La radio como medio tecnológico cobra vigor en la defensa de los pueblos originarios de la Amazonia, pero periodistas y comunicadores advierten que Internet es una red que puede distorsionar los hábitos y la cultura que... pág 4
CACHEMIRA, UNA MUJER FRENTE AL PATRIARCADO
Oler el humo tóxico de la pólvora quemada y mirar inútilmente hacia los campos envueltos en humo y ceniza ha sido siempre traumático. Correr a los centros de acogida y abandonar sus hogares, pertenencias y ganado ... pág 28
LA FIDELIDAD EN UN MUNDO CAMBIANTE
En un mundo en constante cambio, donde los valores tradicionales parecen desvanecerse ante las tendencias efímeras, surge un llamado urgente a preservar la esencia de la palabra... pág 17
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SDar voz a los últimos
on años que se lleva adelante un trabajo de ayuda al desarrollo en los países más pobres del mundo. Indudablemente ha habido avances. Pero casi siempre han sido inferiores a las previsiones y a las inversiones hechas, tanto económicas como en personal.
Es hora de preguntarse el porqué de este fracaso, que si bien puede ser considerado relativo, ha supuesto la muerte de muchos miles de personas que podrían seguir viviendo hoy.
Un economista etíope se preguntaba no hace mucho por qué se siguen repitiendo algunos errores históricos evidentes y las personas que deberían ser las beneficiarias de las políticas de desarrollo siguen siendo, en su mayoría tan pobres como siempre.
Parece claro que, salvo contadas excepciones, las llamadas «ayudas oficiales» promovidas por los gobiernos han sido un gran fracaso. Una de las razones más importantes es el «lazo» que une a los gobiernos con las grandes empresas de su país. ¡Cuántos presidentes de gobierno o jefes de estado viajan al exterior para apoyar proyectos económicos de empresas de su país en países más pobres! Tendrán derecho a hacerlo, lo que no es aceptable es «contabilizarlo como ayuda al desarrollo» o en todo caso habría que preguntarse «¿ayudas al desarrollo de quién? ¿del que invierte o de quien acepta la presencia de esas empresas extranjeras?».
Junto a la «ayuda oficial» está la ayuda proporcionada a través de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), a veces enfrentadas con las ayudas oficiales. Las ONG normalmente actúan de una forma más directa en la sociedad y en los gru-
pos humanos de los países pobres. De esta manera mantienen un contacto más cercano con las organizaciones de base de los países receptores de la ayuda.
Un gobierno antepone los intereses económicos de un país y de sus empresas, una ONG tiene la posibilidad de conocer directamente y organizar sus proyectos y programas tal como son deseados por los pobres.
Nosotros podemos poseer mejores medios técnicos y más dinero, pero es la gente del lugar la que mejor sabe cuáles son los proyectos capaces de ayudarles a salir de forma sostenible de una condena a la pobreza que parece interminable.
No es un problema sencillo y seguiremos profundizando sobre él. De momento baste con partir de algo de los que estamos profundamente convencidos: es necesario escuchar a los pobres para ayudarles a salir de su pobreza.
Los misioneros lo aprendimos hace muchos años. Es verdad que no siempre hemos sido coherentes con esta convicción. Entonces la realidad nos ha hecho volver atrás y recordar que sin escuchar al otro es imposible darle una mano que le ayude a vivir con mayor dignidad.
Y esa es la voluntad de Dios: que todos sus hijos e hijas vivan con dignidad. Por eso Dios pasó mucho tiempo escuchando a los hombres y luego habló: su palabra se hizo carne, se hizo presencia en la historia humana para abrir una puerta a la esperanza en un mundo donde la injusticia es una amenaza permanente.
Dios permanece como palabra que llama a la justicia. Ser cristiano es ser eco de esa palabra. P. Bernardo Baldeón
Franz Chavez
La radio como medio tecnológico cobra vigor en la defensa de los pueblos originarios de la Amazonia, pero periodistas y comunicadores advierten que Internet es una red que puede distorsionar los hábitos y la cultura de los habitantes que ocupan la cuenca, que comprende a ocho países y un territorio aún colonial de Sudamérica.
Son conclusiones contenidas en un estudio realizado por la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana (WACC) y presentado en La Paz, la capital política boliviana, por el gerente de la organización, Lorenzo Vargas, junto a comunicadores radiales de países de la cuenca amazónica que colaboraron con la investigación y son parte de la Red Panamazónica de Comunicadores.
“La radio sigue siendo el medio fuerte”, concluyó Lorenzo Vargas, durante un foro organizado por el Servicio de Capacitación en Radio y Televisión para el Desarrollo (Secrad) de la Universidad Católica Boliviana, como actividad paralela al IX Foro Social Panamazónico (Fospa), que se realizó en Rurrenabaque, a 425 kilómetros al norte de La Paz, hace pocos meses.
En el estudio participaron diferentes organizaciones, entre ellas la Red Latinoamericana de Radio Educación (Aler), la Red de Noticias de la Amazonia (RNA) de Brasil, el Grupo Comunicarte de Colombia y la Coordinadora de Medios Comunitarios Populares y Educativos del Ecuador (Corape).
En la investigación se pone en el centro sobre los medios comunitarios “para cerras las brechas de comunicación e información que impiden que las comunidades locales en el Amazonas participen en la formulación de políticas ambientales”.
Vargas se mostró optimista sobre un mayor protagonismo de la radio en la comunicación entre comunidades indígenas diseminadas en la cuenca, pero también dejó entrever el temor de los encuestados para el estudio por los efectos adversos en la cultura y una destrucción del tejido social.
La Amazonia incluye territorios de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Suriname y Venezuela, junto con parte de la Guayana Francesa, que en conjunto engloban 7,6 millones de kilómetros cuadrados y una población estimada en 33 millones de personas.
La radio tiene mayor alcance
La radio es el principal medio donde la televisión y la red Internet no llega, comentó el periodista Jorge Arteaga, un productor de programas en la Voz del Upano, una radio localizada en Macas, la capital de la provincia Morona Santiago, en el sureste de Ecuador.
El periodista describió la fortaleza de la radio comunitaria como el medio que “visibiliza a la zona rural”, y citó su papel influyente para rechazar la construcción de plantas hidroeléctricas que afectarían el curso del río Santiago, en la región suroriental del Ecuador, y amenazarían la subsistencia de pueblos pescadores.
Activistas y defensores de la naturaleza lograron así alertar sobre la tala de árboles, el desplazamiento de poblaciones, la destrucción de tierras productivas en comunidades del pueblo shuar arutam, en el sur de la Amazonia ecuatoriana.
Arteaga rescata la consigna de los pueblos indígenas de su país que, durante sus grandes movilizaciones en el año 2019, reivindicaron su papel como productores de alimentos: “Si el campo no produce, la gente no come”.
En ese país sobreviven 10 millones de indígenas pobres y el contraste emerge cuando se menciona que el 32,76 % de la superficie que corresponde a las comunidades produce petróleo, y el 37,9 % se explota para la extracción de minerales, y 0,2 % es
Participantes del encuentro de la Red Panamazónica de Comunicadores, que se realizó en la ciudad boliviana de La Paz con el fin de examinar las dificultades que enfrentan en la difusión de noticias relacionadas con los daños ambientales, el cambio climático y otros impactos a los medios de vida de los pobladores de la cuenca del Amazonas.
El gerente de la Asociación Mundial para la Comunicación Cristiana, Lorenzo Vargas, destaca la fortaleza de la radio como medio de mayor alcance para el trabajo de los comunicadores de la cuenca del Amazonas.
El periodista colombiano del Grupo Comunicarte, Brayan Arismendy, rescata historias radiales que resumen tradiciones, costumbres y retratos de vida de los pueblos amazónicos para evitar la extinción de sus rasgos culturales
deforestada, según los datos del periodista que también es integrante de la Corape.
La práctica de una comunicación interactiva que va más allá de los medios tradicionales, apoyada por la difusión en redes digitales, rompe la lucha solitaria y contribuye a generar una estrategia para demandar la atención gubernamental a la lucha contra los daños ambientales, comentó el coordinador de la Corape, Javier Jaramillo.
La representante de la brasileña Red de Noticias de la Amazonia, Jessica Santos, reveló que en la encuesta realizada a 200 emisoras privadas y de la Iglesia Católica, los actores de la comunicación mostraron preocupación porque los responsables de la deforestación, la explotación minera y otras formas de agresión a la naturaleza “tienen influencia política”.
Una defensa de alto riesgo
En Colombia, los resultados de la investigación entre comunicadores y emisoras afiliadas a Comunicarte, dejaron expuesta la preocupación por las amenazas y asesinatos de defensores de la naturaleza, el suicidio de jóvenes habitantes de las comunidades y la prostitución de niños indígenas, según el informe presentado por Alma Montoya.
La representante colombiana confía en que los proyectos comunicacionales servirán en la defensa de sus espacios de vida que presentan problemas muy similares a los de otros de la región sudamericana.
La extracción del oro, del coltán empleado en la fabricación de dispositivos electrónicos, la explotación petrolera, el tráfico de animales silvestres y el narcotráfico, están en la lista de problemas que afectan a pueblos originarios en la cuenca amazónica.
En la lucha por reafirmar las costumbres, las tradiciones, la cultura y la historia de 130 pueblos que habitan la zona amazónica de Colombia, el comunicador y facilitador Brayan Arismendy habla con satisfacción por los resultados alcanzados con la grabación de historias cortas de cada grupo indígena.
Con el nombre de Cumare, Voces de los Pueblos de la Amazonia, “esta experiencia permitió hallar pueblos que se desarraigan de sus costumbres, mitos y pierden su base originaria”, explicó Arismendy.
Cada programa rescata un breve relato de una tradición, un poco de historia y costumbres que se graban y distribuyen en medios digitales. Los propios creadores de los contenidos y los pueblos distribuidos en la geografía amazónica reciben una copia y difunden la producción en espacios radiales.
“La red de comunicadores permite visibilizar nuestra propia cultura amazónica”, refiere. La producción de orígenes, comidas, música, creencias, espacios naturales como lagos y tierra, también está disponible para todos los públicos en el sitio radial Cumareamazonia.
La Voz de la Selva, una radio comunitaria que emite su señal desde la ciudad de Iquitos, la capital de la provincia Maynas, en el noreste de Perú, denuncia a la minería ilegal, la destrucción de los bosques y la contaminación de los ríos, relató el periodista Cristian Pérez.
La radio comunitaria: una herramienta vital para la defensa y preservación de la cultura y el entorno de los pueblos amazónicos
"LA RED DE COMUNICADORES PERMITE VISIBILIZAR NUESTRA PROPIA CULTURA AMAZÓNICA"
Minería ilegal en avance
El comunicador participó en La Paz de la actividad académica e informativa organizada por el Secrad y habló de las preocupaciones de los pueblos amazónicos que observan la contaminación del río Nanay, un afluente del río Amazonas que atraviesa el departamento de Loreto, y es el medio de vida para unas 40 comunidades localizadas en toda la cuenca.
La zona es invadida por dragas ilegales que extraen minerales del río y los habitantes de la zona frecuentemente realizan protestas sin hallar hasta ahora respuestas del gobierno.
Pérez explicó que el uso de productos químicos en las operaciones de extracción y refinación de minerales contamina las aguas que representan la principal fuente hídrica para el medio millón de habitantes de la ciudad de Iquitos.
Por las experiencias recogidas, el director del Secrad, José Luis Aguirre,
concluye que es necesario pensar más allá de los medios y concentrar el interés en los “procesos que tienen que ver con la cultura” que en el caso boliviano comprenden a más de 30 poblaciones de origen indígena amazónico.
“Debemos recuperar sus lógicas comunicacionales, de sus medios y recursos que tuvieron ancestralmente, y a partir de ellos comenzar a hablar de comunicación”, explicó.
Pidió ser “altamente sensibles para entender las dinámicas sociales, culturales de los pueblos amazónicos en su construcción simbólica y de trasmisión del conocimiento” practicada incluso antes de la colonia española.
Las noticias que alertan sobre los daños al medio ambiente no son del agrado de “alcaldes, prefectos, gobernadores que de una u otra manera intimidan al director de la radio”, recuerda el periodista Arteaga.
El comunicador advierte que los funcionarios consideran a las radios comunitarias como extensión de los medios estatales, y muestra su inquietud al igual que la colombiana Montoya que reportó amenazas y asesinatos de los defensores del medioambiente.
“Si se mete a soldado, sabe que la guerra será difícil”, sentencia Arteaga para significar el coraje de los comunicadores amazónicos ante los riesgos de alertar sobre la destrucción de la naturaleza.
La minería ilegal en la Amazonia amenaza la vida y cultura de los pueblos indígenas
La riqueza natural de la Amazonia, protegida por las voces indígenas
Por J. Altavista
Cuando solo lo grande se considera útil
Nos han engañado. Nos han enseñado que solamente cuando algo es grande puede ser útil y vale la pena. Quizás todo empezó con las “cosas grandes” … luego pasó a las “personas grandes”. Aunque si uno lee la historia de la humanidad podría ser perfectamente al revés.
La enfermedad de la grandeza sigue siendo una de las más importantes de nuestras sociedades. Grandes ciudades, grandes avenidas, grandes colegios, grandes hospitales. Tiene sus ventajas. Pero oculta la utilidad y el valor de lo pequeño, de lo construido desde abajo. Aquello que cambia lo profundo de la existencia humana.
Asistimos a la muerte de una época: la muerte en la que creíamos que transformar el mundo exigía grandes ideas y grandes revoluciones. Creíamos, y en parte seguimos creyendo, que lo grande, lo macro…, es lo que nos permite mirar hacia adelante y hacer un mundo mejor. Nos auto-engañamos.
Nuestra época es distinta. El camino será largo, pero nos vamos dando cuenta de cosas importantes. A la vez que se viaja al universo, es la época de los viajes a la estructura del átomo: un viaje trepidante. Y la gran fábrica se sustituye por el teletrabajo; y brota la sonrisa de los labios de los niños porque en la gran fábrica se quedan los robots. Y los padres se dan cuenta de que son mucho más que números en el mercado de trabajo…
El valor de lo pequeño es también una verdad histórica. Una verdadera revolución la protagonizan los pequeños.
Los pobres de la tierra, los parias, los últimos de los países pobres descubren que todo es posible si se asocian; y los gigantes ya no causan miedo. En Latinoamérica, en África y en Asia, los continentes pobres, los empobrecidos alzan su voz. También los niños.
Los niños de Asia no quieren seguir fabricando los productos de nuestro lujo. Y en las silenciadas fotos de sus manifestaciones, en sus pancartas, nos dicen que no quieren limosnas, fruto de nuestros deshechos, quieren justicia. Formamos parte de una larga historia. Debemos escuchar, leer y especialmente ponernos en camino. ¿Qué sabemos de los grandes problemas de la humanidad? Nos tapan los ojos con problemas más cercanos o locales. No interesa que veamos más allá.
Palabra de la Iglesia al mundo
de hoy
Seguimos recogiendo algunos fragmentos de discursos o escritos del Papa Francisco y que nos parecen importantes para que nuestro mundo de hoy pueda llegar a ser un poco más humano.
La esperanza es una virtud contra la que pecamos a menudo: en nuestras nostalgias malas, en nuestras melancolías, cuando pensamos que las felicidades pasadas están enterradas para siempre. Pecamos contra la esperanza cuando nos abatimos ante nuestros pecados, olvidando que
La esperanza
Dios es misericordioso y más grande que nuestros corazones. No lo olvidemos, hermanos y hermanas: Dios perdona todo, Dios perdona siempre. Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón. Pero no olvidemos esta verdad: Dios lo perdona todo, Dios perdona siempre.
Pecamos contra la esperanza cuando nos abatimos ante nuestros pecados; pecamos contra la esperanza cuando en nosotros el otoño anula la primavera; cuando el amor de Dios deja de ser para nosotros un fuego eterno y nos falta la valentía de tomar decisiones que nos comprometen para toda la vida.
¡El mundo de hoy tiene tanta necesidad de esta virtud cristiana! El mundo necesita esperanza, como también necesita tanto la paciencia, virtud que camina de la mano de la esperanza. Los seres humanos pacientes son tejedores de bien. Desean obstinadamente la paz, y aunque algunos tienen prisa y quisieran todo y todo ya, la paciencia tiene capacidad de espera. Incluso cuando muchos a su alrededor han sucumbido a la desilusión, quien está animado por la esperanza y es paciente es capaz de atravesar las noches más oscuras. La esperanza y la paciencia van juntas.
La esperanza es la virtud de quien tiene un corazón joven; y aquí, la edad no cuenta. Porque existen también ancianos con los ojos llenos de luz, que viven una tensión permanente hacia el futuro.
Hermanos y hermanas, sigamos adelante y pidamos la gracia de tener esperanza, la esperanza con la paciencia. Mirar siempre hacia ese encuentro definitivo; pensar siempre que el Señor está cerca de nosotros, que nunca, ¡nunca la muerte será victoriosa!
(8 de mayo de 2024)
Queridos hermanos y hermanas:
Para la Jornada Mundial de las Misiones de este año he elegido el tema de la parábola evangélica del banquete nupcial del capítulo 22 de Mateo. Después de que los invitados rechazaron la invitación, el rey, protagonista del relato, dice a sus siervos: «Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren».
Reflexionando sobre esta palabra clave, en el contexto de la parábola y de la vida de Jesús, podemos destacar algunos aspectos importantes de la evangelización, los cuales resultan particularmente actuales para todos nosotros, discípulos-misioneros de Cristo, en esta fase final del itinerario sinodal que, de acuerdo con el lema “Comunión, participación, misión”, deberá relanzar a la Iglesia hacia su compromiso prioritario, es decir, el anuncio del Evangelio en el mundo contemporáneo.
1. “¡Vayan e inviten!”
Los dos verbos que expresan el núcleo de la misión —“vayan” y “llamen” con el sentido o significado de “inviten”— están colocados al comienzo del mandato del rey a sus siervos.
Respecto al primero, hay que recordar que anteriormente los siervos habían sido ya enviados a transmitir el mensaje del rey a los invitados. Esto nos dice que la misión es un incansable ir hacia toda la humanidad para invitarla al encuentro y a la comunión con Dios. ¡Incansable! Dios, grande en el amor y rico en misericordia, está siempre en salida al encuentro de todo hombre para llamarlo a la felicidad de su Reino,
a pesar de la indiferencia o el rechazo. Así, Jesucristo, buen pastor y enviado del Padre, iba en busca de las ovejas perdidas del pueblo de Israel y deseaba ir más allá para llegar también a las ovejas más lejanas. Él dijo a los discípulos, tanto antes como después de su resurrección: “¡Vayan!”, involucrándolos en su misma misión. Por esto, la Iglesia seguirá yendo más allá de toda frontera, seguirá saliendo una y otra vez sin cansarse o desanimarse ante las dificultades y los obstáculos, para cumplir fielmente la misión recibida del Señor.
Aprovecho la ocasión para agradecer a los misioneros y misioneras que, respondiendo a la llamada de Cristo, han dejado todo para ir lejos de su patria y llevar la Buena Noticia allí donde la gente todavía no la ha recibido o la ha acogido recientemente. Queridos hermanos, vuestra generosa entrega es la expresión tangible del compromiso de la misión ad gentes que Jesús confió a sus discípulos: «Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos». Por eso continuemos rezando y dando gracias a Dios por nuevas y numerosas vocaciones misioneras dedicadas a la obra de evangelización hasta los confines de la tierra.
Y no olvidemos que todo cristiano está llamado a participar en esta misión universal con su propio testimonio evangélico en todos los ambientes, de modo que toda la Iglesia salga continuamente con su Señor y Maestro a los “cruces de los caminos” del mundo de hoy. Sí, hoy el drama de la Iglesia es que Jesús sigue llamando a la puerta, pero desde el interior, ¡para que lo deje-
Papa Francisco
"El bautismo, sacramento de bienvenida al banquete divino, ilustra la invitación universal de la Iglesia a compartir la alegría y la gracia de Cristo con toda la humanidad
mos salir! Muchas veces se termina siendo una Iglesia que no deja salir al Señor, que lo tiene como “algo propio”, mientras el Señor ha venido para la misión y nos quiere misioneros. ¡Que todos nosotros, los bautizados, estemos dispuestos a salir de nuevo en misión, cada uno según la propia condición de vida, para iniciar un movimiento misionero, como en los albores del cristianismo!
2. Al banquete
En la parábola, el rey pide a los siervos que lleven la invitación para el banquete de bodas de su hijo. Este banquete es imagen de la salvación final en el Reino de Dios, realizada desde ahora con la venida de Jesús, el Mesías e Hijo de Dios, que nos dio la vida en abundancia, simbolizada por la mesa llena «de manjares suculentos, de vinos añejados», cuando Dios «destruirá la Muerte para siempre».
La misión de Cristo es la de la plenitud de los tiempos, como Él declaró al inicio de su predicación: «El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca». Así, los discípulos de Cristo están llamados a continuar esta misma misión de su Maestro y Señor. Recordemos al respecto la enseñanza del Concilio Vaticano II sobre el carácter escatológico del compromiso misionero de la Iglesia: «El tiempo de la actividad misional discurre entre la primera y la segunda venida del Señor. Es, pues, necesario predicar el Evangelio a
todas las gentes antes que venga el Señor».
Sabemos que los primeros cristianos sentían la urgencia del anuncio del Evangelio. También hoy es importante tener presente esta perspectiva, porque nos ayuda a evangelizar con la alegría de quien sabe que «el Se-
"El banquete eucarístico es para nosotros anticipación real del banquete final"
ñor está cerca» y con la esperanza de quien está orientado a la meta, cuando todos estaremos con Cristo en su banquete nupcial en el Reino de Dios. Así pues, mientras el mundo propone los distintos “banquetes” del consumismo,
del bienestar egoísta, de la acumulación, del individualismo; el Evangelio, en cambio, llama a todos al banquete divino donde, en la comunión con Dios y con los demás, reinan el gozo, el compartir, la justicia y la fraternidad.
Esta plenitud de vida, don de Cristo, se anticipa ya desde ahora en el banquete de la Eucaristía que la Iglesia celebra por mandato del Señor y en memoria de Él. Y así, la invitación al banquete escatológico, que llevamos a todos a través de la misión evangelizadora, está intrínsecamente vinculada a la invitación a la mesa eucarística, donde el Señor nos alimenta con su Palabra y con su Cuerpo y su Sangre.
3. A todos
La tercera y última reflexión se refiere a los destinatarios de la invitación del rey, «todos». Esto está en el corazón de la misión, ese “todos”, sin excluir a nadie. Todos. Por tanto, toda nuestra misión brota del Corazón de Cristo, para dejar que Él atraiga a todos hacia sí. Aún hoy, en un mundo desgarrado por divisiones y conflictos,
"la invitación al banquete divino espera a todos, recordándonos la misión de llevar la alegría del Evangelio a cada rincón del mundo"
el Evangelio de Cristo es la voz dulce y fuerte que llama a los hombres a encontrarse, a reconocerse hermanos y a gozar de la armonía en medio de las diferencias. Dios quiere que «todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad». Por eso, no olvidemos nunca, en nuestras actividades misioneras, que somos enviados a anunciar el Evangelio a todos, y «no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable».
Los discípulos-misioneros de Cristo llevan siempre en su corazón la preocupación por todas las personas de cualquier condición social o incluso moral. La parábola del banquete nos dice que, siguiendo la recomendación del rey, los siervos reunieron «a todos los que encontraron, malos y buenos». Además, precisamente «los pobres, los lisiados, los ciegos y los paralíticos», es decir, los últimos y los marginados de la sociedad son los invitados especiales del rey. Así, el banquete nupcial que Dios ha preparado para el Hijo permanece abierto a todos y para siempre, porque su amor por cada uno de nosotros es grande e incondicional.
«Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna». Quienquiera, todo hombre y toda mujer es destinatario de la invitación de Dios a participar de su gracia que transforma y salva. Solo hace falta decir “sí” a este don divino y gratuito, revistiéndonos de él como con un “traje de fiesta”, acogiéndolo y permitiéndole que nos transforme. Por último. dirijamos nuestra mirada a María, que obtuvo de Jesús el primer milagro, precisamente en una fiesta de bodas, en Caná de Galilea. El Señor ofreció a los esposos y a todos los invitados la abundancia del vino nuevo, signo anticipado del banquete nupcial que Dios prepara para todos, al final de los tiempos. Supliquemos también hoy su materna intercesión por la misión evangelizadora de los discípulos de Cristo.
Si quieres colaborar puedes enviar tu aportación a nombre de: “Misioneros de la Consolata” Mediante giro postal o cheque bancario a c/ Pablo Aranda 18 – 28006 MADRID O mediante transferencia o ingreso en el Banco Santander en la cuenta
ES19 0075 7007 89 0603882903
Indicando siempre: “URGENCIA MARALAL”
Carlos Salazar
Hay noticias que se hacen esperar, y como Misioneros de la Consolata, hemos esperado casi 25 años, desde que el papa Juan Pablo II proclamara beato a nuestro padre fundador José Allamano el 7 de octubre de 1990.
El 23 de mayo por la mañana se nos comunicaba una gran noticia a toda la familia de la Consolata, que el papa Francisco aprobaba el milagro para la posterior canonización de nuestro padre fundador, desde ese momento saltaron todas las alarmas y es que debíamos prepararnos para ese gran acontecimiento. Pero no fue hasta el día 1 de julio cuando el papa en el consistorio ordinario público anunciaba que el fundador de los dos institutos Misioneros de la Consolata será canonizado el 20 de octubre en Roma.
El reconocimiento de la santidad de nuestro padre fundador es reconocer su legado y esa invitación a la santidad, que como bien decía a sus misioneros “primeros santos, después misioneros”. Una santidad que él mismo vivió en primera persona y que invitó a vivirla a sus misioneros y misioneras.
Pero ¿Quién fue José Allamano?
Fue un sacerdote italiano, que nació el 21 de enero de 1851 en Castelnuovo d’Asti (hoy Castelnuovo Don Bosco), en el norte de Italia, y que dedicó la mayor parte de su vida como rector del santuario de Consolata (Turín). El 29 de enero de 1901 funda el Instituto de los Misioneros de la Consolata y el 29 de enero de 1910 a petición de papa Pio X el Instituto de las Misioneras de la Consolata.
Ambos institutos dedicados a la evangelización de los pueblos, es decir, para llevar el anuncio del Evangelio a los no cristianos como lo fue primeramente en el continente africano, teniendo como primera misión Kenia, pero que después estos institutos se han expedidos en 4 continentes (África, América, Europa y Asia). José Allamano murió en Turín el 16 de febrero de 1926.
Su legado
Fueron muchas las conferencias que José Allamano dio a sus misioneros y misioneras, transmitiéndoles su
pensamiento y su legado, uno de ellos ha sido que “el primer bien del instituto es la persona”, poniendo en evidencia su profunda humanidad y reconociendo a la persona, como lo más valioso. Este pensamiento se reviste de una gran actualidad en nuestros días, sobre todo en una sociedad, que pone en el centro tantas otras cosas, y José Allamano nos dice que la persona es “el primer bien”… otro de sus pensamientos es esa famosa y profunda frase “ser extraordinario en lo ordinario”, es decir en el día a día.
Una de las cosas que hay que reconocer a José Allamano es haber sido un hombre de visión amplia, no solo limitarse al piamonente italiano, sino que vio más allá, que el anuncio del Evangelio no solo es para unos pocos, sino para todos, especialmente para aquellos que aún no conocen a Jesús.
José Allamano hoy
José Allamano, en su incansable devoción, nos inspira a seguir el camino de la Consolata, llevando esperanza y fe más allá de nuestras fronteras
que sepamos responder a los nuevos desafíos que el mundo y la sociedad nos van presentado, y creo que la mejor manera de resaltar su figura es viviendo con entrega y generosidad la misión, allí donde nos encontremos.
El pensamiento de José Allamano tiene una profunda actualidad hoy, y como Misioneros de la Consolata tenemos la responsabilidad de actualizarlo, hacer que pueda seguir siendo atractivo y vigente para los hombres y mujeres de nuestro tiempo, que llene de sentido sus vidas, que sientan ese amor e interés por la misión; es uno de los grandes retos que tenemos como misioneros y misioneras de la Consolata, es una puerta que se nos abre con su canonización, expandir su figura, a través de su legado y ejemplo.
Los desafíos del mundo y de la misión son muy distintos a los de la época de José Allamano, pero estamos invitados a estar a la altura de las circunstancias, que la misión esté en la mente, en la boca y en el corazón de cada misionero,
La invitación es a vivir este acontecimiento, como un momento de gracia, donde se pone en valor la vida de un hombre que amó a la Iglesia local, pero que se preocupó por su expansión para que fuera una Iglesia misionera. Hoy nos toca a nosotros, continuar su labor, y esa labor es anunciar el Evangelio, un Evangelio que nunca pasa de moda, pero que necesita llegar al corazón de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, que siempre tiene algo nuevo que aportar a la sociedad, que tiene algo nuevo que decir; hoy más que nunca se nos pide, y es nuestra tarea como cristianos y misioneros, volver al Evangelio, ese que cambio la vida de tantos hombres y mujeres a los inicios de la Iglesia y que hoy sigue cambiando la vida y el corazón de los que creemos en Jesús.
EL TREN AZUL
Fernando Cordero. San Pablo Ediciones 2024. 330 págs.
¿En qué momento el tren de la angustia se convierte en el tren de la esperanza? ¿Cuándo dejamos de fijarnos en railes oxidados, paredes de piedra resquebrajada y parajes donde la vida no ha brotado?
Esta novela reúne las experiencias de varios personajes de improbable coincidencia; Aitana profesora de ciencias, Oriol profesor de historia y Abel profesor de inglés. Los protagonistas deberán enfrentarse a diversas situaciones que cambiarán su visión de la vida, aprendiendo nuevas experiencias y llegando a la misma conclusión: a veces la felicidad está tan cerca que ni siquiera percibimos lo fácil que es aislarla.
¡UNA
VIDA GASTADA POR EL EVANGELIO! FRANCISCO LERMA MARTÍNEZ MISIONERO OBISPO
Antonio Martínez Riquelme. Editorial BAC 2024. 278 págs.
Con estas páginas queremos mantener viva la memoria de Francisco Lerma, misionero de la Consolata, nacido en el Palmar (Murcia) y obispo en Mozambique.
Un hombre, un cristiano, un misionero, un obispo como, él no puede quedar en el olvido. Porque este obispo de la diócesis mozambiqueña de Gurué, es un faro que ha reflejado en su vida cómo se responde a la vocación cristiana, cómo se desarrollan los talentos recibidos y cómo se trabaja por la causa del Reino de Dios, sirviendo a todos y especialmente a los más débiles.
LA PROVIDENCIA ¡UN DIOS TAN CERCANO!
Joël Guibert. San Pablo Ediciones 2024. 160 págs.
¿Podemos seguir creyendo aún en la Providencia? Con esta pregunta comienza el presente libro.
La Providencia divina, según el autor, es el caminar de Dios junto al hombre, y se puede identificar en la naturaleza, en la historia, en las Sagradas Escrituras, pero sobre todo en Jesús, modelo perfecto de quien se abandona en las manos de Dios Padre, que nos provee de aquello que necesitamos para nuestra felicidad y salvación.
La aceptación de la Providencia es un acto de fe, esperanza y amor, en el que no se excluye el ejercicio responsable de la libertad humana.
En los últimos años, el panorama de la filantropía africana ha experimentado una profunda transformación. ¿O no? Históricamente, la narrativa de la asistencia y el desarrollo en África estuvo dominada por donantes externos y organizaciones no gubernamentales internacionales.
El papel de las donaciones africanas ha sido en gran medida silencioso. Sin embargo, surge un nuevo paradigma en el que las organizaciones comunitarias recuperan la narrativa e impulsan el cambio desde dentro.
Tras años de donaciones tradicionales, llega el momento de disipar la idea de que la filantropía africana ha sido limitada o colonizada. Este cambio no solo reconfigura la forma en que se practica y se ha practicado la filantropía en muchas comunidades del continente, sino que también redefine el concepto mismo de desarrollo.
De las iniciativas de base, las familias y la comunidad
En el corazón de la filantropía africana se encuentran las iniciativas de base, las familias y la comunidad en general. Las personas que lideran esta transformación son los mismos agentes pioneros en donaciones de largo plazo, no solo en situaciones de emergencia.
La característica común que tienen es que están fuertemente arraigados en las comunidades y poseen un profundo conocimiento del contexto, las necesidades y las aspiraciones locales. Por ejemplo, las familias extensas contribuyen a enviar a los niños a la escuela o a garantizar que un pariente tenga acceso a la atención médica.
Por ejemplo, en Zimbabue, históricamente, en tiempos de incertidumbre, el jefe de la aldea guardaba el grano que la
comunidad le entregaba como en fideicomiso para los días de lluvia, conocido como isiphala senkosi en isiNdebele o dura rashe en chiShona, que significa el granero del jefe. A diferencia de las entidades externas, estos agentes no son meros visitantes; son partes interesadas en el bienestar y la prosperidad de sus comunidades, como se ilustra a continuación.
En el caso de las organizaciones comunitarias, puedo señalar que están en una posición única para abordar los problemas de una manera que sea culturalmente sensible y sostenible. Pueden movilizar recursos locales, implicar a los miembros de la comunidad y aplicar soluciones adaptadas a los retos y oportunidades específicos de sus entornos.
El enfoque localizado garantiza que las intervenciones sean pertinentes y
tengan un impacto duradero. De este modo, tienden a prescindir de explicaciones elaboradas sobre cómo se van a utilizar los recursos, porque todo el mundo participa y lo sabe. Esto no quiere decir que no haya rendición de cuentas.
Más bien, la ayuda no está sujeta a condiciones o programas estrictos, lo que acaba produciendo un impacto superficial, ya que gran parte de ella está empantanada en la burocracia.
La narrativa de la ayuda
La narrativa tradicional de la filantropía africana ha retratado a menudo al continente como un receptor pasivo de asistencia. En este caso, la ayuda se ve en términos monetarios o de la posibilidad de cuantificarla, normalmente en dólares.
Tafadzwa Munyaka
Esa perspectiva no solo socava la capacidad de acción de las comunidades africanas, sino que perpetúa el síndrome de dependencia.
Para el Norte global, la filantropía significa que uno ha adquirido un nuevo estatus de riqueza y de repente tiene más para dar, lo que contrasta con las donaciones africanas, que están arraigadas en la necesidad de ayudar o de contribuir a una solución a pesar del estatus de riqueza de cada uno.
"Las organizaciones comunitarias recuperan la narrativa e impulsan el cambio desde dentro"
Sin embargo, las organizaciones comunitarias, las familias y las comunidades han desafiado continuamente esta narrativa mostrando la resistencia, el ingenio y la inventiva de las comunidades africanas a través de las donaciones cotidianas. La pandemia de covid-19 constituye un claro ejemplo de ello, ya que “los llamados a un cambio de paradig-
ma en el sector filantrópico registraron un impulso” en el Norte global.
Al colocarse al frente de las iniciativas de desarrollo, las organizaciones comunitarias demuestran desde hace tiempo que las comunidades africanas no están indefensas sino que, de hecho, son capaces de impulsar su propio progreso, ceteris paribus.
Este cambio es crucial para cambiar la percepción de África, de continente necesitado a continente de oportunidades; destaca la importancia de la asociación y la colaboración, en las que el apoyo externo complementa los esfuerzos locales en lugar de imponerlos.
Cabe señalar que estas asociaciones no deben "enquistarse en relaciones de poder desiguales", denotando la dirección de cada detalle minucioso de quién se beneficia, qué debe hacerse y dónde, entre otras cosas, frustrando el propósito de la filantropía sostenible.
De narración
Un componente fundamental para recuperar la narrativa en la filantropía africana es la narración de historias. Las organizaciones comunitarias utilizan cada vez más la narración como herramienta para destacar sus éxitos, compartir sus retos y amplificar las voces de las comunidades a las que sirven.
Son historias poderosas porque proporcionan un relato de primera mano del impacto de las iniciativas dirigidas por la comunidad y ofrecen un retrato más matizado y preciso del desarrollo africano.
Estas historias son contadas por personas que se encuentran en el centro de los retos, de las oportunidades o
del desarrollo, no porque tengan que cumplir y ajustarse a los acuerdos de subvención, sino expresando sus realidades y experiencias vividas.
A través de la narración de historias, las organizaciones comunitarias pueden humanizar su trabajo y hacerlo más cercano y convincente para un público más amplio. Muchos niños y adultos han tenido acceso a la salud y a la educación, han salido de la pobreza y han ofrecido las mismas oportunidades a otros en sus comunidades o pueblos, y estas historias son conocidas.
Esos relatos y realidades solo fueron posibles porque hubo personas que contribuyeron a estas causas, lo que hace que el dicho de que hace falta un pueblo para criar a un niño, por ejemplo, sea cierto. También ayuda a crear un sentimiento de orgullo y propiedad entre los miembros de la comunidad, reforzando la idea de que ellos son los arquitectos de su propio futuro.
Donaciones del sector privado local
El sector privado local es un actor esencial, aunque a menudo ignorado, en el cambiante panorama de la filantropía africana. Las empresas y
"También ayuda a crear un sentimiento de orgullo y propiedad entre los miembros de la comunidad, reforzando la idea de que ellos son los arquitectos de su propio futuro"
los empresarios de todo el continente reconocen cada vez más su papel en el impulso del desarrollo social y económico.
A través de iniciativas de responsabilidad social corporativa, inversiones directas en proyectos comunitarios y asociaciones estratégicas con organizaciones comunitarias, el sector privado africano contribuye significativamente a los esfuerzos filantrópicos. Estas empresas no solo aportan recursos financieros, sino también experiencia, innovación y un enfoque orientado a los resultados de las iniciativas de desarrollo. Aprovechando sus redes y su influencia, las empresas locales ayudan a ampliar proyectos de impacto, apoyar empresas locales sostenibles y crear oportunidades de empleo, reforzando así los cimientos económicos de las comunidades.
Este compromiso del sector privado local no solo complementa los esfuerzos filantrópicos tradicionales, sino que también garantiza que las iniciativas de desarrollo estén profundamente arraigadas en el contexto económico local, reforzando su sostenibilidad y eficacia.
Retos y oportunidades
Aunque el cambio hacia la filantropía impulsado por la comunidad es prometedor, no está exento de desafíos. Las organizaciones comunitarias suelen operar con recursos limitados y se enfrentan a barreras estructurales que pueden impedir su eficacia.
Además, los modelos de financiación existentes siguen estando muy sesgados hacia las organizaciones internacionales, lo que dificulta el acceso a las de base comunitarias a los fondos necesarios, ya que los recursos económicos locales son insignificantes.
Sin embargo, esos retos presentan oportunidades. Los donantes y socios para el desarrollo reconocen el valor de apoyar las iniciativas de base. Invirtiendo en el desarrollo de capacidades y proporcionando financiación flexible, los donantes pueden reforzar la infraestructura de las organizaciones comunitarias, permitiéndoles ampliar su impacto.
Llevarlo a casa
Recuperar la narrativa en la filantropía africana no consiste solo en cambiar las percepciones, sino en desplazar el poder y fomentar un enfoque más integrador y equitativo del desarrollo. Las organizaciones comunitarias están a la vanguardia de este movimiento, demostrando que el cambio sostenible se consigue mejor cuando se impulsa desde dentro.
De cara al futuro, es esencial seguir apoyando y empoderando a las organizaciones comunitarias, reconociendo su papel vital a la hora de forjar el destino de sus comunidades. Al hacerlo, podemos construir una nueva narrativa de la filantropía africana, una que celebre la fuerza, la resiliencia y el potencial de las comunidades africanas, como debe ser.
AYUDA A ÁFRICA: ENFOQUE LOCAL
La Catequesis abarca a toda la persona
La catequesis queda anclada siempre en el primer anuncio, que siempre es primero, tanto “en sentido cronológico”, sobre todo en los contextos de la misión ad gentes, como “en sentido cualitativo”; pero ésta, en sentido específico, está ordenada a la iniciación cristiana y a la formación permanente de la vida cristiana.
En la iniciación cristiana, la catequesis, que se inserta en la pastoral de la comunidad y que está en estrecha conexión con los sacramentos de la iniciación cristiana, presenta las características de la “formación de base, esencial, orgánica, sistemática e integral de la fe”; tales características encuentran una expresión ejemplar y sintética en las virtudes teologales (“la tríada de la fe, la esperanza y la caridad”) y en la fórmula tradicional de la “fe creída, celebrada, vivida y rezada”.
En la formación permanente, la catequesis deberá “favorecer la interiorización del mensaje cristiano, a través de ese dinamismo catequístico que en la progresión sabe integrar escucha, discernimiento y purificación”; ésta favorecerá las diferentes dimensiones de la vida cristiana: la relación con la Escritura, la experiencia litúrgica y sacramental, el testimonio de la caridad. La preocupación por la integralidad de la propues-
ta cristiana es indiscutible. Es más discutible, sin embargo, el hecho de que tal preocupación permanezca en el horizonte de una comunidad cristiana que transmite la fe sin que surjan instancias de relación recíproca y sin dar cuenta de un contra movimiento del contexto cultural hacia la comunidad cristiana.
Este centrarse sobre la propuesta se vuelve a encontrar también en la elaboración de la “finalidad de la catequesis”. La finalidad de la catequesis es indicada como “encuentro vivo con Cristo”; de hecho, “la comunión con Cristo es el centro de la vida cristiana y, en consecuencia, el centro de la acción catequética”. La persona es implicada globalmente: “el encuentro con Cristo implica a la persona en su totalidad: corazón, mente, sentidos”. Se subraya que el encuentro: “no se refiere solo a la mente, sino también al cuerpo y, sobre todo, al corazón”.
En este contexto, la catequesis de adultos se reafirma como “la forma principal de catequesis, a la que todas las de-
F. Laguna
más, siempre ciertamente necesarias, de alguna manera se ordenan. Esto implica que la catequesis de las otras edades debe tenerla como punto de referencia”. Se pide, en fin, que la catequesis sepa promover, junta, una confesión de fe cristológica y trinitaria. La reflexión sobre el encuentro con Cristo presenta algunos desbordes respecto al primado de la mentalidad de fe (o de la comprensión o interiorización de la fe), que se abren sobre la línea de lo corpóreo, relacional y afectivo.
La rotura de la unilateralidad del proponer está conectada con la rotura del primado de la mente. Es necesario todavía caer en la cuenta, en la reflexión catequética, del hecho de que los procesos de interiorización y comprensión viven ya de esto. Lo que está estrechamente ligado con la necesidad, en la pastoral y en la evangelización, de liberar el sentido pleno del encuentro con el otro, con todo lo que comporta de relación recíproca, de sensibilidad, de afectividad, de corporeidad. A partir de estas atenciones hay que repensar la misma catequesis de adultos.
Volver a proponer su prioridad no conlleva el primado de la mente y de la comprensión que está presente a menudo en expresiones como: fe adulta o madurez de la fe. Debe permanecer viva la provocación evangélica de que la pertenencia al Reino de Dios implica ser como niños (Lc 18, 16). La figura del
niño, del infante, evoca las dimensiones de la existencia que preceden a la palabra y que se refieren también a la vida adulta, es decir: el cuerpo, los afectos, las relaciones y su capacidad de confianza y de asombro. ¿Tendremos que volver a partir de aquí para comprender de otra manera el encuentro con Cristo? Para que se produzca el encuentro con Cristo, la catequesis debe mantener vivas algunas “tareas interconectadas entre ellas” y que “se inspiran en el modo en que Jesús formaba a sus discípulos”. Las tareas son: “conducir al conocimiento de la fe”; “iniciar en la celebración del Misterio”; “formar a la vida en Cristo”; “enseñar a rezar”; “introducir a la vida comunitaria”. La catequesis, en efecto, tiene también la tarea de ayudar a leer la vida cotidiana a la luz de la Palabra y con mentalidad de fe; de afrontar las situaciones de la vida con actitudes, pensamientos y sentimientos madurados en el contacto con Cristo. Queda, también en esta sección, una cierta unilateralidad. Se subrayan, por ejemplo, con relación a la tarea de formar a la vida en Cristo, las implicaciones de la fe para la vida en el mundo, pero el movimiento permanece: hacia el mundo; desde la fe hacia sus implicaciones sociales. una referencia explícita a algunos temas actuales muy sentidos: la necesidad de superar el clericalismo, de reconocer el protagonismo de los laicos y de abrirse a una mentalidad sinodal; la importancia de crecer en la corresponsabilidad y en una mentalidad de camino con todos, no solo en el contexto eclesial.
La catequesis nos guía hacia un encuentro vivo con Cristo, integrando nuestra fe en cada aspecto de la vida comunitaria y espiritual.
Oler el humo tóxico de la pólvora quemada y mirar inútilmente hacia los campos envueltos en humo y ceniza ha sido siempre traumático.
Correr a los centros de acogida y abandonar sus hogares, pertenencias y ganado cada vez que las fuerzas armadas de India y Pakistán abren el fuego mutuo resulta inexplicable. Luego vino el tiempo impredecible que ha traído el cambio climático.
Umar Manzoor Shah
ero los habitantes de un pueblo fronterizo llamado Bala Chak, ubicado en el sector de R. S. Pora de Jammu y Cachemira, han afrontado estoicamente estos desafíos por décadas. En 1947, cuando se dividió el subcontinente indio y se formó Pakistán como país independiente, también se trazó línea divisoria en esta aldea.
En medio de las viviendas de aspecto sórdido esparcidas por los frondosos campos de arroz de Bala Chak está Surjeet Kumari, cuidando su cultivo de hongos en una habitación con luz tenue, ubicada junto a su casa de una sola planta. La mujer, de casi 50 años, ha vivido en esta aldea durante los últimos 25 años. Casada con el agricultor Pardeep Kumar, Surjeet tiene un hijo varón y dos hijas mujeres.
La agricultura en campos abiertos dice Surjeet, siempre ha sido peligrosa en su aldea. “No se sabe cuándo un proyectil del otro lado de la cerca impactará en tus campos y arduos años de trabajo quedarán destruidos de un momento a otro. Sentirás que todo lo que encuentres después será una catástrofe. Esto nos sucedió en 2014 cuando la hostilidad alcanzó su punto álgido y Pakistán bombardeó nuestros campos”, cuenta
La prioridad de Surjeet ha sido asegurarse de la educación de sus dos hijas. Ella fue víctima del patriarcado y cree que la educación por sí sola puede terminar con siglos tanto de él como de las miserias que trae aparejadas.
“Soy la única hija mujer y tengo tres hermanos mayores. A ellos los enviaron a la escuela. Incluso consiguieron trabajos en el gobierno, pero a mí me dijeron constantemente que debía aprender los quehaceres domésticos; esta es la razón por la que nací. Cuando nacieron mis hijas, resolví darles una buena vida, una vida respetable, libre de los ojos prejuiciosos del patriarcado”, explica Surjeet.
Pero lograr llegar a fin de mes y cubrir los gastos de la educación de sus hijos fue costoso.
Como si las nubes de incertidumbre política sobre los campos de Pardeep no fueran suficiente, el cambio drástico en el patrón climático causó estragos en los campos en 2017. La llegada
tardía de monzones, junto con las lluvias intempestivas, puso a la comunidad de agricultores de la aldea en grandes dificultades.
Lo primero para comenzar su nueva vida como fungicultora, continúa diciendo Surjeet, era dedicar una pequeña habitación para establecer una unidad de cultivo de hongos. “A regañadientes, le conté mis planes a mi esposo. Le dije que no debe preocuparse sobre el ingreso y que, si todo va bien, podremos tener un mes con ingresos decentes. Gracias a Dios confió en mí y me permitió construir un cobertizo en el patio trasero de nuestra casa. Incluso lo construyó el mismo”, agrega.
Surjeet Kumari y su esposo, Pardeep Kumar, en su granero. Surjeet comenzó un negocio de hongos, que ayudó a la familia a sortear variadas dificultades, incluidas la pandemia de covid y el cambio climático.
En los primeros tres meses de cultivar hongos, pudo vender cerca de 150 paquetes a comerciantes mayoristas. Ganó el equivalente a 200 dólares en la primera temporada. En los dos meses y
"La educación por sí sola puede terminar con siglos de patriarcado"
medio siguientes, Surjeet pudo producir más de 170 paquetes y obtuvo una ganancia de alrededor de 250 dólares.
“Me familiaricé tanto con el cultivo que yo misma compro las semillas y conozco el negocio al más mínimo detalle. A veces ahora hasta me burlo de mi esposo diciéndole que yo gano más y él se burla de mí diciéndome que todo fue gracias al cobertizo que él construyó al principio”, comenta Surjeet entre sonrisas.
Incluso cuando apareció la pandemia de covid-19, sus ingresos no se derrumbaron. “Mientras los aldeanos estaban sufriendo debido al confina-
miento, yo estaba segura de que podía ganar mi ingreso a través de los hongos. Incluso hice encurtidos de hongos y tienen una gran demanda en el mercado. Solía recibir pedidos directos de mayoristas, aun durante el confinamiento”, afirma Surjeet.
En los últimos dos años, las fronteras de la aldea de Surjeet Kumari han estado tranquilas, sin presenciar mayores incidentes de fuego cruzado. El pacto de alto el fuego que mantuvieron ambos países a principios de este año ha traído un cambio positivo y los agricultores que viven en las aldeas fronterizas están viendo sus resultados.
Pardeep, el esposo, afirma que la agricultura ha continuado en la aldea sin incidentes durante un tiempo y que los ingresos de la familia están volviendo gradualmente a la normalidad. “Todo se debe al arduo trabajo de mi esposa; que los niños estén estudiando y que ahora también tengamos ganado. Antes no sabía que mi esposa era una mujer tan resiliente, que cuando las crisis golpeaban a la familia, ella estaría al frente para guiar el barco a puerto. Estoy orgulloso de ella”.
Madhulika Sharma, una funcionaria de alto nivel de la zona fronteriza, que ayudó con la capacitación, dice que Surjeet se ha convertido en un faro de esperanza para otras mujeres que quieren sacar a sus familias de las crisis financieras y mujeres que quieren ser más autosuficientes.
DE LA MINA AL SMARTPHONE: EL COSTO HUMANO DEL COLTÁN
La República Democrática del Congo (RDC) se encuentra sumida en un conflicto devastador cuyo epicentro es la extracción del coltán, un mineral esencial para la industria electrónica. Este mineral, indispensable para la fabricación de dispositivos que usamos a diario, desde teléfonos móviles hasta computadoras, está manchado de sangre y sufrimiento. La RDC, con sus vastas reservas de coltán, se convierte en un campo de batalla donde las vidas humanas son sacrificadas en nombre del progreso tecnológico.
Xavier Vendrell
La historia de la RDC está marcada por una brutal colonización que ha dejado cicatrices profundas en su tejido social y económico. Desde su época como Congo Belga, el país ha sido explotado por sus recursos naturales, mientras su población sufre las consecuencias de una pobreza endémica y una inestabilidad política perpetua. Bajo el yugo de la colonización belga, millones de congoleños fueron sometidos a trabajos forzados, y las riquezas del país fueron saqueadas para enriquecer a una potencia extranjera.
Aunque el colonialismo formal ha terminado, sus efectos persisten. La RDC ocupa uno de los últimos lugares en el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, y más del 70% de su población vive en la pobreza extrema. Las infraestructuras son precarias, la educación y la sanidad son insuficientes, y el país lucha por superar décadas de corrupción y mala gestión gubernamental.
Una tragedia hunana
En este contexto, la guerra por el coltán se convierte en una tragedia humana de proporciones épicas. La violencia y los enfrentamientos entre fuerzas regulares y grupos rebeldes, como el M23, han desplazado a millones de personas y han llevado a la muerte a innumerables inocentes. En regiones como Kivu del Norte, Ituri y Kasai, la vida cotidiana se ha convertido en una lucha por la supervivencia. Goma, la capital de Kivu del Norte, está al borde del colapso humanitario debido al bloqueo de las rutas de suministro por parte del M23, dejando a sus habitantes al borde de la inanición. Los conflictos armados en la RDC son complejos y multifacéticos. Además del M23, numerosos grupos armados operan en el país, cada uno con sus propias agendas y fuentes de financiamiento. El control de las minas de coltán y otros recursos naturales es un factor clave que alimenta estos conflictos. Las milicias y los ejércitos privados imponen su ley en las regiones mineras, extorsionando a los mineros y utilizando los ingresos para financiar sus actividades bélicas.
Las Multinacionales y su Responsabilidad
Las multinacionales tecnológicas, grandes beneficiarias del coltán, han sido acusadas repetidamente de ser cómplices en este drama. A pesar de las regulaciones y los códigos de conducta, gran parte del coltán llega a sus fábricas a través de canales ilegales, lavados en países vecinos como Ruanda, que se han convertido en los principales exportadores del mineral a pesar de no tener grandes reservas propias .
Las empresas tecnológicas argumentan que están tomando medidas para garantizar que sus cadenas de suministro sean responsables, pero los resultados son cuestionables. Programas de auditoría y certificación a menudo fallan en detectar las violaciones de derechos humanos. Además, la demanda global de dispositivos electrónicos sigue aumentando, lo que ejerce una presión constante sobre los recursos de la RDC y perpetúa el ciclo de explotación y conflicto.
Para abordar el problema del coltán, es crucial implementar medidas concretas y sostenibles. Algunas propuestas incluyen:
- Regulación Internacional:
Los gobiernos y organismos internacionales deben fortalecer las regulaciones sobre la cadena de suministro del coltán, asegurando que las empresas tecnológicas cumplan con estándares éticos y transparentes.
- Apoyo a las Comunidades Locales: Desarrollar programas de apoyo para las comunidades mineras en la RDC, proporcionando educación, ser-
vicios de salud y alternativas económicas que reduzcan la dependencia de la minería.
- Certificación de Minerales Libres de Conflicto: Ampliar y mejorar los sistemas de certificación de minerales libres de conflicto, garantizando que los minerales utilizados en la industria tecnológica no provengan de zonas de guerra.
- Sensibilización del Consumidor: Lanzar campañas de sensibilización dirigidas a los consumidores, informándoles sobre el impacto de sus compras y promoviendo el consumo responsable de productos electrónicos.
La guerra por el coltán en la RDC es un espejo que refleja las contradicciones de nuestro mundo globalizado. Es hora de que miremos de frente a esa realidad y actuemos en consecuencia, porque cada vida perdida en las minas de coltán es una mancha indeleble en la conciencia de la humanidad. Las soluciones no son simples ni rápidas, pero son necesarias.
La comunidad internacional debe intensificar sus esfuerzos para resolver el conflicto en la RDC, proporcionando asistencia humanitaria y apoyando el desarrollo sostenible en la región. Las empresas deben ser responsabilizadas por sus prácticas y trabajar de manera transparente para asegurar que sus productos no contribuyan a la explotación y la violencia.
Y nosotros, como individuos, debemos ser conscientes de nuestro impacto y tomar decisiones informadas que promuevan la justicia y la humanidad.
EL PODER DE LAS PEQUEÑAS ACCIONES
En las profundidades de un frondoso bosque, donde las hojas bailaban al compás de la brisa y el susurro de los arroyos narraba secretos ancestrales, residía un variopinto grupo de animales.
El búho, sabio y vigilante, observaba desde lo alto el equilibrio natural. La liebre, ágil y vivaz, surcaba la verde pradera con elegante ligereza. El oso, majestuoso en su porte y fuerte en su andar, dominaba los bosques espesos con su presencia imponente. Y la tortuga, anciana y serena, portaba en su caparazón la sabiduría de siglos.
Allí, todo era verde, fresco y próspero.
Un día, la armonía del bosque se vio perturbada. El clima, antes benigno y constante, se tornó caprichoso y extremo. Las lluvias torrenciales azotaban la tierra, seguidas de sequías implacables que agostaban la vegetación. Los ríos, otrora caudalosos, se convirtieron en tenues hilillos de agua.
Los corazones de los animales palpitaron al unísono ante tal adversidad. Reunidos en consejo, cada criatura anhelaba hallar la senda que restaurase la serenidad perdida. Sin embargo, divergentes eran las voces que resonaban en aquel cónclave.
El búho, sabio y ponderado, propuso sembrar árboles, evocando el poder de la madre tierra para sanar las heridas del bosque. La liebre, veloz y perspicaz, abogaba por una dieta sin carne, donde el vegetal reinara y mitigara las áridas penas del clima. Mientras que el oso pardo, habitante de los bosques frondosos, rugía con furia ante la tala desmedida de los bosques, implorando por la protección de su hogar y la reverencia a la madre naturaleza.
Mas entre todas las voces, resonó la serena sabiduría de la tortuga, ancestro sabio de caparazón anciano. Con voz pausada y reflexiva, la tortuga sugirió un camino distinto. Esto incluía preservar sus hábitats naturales en vez de alterarlos, reducir el consumo de energía, evitar el desperdicio de alimentos y agua, y reciclar y reutilizar siempre que fuera posible.
Los demás animales se quedaron un poco sorprendidos con la propuesta de la tortuga, ya que era algo tan simple que parecía no tener mucho impacto. Sin embargo, decidieron darle una oportunidad y comenzaron a implementar estos cambios en sus vidas diarias.
Con el tiempo, los resultados de los pequeños cambios se hicieron evidentes. El aire se volvió más limpio, los ríos comenzaron a fluir de nuevo y los árboles comenzaron a florecer de nuevo. La naturaleza volvió a su equilibrio y todos los animales pudieron disfrutar de un bosque próspero y sano.
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