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Boletín N° 295 Marzo de 2025 - Colombia.

Revista de la Familia Salesiana fundada por Don Bosco en 1877.

Director:

P. Simón Martínez, SDB

Consejo Editorial:

P. Simón Martínez, SDB

P. Jhon Fredy Hernández, SDB. Yessica Gómez Giraldo

Diseño y diagramación:

Juan Camilo Cárdenas Pérez

Marcela Arteche

Mariluz Montoya Muñoz

Portada: Comunicaciones COB

Impresión:

FUNBOSCO - Medellín

Fotografía: Coordinadores locales de Comunicación Social de Colombia, oficinas de comunicación COM y COB.

Gráficos y fotografías:

Coordinadores Locales de Comunicación Social de Colombia, Oficinas de comunicación COM y COB.

www.freepik.com

Producción:

Área de Comunicación Social Inspectoría San Luis Beltrán (COM) e Inspectoría San Pedro Claver (COB).

Contacto boletinsdbcolombia@gmail.com

Revista Digital issuu.com/boletinsalesianocolombia

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Boletín Salesiano de Colombia

Editorial

Actualidad

Nuestra Gente:

Hakuna, voces del pueblo de DIos

Educación:

Un diálogo pendiente: Pedagogía y espiritualidad

Educación:

Bosco Skills: Un Pacto por el mundo

Familia Salesiana:

Un destello en el diamante de la esperanza

Casa Común:

Energía que no se agota

Internacional:

Quién sabe si no es como un grano de trigo o de mostaza que poco a poco irá extendiéndose

Iglesia:

Una esperanza jubilar y misionera que se traduzca en verdaderos logros

Los jóvenes opinan: ¿Qué es la esperanza y cómo la viven?

Vocacional

Iglesia: Templos Jubilares

Mensaje Vicario del Rector Mayor

COMO DON BOSCO, ANCLADOS EN LA

ESPERANZA Y PEREGRINOS CON

LOS JÓVENES

Un saludo cordial a todas las personas que entran en diálogo con nosotros, por medio del Boletín Salesiano, deseando que en sus corazones abunde la gracia del Señor. En la circular sobre “los buenos libros” escrita por Don Bosco, dice que, “con las mismas Lecturas Católicas, si bien es verdad que en una primera intención deseaba instruir al pueblo en general, desde otro punto de vista mi plan era entrar en las casas particulares y dar a conocer el espíritu que reinaba en nuestros colegios y atraer a la virtud a los jóvenes, sobre todo con las biografías de Domingo Savio, de Besucco y otras obras parecidas, mientras que, con el Boletín Salesiano, entre otros fines, perseguí también este: el de mantener en los jóvenes que vuelven a sus familias el aprecio por el espíritu y las máximas de San Francisco de Sales, y el de convertirlos a ellos mismos en salvadores de otros jóvenes. los Salesianos sobre la difusión de los buenos libros. 1885). Al estilo de Don Bosco y con sus mismas intenciones, ponemos en sus manos este nuevo número del Boletín Salesiano, con un verdadero sentido de Iglesia, siendo esta, una ocasión muy especial, como lo veremos más adelante.

En la carta a los romanos, el apóstol dice: pues, recibido de la fe nuestra justificación, estamos en paz con Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido también, mediante la fe, el acceso a esta gracia en la cual nos hallamos, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud probada, esperanza, y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado”. 1-6)

Se trata de la exhortación del apóstol Pablo a los creyentes de Roma que vienen experimentando dificultades, incertidumbres y tribulaciones, por la vida de fe que han asumido, animando a dicha comunidad para que persevere en la fe, para que mantenga viva la esperanza y se cultive en la caridad solícita, bajo la acción del Espíritu Santo que les ha sido dado.

Es en este texto en el cual se inspira el Papa Francisco para convocar, a toda la Iglesia, al año jubilar, destacando la expresión: “La esperanza no defrauda”, (Rm 5, 5); deseando que dicha oportunidad “pueda ser para todos un momento de encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, «puerta» de salvación (cf. Jn 10,7.9); con Él, a quien la Iglesia tiene la misión de anunciar siempre, en todas partes y a todos como «nuestra esperanza» (1 Tm 1,1). (Spes non confundit, 1).

Asumiendo la llamada del Papa Francisco al año jubilar, el Rector Mayor, Card. Ángel Fernández Artime y su Vicario, Don Stefano Martoglio, nos trazaron las grandes líneas del aguinaldo para este año 2025, invitándonos a vivir “anclados a la esperanza, peregrinos con los jóvenes”, mientras celebramos, además del jubileo eclesial, los 150 años de la primera expedición misionera de los Salesianos de Don Bosco.

En el comentario del Aguinaldo, por Don Stefano Martoglio, considera que, “el año que nos ha sido dado está, pues, lleno de ideas para nuestro crecimiento concreto y cotidiano, para que nuestra humanidad sea fecunda en la atención a los demás” (Don Stefano MARTOGLIO, Vicario del Rector Mayor, Anclados en la esperanza, peregrinos con los jóvenes. ACG.444.4).

Es este justamente el sentido de la misión salesiana, indicada a Juanito en el sueño de los nueve a los diez años, cuando se le pide fijar la mirada en aquellas fieras, en las que se habían convertido aquellos niños y jóvenes rebeldes y sin esperanza, para que él los transforme en mansos corderos, “no con golpes, sino con la mansedumbre y la caridad”, enseñándoles “la fealdad del pecado y la hermosura de la virtud”. Recordemos, todavía, que la Maestra de Sabiduría que le fue dada en el sueño, le dice a Juanito, “Este es el campo en el que debes trabajar. Hazte humilde, fuerte y robusto y lo que estás viendo que acontece con estos animales, tienes que hacerlo tú con mis hijos. (Fernando PERAZA, Memorias del Oratorio. 37).

Podemos decir que, desde su infancia, Don Bosco fue un peregrino de la esperanza, pues quería llegar a ser sacerdote, para ocuparse de los niños y jóvenes, haciéndose amigo de ellos para conducirlos por el mejor camino, es así como se lo expresa a Don Calosso en aquel diálogo que sostienen cuando regresan de escuchar la predicación de los misioneros: “¿Por qué quieres ser sacerdote? - Para acercarme, hablar y enseñar la religión a tantos compañeros míos que no son malos, pero que tienen el peligro de echarse a pique porque nadie se cuida de ellos”. (Fernando PERAZA, Memorias del Oratorio de San Juan Bosco, Centro Salesiano de Formación Permanente América. Quito. 2011. 54).

Siendo ya sacerdote, habiendo sido conducido por Don Cafasso a visitar las cárceles de Turín, todavía manifestará su misma preocupación, su más vivo interés de ponerse al servicio de los jóvenes:

Don Cafasso, que ya desde hacía seis años me orientaba, fue ante todo mi director espiritual y si he hecho algún bien, se lo debo a este excelente sacerdote, pues desde el comienzo puse en sus manos todas las decisiones, las aspiraciones y las acciones de mi vida. Lo primero que hizo fue llevarme a las cárceles en donde pude conocer qué enorme es la malicia y la miseria de los hombres. Me sentí horrorizado al ver una cantidad de muchachos de doce a dieciocho años, sanos, robustos, inteligentes, que estaban allí ociosos, roídos por los insectos y faltos en absoluto del alimento espiritual y material. Estaban personificados en estos infelices la vergüenza de la patria, el deshonor de la familia y su propio envilecimiento. Pero qué sorpresa y asombro tuve al constatar que muchos de ellos salían de ese antro con el propósito firme de cambiar su vida y, sin embargo, reincidían fatalmente volviendo a los mismos lugares de reclusión que pocos días antes habían abandonado.

Constaté, así mismo, en esas ocasiones, que las recaídas de muchos se debían a que estaban completamente abandonados. Fue cuando me pregunté: y ¿si estos chicos tuvieran afuera de la cárcel un amigo que se interesara por su bien, estuviera con ellos y los instruyera en la religión durante los días festivos, ¿no se reduciría al número de los que vuelven a la cárcel?

Le comuniqué mi pensamiento al P. Cafasso y con la ayuda de sus consejos y sus reflexiones empecé a buscar la manera de llevarlo a cabo, poniendo en las manos del Señor los resultados, ya que sin Él todos los esfuerzos humanos son inútiles. (Fernando PERAZA, Memorias del Oratorio. 151-152)

El gran “Modelo Educativo” de Don Bosco se llama Oratorio de San Francisco de Sales, en Valdocco, ese es el criterio permanente de todas las Presencias, Obras y actividades con una propuesta muy clara y una meta muy precisa, como se los expresa Don Bosco en el primer librito que les ofrece a los jóvenes del Oratorio en 1847, en el que les describe concretamente la gran finalidad del Sistema Preventivo, advirtiéndoles del gran peligro que corren si se dejan engañar por las astucias del demonio, pues de ese modo caerán en la condenación eterna, por esto les dice: “Para prevenir una desgracia tan irreparable, yo les ofrezco un método de vida breve y fácil, pero suficiente, para que lleguen a ser, el consuelo de sus padres, el honor de la patria, buenos ciudadanos en la tierra y después, un día, los felices habitantes del cielo” (Giovanni BOSCO, El joven Instruido. 1847).

Se trata de la formación a la vida virtuosa, teniendo a María Santísima como modelo, para aprender y asimilar de Ella, el cúmulo de virtudes que posee en su Sacratísimo corazón, como son la fe, la esperanza y la caridad. (Giovanni BOSCO, Angelina o la buena niña); conviene decir, todavía, que, con todo ello, Don Bosco busca formar personas de una fe madura capaces de optar en su vida sirviendo en la Iglesia y en la sociedad, por eso, en sus escritos y en sus predicaciones se propone “iluminar la mente para formar el buen corazón... con los principios de la Sagrada Escritura” (Giovanni Bosco, Historia Sagrada. 1847).

Es esta la invitación abierta a toda la Familia Salesiana, a quienes hacen parte del Movimiento Salesiano, a quienes siguen el Boletín Salesiano, en fin, a quienes se identifican con la persona de Don Bosco y el carisma que el Señor ha suscitado en él, con la intervención materna de nuestra Madre Auxiliadora; ciertamente tenemos una gran misión, los jóvenes más pobres, abandonados, los que parece que no tienen esperanza en esta sociedad, los que muchas veces no son considerados y, por eso, son descartados, como diría el Papa Francisco. Recordémoslo bien, Don Bosco nunca lo olvidó, ese es nuestro campo, es ahí donde debemos trabajar incansablemente, con ellos debemos peregrinar haciendo, de cada una de nuestras Presencias, de cada una de nuestras Obras, eso que hizo Don Bosco con su Oratorio, es decir, una verdadera experiencia de Iglesia juvenil en continua expansión misionera, toda ella orientada en la esperanza de la gloria futura.

INSPECTOR

Pero no olvidemos la clave que él mismo nos da, mantengámonos aferrados a Cristo y pongamos en sus manos todos los resultados, que pretendemos alcanzar, ya que sin Él todos los esfuerzos humanos son inútiles. María Auxiliadora también peregrina con nosotros y nos ayudará, sin duda, a realizar fielmente la misión confiada.

P. Rubén Darío Jaramillo Duque, SDB

Inspector COB

Con mucha alegría compartimos que, a partir de 2025, nuestro equipo se renueva para dar continuidad a la valiosa obra heredada por Don bosco, con el compromiso de seguir siendo un espacio clave para fortalecer la fe y la identidad salesiana, especialmente entre los jóvenes, quienes son el corazón de nuestra misión.

Desde el Boletín Salesiano de Colombia, agradecemos al Padre Fabio Abraham Díaz su valioso trabajo durante estos seis años como director. ¡Gracias, Padre Fabio, por su dedicación y por guiarnos con tanto amor y sabiduría!

Este año, el boletín llega con muchas sorpresas: contenido interactivo, videos, podcasts, canciones y otras novedades que seguramente disfrutarán. ¡Los invitamos a descubrir todo lo que se ha preparado para seguir creciendo juntos como familia salesiana!

Podrás acceder al contenido interactivo escaneando los códigos QR.

En las secciones donde veas este icono, podrás acceder a material y recursos interactivos.

¡Te inviTamos a explorarlos!

Sigamos caminando con alegría y esperanza, compartiendo el carisma de Don Bosco.

Por: P.Simón Martínez López Director Boletín Salesiano.

VOCES DEL PUEBLO DE DIOS

Por: Camilo Cárdenas Coordinador Inspectorial de Comunicaciones-COB

Hakuna es un movimiento católico que ha cautivado a miles de jóvenes en todo el mundo a través de su espiritualidad eucarística y su testimonio vibrante de fe. Nacido en 2012, su esencia radica en vivir y compartir la fe en comunidad, ofreciendo espacios de encuentro con Cristo, especialmente a través de la música y la adoración. En esta entrevista, Hakuna nos comparte su historia, su impacto en la juventud actual y cómo, a través de la música y la vida comunitaria, buscan transformar corazones y llevar el mensaje de Cristo a todos los rincones del mundo.

1. ¿Qué es Hakuna? ¿Su historia y de dónde viene?

Hakuna es un movimiento de la Iglesia Católica que nació en 2012. Somos una familia eucarística que empezó con un grupo de jóvenes que queríamos seguir a Cristo compartiendo la vida.

Un diálogo pendiente: pedagogía y espiritualidad II

Entrega

Reflexión sobre el valor educativo de la interioridad

En este sentido aparece el interesante trabajo de la autora Marta Burguet, profesora de la Facultad de Educación de la Universitat de Barcelona, apoyado en personas que ejemplifican esta conversación: Tabindranath Tagore, Edith Stein, Simone Weil o Etty Hillesum.

En ese trabajo, la profesora Burguet muestra cómo las pedagogías que contemplan la dimensión espiritual de la persona están más abiertas a una construcción más completa del sujeto y superan con facilidad la hegemonía de la razón o de otras supremacías menos holísticas. Aún así, es fácilmente constatable cómo la historia de la educación muestra una fragilidad en los desarrollos pedagógicos sobre estas dimensiones espirituales tan presentes en todos los legados culturales.

El descubrimiento de la dimensión interior y la experiencia espiritual, desde el autoconocimiento al autoconcepto, constituye un camino necesario en la construcción de la personalidad. La experiencia de Etty Hillesum, judía que vivió en los campos de exterminio, nos ilumina esta realidad: “Si no nos esforzamos por encontrar nuestro ser, nos veremos engullidos en la noche y el caos”, escribió en 1941. Es precisamente su dimensión espiritual la que le permite conquistar el sentido de su vida en un contexto de sometimiento.

Esta relación entre el descubrimiento de la vida interior y la dimensión espiritual, tan decisivos para la felicidad humana, nos invita a desbordar axiomas clásicos en la formación y sobre los que vemos ahora sus límites, por ejemplo, que la justicia o una ética basada en los derechos garanticen una convivencia armónica de la ciudadanía y la felicidad de sus ciudadanos. Por esto, el reto es superar una educación que solo prepara para la ciudadanía, aspiramos a una educación capaz de proponer un sentido de vida, que incluye la ética y la ciudadanía, pero que la sobrepasa.

“Este itinerario pedagógico hacia la interioridad supone –concluye Burguet– una lucha contracorriente respecto a un sistema en el que impera la preocupación por la competitividad, el individualismo, la superioridad, el ritmo acelerado, la preeminencia del multitask, la posesividad y el poder… Esta construcción identitaria con referencias extrínsecas al propio ser construye individuos identificados con constructos externos y desidentificados con lo más interno, con el propio yo. Esto genera fragmentación interna, crea un considerable desarraigo y una valoración y

validación siempre en función de parámetros en permanente fluctuación, que son líquidos, efímeros y mutables”.

El necesario diálogo entre pedagogía y espiritualidad, todavía pendiente, puede contribuir decisivamente a integrar esta dualidad entre interioridad y exterioridad. Comprender bien la pedagogía de la interioridad, puerta de la espiritualidad, nos proporciona un horizonte de sentido. Lo confirmó ya Dewey: algunas pedagogías de la espiritualidad ven como el principal efecto de la educación se cristaliza al llegar a una vida plena de sentido. Así se percibe en Edhit Stein, concluye Burguet: “La vida espiritual es un camino de interiorización que lleva al conocimiento de sí y a encontrar su propio centro, donde se siente en casa y se encuentra con su libertad. El centro del alma es el centro de la libertad, éste es el nuevo sentido del alma […]. El centro del alma es el lugar en el que se percibe la conciencia y el lugar de las libres decisiones”.

Estamos, en definitiva, persuadidos que los retos que nuestro mundo globalizado plantea hacen imprescindible un regreso al cultivo de la dimensión interior de las personas tanto en las familias como en la escuela. De alguna manera, la innovación educativa que hoy llama a nuestras puertas debería

proporcione mayor hondura a los procesos de crecimiento de alumnos y profesores.

Nosotros podemos confirmar este paradigma de la educación de la interioridad es precisamente una matriz donde otros aprendizajes y vivencias pueden echar raíces y ayudar a la persona a descubrir y cultivar el sentido de su existencia. Entendemos esta educación de la interioridad como condición indispensable para la gestación en lo profundo de la persona de compromisos éticos, espirituales y religiosos capaces de vertebrar la identidad personal superando la dualidad entre interioridad y exterioridad.

La interioridad es una aventura interminable de todo ser humano, principio de la sabiduría clásica: “Conócete a ti mismo”, que presidía en Delfos, el templo de Apolo. Una conquista de la voluntad en busca de la verdad, que reside dentro de nosotros. “Solo cuando el hombre se comprende íntimamente y descubre su camino, la vida se sosiega y cobra sentido”, decía Kierkegaard. Recuperemos la música, el arte, la poesía, el silencio … como recursos que nos ayuden a educar las emociones y el mundo interior. Allí, como salesianos, tenemos la ruta de una pedagogía de la interioridad que nos pemita hemanarnos con lo que nos rodea y con toda la humanidad. En la auténtica interioridad

En 1884 tuvo lugar en Turín una “Exposición Nacional de la Técnica”. Don Bosco, invitado a tomar parte, aceptó gustoso. Tuvo a su disposición una larga galería, en la cual expuso todo su conjunto de máquinas nuevas adquiridas en Zúrich para la fábrica de papel de Mathi 1 y para la escuela técnica del Oratorio. Los visitantes veían primeramente cómo se fabricaba el papel y luego observaban a unos artesanos a hacer la composición, colocar las planchas en la máquina e imprimir, a otros doblar los pliegos y encuadernas los libros, en modo tal que se pudiese admirar todo el proceso por el cual del trapo se llegaba al libro.

(Peresson, 1999. p 53)

Bajo este concepto de socializar las experiencias educativas del Oratorio de Valdocco, Don Bosco nos muestra el valor tan significativo que implica dar a conocer el proceso y el producto de la enseñanza generada en las instituciones salesianas; es por esta razón que, Bosco Skills se convierte en el espacio de la Inspectoría San Pedro Claver de Bogotá, para visibilizar el talento de los estudiantes, mediante la aplicación del conocimiento en la resolución de problemas enmarcados en la vida real; empleando para ello el desarrollo de experiencias gráficas y comunicativas a través de: El concurso de afiche de la ciencia y la tecnología por medio de la exposición de proyectos; del hacer reflexivo mediante la competencia de habilidades y finalmente, del saber compartido, involucrando al sector productivo y a la academia.

Para la versión de Bosco Skills 2024, representantes locales de la Inspectoría COB propusieron asumir un pacto por el mundo que nos convocó a toda la Comunidad Educativa Pastoral (CEP) al cuidado de la casa común, reconociendo el valor de la vida a través de las acciones transformadoras de la educación al servicio del planeta; en razón al llamado que nos hace para observarlo, indagarlo y comprenderlo frente a sus diversas necesidades, puesto que:

No se trata solamente de una crisis “ambiental”, o una crisis económica, financiera, política, social: es una crisis sin adjetivos, porque es una crisis interior, que se proyecta hacia el exterior en todas las dimensiones del ser humano, en la relación con los demás, con la sociedad, con las cosas, con el medio ambiente.

(Congregación para la Educación Católica, 2012. p 16)2

lo que implica, darles a los estudiantes el protagonismo para actuar por el cambio, por la transformación del entorno, de las costumbres y de la cultura, para encontrar en el aprender a cuidar, la responsabilidad por el otro, por el presente, por el planeta y por el legado a las futuras generaciones.

Es por ello que los participantes a este evento, asumieron el reto de comunicar a través de imágenes, color, composición e ideas, el propósito trazado para el 2024. Esto llevó a que la competencia

Cultural y artística se aplicara en el concurso del diseño del afiche al que se presentaron 29 propuestas, sobresaliendo el equipo de la estudiante Sara Sofía Vargas del grado 11° junto con los educadores de Castellano: Lesby Granados, Alexander Reyes y Yolima Sandoval, del Colegio

Salesiano de León XIII. Ellos en su propuesta muestran en fondo azul un planeta verde y un estudiante observándolo a través de un microscopio, para asumir desde la ciencia el compromiso de comprenderlo y cuidarlo.

Por otra parte, en torno a la experiencia de ciencia y tecnología, se llevó a cabo la ExpoJuvenil como el pretexto para dar voz a los estudiantes a través de la resolución de problemas y atención a necesidades cotidianas, convirtiéndolos en portavoces del llamado de planeta con el saber aplicado y representado en una feria de proyectos bajo 4 categorías (Sociedad impactada, Tecnologías nuevas, Emprendimiento e innovación y Mejora de TICs) evaluadas por expertos de la industria, la tecnología y la educación superior bajo parámetros del enfoque STEAM y la metodología CDIO (Concebir, diseñar, implementar, operar), que dieron como ganador al proyecto Ergo Flex de la especialidad de Mecánica Industrial del Instituto Técnico Industrial Centro Don Bosco, seguido del proyecto "Música que transforma" del programa Técnico Laboral en Ejecución Musical del Centro Juan Bosco Obrero de la educación para el trabajo y el desarrollo humano (ETDH) y educación superior, participaron de manera remota en duplas interinstitucionales, en las que lograron demostrar a través de su desempeño en 6 retos de índole técnico-tecnológico que articulados entre sí, generaban la solución a una situación que requería del dominio de la competencia digital, que llevó a Hanna Lucía García del Colegio Bilbao IED de Bogotá y a Luisa Fernanda Ramírez del Colegio Salesiano de Tunja, a alzarse con el 1er lugar, gracias a la reflexión frente a los retos, el trabajo en equipo, la calidad de las evidencias, el manejo adecuado del tiempo y el hacer reflexivo, asumiendo una postura crítica frente a la realidad y un compromiso por su transformación.

Como novedad para esta versión, surge Bosco Bot, una experiencia que resulta del trabajo interdisciplinar entre las especialidades de Electricidad y Electrónica, Dibujo Técnico y Mecánica Industrial del Centro Don Bosco, que está encaminada a la programación y operación de dispositivos de control robótico a través de tres categorías: Carrera de obstáculos, Ballon Royal y Seguidores de líneas digitales y análogos, que permitieron en esta primera experiencia, la participación de 4 instituciones que desarrollan formación en robótica como línea de profundización en la educación básica y media y que nos muestra las grandes posibilidades que tiene Bosco Skills para seguir ampliando las perspectivas y alcances que logra nuestro currículo evangelizador por competencias.

UN DESTELLO EN EL DIAMANTE DE LA ESPERANZA

La misión de las Hijas de los Sagrados Corazones La misión de las H ijas

Por: Hna. Martha Nelly Gutiérrez Castañeda

Hija de los Sagrados Corazones

El personaje estaba vestido de la siguiente manera: Un rico manto le cubría el cuerpo a manera de capa… Lo que apenas nos permitía mirar al Augusto personaje, eran diez diamantes de tamaño y esplendor extraordinarios… Tres de estos diamantes los tenía sobre el pecho… En uno estaba escrito, Fe; en otro, Esperanza, y en el tercero, colocado sobre el corazón, Caridad…En los rayos de la Esperanza: Sperate in Domino, non in hominibus. (Confiad en Dios, no en los hombres). Semper vestra fixa sint corda ubi vera sunt gaudia. (Estén vuestros corazones siempre fijos donde existen los verdaderos goces).

Si te inspiran las historias de amor al prójimo y entrega total, este video es para ti. ¡Dale play y descubre cómo un pequeño destello puede iluminar el mundo!

Salesianos

Como un destello de aquel reconocido sueño del personaje de los diamantes, surge el Instituto de las Hijas de los Sagrados Corazones, un fruto de la misión Salesiana en Colombia. Providencialmente, el jefe de la primera expedición enviada a Colombia, fue el Padre Miguel Unia. La travesía, que partió de Turín el 3 de enero de 1890, surcó luego el bravo océano en el vapor La France, llevando consigo 8 valientes misioneros, uno de ellos, desde el momento del embarque, tristemente muy enfermo, se trataba del Clérigo José Eterno, quien el 27 de enero, antes de concluir el viaje, falleció en el Puerto de la Guaira en Venezuela. Un detalle, que solo podemos comprender en los misterios de la fe y los designios de esta nueva presencia misionera, que cobró la ofrenda de un hermano.

El viaje continuó hasta Bogotá donde llegaron el 11 de febrero de 1890, la primera Comunidad Salesiana en tierra colombiana se dedicó a la educación y la instrucción técnica, dando inicio al Colegio León XIII, del que el Padre Miguel Unia era el prefecto, y allí en medio de la actividad escolar, de los trabajos que demandaban sacar adelante la nueva obra, sintió la llamada de Dios al meditar el Evangelio de los 10 leprosos, y luego sorprendido al conocer que en Colombia había leprosos, concibió la idea de consagrarse a ellos y pedido el consentimiento a Don Miguel Rúa; llegó a Agua de Dios el 26 de agosto de 1891, en 1894 viajó a Italia, y trajo consigo a un nuevo misionero, el joven Clérigo Luis Variara, a quien nombraría su heredero en la misión con los enfermos de lepra, augurando para él la

palma del heroísmo en esta noble y sacrificada misión, que pronto produciría frutos.

Luis Variara fue ordenado sacerdote el 24 de abril de 1898, convirtiendo la triste realidad de Agua de Dios, donde aprendió a “robarse el cielo”, y en medio del dolor y la monotonía transformó la ciudad del dolor en un ambiente festivo, en una escuela de alegría y optimismo, en un oratorio salesiano. Fue este el terreno que con su acción educativa y pastoral conquistó el corazón de los habitantes del lugar y cautivó el corazón devoto de sus jóvenes penitentes, entre los cuales descubrió el germen de la vocación proponiéndoles la Consagración al Corazón de Jesús, como era insinuado por Don Rúa a toda la Congregación Salesiana.

Allí en el confesionario de un pobre leprosorio, nace una nueva fuerza misionera. Algunas jóvenes enfermas de lepra o con parientes enfermos, manifestaron al padre Variara, su “deseo de Consagrarse a Dios en la vida religiosa, como si esto fuera posible en un Lazareto”, y Luis comprendió que para Dios no hay nada imposible, y si estas jóvenes eran llamadas, quién era él para no escuchar la voz de Dios que le pedía hacer realidad aquel sueño. El 7 de mayo de 1905, en la Capilla del Hospital San Rafael, se realizó la ceremonia de fundación del Instituto de las Hijas de los Sagrados Corazones, llamadas desde el dolor y el sufrimiento a ser misioneras para anunciar al mundo la victoria de la Cruz transformada en la alegría y la esperanza de la Pascua.

de Don Bosco - Colombia

De la semilla sembrada por los hijos de Don Bosco en la tierra del dolor, brotó esta nueva rama que inició su acción misionera en el ofrecimiento silencioso de la vida cotidiana, en el cuidado y acompañamiento a los niños del Oratorio Miguel Unia, fundado por el Padre Luis Variara, en el servicio fraterno, en la atención y el cuidado a las hermanas enfermas y “sobre todo, ofreciéndose como víctimas al Sagrado Corazón de Jesús”.

Cerca de 30 años debieron permanecer en el Lazareto, realizando la misión de manera sencilla y silenciosa, a causa de las restricciones que existían en torno a la lepra, solo hasta 1933 se dio una primera fundación en predios cercanos al Lazareto, donde se construyó el primer noviciado para jóvenes sanas, sin nexo alguno con la enfermedad, en 1938, dieron el primer salto fuera del ámbito de Agua de Dios, hacia la ciudad de Ibagué, iniciándose una cadena de fundaciones en diferentes poblaciones y campos de misión; las obras tomaron nuevos estilos y llegó incluso a cuestionarse su fidelidad a los orígenes.

El año 1950, fue un año particularmente misionero para el Instituto, pues las nuevas fundaciones fueron dirigidas a lugares necesitados y apartados, destacamos entre

Salesianos de Don Bosco - Colombia

ecuatoriana, en donde estuvo presente en varios lugares considerados tierra de misión.

Las fundaciones continuaron en ascenso en diferentes poblaciones en Colombia y Ecuador, y en 1973, se abre una nueva frontera, con la fundación en Valencia - Venezuela; en 1976 en Bolivia, en el 78 en República Dominicana, posteriormente en 1983 llega a España, en 1984 el Padre Variara regresa a Italia en la presencia de sus hijas, en 1986 el Instituto se hizo también africano con su primera fundación en San José de Evinayong en Guinea Ecuatorial. Actualmente el Instituto está presente en tres continentes y 12 países, realizando la misión que comparte con los socios del Movimiento Secular Padre Luis Variara, asociación conformada por laicos y sacerdotes diocesanos.

El Padre Luis Variara reveló al Instituto el sentido del carisma desde la segunda frase del diamante de “La Esperanza”, al proponer a las hermanas el lema del escudo: Tengamos siempre fijos nuestros corazones allá donde están los verdaderos goces. En los diferentes campo de acción, las hermanas han sido reconocidas como verdaderas misioneras, apóstoles de los niños, los jóvenes y los enfermos. La vitalidad del Instituto se ha desarrollado en la práctica del carisma salesiano victimal que consiste

“Caminemos cantando. Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza” (LS 244)

Por: Yessica Gómez Giraldo

Lider Inspectorial de Comunicaciones COM

En un mundo donde los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes, la fe se convierte en una fuente inagotable que impulsa a la acción. Creer en un mañana mejor exige decisiones responsables en el presente, con la convicción de que cada acción —desde el consumo consciente hasta la preservación de los recursos naturales— es una semilla de esperanza para el cuidado de la Casa común.

El compromiso de la misión Salesiana con la preservación de la creación de Dios encuentra inspiración en las palabras del Papa Francisco, quien en su encíclica Laudato Si' enfatiza que “decir ‘Creación’ es más que decir naturaleza, porque implica un proyecto de amor de Dios, donde cada criatura tiene un valor y un significado” (LS 76). Esta visión refuerza la convicción de que el cuidado del medioambiente es una expresión concreta de esperanza y amor hacia las generaciones futuras.

En coherencia con este mensaje, la conferencia salesiana “Energía para siempre” realizada en Roma, estableció desde el 2019 el uso de energías verdes, limpias y renovables como una prioridad, para reducir la contaminación y reducir la crisis ambiental.

En consecuencia, el Capítulo General 28 de los Salesianos adoptó la meta de que, para 2032, todas las Inspectorías Salesianas del mundo operen al 100% con energías renovables. Este compromiso, denominado “Acompañando a los jóvenes hacia un futuro sostenible”, 1 ha sido un eje central en la transición ecológica de la congregación.

En el ámbito local, la Inspectoría San Luis Beltrán reafirmó su compromiso con la sostenibilidad en el Capítulo Inspectorial 21, incorporando la protección del medioambiente como una de las Opciones Centrales en su Proyecto Orgánico Inspectorial para el sexenio 2021-2026.2 Dentro de sus objetivos estratégicos, se estableció un enfoque en la Sostenibilidad y Significatividad, con la meta de implementar controles que garanticen la conservación de los recursos naturales de acuerdo con los impactos identificados.

Como parte de esta apuesta, se ha promovido la transición hacia energías renovables, priorizando la energía solar fotovoltaica en sus obras

educativas pastorales. Un ejemplo destacado es la Obra Ciudad Don Bosco de Medellín, que con el apoyo de Don Bosco Jugendhilfe Weltweit de Suiza, se convirtió en 2022 en la primera institución salesiana en Colombia en recibir la certificación de Carbono Neutral otorgada por el Icontec. Este hito inicial, junto con la implementación de un Sistema de Gestión Ambiental certificado bajo la norma ISO 14001:2015 3, ha permitido expandir el proyecto con la instalación de nuevas plantas solares en el Colegio Santo Domingo Savio de La Ceja y la Institución Educativa Don Bosco de Popayán, con el respaldo de Don Bosco Mondo de Alemania.

Finalmente, el compromiso con la sostenibilidad continúa fortaleciéndose con la ejecución de nuevos proyectos solares que ampliarán aún más su impacto ambiental positivo. Próximamente, entrarán en operación las plantas solares del Instituto Pedro Justo Berrío de Medellín y el Centro de Capacitación Don Bosco de Cali, que comenzarán a generar energía limpia para sus comunidades. Y de forma paralela, se encuentran en planificación nuevas iniciativas que permitirán extender este modelo sostenible a otras obras. Este esfuerzo integral reafirma la determinación de la Inspectoría de avanzar hacia un futuro sustentable, promoviendo la educación ecológica en los jóvenes y formando ciudadanos responsables con su entorno, en una apuesta continua por sembrar esperanza, construir futuro y animar actos de amor por la creación.

1 CG28, Acompañando a los jóvenes hacia un futuro sostenible No.8 Propuesta.

2 Proyecto Orgánico Inspectorial POI 2021-2026, No. Campos de acción prioritarios, 4.5. Política Integrada de la Inspectoría.

3 NTC – ISO 14001 Sistemas de Gestión Ambiental

¿Quieres conocer cómo se ve este proyecto? Así se ve desde el aire

En sintonía con el gran evento eclesial del Jubileo 2025, la Congregación Salesiana está celebrando en todo el mundo los 150 años de la primera expedición misionera enviada por el mismo San Juan Bosco fuera de Italia, en 1875. Esta misión —destinada a Argentina, que llegó a Buenos Aires el 14 de diciembre de 1875— es el comienzo de un gran don de los salesianos, la misión.

“...De este modo damos inicio a una obra grandiosa. No es que tengamos pretensiones o que con esto se crea que vamos a convertir el mundo entero en pocos días; pero quién sabe si esta partida y este pequeño paso no serán la semilla de la que va a nacer una inmensa planta. Quién sabe si no es como un grano de trigo o de mostaza que poco a poco irá extendiéndose. Quién sabe si no está establecido que va a producir un bien extraordinario. Yo lo espero...”, decía Don Bosco en la Basílica de María Auxiliadora, de Turín, el 11 de noviembre de 1875, días antes de que partieran desde el puerto de Génova estos primeros 10 jóvenes salesianos a cumplir el sueño misionero de San Juan Bosco.

Por eso, toda América se une en la conmemoración de este aniversario, con Argentina como eje central en reconocimiento a su papel clave en la expedición. A lo largo del año, se llevarán a cabo diversas actividades que invitan, en palabras del ex Rector Mayor, Card. Ángel Fernández Artime, a un profundo ejercicio de memoria y renovación: “para reconocer, para repensar y para relanzar”:

• Reconocer: Dando gracias a Dios por el don de la vocación misionera que permite hoy a los hijos de Don Bosco y a su familia llegar a los jóvenes pobres y abandonados en 136 países.

• Repensar: considerando esta ocasión propicia para repensar y desarrollar una visión renovada de las misiones salesianas a la luz de los nuevos desafíos y perspectivas que han llevado a nuevas reflexiones misiológicas.

• Relanzar: Recordando nuestra historia gloriosa de la que estamos agradecidos, y deseando también una gran historia por hacer. Miramos al futuro con celo misionero y entusiasmo renovado para llegar a un número aún mayor de jóvenes pobres y abandonados que puedan vivir con esperanza, y con verdadero sentido de la vida, una vida en Dios.

Entre las actividades previstas, se encuentra el Congreso Misionero Salesiano Americano “Entrelazando caminos”, organizado por integrantes de la Universidad Politécnica Salesiana, de Quito; la Universidad Salesiana Argentina, y por miembros de los equipos de las Inspectorías de Argentina y de Ecuador, una iniciativa que busca poner en diálogo todas las experiencias misioneras de América a partir de una teología de la misión, la espiritualidad de los pueblos originarios, la “interculturalidad” y la riqueza que aportan las Ciencias Sociales para comprender la evangelización en la misión, en ese contexto histórico.

Esta propuesta académico-experiencial, abierta a todos los misioneros de la Familia Salesiana de América, se llevará a cabo del 19 al 22 de mayo en Buenos Aires. Un encuentro que representa el “compromiso común” para abordar los desafíos desde una perspectiva intercultural, con especial atención a los jóvenes más pobres, los pueblos originarios y las periferias. Guiada por una opción carismática, busca el encuentro con la diversidad, promoviendo el diálogo respetuoso y la lucha por una vida digna para todos. Así, la Congregación Salesiana celebra el sueño profético de Don Bosco en donde Dios le presenta la misión en territorios lejanos y desconocidos. Esos territorios soñados se materializaron en la Patagonia. Esos territorios soñados son América.

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Nos dice el Papa en la bula del Jubileo 2025 que «los signos de los tiempos, que contienen el anhelo del corazón humano, necesitado de la presencia salvífica de Dios, requieren ser transformados en signos de esperanza»1, e invita a la Iglesia, y a nosotros en ella, a vivir este 2025, año jubilar y misionero, empeñándonos en ser signos tangibles de esperanza que se concreten en2:

Por: Don Stefano Martoglio Vicario del Rector Mayor

• Que el primer signo de esperanza se traduzca en paz para el mundo, un mundo que vuelve a verse sumergido en la tragedia de la guerra.

• Que mirar al futuro con esperanza se concrete en tener una visión de la vida llena de entusiasmo para compartir con los demás. Como cristianos no podemos no contribuir para lograr una alianza social para la esperanza.

• En este año jubilar estamos llamados a ser signos tangibles de esperanza para tantos hermanos y hermanas que viven en condiciones de penuria.

• Que ofrezcamos signos de esperanza a los enfermos que están en sus casas o en los hospitales.

• Y también necesitan esa esperanza aquellos que en sí mismos la representan: los jóvenes (nos dice el papa Francisco): «No podemos decepcionarlos… Ocupémonos con ardor renovado de los jóvenes, los estudiantes, los novios, las nuevas generaciones ¡Que haya cercanía a los jóvenes, que son la alegría y la esperanza de la Iglesia y del mundo!»3.

• No pueden faltar los signos de esperanza hacia los migrantes, ni hacia los ancianos que con tanta frecuencia experimentan soledad y sienten el abandono.

• Y finalmente el Papa nos pide que los signos de esperanza de este año jubilar se concrete en esperanza para los millares de pobres que carecen de lo más básico y necesario para vivir con dignidad.

1 FRANCISCO, o.c., 7.

2 Cf. Ibidem, 8,9,10, 11,12,13, 14, 15.

3 Ibidem, 12.

Nos invita el Papa -y hacemos nuestra esta invitación- a vivir anclados en la esperanza4, pues esta, junto con la fe y la caridad, constituyen la esencia de la vida cristiana, pero entre todas «la esperanza es la que, por así decirlo, señala la orientación, indica la dirección y la finalidad de la existencia cristiana… Necesitamos que “sobreabunde la esperanza» (cf. Rom 15,13), y en este año jubilar queremos y necesitamos hacerlo con los jóvenes, como Familia Salesiana que somos, para que ellos y con ellos podamos testimoniar de manera más creíble y atrayente la fe, quizá nuestra pobre fe, «para que cada uno sea capaz de dar aunque sea una sonrisa, un gesto de amistad, una mirada fraterna, una escucha sincera, un servicio gratuito, sabiendo que, en el Espíritu de Jesús, esto puede convertirse en una semilla fecunda de esperanza para quien lo recibe»5. Que María, Madre de nuestro Señor, Madre de la Iglesia y Auxiliadora nos acompañe en este camino, Ella que también fue peregrina.

4 Ibidem, 18.

3 Ibidem

¿QUÉ ES LA ESPERANZA Y CÓMO LA VIVES?

LOS JÓVENES OPINAN

Yo había perdido la confianza de mí. Pero la Institución Don Bosco me regresó esa esperanza, me brindó una oportunidad de estudio para que me dieran fuerzas para continuar. Poco a poco se me fueron dando las cosas y mira, ahora soy parte de la vida universitaria de mis sueños.

La esperanza para mi es estar convencido de que hay un Dios que nos ama y que no nos abandona a pesar de las dificultades; porque después de la noche oscura siempre llega la luz de un nuevo amanecer. Por eso debemos creer y dar la mano a quien la necesite.

Entonces yo como joven, pienso que la esperanza en sí, no se va a dar, siempre y cuando gobierne una persona que es corrupta, quizás quizás, de pronto puede que la esperanza se dé, siempre y cuando todos nos unamos, que seamos una sola nación y que estemos todos juntos.

Para mí, la esperanza es como un abrazo en los momento de soledad, algo que me reconforta y me recuerda que no estoy sola.

Luis Carlos Villota Centro de Capacitación Don Bosco de Cali, COM

Carlos Sierra

Emily Duran

María José Rangel Márquez

Escuelas Profesionales Salesianas de Cartagena, COM

Presencia Salesiana de Norte de Santander, COB

Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco - Contratación, Santander, COB

Tania Valeria L. Candia

Parroquia El Carmen de Ibagué, COM

Vivo la esperanza cuando confío en que alguien sanará pronto, cuando veo a las personas que, a pesar de los peligros, llevan el mensaje de Cristo a los rincones más alejados. La vivo cuando creo que puedo alcanzar mis sueños más inimaginables y cuando experimento el milagro de la salvación.

Siento que la esperanza no es algo que nosotros vivamos, sino algo que vive entre nosotros para impulsarnos y ser cada día mejores, y superar cada cosa que se nos interponga.

A veces encontramos esperanza dentro de un grupo de personas, ya sean nuestros amigos, profesores o dentro de nuestra propia familia también, nos encontramos en un lugardondepuesesunaburbujita.

Creo en los jóvenes, creo en nosotros mismos, creo en nosotros, aunque creo que la sociedad está mal, pero creo que nosotros las nuevas mentes podemos cambiar muchas cosas

Michel Avilez

Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco - Contratación, Santander, COB

Yeisy Arroyo

Institución Educativa Centro Social Don Bosco de Barranquilla, COM

José Manuel Puerto Serrano

Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco - Contratación, Santander, COB

Camila Forero

Presencia Salesiana de Norte de Santander, COB

Para mí la esperanza es ese impulso interno que mantiene creyendo que a pesar de las dificultades hay algo mejor por venir.

Yo vivo la esperanza por medio de mi familia o personas cercanas, y en mi comunidad la esperanza la representan jóvenes que cada día se esfuerzanporsermejorespersonas.

Escucha nuestro podcast

"Anclados a la esperanza" y reflexiona sobre su significado profundo.

Kaoru Álvarez

Colegio

La esperanza es como un rayo de sol que ilumina nuestros caminos, incluso en los momentos más oscuros, y para mí significa tener certeza de que algo mejor está por venir.

Colegio

La esperanza además de ser un valor, es una forma de vivir en comunidad, porque a pesar de los malos momentos, siempre va a haber una luz que nos ilumine y nos dé un poco de paz y tranquilidad para seguir adelante.

José Daniel García

San Pedro Claver de Cartagena, COM

Santo Domingo Savio de La Ceja, COM

Por: Don Stefano Martoglio Vicario del Rector Mayor

Queridos amigos y lectores, miembros de la Familia Salesiana, en este saludo mensual del Boletín Salesiano quiero centrarme en un evento muy importante que está viviendo la Congregación Salesiana: el 29° Capítulo General. En el camino de la Congregación Salesiana, cada seis años, se celebra esta asamblea, que es la más importante que puede vivir la Congregación.

Muchas cosas forman parte de nuestras vidas, y este año jubilar nos está regalando muchos eventos significativos. Sin embargo, quiero enfocarme en este en particular porque, aunque parezca algo lejano, nos atañe a todos.

Don Bosco, nuestro fundador, era consciente de que su obra no terminaría con él; estaba seguro de que solo sería el comienzo de un largo camino. A los sesenta años, un día de 1875, dijo a Don Giulio Barberis, uno de sus colaboradores más cercanos: «Tú completarás el trabajo que estoy comenzando; yo haré los bocetos, tú pondrás los colores [...] Haré un modelo aproximado de la Congregación y dejaré a los que vengan después de mí la tarea de embellecerla».

Con esta feliz y profética expresión, Don Bosco diseñaba el camino que todos estamos llamados a seguir, un camino que ahora se expresa de manera especial en el Capítulo General de los Salesianos de Don Bosco, que se está desarrollando en Valdocco.

La profecía de los caramelos

El mundo de hoy no es el de Don Bosco, pero comparten una característica: es un tiempo de profundas transformaciones. La humanización completa, equilibrada y responsable en sus dimensiones materiales y espirituales era el verdadero objetivo de Don Bosco. Se preocupaba por llenar el “espacio interior” de los jóvenes, formar “mentes bien hechas” y “ciudadanos honrados”. En esto, su mensaje sigue siendo actual. Hoy el mundo necesita a Don Bosco.

Todo comienza con una pregunta sencilla:

«¿Quieres una vida cualquiera o quieres cambiar el mundo?» ¿Podemos hablar todavía hoy de metas e ideales? Cuando un río deja de fluir, se convierte en un pantano; lo mismo sucede con las personas. Don Bosco nunca dejó de avanzar; hoy lo hace con nuestros pies.

Tenía una profunda convicción sobre los jóvenes:

«Esta porción, la más delicada y la más valiosa de la sociedad humana, en la que se basan las esperanzas de un futuro feliz, no es por naturaleza perversa... Si a veces se desvían, suele ser más por imprudencia que por malicia consumada. Estos jóvenes necesitan una mano amiga que los cuide, los forme y los guíe».

En 1882, en una conferencia a los Cooperadores en Génova, dijo: «Al rescatar, instruir y educar a los jóvenes en riesgo, se beneficia a toda la sociedad. Si la juventud está bien educada, con el tiempo tendremos una generación mejor». Es como decir: solo la educación puede cambiar el mundo.

Don Bosco poseía una visión extraordinaria. Nunca decía “hasta aquí”, sino siempre “a partir de ahora”. El profesor Guy Avanzini, destacado

profesor universitario, afirmaba: «La pedagogía del siglo XXI será salesiana, o no será».

Una tarde de 1851, desde una ventana del primer piso, Don Bosco lanzó un puñado de caramelos entre los chicos. Se desató una gran alegría, y uno de ellos, viéndolo sonreír desde la ventana, le gritó: «¡Oh Don Bosco, si pudiera ver todas las partes del mundo llenas de oratorios!». Don Bosco, con su mirada serena, respondió: «¿Quién sabe si llegará el día en que los hijos del oratorio estén realmente por todo el mundo?».

Mirar lejos

¿Qué es un Capítulo General? ¿Por qué ocupar estas líneas sobre un tema tan específico de la Congregación Salesiana?

Las Constituciones de los Salesianos de Don Bosco, en su artículo 146, definen el Capítulo General como: «El principal signo de unidad de la Congregación en su diversidad. Es el encuentro fraterno en el que los salesianos reflexionan comunitariamente para mantenerse fieles al Evangelio y al carisma del Fundador, sensibles a las necesidades de los tiempos y lugares. Por medio del Capítulo General, toda la Sociedad,

guiada por el Espíritu del Señor, busca conocer, en un momento determinado de la historia, la voluntad de Dios para un mejor servicio a la Iglesia».

El Capítulo General no es un asunto privado de los salesianos consagrados, sino una asamblea crucial que nos afecta a todos: la Familia Salesiana y quienes llevan a Don Bosco en el corazón, porque

en el centro están las personas, la misión, el carisma de Don Bosco, la Iglesia y cada uno de nosotros.

En el centro está la fidelidad a Dios y a Don Bosco, con la capacidad de leer los signos de los tiempos y de los diferentes lugares. Una fidelidad que implica movimiento, renovación, la capacidad de mirar lejos y, al mismo tiempo, mantener los pies firmemente en la tierra.

Por ello, se reúnen unos 250 salesianos de todo el mundo para orar, reflexionar, dialogar y mirar hacia el futuro… siempre fieles a Don Bosco. Además, construyendo esta visión, elegirán al nuevo Rector Mayor, el sucesor de Don Bosco, y su Consejo General.

Este evento no está fuera de tu vida, querido amigo o amiga que lees estas palabras, sino

dentro de tu existencia y tu “cariño” por Don Bosco. ¿Por qué te digo esto? Para que tú acompañes este momento con tu oración al Espíritu Santo, para que ilumine a los capitulares y les permita conocer la voluntad de Dios para un mejor servicio a la Iglesia.

Estoy convencido de que el CG29 será esto y mucho más: una experiencia de Dios para seguir completando el boceto que Don Bosco nos dejó, como siempre se ha hecho en los Capítulos Generales de la Congregación, fieles a su plan original.

Seguros de que hoy también podemos ser iluminados para ser fieles al Señor Jesús en el carisma original, con los rostros, la música y los colores de hoy.

No estamos solos en esta misión y sabemos y sentimos que María, la Madre Auxiliadora de los cristianos, la Auxiliadora de la Iglesia, modelo de fidelidad, sostendrá nuestros pasos

¡Que lindo tu cuaderno!

"Entiendo así la primera tarea de educar: Ofrecer a los estudiantes razones para vivir… Todo lo demás son complementos"

(Rubem Alves- La alegría de enseñar)

Inicia el año escolar; es el primer día de la clase de religión y el salón parece iluminarse con la multitud de ojos bien abiertos de los niños, quienes están ansiosos por saber qué hay que hacer en esta materia. Con mucha precisión el profesor les indica la necesidad de estar muy atentos al cuaderno, el cual debe ser cuadriculado, de 100 hojas porque trabajarán mucho. Seguidamente les hace en el tablero un dibujo para ilustrar cómo deben organizar sus tareas y apuntes en cada página: primero se escribe la fecha, y luego el título del tema en rojo, centrado y con mayúscula; siempre todo tema irá acompañado de un dibujo coloreado, realizado en un rectángulo de 6 cuadritos por 10 cuadritos; los apuntes no pueden contener errores de ortografía y la letra debe ser muy clara.

Finalizado el primer periodo, el profe se ha tomado el tiempo suficiente para revisar cada uno de los cuadernos de sus estudiantes de forma detenida y detallada, dejando en la última página las respetivas observaciones y así sacar la nota de la clase.

Al devolver los cuadernos los niños curioseaban con sus compañeritos la nota y la observación que había hecho el profe de religión