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Columnista Invitado
La energía para impulsar un movimiento en materia de emprendimiento es palpable en Colombia. Ese fue un recuerdo que me llevé de mi reciente viaje a Bogotá, donde tuve el placer de inaugurar el último hub del Centro de Emprendimiento de la ICC (Cámara de Comercio Internacional por sus siglas en inglés). Esta iniciativa, lanzada en 2020, refleja en gran medida la misión de ICC de hacer que los negocios funcionen para todos, todos los días y en todas partes, al capacitar a las personas para que se conviertan en propietarios de negocios y creadores de oportunidades. La misión del Centro es apoyar, preparar, conectar y movilizar a la próxima generación de emprendedores y líderes empresariales, permitiendo que las personas construyan medios de vida significativos. En un momento de creciente desigualdad a nivel global y profundos desafíos sociales y económicos en América Latina, ICC y la Cámara de Bogotá se han comprometido a apoyar a las pequeñas y medianas empresas, las empresas dirigidas por mujeres y los jóvenes con acceso a un conjunto global de herramientas que ayudarlos a convertirse en empresarios, crear nuevos empleos, contribuir a sus comunidades e impulsar el crecimiento sostenible en la región. Mis conversaciones en Bogotá, incluso con el Presidente Duque, subrayaron el gran potencial para acelerar una comunidad empresarial colombiana ya próspera a través de un enfoque en las empresas más pequeñas. El impacto que nuestro trabajo en este frente puede tener en la vida de muchos es una poderosa motivación para expandir aún más el Centro en América Latina y en todo el mundo. De hecho, el centro de Bogotá se conectará a una red existente de centros en Buenos Aires, Estambul, Beirut, Nairobi, Lagos, Accra, Casablanca y Yakarta. En conjunto, estos centros y los que aún no se han lanzado, formarán lo que imaginamos como el ecosistema de emprendimiento más grande del mundo. Universalmente, el Centro se concentrará en cuatro líneas de trabajo clave: inspirar a los futuros emprendedores, digitalizar las pymes, escalar las nuevas empresas y fomentar el espíritu empresarial inclusivo, trabajando siempre con socios globales, regionales y locales para garantizar que los programas ofrecidos respondan a las necesidades de las comunidades a las que están destinadas a servir. Esta inversión en la próxima generación de líderes empresariales es fundamental para nuestro llamado en ICC y es una manifestación emblemática de cómo en ICC vemos nuestro propósito como institución en la promoción de oportunidades para todos. Mis viajes pueden haberme llevado de regreso a París y otras partes del mundo, pero estoy emocionado de devolver la energía contagiosa que experimenté en Colombia con acciones concretas para mejorar las perspectivas de millones de empresas y jóvenes en toda América Latina.1
Idioma original de la columna: inglés. Traducción libre realizada por funcionario de la Vicepresidencia de Relaciones Internacionales y Cooperación de la Cámara de Comercio de Bogotá. 1