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En 2022 los microseguros se abren camino en el mercado

en un 50%”, detalla un documento de la consultora.

Las aseguradoras y el nuevo panorama

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Para Cabrera los tres primeros riesgos más relevantes a nivel global (incidentes cibernéticos, interrupción del negocio y catástrofes naturales) afectan a las compañías de seguros porque tienen una mayor siniestralidad, y también las obligan a ser más creativas a la hora de ofrecer productos que cubran mejor a sus clientes.

“Por un lado está el desafío de ofrecer productos que lleguen a más empresas e individuos, y por otro, que los productos sean rentables y que la siniestralidad, que está en aumento, no afecte tu rentabilidad como aseguradora”, puntualiza.

Sin embargo, agrega que el mercado ofrece coberturas para los tres riesgos. En el caso de accidentes cibernéticos no hay demasiada difusión y debería existir una mayor oferta por parte de las aseguradoras. “De ser así la gente las compraría, porque ya todo el mundo percibe esa amenaza como algo tangible y en aumento”, sostiene.

En cuanto a las coberturas para interrupción del negocio explica que requieren un mayor análisis y determinación del costo del riesgo para poder cobrarlo, de manera

“Hay un vacío legal con respecto al uso del espacio que debería regularse para que la industria de seguros y reaseguros pueda acompañar ese desarrollo aeroespacial, que es vertiginoso. Es un tema importante porque los satélites hoy definen la comunicación de muchos servicios esenciales de la Tierra.”

“Recién estamos viendo el principio de todo lo que la tecnología puede aportar al negocio, sobre todo en Argentina.”

de alcanzar un producto que sea rentable para el asegurador y una opción válida para el cliente.

Mientras que catástrofes naturales es un tema en ascenso, que afecta a cada vez más más economías y, si bien es asegurable, se deben medir los riesgos en profundidad, tarificarlos y moderarlos en forma más precisa.

Por su parte, Vega opina que los riesgos ambientales son una gran amenaza para la industria de seguros, porque están fracasando las acciones climáticas. En ese sentido, el ejecutivo destaca el rol de las empresas y la sustentabilidad en la gestión del negocio.

“Zurich es una compañía sustentable y hemos decidido acompañar a los asegurados que tengan una política como la nuestra. No vamos a hacer negocio con aquellas empresas que no tengan un plan de sustentabilidad a largo plazo”, asegura.

Para Sansuste las aseguradoras están respondiendo a este nuevo panorama de riesgos con coberturas. En el caso de ciberseguridad existen seguros tanto para empresas como para personas, pero también surgieron nuevos productos a raíz de la COVID-19, como los asociados a los viajes, que se van a extender porque la gente es consciente de que puede haber contingencias que antes no imaginaba.

Pero también hay cambios importantes asociados a la posibilidad de anticipar o mitigar riesgos, agrega Sansuste. Como, por ejemplo, a través de programas de bienestar, como Vitality, o insurtechs, como Lemonade, que premian o incentivan a las personas por tener hábitos saludables y cuidar su salud.

Grandes aliados

Los ejecutivos coinciden en que las reaseguradoras cumplen un rol clave para garantizar la estabilidad de todo el sistema. En esa línea, para Vega el mercado de reaseguros evoluciona a la par de los riesgos y encuentra soluciones alternativas.

En la misma línea, Cabrera destaca que las reaseguradoras son fundamentales en tanto cubren los excesos de riesgo que tienen las compañías de seguros y lo están haciendo apoyados en la tecnología, brindando soporte para modelizar mejor lo eventos que puedan ocurrir, además de la estabilidad financiera.

“Su rol es cada vez más activo. Se involucran en la suscripción de riesgos de sus

cedentes, que son las compañías locales, y la tecnología les permite hacerlo casi en tiempo real. Todavía no es muy común, pero cuando una aseguradora tenga conectados sus sistemas con los del reasegurador, este va a poder saber lo que está suscribiendo en el momento. Además, trabajan mucho con tecnología y ofrecen mapas de riesgos cada vez más sofisticados”, explica.

Para Cabrera, el otro gran aliado de las aseguradoras es la tecnología, que va a tomando un papel cada vez más preponderante en la evaluación de los riesgos, especialmente porque permite hacer de forma sistémica la recolección y el análisis de los datos, que está relacionado directamente con las coberturas, el pricing, los costos y la valoración del riesgo.

“Para el caso de incidentes cibernéticos el análisis pasa por expertos que usan herramientas de valuación de la vulnerabilidad de los distintos clientes.

Y en el caso de las catástrofes naturales se pueden colectar datos por regiones de todo el mundo y se establecen tendencias y mapas de riesgo en cada lugar, para cada peligro natural”, enfatiza.

Vega es un convencido de que la tecnología acompaña la evolución del seguro y que el uso de big data va a generar un mayor insight para desarrollar mejores productos para la industria y optimizar la propuesta de valor a los clientes.

“Los riesgos van más rápido que las propuestas de valor que hacen los mercados aseguradores. La vertiginosidad que tiene hoy la evolución de los riesgos genera una dinámica que no se ha visto anteriormente y cada día se necesita un esfuerzo mayor para estar presente con propuestas de valor que interesen a los clientes”.

Sansuste opina: “Recién estamos viendo el principio de todo lo que la tecnología puede aportar al negocio, sobre todo en Argentina. Pero las herramientas disponibles impactan en toda la cadena de valor, tanto en lo actuarial, como en la comercialización, en el desarrollo de productos, en la estrategia de marketing, etcétera”.

“En lo actuarial IA y machine learning permiten usar una base más amplia para encontrar el mejor modelo para precisar el riesgo y medirlo. A nivel de autos, muchas aseguradoras ya están usando realidad virtual para tener una noción más exacta de los daños, sin necesidad de enviar a una persona. Permite hacer un cambio abismal en la reducción del fraude, los costos y la estandarización de los procedimientos”, ejemplifica.

Y agrega que estas tendencias van a demandar un gran cambio en la forma en la que las aseguradoras trabajan y requerirán la aplicación de metodologías ágiles de trabajo y una visión central del cliente.

Los riesgos van más rápido que las propuestas de valor que hacen los mercados aseguradores. La vertiginosidad que tiene hoy la evolución de los riesgos genera una dinámica que no se ha visto anteriormente.

SEGUROS

Negocios en alza

En 2022 los microseguros se

abren camino en el mercado

LAS PÓLIZAS PARA SECTORES DE MENORES RECURSOS VIENEN CRECIENDO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS. PRECIOS ACORDES, FÁCIL CONTRATACIÓN Y RÁPIDA RESOLUCIÓN SON LOS EJES QUE POTENCIAN ESTE SEGMENTO.

Opinan:

Marcela Alejandra Reniero

Cada vez son más las compañías que apuestan por el segmento de los microseguros y se sumergen en un mercado que busca la ganancia en los márgenes. Con estas pólizas, las empresas apuntan a brindar coberturas específicas a sectores de la población que, por lo general, no están insertos en los circuitos de la economía formal.

Los microseguros son planes de cobertura que vienen creciendo durante los últimos años, y que tienen como destinatarios a potenciales clientes de bajos ingresos. Se destacan por ofrecer una gama de pólizas que, a diferencia de los seguros genéricos al alcance del perfil tradicional del público, se adecuan a las necesidades y realidades socioculturales del país. El corazón del negocio está puesto en la fácil contratación, los plazos beneficiosos para los asegurados y la rápida resolución de los siniestros.

Soluciones para el sector de bajos ingresos

“En Río Uruguay Seguros (RUS) trabajamos bajo el lema de ‘Seguros por la equidad’. En este sentido, hemos desarrollado productos a medida de las necesidades de un segmento de bajos ingresos desatendidos o invisibilizados por la actividad aseguradora”, sostuvo Marcela Alejandra Reniero, líder de equipo técnico en RUS.

Para esta empresa con más de 60 años de experiencia en el mercado, la lupa está puesta en lo “micro”, en aquellos eventos e incidentes que pueden incidir negativamente en la vida cotidiana y de los que requieran

protección contra riesgos de personas o patrimoniales.

“Lanzamos diferentes planes para el cuidado de la salud, la vida y el sepelio en las familias, los accidentes laborales de los trabajadores independientes y la protección del hogar, la bicicleta y el motocargo, visualizando el valor de estos bienes para este público”, amplió Reniero. Además, este tipo de productos cuentan con servicios adicionales, señalaron desde RUS, que permiten al asegurado resolver situaciones de emergencia en la salud, odontología y farmacia, entre otros.

“El objetivo principal es el de acompañar a los consumidores más desfavorecidos y generar una instancia de conocimiento en cuanto a lo que significa contar con un seguro que los proteja ante determinadas situaciones”, dijo Reniero. “La contratación de este tipo de seguros es en pocos minutos y con mínimos requisitos, al igual que el pago de los siniestros se realiza de manera rápida”, agregó.

El avance de la inclusión digital y financiera da nuevas herramientas a las compañías para llegar a la población identificada con precios competitivos. Ahora bien, no se abandonan las estrategias tradicionales para convencer a potenciales hogares y personas de renta baja que, por su falta de experiencia como consumidores de este rubro y por sus condiciones sociales, pueden resultar reacios a las microfinanzas formales. En esos casos, el cara a cara en los barrios populares se vuelve imprescindible.

“Llegamos al sector a través de nuestra fuerza de ventas con los productores aseguradores (PAS) en todo el país, con nuestros canales de venta digital y con tres oficinas abiertas al público y ubicadas en los barrios de menores ingresos como son La Matanza a través de la Cooperativa La Juanita, el barrio Carlos Mugica en Retiro y la Concejalía Popular Rosario, apuntando a una contratación sencilla y con mensajes simples y de fácil comprensión”, afirmó Reniero.

El sector público sigue con atención el desenvolvimiento de los microseguros y también decide intervenir abiertamente en el segmento. El gobierno bonaerense, a través del Grupo BAPRO y Provincia Microcréditos, presentó a fines del año pasado un paquete de productos orientados a proteger y promover la inclusión financiera de los trabajadores independientes que están excluidos del mercado tradicional.

La apuesta del Grupo BAPRO es ofrecer una herramienta financiera que se adecue a la realidad de un territorio con una alta informalidad laboral y mayormente expuestos a los avatares de la fortuna y de riesgo. Es el caso de los quinteros y horticultores, uno de los grupos que aparecen como primeros destinatarios de este tipo de propuestas. Se trata de un sector de agricultura familiar habitualmente afectado por las condiciones climáticas. Pero también podría alcanzar a otro tipo de actividades cuentapropistas, en las que se carece de los beneficios que cuentan los asalariados con licencias de goce de sueldo por enfermedad o la cobertura de riesgos del trabajo que otorgan las ART.

Los microseguros que propone la entidad conducida por Juan Cuattromo son de dos tipos. Aquellos que afectan los “bienes”, que cubren por robo o daño de material accidental que involucre a maquinarias, instalaciones, mercaderías, suministros, materias

“La contratación de este tipo de seguros es en pocos minutos y con mínimos requisitos, al igual que el pago de los siniestros se realiza de manera rápida.”

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