Conoce las Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII) desde 7 puntos claves, explicados por la Dra. Esther A. Torres
La misión de la Fundación Esther A. Torres para Enfermedades Inflamatorias del Intestino (FEAT) es crear conciencia y educar sobre la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, condiciones conocidas colectivamente como enfermedades inflamatorias intestinales (EII).
Estas enfermedades se caracterizan por un proceso de inflamación crónica en el sistema gastrointestinal, que alterna entre episodios de síntomas intensos o recaídas y períodos en los que la persona se siente bien (remisión).
Dra.
Esther Torres
MD, MACP,MACG, AGAF, FAASLD Catedrática en Medicina
Directora del Centro para EII UPR Presidenta de FEAT
¿CUÁLES SON SUS CAUSAS?
La causa de las EII es desconocida, pero se entiende que la manifestación de la enfermedad clínica es el resultado de la interacción de varios factores. Primero, hay un componente genético. Se han identificado más de 240 variantes en los genes que se asocian a una o ambas EII. Algunos de estos genes están relacionados con la forma en que reconocemos y manejamos componentes de microbios intestinales y pueden resultar en una respuesta inapropiada o excesiva a la presencia de algunos de estos microbios. Otros genes pueden alterar la barrera intestinal, que normalmente nos protege de que penetren componentes microbianos desde el lumen del intestino a la mucosa intestinal, provocando así una respuesta inflamatoria como defensa ante esta “invasión”.
El segundo factor importante es un sistema inmune que no está bien regulado, es decir, que responde excesivamente y no disminuye su actividad luego de un estímulo, como pueden ser los productos de microbios antes mencionados. Esta desregulación resulta en inflamación crónica, en la cual participan células y moléculas mediadoras de inflamación.
Un tercer factor puede ser ambiental. Se han identificado algunos medicamentos, infecciones, el cigarrillo en casos de Crohn, posiblemente el estrés y quizás factores dietarios como detonantes externos del proceso de inflamación intestinal.
Finalmente, el microbioma intestinal es el conglomerado de trillones de organismos vivientes (bacterias, hongos, virus y otros) que habitan en nuestro sistema gastrointestinal y que, en general, conviven en armonía con nosotros. El microbioma se adquiere al nacer y evoluciona durante la vida, influenciado por múltiples factores, incluyendo el lugar donde vivimos, la higiene, los alimentos que ingerimos, los medicamentos que tomamos y muchos otros.
Este microbioma desempeña funciones importantes y beneficiosas, como enseñar a nuestro sistema inmune a tolerar su presencia, producir nutrientes esenciales para nuestra salud y protegernos de patógenos intestinales.
Un microbioma que no tiene la complejidad y estabilidad normal (disbiosis) promueve inflamación, infecciones con patógenos, un aumento en cepas de bacterias menos saludables y alteraciones en sus productos de metabolismo. Se han identificado cambios importantes en la composición del microbioma en las EII, así como en otras condiciones como obesidad, diabetes, hígado graso y cáncer. Esta es un área de investigación muy activa que esperamos nos ayude a comprender, controlar y quizás evitar algunas enfermedades, incluidas las EII.
HABLEMOS DE SU EPIDEMIOLOGÍA 2
Las EII pueden presentarse en personas de cualquier raza y en cualquier parte del mundo. Aunque han sido más prevalentes en países con alto desarrollo industrial y económico, como Norteamérica y Europa Oriental, y en personas de raza blanca, la prevalencia en no caucásicos y en otras regiones del mundo, incluyendo Asia y América Latina, va en aumento.
personas mayores de 60 años. A nivel mundial, la colitis ulcerosa es más común que la enfermedad de Crohn, pero esta tendencia también está cambiando. En los países donde las EII son más frecuentes, la enfermedad de Crohn está aumentando proporcionalmente, especialmente en niños.
No hay preferencia de sexo, y se obser -
cuaciones, pujos y dolor abdominal. El diagnóstico de colitis ulcerosa se realiza mediante una colonoscopía con biopsias. A través del endoscopio, el gastroenterólogo puede observar la inflamación de la mucosa, determinar su severidad y extensión, y confirmar el diagnóstico con biopsias.
Es importante descartar otras causas de colitis, como infecciones, isquemia, medicamentos, diverticulitis y otros factores. La mayoría de los pacientes responden al tratamiento, pero alrededor del 25% pueden requerir una cirugía para la remoción del colon (colectomía) con el fin de controlar la enfermedad.
Dependiendo de la extensión, severidad y duración de la inflamación, los pacientes con colitis ulcerosa tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Según los factores de riesgo individuales, se recomienda realizar colonoscopías con biopsias en intervalos de 1 a 3 años para detectar cambios tempranos en la mucosa, llamados displasia, que pueden ser precursores del cáncer.
Enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn puede afectar cualquier parte del tracto gastrointestinal, desde la boca hasta el ano, aunque es más común en el intestino delgado terminal (íleon) y el colon. La inflamación es discontinua y puede comprometer todas las capas de la pared intestinal.
Los síntomas más frecuentes incluyen dolor abdominal, pérdida de peso, disminución del apetito, cansancio y diarrea. En los niños, la enfermedad puede manifestarse únicamente con retraso o detención en el crecimiento y desarrollo.
Debido a que el proceso inflamatorio es más profundo, pueden formarse áreas estrechas en el intestino que causan obstrucción o fístulas (comunicaciones anormales entre el intestino y órganos adyacentes), lo que puede derivar en abscesos o perforaciones. Estas complicaciones suelen requerir cirugía, y al menos la mitad de los pacientes necesitarán una intervención quirúrgica en algún momento de su vida.
Aunque el riesgo de cáncer colorrectal es menor en la enfermedad de Crohn que en la
¿CUÁLES SON SUS MANIFESTACIONES
EXTRAINTESTINALES Y OTRAS
COMPLICACIONES?
Ambas enfermedades inflamatorias in testinales (EII) pueden ir acompañadas de manifestaciones fuera del intestino. Estas pueden estar asociadas al proce so inflamatorio activo en el tracto diges tivo o presentarse incluso cuando el pa ciente aparenta estar en remisión.
Las manifestaciones más comunes son dolores articulares y, en algunos casos, artritis. Existen varias lesiones cutáneas relacionadas con las EII, siendo las más conocidas el eritema nodoso (nódulos duros, rojos, calientes y dolorosos) y el pioderma gangrenoso (úlceras en la piel).
También pueden presentarse inflamaciones en los ojos, como uveítis y epiescleritis, así como afecciones en las vías biliares, como la colangitis esclerosante primaria.
Otros órganos, como los pulmones, el corazón y el sistema nervioso, también pueden verse afectados. Como conse cuencia del proceso inflamatorio intesti nal, es común la pérdida de peso, anemia, cansancio, malnutrición y osteopenia.
Además, muchas personas experimen tan síntomas de ansiedad y depresión tras recibir el diagnóstico o durante pe ríodos de enfermedad activa, los cuales deben ser abordados y tratados adecua damente.
¿QUÉ TRATAMIENTOS EXISTEN?
Existen múltiples tratamientos aprobados para las enfermedades inflamatorias intestinales (EII), dependiendo del diagnóstico específico, la severidad de la condición y la localización del proceso inflamatorio.
Algunos medicamentos tienen un efecto tópico, es decir, actúan por contacto directo con la mucosa inflamada, siendo muy útiles en casos de colitis ulcerosa leve a moderada. Cuando la EII es más severa o está activa, se utilizan medicamentos que reducen la inflamación
y modulan la respuesta inmunológica, como los corticoesteroides sistémicos, los inmunomoduladores (fármacos que disminuyen la actividad del sistema inmune) y los medicamentos biológicos o moléculas pequeñas, que bloquean moléculas específicas responsables del proceso inflamatorio.
Estos tratamientos han representado un gran avance en el manejo de las EII, permitiendo controlar la inflamación incluso en muchos pacientes con enfermedad severa.
¿SE PUEDEN PREVENIR?
Por el momento, las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) no se pueden prevenir. La identificación de factores ambientales que puedan desencadenarlas y la capacidad de modificar el microbioma para restaurarlo a un estado saludable son áreas de gran potencial para prevenir o controlar estas enfermedades.
Mientras tanto, el cuidado preventivo en pacientes con EII es una parte fundamental de su manejo. Esto incluye una dieta balanceada y saludable, técnicas
de manejo del estrés, cernimiento para ansiedad y depresión, y vacunación actualizada para influenza, hepatitis A y B, virus del papiloma humano (VPH), varicela, herpes zóster, MMR (sarampión, paperas y rubéola), neumonía y COVID-19.
Además, la vigilancia para cáncer colorrectal, cáncer de cérvix y cáncer de piel, según corresponda, es fundamental. Un cuidado integral e interdisciplinario en pacientes con EII mejora los resultados y reduce el riesgo de complicaciones.
¿CÓMO TOMAR LAS RIENDAS DE
SU CONDICIÓN?
Educarse sobre las enfermedades inflamatorias intestinales (EII), conocer su enfermedad y cómo se manifiesta, participar activamente en su tratamiento y cumplir con el seguimiento médico son aspectos fundamentales para su bienestar. Además, es clave establecer una
buena comunicación con su médico, compartir con su red de apoyo, conocer sus derechos y deberes para ser proactivo en el ámbito educativo y laboral, y cuidar su salud general. Todo esto contribuirá a llevar una vida plena a pesar de vivir con EII.
