-Los cambios en los viejos valores de integración o igualdad: por la diversidad donde se difunden, asimilan bienes y mensajes de otras culturas, del sentido de pertenencia a la ciudad a algunos lugares de pertenencia e interacción de grupos que nos vuelve ciudadanos del mundo. Ha aparecido una necesidad de conocer la historia, la memoria y patrimonio, como parte de un reconocernos, de sabernos diferentes y no iguales como el derecho que tenemos de ser diferentes y plurales.
© Kruchin Arquitetura -Esto implica también reconocer la diversidad de residentes y usuarios del centro que ofrezcan soluciones adecuadas a diferentes grupos socioeconómicos. -Pensar que el espacio no debe ser para peatones, el peatón es una forma de movilidad como lo es el automovilista, las calles y espacios públicos deben ser no solo para caminar y trasladarse o espacios de embellecimiento, sino para que la gente permanezca, conviva que permitan que sucedan cosas y pueda favorecerse la mezcla social. -Es esencial que se implementen modelos de gestión donde la autoridad establezca criterios para que las diferentes entidades públicas trabajen de manera coordinada e integrada, así como modelos de participación ciudadana donde no solo la autoridad sea responsable, sino que integren entidades privadas y vecinos para el mejoramiento, mantenimiento, financiamiento que conformará un paisaje urbano satisfactorio. Aunque no exista una cultura de participación ni de ciudadano, ni de gobernantes si deben impulsarse pequeños laboratorios que permitan encontrar soluciones a los problemas. Hoy más que nunca la Agenda de Desarrollo Sostenible y Hábitat III, promueve que los centros históricos sean instrumento para impulsar un desarrollo urbano sostenible y sensible a la cultura, que contribuya a combatir problemas de la urbanización contemporánea como la inequidad, la segregación, el deterioro ambiental y la deshumanización del espacio urbano. En nuestras ciudades la identidad cultural de un ciudadano se valora en su esencia histórica vivencial, concentrada muchas veces en su centro histórico y su crecimiento posterior por lo que sus intervenciones deben fomentar el sentido del lugar y la identidad cultural.
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