Guafo, la isla de los colmillos

Page 1

Guafo La isla de los colmillos

Carolina Lema Compilador


Guafo La isla de los colmillos

Carolina Lema Compilador


CRÉDITOS Dirección Editorial: Jaime Hernández Ojeda Coordinación y 1ª edición de obra: Carolina Lema Diseño Editorial: Daniela Díaz Gallardo Fotografías: Carlos Johnson Veillon, Iñaki Moulian Jara Textos: Carolina Lema, Iñaki Moulian Jara, Héctor Pavés Hernández y Francisco J. Muñoz Sanhueza. Editado por: www.artesonoroaustral.com 1ª edición 2016 Impreso en Chile / Printed in Chile ISBN: 978-956-8716-13-4 RPI: 242.852 Proyecto FONDART Nº 90396 Financiado por: Proyecto financiado por el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes Regional, convocatoria 2015, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

2


3


ÍNDICE Presentación

06

Los autores

09

De mares a bosques, patrimonio natural de isla Guafo

12

Héctor Pavés Hernández / Francisco J. Muñoz Sanhueza/ Carolina Lema

Historias y paisajes de isla Guafo

38

Carolina Lema

Saberes y memorias locales

52

Iñaki Moulian Jara

El devenir de Guafo

80

Carolina Lema

4

Bibliografía

88

Agradecimientos

91

Descripción del contenido del DVD

92


5


10


N

Chile

MAPA

Puerto Montt Ancud

3

4 2

1

Castro

8

5

Argentina

Isla Guafo Quellón 6

7

1 2 3 4 5 6 7 8

Punta Weather Caleta Rica Punta Norte Caleta Arrayán Caleta Samuel Punta Caleta Punta Sur Caleta D

Isla Guafo

Isla Guafo se ubica sobre la costa pacífica de la Patagonia Septentrional. Exactamente o a los 43Isla 61’ S; 74o75’ se W, ubica a 120 km del la continente y 40 km TieneSeptentrional. una superficieExactamente a Guafo sobre costa pacífica dede la Chiloé. Patagonia total estimada de 213.7 km2 con 71.6 km de línea costera. los 43º61’ S; 74º75’ W, a 120 km del continente y 40 km de Chiloé. Tiene una superficie total estimada de km2 con 71.6 km de línea costera. Actualmente integra jurisdiccionalmente Actualmente se213.7 integra jurisdiccionalmente a la comuna de Quellón,seProvincia de a la comuna Quellón, sobre el límite sur de la Región de Los Lagos. Chiloé, sobre el de límite sur deProvincia la Regiónde deChiloé, Los Lagos.

11


DE MARES A BOSQUES, PATRIMONIO NATURAL DE ISLA GUAFO Héctor Pavés Hernández / Francisco J. Muñoz Sanhueza / Carolina Lema

12


13


DE MARES A BOSQUES, PATRIMONIO NATURAL DE ISLA GUAFO Isla Guafo puede considerarse como un segmento emergido de la plataforma continental, y al igual que la Isla Grande de Chiloé, forma parte del sistema Cordillera de la Costa (Melnik y otros, 2009). Por ello, presenta una serie de cordones montañosos que llegan a alcanzar, en su breve espacio, alturas de hasta 306 msnm (metros sobre el nivel del mar). Esas montañas, que descienden abruptamente hacia el Océano Pacífico, han sido históricamente azotadas por temporales y marejadas, las que a lo largo de las eras han configurado una impresionante y sobrecogedora topografía de abruptos acantilados, largas plataformas, gigantescas cuevas e islotes semi sumergidos. El origen sedimentario de la isla, constituida por una masa de arcilla o fango endurecido, es claramente observable en los sectores expuestos por las mareas. En estas plataformas costeras, un estudio paleontológico reconoció un total de 34 especies de fósiles, identificando incluso 11 especies nuevas, la mayoría de las cuales todavía se conocen solamente en esta isla (Frassinetti, 1997). Entre los fósiles observables destacan restos de ballenas y otros vertebrados marinos. Se estima que su antigüedad ronda los 5 millones de años (Melnik y otros, 2009). 14

Vértebra fosilizada de ballena, isla Guafo.

Los estudios paleontológicos indican también que esta isla no fue afectada por el Último Máximo Glacial, lo cual representa un hecho muy importante desde la perspectiva histórica de los bosques templados, pues al no quedar cubierta por el manto helado, podría haber actuado como un refugio ecológico para plantas y animales de reducida capacidad de desplazamiento.


15


Un dato poco conocido de isla Guafo, es que fue visitada por Charles Darwin. Cuando en 1834 el HMS Beagle recorrió explorando las costas de Chile, sus tripulantes hicieron una breve escala en Guafo. Darwin descendió a observar sus fósiles costeros e incluso recolectó muestras de éstos, realizando luego una serie de dibujos y anotaciones que dio a conocer en su obra “Geological Observations on South America” publicada en 1846. Allí destacó, la gran cantidad de Turritella chilensis que observó en Guafo bosquejándolas con gran precisión. Estos apuntes darwinianos nos permiten sugerir hoy que su exploración refiere particularmente a caleta Samuel, donde los fósiles mencionados en su libro son muy abundantes y visibles en las rocas del litoral costero.

Turritella chilensis - Dibujos de las muestras recolectadas en isla Guafo que acompañan el texto de Darwin.

16


17


18


Sobre la formación sedimentaria que constituye el núcleo de la isla, se asienta una capa de tierra fértil que alcanza hasta 1,5 m de espesor en algunas zonas, la cual permitió el crecimiento de una densa cobertura vegetal, cuyas abigarradas copas enfrentadas a los vientos oceánicos conforman desde la distancia un alfombrado parche de verdes matices. Con temperaturas que varían entre una mínima y máxima promedio de 6 a 12 Cº y precipitaciones de 1.670 mm anuales, Guafo se caracteriza por sus exuberantes bosques del tipo Selva Valdiviana. Entre las especies de árboles observados se distinguen1: Arrayán (Luma apiculata). Arrayán Macho (Rhaphithamnus spinosus). Coigüe (Nothofagus dombeyi). Luma (Amomyrtus luma). Notro (Embothrium coccineum). Olivillo (Aextoxicom punctatum). Pitra (Myrceugenia exsucca). Tepa (Laureliopsis philippiana). Tineo (Weinmannia trichosperma). Debajo de ese manto protector se resguarda una serie de especies arbustivas cuyas flores llenan de color el bosque,

1 - Nomenclatura según (Hoffmann, 1998).

19


entre los que destacan bellos coicopihues y gigantescos chilcos con flores rosadas y blancas. Más abajo aún, se despliega un mundo de enormes nalcas y exuberantes helechos, así como una vasta variedad de hongos y líquenes de diversos tamaños y colores. Importantes en la isla son los musgos que, gracias a sus características morfológicas, permiten retener importantes cantidades de agua de lluvia y evitan la degradación del suelo. Este intrincado sistema vegetal crea el refugio necesario para un mundo interior de hongos, insectos, pequeñas aves y anfibios. Típicas habitantes del suelo boscoso son las diversas ranitas que pueden encontrarse entre la hojarasca húmeda, entre las ramas o bien bajo troncos en descomposición. La rana de hojarasca austral (Eupsophus calcaratus) es una de las más comunes y se distribuye desde la Región de Los Ríos a Aysén. Es de tamaño medio (31–36 mm de longitud), de coloración variable, que habitualmente presenta un fondo claro con manchas oscuras irregulares y sobre la cabeza una mancha característica en forma de reloj de arena. En tanto los ojos son de color negro, con la porción superior del iris dorado y la pupila horizontal.

20 Rana de hojarasca austral (Eupsophus calcaratus).


Esa misma combinación de bosque y mar sirve de hogar y refugio a una gran cantidad de aves, tanto marinas como terrestres. Hasta el momento los biólogos han podido registrar 33 especies de aves marinas oceánicas y costeras, 9 especies de aves litorales y 39 de ambientes ribereños y boscosos. Rayadito (Aphrastura spinicauda) Bulliciosa ave del bosque, que se caracteriza por su cola que aparenta terminar en ‘espinas’. Colilarga (Sylviorthorhynchus desmursii) Puede observarse entre los densos matorrales, se caracteriza por su larga cola, conformada sólo por 6 plumas finas.

Rayadito (Aphrastura spinicauda).

Una de las especies migratorias más abundantes en la isla lo constituye la fardela negra (Ardenna griseus), pues en Guafo está presente una de las colonias reproductivas más grandes del mundo. Construye sus nidos bajo los árboles, formando cuevas bien protegidas en las laderas y cerros elevados cercanos al mar. Al atardecer puede observarse las inmensas bandadas que sobrevuelan las costas buscando alimento para las crías que aguardan en sus nidos.

21

Colilarga (Sylviorthorhynchus desmursii).


22

Fardela negra (Ardenna griseus).


23


Golondrina chilena o patagรณnica (Tachycineta meyeni). Adulto alimentando a su polluelo 24 con larvas de las marismas de caleta Rica.


Gaviota austral (Leucophaeus scoresbii) Es una gaviota poco común, observada únicamente en el extremo sur de Chile. Generalmente se congrega junto a colonias de mamíferos marinos, en este caso vinculada a las loberías de punta Weather. Se alimenta de moluscos en las costas fangosas o arenosas, o de carroña en las loberías. Pilpilén negro (Haematopus ater) Característico de las costas rocosas, pues se alimenta principalmente de moluscos como choritos, caracoles y lapas, además de equinodermos como los erizos de mar. En este caso se encuentra a la vera del río de caleta Rica. Se registra desde la costa del Perú hasta el Cabo de Hornos.

Gaviota austral (Leucophaeus scoresbii).

Quetru no-volador (Tachyeres pteneres) Es el más grande y pesado de los patos chilenos y, como su nombre lo indica, no puede volar. Característico de las costas e islotes del sur, se alimenta de moluscos, crustáceos y peces. En la imagen observamos una hembra con uno de sus polluelos en el sector de muelle del faro, en punta Weather. Pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus) Es una de las dos especies de pingüinos que vive en las costas de Chile. La especie se distribuye desde Aconcagua a Magallanes. Se caracteriza porque en la zona pectoral se observan dos bandas de color negro, mientras el resto del

Pilpilén negro (Haematopus ater).

25


26

Quetru no-volador (Tachyeres pteneres).


PingĂźino de Magallanes (Spheniscus magellanicus).

27


Una vez descubiertos los pasos australes del Cabo de Hornos y el Estrecho de Le Maire a fines del s. XVI y comienzos del s. XVII, comienzan a llegar a estas regiones, uno tras otro, corsarios ingleses y holandeses en busca de las riquezas de la Corona Española. Defender sus territorios de ellos se convirtió a partir de entonces en una preocupación constante para la administración colonial, sobre todo después de las noticias de que los holandeses trataran de formar un asentamiento permanente en Valdivia hacia 1643. Sin embargo, la protección de las rutas australes, resultó particularmente difícil, como lo ejemplifica la tragedia de La Galizabra. La Galizabra era una nave a vela que envió la Armada Real para reforzar las fortificaciones de Chiloé. Zarpó de Concepción el 14 de Junio de 1602. Por lo avanzado del invierno las condiciones de navegación eran muy malas, especialmente para una nave a vela, por lo que un temporal de viento norte la arrastró hacia el sur, hasta hacerla chocar y embarrancar sobre la costa norte de la isla Guafo la noche del 22 de junio. El barco se destruyó por completo, perdiéndose casi toda su carga, que incluía armas y cañones, pereciendo en el acto 36 de los 56 viajeros. Los que lograron sobrevivir, lo hicieron gracias a la ayuda prestada por indígenas de la zona, que dieron aviso de lo ocurrido a las autoridades en Castro, quienes desde allí organizaron su rescate.

42


Ese naufragio, doloroso para la Armada Real, fue el primero que ha entrado en los registros, aunque otros pueden haber ocurrido sin supervivientes que pudieran narrar los hechos. Bascuñan, Eicholz y Hartwig en su libro “Naufragios en el Océano Pacífico Sur” dan cuenta de otros naufragios posteriores en la zona de isla Guafo, no menos trágicos: 1853 La barca Marie Jusrie de Liverpool naufraga el 23 de junio. Se sospecha que puede haber sucedido en las cercanías de Guafo. Sin sobrevivientes. 1891 La barca Teresa Garnham colisiona el 20 de febrero con los roqueríos al norte de isla Guafo. Los sobrevivientes logran llegar a Quellón. 1895 La barca Ociola naufraga el 18 de julio tras colisionar con los roqueríos al norte de isla Guafo. De acuerdo a restos encontrados, 2 de los náufragos sobrevivieron un par de meses en Guafo, pero fallecieron antes de ser rescatados.

1923 La goleta a motor Eleonora se va a pique en algún momento del año, con pérdidas totales. 1938 El vapor Magallanes, que había zarpado de Quellón, emite señales de auxilio el 1 de mayo, tres días más tarde fueron encontrados vivos, en los botes salvavidas, las 66 personas que iban a bordo. El barco se había hundido al sur de Guafo, tras chocar con los roquedales de punta Caleta. 1942 El vapor Tal-Tal se comunica por radio la noche del 11 de julio e informa que avanza con fuerte de viento norte. Sin posteriores noticias, dos días más tarde se informa del hallazgo de sus restos sobre la costa norte de punta Weather. No hubo sobrevivientes. Recordatorio permanente de los peligros de Guafo, el mar oculta y expone, al ritmo de las mareas, las anclas perdidas cerca de punta Norte.

1905 La goleta Castheton naufraga el 24 de marzo en las costas de Guafo. Sin sobrevivientes, sólo se recuperan restos.

43


44


El Faro de isla Guafo El aumento del tráfico marítimo en la zona, debido al intercambio comercial y la creciente instalación de industrias (balleneras, forestales, etc.), sumado a la serie de tragedias ocurridas a fines del 1800 y comienzos del 1900, influyó en la decisión de Estado chileno de instalar un faro permanente en Guafo, el cual comienza a construirse en 1903 y es habilitado en 1907. El faro de Guafo fue instalado sobre las estribaciones del cordón montañoso que desciende hacia punta Weather. Desde allí pueden observarse, adentrándose en el mar, los peligrosos islotes y afloramientos rocosos que fueran tan temidos en la navegación de la zona. De acuerdo a la Armada de Chile ‘es uno de los faros de más difícil acceso’. De hecho, para poder llevar los materiales para su construcción, debió abrirse un camino ladera arriba, y ya que las laderas de la cara norte de punta Weather eran demasiado empinadas, se construyó sobre la cara sur, que daba acceso a la proyectada como caleta de desembarco: ‘caleta D’. El camino se planificó con el ancho suficiente para un carro tirado por una yunta de bueyes. Con el paso de los años y cumplida su misión inicial, este camino fue abandonado, porque la costa sur y la caleta son demasiado riesgosas. Sobre la cara norte de punta Weather se construyó

Casa original del faro que se destruyó hacia 1982.

un embarcadero que, conectado a un andarivel, servía mejor al propósito de carga y descarga de insumos y personas. Se instaló además una empinada escalera de madera unida al acantilado, de la cual hoy perviven algunos tramos.

45


46 Vista de caleta D.


Ese primer andarivel se perdió por el colapso de parte del acantilado y fue reemplazado por otro, que se proyectaba hacia un nuevo embarcadero con un galpón de aduana. Este muelle es el que aún sigue en uso, no así el andarivel, que fue abandonado tras su última rotura. Actualmente el aprovisionamiento se realiza por medio de helicópteros. En tanto que la vieja escalera de madera fue reemplazada por una senda escalonada que desafía el acantilado hasta alcanzar los 144 m de altura y quita el resuello hasta a los más entrenados. La casa inicial del faro, que fue planificada para la ocupación del farero con su familia, era de dos plantas y perduró hasta 1982. Ese invierno un fuerte temporal derrumbó el piso superior obligando a la construcción de una nueva, de una sola planta, que es la que puede verse aún hoy en día. La torre del faro, una torreta circular íntegramente de hierro, de unos 3 m de diámetro y que se eleva sobre los 8,33 m de altura, no fue afectada. La que observamos es la construida hace más de un siglo para funcionar con aceite, hoy adaptada a las tecnologías solares y despertar automatizado.

Torre del faro Guafo

47


La ballenera de caleta Samuel El faro no fue la única construcción moderna de isla Guafo. Como la isla se encuentra cercana al área de alimentación más importante de ballena azul en Chile (Hucke-Gaete, 2004), a comienzos del siglo XX se instaló en Guafo, más precisamente en caleta Samuel, una pequeña planta ballenera.

Planta ballenera de isla Guafo, fotografía de F. Oettinguer (Quiroz 2014:99)

Poco queda en la actualidad que delate a la distancia la existencia de la ballenera. Sin embargo, una mirada más cercana permite observar los restos de las viejas estructuras. Ganados hoy por el bosque implacable, sobreviven restos de caídas chimeneas, los ladrillos especiales para las calderas, traídos desde Máfil3, dispersos aquí y allá, así como los cimientos de muros hoy fantasmales, que delatan la posición de los invisibles edificios. E inmutables quedan las tallas realizadas en las plataformas rocosas, para construir sobre ellas muelles y amarraderos. Su historia fue recientemente reconstruida por el investigador Daniel Quiroz (2014), gracias a lo cual podemos saber que la misma comenzó a operar a fines de 1922 y fue propiedad de distintas sociedades comerciales, que unían, desunían y renegociaban constantemente la relación y forma de partición de diversos capitales chilenos y noruegos. En 1924 se venden las instalaciones a la ‘Sociedad Ballenera de

3 - Ubicado en la Región de Los Ríos, a cientos de km al norte de Guafo.

48


Corral’ que, gerenciada desde Valdivia por Carlos Anwandter, mantuvo activas las plantas de San Carlos y Guafo hasta 1936, cuando la vende a su vez a la ‘Compañía Industrial de Valparaíso’ (luego INDUS S.A.). El proyecto de esta última era desarrollar la caza en mar abierto con buques factoría, por lo que luego de un corto plazo cierra y desmantela la planta de isla Guafo. Las memorias locales, por su lado, han transformado la historia de la ballenera en un saber que narra las malas costumbres y las consecuencias que éstas acarrean. Don Jorge G. Ruedlinger Vera escribió, a partir de las memorias de su abuelo marino, ballenero y habitante de Guafo: don Aureliano Vera Subiabre, el relato del “Ratón de Isla Guafo”, del cual compartimos un fragmento.

Planta ballenera de isla Guafo, fotografía de F. Oettinguer (Quiroz 2014:100)

49


El ratón de Guafo4 “Por el año 1910 y en un lugar costero cercano al actual del muelle, faro y estación meteorológica de la armada, la sociedad Ballenera AS Pacific, liderada por dos hermanos noruegos, August y Soren Christensen, instaló una planta faenadora, una filial de la que ya tenían en la isla de San Pedro, al nororiente. Era gente dura en un clima hostil, en donde la mano de obra se recibía sin hacer demasiadas preguntas. La actividad depredadora no sólo alcanzó a las ballenas, sino también a las loberías, en donde la presa favorita eran los lobeznos, por su piel. Eran ultimados a golpes. Los viejos marinos chilotes contaban que las lobas gemían igual que una mujer a la que le masacraban sus hijos. Había pocas diversiones allí, y en las largas noches y domingos de lluvia y frío sólo el vino, el aguardiente y los naipes amenizaban el ocio. En los barcos habían llegado ratones, y los capturaban en aquellas antiguas jaulas de compuerta donde el animal quedaba atrapado por conseguir una carnada, le envolvían en la cola una tela impregnada en combustible, la prendían y los soltaban. Si luego se

salvaba de los puntapiés, el pobre animal iba a morir lejos. Tal fue el destino de un ratón en una noche de verano de 1912. Luego del jolgorio, la gente se fue a acostar. Ese fue el último ratón. Se presume que fue a morir bajo la leña adosada a la cocina. Cuando alguien alertó del incendio, apenas pudieron salvar con vida. Las grandes construcciones eran de madera, unas junto a otras o unidas por pasadizos de madera para capear el clima. El devastador incendio acabó con todo, y la empresa decidió no reconstruir. ¿A cuántos cientos o miles de ballenas y lobos salvó ese incendio? Ciertamente, si algún día esos animales forman un sindicato, lo primero que deberían hacer es levantarle un monumento a ese ratón.”

4- Extracto de https://revistaliterar1.wordpress.com/2013/01/31/el-raton-de-guafo/

50


Caleta Samuel

fotografía, año,autor

fotografía, año,autor

51


SABERES Y MEMORIAS LOCALES Iñaki Moulian Jara

52


53


SABERES Y MEMORIAS LOCALES La vida en el faro El faro de isla Guafo es una instalación dependiente de la Armada de Chile y es de las primeras construcciones de este tipo establecidas en nuestro país. Ellas han tenido, y tienen aún como misión principal, ayudar en la navegación y establecer control sobre las aguas territoriales chilenas. En la actualidad el faro cuenta con una dotación rotativa de cuatro a seis personas, la que se renueva cada cuatro meses por medio de barcos y helicópteros que aprovechan la ocasión para dejar pertrechos para la estadía. Los senderos abiertos en el área y utilizados por los fareros son escasos. La isla tiene, al menos en su parte costera, una serie de acantilados que hacen que su recorrido sea complejo y peligroso. No existen caminos que se internen al centro de la isla, prefiriendo los fareros habitualmente permanecer resguardados al interior de las instalaciones. La vida en el faro en la actualidad no dista mucho de la que pudiera existir en cualquier ciudad. En el contexto de la isla, ingresar al faro es ingresar a la modernidad: Tv cable, Internet, teléfono, sistemas completamente automatizados,

54

calefacción y amplias dependencias que permiten un estado de confort que contrasta con la naturaleza que lo rodea. El faro es una isla en una isla. El espacio del faro es un enclave del Estado que vigila el recorrido de las embarcaciones y reporta información sobre condiciones climáticas. Su rol garante de las costas, y el imaginario asociado a ello, hace que la comunicación entre las embarcaciones artesanales (que viven allí parte del año) y las autoridades locales, sea esquiva y contradictoria. La inestable situación legal de algunas lanchas resulta en una constante desconfianza hacia la autoridad de parte de sus tripulantes, lo que hace que la condición de aislamiento se acreciente al evitar la comunicación con el faro. Sin embargo, el rol más importante del personal y del cual más se enorgullecen ha sido su colaboración en el salvataje de algunos naufragios y urgencias que se han producido en la isla, para lo cual han actuado como ente coordinador en el traslado de los elementos técnicos necesarios: helicópteros, buzos especializados y barcazas de la armada. Cada vez más escasos, los fareros de carrera han ido perdiendo espacios ante el uso masivo de la tecnología de


automatización, siendo muchas de sus antiguas actividades reemplazadas por aparatos. El uso de Internet, los avances respecto de las cartografías satelitales, el fácil acceso a los sistemas de posicionamiento global (GPS) y las actuales plataformas de proyección del clima, hacen cada día más fácil la navegación y, al mismo tiempo, que las tareas propias de un farero sean cada vez menores. Es difícil hablar de una memoria histórica de los fareros de Guafo dado el alto grado de rotación que tienen en la isla. Aun así, las historias trasmitidas de los más antiguos a los más jóvenes relatan viejas aventuras y algunas experiencias traumáticas que forman parte del imaginario del habitar el faro de isla Guafo. Importante para el imaginario local es la existencia de un extraño elemento que evidencia un hecho desconcertante. Luego de un trayecto de 1 km por medio de senderos que atraviesan la espesura del bosque se llega a uno de los hitos importantes para los fareros: una tina de loza blanca dispuesta en una planicie al borde de un arroyo. Según la tradición oral esta tina habría llegado allí producto de la gran tormenta que destruyo las antiguas instalaciones del faro, aunque entre los fareros también existen dudas sobre la autenticidad de este relato. Lo concreto es que en la actualidad la tina forma parte de una ruta habitualmente

55


visitada, transitada y ocupada como un punto de relajo y distención. La peligrosidad de la isla se evidencia también por medio de la memoria trasmitida oralmente. Han habido varias muertes por accidentes en este espacio cuando algunos marinos han querido traspasar los límites, cruzando el umbral del enclave. Algunos se han desbarrancado, otros ahogado o incluso desaparecido, lo que se señala por la existencia de algunas animitas e hitos conmemorativos dispersos en el lugar. Entre ellas, destaca la historia de la traumática muerte de dos marinos en las cercanías del río de caleta Rica, un lugar habitualmente visitado para mariscar, ubicado a 7 km del faro y donde en la actualidad puede verse el recordatorio de los que allí perdieron la vida. Estas muertes traumáticas marcan el paisaje material e inmaterial de este espacio en la isla.

56


57


Los lugueros Isla Guafo ha sido ocupada tradicionalmente por pescadores y buzos mariscadores del sur de Chile como un lugar de extracción de múltiples recursos marinos. En las últimas décadas esta actividad se ha concentrado principalmente en la extracción de erizos y alga luga roja, siendo esta última su principal explotación en la actualidad. La mayor parte de las embarcaciones que hoy operan en Guafo son pequeñas lanchas de madera, de entre 8 y 12 m de eslora, que provienen de la ciudad de Quellón. Desde allí los patrones de lancha organizan las campañas que los llevan a estar en la isla entre noviembre y marzo de cada año. Desde Quellón parten las frágiles embarcaciones enfrentado una difícil ruta que irá bordeando la costa sur de Chiloé con sus múltiples islotes, hasta alcanzar la isla Guapiquilán, frente al extremo sur de Chiloé. A partir de allí inician el cruce de la ‘Boca del Guafo’, punto noroeste e inicio del Golfo de Corcovado. En total, y variando de acuerdo a las condiciones del clima y la potencia de las lanchas, arribar a la isla Guafo les demanda entre 8 y 12 horas de navegación. Es así como todos los días llegan decenas de embarcaciones a caleta Arrayán, el fondeadero

58


59


flotantes que han llegado a superar algunos años las 120 embarcaciones. Estos poblados se ordenan a su vez en alineaciones que responden a diversos factores: amistad, agrupaciones de trabajo, orden de llegada y tamaño, reuniéndose las de mayor calado –generalmente pesqueras o de acarreo- un poco más lejos de la línea de costa.

Alga luga roja

más seguro de la isla y donde se concentra la mayoría de las faenas. Caleta Samuel es el otro surgidero importante para las embarcaciones lugueras, no obstante es menos protegido de los vientos del norte y noreste. Todas las tardes en caleta Arrayán se agrupan las lanchas que vuelven de sus labores, formando verdaderos poblados

60

Los lazos de los quelloninos con Guafo tienen una gran profundidad histórica, heredada de las tradiciones de los pueblos canoeros que habitaron el área, la tradición colonial española y al sistema de explotación moderno (Moulian y Lema, 2013). Un punto central en ello es, sin duda, la instalación de la ballenera en caleta Samuel. Luego, el cierre definitivo de ésta, conllevó una baja en la actividad hasta la década de 1950 cuando comienzan a masificarse los motores fuera de borda, el sistema de buceo de escafandra y luego el de rana, lo que ayuda a mejorar la comunicación y generar mayor rentabilidad extractiva. Pero no será hasta los años ‘80 cuando la isla cobre una sustancial importancia de la mano de la “fiebre del loco”. Actualmente en Guafo se vive la etapa descendente de lo que fue una nueva “fiebre”, esta vez por el alga luga roja. Esta se encuentra en abundancia en las costas de la Isla, y sus extractos son altamente valorados por las industrias química y farmacéutica (Altamirano, 2009).


61


90


AGRADECIMIENTOS Este libro pudo realizarse gracias al financiamiento del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Región de Los Lagos, a través del Proyecto FONDART Nº 90396, Fondart Regional, línea de Conservación y Difusión de Patrimonio Cultural 2015. También se expresan aquí algunos resultados de 3 años de viajes a isla Guafo, que no hubieran sido posibles sin el apoyo financiero de la Universidad Austral de Chile a través del proyecto de la Dirección de Extensión 2013 “Breves visuales del patrimonio en isla Guafo” y el proyecto de la Dirección de Investigación y Desarrollo 2014 “Historia y memoria de los paisajes culturales de isla Guafo”.

y 2015. Su apoyo, que sin duda excedió por mucho sus obligaciones, fue de suma importancia. Por último, y el más importante, un agradecimiento muy especial a los lugueros, pescadores, buzos y quelloninos que colaboraron con nosotros en los traslados hacia la isla y en Guafo mismo; que compartieron con nosotros tanto su alimento y saberes, cuanto su tiempo de trabajo y de descanso, siempre cordiales y con una sonrisa. Incluso aun cuando seguramente molestábamos. Por ello, a todos, ¡muchas gracias!

Agradecemos también a Daniel Quiroz, quien nos facilitó las fotografías históricas de la planta ballenera de isla Guafo. Debemos agradecer también la ayuda del personal del faro de isla Guafo que, a través del convenio que mantiene la Armada de Chile, Distrito Naval Chiloé con la Universidad Austral de Chile, colaboró de múltiples maneras con nuestras estadías y recorridos de la isla en los veranos 2013, 2014

91


DESCRIPCIÓN DEL CONTENIDO DEL DVD

Este libro integra a continuación el trabajo audiovisual “Wuafün colmillos” de 35 minutos compuesto por 5 capítulos sobre isla Guafo. Cada uno es una “vista” que se introduce a una temática tratando de mostrar cómo la isla contiene un riquísimo y complejo patrimonio natural y cultural. El medio metraje comienza con “Isla”, primera parte que nos lleva al territorio y nos muestra, desde la perspectiva de los científicos, cuales son las riquezas y las actuales amenazas que existen en este espacio. A continuación veremos “Alga Luga”, centrado en la vida y trabajo de los buzos que extraen luga roja, que se enlaza con “Animita de caleta Samuel”, el tercer capítulo dedicado a la animita más importante de la isla. Luego podrán ver “El faro y los habitantes” dedicado a la vida de los fareros que habitan punta Weather, para finalizar con “Aves” donde apreciamos parte del patrimonio natural existente. Este conjunto pretende entregar una perspectiva compleja, multidimensional y sincrónica de los paisajes culturales de isla Guafo. Así pues, los invitamos a adentrarse nuevamente en los paisajes de esta isla.

92


Mediante este libro queremos acercar a los lectores imágenes de isla Guafo, mostrando parte de la abundante vida que habita sus costas y sus bosques, su historia, las marcas que el paso de las personas han dejado en ella, dando cuenta de que han estado ahí, que allí han vivido y sufrido, de culturas y formas de vida que Guafo supo sostener en el tiempo. Con nuestro esfuerzo sólo alcanzamos a captar algunos trazos de un retrato imponente. No obstante, creímos importante dejar un registro de aquellos mensajes que Guafo contiene entre la bruma que invade el bosque: vidas, actos, historias, memorias. El carácter patrimonial de Guafo es el mensaje.

Proyecto financiado por el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes Regional, convocatoria 2015, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.