Novena de Navidad 2025

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Novena de Navidad 2025

“El ángel les dijo: No tengan miedo; porque les anuncio una buena noticia que será de gran gozo para todo el pueblo. Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es Cristo y el Señor”. (Lucas 2:10-11)

PRESENTACIÓN

En este tiempo de Navidad, Jesús renueva su compromiso de nacer nuevamente en nuestro corazón, y sólo nos pide, como a María y José, acoger su luz para vivir como hijos del Padre celestial, contribuyendo en la construcción de una experiencia de fraternidad para nuestra querida patria Colombia, cuya responsabilidad es tarea de todos.

Cercanos a la celebración del Nacimiento del Niño Dios, no podemos olvidar que el pesebre siempre será un paradigma que habla al corazón de las personas de buena voluntad. Reafirma el amor familiar y cómo esta se construye desde la fe, cimentando una sociedad fraterna, justa e inclusiva que protege la vida y conserva los valores que nos humanizan. El pesebre es, además, un signo de vida, de respeto, humildad y esperanza.

De esta manera, en espíritu de paz y alegría, el Boletín Salesiano presenta la Novena de Navidad 2025, con reflexiones basadas en la Palabra de Dios, las cuales han sido elaboradas por miembros de la Familia Salesiana, a quiénes agradecemos su disponibilidad y acogida a esta propuesta.

El Boletín Salesiano de Colombia les desea una bendecida Navidad, para que todos podamos mirar nuestra historia con profunda esperanza y, en espíritu de fraternidad, solidaridad y amor, hagamos vida el legado de Jesús en nuestro corazón.

Navidad!

Consejo editorial del Boletín Salesiano de Colombia.

METODOLOGÍA PARA ORAR

LA NOVENA DE NAVIDAD

Se recomienda seguir los siguientes pasos para cada día de la Novena:

1. Villancico.

2. Ambientación: se recomienda disponer previamente del lugar donde se realizará la novena, favoreciendo un clima comunitario de confianza. Es importante también preparar con anticipación algún signo que ayude a la reflexión de cada día.

3.Lectura de la consideración de cada día.

4. Oraciones a la Virgen María, a San José y al Niño Jesús.

5. Gozos.

6. Villancicos.

Al final de la novena tradi onal se ofre un subsidio para obras salesianas, familias, oratorios y grupos apostoli s que deseen desarrollar actividades pedagogi s en torno a la novena de navidad.

Novena de Navidad 2025

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Benignísimo Dios de infinita caridad, que nos has amado tanto y que nos diste en tu hijo la mejor prenda de tu amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio. Yo, en nombre de todos los mortales, te doy infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él, te ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, y te suplico por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido y con tal desprecio de todo lo terreno, que Jesús recién nacido, tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo (tres veces). Oración del Dios te salve María (tres veces).

Consideración para cada día

Oración a la Santísima Virgen

Soberana María, que por vuestras grandes virtudes y especialmente por vuestra humildad, merecisteis que todo un Dios os escogiese por madre suya; os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta Novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado Hijo. ¡Oh dulcísima Madre! Comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que le aguardasteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.

(Se rezan 9 Aves María.)

ORACIÓN A SAN JOSÉ

¡Oh Santísimo José, esposo de María y padre putativo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza. Te ruego por el amor que le tuviste al Divino Niño, me abraces en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria al Padre.

GOZOS

Dulce Jesús mío, mi niño adorado ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!

¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano, que a infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios!

¡Oh, Adonai potente que a Moisés hablando, de Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Ah, ven prontamente para rescatarnos, y que un niño débil muestre fuerte brazo!

¡Oh, raíz sagrada de José que en lo alto presentas al orbe tu fragante nardo! ¡Dulcísimo Niño que has sido llamado lirio de los valles, bella flor del campo!

¡Llave de David que abre al desterrado las cerradas puertas del regio palacio! ¡Sácanos, oh Niño, con tu

blanca mano, de la cárcel triste que labró el pecado!

¡Oh, lumbre de oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas, tu esplendor veamos! Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios.

¡Espejo sin mancha, santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano!

¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y en forma de niño, da al mísero amparo!

¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, de Israel anhelo, Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas, con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el cordero manso!

¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto, bienhechor rocío como riego santo! ¡Ven, hermoso Niño, ven Dios humanado! ¡luce, hermosa estrella! ¡brota, flor del campo!

¡Ven, que ya María, previene sus brazos, do su Niño vean en tiempo cercanos! ¡Ven, que ya José, con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu amor sagrario!

¡Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano!

¡Ve ante mis ojos, de ti enamorados! ¡Bese ya tus plantas! ¡Bese ya tus manos! ¡Prosternado en tierra, te tiendo los brazos, y aún más que mis frases, te dice mi llanto!

¡Ven, Salvador nuestro, por quien suspiramos, ¡ven a nuestras almas! ¡Ven, no tardes tanto!

ORACIÓN AL NIÑO JESÚS

Acuérdate ¡Oh dulcísimo Niño Jesús! Que dijiste a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: "Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia, y nada te será negado". Llenos de confianza en Ti ¡Oh Jesús, que eres la misma verdad! Venimos a exponerte toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos, por los méritos infinitos de tu encarnación y de tu infancia, la gracia, de la cual necesitamos tanto. (Breve silencio).

Nos entregamos a ti ¡Oh Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que, en virtud de tu divina promesa, acogerás y despacharás favorablemente nuestra súplica. Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo (tres veces).

1. JESUS, ESPERANZA PARA LOS NINOS

Signo: La Cuna

Villancico: El Tamborilero

Significado: La cuna representa el humilde inicio del Salvador. Es en la sencillez donde Dios decide habitar, y esto nos llena de esperanza: no importa cuán pequeño o frágil parezca nuestro inicio, Dios puede hacer cosas grandes desde ahí.

En la Navidad, Dios se nos revela en la fragilidad de un Niño que nace en un pesebre. Este gesto desconcertante nos habla de un Dios que se hace cercano, que no entra en la historia con poder, sino con ternura. Jesús eligió hacerse niño para mostrar que en la infancia está la clave del Reino. “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos” (Mt 19,14). En esta palabra, Jesús proclama que los pequeños no son marginales en su plan, sino protagonistas del Reino.

Los niños son esperanza porque, con su inocencia y alegría, nos enseñan a confiar, a sonreír y a mirar la vida con asombro. Ellos tienen la capacidad de abrir horizontes nuevos, de recordarnos que siempre es posible volver a empezar. Sin embargo, muchos de ellos siguen naciendo en contextos de pobreza, violencia o abandono, como Jesús en el pesebre. Allí donde un niño es maltratado, ignorado o explotado, vuelve a repetirse el drama de Belén, cuando no había lugar en la posada. La Navidad nos confronta con esta

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realidad y nos llama a comprometernos activamente en la defensa de los niños.

Don Bosco entendió esta verdad y dedicó su vida entera a los más pequeños y vulnerables. Para él, cada niño era un “pedazo de cielo” y un proyecto de Dios que debía ser cuidado con amor. Su Sistema Preventivo nos enseña que la educación y el acompañamiento nacen de la ternura y del cariño, de la razón y de la fe. Allí donde un niño es amado y respetado, se siembra en su corazón la semilla de la esperanza. Allí donde un niño sonríe, florece el Evangelio.

En esta Navidad, al contemplar al Niño Dios en el pesebre, estamos invitados a mirar con ojos nuevos a los niños de nuestro entorno. Cada uno de ellos es un pesebre vivo donde Cristo vuelve a nacer. Ser comunidad salesiana significa abrir espacios donde los niños puedan crecer seguros, alegres y en la fe. La Navidad no es completa si no nos comprometemos a proteger y acompañar la vida de los pequeños.

Reflexión:

¿Qué compromiso concreto puedo asumir para cuidar y acompañar a los niños de mi entorno?

¿Cómo podemos, como comunidad, garantizar que cada niño experimente ternura, alegría y esperanza?

2. JESUS,

ESPERANZA PARA LOS JOVENES

Signo del día: El Ángel

Villancico: Un Ángel Bello

Significado: El ángel es el mensajero de la buena noticia. Su aparición es señal de que la esperanza llega desde lo alto para transformar la tierra. Nos recuerda que siempre hay un mensaje divino que alienta, incluso en los momentos más oscuros.

Jesús vivió gran parte de su vida como un joven en Nazaret, compartiendo la vida cotidiana de su pueblo: trabajando, aprendiendo, soñando. Conoce desde dentro las ilusiones, las búsquedas y las crisis propias de la juventud. En el Evangelio se dirige con ternura y firmeza a un joven: “Joven, a ti te digo, levántate” (Lc 7,14). Esa palabra sigue resonando hoy, como un llamado a ponerse en pie, a superar la resignación y a abrazar la vida en plenitud. Jesús es el gran aliado de los jóvenes, porque cree en ellos y los invita a soñar en grande.

La juventud es tiempo de decisiones fundamentales, de construir proyectos de vida, de sembrar lo que marcará el futuro. El mundo actual ofrece caminos de consumo fácil, de éxito superficial y de modas pasajeras, pero que no dan plenitud. En cambio, Cristo ofrece a los jóvenes una esperanza que no defrauda: la de ser protagonistas de la historia, artesanos de paz y testigos de alegría. Su nacimiento en Belén nos recuerda que Dios confió en dos jóvenes —María y José— para llevar adelante su plan de salvación. Si Dios cree en los jóvenes, también nosotros debemos confiar en su capacidad de amar y transformar.

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Don Bosco fue maestro y padre de los jóvenes. Los miró con ojos de fe, descubriendo en cada uno un sueño de Dios. Nunca se cansó de repetirles: “Basta que sean jóvenes para que los ame”. Supo acompañarlos en su crecimiento con alegría, confianza y cercanía. Les mostró que podían ser santos sin dejar de ser alegres. Su pedagogía sigue siendo un faro: creer en los jóvenes, escucharlos, acompañarlos en sus luchas y darles oportunidades para crecer como personas y como creyentes.

En esta Navidad, al mirar al Niño Jesús, invitamos a los jóvenes a levantar la cabeza, a no dejarse robar la esperanza, a soñar con un mundo distinto. Ellos son la Navidad viva de la Iglesia y de la sociedad. La Familia Salesiana está llamada a estar a su lado, animándolos a descubrir su vocación y a responder con generosidad.

Reflexión:

¿Creo de verdad en la capacidad de los jóvenes de cambiar la historia?

¿Cómo acompaño sus sueños y proyectos para que sean signos de esperanza y de fe?

3. JESUS, ESPERANZA PARA LAS MUJERES

Signo del día: La Virgen María

Villancico: Los Peces en el Río

Significado: María es esperanza encarnada: su “sí” abre la puerta a la salvación. Ella nos enseña que cuando confiamos y aceptamos la voluntad de Dios, aun sin entenderla toda, estamos dando lugar a la esperanza.

En el corazón de la Navidad encontramos a María, la mujer que con su fe y valentía abrió la historia a la salvación. Ella dijo: “Hágase en mí según tu palabra” (Lc 1,38) y con ese sí humilde y valiente permitió que Dios se encarnara en nuestra historia. María representa a todas las mujeres que, en silencio o en protagonismo, sostienen la vida, alimentan la fe y construyen esperanza en el día a día. Sin su sí, no habría pesebre; sin su fe, no tendríamos Navidad.

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Jesús, a lo largo de su vida, dignificó y valoró a las mujeres, en una sociedad que muchas veces las marginaba. Ellas fueron discípulas, amigas, servidoras y testigos privilegiadas de su Resurrección. En Navidad, la maternidad de María ilumina a todas las mujeres que hoy son madres, trabajadoras, educadoras, consagradas, líderes comunitarias o misioneras. Cada una, desde su vocación, refleja la ternura de Dios y la fuerza del Espíritu.

En la historia salesiana, las mujeres han tenido un papel fundamental. Mamá Margarita, la madre de Don Bosco, fue columna silenciosa de los primeros pasos del oratorio, mostrando que la fe se transmite con amor concreto. Más tarde, con las Hijas de María Auxiliadora, el carisma salesiano se extendió en clave femenina, ofreciendo educación y

evangelización a miles de niñas y jóvenes. Hoy, innumerables mujeres de la Familia Salesiana siguen encarnando el espíritu de María en la misión educativa y pastoral.

La Navidad nos invita a reconocer y agradecer la misión de las mujeres en nuestras familias, comunidades y sociedad. Ellas son portadoras de vida y esperanza, testigos de fe y de fortaleza en medio de las dificultades. María nos enseña que la verdadera grandeza está en confiar en Dios y en servir con amor.

Reflexión:

¿Qué lugar y reconocimiento damos a las mujeres en nuestra vida y comunidad?

¿Cómo podemos valorar más su dignidad y abrir espacios de participación plena en la Iglesia y la sociedad?

4. JESUS, ESPERANZA PARA LOS HOMBRES

Sigo del día: San José

Villancico: Pastores Venid

Significado: José, hombre justo y silencioso, cuida con fe al Hijo de Dios. Su figura nos inspira a tener esperanza en el trabajo escondido, en la obediencia sin aplausos. Él nos muestra que la esperanza también se construye desde la fidelidad diaria.

En la Navidad contemplamos la figura silenciosa pero fuerte de José, el hombre justo que supo custodiar con amor el misterio de la Encarnación. Él representa a todos los hombres que, desde la discreción, sostienen con trabajo, responsabilidad y fe la vida de sus familias y comunidades. El ángel le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella viene del Espíritu Santo” (Mt 1,20).

La vida de José nos enseña que la verdadera grandeza de un hombre está en la obediencia confiada y en la capacidad de proteger y servir.

Jesús necesitó de la figura paterna de José para crecer en sabiduría y en gracia. En su casa aprendió el valor del trabajo bien hecho, la honestidad, el esfuerzo y la fidelidad. Cada hombre, a ejemplo de José, está llamado a ser custodio de la vida, defensor de la justicia y testigo de esperanza en medio de las dificultades. En un mundo que muchas veces confunde la fuerza con el dominio, el modelo de José muestra que el verdadero poder masculino está en cuidar, acompañar y construir paz.

Don Bosco también encarnó este modelo de hombre lleno

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de fe y pasión por la vida. Fue firme y cercano, alegre y exigente, generoso y sacrificado. Supo ser padre, maestro y amigo para miles de muchachos, enseñándoles con su ejemplo que la santidad es alegría y compromiso. Su vida demuestra que ser hombre en clave salesiana significa unir energía con ternura, firmeza con misericordia, razón con corazón. Él fue testigo de que un hombre auténtico no se mide por la autoridad que impone, sino por la capacidad de amar y servir.

La Navidad nos invita a que todos los hombres redescubran su misión en la familia, en la Iglesia y en la sociedad: ser signos de esperanza, hombres de fe, trabajadores honestos, constructores de fraternidad y custodios de los más débiles. Como José, están llamados a acoger el plan de Dios con valentía y a transmitir con la vida la ternura del Padre.

Reflexión:

¿Cómo vivo mi vocación masculina como servicio, cuidado y entrega?

¿De qué manera puedo ser constructor de paz y esperanza en mi familia y comunidad?

5.

JESUS, ESPERANZA PARA LAS FAMILIAS

Signo del día: La Familia de Nazaret

Villancico: El Niño del Carpintero

Significado: La Sagrada Familia es signo de que la esperanza se hace vida en los hogares donde reina el amor, el respeto y la fe compartida, aun en medio de las dificultades materiales o sociales.

En Belén nació no solo un niño, sino también una familia nueva: la de Jesús, María y José. La Sagrada Familia es modelo de amor, fe y unidad para todos los hogares. Allí Dios quiso habitar, mostrando que la vida familiar es lugar privilegiado de su presencia. El Evangelio nos dice: “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1,14). Ese “habitar” comienza en un hogar sencillo, donde la fe, el trabajo y el amor se unieron para recibir al Salvador.

Las familias hoy enfrentan muchos desafíos: la violencia, la pobreza, la división, la falta de tiempo compartido. Pero la Navidad nos recuerda que, aun en medio de las dificultades, cada familia puede ser pesebre donde Dios nace. Cuando en un hogar hay perdón, diálogo, cariño y fe, allí florece Belén. Cada mesa compartida, cada gesto de reconciliación, cada oración en común hacen presente al Emmanuel, Dios con nosotros.

La espiritualidad salesiana pone en el centro a la familia como espacio educativo fundamental. Don Bosco creció acompañado por Mamá Margarita, cuyo testimonio de fe marcó su corazón. Para él, la casa debía ser un lugar de amor y confianza, donde los jóvenes pudieran sentirse como en familia. Por eso su método educativo se inspiró en el

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ambiente familiar: razón, religión y amorevolezza (afecto). Así, las obras salesianas siguen siendo “hogares” donde los niños y jóvenes experimentan calor humano y cercanía.

Esta Navidad nos invita a fortalecer nuestras familias como comunidades de amor y de fe. Allí donde se ora, se perdona y se comparte, Dios habita y renueva. La familia es semilla de esperanza para la sociedad y para la Iglesia. Que cada hogar colombiano sea pesebre donde Jesús encuentre un lugar para nacer.

Reflexión:

¿Qué gestos concretos puedo vivir para que mi familia sea más unida y llena de fe?

¿Cómo podemos hacer de nuestro hogar un lugar donde Jesús nazca cada día?

6. JESUS, ESPERANZA PARA LOS ANCIANOS

Signo: Santa Ana y San Joaquín

Villancico: Señora Santana

Significado: Representan las raíces de la fe, el legado de esperanza que se transmite de generación en generación. La esperanza no nace de la nada: se cultiva con oración, tradición y sabiduría familiar.

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En el relato evangélico de la infancia de Jesús encontramos la figura de Simeón y Ana, ancianos que supieron reconocer en el Niño al Salvador. Simeón proclamó: “Ahora, Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador” (Lc 2,29-30). Los ancianos son memoria viva de la historia, custodios de la fe y testigos de la fidelidad de Dios a lo largo de los años. En ellos la esperanza no se apaga, sino que madura con la sabiduría de la vida.

En nuestra cultura, muchas veces se relega a los ancianos al olvido o a la soledad, privándonos de su experiencia y de su mirada serena sobre la vida. La Navidad nos recuerda que ellos tienen un lugar fundamental en la familia y en la comunidad cristiana. En sus ojos cansados y en sus manos desgastadas habita una historia de amor, de sacrificio y de fe que merece ser escuchada y valorada.

Don Bosco siempre mostró profundo respeto y cariño por los ancianos,

especialmente por los sacerdotes y educadores que habían entregado su vida por los jóvenes. También supo enseñar a los jóvenes a honrar a sus mayores y a aprender de su testimonio. En la tradición salesiana, los ancianos no son una carga, sino un regalo que mantiene viva la memoria carismática y la fidelidad al espíritu de Don Bosco.

La Navidad es ocasión para redescubrir el valor de los ancianos. Ellos, como Simeón y Ana, saben reconocer la presencia de Dios en lo pequeño y saben transmitir esperanza incluso en medio de las pruebas. Son puentes entre generaciones y testigos de que la fe, vivida con constancia, da frutos abundantes.

Reflexión:

¿Cómo valoro y escucho la experiencia de los ancianos en mi familia y comunidad?

¿Qué puedo hacer para acompañarlos y reconocerlos como custodios de esperanza?

7.

JESUS, ESPERANZA PARA LOS EXCLUIDOS

Signo del día: Los pastores

Villancico: Tutaina

Significado: Los pastores fueron los primeros en llegar al pesebre. Su presencia nos recuerda que la esperanza se revela a los humildes y sencillos, a quienes tienen el corazón dispuesto para escuchar y moverse.

El nacimiento de Jesús en un pesebre, sin lugar en la posada, nos recuerda que Él mismo se identificó con los excluidos y rechazados de la sociedad. Desde el inicio, el Hijo de Dios experimentó la marginación. Este gesto es profundamente revelador: Dios quiso hacerse cercano a quienes no tienen espacio, a quienes son olvidados y descartados. En el Evangelio escuchamos: “Lo que hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicieron” (Mt 25,40). En cada excluido late la presencia del mismo Cristo.

Hoy siguen existiendo muchas formas de exclusión: personas sin hogar, migrantes rechazados, jóvenes sin oportunidades, niños en la calle, ancianos abandonados. La sociedad a menudo mira hacia otro lado, mientras ellos claman por dignidad y justicia. La Navidad nos confronta con esta realidad: si no reconocemos a Cristo en los excluidos, no podemos celebrar de verdad su nacimiento. El pesebre nos invita a abrir las puertas de nuestra vida y de nuestras comunidades para acoger a quienes nadie quiere acoger.

Don Bosco supo reconocer en los marginados de Turín el rostro de Jesús. Los muchachos pobres, huérfanos y abandonados fueron para

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él la razón de su vocación. No los vio como un problema social, sino como hijos amados de Dios necesitados de educación, afecto y oportunidades. En su pedagogía, el excluido se convierte en protagonista; en su espiritualidad, el descartado es un tesoro de Dios. Este espíritu sigue vivo en la misión salesiana que, en cada rincón del mundo, abre escuelas, oratorios y obras sociales para quienes más lo necesitan.

La Navidad es tiempo de derribar muros y construir puentes. El Niño Jesús, rechazado en la posada, nos invita a no excluir a nadie de nuestro corazón. Cada vez que abrimos espacio al que es distinto, al que sufre, al que es descartado, allí Cristo vuelve a nacer.

Reflexión:

¿Quiénes son los excluidos que me interpelan hoy en mi entorno?

¿Qué acciones concretas puedo realizar para acogerlos y reconocer en ellos el rostro de Jesús?

8. JESUS, ESPERANZA PARA LOS POBRES

Signo del día: Aldeanos

Villancico: Los Zagales y Zagalas

Significado: Los aldeanos representan la comunidad entera que se alegra con la llegada del Salvador. La esperanza se hace fiesta cuando es compartida, cuando todo un pueblo se une para celebrar el amor de Dios.

Jesús nació en la pobreza de un pesebre, envuelto en pañales y recostado sobre la paja. Desde su primera respiración se hizo solidario con los pobres del mundo. “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la Buena Noticia a los pobres” (Lc 4,18). El Evangelio no oculta esta realidad: el Hijo de Dios eligió compartir la vida de los pequeños y de los humildes, para proclamar que ellos son el corazón del Reino.

La pobreza, sin embargo, no es solo carencia material; es también exclusión, injusticia, hambre de dignidad y de oportunidades. En nuestra sociedad hay miles que viven sin lo necesario para subsistir, y su clamor se mezcla con el llanto del Niño Dios en Belén. La Navidad nos recuerda que no podemos celebrar con coherencia si olvidamos a los pobres, porque en ellos se hace presente el Salvador. La verdadera alegría navideña se encuentra cuando se comparte con quienes tienen menos.

Don Bosco supo leer en los jóvenes pobres de su tiempo una llamada de Dios. Su amor preferencial por los más necesitados

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fue el centro de su misión. No se conformó con darles lo mínimo, sino que buscó ofrecerles educación, formación profesional, acompañamiento espiritual y la posibilidad de soñar con un futuro mejor. En cada obra salesiana late todavía ese mismo compromiso: servir a los pobres, no con asistencialismo, sino con proyectos que devuelven dignidad y esperanza.

En Navidad estamos llamados a hacer de la solidaridad un estilo de vida. Cada gesto de generosidad, cada puerta abierta, cada pan compartido son prolongación del pesebre. El Niño de Belén nos enseña que la verdadera riqueza está en amar, en compartir y en vivir con sencillez.

Reflexión:

¿Qué gestos concretos de solidaridad con los pobres puedo vivir esta Navidad?

¿Cómo puedo comprometerme a que la justicia y la esperanza lleguen a los más necesitados?

9.

JESUS, ESPERANZA PARA COLOMBIA

Signo del día: El Niño Jesús envuelto en la bandera de Colombia

Villancico: Ya nació el Niño

Significado: Jesús nace también en nuestra tierra. Su envoltura con la bandera de Colombia nos recuerda que la esperanza tiene rostro nacional: es un llamado a construir un país más justo, fraterno y lleno de fe.

El nacimiento de Jesús no fue solo un hecho histórico, sino un acontecimiento siempre actual que ilumina a cada pueblo. Hoy, el Niño de Belén nace también en nuestra Colombia, una tierra llena de riquezas naturales y culturales, pero también herida por la violencia, la desigualdad y la división. Sus palabras resuenan con fuerza: “La paz les dejo, mi paz les doy; no se la doy como la da el mundo” (Jn 14,27). Él nos trae una paz que no es ausencia de conflictos, sino plenitud de vida, justicia y reconciliación.

Colombia necesita esperanza. La esperanza de un futuro sin violencia, de un país donde los jóvenes tengan oportunidades, donde los niños crezcan seguros, donde las familias vivan en unidad. La Navidad nos invita a creer que esta transformación es posible si dejamos que Cristo nazca en nuestro corazón y en nuestra historia. La fe no es evasión, sino fuerza para comprometernos en la construcción de una sociedad más justa y fraterna.

La Familia Salesiana está llamada a ser sembradora de esperanza en Colombia, acompañando a los jóvenes, educando con amor, creando comunidades que sean signos del Reino. Siguiendo a Don Bosco, que soñó con un futuro lleno de fe y alegría para sus jóvenes, nosotros también estamos llamados a soñar en grande para nuestra patria, a no

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resignarnos ante la corrupción, la violencia o la indiferencia. Cada obra salesiana en Colombia es un pequeño Belén donde nace la esperanza de un país nuevo.

La Navidad es tiempo de reconciliación y de compromiso. El Niño Jesús nos invita a ser constructores de paz, artesanos de unidad, sembradores de esperanza en medio de nuestras comunidades. Colombia necesita hombres y mujeres capaces de creer que la luz de Belén puede disipar la oscuridad de la injusticia y de la violencia.

Reflexión:

¿Cómo puedo ser testigo de paz y esperanza en mi país?

¿Qué compromiso concreto asumo para que en Colombia nazca la fraternidad y la reconciliación?

MISION

ESPERANZA

– NOVENA SALESIANA CON ACTIVIDADES PEDAGOGICAS

Día 1 – Jesús, esperanza para los niños

Título: El dibujo de la ternura

Objetivo: Reconocer a Jesús como un Niño que nace en medio de nosotros y valorar la alegría y sencillez de la infancia.

Desarrollo: Cada niño o joven recibe una hoja y dibuja cómo imagina al Niño Jesús hoy: en su escuela, en su casa, en la calle o en su barrio. Luego se pegan todos los dibujos en un mural titulado “Jesús nace en nuestros niños”. El animador explica que en cada niño Jesús sigue naciendo con ternura y esperanza.

Materiales: cartulina grande, hojas, marcadores, colores, cinta adhesiva.

Dinámica: “El espejo sonriente” los niños se ponen en parejas. Uno hace gestos de alegría (sonrisas, movimientos, risas) y el otro los imita como si fuera un espejo. Luego cambian de roles.

Reflexión: así como nos reflejamos unos en otros, reflejamos la ternura de Jesús Niño.

Socialización: Preguntas: ¿Qué descubrí en mi dibujo?

¿Cómo nace Jesús en mí?

Canto sugerido: “Campana sobre campana” o “Vamos pastores, vamos”.

Día 2 – Jesús, esperanza para los jóvenes

Título: El escudo del joven soñador

Objetivo: Motivar a los jóvenes a reconocer sus talentos y sueños como parte del proyecto de Dios en sus vidas.

Desarrollo: Cada joven diseña un escudo dividido en cuatro partes: sueños, talentos, dificultades y metas.

Luego comparten con el grupo lo que escribieron. Todos los escudos se pegan juntos formando un gran mural de esperanza juvenil.

Materiales: hojas blancas o cartulina, revistas para recortar, tijeras, pegante, colores.

Dinámica: “El tren de los sueños” todos se colocan en fila formando un tren. El primero dice en voz alta un sueño (ej. “quiero estudiar”, “quiero paz”), y los demás lo repiten al ritmo de palmas. Luego pasa al final y otro toma el liderazgo. Se repite varias veces.

Socialización: Preguntas: ¿Qué sueños compartimos como jóvenes? ¿Cómo podemos ayudar a otros a cumplir los suyos?

Canto sugerido: “Ven a nuestras almas” (gozos) o un villancico alegre como “Tutaina”.

Día 3 – Jesús, esperanza para las mujeres

Título: Flores de gratitud

Objetivo: Valorar la presencia de las mujeres como testigos de esperanza en la vida y en la fe.

Desarrollo: Cada participante elabora una flor de papel. En cada pétalo escribe el nombre o una cualidad de una mujer importante en su vida (mamá, hermana, amiga, profesora…). Las flores se reúnen formando un ramo que se coloca junto a la imagen de María.

Materiales: papel de colores, tijeras, palillos de madera, pegante.

Dinámica: “Cadena de halagos” el animador inicia diciendo algo positivo sobre una mujer (ej. “mi mamá es valiente”). Luego cada uno continúa mencionando a una mujer de su vida y diciendo algo bueno de ella. Cada frase se acompaña de un aplauso.

Socialización: Preguntas: ¿Qué mujeres han sido ejemplo de fe y esperanza para mí? ¿Cómo imitar a María en mi vida?

Canto sugerido: “Venid pastorcillos”.

Día 4 – Jesús, esperanza para los hombres

Título: Huellas de compromiso

Objetivo: Promover en los niños y jóvenes el sentido de responsabilidad, servicio y cuidado al estilo de San José.

Desarrollo: Cada participante dibuja la huella de su pie en una hoja y dentro escribe un compromiso (ej. ayudar en casa, ser buen amigo, cuidar la creación). Luego se forman con las huellas un camino que conduce hasta el pesebre.

Materiales: hojas blancas, lápices, tijeras, cinta adhesiva.

Dinámica: “El puente humano” en grupos pequeños, los jóvenes deben cruzar un espacio usando solo sus manos y pies como apoyo mutuo (sin objetos externos).

Reflexión: el verdadero hombre construye puentes que ayudan a otros a avanzar.

Socialización: Preguntas: ¿Qué compromisos concretos puedo vivir esta Navidad? ¿Qué ejemplo me deja San José?

Canto sugerido: “Antón Tiruriruriru”.

Día 5 – Jesús, esperanza para las familias

Título: El rompecabezas de mi familia

Objetivo: Reconocer que cada miembro es pieza fundamental en la vida familiar y que juntos formamos unidad.

Desarrollo: En grupos, los niños arman rompecabezas hechos con dibujos o fotos de familias. Luego cada uno responde: ¿qué pieza soy yo en mi familia? Se comparte en plenario la importancia de cada rol.

Materiales: cartulina, fotos o dibujos, tijeras, sobres.

Dinámica: “La telaraña familiar” con un ovillo de lana, un niño dice qué aporta a su familia (ej. amor, paciencia) y lanza el hilo a otro, formando una red que simboliza la unión familiar.

Socialización: Preguntas: ¿Qué me gusta de mi familia? ¿Cómo puedo mejorar la convivencia en casa?

Canto sugerido: “Los peces en el río”.

Día 6 – Jesús, esperanza para los ancianos

Título: Cartas de memoria

Objetivo: Reconocer el valor de los abuelos y ancianos como custodios de la fe y la memoria.

Desarrollo: Cada participante escribe una carta a un abuelo o persona mayor agradeciendo por su historia, sabiduría y ejemplo. Luego se guardan todas en un “baúl de la memoria” junto al pesebre.

Materiales: sobres, hojas, lápices, caja decorada.

Dinámica: “El hilo de la memoria” se cuenta una historia en cadena: el animador empieza con una frase y cada niño/joven añade otra, hasta completar el relato. Se explica que así transmiten la fe los abuelos, poco a poco, con paciencia.

Socialización: Preguntas: ¿Qué enseñanzas recibí de mis abuelos? ¿Cómo puedo agradecerles mejor?

Canto sugerido: “Campanitas de Belén”.

Día 7 – Jesús, esperanza para los excluidos

Título: El abrazo de todos

Objetivo: Sensibilizar a los niños y jóvenes para acoger y valorar a quienes son marginados o diferentes.

Desarrollo: Cada uno recibe un papel con el nombre de alguien que suele sentirse excluido (ej. un niño tímido, un migrante, alguien con discapacidad). Le escribe un mensaje de apoyo o le dibuja un gesto de acogida. Al final, se comparten con un gran abrazo comunitario.

Materiales: papeles pequeños, marcadores, colores.

Dinámica: “Sillas incluyentes” como las sillas musicales, pero al sonar la música nadie queda fuera: todos deben ingeniarse para compartir las sillas restantes, simbolizando que en el Reino de Dios todos caben.

Socialización: Preguntas: ¿Quiénes son los excluidos de mi colegio o barrio? ¿Cómo puedo incluirlos en mi vida?

Canto sugerido: “Tutaina”.

Día 8 – Jesús, esperanza para los pobres

Título: La caja solidaria

Objetivo: Promover la solidaridad y el compartir con los más necesitados.

Desarrollo: Cada niño o joven trae un pequeño aporte (juguete, dulce, útiles). Entre todos se arma una “caja solidaria” decorada con mensajes de esperanza. Luego se entrega a una familia necesitada o institución social.

Materiales: caja grande, papel decorativo, cintas, mensajes escritos.

Dinámica: “Cadena de regalos invisibles” todos en círculo pasan “regalos” invisibles a su compañero (un abrazo, un gesto, un apretón de manos). El animador explica que lo más valioso no siempre es lo material, sino el amor compartido.

Socialización: Preguntas: ¿Qué puedo dar de mí mismo además de cosas materiales? ¿Qué significa para mí compartir?

Canto sugerido: “Mi burrito sabanero”.

Día 9 – Jesús, esperanza para Colombia

Título: El mapa de la esperanza

Objetivo: Comprometer a niños y jóvenes como constructores de paz y esperanza en el país.

Desarrollo: Se coloca un mapa grande de Colombia. Cada niño o joven pega un símbolo (estrella, corazón, palabra) en el lugar donde quiere que nazca la esperanza. Luego se hace oración por la paz y unidad de Colombia.

Materiales: mapa en cartulina, stickers, corazones de papel, marcadores.

Dinámica: “La ola de la paz” todos en círculo se toman de las manos y hacen una ola varias veces, mientras dicen juntos: “Jesús, haz de Colombia un lugar de paz y esperanza”.

Socialización: Preguntas: ¿Qué sueño tengo para Colombia? ¿Cómo puedo yo sembrar paz y esperanza?

Canto sugerido: “Noche de paz”.

“Aguinaldo Salesiano 2026: "Ha d lo que El os diga – Creyentes, libres para servir". ,

"Después de que Jesús nació en Belén de Judea, durante el tiempo del rey Herodes, unos magos del este llegaron a Jerusalén y preguntaron: '¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos?' Porque hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarlo".

(Mateo 2:1-12)

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