Santo Domingo
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Motors
Mirando al Futuro En una época en que ni siquiera habían surgido muchas de las marcas automotrices que hoy conocemos, ya existía Santo Domingo Motors.
tors, sino también expandiendo los negocios de la empresa con más representaciones exclusivas, para cubrir de esta manera, casi todas las necesidades del mercado automotriz nacional. En el 1964, Santo domingo Motors es designado distribuidor exclusivo de Nissan, recibiendo la gran encomienda de introducir la marca japonesa que en ese entonces se comercializaban bajo el nombre de Datsun. En aquel tiempo, era un producto desconocido para los dominicanos,
pero sorprendió a todos los escépticos que nunca imaginaron que este fabricante llegaría a ser uno de los cinco más grandes del mundo. En 1968, se inicia la construcción de la sede central de la empresa, la torre de oficinas que hoy sigue llamando la atención por la famosísima Chevrolet Silverado roja, convertida en un icono de la avenida John F. Kennedy, simulando subir a 90 grados en lo alto del edificio. Los años siguientes fueron testigos de un enorme crecimiento y de-
sarrollo de Santo Domingo Motors con las facilidades de financiamiento en su división de Motorcredito creada en el 1972; con la distribución exclusiva de la marca Yamaha desde el 1973; con la representación de la franquicia de alquiler de vehículos National Car Rental desde el 1974, bajo su división de MotorPlan; así como con la creación de Todopiezas S.A. en el 1989. Mientras se levantaba la edificación en Santo Domingo, nace Motorambar - West Indies, Inc., una
empresa concebida para comercializar la marca Nissan (Datsun en ese entonces) en todas las Antillas Menores al norte del Canal de Santa Lucía (actualmente suple los mercados de San Marteen y las Islas Vírgenes Británicas). Pero también, desde aquella época, el emporio ya ostentaba gran éxito en Puerto Rico con la empresa Motorambar, y en el año 1992 celebró la entrega de su vehículo número 250,000. En el 1995, todas las compañías se amparan bajo el nombre del