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Conoce Sion
140 AÑOS DE HISTORIA EN NICARAGUA
La influencia de exalumnas nicaragüenses del Colegio Sion de San José motivó invitaciones para que las hermanas fueran a trabajar a Nicaragua.
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La respuesta se dio en 1964. Un grupo de cuatro hermanas salieron de San José rumbo a Managua, con el fin de trabajar en dos incipientes escuelas parroquiales. Una, en la parroquia sostenida por los Padres Franciscanos Menores, cerca de Barrio Bolonia. La otra, Escuela San Cristóbal, sostenida por Padres Jesuitas, en un barrio muy pobre de Managua, con una matrícula de 500 alumnos. Esta fue la primera escuela mixta de Sion en Centro América.
Se trataba, prácticamente, de comenzar de cero. En viejos galerones se improvisaron las aulas para acoger a numerosos niños adolescentes de todas las edades que nunca, o casi nunca, habían asistido regularmente a una escuela. Los maestros fueron voluntarios: la parroquia pagaba un sueldo simbólico.
Fue entonces necesario organizar, desde sus bases, la escuela parroquial. Se seguían los programas de Ministerio de Educación Pública reconocidos por el Estado, al mismo tiempo que se respondía a las necesidades propias de esos pueblos. Las hermanas se preocuparon desde el principio por dar una educación sanitaria, cívica y religiosa, tanto en niños como a los padres de familia, con miras a una educación integral. Poco a poco el Ministerio de Educación fue nombrando a los llamados “maestros empíricos”.
Las hermanas trabajaron dos años en San Cristóbal y en Managua doce años. El edificio de la Escuela parroquial San Francisco, que había sido contraído con gran esfuerzo por todos los parroquianos, fue totalmente destruido en el terremoto de 1972 y reconstruido poco tiempo después.
En 1965 una hermana fue llamada a colaborar con el Padre Angel (Carmelita) en la formación de catequistas, para lo cual viajaba cada semana de Managua a Jinotepe. En 1966 las hermanas fueron llamadas también a la parroquia de San Marcos de Carazo, para un trabajo pastoral. En este lugar se colaboró en la Escuela Normal, dando formación moral y religiosa a los futuros maestros. Se siguió un programa de alfabetización y se intensificaron las visitas a los hogares. Las hermanas abrieron una comunidad en este lugar.
En 1968 se recibió el llamado de Estelí, para trabajar en el campo de la pastoral; formación de catequistas, de delegados de la Palabra, promoción de la mujer, visitas a las comarcas, animación de las celebraciones litúrgicas, totalmente al lado del pueblo, en equipo con los sacerdotes y con el Obispo. De Estelí se extendieron hasta La Trinidad, haciendo la misma labor pastoral. Más adelante fueron llamadas a colaborar en Jinotepe con los Padres Claretianos, en catequesis. Se instaló una comunidad en esa ciudad y se comenzó a trabajar en la Escuela Normal de Jinotepe, en la misma forma que se había hecho en San Marcos. Fuente: Las HNSS un poco de historia.
