Fábrica de sueños De vez en cuando es bueno voler a ser un niño, y para ello no existe mejor lugar que los parques de Disney. Allí la fantasía se libera y los sueños se hacen realidad.
S
i pensamos en el lugar más feliz del mundo lo primero que se nos viene a la mente son los parques temáticos de Walt Disney, y para muchos esto identifica la emoción que vive cada persona que lo visita. En la ciudad de Anaheim, a sólo 40 km de Los Angeles, existe Disneyland, un pequeño punto en el planeta donde los sueños se hacen realidad, donde los cuentos cobran vida y traspasan la imaginación. Inaugurado 1955 fue el primer parque temático creado y diseñado por completo por el recordado Walt Disney. Desde entonces, este parque de
atracciones continúa siendo la cuna de la magia y de la fantasía. En la última década el parque se fue ampliando y pasó a convertirse oficialmente en Disneyland Resort, un centro turístico familiar de clase mundial integrado por el parque Disneyland (el tradicional, dedicado a los clásicos personajes), el California Adventure, (el nuevo parque dedicado a los personajes de la nueva generación de películas y todas las maravillas del estado de California), tres temáticos hoteles y numerosas tiendas y restaurantes que componen el Distrito Downtown Disney. El parque tradicional, conocido como el reino mágico, contó originalmente con 5 zonas de entrete-
nimiento. En la actualidad hay 8 tierras que recrean los mundos de la fantasía, del ayer y del mañana dando vida a las más tradicionales historias de cuentos y personajes de Disney. Main Street es la calle principal del parque y entrada al mundo mágico. Walt Disney dijo una vez: “Me encanta ser nostálgico. Espero que nunca nos olvidemos del encanto del pasado”, y de esta manera no hubo mejor idea que crear tal área. Caminar por esta vía victoriana es como hacer un viaje relámpago en el tiempo, restaurantes, tiendas, antiguos transportes y música de todo tipo recrean el espíritu america-
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