Savvy Magazine - Noviembre 2024

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SAVVY

MAGAZINE

Editorial

Durante la pandemia, y dejando a un lado la

crítica situación médica a la que nos enfrentábamos, por supuesto, asistimos a un fenómeno interesante. Y fue que, ante la imposibilidad de salir, hacer planes, y consumir sin descanso, llegamos a sentirnos más relajados, y aprendimos a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas, como leer, cocinar, comer en familia, o hacer un poco de ejercicio en casa No se podía hacer otra cosa, todo el mundo estaba igual, y eso nos causaba alivio

En un mundo saturado de estímulos, que nos empuja a

acumular sin descanso, a veces nos sentimos agobiados, perdidos.

El minimalismo surge como una respuesta, que nos anima a elegir lo que realmente aporta valor, en lugar de dejarnos llevar por la inercia del “cuanto más, mejor”. Y aunque a menudo se asocia con la estética de espacios limpios y despejados, va mucho más allá de lo visual: es una forma de vida que afecta desde la forma en que organizamos nuestro hogar, hasta cómo gestionamos las relaciones, reduciendo compromisos innecesarios, estableciendo límites y aprendiendo a decir “no”.

El minimalismo no es privación, sino libertad

Es un acto de conciencia en un mundo que a menudo nos distrae de lo que realmente nos hace felices, invitándonos a despojarnos de lo que nos agobia, para dejar espacio a lo que realmente nos llena.

En este nuevo número de Savvy, esperamos poder inspirarte a abrazar una vida más simple y consciente. Ahora que en breve comienza un nuevo año, ¡puede ser un buen momento para empezar!

En clave de estilo

Durante nuestra infancia, nos comprábamos ropa

como máximo dos veces al año, pocas prendas, pero de calidad, y varias tallas más grandes, para que durasen. Las tiendas solían sacar una colección por temporada, por lo que no tenía sentido visitarlas más de una vez. En la actualidad, el modelo “fast fashion” permite que se fabrique rápida y masivamente ropa a bajo coste, siguiendo las últimas tendencias. Con ello se ha conseguido que la moda sea más accesible, pero a cambio,

se ha reducido la calidad de las prendas, y se ha incrementado el impacto medioambiental (la fabricación de una camiseta consume más de 2.500 litros de agua, desde el cultivo del algodón hasta su fabricación). Pero la tentación es fuerte, cuando te gusta la moda y encuentras novedades en las tiendas todas las semanas

Una alternativa para racionalizar nuestro consumo y simplificarnos la vida es el “armario cápsula”

El término fue popularizado por Donna Karan en los 80,

con su colección “Seven Easy Pieces”, y se refiere a la selección de un número reducido de prendas versátiles, atemporales y de calidad, fácilmente combinables. Con ello eliminamos el estrés de decidir qué ponernos, minimizamos el daño ambiental, reducimos el gasto y aprendemos a conocernos mejor, optando solo por prendas que nos representan. Aquí te proponemos 16 prendas (calzado y accesorios incluidos) para vestir durante toda la temporada de otoñoinvierno. ¡Pruébalo!

NUESTRA SELECCIÓN

Camisa popelín ZW (Zara, 39,95€)
Jersey cashmere (Uniqlo, 89,90€)
Americana 100% lana (Massimo Dutti, 149€)
Camiseta rayas (Zara, 19,95€)

NUESTRA SELECCIÓN

Falda midi vuelo marrón (Zara, 49,95€)
Bandolera Emery (Fossil, 125€)
Jeans tiro medio straight fit confort (Massimo Dutti, 49,95€)
Pantalón recto pinzas (Mango, 29,99€)

NUESTRA SELECCIÓN

Vestido midi drapeado (Zara, 19,95€)
Bota tacón kitten antelina (Bershka, 49,99€)
Zapatos salón negros Ramin-Go (Lodi, 119€)
Vestido midi nudo (Mango Outlet, 20,99€)

NUESTRA SELECCIÓN

Zapatillas combinadas negro (Parfois, 35,99€)
Bum Bag negro (Mercules, 185€)

NUESTROS LOOKS

NUESTROS LOOKS

NUESTROS LOOKS

NUESTROS LOOKS

Próximo destino

Si hay un entorno minimalista por

excelencia, por su austeridad y clima de silencio y recogimiento, es un monasterio o convento. Cada vez son más las personas que eligen estos alojamientos, en busca de paz y tranquilidad, y también de inspiración artística, tratándose de enclaves con siglos de historia y una gran riqueza arquitectónica

En algunos incluso se pueden realizar retiros espirituales, integrándose el huésped en la vida de los monjes que allí habitan, en mayor o menor medida, según sus deseos e interesas, pero siempre desde el respeto. Los precios suelen ser razonables, la comida sencilla pero sabrosa, y el entorno, agradable para pasear por la naturaleza, o hacer turismo cultural.

Te proponemos aquí el Monasterio de San Salvador de Leyre, el principal monumento románico de Navarra, situado a solo 45 kilómetros de Pamplona. Este monasterio benedictino, que cuenta con hotel y hospedería, se asienta sobre una balconada natural en la falda de la sierra de Leyre, en el Prepirineo, y su panteón alberga las tumbas de los primeros reyes de Navarra.

DOS DÍAS EN... MONASTERIO DE LEYRE

Precio hotel: 98€/noche (habitación doble)

Ubicación: a 400 km de Madrid y Barcelona

DÍA 1

Imagina despertar sin prisas, en un entorno

como este. Aunque si eres de madrugar, quizá puedas unirte al oficio de Laudes, oración matutina que marca el inicio del día en el monasterio. Después de un desayuno sencillo, puedes hacer una ruta al embalse de Yesa, a solo 3 km, y disfruta de las vistas de la Sierra de Leyre.

Para el almuerzo te proponemos Sangüesa, a solo 15 minutos en coche.

Se trata de un pueblo con mucho encanto, con su iglesia de Santa María la Real y sus callejuelas empedradas, que mantiene los oficios artesanales de forja, apicultura o talla en madera. Puedes tapear en alguno de sus bares, como el Leire, el Labrit, o el Dos Caballos

Si te apetece, después de comer puedes acercarte al Castillo de Javier, lugar de nacimiento de San Francisco Javier, patrón de Navarra.

El pueblo de Javier tiene un ambiente también muy tranquilo, y su secreto mejor guardado es un antiguo molino medieval, a orillas del río Aragón.

De regreso al monasterio de Leyre, disfruta de una ligera allí, con productos de la zona.

En tu fin de semana minimalista, no puede faltar un rato de lectura o reflexión antes de dormir, que te ayudará a descansar mejor.

DOS DÍAS EN... MONASTERIO DE LEYRE

DÍA 2

Comienza el segundo día con un desayuno

tranquilo en el monasterio, y un paseo por sus jardines para activarte.

Tras dejar el hotel, de vuelta a casa, una parada casi obligada es Olite, uno de los pueblos más bonitos de Navarra.

Allí encontrarás el CastilloPalacio Real, construido en el siglo XV bajo el mandato del rey Carlos III, que intentó recrear un “castillo de cuento”, con jardines colgantes, torres, patios, y hasta un zoo con animales exóticos.

Se dice incluso que estos jardines inspiraron los de Versalles.

Un plan interesante es realizar una visita a una de las bodegas de Olite, que fue una ciudad vitivinícola importante, con pozos subterráneos en los que antiguamente se almacenaba vino, alguno de los cuales aún se conservan

Después, un almuerzo en la Casa del Preboste, el Orly Olite, o el Parador.

Antes de coger el coche para seguir tu viaje, quizá te apetezca un tranquilo paseo por el mirador y la muralla, parte de la cual fue construida por los romanos, pueblo fundador de Olite, y la otra corresponde a la época medieval

Creemos que este puede ser un fin de semana perfecto para descansar, desconectar (y reconectar), pero a la vez, disfrutar de la belleza de Navarra, y de su gastronomía. ¿Qué te parece?

Eco & Deco

Si nos preguntan por nuestra idea de una decoración minimalista, seguramente coincidiremos en que se caracteriza por líneas limpias, colores neutros, espacios

despejados, y en general, ausencia de excesos A todos nos encantaría tener un hogar minimalista, que transmita calma, aunque lamentablemente la realidad suele ser tozuda, y nos empeñamos en acumular sin fin, lo que complica la tarea de mantenerlo todo en orden.

En este artículo nos centraremos en una pieza clave en la decoración minimalista: los muebles multifuncionales, que combinan estética y practicidad, y permiten aprovechar el espacio de las distintas estancias al máximo, sin sobrecargar los ambientes.

SALÓN

Los sofás modulares pueden ser una buena opción, para adaptarlos a distintos momentos y necesidades, además de aportar una estética depurada y moderna.

Los puf con con espacio de almacenaje permiten guardar mantas, libros o cojines, para mantener el salón ordenado

Mesa centro natural 4 en 1 (Homary, 399,99€)

Hay muchas alternativas de mesas de centro con espacio de almacenaje, pero esta lo tiene todo: 4 pufs integrados, cajón para mantener los objetos pequeños en orden, y dos plataformas elevables, de modo que resulte más cómodo trabajar o incluso comer en ella.

DORMITORIO

Algunas ideas para optimizar el espacio en los dormitorios, tanto si éstos son pequeños, como si se desea una estética limpia y organizada, son los muebles con espacio adicional de almacenaje (camas, mesas de noche), espejos de cuerpo entero con armarios para guardar joyas u otros complementos, o zapatos, bancos o baúles al pie de la cama, o estanterías modulares.

También se puede jugar con los espejos de cuerpo entero, para disponer de un espacio extra donde guardar joyas u otros complementos, o incluso zapatos.

Y si quieres separar espacios, y tener una zona diferenciada de vestidor, o trabajo, una opción son los paneles movibles o biombos, algunos de los cuales incorporan incluso estantes, para hacerlos más funcionales.

Cama abatible con escritorio Bermeo (Bed&Sofa, 1.079€)

Más allá del consabido sofá cama, actualmente existen soluciones más modernas, cómodas, y que permiten ahorrar incluso más espacio, como las camas abatibles.

Y si tienen un escritorio incorporado, como ésta, mucho mejor.

COCINA

Puede que una de las primeras imágenes que te venga a la cabeza si piensas en una cocina minimalista, sea una isla central con espacio de almacenamiento, que sirva también como superficie de trabajo y comedor informal. Además de armarios con cajones ocultos, cajones con organizadores multifuncionales, estantes deslizables, y por supuesto, electrodomésticos integrados, para dar una apariencia unificada a los frentes. En cuanto a las sillas, una alternativa a las plegables, a las que normalmente les falta estabilidad, son las apilables. Las hay en multitud de estilos y colores, con o sin reposabrazos, y resultan más cómodas y estéticas.

Mesa comedor extensible con almacenamiento (Homary, 669,99€)

E indudablemente, otro elemento fundamental de una cocina funcional y minimalista es una mesa extensible.

Esta que te proponemos te permitiría mantener la cocina despejada durante el día, tomarte un café tranquilamente, en la pequeña barra, y en cualquier momento, desplegar la mesa para dar servicio a 5 personas, sentadas cómodamente

Y además, con espacio extra para guardar pequeño menaje de cocina, tazas y vasos.

Historias de la piel

La primera pregunta sería, ¿se puede conseguir una rutina minimalista efectiva en el cuidado de la piel? Hoy en día existe una oferta amplísima de productos de todo tipo,

que puede incluso llegar a abrumar, si no estás muy al día en estos temas, y además, dispones de poco tiempo para estos cuidados, o simplemente, te dan pereza. El objetivo de este artículo es ayudarte a construir, de la mano de la doctora Delgado (a la que conocerás unas páginas más adelante, en nuestra entrevista de este mes, y que colaborará de forma habitual en esta sección de cuidado de la piel), una rutina sencilla, con pocos pasos y productos, y adaptable a cualquier edad y presupuesto.

Para ello, lo primero es entender cuáles son los elementos y productos que no deben faltar. ¡Sigue leyendo, porque lo que viene te interesa!

PASO 1: LIMPIEZA

Lo primero es realizar una limpieza con un jabón adecuado, que no resulte muy agresivo para la piel. Salvo en casos de acné o piel muy grasa, la doctora Delgado es partidaria de fórmulas respetuosas y aptas para pieles sensibles, que no resequen.

Si utilizas maquillaje, será necesaria una doble limpieza, para la que se recomienda un producto oleoso, en el caso de que tu piel sea seca, o un agua micelar, si es más grasa.

PASO 2: PROTECCIÓN SOLAR

A estas alturas, ya nadie duda de la importancia de proteger nuestra piel de los rayos UVA y UVB, no solo en verano, sino durante todo el año, y con factor de protección 50 En función de nuestros gustos y necesidades, podemos optar por protector sin color, con color, o con despigmentante, para pieles con fotoenvejecimiento y manchas.

PASO 3: ANTIOXIDANTES

Incluso en una rutina diaria simple, la doctora Delgado apuesta por incluir al menos un antioxidante, en forma de vitamina C o niacinamida por las mañanas, y retinol o retinal por las noches, bien en formato serum (para pieles mixtas o grasas) o en crema o base oleosa (para pieles más secas). En caso de que no se tolere el retinol a diario, puede alternarse con una niacinamida, hialurónico o alfahidroxiácidos.

PRODUCTOS MULTIFUNCIONALES

Si buscamos una rutina minimalista de cuidado de la piel, los productos multifuncionales son una muy buena opción, y han ganado mucha popularidad en los últimos años.

Quizá no sean los ideales en el día a día, pero sí cuando tenemos menos tiempo, o viajamos y queremos ahorrar espacio en la maleta. Uno de los productos favoritos de la doctora son las ampollas Fórmula nº 10 de Martiderm, que tienen Vitamina C, proteoglicanos, pigmentos de color y SPF 30, proporcionando un efecto “buena cara” inmediato. También, las CC Cream de Erborian (SPF25) e IT (SPF50), que hidratan, iluminan y unifican el tono, y resultan más ligeras que una base de maquillaje.

RUTINA DIARIA

+ PRESUPUESTO

MAÑANA

Hydrating Cleanser (Zo Skin Health) + CE

Ferulic (Skinceuticals) + Protector SPF50 con color Colorescience.

NOCHE

Hydrating Cleanser (Zo Skin Health) + Retinol (Zo Skin Health), en noches alternas si no se tolera a diario.

-PRESUPUESTO

MAÑANA

Jabón (Cerave) + Pure Vitamin C (La Roche Posay) + Anthelios UVMune Color SPF 50+ (Roche Posay)

NOCHE

Jabón (Cerave) + Serum B3 Retinol (La Roche Posay), en noches alternas si no se tolera a diario.

Rituales wellness

El minimalismo no es solo una tendencia estética, que aplicar a la moda o al interiorismo. Podemos llevarlo a nuestras rutinas diarias de autocuidado, buscando prácticas sencillas,

que aporten a nuestro bienestar físico, mental y emocional Y cuando hablamos de bienestar, la alimentación juega un papel fundamental. Te proponemos algunas recetas “minimalistas”, fáciles de ejecutar, con tan solo 3 o 4 ingredientes principales, todos ellos naturales y saludables. ¡Disfrútalas, sin prisas!

ESTOFADO DE GARBANZOS

1 taza de garbanzos cocidos

200g de calabaza, pelada y en dados

1 cebolla pequeña, picada

1 y 1/2 tazas de caldo de verduras

Aceite, pimentón, sal y pimienta

Sofríe la cebolla hasta que se dore, añade la calabaza, el pimentón dulce, y cocina durante 3 minutos.

Incorpora los garbanzos y el caldo, lleva a ebullición y reduce el fuego, dejando cocer a fuego lento durante 15 minutos, o hasta que la calabaza esté tierna. Ajusta de sal y pimienta.

POLLO AL LIMÓN CON ROMERO

1 pechuga de pollo

1 limón (jugo y ralladura)

1 rama de romero fresco

Sal y pimienta

Marina el pollo en el jugo de limón y la ralladura, con romero, sal y pimienta, un mínimo de 15 minutos.

Cocina el pollo en una sartén con un poco de aceite, dorándolo bien por ambos lados.

Sirve con una rodaja de limón, para un extra de frescor.

SALMÓN AL HORNO

CON MIEL Y MOSTAZA

1 filete de salmón

1 cucharada de miel

1 cucharada de mostaza Dijon

Sal y pimienta

Precalienta el horno a 180 ºC.

En un bol pequeño, mezcla la miel y la mostaza.

Coloca el salmón en una bandeja de horno, sazona con sal y pimienta, y pincela con la mezcla de miel y mostaza.

Hornea durante 12-15 minutos, o hasta que el salmón esté jugoso y ligeramente dorado.

CREMA DE ZANAHORIA

Y JENGIBRE

4 zanahorias grandes peladas y en rodajas

1 diente de ajo picado

1/2 cucharadita de jengibre en polvo

4 tazas de caldo de verduras

Aceite, sal y pimienta

Sofríe el ajo y el jengibre en una cazuela grande, 1-2 minutos a fuego medio.

Incorpora las zanahorias y cocina 3 minutos más, removiendo bien.

Agrega el caldo hasta cubrir las zanahorias y lleva a ebullición. Reduce el fuego y cocina durante 15-20 minutos, hasta que las zanahorias estén tiernas.

Tritúralo todo hasta obtener una crema suave, y ajusta de sal y pimienta.

Sirve caliente, con un toque de aceite por encima

Camino a la cultura

EL MINIMALISMO EN LA CULTURA GLOBAL

En un mundo tan saturado de estímulos y posesiones, el minimalismo aparece como un faro de simplicidad, invitándonos a replantearnos nuestras prioridades y despojarnos del

exceso. Pero no es un concepto nuevo.

En este artículo exploramos el auge del minimalismo en la cultura global, analizando dos movimientos muy potentes, que adaptados a sus culturas de origen, ofrecen su propia interpretación del minimalismo, enfocándose en la búsqueda de bienestar y autenticidad: el Wabi-Sabi en Japón, y el Hygge en Dinamarca.

¿Habías oído hablar del “wabi-sabi”? Es una filosofía estética japonesa que se consolidó durante la Edad Media, y que encuentra belleza en la imperfección y la impermanencia Busca una belleza auténtica y natural, opuesta a la perfección idealizada.

El término “wabi” hace referencia a la soledad y la simplicidad de una vida en contacto con la naturaleza y con lo esencial.

El término “sabi” está asociado a la belleza que emerge de la edad y el desgaste, apreciando las huellas del paso del tiempo, las grietas, los materiales que envejecen.

El wabi-sabi puede aplicarse a distintos ámbitos. En arquitectura y diseño, busca espacios con materiales naturales y tonos neutros, y objetos desgastados, con historia En moda, materiales naturales, y prendas que envejecen bien y reflejan la personalidad del que las lleva. En estilo de vida, implica aceptar nuestras imperfecciones y las de los otros, y valorar los momentos simples y cotidianos.

HYGGE

Dinamarca suele aparecer siempre entre los países más felices del mundo, y puede que esto se deba a que filosofías como el “hygge” están profundamente enraizadas en su cultura

Este concepto se refiere a crear un ambiente acogedor y disfrutar de las cosas simples de la vida. Es una actitud que invita a encontrar placer en los pequeños momentos y a disfrutar de la compañía de nuestros seres queridos en entornos tranquilos y cómodos Otro de sus valores fundamentales es la atención plena, estando presente y disfrutando de lo que se está haciendo en el momento, sin preocuparse por el futuro

El “hygge” también tiene un estilo estético. En la decoración de interiores, se refleja en espacios funcionales, acogedores y sin excesos. El mobiliario es sencillo, buscando comodidad, y la combinación de tonos cálidos, luz indirecta y texturas suaves es clave para lograr este ambiente.

“MÁS CON MENOS”

Joshua Becker es el fundador y editor de Becoming Minimalist, un sitio web dedicado a la vida intencional. Descubrió el minimalismo a raíz de una conversación con su vecino, y desde entonces ha escrito varios libros, con millones de lectores. Los mensajes principales de este en concreto son la eliminación de lo que se interpone entre nosotros y lo importante, el impacto que sobre nosotros tiene la publicidad, o la importancia de donar lo que no usamos, y de saber lidiar con los objetos que tienen un elemento emocional

“WALDEN”
“GOODBYE THINGS”

En “Goodbye Things: Cómo encontrar la felicidad con el arte de lo esencial”, Fumio Sasaki explora por qué medimos nuestros éxitos en lo que poseemos, y cómo el nuevo movimiento minimalista puede transformar no solo nuestro espacio, sino toda nuestra vida

Henry David Thoreau, escritor, poeta y filósofo estadounidense del siglo XIX, se retiró a vivir en una cabaña en el bosque y documentó cómo la vida sencilla le permitió reflexionar sobre su existencia. En su libro, explora temas como la simplicidad, la autarquía y la conexión con la naturaleza.

Moda Tech

Este otoño están de moda los bolsos surrealistas, bajo la influencia de Schiaparelli, Moschino o Bottega Veneta. Este, con forma de melocotón, es de Zara (39,95€)

Se llama Rocketbook, y es un cuaderno inteligente que permite digitalizar, a través de una aplicación, todo lo que se escribe en él (Amazon, 39,99€)

SAVVY RADAR

Gastro

Ichikani (cangrejo en japonés), es un nuevo handroll bar en Madrid, con una gran barra de sushi integrada en un espacio inspirado en las casas tradicionales japonesas.

“Celeste” es una serie de Movistar protagonizada por Carmen Machi, una inspectora de Hacienda que debe demostrar que una cantante latina tiene que pagar sus impuestos en España.

Manos en acción

Hablamos en este número del minimalismo, que promueve la valoración de lo esencial, la priorización, la simplificación de nuestro estilo de vida, además de la reconexión con la comunidad y con actividades significativas.

¿Qué mejor recordatorio de la importancia de enfocar la vida en lo necesario, y apreciar recursos básicos que en ocasiones damos por sentados, que mirar, y realmente “ver”, a nuestro alrededor?

Según el INE, en España hay más de 28.500 personas sin hogar, aunque la cifra puede llegar a 40 000, según algunas estimaciones. De estas, algunas viven en la calle, y otras, entre albergues, centros de acogida, y pisos.

Llegar a una situación tan extrema suele tener su raíz en un proceso traumático de la persona, y de ruptura con la sociedad, cuyo último paso es la calle. Si todos sufrimos una media de 3 o 4 sucesos traumáticos a lo largo de nuestra vida, las

personas sin hogar han vivido el doble, encadenados en 2 o 3 años, a lo que se suma la falta de apoyo social y familiar Contrariamente a lo que mucha gente cree, la realidad es que un elevado porcentaje de estas personas tiene estudios, en torno al 30% declara no haber probado nunca el alcohol ni las drogas, y no presenta signos de agresividad.

Y aunque a veces no lo comuniquen así, todos ellos desean tener un hogar.

“ASOCIACIÓN BOKATAS”

En 1996, un grupo de 6 voluntarios comienza a acercarse a las personas sin

hogar de su entorno, y repartirles café y bocadillos.

Poco a poco, este grupo se va consolidando hasta convertirse en lo que es hoy, la Asociación Bokatas, que actúa en Madrid, Valencia y Zaragoza, a través de 370 voluntarios que acompañan a 718 personas El bocata no es más que una excusa para entablar conversación, y a raíz de los encuentros semanales, se establece una relación de confianza, e incluso amistad, con las personas a las que atienden. Los voluntarios hacen lo que llaman “rutas de calle”, saliendo un día a la semana a repartirles la comida (que previamente han preparado en alguno de los centros) y hablar con ellos. Y mensualmente, se reúnen para

poner en común los distintos casos y, si es necesario, trasladarlos a los profesionales pertinentes.

Además, a través del centro “Tándem”, proporcionan actividades y cursos, a petición de los propios interesados, en función de sus gustos y necesidades.

También organizan “rutas zero” para las personas que ya no están en la calle, pero siguen en situación de vulnerabilidad, y necesitan un acompañamiento para poder superar la situación en la que se encuentran

¿Te gustaría colaborar con ellos’ Puedes hacerlo siendo voluntario, con tu tiempo y compromiso, haciéndote “colega” de la asociación, con aportaciones económicas periódicas para mantener sus actividades, o haciendo una donación puntual

Mujeres que transforman

La doctora María Delgado, con el sistema robótico de cirugía Da Vinci

No sé si la María de diez años, cuando yo la

conocí, imaginaba que llegaría donde está ahora. Puede que sí, porque siempre tuvo muy claro lo que quería hacer en la vida. Esa niña extremadamente responsable, autoexigente, de valores firmes y con un corazón que no le cabía en el pecho, es ahora una mujer con exactamente los mismos valores, y una gran seguridad en sí misma (que no soberbia), que le ha llevado a conseguir todo lo que se ha

propuesto, o al menos, lo que era más importante para ella.

Es una “mujer que transforma”, por su pasión incansable por su trabajo, en el que, además, salva vidas.

Pero, más que por su técnica (que también), “transforma” por su forma de tratar a la gente, su sencillez, su generosidad, y sus férreos principios éticos, tan necesarios en la sociedad actual

Y recientemente ha dado un giro a su vida laboral, adentrándose en un ámbito nuevo para ella, pero que le entusiasma de igual manera

Su pasión por su profesión, y por la vida, es contagiosa.

¿Te gustaría saber más sobre ella?

P: Nos conocemos desde hace muchos años, y desde siempre has sabido que querías ser médico, pero creo que tu interés por la cirugía torácica vino un poco después. ¿Por qué te decidiste por esa especialidad?

R: Efectivamente, tomé la decisión de ser cirujana durante la carrera Yo soy una persona muy práctica, y esa me parecía la manera más objetiva e inminente de ayudar a una persona Obviamente, todos los médicos ayudan a sus pacientes, pero por mi forma de ser, y porque me siento cómoda con la técnica quirúrgica, para la que creo que tengo habilidad, esa especialidad era la que más me encajaba, sentía que tenía más posibilidades de hacerlo bien, de aportar algo bueno

P: Iba a preguntarte qué es lo que más te gusta, y lo que menos, de la cirugía torácica. A lo primero ya me has contestado, ¿qué hay de lo segundo?

símil de que, para mí, operar es como estar viendo una película, o jugando a un videojuego, en el que estoy totalmente inmersa Da igual que esté cansada, que lleve horas de pie o sin comer, no tengo ningún tipo de sensación, estoy centrada únicamente en esa operación. La parte mala llega cuando hay que dar una mala noticia a un familiar, porque la intervención no ha salido bien. Cada vez que esto ocurre, lo vivimos como si fuera la primera vez, sigue siendo igual de complicado, nadie está preparado para algo así. Pero esta parte negativa es ineludible.

P: Imagino que tendrá que ser durísimo, pero aún así, compensa con creces por todo el bien que hacéis. Me gustaría preguntarte por la imagen de la mujer en el campo de la cirugía. ¿Te has enfrentado a alguna dificultad especial por el hecho de ser mujer, y en ese caso, cómo la has afrontado?

responsabilidad ocupados por mujeres. Lógicamente, la gente que te conoce te valora por tu desempeño profesional, pero a veces, por el hecho de ser mujer, y además joven, encuentras ciertos obstáculos. A la hora de dar una ponencia en un congreso internacional, por ejemplo, donde la mayoría de la audiencia suelen ser hombres, puedes llegar a tener la sensación de que tienes que demostrar más tu valía Esto también ocurre en la relación con los pacientes y sus familias: en ocasiones, notas que éstos pueden no tener tanta confianza en ti, o que de entrada se dirigen al hombre del equipo. Esto pasa más en el extranjero que en España, debo decir. Es un tema cultural. Pero, en general, yo siempre me he sentido respetada en mi trabajo, tanto por mis compañeros como por mis pacientes.

R: Lo que me gusta supone un 95% de mi día a día, soy muy afortunada Cuando a veces he dado alguna charla, sobre todo a niños, suelo utilizar el

R: Sí, creo que las mujeres se encuentran con ciertas dificultades, sobre todo para crecer profesionalmente, en el ámbito de la cirugía. Todavía hay pocos cargos de

P: Al final, cuando eres una buena profesional, y una persona honesta, generosa y respetuosa con todos, consigues hacerte ese hueco, y ganarte también su respeto. O al menos, así debería ser

Hablemos ahora de tu nuevo proyecto laboral, en el mundo de la medicina estética. ¿En qué momento sentiste que querías formarte en ello, para poder dedicarte profesionalmente a esta disciplina? Sin abandonar la cirugía, porque no la has abandonado.

R: A mi siempre me ha atraído todo lo que tiene que ver con el cuidado de la piel, el verte bien, porque eso al final se traduce en sentirte bien. Pero no me planteaba hacer una segunda residencia, por ejemplo, en dermatología o cirugía plástica, abandonando la cirugía torácica. Así que me decidí por una especialización, cursando un Master en Medicina Estética, lo que me permite compaginar esta actividad con la cirugía torácica. Siempre he sido una profesional inquieta y activa, y practicar esta subespecialidad (porque en España no está de momento considerada como especialidad, vía MIR) a través de mi propia empresa, me parecía una muy buena opción. Llevamos varios meses trabajando, y tanto mi socia, la doctora Lucía

Méndez, como yo, estamos felices.

P: ¿Te has encontrado con gente que haya cuestionado esta decisión, porque quizá opine que la medicina estética es una disciplina más frívola, comparada con la cirugía, y no entienda que quieras dedicarle tiempo, cuando podrías estar salvando vidas?

R: Pues seguramente haya habido gente que lo haya insinuado sutilmente, o que lo haya pensado. Sin embargo, yo no estoy de acuerdo. Considero que una persona que se ve bien, y que se cuida, está mejor psicológicamente, y también físicamente. Le apetecerá hacer ejercicio físico, salir, relacionarse con otras personas, y eso redundará en una mejora de su salud. Todos sabemos que hay muchas patologías que están relacionadas con la psique de las personas. Esta es una forma distinta, pero complementaria, de ayudar a los demás.

puntos comunes entre ambas. Si tuvieras que trasladar una lección que hayas aprendido en la cirugía torácica a la medicina estética, y viceversa, ¿cuál sería?

R: Sin ningún tipo de duda, escuchar a los pacientes, tanto en una disciplina como en la otra, es fundamental

P: Estoy totalmente de acuerdo contigo. E incluso siendo disciplinas tan diferentes, seguro que hay

No se trata solo de lo que tú como médico quieres, sino también de lo que quiere el paciente. Tenemos que escucharlos y entenderlos. La última palabra siempre la tienen ellos Te puedo contar un caso reciente, de una mujer con una enfermedad tumoral grave, a la que recomendé un tratamiento oncológico, que ella no quiso recibir, puesto que tenía dificultad de movimiento, y no tenía apoyo familiar para los momentos difíciles que conlleva el tratamiento. A veces los médicos tenemos tanta ansia por curar, que no nos damos cuenta de que hay que contextualizar el tratamiento en la vida del paciente. Esto pasa también en el ámbito de la medicina estética. Lo primero que hacemos es preguntar a nuestros pacientes por qué acuden a la clínica.

Nosotras podemos percibir cosas que quizá a ellos no les preocupan, ¿y por qué vamos a crear un problema donde ellos no lo ven?

P: ¿Crees que vuestra práctica como cirujanas, porque la doctora Méndez también lo es, os puede ayudar a la hora de realizar los tratamientos estéticos?

R: Obviamente, la medicina estética también requiere una técnica manual, y además, nuestra experiencia en medicina de urgencias, hematomas, patologías de piel, ayuda mucho.

P: Las dos habéis montado una clínica en La Coruña, la clínica Méndez Delgado. ¿Cuáles dirías que son los principales valores de la clínica? ¿Cuál es vuestro enfoque?

R: Lo primero es, como te decía, escuchar al paciente. Queremos dar un trato muy personalizado a cada uno de ellos, que se sientan escuchados, que sientan que les dedicamos tiempo. Priorizamos la corrección de los problemas que cada paciente presenta, tratando de que envejezcan de la

mejor manera posible, no de quitarles diez años de encima, porque eso es muy complicado Lo que queremos es pisarle el freno al envejecimiento cutáneo, acompañando al paciente, no haciéndole un tratamiento puntual cada uno o dos años. Queremos ir viendo qué necesita su piel en cada momento.

P: Primáis entonces la naturalidad, el “ menos es más”, respetando siempre la armonía del rostro de cada paciente.

R: Por supuesto. Tenemos que entender que, aunque pisemos el freno, el “coche” va a seguir avanzando, porque si no, aparece una medicina estética más agresiva, que tiene su huella

P: Es frecuente hoy en día ver a personas con retoques muy evidentes, labios o pómulos muy exagerados, al menos desde mi punto de vista.

R: Sí, pero afortunadamente, la tendencia actual de la medicina estética es la de armonizar el rostro y mejorar la calidad de la piel, más que aumentar volúmenes. Me gusta esta nueva medicina

estética, con tratamientos menos invasivos, estimulando la piel de cada paciente para que dé lo mejor de sí.

P: Sí, creo que es importante ir cambiando un poco la mentalidad de la sociedad, abogando por una medicina estética más natural ¿Cuál es la tendencia que te parece más preocupante, en este ámbito?

R: Sigue habiendo mucha mala praxis, tratamientos estéticos que se practican en centros no autorizados, y por parte de no profesionales. Incluso hay personas que han conseguido materiales de relleno, y ellas mismas se los han aplicado en su propio domicilio. Hay que tratar de evitar este intrusismo, porque puede traer muchos problemas. Y ofrecer a los pacientes una atención continuada en el tiempo es tan importante como la buena praxis en los tratamientos Es preocupante ver a médicos, incluso reconocidos, que atienden en una clínica únicamente una vez al mes, sin hacer un seguimiento adecuado de sus pacientes.

P: ¿Y cómo ves el futuro de las dos disciplinas a las que tú te dedicas? ¿Qué crees que nos espera, de aquí a 10 o 15 años?

R: En la cirugía torácica, sin duda, la completa instauración de la cirugía robótica. Ya se hacen muchas intervenciones así, aunque por desgracia es una tecnología muy costosa, que no todos los centros se pueden permitir, o tienen un único equipo a compartir entre distintos servicios.

P: Pero siempre con intervención humana, ¿o ves alguna amenaza en términos de puestos de trabajo, que es lo que siempre se cuestiona tanto de este tipo de avances tecnológicos?

R: No veo amenaza, la cirugía robótica siempre requiere de al menos un cirujano que maneja el robot. Además, hay que tener en cuenta que cada paciente tiene una situación particular, y una anatomía Hay patologías más estándares, como una neumonía, que la IAsí puede tratar, por tener un patrón común, pero veo complicado que, a corto y medio plazo, se puedan realizar con IA todo tipo de intervenciones.

En cuanto a la medicina estética, el principal avance irá en torno a los estimuladores, por ejemplo, los de colágeno, para mejorar la calidad de la piel, combinando tanto aparatología, como inyectables, o productos tópicos. Los mejores resultados se consiguen cuando ofrecemos muchas cosas a la piel, por vías diferentes.

Y algo que ya está extendido, aunque no a disposición de todas las clínicas, son los dispositivos que permiten examinar la piel en profundidad, y anticiparse a la aparición de manchas, o flacidez.

P: Eso me parece muy interesante. Está ocurriendo lo mismo en otras disciplinas, como la psiquiatría, tratando de anticipar determinadas patologías, por ejemplo, mediante análisis genético. Y en tu día a día, ¿qué momentos dirías que te reportan más satisfacción, el mayor subidón?

comer, o ducharse, y tras la intervención, puede hacer vida normal, incluso correr una media maratón. Sienten que tienen una nueva oportunidad en la vida, cambia incluso su perspectiva vital, recuperan la ilusión. Eso es lo más mágico que creo que puedo llegar a hacer en mi trabajo.

P: ¿Y qué momento recuerdas como especialmente dramático?

R: La primera vez que se me murió un paciente en quirófano. Lo recuerdo perfectamente, fue mi segundo año como adjunta. Era una paciente con un tumor que afectaba a parte del corazón, y no conseguimos quitárselo. Tuve que intentar recomponerme, lo que me llevó un tiempo, y reunir la fuerza necesaria para hablar con su familia

R: Sin duda, los trasplantes de pulmón. Recibes a un paciente al que le cuesta realizar las tareas cotidianas más básicas, como caminar,

P: Hablas mucho de tu relación con los pacientes, de escucharlos y ponerse en su lugar. ¿Por qué querrías que te recordasen? ¿Qué huella quieres dejar?

R: Como muchas otras personas, supongo, yo me he planteado si tener hijos o no, en distintos momentos de mi vida. Finalmente he comprendido que yo puedo aportar más desde el punto de vista profesional, y estoy consagrada al 100% a mi trabajo. Lo que me gustaría es que mis pacientes me recordasen por haberles escuchado, que se hayan sentido comprendidos, y haberles ayudado durante el proceso de su enfermedad.

P: Ya sabes lo que pienso, y lo que admiro a las personas, como tú, con una vocación tan marcada, con la que en este caso, además, puedes ayudar a tanta gente. Pero entiendo que también es un trabajo muy exigente, en tiempo y energía

R: Y en preocupaciones, no llegas a desconectar de los problemas de tus pacientes. Por eso he considerado que lo mejor es centrar mi vida en esto, en lo que disfruto, y en lo que siento que tengo mucho que aportar, también en el plano personal.

P: Llegamos a la última pregunta. Si pudieras darle un consejo a la María del pasado, cuando empezaste tu andadura profesional, ¿cuál sería?

R: Que volviese a hacer todo lo que hizo. Creo que he llegado al punto en el que me encuentro gracias a mucho trabajo y esfuerzo, y he aprendido más de las veces en las que me he equivocado, por lo que tendría que volver a equivocarme para llegar a ser la profesional que soy ahora.

Yo soy más crítica conmigo misma de lo que puede serlo cualquier otra persona, cada vez que salgo del quirófano pienso si podría haberlo hecho mejor.

P: Si consigues hacer ese ejercicio de forma constructiva, sin flagelarte, es muy positivo, desde luego.

R: No, no me flagelo. Cuando me he equivocado, he tratado de aprender de ello

P: Pero seguro que has evolucionado mucho en estos años, ahora te verás más segura, habrá ciertas cosas que te afecten menos, o que sabrás gestionar mejor.

R: Sí, en estos años he aprendido mucho de los demás, y de mi misma, y estoy muy contenta con lo que he conseguido. Si me muriese mañana, puedo decir que he sido una persona feliz Me siento respetada, querida, escuchada por mis compañeros, y apoyada por mi familia y mis amigos.

P: Efectivamente, no se puede pedir nada más. Eres una privilegiada, y creo que con tu entusiasmo por la vida y por tu profesión, puedes inspirar a otras personas a luchar por sus sueños, a no temer al cambio, y a mantenerse firmes en sus convicciones y en sus valores. Muchas gracias, María.

Entre líneas

¿Qué harías si un día, de repente, perdieras todas tus posesiones más preciadas?

¿Y si fuese precisamente el día en el que las necesitas más que nunca?

Treinta y seis

Mario despertó sobresaltado.

El sol entraba a raudales por la ventana, al parecer había olvidado bajar las persianas. ¿No había demasiada luz?

Buscó su móvil, primero en la mesilla, luego entre las sábanas ¿Es que había olvidado poner la alarma? ¿Qué hora sería?

Después de unos minutos de búsqueda infructuosa, se levantó y se dirigió al baño. Allí tampoco estaba.

Se metió en la ducha, y accionó el mando del agua fría, para ver si así se despejaba y conseguía recordar.

Terminada la ducha, buscó su toalla. Había debido dejarla en otro lugar, no estaba colgada donde siempre. Empezó a enfadarse, todo parecía salir mal esa mañana. Precisamente esa mañana.

Se secó como pudo con la camiseta con la que había dormido, y se dispuso a afeitarse. Pero no encontró su cuchilla.

Abrió el cajón bajo el lavabo Allí no estaba Y de hecho, tampoco estaban sus múltiples botes de desodorante, que atesoraba como si fuera a ocurrir alguna catástrofe mundial que agotase las existencias en todos los supermercados. No estaban tampoco sus preciadas colonias. Ni la espuma de afeitar. Ni sus cremas antiedad (nunca era demasiado pronto para empezar a cuidarse la piel) No había absolutamente nada

Quizá la mujer que iba una vez a la semana a hacer la limpieza hubiera decidido vaciar el cajón para hacer limpieza a fondo, y hubiera colocado las cosas en otro lugar. En cuanto encontrase su móvil, le enviaría un mensaje para preguntarle.

Volvió al dormitorio, y abrió el armario. Tenía que pensar bien qué ponerse, era un día importante.

Pero el armario estaba completamente vacío. Ni rastro de sus camisas de algodón egipcio, y de lino para el verano Ni de su colección de corbatas de seda Ni de sus lustrosos trajes, su preciado abrigo de cachemira, sus zapatos Oxford de piel. Tampoco estaba allí su colección de relojes.

Al parecer, el día anterior había habido zafarrancho de limpieza en su casa, y él ni siquiera se había dado cuenta

Salió del dormitorio, con el pantalón de chándal con el que había dormido, y su camiseta, arrugada y húmeda, con el claro y urgente objetivo de encontrar todas sus cosas.

Divisó, tirada junto al sofá, una bolsa de basura negra, y se lanzó hacia ella. La abrió, con gesto triunfante, y volcó su contenido sobre el piso.

Un montón de objetos se desparramaron, ruidosamente, sobre el suelo del salón.

¿Qué narices era todo aquello?

A su lado, una vieja zapatilla parecía apuntarle, con gesto acusador. Juraría haber tirado ese par de zapatillas hacía años ya y, de hecho, allí solo estaba una de ellas.

Junto a la zapatilla, una pequeña planta aromática, medio seca, que le había regalado una vecina que llevaba años intentando ligar con él

Un poco más allá, una cafetera italiana que hacía años que no usaba. Y un calcetín agujereado, un billete de tren a un destino que no recordaba haber visitado, un sombrero de algún cumpleaños infantil (¿quizá de uno de sus sobrinos?), una bufanda de rayas, un destornillador, un libro de autoayuda que había dejado a medio leer, un anillo que creía no haber visto nunca, una vela perfumada medio consumida, un reloj de arena, un viejo bolígrafo sin tinta, un frisbee, una pequeña llave de algún candado perdido, un pequeño cuaderno sin hojas, y un enorme libro de arte que jamás había abierto, regalo de un banco al abrir allí su cuenta, hacía mucho tiempo ya.

Contó treinta y seis objetos en total, viejos e inservibles. Y pensó en la curiosa coincidencia de que fuesen precisamente treinta y seis. El número de años que hacía que había venido al mundo

Se quedó allí, sentado en el suelo, mirando aquellos trastos fijamente, como si ellos tuvieran la respuesta. Como exigiéndoles una explicación. Y empezó a ponerse nervioso.

Seguramente la hora de su cita estaba muy próxima, pero ni siquiera sabía qué hora era, y no tenía ropa para vestirse decentemente.

Se acordó entonces de su portátil, y se lanzó en su búsqueda como un loco.

Buscó en su escritorio, en la cocina, en todos los armarios del pequeño piso. Buscó debajo de la cama, debajo de la mesa, debajo del sofá.

Y su nerviosismo alcanzó niveles alarmantes, para un hombre usualmente tranquilo como él. Pero no iba a quedarse de brazos cruzados, siempre se había considerado un hombre con recursos Y en momentos de crisis como aquél, iba a demostrarlo

Lo primero que hizo fue valorar su atuendo. No era en absoluto apropiado, pero podría haber sido más grave, la mayoría de las noches dormía en calzoncillos.

Lo peor era la camiseta, tan arrugada. Se la quitó, la aplanó sobre el suelo, y colocó encima el pesado libro de arte, tratando de alisarla. ¡Qué útil le pareció en ese momento!

Después echó un vistazo alrededor, con mirada escrutadora, y cogió la pequeña vela. Ni corto ni perezoso, pasó los dedos por la cera perfumada, presionando con fuerza para conseguir sacar algo, y se los pasó después por las axilas. Ahora olía ligeramente a lavanda, no estaba mal.

Se puso la única zapatilla disponible en el pie izquierdo, y después de valorarlo unos segundos decidió envolver el derecho en la bufanda de lana, poniendo el calcetín por encima. Al ser de un color parecido a la bufanda, apenas se percibía el agujero

Hizo el intento de caminar a pequeños saltitos, fingiendo una lesión en el pie. Le pareció que, durante un tiempo limitado, aquella pantomima podía funcionar. Sacó la camiseta de debajo del libro. Era tal mamotreto, que las arrugas prácticamente habían desaparecido. Y aquello era mucho más sencillo que planchar, tarea que siempre había aborrecido

Se puso la camiseta, y se llenó los bolsillos del pantalón con todos los objetos que allí cabían, por si acaso. Y en la mano, se llevó la planta dentro de la vieja cafetera, a modo de improvisada maceta, y el libro de autoayuda, con el billete de tren como marcapáginas. Le daría un toque intelectual, y concienciado con el medioambiente

Salió de casa precipitadamente (era un entorno seguro, allí no tenía que caminar a saltos), y en el ascensor, arrancó una de las hojas de la planta (que debía ser menta, o quizá hierbabuena, nunca había sabido distinguirlas) y se la metió en la boca, masticándola con cierto desagrado, con la esperanza de que le ayudase con el aliento mañanero. Porque tenía cafetera, pero no había encontrado café. Y tampoco tenía dinero, ni móvil, para comprarse uno.

Fue consciente de que su atuendo llamaba la atención en cuanto salió a la calle.

Pero de alguna forma consiguió ignorar las miradas burlonas y, pasito a pasito, llegó a su destino.

Entró en el imponente portal, y saludó con un gesto de cabeza a la recepcionista, que estupefacta, le siguió con la mirada hasta la hilera de ascensores.

-No vas a creerte lo que me ha pasado hoy, cariño -la mujer, vestida con un elegante y moderno traje gris, y los labios aún con restos de carmín, a pesar de la hora que era, besó a su marido brevemente, y se derrumbó en la silla de la cocina, frente a un humeante plato de pasta-.

-Hoy tenías las entrevistas a los candidatos, ¿no? ¿Conociste a algún espécimen interesante?contestó el hombre, mientras removía una salsa blanquecina y espesa en la cazuela-.

-Pues sí, conocí a uno muy particular La verdad es que no sabría cómo definirlo Llegó cojeando, con un pie vendado, vestido con un pantalón de chándal y una camiseta, una planta metida en una cafetera, que se empeñó en regalarme, y un sombrerito de cumpleaños infantil en la cabeza.

-¿Cómo sabía que hoy era tu cumpleaños?

-No tengo la menor idea, pero reconozco que el detalle me hizo gracia, me pareció realmente original. Pero ya venía advertida por Nuria, que sabes que es mis ojos y mis oídos en la oficina, y que lo había estado observando desde la ventana, mientras esperaba fuera, en el patio, con los demás candidatos. Me contó, ¡pásmate!, que durante el tiempo de espera se dedicó a jugar al frisbee con el resto de los compañeros. Y que casi le vuela la cabeza a uno -la mujer rio con ganas-. Y la verdad es que, como técnica para aliviar tensiones, funcionó. Noté una diferencia considerable entre la actitud de los primeros entrevistados, y la de los que llegaron después -Un poco infantil, ¿no te parece? ¿Y cómo se comportó durante la entrevista?

-Pues lo primero que hizo fue plantar un reloj de arena, de esos que vienen en algunos juegos, sobre mi mesa.

-¿Le preguntaste por qué lo hacía?

-Bastó con una mirada inquisitiva, para que él mismo me explicase que le ayudaría a gestionar el tiempo de la entrevista de forma más eficiente. Quería ser respetuoso conmigo y con el resto de los candidatos.

-¿Es que no llevaba reloj de muñeca, o el móvil?

-Cariño, habría sido muy descortés por su parte estar mirando el reloj a cada rato. Realmente, fue una forma inteligente de trasladar que estaba pendiente del tiempo, para no sobrepasarse, no porque estuviera aburrido de la conversación.

-Visto así… ¡Pero continúa! ¿Qué impresión te causó?

-Parece un chico inteligente, despierto. Llevaba en la mano un libro de autoayuda, de esos que tú aborreces. Y parece que le gusta viajar, porque dentro iba un billete de tren de París a Varsovia, nada menos Estuvo tomando notas durante la entrevista, con un bolígrafo azul que parecía una reliquia familiar, por lo que intuyo que es amante de las tradiciones. ¡Ah, y casi me olvidaba! Le pregunté por cómo había gestionado determinadas situaciones complicadas durante su vida laboral, ¿y sabes lo que me dijo?

-¿Qué? -el hombre parecía realmente interesado en la historia, seguía removiendo la salsa, con aire distraído, y ella temió que se le quemase, aunque no dijo nada-.

-Contestó que él siempre encontraba las herramientas adecuadas para gestionar cualquier situación, hasta la más difícil.

-Una respuesta de lo más común…

-Sí, si no fuera porque, mientras lo decía, se sacó un destornillador del bolsillo.

-¡Qué me dices! -se carcajeó el hombre, ahora sí, apartando la salsa del fuego, y probando un poco con la cucharada de madera con la que había estado removiéndola- Un tío tan raro seguro que no tiene pareja.

-En eso te equivocas. De hecho, llevaba un anillo. Un anillo un poco extraño, eso sí, pero que parecía de compromiso, o de boda, quién sabe, con los jóvenes de hoy en día.

-¿Hizo algo más que te llamara la atención?

-Bueno… Cuando iba a marcharse, se le cayó un pequeño objeto metálico del bolsillo. Yo lo recogí, y se lo entregué.

-¿Y qué era? ¡Sorpréndeme!

-Una pequeña llave, parecida a la que yo usaba para abrir mi diario cuando era niña. Cuando se la di, me comentó que para él era un recordatorio de su filosofía de vida, y por eso la llevaba siempre encima.

-¿Y cuál es su filosofía de vida, si puede saberse? ¿Apúntalo todo en tu diario, te hará ilusión leerlo cuando seas mayor y no recuerdes ni lo que has comido ese mismo día? -preguntó el hombre, con ironía-.

-Su filosofía es la de abrir nuevas puertas en la vida, no cerrarse a nada -comentó ella, pensativa -

-Pero qué tío más raro… Supongo que estarías deseando perderlo de vista, apuesto a que la arena del reloj aún no había terminado de caer, y ya lo estabas despachando. Todo lo que me cuentas me provoca escalofríos.

-Pues de hecho, volveré a verlo el lunes.

-¿Y eso, por qué? -el hombre estaba claramente sorprendido-.

-Porque él ha sido el candidato elegido, cariño. Estoy cansada de gente anodina -comentó ella, mientras se llevaba un bocado de pasta a la boca, como si tal cosa-

Mario se anudó la corbata, y se miró satisfecho en el espejo. Estaba realmente guapo, con ese traje que le había costado, hacía ya varios años, el sueldo de un mes

Pasó al baño, y se roció con una de sus colonias.

Cogió su cartera de piel, con sus iniciales grabadas, y metió en ella un par de cosas más, antes de salir. Tenía que ir bien preparado, era su primer día.

Cuando estaba a punto de salir de casa, algo brillante, en el suelo, llamó su atención.

Cogió la pequeña llave. Creía haber tirado todos aquellos trastos, pero al parecer, la llave se había caído de la bolsa.

La miró durante unos instantes, y sonrió

Volvió a su habitación, se quito el traje, la corbata, los caros zapatos italianos, y se puso un pantalón y una camisa más sencillos.

Cogió una mochila que guardaba de cuando empezó a trabajar, y tenía gustos menos sofisticados, y en ella metió su portátil, un cuaderno y un par de bolígrafos, de los que sí escribían… Y también la pequeña llave, en uno de los compartimentos más pequeños de la mochila.

Era, al fin y al cabo, el único recuerdo que conservaba del día más extraño de su vida.

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