Aquí en la Sierra
42 DEPORTES
Aquí en la Sierra
Octubre 2021
CUC Villalba: 25 años de la conquista de El Álamo Más de 2.000 personas se echaron a la calle para festejar el primer ascenso a Tercera División de 1996, tras una eliminatoria épica que encumbró a un equipo canterano y a un héroe goleador: Rafita
E
l CUC Villalba franqueó una barrera histórica el 30 de junio de 1996, cuando superó a El Álamo en una agónica promoción de ascenso y se plantó por vez primera en su historia en Tercera División, un hito desconocido a este lado de la Sierra desde que lo lograra en 1959 por tercera vez la legendaria Unión Deportiva San Lorenzo. Han pasado 25 años de aquella gesta que saldó una deuda histórica del fútbol villalbino, certificada con un 4-2 en el global de una eliminatoria dramática que terminó por encumbrar a un equipo con mucho canterano de calidad y buenos refuerzos de fuera de Collado Villalba. Un entrenador de Alcorcón, Antonio Martín Buavent, manejó con mano sabia aquel plantel, hasta lograr un objetivo por el que nadie daba un duro semanas antes. Martín conocía la casa: años antes ya había rescatado al CUC Villalba de la Primera Regional para devolverlo a Preferente, antes de marcharse a Fuencarral para ascender al Santa Ana a Tercera División. Cuando regresó, con ese aval y la renovada confianza de la directiva de José María Díaz Léndez, su gran valedor, el técnico fue elevando el nivel en Preferente: quinto en la temporada 1993/94; cuarto en la 1994/95, a sólo tres puntos del segundo, el Vallecas; y al fin segundo en la 1995/96, sólo superado por el Vicálvaro, claro dominador de la Liga. El entonces presidente recuerda que “Antonio tenía mucha fe en los jugadores, porque había un equipo, eran todos amigos y eso se notaba en el campo. Les sacó todo el jugo. Fue un buen entrenador y también una buena persona”. El equipo sube sin cobrar
Aquel subcampeonato, logrado en la última jornada tras la inopinada debacle del Pozuelo en Alcobendas –ganaba 1-2 al descanso ante un rival con diez jugadores y acabó perdiendo 3-2-, llegó en unas circunstancias muy duras para el club, ahogado en lo económico por un Ayuntamiento que le negó la subvención municipal acordada en aquella temporada, para reservarla para el candidato a la Presidencia alterna-
Imagen de la plantilla del ascenso; a la derecha, Pepe Díaz y José María Díaz Léndez posando con jugadores junto a la grada del viejo Municipal tivo, Anastasio Entero. Empezando la segunda vuelta, con el equipo descolgado en la quinta posición, el presidente Díaz Léndez comunicó a la plantilla la suspensión de pagos: “A mí me negaron la subvención y tuve que dejar de pagar a los jugadores. El Ayuntamiento tenía un candidato y a mí me echaron. Dejaron sin pagar un millón de pesetas, más otro que me ofrecieron por subir; no me dieron ninguno de los dos. Yo ponía alguna prima, pero tenía un negocio pequeño, no me daba para pagar todo”. 25 años después, Díaz Léndez tiene consolidada una idea sobre lo que pudo pasar: “Pienso que cometí un error: hice una entrevista en Marca y me dijeron: estará muy contento usted… Y yo dije que sí estaba contento, pero que, hombre, que no hubiese nadie del Ayuntamiento, ni el concejal de Deportes ni nadie representando a Villalba en un momento como ése… Ahí pienso que me crucificaron. Pero dije la verdad: el concejal de Deportes estaba en Salamanca viendo toros, y luego se presentó donde estábamos celebrando, se ofreció para pagar cerveza a todo el mundo y lue-
go tuvo que pagar el padre de un jugador, porque él se fue”. Cuando Díaz Léndez expuso sin ambages a la plantilla que no iban a cobrar, se encontró con el compromiso firme de los jugadores de seguir adelante para buscar el ascenso como fuese. Barrios, uno de los motores del equipo, recuerda que “nos reunimos debajo de la grada, decidimos tirar
Antonio Martín: “Se mezclaron el deporte y la política” 25 años después, Antonio Martín recuerda aquella temporada como “muy difícil por el tema económico, y porque se habló de política tanto como de deporte. Afortunadamente la cosa se enderezó, pero parecía imposible por todos los temas que hubo. Luchamos porque en el fútbol se pelea”. Martín fue el primer entrenador de perfil profesional del CUC Villalba, un estudioso de los rivales, aun sin los medios que hay ahora, además de un gran preparador físico, aspecto que los jugadores citan como una de las claves del éxito. Al entrenador de Alcorcón el cuarto de siglo transcurrido le ha difuminado los datos estadísticos y demás detalles de aquella temporada, “porque si te acuerdas de las pequeñas cosas, luego no te acuerdas de las grandes”. Sobre la eliminatoria, Martín explica que “sabía que sería importante marcar primero, porque jugábamos bien a la contra y atrás
éramos un equipo muy difícil de marcar. Con 3-0 nos veíamos en Tercera, pero el 3-2 abrió la eliminatoria. Allí lo planteamos para que arriesgaran ellos, nosotros no teníamos por qué hacerlo. Cuando acabó, para mí fue una celebración, sin más. Me alegré sobre todo por José, Julio, los jugadores… Pero ya sabía que no iba a seguir, porque yo era un hombre muy vinculado a esa directiva”. El ya exentrenador revela que un detalle de la eliminatoria que explica esa gran confianza: “En El Álamo me intentaron comprar a través de un intermediario, que me dijo que si subían yo sería su entrenador en Tercera División, y yo enseguida se lo dije a Jose. Preparé el partido lo mejor que pude, como siempre hacía, dedicando mucho tiempo. Por eso dejé el fútbol: porque no valía para estar en él a medias”. El histórico entrenador dice que la gesta de El Álamo “fue una ilusión, pero había poco respaldo para apostar por Tercera División”
del carro y salió bien”, mientras que el goleador Rafita le complementa diciendo que “lo más importante fue que éramos amigos, quedábamos para tomar cervezas después casi todos los días, tanto los que venían de Madrid como nosotros. Decidimos tirar para adelante y, en un momento dado, todo eso del dinero pasó a un segundo plano, porque lo que importaba era el ascenso y el grupo que había. Fue una situación idílica”. Lo que vino después es historia: el Villalba cuajó una se- Rafita, Barrios, Tito y Javi Manzano, con el histórico ex presidente, José María Díaz Léndez / Rafa Herrero gunda vuelta impresionante, con una única derrota en el Carlos Ruiz ante su gran rifecta, para remontar desde el quinto puesto. El Álamo, sin su gran referente atacante, val, el Pozuelo, se plantó en la promoción y superó El CUC Villalba acabó superando al Pozue- César Ávila, sancionado, se vio superado a El Álamo, un equipo expresamente diseñado para lo por dos puntos, 68 por 66, después de 21 por el escenario y fue arrollado en el primer regresar a Tercera División. victorias, cinco empates y ocho derrotas. Fue tiempo. Rafita abrió el marcador a los tres subcampeón tras un Vicálvaro que se marchó minutos, tras rematar un córner botado por Un equipo aclamado hasta los 75 puntos para subir directo a Ter- Moisés, y el CUC Villalba decantó la elimiEl gol de Rafita en El Álamo de aquel 30 de junio cera División, pero para lograr el objetivo to- natoria en el tramo final del primer tiempo, de 1996 desató no sólo la locura colectiva entre los davía le quedaba superar la prueba de la pro- cuando Julio Revilla colocó el 2-0 y Rafita más de 300 aficionados que acompañaron al equipo moción ante El Álamo, una eliminatoria que marcó el tercero sobre el minuto 45, con un en el partido de vuelta, sino que echó a la calle a más empezó a jugarse en Collado Villalba el sá- trallazo a la escuadra desde fuera del área, en de 2.000 personas para recibir a la plantilla en la Plaza bado siguiente. Barrios habla de “un subidón medio de la locura colectiva en el Municipal. de España, desbordada de gente hacia Honorio Lozaincreíble durante la semana, quién iba a saber Según el héroe goleador, “creo que ellos se no y Batalla de Bailén. que íbamos a hacer lo que hicimos”, mientras vieron superados por el ambiente, aunque no El multitudinario recibimiento, impensable hoy en Rafita desvela que “afrontamos la semana creo que ni nosotros ni ellos estuviésemos día, fue provocado por la conjunción de dos factores: como una más, incluso fue de las pocas veces acostumbrados”. Tito recuerda “salir por el el primer y ansiado salto a categoría nacional, y el que hicimos menos entrenamiento. Todo era túnel y ver la grada llena, y también todo ese hecho de haberlo conseguido con un grupo de jugaesperar a que llegara el partido lo antes po- césped donde la Guardia Civil”. dores con enorme raigambre en el municipio: Rafita, sible. Todos éramos de Villalba y existía esa El guión de la segunda parte varió por el héroe de la eliminatoria con sus tres goles, se había salsa del fútbol de que todo el mundo te decía completo: el CUC Villalba contemporizó, hecho futbolista en las praderas de detrás de la vía de por la calle que te iba a ir a ver”. amparado en el 3-0, y El Álamo apretó. Dino Segovia, antes de llegar al juvenil del club. Y como él, La expectación se desbordó: el CUC Villal- recortó distancias con media hora por delanla mayoría de jugadores villalbinos habían crecido juba adelantó el partido al sábado por la tarde, te, pero los villalbinos no dieron sensación de gando fuera del viejo Municipal, un campazo de tierra con entrada gratuita, y se batieron todos los ré- verse apurados en demasía. Hasta que llegó gruesa de 115 metros de largo y casi 75 de ancho sin cords, con el lleno de 1.000 personas en la gra- el largo tiempo añadido y el árbitro canario, equivalente en la Comunidad de Madrid, al que ya se da, y hasta 1.500 más rodeando todo el perí- Nebrera Agudo, expulsó a Pablo para dejar al llegaba enseñado, en una época sin las estructuras de metro del campo. En los prolegómenos, actuó Villalba con diez y dos minutos después, en base ni las instalaciones que hoy manejan los clubes. la banda de música de la Peña Campera para el 96, señaló el penalti que supuso el 3-2, lo Aún así, cinco villalbinos fueron titulares en el amenizar lo que ya de por sí era un ambiente que terminó por desencadenar una invasión partido de ida, y seis en el de vuelta. Aquel once que festivo y sin precedentes en el fútbol villalbino. de campo. Tito dice que “en esa jugada no conquistó El Álamo tenía a Pedro Pablo en la portería, probablemente el mejor guardameta de la historia del club, al que sólo una lesión cortó su enorme proyección en el Castilla, donde había llegado a discutir el puesto al luego internacional Santiago Cañizares. En defensa jugaron dos experimentados centrales que hicieron una gran carrera en Collado Villalba: Mejías y Julio Revilla; ambos jugaron flanqueados en los laterales por los canteranos Moisés y Javi Manzano; en el medio actuaron Isidro, Domínguez, Juan Carlos Calvo y Barrios, el capitán y pulmón del equipo, un referente para la afición, ya en su octava temporada en el primer equipo; y en la delantera jugaron Rafita y Alberto, dos amigos desde la infancia. Hubo tiempo para que tres canteranos más, Sergio, Tito y Alfonso, entraran en la segunda parte, además de Óscar Revilla, quien a los diez minutos de entrar al campo como Pol. Ind. P-29 - C/ Escofina, 7 primer cambio metió el pase para que Rafita dinami28400 COLLADO VILLALBA tara la eliminatoria con el 0-1 en el minuto 31 de la segunda parte, que ya fue definitivo. Tlf.: 91 840 79 33 / 91 851 13 76 Vuelvo en la jornada final
Para llegar al éxtasis final el CUC Villalba tuvo que realizar una segunda vuelta prácticamente per-
Móviles: 609 45 00 53 / 608 47 53 69 / 608 95 59 63 Oficina: 608 76 78 18
sabemos ni lo que pita”. Díaz Léndez va más allá: “Nos mandaron un árbitro de Canarias que nos costó mucho dinero, cuando podían haber mandado uno de La Mancha o de Castilla y León. Puso en el acta que hubo invasión de campo, pero lo que pasó no se ha contado: habían venido al partido muchos chicos en autobuses, y al no poder aparcarlos en la carretera de La Granja, tuvieron que hacerlo donde el Pabellón. Entonces los chavales salieron corriendo al terminar con los jugadores todavía en el campo. Nos echaron cuatro partidos de suspensión, que luego se quedaron en dos, porque el árbitro puso en el acta que hubo invasión”. Ese colofón y el 3-2 final, tras ir ganando por tres goles, dejó un sabor agridulce en la afición y en el equipo, pero a la vez incrementó aún más la expectación de cara al partido de vuelta. La conquista de El Álamo
DEPORTES 43 reconoce acordarse “muy poco de la jugada; fue un pase de Óscar, vi el huequecillo y metí la puntera, muy encimado por un defensa.”. La celebración en El Álamo dejó detalles imborrables y hasta surrealistas, como el de un grupo de aficionados que equivocaron el camino de regreso en su coche y acabaron en San Martín de Valdeiglesias tocando el claxon, ante el asombro de los viandantes; o los incidentes con un autobús de aficionados, que recibió varias pedradas. En el campo, el presidente Díaz Léndez fue duchado por los jugadores, sabiendo que podía ser su último partido en el cargo. “Sentí una satisfacción enorme, pero yo no era nadie. Fue un éxito de Martín y de los jugadores”. La histórica jornada tuvo un colofón de los más surrealista, cuando el entonces concejal de Deportes, José Juan Fernández, apareció con el candidato a la Presidencia, Anastasio Entero, en el restaurante Casa Isidro, el sitio elegido por directivos para celebrar el ascenso, y los jugadores cantaron al unísono de for-
Los jugadores cuentan que, en la semana previa al partido de El Álamo, “Antonio Martín organizó el viernes antes una chuletada de las suyas, de las que hacía cada tres partidos ganados”, un sello de identidad del entrenador de Alcorcón, que era mayorista en el sector cárnico. Rafita dice que “ese partido lo preparamos mucho más, incluso entrenamos penaltis”. El Villalba sólo presentó un cambio en el once titular: la vuelta de Javi Manzano después de sanción, que contrarrestó la baja de Pablo. Entretanto, El Álamo sufrió un contratiempo que pudo ser clave en la eliminatoria: César Ávila, su máximo goleador en Liga, iba reaparecer en la vuelta tras Antonio Martín, entrenador, a la izquierda; cumplir una sanción de tres partidos, y Pedro Pablo, el portero, en la celebración pero en la víspera todo dio un giro. Ávila, actual presidente de la AD El Pardo, ma espontánea la canción de moda en aquel explica que “el sábado estaba entrenando y verano de “un limón y medio limón”, transme rompí el astrágalo; estuve año y medio formándola en “un millón y medio millón”. sin jugar. Fue una pena, estaba haciendo Aquella hilarante escena acabó siendo el cangoles como churros. Recuerdo que tuvimos to del cisne de un equipo histórico, desartiocasiones, pero en la segunda parte llegó esa culado tras el ascenso con la llegada de una pérdida de balón de Villar y nos hicieron el nueva directiva que ya había sentenciado de 0-1. El equipo estaba hecho para subir, se ha- antemano a Antonio Martín. Aquello ya fue otra historia, muy distinta a bía invertido mucho dinero…” El partido de vuelta, con lleno absoluto en la del éxito del Equipo del Pueblo: “Si éramos El Álamo, estuvo cargado de tensión y respe- 25 en plantilla, 19 éramos de Villalba: estuto, con ocasiones contadas en las áreas. El Vi- diábamos o trabajábamos aquí, hablábamos llalba, pertrechado y en espera de su ocasión, con todo el mundo, algunos de nuestros pasoltó el zarpazo definitivo a cuarto de hora del dres tenían los negocios aquí…”. Jugadores final, con El Álamo volcado: Óscar Revilla que luego hicieron historia en el fútbol serraconectó con Rafita y el delantero estuvo listo no, como Toñín o Javier Linares, siguieron y hábil para ganar el cuerpeo a su par y me- de niños aquella eliminatoria. Y como ellos, ter la puntera sobre la salida del guardameta otros muchos se engancharon al fútbol en Borrajo. El balón entró llorando, pero entró, y aquellos días. Quizá fue el gran legado de la la locura se apoderó de los más de 300 aficio- conquista de El Álamo. nados villalbinos diseminados por las gradas en pequeños grupos. El autor del histórico gol JAIME FRESNO
. . . . . Group SIDAT
DISTRIBUIDOR OFICIAL DE LUBRICANTES
info@recambiosrya.com - www.recambiosrya.com
