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UN TEMA PARA NO EVADIR SUCESIÓN FAMILIAR, UN TEMA PARA NO EVADIR

Que la ferretería pase de una generación a otra es un tema que para muchos empresarios del sector se ha vuelto un dolor de cabeza.

La angustia y la nostalgia por el trabajo realizado puede apoderarse de aquellos ferreteros que aún no identifican un sucesor. Sin embargo, hay ferreteros que por evitar traumas en la familia, han optado por vender el negocio, crear una junta directiva externa para no desamparar a los suyos, y otros que buscan la forma de continuar hasta que su salud se los permita.

Por otro lado, están los que buscan integrar a su familia en el negocio y desde temprano han buscado asesoría en el tema de la sucesión familia y han creado una serie de protocolos alrededor del presente y futuro de la ferretería. No obstante, hay empresarios del sector que desconocen profundamente este tema y apenas si proyectan el desarrollo de su negocio.

¿de qué se trata e L ProtocoLo Fami Liar?

Isabella Jaramillo, abogada y asociada de la firma PrietoCarrizosa, señala que: “El protocolo de familia es un

Locación: Ferretería Depósito San Carlos nombre técnico que se le ha dado a un acuerdo de familia que tiene como fin, entre otros, mantener una sana relación entre los diferentes miembros de la familia mediante la identificación y conciliación de los intereses de todos los integrantes de la misma y propendiendo por lograr una diferencia entre los roles que juega cada uno de los actores para evitar que los temas administrativos afecten las relaciones familiares”, ello con el fin de garantizar la sostenibilidad de las empresas y el patrimonio familiar cuando los fundadores falten.

Asimismo, la elaboración de un documento con la asesoría de expertos funciona para: “Contener los acuerdos que regulan la relación de los tres sistemas que componen una empresa familiar (Familia - Empresa – Propiedad). Este documento es considerado como un pacto de honor y en algunos países (incluso Colombia) puede tener carácter legal. Algunas de sus cláusulas, o la totalidad, dependen del tipo de sociedades; varias de ellas pueden ser incluidas dentro de los estatutos de la sociedad familiar o empresarial”, advierte Óscar García, director del área empresas de familia de la empresa Suárez y Asociados Consultoría empresarial. Cabe mencionar que el contenido del documento varia depende de las condiciones y necesidades de la familia, y se hace a medida para cada una de ellas.

Si bien el protocolo es un primer paso, debe existir conciencia e intención de la familia en ejecutarlo. Por tanto, algún miembro debe encargarse de liderar la puesta en marcha de los acuerdos construidos durante el proceso. En ocasiones, en este punto, la presencia de un tercero que acompañe y ponga orden a la ejecución puede ser de gran utilidad. De esta manera, el protocolo adquiere una entidad real, ayudando a las partes a sortear distintas situaciones, a solucionar problemas y, en ocasiones, a modificar conductas existentes que permiten alcanzar los objetivos trazados. medidas necesarias

Según PrietoCarrizosa, en la mayoría de los casos las familias buscan esta asesoría cuando se presentan conflictos en las decisiones de sus miembros y: “La iniciativa surge de la persona que generó la fortuna y desarrolló el negocio familiar, de los miembros de la segunda generación o, incluso, de administradores, gerentes o representantes legales de las empresas familiares que ven necesaria su mediación”. De igual forma, señalan que es posible que las familias no busquen esta planeación como forma preventiva por desconocimiento del proceso, y, de las asesorías especializadas que existen, muchas familias tienden a creer que al constituir una sociedad en comandita (socios colectivos), están llevando a cabo una planeación sucesoral integral, ya que sus gestores manejan el rumbo de la organización y toman todas las decisiones.

No obstante, aseguran que este mecanismo no es el más efectivo para proteger el patrimonio familiar y mantenerlo unido a lo largo de diferentes generaciones porque no logra hacer una planeación efectiva de la sucesión del control; además, no cuenta con la facultad para decidir quiénes serán sus sucesores ni en qué momento el mando debe pasar a la siguiente generación. Es importante aclarar que el Protocolo per se (por su naturaleza) no finaliza los conflictos que son propios de la conducta de los miembros de la familia, pero sí es una herramienta útil de prevención, pues con reglas claras se resuelven los conflictos en favor de la familia y la empresa.

traumas de L Proceso

Para una familia empresaria asumir la situación de crisis no es fácil, más aún cuando se debe someter a la intervención de un tercero como consultor. Los procesos de construcción de acuerdos familiares implican un grado de exposición y eso les toma tiempo.

“Los empresarios se acercan a la asesoría para trabajar el manejo del clima familiar. Existen familias que su condición interna no permiten establecer acuerdos, en estos casos la intermediación de asesores neutrales y expertos en el manejo de familias empresarias es importante; otra manera es que las familias necesiten herramientas que les permitan superar estos obstáculos”, aseguran de Suárez y Asociados.

Por otro lado: “Encontramos fundadores reacios a iniciar el proceso de concertación de acuerdos y las siguientes generaciones buscan ayuda para asegurar la sucesión empresarial, su permanencia en el poder, reducir el temor a realizar la sucesión y aclarar la incertidumbre que se genera al preguntarse si las siguientes generaciones son capaces de mantener la empresa familiar a flote, entre otras situaciones”, añaden.

Además, expertos recomiendan tres aspectos: que la familia esté consiente de la importancia del protocolo de familia, que busque el momento y el clima familiar adecuado, y que entre los miembros le dediquen tiempo suficiente para concretar los acuerdos de manera ordenada y con objetivos claros.

D Iagn Stico Y Sucesi N

La sucesión del negocio es uno de los interrogantes que busca responder el protocolo de familia porque los requisitos del sucesor dependen de los principios de cada familia y empresa, de las necesidades del negocio, y de las características que los miembros consideren debe reunir el líder de la siguiente generación. Lo más importante es que el líder no sea impuesto, sino que a través del proceso se pueda concertar y se determine entre los diferentes integrantes las características que debe reunir esta persona.

Para PrietoCarrizosa: “Existen diferentes metodologías que ayudan a una empresa familiar a realizar un auto diagnóstico para determinar quiénes son los actores claves dentro de la estructura familiar y con ellos iniciar el proceso de elaboración de un protocolo de familia. Una de las herramientas más usadas para el auto diagnóstico es la propuesta por John Davis, profesor de la Universidad Harvard, denominada los Tres Círculos - la familia, la administración y la propiedad - que consiste en que los miembros de la familia identifiquen en cuál de estos tres círculos está ubicado su punto de vista, sin que necesariamente sean excluyentes. Una vez se identifican las personas que hacen parte de cada círculo y sus interacciones, se debe concertar los diferentes puntos de vista, y saber cuál es la perspectiva de los miembros frente a cada uno. Esto configura el inicio del proceso de un protocolo familiar”.

¿Por qué hay quienes cierran sus negocios sin sucesión?

“Existen diversas razones. Sin embargo, las tres principales son: por condiciones propias del mercado donde la venta puede ser la mejor opción, o la rentabilidad de la empresa no es la esperada; porque el empresario tiene la sensación de que la siguiente generación no está preparada para asumir el liderazgo, o hay una falta de interés por parte de la misma en asumirlo; y por último, porque hay una creencia general de que es más fácil manejar liquidez, que un negocio específico que requiere de experiencia y conocimientos especializados”.

Isabella Jaramillo – PrietoCarrizosa

“Las razones son muchas, por eso es importante antes de tomar cualquier determinación de este tipo, asesorarse e identificar si las razones son netamente empresariales, o si por el contrario, son razones de origen familiar; en este último caso, debe recurrirse a expertos que le ayuden a depurar las diferentes situaciones. Hoy en día se han desarrollado un sinnúmero de herramientas que protegen no solo a la familia y la empresa sino también a la propiedad. Solo se debe de considerar la venta o el cierre de una empresa como última alternativa”.

Óscar García – Suárez y Asociados

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