURAL (120 m )2
ZONA DE GANADO VACUNO (221,5 m )2
ZONIFICACIÓN ZONA ADMINISTRATIVA (68 m )2
LIBRE (360 m )2
ZONA DE SERVICIOS (161,1 m )2
CONCEPTUALIZACIÓN
ESTRATEG AS PROYECTUALES
En un pr ncipio el d seño fue pensado para solo 3 edi icios, 2 de dos p sos y uno, el centra , de un solo p so, pero al momento de rea izarse un estud o para ver a adecuada i uminación y vent lac ón se observó que al ser un espac o hundido, es e carec a de ambos o cual im taba mucho su uso.
Por tanto se dec d ó convert r aque los 3 ed f c os en 5 ya que al ser un terreno ampl o no hab a imitac ones por el espac o esto ayudo a que se d agramara mucho me or os temas de acondic onam en o amb enta y a su vez tamb én me orar a c rculac ón.
A ser un terreno con una pend ente cercana a 30°, ue necesar o hacer uso de a arqu tectura tectón ca y es reotom ca, v endose esto en e hecho de que el ed fic o está enterrado y a su vez algunos ed f c os se encuentran sobre p lotes.
Todas as zonas fueron pensadas para satisfacer as neces dades de los usuarios de Mo i , por lo que esté edif cio de usos mixtos es una propuesta dist nta, elaborada espec ficamente para sacar a relucir as habi idades y forta ezas de os mot l nos.
MÓDULOSDECUBERTA
CONCEPTUALIZACIÓN
AS PROYECTUALES
Se cons deró una estructura modular, con columnas de tronco de euca pto que se asientan o hincan e terreno para elevar os volúmenes, combinando ambas estrateg as construct vas Alrededor de as columnas, se diseñó una ba sa de madera sobre a cua reposan os tab ones de entrepiso, con ormando el sue o de os vo úmenes propuestos
Para a cub erta se ideó una ba se de menor dens dad, ya que esta es más l gera Cump e la unc ón de suportar el peso de la cub erta y de estabi izar la estructura apor icada, manteniéndola rígida.
Para ensamb ar y sostener las te as, se propuso una estruc ura ndepend ente para los techos. Cons a de viguetas y correas que envuelven a base de la cubier a y perm te manipu ar a geometr a de a m sma, ya que se mantiene siempre el criterio estruc ura en su d seño
ESTRUCTURADELA CUBERTA
VGASPARAASENTAREL TECHO
CORREAS
ENTREPSODETABLONES DEMADERA
COBERTURADETEJAS TRANSPARENCAS
VGASESTRUCTURALESDE GRANRESISTENCIA
MOBILAROYESPACOS ORGANZADOSPORMÓDULOS
TRONCOSDEEUCALPTO
TRANSPARENCAS
COLUMNAS VGASY MUROSALINEADOS
VGASDEREFUERZOEN LUCESAMPLAS
Los cerram en os se a inean a os e es que ordenan las co umnas, d s r buyendo el peso d rectamente en el as o cercanas a las vigas pr ncipa es. En los ramos donde no es pos b e co ocar co umnas deb do a a nterrupción de espacios, se refuerzan con vigas robustas para soportar la carga que supone una mayor uz l bre Es importante considerar es os aspec os ya que a propuesta de diseño debe ser v ab e y pos b e de constru r, o que aci ita enormemente a ejecución de un proyecto
En este caso, se aprovecha un recurso abundante de la zona, e árbo de Eucal pto, para u i izarse en a estructura y acabados.
CERRAMENTODE MAMPOSTERACONADOBE
De esta forma no só o se ogra una alta e iciencia es ruc ura y unc onal de la propues a, s no que ambién mantiene la homogene dad construct va y e respeto hac a e contexto paisa st co en e que se emp aza, pues mantiene una profunda conexión con la naturaleza e nsp ra equ l brio.
En el Cen ro Cu tural se plani icó a proximidad de los espac os de equ pam ento y áreas comunes en e ngreso del recinto para acoger e inv tar a recorrido de os usuar os. Propio del desnive , estos ambientes se encuentran en a parte más elevada del proyecto y conectan hac a os módu os donde se desarro an as act v dades format vas
Se procuró ubicar el SUM y os tal eres complementar os en uno de los módulos más cercanos a la vía de acceso Por otra par e, los ta leres que se enfocan a las act v dades productivas agríco as y ganaderas se acoplan con el establo, que funciona como centro de práct cas
Mediante la d spos c ón de los módu os s guiendo un eje axia se pretende fac itar os accesos en una zona de gran pendiente, ya que perm te e p anteamiento de un recorrido l near y s n n errupc ones
ESTACONAMENTO
TALLERCOMPLEMENTARO
ARTESPLÁSTICAS
ZONAS PRINCIPALES
ARCHIVO
GUARDIANA
SALADEMANTENMENTO CUARTODEMÁQUNAS
PLANOS DE DISTR BUCIÓN POR MÓDULO
Ambos módulos constan de un vestíbu o princ pal que conectan con todos os ambientes de manera organ zadora. Los ingresos se encuen ran en la par e lateral in erior, en ambos casos, donde los rec be un espac o de transición ampl o.
Se propuso vanos de ipo parasol regu ab es, para a i uminación y vent ación que el espac o requiere, hechos con la madera de euca ipto de Mo i , al gual que todos os elementos de carpinter a.
La disposición de os módulos habitab es es de forma ortogonal para fac l tar el recorr do y la func ona idad arqu tectón ca, distribu dos según zonas compat b es: empaquetando os espac os administrat vos y os de mantenimiento.
Los serv cios h g én cos se encuentran en una zona accesible, pero se mant enen discretos dentro de la ed ficac ón. Se procuró tamb én ncluir cub culos grandes para personas con discapacidad y a presencia de un tóp co para atender as pos bles urgenc as de salud de los usuar os.
EDIF C O DE LABORATORIOS (O) EDIF C O DE ACTIVIDADES MIXTAS (E)
E ed fic o de los aborator os consta de un labora orio de fís ca, b o og a y qu m ca, que poseen una barra a era en dispos ción de L con sla o en U para aci i ar el desarro o de las ac ividades práct cas propias de as ma erias
E vest bulo de ngreso es amp o, ofrec endo un espac o sem abierto y una transición suave de exter or a inter or, faci i ando tamb én la vent lac ón e lum nac ón que requ eren estos espac os.
E edi icio de activ dades m xtas t ene un acceso med ante el ba cón manten endo as trad ciones cons ructivas de Mo i , dando acceso al vestíbu o genera que, a gua que el SUM, puede ser uti zado para eventos locales.
Se comp emen an espac os de cafetín y atención, as como amb entes para activ dades pas vas como a lec ura o tal eres de ar es plásticas, que comp emen an a func onal dad del Centro Mixto.
LABORATORIO DE BIOLOG A
PROLONGAC ÓN
ANCLAJE VIGA A COLUMNA
ANCLAJE
ANCLAJE DE COLUMNAS
ANCLAJE DE COLUMNAS
umna
uctura asentada
de
Made a de euca p o con recubr m en o an p aga MURO
Recubr m
an
- an p aga
PUERTA DOBLE HOJA
Made a
euca p o con acabado barnizado
TRONCO DE EUCAL PTO
ento
humedad
V GA ESTRUCTURAL
CUB ERTA DE TEJA
TABLONES DE MADERA
Euca p o con acabado en ba n z po u e ano
Los vanos ampl os y los espacios de accesos permiten e ngreso de v en o, e cual f uye a través de los pas l os y e ha l de cada ambiente, d stribuyendo aire l mpio
E espac o generado por a cubier a perm te que e a re v c ado de os amb entes escape de manera vert cal y sea desp azado por as corr entes que se generan debido al efecto chimenea. Además, os muros de adobe aís an térm camente os espac os, imp d endo que aumente a sensac ón de fr o o ca or según la temporada
La i uminación se produce a través de os vanos y e ratamiento de cubier as con transparenc as a los costados, donde se fi tran los rayos so ares para lum nar os ambientes alejados de a gún vano por estar ub cados de orma semi enterrada.
Una vaca lechera produce aprox madamente
80 ibras de es ierco por día, eso en endo en cuen a de que en el rec nto hay como mínimo 10 vacas, se estar an produciedo al rededor de 800 l bras de est ercol diarios. Como propuesta a esta problema ica se ha sugerido imp ementar un pozo de compostaje que a su vez también se tomar a como unn tal er complementar o an o de ganadería como de agr cultura.
E compost extra do se uti iza como abono para os cu tivos en los andenes, os cua es a su vez cont enen a imen o para as vacas.
Por tanto esto se hace un c c o benefic oso para el centro de usos mixtos de Moti ya que .genera al as gananc as.
A ser aproximadamente 360kg de compost producidos diar amen e, para solo 6 andenes es una cantidad super or, por o que se dec de vender e excedente para obtener gannanc as tanto como para e coleg o primar o como también para e centro de usos m x os.
VACAS LECHERAS
E proyec o propone el uso de seis andenes de cu tivo para exp icar la agr cultura con fines educat vos S endo una de as propuestas de sembr o e ma z y e r go, dos de os cerea es más sembrados en Agal pampa.
A su vez esto tamb en es usado para generar gananc as que pos eriormente serán der vadas al centro o a os co eg os, dado que esta mater a pr ma es bastan e comerc a por su der vado conoc do como harina.
También se propone mplementar como e e centra y art cu ador al árbol de euca ipto que a pesar de estar presente en los alrededores, tamb en se tomo en cuenta que esté presente como e e un f cador y central de la p aza del con unto.
S endo estos elementos vegeta es, el maiz y el tr go a su vez e emen os princ pa es del al mento de ganado ya que a ser cerea es son una exce ente fuente de al mento por su contenido de proteína, energía y f bra que o componen.
Por o que la opción de cu tivo de estos cerea es t ene dob e benefic o.
08 08 EL PROYECTO EL PROYECTO
CENTRO CULTURAL Y CENTRO CULTURAL Y CENTRO CULTURAL Y
E proyecto del centro mu t func ona educat vo y cu tura en el caser o de Mot l nace como una respuesta integral a las imitac ones existentes en educac ón, recreac ón y formación técnica. Actualmente, Mo i solo cuen a con cen ros educa ivos bás cos, por lo que los jóvenes deben sa ir de caserío para cont nuar su formac ón La propuesta busca crear un espacio ab erto a toda la comun dad, donde se art cu en a educación a ternat va, la capac tación técnica a expresión cultura y la recreación. Incluirá tal eres para todas as edades y promoverá ofic os locales como la agr cultura, ganadería, piscicu tura y tala de euca iptos, incorporando práct cas sos en b es.
En o cu tural y deport vo, el cen ro ofrecerá espac os versát es para e arte, a música, la danza y e juego, fomentando e aprend zaje práct co, el ntercamb o de saberes y e forta ec m ento de tej do social Más que una in ervenc ón a slada, se p antea como una extens ón de las d nám cas de ugar, in egrándose al paisa e med ante una arqu tectura adap ada a rel eve y construida con mater a es locales, en favor de desarro lo colect vo.
Los paisa es in ormales son aquel os ormados de manera espontánea s n p an f cacion of c a , estos ref e an a v da cot d ana y d námicas soc a es de sus habi antes".
"Los pa sa es in orma es eve an as neces dades adap ac ón a en orno y as formas de hab tar de a comun dad"
PEÑA ORTIZ Erickson Giovanni
ACERO RODR GUEZ, Erika N coll
MAPEO DE PREEXISTENCIAS INFORMALES
GANADERÍA
IGLESIA
PLAZA DE MOTIL
ESCUELA PRIMARIA MOTIL
CASA HACIENDA
PREEXISTENCIAS INFORMALES
Las d námicas informa es que se dan en e terreno ev denc an una aprop ac ón natural de espac o por par e de a comun dad, y fueron e punto de partida para el desarro lo de proyecto Le os de ser un espacio vac o, e lugar en pendiente ya tenía un uso ac ivo: por un lado, era escenario frecuente de uegos in an i es, dándo e un carácter espontáneo de recreación; por otro, parte de terreno se ut l zaba para s embra y crianza de vacas, cuya producción abastece a las escue as locales. Sin p anif cación forma , el lugar ya cumpl a unc ones educat vas, product vas y soc a es dentro del caser o.
Estas preex stenc as no se en endieron como obstáculos, s no como seña es claras de as neces dades y capacidades de lugar. La observac ón d recta, as conversac ones con los pob adores y el reconocim en o de estos usos perm tieron comprender que no se trataba de proyectar desde cero sino de forta ecer lo que ya estaba ocurriendo de manera na ura . Así, la propues a parte de lo existente y busca acompañar o con in raestructura adecuada.
La neces dad de un centro educativo surgía de una demanda concre a: la a ta de espacios donde continuar los estudios tras la secundar a, a ausenc a de tal eres u opc ones forma ivas para óvenes y adul os, y e deseo co ect vo de tener un espacio común para compar ir y reforzar saberes prop os de terr tor o
A el o se suma a ex s enc a de o icios product vos como a tala de euca ipto la piscicu tura de ruchas y a agricu tura tradic onal Estas activ dades, sin embargo, se desarro lan s n acompañamiento técnico n formac ón en sostenibi idad y sin vinculac ón con procesos educativos, lo que reforzó la urgenc a de un espac o donde aprender ntercambiar y mejorar estas práct cas sin ale ar as de su contexto local
Por todo esto e proyec o no busca mponer un equ pamiento a eno, sino responder a un sistema de usos ya presente que necesitaba ser forta ec do El centro mul ifunciona se plantea como una plataforma que formal za e uego de la nfancia, amp ía as oportunidades educa ivas y conecta las act vidades product vas de caser o con procesos de aprendizaje técn co y cultura . Así, la ntervención se basa en la idea de continu dad: no reemp azar o que ya existe sino darle estructura, permanenc a y proyecc ón en e t empo.
MOTIL
AGALLPAMPA
UBICACIÓN DEL CASERÍO MOTIL RESPECTO A AGALLPAMPA
ACCESIBILIDAD AL TERRENO
E terreno dest nado a a ntervención presenta una ub cación estratég ca dentro de caserío en re ación con la estructura urbana existente Aunque se encuentra sobre una pend ente moderadamente empinada, su cercanía a a p aza centra o conv erte en un punto acces b e den ro del contex o oca
Desde a g esia, que es un referen e espac a importante en Mot l, se toma un camino descendente que en pocos minutos conduce direc amente al terreno. El recorrido es corto, lo cual represen a una ventaja s gnif cat va para e acceso co idiano, especia mente considerando que muchas personas se desp azan a pie en la zona.
E camino que leva al terreno ya es ut l zado con frecuenc a por los pobladores y aunque no es á comp etamente formal zado, se encuentra claramente marcado y perm te e paso tanto peatona como de vehícu os l geros. Esta preexistenc a v a represen a un punto a avor para e desarro lo del proyecto, ya que garant za a conex ón con el resto de caserío s n requer r grandes ntervenciones de aper ura de v as nuevas. Además, el terreno es ampl o, o que fac ita una mp antación flex b e del equipamiento y permite pensar en recorr dos nteriores que distr buyan adecuadamente los usos.
LEYENDA:
Terreno e egido
Caminos pr ncipa es
Sin embargo, la pendiente de acceso y de prop o terreno constituye un desa ío. S b en no es extrema sí representa una barrera f sica para personas con movi idad reduc da adu tos mayores o niños pequeños especialmente en épocas de l uv a donde e suelo puede vo verse resbaladizo Esta cond c ón ob iga a pensar desde e inicio en so uciones de conect v dad acces b e, como rampas senderos estab es y pendientes contro adas que permi an un desp azamiento seguro y cómodo para odos os usuarios Además, será necesario evaluar la ntervención de camino ex stente para re orzar su estab l dad, drenaje y transitab l dad.
Pese a e o, a ub cación del terreno sigue siendo favorab e dentro del caser o: no está ale ado del núcleo urbano mantiene una re ac ón visua cercana con as zonas pob adas y se conecta con act vidades product vas que ya ocurren en el lugar. La topograf a, e os de ser so o un obstácu o puede ambién aprovecharse como herramienta de d seño, permit endo organ zar os d s intos programas de proyecto en nive es adaptados a re ieve natura .
PLAZA DE MOTIL
DIMENSIONES DEL TERRENO
ÁREAS PROYECTADAS
La propues a de un cen ro cul ura recreaciona se desarrol a sobre un erreno cuyas d mens ones son 64 m, 65 m y 69 m
Este proyec o está compuesto por se s volúmenes arqu tectónicos, de los cua es cuatro se desarro lan en dos nive es. E diseño genera se or enta en sent do nortesur ubicando el acceso pr nc pa hacia e norte
La orientación norte-sur favorece s gnif cat vamente as condic ones de i uminación y ven i ación natural de con unto. Los vo úmenes pueden cap ar uz natura durante gran parte de día
opt mizando e consumo energético en i uminación. Además, se han previsto aber uras estratég cas entre os vo úmenes como pat os nternos y corredores venti ados que perm ten la circu ac ón cruzada de aire promoviendo una venti ac ón pas va ef c ente. Esta d spos ción también permite que los amb en es des inados a ac ividades culturales, tal eres y sa as comunes rec ban i uminación uniforme y constante, ev tando e des umbramiento y generando amb en es agradables y unc onales
ÁREAS PROYECTADAS
Piso 1:
constru da: 1703,4 m
libre: 2836,2 m
E área tota de erreno es de 4,539.6 m², de los cuales 1 703.4 m² corresponden a área constru da en el pr mer n vel Esta distr buc ón permi e conservar un área ibre s gn f cativa de 2,836.2 m², que se dest na a espacios ab ertos áreas verdes, c rculac ón pea onal y zonas de recreación al aire l bre fundamenta es para e carácter cu tura y recreat vo de proyecto. En el segundo n vel la construcc ón abarca un tota de 878.341 m², d stribu dos en os cua ro volúmenes de dos pisos, lo que permite una mayor versati dad funciona sin comprometer la relación del conjunto con e espac o bre.
constru da: 878,341 m
libre: 3661,259 m
Esta conf guración busca generar un equi ibrio entre o constru do y o ab erto promoviendo anto a act v dad cu tural en espac os n eriores como la nteracc ón soc a y el esparc m ento en áreas exter ores esenc a es para un centro de es a natura eza As , a or entación, distr buc ón y proporc ón de áreas cons ruidas y l bres se ar icu an para crear un entorno n egra , funciona y en armon a con e c ima y as neces dades de los usuar os.
E usuario pr ncipa del Cen ro Cul ura
Recreac onal Wachay Was en e caser o de Mo i son la m sma comun dad de la zona.
E perf l de los es os, ref e a las necesidades
rea es y sent das de su comunidad En primer lugar se encuentran los n ños qu enes actua mente carecen de un espacio adecuado y seguro des inado exc us vamente para su recreación y desarro lo. Según os tes imon os de os prop os pobladores no existe en el lugar un equipam ento pensado para e los o que l m ta sus oportun dades de uego aprend zaje lúd co y social zación.
Por otro ado, los óvenes representan otro grupo c ave de usuarios En Mot l la al a de acceso a educación super or ha generado una brecha importan e en su formac ón
Frente a e lo, e proyecto propone br ndar c ases educat vas y produc ivas que permitan a los óvenes adquir r conoc m en os út les para su desarro lo personal y profes onal, abriéndoles nuevas opor un dades en e ámb to abora y académ co
DISCAPACITADOS ADULTOMAYOR
ADULTO S
As m smo os adultos de caser o man fiestan una neces dad concreta de capac tac ón técn ca que les perm ta me orar la producc ón de bienes como e queso u otros productos locales además de contar con un espacio donde puedan comercial zarlos Los adu tos mayores tamb én forman parte esenc a de es e perf l. E os requ eren espac os que fomenten la integración social e entreten m ento y e bienestar emoc onal aspectos fundamentales para una vejez act va y d gna.
Fina mente el cen ro está concebido tamb én para personas con discapacidad qu enes muchas veces quedan relegadas por la fa ta de n raestructura inc us va. E proyec o busca ofrecer un entorno donde puedan rela arse integrarse con otros miembros de la comun dad y acceder a procesos educat vos y recreat vos adecuados a sus capac dades.
As , e proyecto se p antea como un espacio inc us vo, mul ifunciona y abierto, que responde a las dist ntas rea idades de caserío, promoviendo e desarro lo colect vo y e fortalec m ento de tej do soc a .
E programa se es ruc ura en cinco zonas func onales cada una d señada para responder a as d versas necesidades de la comunidad de Mot l art cu ando espac os educativos, cu tura es, recrea ivos y de serv c o La zona con mayor jerarqu a dentro de proyecto es la zona cultura productiva núc eo central de centro, concebida como mo or de desarro lo personal y co ectivo Esta área alberga los ta leres generales entre los que destacan un tal er abierto, dea para ac ividades versá i es y dinámicas, un ta ler de coc na para forta ecer saberes locales y práct cas al mentar as, un labora orio de c enc as naturales que permit rá e aprendiza e a través de la exper mentac ón, y huertos que fomen an e contacto direc o con la tierra y la producc ón sos en b e. A su vez ncluye dos a leres de arte d ferenciados: uno dirigido a adu tos y otro espec almente pensado para los n ños.
La zona depor iva recreat va promueve e bienestar f s co y a nteracc ón social a través de una osa depor iva, áreas de esparcim en o, una zona de uegos y un espac o mul iusos adaptable a d st n as activ dades úd cas o de integrac ón comuni aria.
Paralela en jerarquía a es a ú tima, a zona comun tar a complementar a ofrece espacios de encuen ro y formac ón ciudadana. En e la se encuentra un aud tor o con capac dad para 90 personas, destinado a eventos cu turales char as o presentac ones comun tarias, junto con una b b oteca que func onará como centro de ectura, estudio y acceso a información.
La zona educat va, está conformada por cuatro au as, de as cuales una está pensada espec a mente para la educación nfant l m entras que otra, de mayor capacidad serv rá para c ases de preparac ón preun vers tar a. A e o se suma una sala de inves igación, espacio c ave para el desarro lo académ co y el orta ec m en o de conoc m ento.
Fina mente a zona de servicios generales aunque con menor jerarqu a, cump e un ro esenc a para e funcionamiento de con unto
Esta inc uye serv cios higién cos, a macenes una cafeter a, recepción, of c nas adm nistrativas y una sa a de reuniones garant zando as e soporte logíst co e ins ituc ona necesar o para e buen desarro lo de las activ dades.
ESTRATEG AS PROYECTUALES
La propues a se estructura a partir de estrategias proyectuales que pr or zan la adaptabi dad al entorno rural, en este caso, omando caracter sticas clave en e diseño de as edif caciones en Mot l Elementos como e
echo a dos aguas, p lotes, segundos p sos y el ba cón plantean a t pología de ed f cación de la zona y vendrían a ser una base para la propuesta de centro cu tural Yachay Wasi.
Se p antea una arqu tectura modular, abier a y expans va, que perm ta el crecimiento progres vo de conjunto en unc ón de as neces dades futuras. Las c rculaciones se diseñan como espac os intermed os que conectan áreas funciona es, integrando v sua y funciona mente os amb en es n eriores con el pa sa e.
La organizac ón ormal responde a cr ter os de erarqu a espacial, c ar dad funciona y ef c enc a c rculator a. La dispos ción de os volúmenes permi e re aciones óg cas en re espac os, generando experiencias variadas a o argo de recorrido arquitec ón co. La arqu tectura busca ser eg b e y acogedora, con una ectura c ara de accesos, recorr dos y puntos de encuentro.
Los volúmenes se agrupan por af nidad funcional y se or en an estratég camen e para aprovechar a lum nac ón y vent lac ón natural. As m smo se plantean relac ones de esca a adecuadas entre os edi icios y e entorno nmed ato, buscando s empre una ntegrac ón armon osa con e paisa e.
El diseño ncorpora pr nc p os de sosten bi dad amb en a , ef ciencia energética acces b l dad un versa y bajo mpacto ecológ co Los espacios se or entan para captar la mayor cant dad de luz na ura , se uti izan mater a es recic ab es y locales y se ntegran sistemas de captac ón de agua pluv a y generac ón de energía so ar.
A nive soc al e proyecto prioriza la equidad mediante un diseño nclus vo, que garantice e acceso l bre y seguro para personas con discapac dades f sicas, sensor a es y cogn tivas. Se emplean estra eg as de d seño s n barreras: rampas, pend entes suaves seña izac ón ácti y visual, mobi iario acces b e y circu aciones ampl as. El resultado es un con unto arqui ectónico coherente con su contexto, res l ente ante e cambio cl mático y soc almente usto.
E proyecto se organ za mediante un eje de c rcu ación peatonal pr ncipa , de carácter sem púb ico, que conecta os accesos con os espac os pr ncipa es como e aud tor o, a b b ioteca, os ta leres y as zonas recrea ivas Este eje ar icu a los d ferentes volúmenes del con unto, generando un recorrido cont nuo, fluido y s n barreras. A o largo de este recorrido se disponen nodos de encuentro social, zonas de descanso, módu os informat vos y espacios verdes que enr quecen a exper enc a de uso. La d s r buc ón garant za el acceso un versa a todos los espacios Se inc uyen rampas con pend entes adecuadas, pav mentos an idesl zantes, señalé ica nclus va y puntos de descanso. Los accesos a los ed f c os están ubicados en co as accesibles desde el n vel natural de terreno, evitando desnive es innecesar os. La c rculac ón está d señada para ser ntuit va, con recorr dos c aros y jerarqu zados. Las rutas accesibles conectan de manera d recta los puntos c ave del con unto, permit endo un uso autónomo y seguro. En genera , la art cu ación espacial permi e ransic ones f u das entre usos d versos favorec endo a ntegración funcional y e d nam smo de con unto arqu tectón co.
ESPACIALIDAD Y CIRCULACION
VERTICAL
En e corte se perm te visual zar las proporciones, a turas, n veles y a ntegrac ón con e paisa e, tamb én cómo e diseño se adap a a a topograf a, m n m zando el movimiento de t erras. Se d stinguen d ferentes esca as espacia es: monumental (audi orio), norma (ta leres), íntima (b b ioteca), contemp at va (m radores o pa ios nter ores). Esta divers dad enr quece a experiencia arqu tectón ca y responde a a variedad de act vidades propuestas. Las a turas proporciones y conf guraciones es án pensadas para evocar sensaciones específ cas según e uso y e con exto nmed ato La circu ación vert ca se resuelve med ante rampas acces b es, plataformas esca onadas y esca eras ampl as. Estas conexiones respetan a topograf a natural y refuerzan el concepto de recorr do in egrado con e pa sa e.
Las rampas no son elementos añad dos s no parte de enguaje arqu tectónico general, funcionando como recorr dos pa saj sticos. Además, se consideran terrazas, graderíos y p ataformas mult uso como parte de este sistema fac l tando la conex ón entre n veles y o rec endo oportun dades para a permanenc a y el encuentro soc a .
ESTRATEG AS PROYECTUALES
E sistema es ruc ura se basa en una combinación de ma eriales tradic onales y soluciones construct vas adaptadas al contexto local. La estructura pr nc pa está conformada por madera de euca ip o, recurso típico de a zona, u i izado para co umnas, v gas y cerchas, o que aporta l gereza, flexibi idad y un buen comportamiento ante s smos En a primera planta se emp ean muros de adobe de 30 cm de grosor, que no solo cump en una func ón estructural sino que tamb én ofrecen un exce ente desempeño térmico manten endo temperaturas inter ores estables gracias a su inerc a térmica.
Los muros nteriores del edif cio son de madera, lo que reduce el peso otal de a construcción y faci ita su monta e, además de permi ir una mayor versat l dad en a organ zac ón de los espacios Como rema e, e proyecto ut l za un techo a dos aguas, que además de fac l tar e escurrimiento del agua de luvia contribuye a una me or vent ación e i uminación natural de los ambientes inter ores, comp e ando así un s stema construct vo ef ciente, sostenib e y coherente con el entorno rura y cultura de Moti .
ESTRATEG AS PROYECTUALES
Se ncorpora cr ter os de e ic enc a energét ca a ravés de un diseño arqu tectón co que aprovecha a máx mo los recursos natura es d sponib es. La i um nac ón y ven i ación
na ura se ogran pr nc pa mente gracias al uso de echos a dos aguas, los cua es permi en la circu ación de aire cal ente hac a la parte super or, favorec endo a ven i ación cruzada y manten endo os espac os frescos. Además, os espacios de ados en re e muro de adobe y a estructura de madera generan una cámara de a re que me ora el confort térmico nterior, al t empo que perm te el paso controlado de a uz y el aire
Comp ementando este s stema, se han d spuesto vanos en zonas estratégicas, orientados y dimensionados para garan izar
una adecuada entrada de luz na ura durante e d a, reduciendo la neces dad de i uminación art fic a , y permi iendo una ven i ación constante y efic ente Este enfoque no so o d sm nuye e consumo energét co de ed fic o, s no que tamb én responde a as cond ciones c máticas locales y a una arqu tectura más sostenib e y adap ada al contexto rural de Moti .
L A
X P E R I E N C I A LA EXPERIENCIA
Un camino de retos y Un camino de retos y Un camino de retos y aprendizajes aprendizajes aprendizajes
V a ar a Piura y Mo i me enseñó a va orar la arqu tectura según su contexto. En Piura v nnovac ón para adaptarse al ca or, y en Moti aprend a cons ruir con la topografía, sin nvadir. Dos rea idades d stintas que me hic eron en ender que cada ugar neces ta una respuesta única
López Pesantes, Rosa Ar ana Cr s ina
Los viajes estud an i es fueron muy enr quecedores ya que me hic eron aprender mucho, por e emplo en P ura Jorge Losada comentó que sus deas e hab an legado a la mente por observar a os res dentes de la zona por como usaban una termorregulación
s n saberlo Y en Mot l aprendí que un pueblo puede ser muy un do y todos, cada uno con neces dades d ferentes pero todos con e m smo ob et vo de hacer crecer su pueblo.
Montalvo Yar eque Marc a Gabr ela
En este semestre exp oramos el paisa e informa y en endí que no es algo negat vo, s no una expres ón comunitar a que puede integrarse a entorno. Los via es a Mot l y Aga lpampa me ayudaron a conocer el terr torio y desarro lar un proyecto desde sus d nám cas rea es. Fue una exper enc a enr quecedora.
Rojas Acosta, Ana Be zabeth
En el ranscurso del tal er aprend que la arqu tectura busca a manera de legar a os usuar os y afronta desafíos que sue en parecer l m tantes absolutas Los v a es enr quecedores, el desarro lar un proyec o desde cero y ver tomar forma las deas que surg eron producto de es e aprendiza e fue algo bas ante grat f cante.
Chuquipoma García, Fé ix Manue Jr.
Fue una exper enc a enriquecedora, sobre todo en os v a es en os cua es conoc mos a arqu tecto Jorge Losada en P ura, y del cua aprend mos mucho. De la m sma manera con e estudio en Mot l, pud mos apreciar dos paisa es y real dades tota mente diferen es. D señar un proyecto en este contexto fue un todo un reto pero con la guía del docente se pudo ograr e resul ado esperado.
Acero Rodriguez, Erika N col .
La exper enc a durante el semestre se sint ó como una mon aña rusa de emociones, os v a es fueron enr quecedores y os con extos (P ura y Mo i ) que pud mos ana izar nos ayudaron mucho en cuan o a la flex b l dad que debemos ener como arquitecto con respecto a su usuar o
Peña Ortiz, Erickson G ovann .
ArchDai y Perú. (22 de agosto de 2018). Au ario UDEP / BARCLAY&CROUSSE Arch tecture. https //www.archdai y.pe/pe/900537/aularioudep-barc ay-and-crousse
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