Distintas universidades de las principales regiones del país, nos dan sus perspectivas y proyecciones de cómo cerraría el año el comercio exterior colombiano, en un 2025 que ha contado con múltiples coyunturas, tanto internacionales como nacionales. !Profes, al tablero!
Motores del cambio: Descarbonización en el transporte de carga
María José Mora, coordinadora de Sostenibilidad Analdex
Columnista Invitado
Informe Comex
Todo el mundo quiere ser viral, ¿pero realmente es lo que tu negocio necesita?
Astharlam Molina, consultor social media
Comercio Exterior y equidad de género: hacia una economía más competitiva e inclusiva
Issa Sefair, analista Asuntos Legales Analdex
TLC con Unión Europea aumentó más de 130% empresas exportadoras colombianas a este bloque
Andrés Quintero, director Comunicaciones Analdex
El mundo vive de etiquetas
Santiago López, director ejecutivo América Latina y el Caribe Consejo Internacional de Asociaciones de Bebidas (ICBA)
Claudia Paz, consultora técnica (ICBA)
Cinco años del TLC entre Colombia e Israel: una relación comercial con más sombras que luces
Santiago Granobles, analista Comunicaciones Analdex
Informe de Comercio Exterior
EQUIPO ANALDEX
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Afiliado Destacado
EPM: Entrega, sostenibilidad y la fuerza de una empresa que crece con Colombia
Dirección Comunicaciones Analdex
Café colombiano en la cancha: Juan Valdez se convierte en patrocinador oficial de River Plate
Dirección Comunicaciones Analdex
Nuevos afiliados
Dirección Comunicaciones Analdex
El péndulo geopolítico mundial volvió al proteccionismo. Tras décadas de avanzar hacia mercados abiertos, resurgen aranceles y barreras que distorsionan precios y generan desviaciones, en el comercio internacional. La nueva ola, impulsada por la administración Trump con un arancel base del 10 % y diferentes medidas arancelarias para sectores como acero, aluminio, automotriz, cobre, entre otros, impacta de manera dispareja.
Colombia, frente a otros, no ha quedado por ahora en el peor escenario; pero la conclusión y la forma de abordar este reto debe ser inequívoca: en un mundo más caro y restrictivo, solo la competitividad exportadora sostendrá nuestra presencia en mercados internacionales.
El presente no ayuda. Nuestras exportaciones no crecen. La transición ener-
gética planteada por el Gobierno frenó exploración de petróleo, carbón y gas, y con ello la fuente que, por años, explicó buena parte del desempeño exportador. El agro ha avanzado, en especial el café, pero aún no compensa la caída del sector minero energético. Por ende, la tarea sigue siendo igual de exigente:
diseñar y ejecutar una política exportadora, con foco en escalamiento, calidad, medidas sanitarias, logística y acceso efectivo.
Así mismo, la reciente descertificación de Colombia en la lucha contra las drogas, en relación con el comercio exterior, puede generar una mala percepción
Javier Díaz Molina Presidente ejecutivo Analdex javierDiazMo
de riesgo ante los mercados internacionales, lo que inicialmente trae un daño reputacional, al no haber inicialmente sanciones directas.
Si bien la determinación de EE. UU. no representa, en primera instancia, un cambio en las barreras comerciales y arancelarias, podría significar para Colombia un escollo en la negociación bilateral con Estados Unidos por aranceles recíprocos, al tener aún menos poder de negociación. Hoy estamos con un arancel base de 10% y anhelábamos tener algunas categorías de bienes excluidos.
Por otro lado, el primer cuello de botella está en la tierra: seguridad jurídica. La experiencia de la altillanura lo probó. Proyectos que requerían economía de escala recurrieron a figuras para agrupar Unidades Agrícolas Familiares, y la respuesta fue negativa. El intento de solución legislativa naufragó entre un ‘fast track’ inconcluso y la inercia del trámite ordinario. Sin certeza sobre su uso de largo plazo, riego y adecuación, ningún inversionista serio moverá capital a la velocidad que el país necesita.
No se trata de privatizar masivamente ni de discusiones ideológicas estériles: basta con habilitar contratos de uso y comodato a plazos que per-
mitan recuperar inversiones en suelos que deben ser adecuadamente intervenidos. Sin ese piso, los proyectos agroindustriales de escala para mercados internacionales, seguirán en carpeta. Mientras tanto, la demanda global no espera y nuestros vecinos lo están aprovechando, en perjuicio nuestro: quien resuelva primero la ecuación tierra tecnología logística toma la delantera y se posicionará de mejor manera en los mercados internacionales.
El vector demográfico empuja en la misma dirección. La urbanización asiática, con cientos de millones migrando del campo a la ciudad, reconfiguró la demanda de alimentos. América Latina —Brasil, Argentina, Uruguay— ya atiende parte de ese vacío. La pregunta es simple: ¿por qué Colombia no? Tenemos clima, disponibilidad de agua, conocimiento acumulado y proximidad a puertos; falta cerrar brechas de escala, sanitarias, trazabilidad, aduanas y gobernanza predial, para dar un paso adelante en nuestra inserción en los mercados internacionales.
La manufactura ofrece señales mixtas. No hay caídas, pero tampoco un cambio estructural. Aun así, emergen nichos con valor agregado: ventanería para Estados Unidos, transformadores eléctricos,
buses para sistemas de transporte masivo regionales, entre otros. El objetivo país debería ser nítido: pasar de 50 a 100 mil millones de dólares en exportaciones en un horizonte razonable. La pregunta operativa no es si es posible, sino qué bloquea hoy la velocidad de ese tránsito.
El riesgo macro está a la vista: un déficit creciente en cuenta corriente. Tras la pandemia repuntó el consumo interno y, con este, las importaciones de insumos y bienes manufacturados; mientras tanto, las exportaciones no acompañaron al mismo ritmo. Si bien no estamos en los niveles preocupantes de hace algunos años, persistir en esta trayectoria —importaciones al alza y exportaciones estancadas— expone a la
economía a mayor vulnerabilidad externa y a ajustes cambiarios desordenados, tal y como lo estamos viendo en las últimas semanas, con una apreciación del peso, por diferentes situaciones internas y externas.
El entorno comercial podría agravar el cuadro. Menor demanda global por efecto arancelario, recortaría volúmenes y presionaría precios de bienes que hoy nos sostienen: café, banano, flores. Si además cae la inversión extranjera por reglas tributarias erráticas, el país se acercaría al escenario de déficits gemelos: desbalance fiscal y de cuenta corriente coexistiendo. La historia es conocida: más prima de riesgo, moneda más débil y menor margen para la política pública. La salida no es cerrar im-
portaciones, es crecer exportaciones. Allí surgen obstáculos inmediatos. La reforma tributaria, tal como fue radicada, desincentiva un sector minero ya debilitado y encarece la logística: pasar el IVA del diésel del 5 % al 19 % y elevar el impuesto al carbono presiona un costo que representa cerca del 40 % de la estructura del transporte de carga. El alza estimada del diésel golpea todos los modos de transporte, incluyendo al férreo, que intenta recomponerse.
Partimos de una base cara. Los costos logísticos rondan el 17,9% del valor del producto y podrían escalar hacia 22%, lejos del 8% que es el promedio de la OCDE. En los últimos doce meses, mediciones privadas reportan incrementos del 18 al 22 % en fletes internos, dependiendo de la ruta. Además, pisos tarifarios como el SICE-TAC limitan capturar eficiencias. Infortunadamente, el Gobierno solo ha escuchado a una de las partes involucradas en la situación del transporte de carga. Penalizar costos
en este contexto encarece las exportaciones, reduce márgenes y ahuyenta la inversión productiva, orientada a mercados externos. La energía es otra preocupación latente. La tarifa promedio ronda 0,20 USD/ kWh, por encima de Perú, Chile, México y de Estados Unidos (0,135 USD/kWh). Entre 2015 y 2025, el costo subió cerca de 68 % y un industrial local paga de 35% a 50% más que un competidor de Estados Unidos, país que ahora concentra los esfuerzos para atraer inversión. Con reservas probadas de gas cercanas a 6,1 años y sin nueva exploración, dependeremos de importaciones más caras que duplicarán los costos para grandes consumidores.
La agenda es concreta: se debe reconstruir el Ministerio de Comercio y coordi-
narlo con Hacienda, Agricultura, Minas, Energía y Transporte, pues infortunadamente, por las acciones de política que se toman en el día a día, parece que no se hablan. Simplificar y digitalizar la operación aduanera con control inteligente, basado en riesgo; fortalecer ICA, Invima y Policía Antinarcóticos, para tener cumplimiento sanitario y de seguridad.
Repotenciar instrumentos de promoción al comercio —Zonas Francas, Plan Vallejo, Comercializadoras Internacionales— a un estándar similar al de competidores como México. Atraer inversión que inserte a Colombia en las cadenas globales de valor con reglas estables y una ventanilla única que funcione, ya que, en los últimos años, se ha echado a perder.
También hay que ordenar la oferta exportadora. Definir, sector por sector, qué vender y dónde, alineando medidas sanitarias, empaque, logística, cadena de frío y financiamiento de capital de trabajo.
No es realista “mover” lo que hoy vendemos a Estados Unidos hacia China: el 40% del café y el 80% de las flores van al mercado estadounidense por
preferencias de consumo y ventajas logísticas. La ruta al Asia Pacífico exige construir portafolios específicos, como lo han hecho Chile, Ecuador y Perú: estabilidad, señales claras y persistencia.
Ahora tenemos un instrumento como el CERT pendiente de reactivación, pero más allá de las buenas intenciones, en un contexto de tasa de cambio apreciada con una utilidad importante para los exportadores, se requiere de un esfuerzo institucional para efectivamente materializarlo. Esperamos que, en las próximas semanas, el esfuerzo público y privado permitan aprovechar la figura.
Ese debe ser el propósito inmediato: pasar de la queja a la ejecución. Analizar la coyuntura sin dramatismos, limpiar el inventario regulatorio que estorba e instalar, desde el 8 de agosto de 2026, los decretos y programas que liberen la máquina exportadora. Si el mundo se encarece por los aranceles, Colombia debe abaratar su puerta de salida: tierra segura, costos logísticos y energéticos competitivos, instituciones que funcionen y una oferta disciplinada para los mercados que de verdad compran.
Diego Rengifo García Vicepresidente técnico
Analdex
Los instrumentos articuladores, que ha diseñado Colombia para promover las exportaciones, son variados y deben ser un eje fundamental para el crecimiento económico del país. La diversificación de mercados, el fortalecimiento de la oferta exportable y la inserción en las cadenas de valor, requieren políticas públicas claras y orientadas a impulsar la competitividad.
Esas varias medidas que ha diseñado el país se constituyen en, ni más ni menos que, el mejor estímulo en la participación de las empresas colombianas de todos los tamaños y sectores, para que vean en los mercados internacionales la mejor oportunidad de crecimiento, para lo cual se debe crear no solamente una normativa, sino también trabajar en eliminar cuellos de botella y, en general, en reducir las barreras al comercio.
La política de promoción de exportaciones se articula principalmente a través de ProColombia, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y las distintas entidades que confluyen en el desarrollo de sus roles y competencias, sin embargo, son este resto de instituciones, las que quizá no tienen claro cuál es su aporte en la promoción del comercio exterior.
Estas entidades deben trabajar temas como apertura e inteligencia de mercados; ferias y misiones comerciales; tópicos de financiamiento; seguros de crédito a la exportación; promoción a las zonas francas; el Plan Vallejo, y las sociedades de comercialización internacional. También ocuparse de labores de apoyo a la productividad y la innovación, procesos de certificaciones y normas técnicas internacionales, igualmente e-commerce y promoción digital, a través del uso de plataformas digitales.
capacidad para fomentar la internacionalización de las pymes, potenciar el comercio electrónico y aprovechar plenamente los acuerdos comerciales vigentes, pero no logramos llevar a la práctica una estrategia país, que verdaderamente nos permita avanzar de mejor manera. Las empresas siguen estando muy solas y el crecimiento poco o nada proviene de los estímulos públicos.
No menos importante son los asuntos de facilitación al comercio, en el que se deben abordar la armonización de procedimientos, los relacionados con tecnologías, y transformación digital, donde se incluyen los asuntos de interoperabilidad, factura electrónica, conocimiento de embarque electrónico y certificados digitales, además de gestión de riesgos y medición de tiempos de despacho, infraestructura y logística, entre otros. Dentro de ellos, y no menos importante, es clave la cooperación público – privada para atacar fenómenos como el contrabando, la subfacturación y la competencia desleal.
A pesar de los avances que los instrumentos de promoción han tenido, hoy enfrentan grandes desafíos relacionados con temas de inversión y una precaria labor
de coordinación y liderazgo, por parte de quienes deben construir y aplicar políticas públicas; además, se evidencia un claro desgaste en varias herramientas diseñadas que, en algún momento, fueron ese apoyo al empresario. Mucho se ha quedado solo en letras escritas y buenas intenciones, porque en la ejecución y en la práctica solo son una retórica.
Los problemas están más que diagnosticados y todo el mundo parece saber qué hacer, pero las cosas no avanzan ni se concretan; estamos sumidos en un desgaste de muchas de las figuras y herramientas creadas, para lograr un crecimiento económico sostenido y llegar a mejores resultados. Seguimos con una baja diversificación de la canasta exportadora; es necesaria la articulación entre política comercial, política industrial y diplomacia sanitaria.
Sabemos, desde hace muchos años, que el futuro de la promoción de las exportaciones, en Colombia, depende de la
Todos los instrumentos de promoción a las exportaciones en Colombia constituyen un pilar fundamental para la inserción competitiva del país en la economía mundial. Su éxito radica no solo en los beneficios financieros y comerciales que ofrecen, sino también en su capacidad de acompañar a las empresas en el proceso de internacionalización, desde la identificación de oportunidades hasta la consolidación de su presencia en los mercados.
Todas y cada una de las entidades públicas deberían tener claro cuál es su rol y cómo deberían aportar en este propósito, a través de una política de Estado, donde se evalúen a todas y cada una, por las eficiencias y logros de las empresas.
Hay que sincerar el diálogo y dejar de sacar pecho por lo que se cree que es un logro. Si la caja no suena; si no hay mayores inversiones; y en general, si no trabajamos por mejorar el clima empresarial, todo seguirá siendo un trabajo con herramientas desgastadas, algo así como pedalear en una bicicleta estática: no se llega a ningún sitio. Es necesario hacer reingeniería a los instrumentos de promoción, las herramientas necesitan cambios estructurales, al igual que la política, pues los tiempos han cambiado.
Distintas universidades de las principales regiones del país, nos dan sus perspectivas y proyecciones de cómo cerraría el año el comercio exterior colombiano, en un 2025 que ha contado con múltiples coyunturas, tanto internacionales como nacionales. !Profes, al tablero!
Las exportaciones colombianas adolecen de fragilidad, especialmente por dos factores determinantes: la baja diversificación de productos y destinos, y su incipiente sofisticación tecnológica (bajo nivel de agregación de valor basado en I+D), lo que las hace altamente vulnerables a los vaivenes de las coyunturas económicas y geopolíticas globales.
En retrospectiva, las exportaciones colombianas han caído levemente si se compara el primer semestre de 2024 con el de 2023, alcanzando una parcial recuperación en 2025.
Teniendo en cuenta que las industrias extractivas y el agro aportan aproximadamente 70% de la canasta exportadora, se puede anticipar que el futuro cercano estará marcado, en gran medida, por el ca-
mino que tomen los conflictos Rusia-Ucrania y Estados Unidos-China.
Ambos conflictos traen consigo drivers de incertidumbre, tales como: fluctuación de precios de los combustibles fósiles, guerra arancelaria, posible desaceleración económica mundial o de regiones y, en consecuencia, una marcada volatilidad de las tasas de cambio; lo que de entrada se seguirá reflejando en el alza del precio spot del oro.
Adicionalmente, la forma como se desarrolla la guerra comercial añade mayores niveles de incertidumbre, ya que los gravámenes aprobados se revisan y ajustan permanentemente, dependiendo de la evolución de las negociaciones entre Estados Unidos y sus socios comerciales. No se puede predecir que uno u otro arancel permanezca estable un semestre completo; la situación puede mejorar en un “acuerdo relámpago” o empeorar en una “mañana gris”.
Si tomamos el caso del café, el mercado ha sostenido un precio elevado en el último año, debido a la relativa estabilidad entre oferta y demanda (contrario a la tradición de décadas de ser un mercado de sobreoferta crónica). Sin embargo, a pesar del contexto favorable del precio, las exportaciones brasileñas este año tuvieron un primer semestre menos satisfactorio que 2024 y, adicionalmente, se verán afectadas por el incremento del arancel (50%), aprobado por el gobierno Trump.
Habrá que ver si los inventarios de compradores norteamericanos resisten, mientras Brasil y Estados Unidos alcanzan algún acuerdo. Esta situación marcará las condiciones para los suaves colombianos en los próximos meses.
No obstante, en el mercado del grano no todo es coyuntura. Cada vez se hace más evidente que hay una reducción en la frontera agrícola cafetera vietnamita (uno de los mayores exportadores de variedad Robusta del mundo), debido a su sustitu- ción por durian, una fruta muy apetecida en China que ofrece una alta rentabilidad para sus productores.
Debemos diversificar nuestra canasta exportadora con productos de alto valor agregado y consolidar un acuerdo sostenible de transición energética; este será el verdadero blindaje frente a futuras tormentas coyunturales.
De otro lado, en el caso de los hidrocarburos, las dos confrontaciones geopolíticas señaladas incidirán sobre el crecimiento económico global y las fluctuaciones del dólar y el euro, lo que afectará el comportamiento de la demanda, el precio y, en consecuencia, los ingresos por exportaciones de combustibles.
Pero en el largo plazo el tema es más estratégico; debemos diversificar nuestra canasta exportadora con productos de alto valor agregado (por ejemplo, con una estrategia tipo long tail) y consolidar un acuerdo sostenible de transición energética. Este será el verdadero blindaje frente a futuras tormentas coyunturales.
Beatriz Tovar
rectora
Universidad Libre
Barranquilla
Las tendencias de los últimos seis meses indican que la economía colombiana está avanzando hacia una estructura de exportación más variada, con un aumento en la participación de productos no tradicionales.
El comportamiento del comercio internacional en Colombia ha tenido una dinámica mixta. Durante el primer semestre, se observaron diferencias en el desempeño de los sectores tradicionales y no tradicionales, así como en los bienes de consumo, materias primas y bienes de capital. Las exportaciones mostraron un repunte entre enero y junio de 2025, alcanzando los USD 24,391.5 millones, lo que representa un crecimiento moderado del 1.55% en comparación con el mismo periodo de 2024.
Este aumento se debe al dinamismo de las exportaciones no tradicionales, que experimentaron un crecimiento del 13.45%, alcanzando los USD 12,613.3 millones. Los sectores con valor agregado son los que más destacan, ya que han ido ganando participación en la canasta exportadora.
En contraste, las exportaciones tradicionales sufrieron una caída del -8.69%, alcanzando los USD 11,778.2 millones. Esta disminución se debió principalmente a la baja en los envíos de petróleo (-15.03%) y carbón (-33.01%), aunque el café experimentó un notable repunte del +83.25%. Por otro lado, las importaciones totalizaron USD 33,514.9 millones, hasta junio de 2025, lo que representa un crecimiento del 9.63% en comparación con 2024.
Este aumento fue impulsado por una mayor demanda de bienes de consumo, que crecieron un 16.17%, así como de materias primas y productos intermedios, que aumentaron un 10%. Además, los bienes de capital y material de construcción también
mostraron un incremento del 3.11%, lo que refleja una reactivación en la inversión. Es importante destacar el fuerte crecimiento en la importación de vehículos de transporte particular (+40.74%) y bienes de consumo duradero (+27.53%), lo que sugiere una recuperación en el consumo interno.
Las tendencias de los últimos seis meses indican que la economía colombiana está avanzando hacia una estructura de exportación más variada, con un aumento en la participación de productos no tradicionales. Al mismo tiempo, la demanda interna sigue siendo fuerte, lo que está impulsando las importaciones de bienes de consumo y de capital.
Si se conserva el comportamiento del primer semestre, se estima que las exportaciones alcanzarán aproximadamente USD 50,320 millones para finales de 2025, lo que representaría un avance modesto, pero positivo.
En contraste, se prevé que las importaciones terminen el año en torno a USD 70,280 millones, lo que refleja un crecimiento significativo, impulsado por la fuerte demanda interna. Estas proyecciones sugieren que las exportaciones tendrían un crecimiento moderado, mientras que las importaciones experimentarían un aumento notable, ampliando así el déficit comercial. El rendimiento de las exportaciones dependerá de cómo evolucionen los precios internacionales de materias primas como el petróleo y el carbón, así como de la capacidad para mantener el impulso en las exportaciones no tradicionales. En cuanto a las importaciones, la sólida demanda interna podría seguir presionando las compras en el extranjero, especialmente en bienes de consumo y de capital.
Luz Rocío Corredor
Coordinadora Programa de Negocios Internacionales
Universidad de América
l cierre de 2025 se presenta como un periodo de reconfiguración significativa en el panorama del comercio exterior. Desde el Programa de Negocios Internacionales de la Universidad de América, observamos una serie de tendencias y desafíos que moldearán la dinámica global. La economía mundial, aún recuperándose de crisis recientes, muestra un crecimiento heterogéneo, con un enfoque renovado en la resiliencia y la diversificación de las cadenas de su-
Uno de los aspectos más destacados es la creciente importancia de la digitalización del comercio. Las plataformas de comercio electrónico transfronterizo están revolucionando la forma en que las pequeñas y medianas empresas (PYMES) acceden a los mercados globales. La automatización de procesos logísticos, el uso de Big Data, para la optimización de rutas y la implementación de tecnologías como el
blockchain, para garantizar la trazabilidad y la seguridad de las transacciones, se han convertido en elementos cruciales.
La academia no solo analiza estos cambios, sino que también prepara a los futuros profesionales en negocios internacionales con perfil global y comprometidos socialmente, para liderar esta transformación digital con sostenibilidad.
En materia de geopolítica, las tensiones comerciales entre las grandes potencias continúan siendo un factor de incertidumbre. Esto ha impulsado a muchos países a buscar nuevos socios comerciales y a fortalecer los bloques regionales. El concepto de “nearshoring” y “friendshoring” está ganando terreno, donde las empresas buscan ubicar sus operaciones en países geográficamente cercanos o con afinida-
des políticas, reduciendo así la dependencia de proveedores lejanos y, en ocasiones, conflictivos.
Desde nuestra perspectiva, esto representa una gran oportunidad para América Latina y, en particular, para Colombia, que puede posicionarse como un socio estratégico en sectores como la tecnología, la agroindustria y la manufactura.
La sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa ya no son simples tendencias, sino requisitos para el comercio internacional. Los consumidores y los gobiernos exigen productos que provengan de cadenas de valor éticas y sostenibles.
Los acuerdos comerciales ahora incorporan cláusulas ambientales y laborales, y las empresas que no se adapten a estas nuevas normativas corren el riesgo de quedar excluidas de los mercados más exigentes. El Programa de Negocios Internacionales de la Universidad de América ha integrado estos principios en su currículo, formando profesionales conscientes del impacto social y ambiental de sus decisiones, sin perder de vista la ecuación que, a mayor comercio internacional, mayor crecimiento económico.
Además, el crecimiento del comercio de servicios, especialmente en áreas como el software, la consultoría, y la educación, sigue superando al de bienes físicos. Colombia tiene un potencial enorme en este campo, gracias a su talento humano calificado y a una creciente industria tecnológica. La exportación de servicios no solo diversifica y amplía la oferta exportable del país, sino que también genera empleos de alto valor agregado.
Para el cierre de 2025, se prevé un panorama de crecimiento moderado, pero con
La sostenibilidad y la responsabilidad social corporativa ya no son simples tendencias, sino requisitos para el comercio internacional.
una fuerte orientación hacia la especialización, la innovación y la colaboración. Las empresas colombianas que logren integrar la tecnología, la sostenibilidad y una visión estratégica en sus operaciones de comercio exterior, serán las que prosperarán.
La academia, por su parte, continuará siendo el motor que impulse este cambio, formando a líderes que no solo entiendan el comercio, sino que lo transformen para construir un futuro más próspero y equitativo, desde los sectores de clase mundial que son parte de las apuestas productivas del país, sectores donde podemos lograr tener mayores niveles de competitividad, si la academia se compromete con la investigación, para dar respuesta a las problemáticas del sector externo y de cada uno de los eslabones y actores del Comercio Exterior y de las cadenas globales de valor.
Tulio Ferney Silva
Decano
Ciencias de la Administración
Universidad del Valle
La trayectoria reciente del comercio exterior de Colombia muestra un ajuste tras el resultado exportador del 2022. Al cierre de 2023, las exportaciones sumaron US$ 49.769 millones, un retroceso cercano al 12,5 % respecto de 2022, mientras que las importaciones de US$ 59.445 millones, representaron un 16,8 % menos que el año previo.
Este comportamiento redujo el déficit comercial a US$ 9.676 millones, el menor desde 2017, gracias a la moderación de las compras externas de bienes de consumo y a la apreciación del peso. En términos sectoriales, la caída de los ingresos por hidrocarburos explicó buena parte de la reducción exportadora, aunque la diversificación hacia productos agroindustriales como aguacate, cacao y flores aportó algo de resiliencia.
Durante 2024, las exportaciones se mantuvieron en un nivel similar, US$ 49.557 millones, mientras que las importacio-
nes repuntaron moderadamente hasta US$ 60.363 millones. El déficit comercial se amplió a US$ 10.807 millones, reflejando una recuperación en la demanda interna de maquinaria y equipos.
Este resultado se explica, en gran medida, por las compras a Estados Unidos y China, las cuales mantienen cuotas superiores al 40% del total. La combinación de la apreciación del peso y el dinamismo de proyectos de infraestructura, permitió que el país aumentara las importaciones de bienes de capital, sin generar presiones inflacionarias considerables por este canal.
Los datos disponibles para los primeros meses del 2025 plantean una evolución que combina estabilidad con señales de recuperación de la demanda externa. Entre enero y mayo, Colombia exportó US$ 20.433 millones e importó US$ 26.593 millones, lo que arroja un déficit de US$ 6.160 millones.
La estructura del comercio exterior colombiano
continúa ligada a las materias primas, por lo que la diversificación productiva, las mejoras en el contenido tecnológico y la inserción en cadenas de valor globales siguen siendo prioridades.
alrededor de US$ 49.000 y 50.000 millones y las importaciones, entre US$ 63.000 y 65.000 millones, con un déficit cercano a US$ 14.000 millones.
En un escenario adverso, caracterizado por una caída adicional en los precios del petróleo y una desaceleración más profunda de la economía china, los ingresos por exportaciones podrían descender a US$ 47.000 millones, las importaciones mantenerse en torno a US$ 63.000 millones y el déficit se ampliaría por encima de US$ 17.000 millones.
Al comparar este acumulado con el mismo periodo en el 2024, se observa que las exportaciones representan cerca del 41 % del valor anual, mientras que las importaciones equivalen al 44 % del total. Si se extiende la media mensual de este periodo al resto del año, las exportaciones podrían ubicarse en torno a US$ 49.040 millones y las importaciones alrededor de US$ 63.823 millones.
Una estimación lineal situaría el déficit en US$ 14.784 millones, nivel similar al registrado en 2021, pero superior a los de 2023 y 2024. No obstante, estas estimaciones dependen de factores volátiles, como el precio internacional del crudo o la tasa de cambio.
Al proyectar el cierre de 2025, se plantean tres escenarios basados en las tendencias observadas. En un escenario de estabilidad, precios de exportación estables y crecimiento moderado en los principales socios, las exportaciones se mantendrían
En el extremo opuesto, una recuperación de los precios energéticos y un repunte de la demanda de los socios permitirían que las exportaciones superaran ligeramente los US$ 50.000 millones y mantendrían el déficit por debajo de US$ 14.000 millones.
Independiente del escenario, la estructura del comercio exterior colombiano continúa ligada a las materias primas, por lo que la diversificación productiva, las mejoras en el contenido tecnológico y la inserción en cadenas de valor globales, siguen siendo prioridades.
Además, la mejora de la competitividad logística, mediante la modernización portuaria y la simplificación de trámites aduaneros, puede generar ahorros importantes.
La expectativa hacia el cierre de 2025, a partir de la información disponible, es que el comercio exterior colombiano se mantenga en un rango semejante al de los últimos dos años, con un déficit manejable y oportunidades de expansión en sectores emergentes. Las decisiones de política comercial y las condiciones externas determinarán si el país retoma la senda de crecimiento estable.
Mario Javier Brume González
Decano facultad Ciencias
Económicas y Administrativas
Institución Universitaria de Barranquilla - IUB
El comercio exterior colombiano en 2025 se desarrolla en un contexto internacional desafiante, caracterizado por la contracción del comercio global y la creciente presión de tensiones arancelarias. En el plano interno, el país evidenció un crecimiento moderado del 1,6% en sus exportaciones durante el primer semestre (DANE, 2025a), aunque la balanza comercial continúa bajo presión, debido al incremento de las impor-
taciones manufacturadas (DANE, 2025b). Este panorama plantea la necesidad de un análisis crítico-constructivo que oriente las acciones del Gobierno, el sector productivo, los gremios y la academia.
En los primeros seis meses del año, las exportaciones sumaron US $ 24.391,5 millones, lo que representó un aumento interanual del 1,6%, impulsado principalmente por el sector agropecuario, los alimentos y
El éxito dependerá de la capacidad colectiva para consolidar la diversificación exportadora, reducir el déficit comercial y fortalecer el posicionamiento internacional en un escenario global cada vez más competitivo.
las bebidas, que crecieron un 36,5% (DANE, 2025a). Sin embargo, en el mismo periodo, las importaciones, especialmente las manufacturas, registraron un incremento del 10,8% en mayo, alcanzando US $ 6.135,3 millones, con una participación del 74,2% de este tipo de bienes (DANE, 2025b). Esto evidencia un patrón comercial donde la diversificación exportadora avanza, pero no lo suficiente para reducir el déficit externo.
En materia de política económica y relaciones internacionales, las medidas recientes —como la reducción arancelaria a insumos agropecuarios y restricciones puntuales a ciertas exportaciones— responden a coyunturas inmediatas, pero no configuran una estrategia de competitividad de largo plazo.
No obstante, la relación con la Unión Europea, potenciada por el Tratado de Libre Comercio, ha permitido un crecimiento del 137,8% en el número de empresas exportadoras hacia ese bloque (DANE, 2025c). A nivel global, Colombia mantiene ventajas arancelarias significativas en bienes con alto valor agregado, como el cacao y las preparaciones alimenticias, lo que abre oportunidades estratégicas en mercados exigentes (DANE, 2025d).
Para consolidar estas oportunidades, es imprescindible que el Gobierno refuerce la infraestructura logística, profundice la integración en acuerdos regionales y extrarregionales, e incorpore la sostenibilidad como ventaja competitiva. Asimismo, se requiere una articulación más estrecha entre la DIAN, el Ministerio de Comercio,
ProColombia y las instituciones académicas, de modo que las decisiones de política comercial se fundamenten en evidencia técnica y proyecciones de largo alcance.
El sector productivo, por su parte, debe avanzar hacia la sofisticación de su oferta exportable mediante innovación, certificaciones internacionales y aprovechamiento del comercio electrónico transfronterizo. Esto permitirá reducir la dependencia de materias primas primarias y aumentar la resiliencia frente a la volatilidad de los precios internacionales.
De igual forma, los gremios como la ANDI y Analdex tienen la responsabilidad de ampliar la inteligencia de mercados, promover encadenamientos productivos y acompañar a las empresas en la adaptación a estándares globales, especialmente en lo relacionado con sostenibilidad, trazabilidad y comercio justo.
El cierre de 2025 será decisivo para el rumbo del comercio exterior colombiano. El éxito dependerá de la capacidad colectiva para consolidar la diversificación exportadora, reducir el déficit comercial y fortalecer el posicionamiento internacional en un escenario global cada vez más competitivo.
LA UAM Y EL COMERCIO
EXTERIOR DE CALDAS
Carlos Eduardo Jaramillo
Rector Universidad
Autónoma de Manizales
Desde el año 2018, la Universidad Autónoma de Manizales (UAM) creó UAM TOKS, un evento insignia que se ha consolidado como un espacio innovador, disruptivo y emocionante, diseñado para fortalecer la relación entre las empresas y la academia. Este encuentro anual conecta a estudiantes, docentes, emprendedores y empresarios, con líderes nacionales e internacionales del mundo de los negocios, la innovación, el liderazgo y la gestión empresarial.
El evento, que se llevó a cabo el pasado 20 de agosto, tuvo la temática
“Nacidos para ser globales”, haciendo referencia a aquellas personas y organizaciones con mentalidad internacional desde su génesis. Son individuos y empresas que piensan en el mundo como su mercado natural, sin limitarse a su contexto local. Esto implica dominar habilidades interculturales, hablar el lenguaje de los negocios globales, y actuar con visión estratégica en un entorno competitivo y conectado.
“Nacidos para ser globales” hace un reconocimiento a las empresas de la región que están conquistando los mercados internacionales o están abriéndose cami-
no en este sentido. Desde la UAM, acompañamos a muchas de estas empresas en su internacionalización, para contribuir al desarrollo del departamento.
Caldas es el departamento más exportador del Eje Cafetero y, en particular, este año dichas exportaciones crecieron 47% a junio. Este es muy superior dado que, para el año 2024, cerró en 9,4%, pues los precios internacionales del café estuvieron deprimidos en el primer semestre.
Claro que además del café verde, la canasta exportadora del departamento la integran principalmente extractos del café (café soluble), confitería, refrigeradores, congeladores y herramientas. Asimismo, tenemos en alistamiento para conquistar mercados
internacionales, empresas del lácteo y servicios basados en conocimiento.
No todo son buenas noticias, pues debemos abordar desafíos como la alta concentración de la canasta exportadora del departamento en café verde (61,1%); a este le sigue los extractos de café con 14,9%; en tercer lugar, productos de confitería con el 6,8%; y en el cuarto lugar, refrigeradores y congeladores con el 6,2%.
El destino principal de las exportaciones de Caldas son Estados Unidos con el 24,8%, seguido por Bélgica con el 12,1%, y en tercer lugar Alemania con el 7,9%. Esto muestra otro desafío para diversificar los mercados ahora que Estados Unidos amenaza constantemente con aumentar los aranceles.
Nacidos para ser globales’ hace un reconocimiento a las empresas de la región que están conquistando los mercados internacionales o están abriéndose camino en este sentido.
En cuanto a las importaciones, Caldas históricamente no es un departamento importador en el contexto regional, pues las importaciones se dinamizan a partir de la dinámica comercial y esto lo lidera Risaralda en el Eje Cafetero. Las importaciones de Caldas crecieron 5,9%, durante los primeros cinco meses de 2025. Lo que más importa el departamento es maquinaria, equipo e industria básica.
Proyectando el cierre de 2025 en términos de exportaciones, se podría esperar un muy alto crecimiento en el valor de las exportaciones del departamento, debido a la alta concentración en la exportación de café verde, sumado a los altos precios del café a nivel internacional y la cosecha que, para el segundo semestre, es en mayor volumen en la región del Eje Cafetero. Por otra parte, en las importaciones esperamos que se mantengan estables al cierre del año, con crecimiento de un dígito.
Manifestamos nuestro compromiso desde la UAM, con el apoyo de nuestro aliado Analdex, para seguir agregando valor a las empresas de Caldas y acompañarlas en su crecimiento y la conquista de los mercados internacionales.
Óscar Javier Zapata
Rector
Fundación Universitaria
Comfamiliar
La Fundación Universitaria Comfamiliar Risaralda, nacida del sector productivo, celebra una década de aporte al desarrollo económico y empresarial del departamento, al formar profesionales con visión global, que contribuyen al fortalecimiento de la competitividad regional.
El comercio, el turismo, el café, la metalmecánica, la logística, el sistema moda, la agroindustria, la biotecnología y las industrias 4.0, son sectores priorizados que le han permitido a la universidad planificar y ofrecer formación en ciclos propedéuticos, dado que gran parte de las necesidades empresariales se concentran en los niveles técnicos y tecnológicos.
Risaralda participa en el producto interno bruto (PIB) de Colombia con
1,67%, en población con 1,8%, en importaciones con 1,4% y en exportaciones con 2,2%. En estas dos últimas variables, el departamento tiene un protagonismo destacado, gracias a cadenas de exportación diversas, que incluyen transformadores eléctricos, buses de más de 10 pasajeros y aguacate Hass, entre los principales productos de la canasta exportadora, además del café.
En 2024, las exportaciones de Risaralda registraron un alto crecimiento gracias a las tres cadenas productivas mencionadas anteriormente. En el consolidado anual, las exportaciones crecieron 54,6%, y el departamento se posicionó como el segundo con mayor crecimiento exportador después de Huila, principalmente por el café verde. De las tres cadenas que en 2024 impulsaron el alto
crecimiento de las exportaciones de Risaralda, todas presentan decrecimiento en 2025. En especial la de buses de más de 10 pasajeros, que a junio había caído 77,2%. Esto evidencia lo complejo que resulta mantener las ventas en los mercados internacionales, en un entorno altamente competido y lleno de incertidumbre.
En el primer semestre de 2025, las exportaciones de Risaralda decrecieron 5,9% debido a dos cadenas de exportación adicionales a la de buses: la de maquinaria y equipo, que incluye transformadores eléctricos, cayó 1,6%, y la industria liviana, 3,4%. Por el contrario, otras tres cadenas crecieron y ayudaron a mitigar la caí-
da: el sector agropecuario, con café y aguacate Hass, aumentó 38,3%; la industria básica, 34,3%; y la cadena agroindustrial, que incluye el azúcar, 2,1%.
Los buenos precios internacionales del café y la sólida producción de las cosechas, tanto del año pasado como del primer semestre de 2025, han permitido que la caída en las exportaciones de Risaralda se mantenga en un solo dígito. Actualmente, el café es el segundo producto con mayor valor exportado, después de los transformadores eléctricos y seguido por el aguacate Hass.
En importaciones, Risaralda es el departamento que más compra en el Eje Cafe-
tero, con un crecimiento del 19,7%, en el primer semestre de 2025, frente al mismo período de 2024. Este aumento refleja la mayor dinámica comercial tanto del departamento como de la región.
De cara al cierre de 2025, se proyecta un leve crecimiento en las exportaciones, apalancado en los buenos precios del café y en la cosecha del segundo semestre, que es la más abundante en la región cafetera. En importaciones, se espera un crecimiento superior al 20%, explicado no solo por los ingresos del café, que fortalecen la capacidad de consumo de las familias cafeteras, sino también por el aumento de las remesas, que dinamizan la demanda interna.
Giovanni
Gómez Director de Asuntos
Económicos
Analdex
El comercio internacional ha entrado en una fase de reconfiguración acelerada, en la que los aranceles dejaron de ser un recurso excepcional, para convertirse en palanca central de política comercial, industrial y de seguridad nacional, con todos los lugares grises que esto implica.
El punto de quiebre se dio con Estados Unidos, y si bien hubo un hito que fue bautizado por Washington como el Liberation Day, desde
el primer mandato de Donald Trump se delinearon las estrategias que terminaron saboteando la OMC y apuntando con aranceles unilaterales, que fracturaron el multilateralismo.
Los aranceles recíprocos han marcado el inicio de un esquema negociaciones bilaterales masivas que, seguramente, mostrarán un derrotero para una nueva metodología de funcionamiento del comercio internacional en el resto del Siglo XXI.
El comercio seguirá; lo que cambia es el costo de pertenecer a determinadas redes. Colombia necesita pragmatismo para operar y estrategia para negociar su lugar en el nuevo orden.
Detrás se encuentra un diagnóstico político en Estados Unidos que retumba en decenas de países que han venido lanzando críticas: globalización que ha deslocalizado producción, pérdida de empleo manufacturero en países desarrollados, déficits comerciales que deben corregirse, cuando el comercio internacional no es de suma cero, y todo esto con un telón de fondo geopolítico que desarrolla batallas en diferentes ámbitos: comercial, tecnológico, militar y político, solo por mencionar algunos.
El reciente acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea, muestra algunos temas claves de manejo en la actualidad: uso táctico de aranceles, acuerdos bilaterales con compromisos en estándares laborales y ambientales, así como un mecanismo de cumplimiento rápido (reimposición de gravámenes, si hay incumplimiento). El resultado buscado es reindustrializar a EE. UU. y reordenar cadenas en torno a su mercado, con inversiones anunciadas por socios (UE, Corea del Sur, Vietnam, Indonesia) y rebajas selectivas de barreras para exportaciones estadounidenses.
Este giro erosiona aún más a la OMC. La diferenciación de aranceles por país y la negociación por fuera de disciplinas multilaterales, chocan con los principios de Nación Más Favorida y de Trato Nacional, agravando una crisis institucional ya visible desde la parálisis del Órgano de Apelación. La pregunta de fondo no es si el multilateralismo sirve, sino bajo qué condiciones puede sobrevivir en un entorno donde la seguridad económica y tecnológica es prioritaria.
Cronología y reglas del juego: qué cambió en 2025
La secuencia importa. Tras el anuncio del 10% base, la implementación de tasas específicas se suspendió por 90 días (hasta el 9 de julio) y luego se extendió al 1.º de agosto. El 31 de julio se oficializó un nuevo cuadro
de aranceles diferenciados; se añadieron desincentivos fuertes al transbordo (hasta 40% adicional). En paralelo, el canal del de minimis giró de válvula de eficiencia a cuello de botella para el comercio electrónico: la suspensión general desde el 29 de agosto, adelantándose a lo que venía anunciado para 2027, mandó un mensaje claro de Estados Unidos para el mundo: “ya no es solo China”.
Colombia y América Latina: entre el 10% base y la competencia asimétrica
Para Colombia, el dato duro es que no figura en el Anexo I y permanece con el 10% del esquema recíproco. No hay castigos extra, pero tampoco beneficios: quedamos por ahora en el grupo base, sin reconocimiento estratégico, mientras competidores como
México preservan ventajas relevantes, en diferentes sectores, pues se sigue reconociendo el acuerdo comercial de América del Norte, siendo un beneficio claro para sectores como el automotriz, autopartes, confecciones, agrícola, entre otros.
Brasil, por su parte, enfrentó un 50% combinado, reflejando que la geopolítica —no solo la balanza comercial— está definiendo aranceles y tratamientos. India enfrenta un arancel similar por temas comerciales y políticos, acentuando la creencia de que no hay certezas para desarrollar negocios de largo en el actual contexto.
Todo esto, sin entrar a conversar de las controversias que pueden presentarse en próximos meses frente al manejo de la industria marítima y las tarifas que enfrentarán buques de propiedad o bandera china, cuando lleguen a Estados Unidos.
En Colombia, los retos logísticos son conocidos, pero hoy son más costosos: escasez de vehículos, bloqueos, devolución de contenedores y congestión de patios. Puerto Antioquia avanza como apuesta transformadora para el Caribe. En lo regulatorio, el Decreto 659 sigue atado a condiciones técnicas no cumplidas —servicios informáticos, pruebas funcionales y resolución reglamentaria— mientras toma protagonismo el proyecto de régimen sancionatorio. Priorizar interoperabilidad, gradualidad y recursos humanos en la Dian, es condición para que el estatuto no nazca con rezagos operativos.
Las exportaciones, de manera general, han decrecido por un ataque frontal frente a las exportaciones del sector minero energético. En el ámbito no minero energético, las exportaciones han crecido y buena parte de este crecimiento se debe a una coyuntu-
ra internacional a la que ha respondido el café. Sin embargo, no se tiene un derrotero claro frente a un crecimiento sostenido de las exportaciones. Servicios parece ser un sector interesante, pero todavía se encuentra lejos de ser el jalonador que reemplace a las ventas externas de petróleo y carbón.
¿Qué hacer en este contexto? Es clave mantener una diplomacia económica: buscar estatus estratégico en la agenda geoeconómica de EE. UU. con propuestas creíbles en seguridad de la cadena, combate al narcotráfico, e inversión extranjera. Del mismo modo, se necesita una propuesta clara, de largo plazo, para diversificar mercados y productos.
El comercio seguirá; lo que cambia es el costo de pertenecer a determinadas redes. Colombia necesita pragmatismo para operar y estrategia para negociar su lugar en el nuevo orden.
Juan Diego Cano
Director Asuntos
Legales Analdex
El Congreso de la República tiene un compromiso ineludible con el comercio exterior. El reloj corre y, antes del 20 de junio de 2026, debe expedir un nuevo régimen sancionatorio y de decomiso en materia aduanera. Esta vez, sin embargo, el camino es uno solo y no admite desvíos. La Corte Constitucional, en dos fallos recientes, ha cerrado la puerta a las facultades extraordinarias y ha devuelto al legislador una potestad que nunca debió delegar.
Estamos ante la oportunidad de aprender de los errores del pasado para construir, sobre cimientos sólidos, una ley que logre el difícil equilibrio entre el control y la facilitación. Una norma que castigue con
severidad a quien cometa delitos como el contrabando o el fraude aduanero, pero que ofrezca garantías a quien, de buena fe, se equivoca.
La historia reciente del régimen sancionatorio es un caso de estudio sobre los límites del poder. Todo comenzó con la Sentencia C-441 de 2021. En ella, la Corte fue contundente: el poder sancionatorio del Estado, por afectar derechos fundamentales, tiene reserva de ley. Esto significa que su regulación no es un asunto de política comercial que pueda ser delegado al Ejecutivo, sino una competencia exclusiva del Congreso.
Para ello, le fijó un plazo que vencía en 2023. Sin
embargo, el Congreso no acató la tarea. En lugar de tramitar una ley, optó por una solución que parecía más expedita: en la reforma tributaria de 2022, le otorgó facultades extraordinarias al presidente para que expidiera el régimen. De allí nació el Decreto Ley 920 de 2023.
Lo que parecía una solución resultó ser un nuevo vicio de inconstitucionalidad. Si bien la Constitución permite las facultades extraordinarias, prohíbe expresamente que se usen para expedir “códigos”. Y lo que el Decreto 920 regulaba era, en esencia, un código: un cuerpo normativo completo, sistemático e integral.
Nuevamente, la Corte tuvo que intervenir. Con la Sentencia C-072 de 2025, declaró inexequible la norma que otorgó las facultades y, por consecuencia, el decreto que de ellas nació. Su argumento fue simple: el Congreso no puede delegar lo que la Constitución le prohíbe delegar. Hoy, el ciclo vuelve al inicio, pero con una nueva fecha límite: 20 de junio de 2026.
Por si no fuera poco, la autoridad aduanera, en el 2025, había trabajado en la implementación del de-
El momento es propicio para no cometer los errores del pasado; el sector privado es un socio del Estado y el principal interesado en combatir el contrabando.
creto 659 de 2024 y los servicios informáticos electrónicos necesarios, para la puesta en marcha de la declaración anticipada. Sin embargo, con la sentencia, el orden de prioridades parece que cambió. Según la agenda de la propia autoridad aduanera, el proyecto de ley debía construirse de la mano con el sector privado, generar mesas de trabajo y recibir observaciones para ajustar el texto. Sin embargo, la realidad fue muy diferente. El texto que debió conocerse en abril fue publicado para comentarios el 13 de junio.
Desde la publicación del proyecto de ley, se hicieron advertencias sobre la legalidad de varios puntos transversales. Todo parece indicar que la construcción público-privada no continuará, pues el texto será presentado a los ministe-
rios, para luego ser radicado directamente en el Congreso. Esta situación recuerda lo ocurrido en el pasado, donde un diálogo escaso impidió que se consideraran las observaciones de gremios y empresarios. Las fallas del texto, advertidas por el sector privado, son hoy lecciones cruciales para el debate legislativo que se avecina.
1. El falso “principio de máxima diligencia”
El proyecto introduce un supuesto “principio de máxima diligencia” que, en la práctica, consagra una responsabilidad objetiva. Al sancionar por “la sola inobservancia de la norma”, equiparaba el error involuntario con el fraude, vulnerando el principio de culpabilidad, que exige al Estado demostrar el dolo o la culpa, antes de castigar.
2.Multas exorbitantes
Las sanciones propuestas son manifiestamente desproporcionadas, llegando a ser hasta un 721% más altas que en Perú, para faltas equivalentes. Esta distorsión nace de un error de diseño: agrupar infracciones por el verbo de la conducta y no por la importancia del bien jurídico afectado, creando un régimen punitivo, sin sustento técnico.
3. La falta de tipicidad
Una norma sancionatoria debe ser clara. El proyecto, en cambio, está lleno de ambigüedades. Un ejemplo era la sanción por “no prestar el servicio de trazabilidad”, una conducta que no define quién es el sujeto obligado (¿el transportador?, ¿la agencia de aduanas?) ni en qué consiste la falta. Esta vaguedad deja un margen inaceptable de discrecionalidad a la autoridad, generando una profunda inseguridad jurídica.
La hoja de ruta para construir en conjunto
La buena noticia es que el Congreso no parte de cero. El sector privado, lejos de limitarse a la crítica, ha desarrollado una propuesta integral que ofrece una hoja de ruta técnica y
coherente. Su objetivo es transitar hacia un sistema justo, proporcional y equitativo.
La propuesta se fundamenta en una nueva arquitectura de principios, tomando como estándar de garantías el Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo (CPACA), el cual plantea una reclasificación de las infracciones, basada en la jerarquía de los bienes jurídicos tutelados, asegurando que la gravedad de la sanción sea un reflejo directo de la importancia del interés afectado. No puede tener la misma consecuencia una conducta que atenta contra la seguridad nacional, que un error formal sin incidencia fiscal.
Asimismo, busca sincerar la naturaleza del decomiso, reconociéndolo como lo que materialmente es:
la sanción más severa del régimen, y no una simple consecuencia de una medida cautelar. Este cambio es fundamental para evitar la doble punición (multa más decomiso por el mismo hecho), garantizando así el principio non bis in idem.
La solución no es una incógnita; está sobre la mesa. El llamado al Congreso es a abrir un diálogo técnico y aprovechar este valioso insumo, para construir una ley que fortalezca el control sobre el fraude, pero que, a su vez, ofrezca seguridad jurídica al comercio legítimo. El momento es propicio para no cometer los errores del pasado. El sector privado es un socio del Estado y el principal interesado en combatir el contrabando; es hora de dejar atrás las discusiones que separan y unirnos para construir un régimen más justo y competitivo para todos.
Jesús Saldarriaga
Director regional
Eje Cafetero Analdex
La “triada del desarrollo” se ha llamado a la articulación de los grandes sectores sociales como lo son el Estado, la educación (representada por las universidades públicas y privadas), y el sector productivo, cuyos representantes idóneos son los empresarios. En algunos espacios se ha hablado de integrar al concepto una cuarta hélice, llamada “sociedad”, para no dejar por fuera las organizaciones civiles, representadas en asociaciones, gremios, cooperativas o, en
general, organizaciones sin ánimo de lucro (ONGs), que hacen un aporte significativo al desarrollo del país, las regiones y los diferentes municipios.
Los comités Universidad-Empresa-Estado (CUEE) en Colombia, nacieron como una iniciativa para aumentar la colaboración entre estos tres sectores, con el objetivo de impulsar la investigación aplicada, la innovación y el desarrollo tecnológico. Estos comités surgieron como respuesta a la necesidad
de conectar el conocimiento generado en las universidades, con las necesidades del sector productivo y el apoyo del Estado, para generar proyectos de impacto regional y nacional.
Tradicionalmente, las universidades y empresas en Colombia operaban de manera aislada, con las universidades enfocadas en la enseñanza e investigación básica y las empresas, en la producción. La necesidad de vincular la academia con la industria y el gobierno, para promover la innovación y el desarrollo tecnológico, llevó a la creación de los CUEE.
Entre las muchas funciones de estos comités está fomentar la investigación orientada a resolver problemas concretos del sector productivo y a generar solu-
Las empresas de Colombia deben invertir más recursos en ciencia, tecnología e innovación, y qué mejor que hacerlo de la mano de las universidades y con el apoyo del Estado.
ciones innovadoras; facilitar la transferencia de tecnología y conocimientos, desde las universidades hacia las empresas; impulsar el desarrollo económico y social de las regiones, a través de la innovación y la colaboración entre los diferentes actores; e involucrar a estudiantes y docentes en proyectos de investigación aplicada, contribuyendo a la formación de profesionales con habilidades pertinentes para el mercado laboral.
La colaboración entre universidad, empresa y Estado, permite generar un mayor impacto en la sociedad, al combinar recursos, conocimientos y capacidades. La innovación y el desarrollo tecnológico, impulsados por los CUEE, contribuyen a la competitividad de las empresas y al desarrollo económico del país. Los proyectos desarrollados a través de los CUEE, pueden tener un mayor potencial de sostenibilidad, al estar alineados con las necesidades del mercado y contar con el apoyo del Gobierno.
Las diferentes iniciativas de CUEE en el país fueron creadas en los años 2000, pero pocas se desarrollaron como el CUEE de Medellín y Antioquia. Este particularmente tuvo el compromiso
de los empresarios, quienes se comprometieron con aportes y con el liderazgo desde empresas privadas como Bancolombia con su presidente, Nutresa con su gerente de Galletas Noel, entre otras empresas. Las principales universidades (públicas y privadas) articulan acciones con las empresas, concertando desafíos que profesores y estudiantes reciben desde el sector productivo para trabajar y avanzar.
En todo ese proceso de articulación de la universidad, empresa y Estado, se beneficia la economía en general, y en específico, las empresas. Estas deben competir hoy en un mundo con incertidumbre y avances tecnológicos cada vez más acelerados. Esto amenaza permanentemente a las empresas, así estén internacionalizadas o no, pues empresas que solo vendan sus bienes o servicios en el mercado nacional, pueden verse afectadas cuando una multinacional entra al país a competir por cuotas de mercado, con productos innovadores y más competitivos. Las empresas de Colombia deben invertir más recursos en ciencia, tecnología e innovación, y qué mejor que hacerlo de la mano de las universidades y con el apoyo del Estado.
María José Mora
Coordinadora
Sostenibilidad Analdex
La sostenibilidad se ha consolidado como el marco que define la competitividad internacional. Los acuerdos multilaterales, regulaciones ambientales y consumidores, son cada vez más exigentes, y están transformando la manera en que producimos, transportamos y comercializamos. Las principales economías, bloques comerciales y cadenas globales de valor, han establecido nuevos estándares de sostenibilidad, que reescriben las reglas del juego y condicionan el acceso a los mercados.
En este escenario, no adaptarse equivale a ceder competitividad frente a quienes ya avanzan en esta transición. Por el contrario, quienes lideren el
cambio hacia modelos más sostenibles no solo tendrán acceso preferencial a los mercados más exigentes, sino que consolidarán su relevancia en un entorno dinámico, competitivo y orientado a generar valor de largo plazo.
En este nuevo panorama internacional, la sostenibilidad es una ventaja estratégica. No solo permite cumplir con las exigencias regulatorias, sino también acceder a mercados más sofisticados, mejorar la trazabilidad, reducir riesgos, atraer inversión consciente y consolidar relaciones comerciales duraderas. Para Colombia, representa una oportunidad de posicionarse como proveedor confiable, responsable e innovador en las cadenas
globales de valor, y desde ANALDEX queremos liderar este proceso con visión de largo plazo.
Conscientes de este panorama, en Analdex hemos creado el área de Sostenibilidad, con el propósito de:
“Impulsar la sostenibilidad en el comercio exterior, mediante el fortalecimiento de conocimientos, buenas prácticas, articulación multisectorial e incidencia en políticapública.Conelfinde fortalecerlacompetitividad de las empresas afiliadas y contribuir al desarrollo sostenibledelpaís.”
Nos proyectamos como un aliado estratégico para las empresas en este proceso de transición, acompañándolas para que no solo
En este nuevo panorama internacional, la sostenibilidad es una ventaja estratégica.
cumplan con los estándares internacionales, sino que también se anticipen a ellos y lideren la transformación. Queremos que cada compañía implemente la sostenibilidad como un eje central de negocio que asegure permanencia, reputación y acceso a los mercados globales.
Finalmente, invitamos a todas nuestras empresas afiliadas a sumarse acti-
vamente al área de Sostenibilidad, un espacio diseñado para apoyarlas en sus retos, atender sus consultas y construir conjuntamente soluciones que fortalezcan su competitividad. Queremos ser un aliado estratégico, capaz de brindar soporte técnico, abrir oportunidades y acompañarlas en esta transición hacia un comercio exterior más sostenible y exitoso.
Durante la versión 37 del Congreso Nacional de Exportadores, en Bogotá, con más de 600 asistentes, se abordaron los principales retos y desafíos que tienen los exportadores a la hora de llegar a los mercados internacionales, como aranceles con Estados Unidos, diversificación, régimen aduanero, retos logísticos internos, perspectivas económicas nacionales, entre otras temáticas.
Entre enero y julio de 2025, las exportaciones sumaron US$28.821 millones, un aumento de 0,6%, frente al mismo lapso de 2024; solo en julio, hubo una caída de 4,1%, comparado al mismo mes del año pasado.
Cerca de 600 asistentes hicieron parte de la versión 37 del Congreso Nacional de Exportadores de Analdex, en el hotel Sheraton, en Bogotá, para plantear una posible hoja de ruta para el próximo Gobierno, en materia de exportaciones y comercio exterior en general, con énfasis en aranceles con Estados Unidos, diversificación, seguridad, régimen aduanero, retos logísticos internos, perspectivas económicas nacionales, entre otras temáticas.
De acuerdo con Javier Díaz Molina, presidente ejecutivo de Analdex, “las exportaciones colombianas no crecen por la política de transición energética de este Gobierno. Hay una dependencia alta de estos productos y el agro no ha podido suplir la caída en las ventas externas de esos bienes. No podemos tener un déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos y uno fiscal, porque tendríamos un déficit gemelo, que podría traer graves con-
secuencias como una crisis cambiaria en la economía”.
El dirigente gremial agregó que “con la ley de financiamiento propuesta por el Gobierno, los costos logísticos podrían pasar de 18% a 22%, encareciendo la tarea de los actores del comercio exterior. Así mismo, Brasil tiene grandes extensiones de tierra, pensadas en agroexportaciones, ¿por qué en Colombia no podemos algo similar? Porque no hay seguridad jurídica, al no poder juntar unidades agrícolas familiares. Así no vamos a poder atender demandas de alimentos como la de China. Por otro lado, tenemos uno de los costos de energía más altos de la región, lo cual resta competitividad a las empresas exportadoras del país”.
Por su parte, Ronald Bakalarz, presidente de la Junta Directiva de Analdex, señaló que “recientemente, fue publicado el índice de libertad económica - Index of Economic
Freedom- elaborado por The Heritage Foundation, junto con The Wall Street Journal, que mide qué tan libre es un país para realizar actividades económicas. Colombia se encuentra en el puesto 89 entre 184 economías analizadas. Es decir, nos cuesta hacer empresa en el país, ya que el Estado, a veces, es el mayor obstáculo a vencer, producto del excesivo control, de la excesiva regulación y de la poca facilitación que se le da a un empresario para desarrollar sus negocios”.
Bakalarz complementó que “en términos de hoy, tenemos unos “aranceles” o costos ocultos autoimpuestos que castigan la
iniciativa privada, el emprendimiento y, en general, la consolidación del modelo empresarial”.
Durante su intervención, Juan Carlos Pinzón, exembajador de Colombia ante EE. UU. y exministro de Defensa, indicó que “el sector exportador es muy pequeño en su participación en la economía nacional.
Actualmente las exportaciones pesan 16% del PIB de Colombia, mientras que representan 44% en Corea del Sur, 36% en México y 33% en Chile. Al término de 2030, deberíamos convertir a Colombia como un gran exportador, con un peso del 30% del PIB, que equivale a cerca de US$100.000 millones”
Según las más recientes cifras del Dane, entre enero y julio de 2025, las exportaciones sumaron US$28.821 millones, un aumento de 0,6%, frente al mismo lapso de 2024; solo en julio, hubo una caída de 4,1%, comparado al mismo mes del año pasado.
“Difícilmente llegaremos a los US$50.000 millones este año en exportaciones totales, cuando la meta debería ser pasar los US$60.000 millones; infortunadamente, no lo vamos a lograr. Esta barrera no la superamos desde 2012”, indicó Díaz Molina.
A pesar del arancel de 10% con Estados Unidos, las ventas hacia este destino,
entre enero y julio de este año, registraron US$8.811 millones, un aumento de 7,7% frente a ese periodo de 2024; en julio, se dio un incremento de 9% versus el mismo mes del año anterior.
Dentro de los destinos más compradores también aparecen, de mayor a menor monto, Panamá (US$2.017 millones, con una caída de 23,9%), y Países Bajos (US$1.251 millones, aumento de 83,8%); la lista la completan India, Brasil, Ecuador, China, México, Canadá, Perú y Venezuela.
Al mirar por productos, petróleo, café, oro, carbón, capullos frescos y bananos,
son los que más exportó Colombia, en los primeros siete meses del año. En tanto que Antioquia, Bogotá, Cundinamarca, Valle del Cauca, Bolívar, Atlántico, Cesar y Caldas, fueron los departamentos más exportadores.
Finalmente, por empresas, Ecopetrol, Drummond, Federación Nacional de Cafeteros, Carbones del Cerrejón, Refinería de Cartagena y Trafigura Petroleum Colombia, fueron las que más exportaron a julio de este año.
En total, siete empresas y dos periodistas fueron galardonados por Analdex y ProColombia, en el marco de la edición 37 del Congreso Nacional de Exportadores. Los jurados destacaron aspectos clave de los participantes como sostenibilidad, calidad, diversificación, cooperación e innovación, elementos relevantes para destacarse en el comercio exterior.
Desde 1989, la Asociación Nacional de Comercio Exterior, Analdex, entrega el Premio Nacional de Exportaciones, el máximo reconocimiento otorgado a las empresas colombianas exportadoras de bienes y servicios y de logística, con el firme convencimiento de los impactos positivos de las mismas en el desarrollo social y económico del país. En la categoría de gran empresa, en años anterio-
res han sido galardonadas compañías como Uniban, Enka de Colombia, Colcafé, Leonisa, Colombina, Aldor, Sempertex, Tecnoglass, entre otras.
Este año, en la categoría de gran empresa exportadora el primer lugar fue para Mavalle (Meta), que se destacó por su estrategia exportadora, diversificación, crecimiento sostenible, cuidado ambiental
Gran empresa exportadora: @Mavalle (Meta)
Mediana empresa exportadora: La Fábrica de la Felicidad @Juancamole (Risaralda)
Pequeña empresa exportadora: Lok Foods (Bogotá)
(productos biodegradables, paneles solares) e inclusión de género.
En mediana empresa exportadora, ganó La Fábrica de la Felicidad (Juancamole, Risaralda), por su portafolio de más de 40 referencias de productos derivados del aguacate, alta tecnología (HPP), inclusión de población vulnerable (discapacidad, LGTBI, migrantes, mujeres) y proyectos de investigación para transformar la pepa del aguacate en materiales alternativos.
Y en pequeña empresa exportadora, la ganadora fue Lok Foods (Bogotá), por su llegada al mercado chino (aunque con cifras iniciales), su estrategia de certificación, adaptación cultural del producto, cer-
tificaciones de calidad, innovación, inclusión de madres cabeza de familia, uso de materias primas locales, alianzas con pequeños
productores y desarrollo productivo en diversas regiones (Magdalena Medio, Putumayo, Huila, Meta, Tumaco).
Este premio es clave para alentar a que más empresas exportadoras le apuesten a una propuesta ganadora de producto o servicio, que conquiste los principales mercados a nivel internacional. Felicitamos a las empresas por el esfuerzo y el posicionamiento alcanzado en el exterior y a los periodistas por haber trabajado historias del sector con un ángulo distinto y original.
Javier Díaz, presidente de Analdex. Servicios: @Bombillo Amarillo (Medellín)
Cooperación
Exportadora: Policía Antinarcóticos
Del lado de servicios, Bombillo Amarillo de Medellín, fue la empresa galardonada, por su trabajo en animación con clientes en España, EE. UU., Canadá, Polonia, México, Chile, Jamaica, Países Bajos y Grecia, e incentivar a otras pequeñas empresas a internacionalizarse. En
escritos y digitales:
logística, Transborder (Bogotá) obtuvo el primer lugar, por ser pionera en el multimodalismo en Colombia, con desarrollo de software e implementación de tecnología e innovación.
En tanto que, en e-commerce, se destacó a Kahai (Villavicencio) por su rol pionero en
Medios audiovisuales:
la industrialización de la nuez endémica del Amazonas, su línea de cosmética con certificaciones en Alemania (beneficios antienvejecimiento), su desarrollo en agroalimentos (proteína alimenticia de alta calidad), apoyo a campesinos, cooperación internacional y cuidado de las abejas en sus plantaciones.
Medios
Laura Lucía Becerra
Revista Cambio
Juan David Galindo Noticias RCN
Así mismo, en Cooperación Exportadora, la Policía Antinarcóticos se llevó el primer lugar, por su colaboración y el respaldo a la institucionalidad en la cadena logística, al igual que su avance en la digitalización de procesos (ej. carta de responsabilidad), su participación 24/7 en la VUCE y su apoyo en inspecciones, lo que genera confianza en los empresarios.
En la parte de medios escritos y digitales, Laura Lucía Becerra, periodista de Cambio, fue la ganadora con la nota ‘Colombia, potencia mundial de fajas: el secreto detrás de un negocio que conquistó al mundo’, por su manejo de fuentes, buen uso de las cifras y un análisis profundo del sector de fajas.
Del lado de medios audiovisuales, la nota de Noticias RCN, realizada por Juan David Galindo, sobre el viaje del aguacate Hass hacia el Super Bowl en Estados Unidos, fue la ganadora, dado que el periodista estuvo acompañando la exportación de la fruta, pasando por cuatro lugares distintos: cultivo en Risaralda, embarque en Cartagena, llegada a Filadelfia y consumo en New Orleans. Esto evidenció la gran reportería y precisión de la nota.
Para la edición 2025 del Premio Nacional de Exportaciones se contó con la postulación de 157 empresas y 31 trabajos periodísticos.
Tatiana Robayo Coordinadora Asuntos Económicos
El comercio internacional atraviesa un momento de transformaciones profundas. Las tensiones geopolíticas, la reconfiguración de cadenas de suministro, las mayores exigencias en sostenibilidad y la digitalización acelerada de los procesos logísticos y aduaneros, plantean enormes desafíos para los países que buscan fortalecer su competitividad. En este escenario, la relación entre el sector público y el privado se convierte en un elemento indispensable: sin cooperación resulta casi imposible avanzar en la facilitación del comercio y responder con agilidad a las exigencias de los mercados internacionales.
En Colombia, cuando esta agenda público-privada se ha trabajado con visión de largo plazo, los resultados han sido evidentes. Así ocurrió con la Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE), que permitió simplificar trámites y mejorar la trazabilidad de las operaciones; liderados desde el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, facilitaron la interoperabilidad con entidades como la Dian, la SIC, la Anla y MinJusticia entre otras, reduciendo tiempos de respuesta. Estos avances demuestran que la articulación institucional es posible y genera impactos concretos en la competitividad del país.
Un ejemplo más reciente desde Analdex lo constituyen las Mesas Regionales de Facilitación y Seguridad en la Cadena Logística, en alianza con la Policía Antinarcóticos. Estos espacios han permitido identificar problemáticas operativas, directamente en los territorios, en puertos y aeropuertos, y construir propuestas conjuntas con los empresarios para optimizar los procesos de inspección y control. Se trata de un ejercicio que refleja cómo la coordinación público-privada, cuando se consolida en espacios de confianza, se traduce en soluciones prácticas para el comercio exterior.
No obstante, durante el actual periodo administrativo, esta relación ha enfrentado dificultades, derivadas de la alta rotación en ministerios y direcciones de entidades clave para el comercio exterior. La falta de continuidad en los equipos técnicos y de decisión ha obligado a reiniciar procesos de socialización y renegociar compromisos en repetidas ocasiones, retrasando la implementación de mejoras que ya habían sido consensuadas, lo que hoy
es percibido por los usuarios como un retroceso en materia de facilitación del comercio.
Este no es un fenómeno exclusivo de Colombia: en muchos países, la inestabilidad institucional frena los avances en comercio exterior. Sin embargo, en nuestro caso, el impacto resulta mayor porque coincide con un contexto global más exigente. La falta de continuidad administrativa reduce la capacidad de respuesta, en un momento en el que se requieren soluciones ágiles, para enfrentar cambios regulatorios e integrar a Colombia de manera más efectiva en las cadenas de valor internacionales.
Desde Analdex, consideramos que el fortalecimiento de la relación público-privada no es un tema accesorio, sino un pilar para la competitividad nacional. Las empresas necesitan instituciones con capacidad técnica, estabilidad y apertura al diálogo; mientras que las autoridades requieren de la experiencia práctica, los datos de mercado y la visión innovadora que puede aportar el sector privado. Ejemplos como la VUCE, la interoperabilidad entre entidades de control y las Mesas Re-
gionales con la Policía Antinarcóticos, demuestran que este camino, aunque complejo, es posible y necesario.
Con este objetivo, proponemos fortalecer y ampliar los espacios de trabajo conjunto con autoridades como la Dian, el Inivima, el ICA, el Ministerio de Comercio, la SIC y la Anla, bajo ejes estratégicos que incluyan: garantizar continuidad de proyectos, mediante hojas de ruta públicas que trasciendan ciclos políticos; establecer canales de comunicación ágiles y bidireccionales; promover la interoperabilidad tecnológica entre entidades, operadores y sector privado; y fomentar la formación técnica conjunta, que estandarice procesos y reduzca divergencias normativas.
La competitividad del comercio exterior colombiano no puede depender de esfuerzos individuales, sino de la sinergia entre todos los actores. En Analdex, estamos comprometidos con ser un puente entre las realidades empresariales y las políticas públicas, promoviendo soluciones que respondan a las necesidades del sector. El reto está en convertir las dificultades pasadas en aprendizajes y las oportunidades futuras en acciones concretas.
Bogotá fue epicentro de la logística de comercio exterior con la nueva edición de EXLOG 2025, la Exhibición y Cumbre, organizada por Analdex, que durante dos días reunió a más de 300 empresarios, académicos y autoridades, en el Centro de Convenciones Ágora. La cita dejó un amplio panorama sobre los retos y oportunidades del sector, en un contexto marcado por la transformación digital, la sostenibilidad y los cambios en el comercio global. A continuación, una relatoría de los paneles más destacados:
De izquierda a derecha: Giovanni Gómez, Luis Felipe Giraldo y Silvana González
E-COMMERCE: UN NUEVO MOTOR DE CRECIMIENTO QUE REQUIERE UNA SINCRONIZACIÓN PERFECTA
Giovanni Gómez
Director de Asuntos Económicos
Analdex
El panel “E-commerce como herramienta de eficiencia, mayor servicio al cliente y posicionamiento logístico”, puso al canal digital en el centro de una agenda marcada por geopolítica, fletes marítimos y aéreos, descarbonización y cadena de frío. Su mensaje de apertura resume algunos de sus puntos más importantes: el comercio electrónico no es vitrina, es estrategia. Exige altos estándares de servicio, tiempos comprimidos y una logística capaz de competir.
LA PROMESA Y EL TAMAÑO DEL RETO
Luis Felipe Giraldo, líder de expansión de Velocity Go —software para administrar WMS, OMS e integración de transporte— recordó que, en la mayoría de empresas colombianas, el e-commerce aún pesa entre 1% y 5% de las ventas, pero la tendencia global lo lleva a 15%–30%. Ese salto no se logra con procesos tradicionales: “hacer lo-
gística de comercio electrónico es caótico, si no se rediseña la operación”. En digital, entregar en cinco o siete días ya es inaceptable, salvo destinos remotos; el estándar es el mismo día o 24 horas.
Para lograrlo, la capilaridad es clave, por lo que pueden ser necesarias las dark stores y micro-fulfillment (100–400 m²) como aceleradores: con ocho puntos bien ubicados, por ejemplo, se cubre Bogotá para entregas rápidas. También reportó un dato crudo: cerca del 60% del e-commerce del país se concentra en la capital; si la planta está en Cali, hay que acercar inventario a Bogotá (y, según categoría, a Medellín). El otro pilar
es sincronizar inventarios físicos y digitales “al milímetro”, para no vender lo que no hay: un desabastecimiento en un marketplace destruye la reputación automáticamente.
LA MARCA QUE “HACE OLER” EL CAFÉ POR INSTAGRAM
Silvana González, fundadora de Café La Divisa — ganadora del Premio Nacional de Exportaciones 2024, en comercio electrónico— mostró el reverso de la moneda: cómo una pyme premium puede internacionalizarse desde Colombia. La Divisa creó “Reserva de la Familia”, un café de lujo de alta puntuación, y apalancó su entrada a Amazon con el programa
Bogotá Exporta Más y con la experiencia interna en e-commerce. Las ventajas han sido claras: alcance global y despachos courier, que dejan producto en EE. UU. en tres días, a costos competitivos.
La sostenibilidad y el relato son parte del modelo: reutilización de empaques junto a artesanos locales, contratación basada en talento y no en títulos, y comunicación digital “genuina” para suplir la falta de experiencia sensorial (“se huele por Instagram”). Operativamente, su tasa de devoluciones es mínima, gracias a un equipo pequeño y obsesivo del detalle. Además, su fundadora lanza una advertencia cultural: la urgencia no puede arrasar con las personas: “entreguemos rápido, pero con calidad humana”.
DEVOLUCIONES, PAGO CONTRA ENTREGA Y FLETES: EL TRIÁNGULO DELICADO
Giraldo puso números al “coco” del canal: el pago contra entrega (PCE) dispara devoluciones al 10%–14% y erosiona márgenes. En ese sentido, los expertos emitieron recomendaciones al respecto: desincentivar el PCE (beneficios al prepago o relegarlo en
la interfaz), y trazabilidad proactiva por WhatsApp/ Correo (“tu pedido llega hoy”), para asegurar que haya dinero o receptor en casa. Otro costo silencioso es el transporte: un flete de $10.000 en una compra de $50.000 tumba conversiones. Y para ello plantean una solución práctica: negociar con dos o tres transportadoras por ruta; los precios varían drásticamente para trayectos idénticos.
La trazabilidad también despresuriza al servicio al cliente. Enviar hitos (“recibimos tu orden”, “salió”, “llega hoy”) reduce el “¿dónde va mi pedido?”. Y, tras años operando dark stores en tres países, Giraldo dejó un consejo de supervivencia tecnológica: las integraciones con marketplaces cambian a menudo; alguien debe vigilar alertas y reconexiones (APIs) o el canal “se apaga” sin que nadie lo note.
BARRERAS REGULATORIAS Y EL VALOR DE LOS ALIADOS
Silvana González contó un tropiezo reciente: los cambios en Canadá que obligan a registro en la plataforma CARM, detuvieron un envío dos meses. La lección es simple y cara: alia-
dos informados (gremios, agentes, couriers) y chequeos previos, cuando se envía por courier o postal, porque la normativa cambia por país y con frecuencia. En el otro extremo, una alianza temprana con un courier global le permitió a La Divisa negociar tarifas, que hicieron viable su promesa de entrega internacional rápida.
SOSTENIBILIDAD
QUE TAMBIÉN AHORRA
La última milla puede ser más limpia y barata, si se diseñan rutas con software, se densifican entregas y se adopta flota ligera. Giraldo habló del “boom del motocarro”, cada vez
más eléctrico, como solución dominante en ciudades. Reducir kilómetros y acercar inventario también baja huella de carbono
CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS
El panel dejó varias certezas. Uno, el e-commerce seguirá creciendo y forzará a “crear otra compañía” dentro de la compañía: inventarios en tiempo real, bodegas cercanas y una última milla inteligente. Dos, la velocidad gana, pero debe equilibrarse con bienestar del equipo. Tres, el éxito no está en “estar en todo”, sino en elegir bien los marketplaces, invertir en contenidos/fotografía
EL COMERCIO ELECTRÓNICO
NO ES VITRINA, ES ESTRATEGIA.
EXIGE ALTOS ESTÁNDARES DE SERVICIO, TIEMPOS COMPRIMIDOS Y UNA LOGÍSTICA CAPAZ DE COMPETIR.
y blindar la operación con tecnología y trazabilidad. Cuatro, sin alianzas —logísticas, regulatorias y comerciales— la promesa digital se cae.
En otras palabras, todo lo discutido converge en el mismo punto: el e-commerce obliga a mover mercancías con sentido de valor. Quien lo entienda a tiempo no solo venderá más; construirá una logística competitiva y sostenible.
En el marco del Congreso de Logística, otro de los grandes retos de un panel fue condensar, en pocos minutos, la complejidad de la cadena de frío. Con ese objetivo, se abrió un panel que partió de una idea contundente: “enfriar no basta”. No se trata solo de temperatura o humedad; está en juego la salud pública, la reputación de las marcas y la confianza de millones de consumidores. Para abordarlo, se
tuvieron dos miradas complementarias: la de Judit Sánchez (Novo Nordisk), de la industria farmacéutica, y la de Carlos Suárez (Ocati), agroexportación de frutas exóticas.
Visibilidad en tiempo real y cultura “paciente primero”
Sánchez resumió el enfoque de Novo Nordisk —con presencia en 180 países— en dos prioridades inseparables: paciente y datos.
Todos los pallets viajan con sensores inteligentes que reportan en tiempo real y se integran con el ERP. Eso convirtió una operación históricamente reactiva, en una gestión proactiva, capaz de prevenir cambios de temperatura. El caso más ilustrativo: un incendio en Madrid inmovilizó carga durante cuatro días; la telemetría permitió activar un plan B (relevo de refrigerantes) y preservar la integridad del medicamento.
De izquierda a derecha: Judith Sánchez, Carlos Suárez y Juan Carlos Castro
La visibilidad se sostiene con disciplina operativa: entrenamientos semanales, un sistema integral de calidad, cuartos fríos en ciudades clave y vehículos refrigerados. Por sostenibilidad, la compañía reemplazó neveras de icopor, por contenedores reutilizables, con autonomías cercanas a 90 horas, reducción que, además, agiliza recepciones en farmacias y hospitales. En zonas complejas o durante la pandemia, la logística llegó a apoyarse en helicóptero; la consigna es garantizar continuidad en un país con constantes bloqueos y vías impredecibles.
Sánchez destacó además un cambio de paradigma en importaciones: desconsolidar en Cartagena y transbordar a camión re-
frigerado, nacionalizando incluso en domingo. Resultado: demoras de contenedor que pasaron de unos 15 días a 3 o 4 días, costos 50% menores y una huella de carbono reducida, al evitar viajes innecesarios del contenedor hasta Bogotá. La clave fue sentar en la misma mesa al área de calidad, al operador logístico, la naviera e incluso a la Dian, y, por supuesto, tratar la tecnología como inversión, no como gasto.
Telemetría, preenfriado y mapas de ruta realistas en frutas frescas
Del lado de la exportación frutícola, Suárez describió el salto de Ocati, al pasar de data loggers “ciegos”, a sensores en tiempo real que miden temperatura, humedad, luz (apertura de
puertas) y golpes. El reto no fue solo técnico: ¿qué hacer con alertas a las tres de la mañana? La respuesta fue armar protocolos 24/7, con un tercero que monitorea y ejecuta tablas de decisión: llamar al conductor, verificar el setpoint, ordenar muestreos de control de calidad o disponer recambios.
La telemetría se complementó con un rutograma detallado: tramos sin señal, rutas alternas preautorizadas, pernoctas seguras y tiempos por segmento. En lo técnico, Suárez insistió en lo obvio que se olvida: los reefers mantienen, pero no enfrían. Por eso, preacondicionar la fruta al setpoint (gulupa aproximadamente a 6 °C; o pitahaya a 10 °C) y usar empaques ventilados evita “puntos calientes” en el pallet. Frente a olas de calor en Europa, el empaque y las ventanas de exposición en plataforma se ajustan, para no comprometer la pulpa.
Un segundo frente fue la co-creación con puertos y Policía Antinarcóticos: capacitación a cuadrillas, visitas a planta y envío de packing lists técnicos, que reduzcan inspecciones físicas innecesarias y los daños por mala manipulación (pallets torcidos, colapsos
en los últimos niveles). En sostenibilidad y costo, Ocati recupera en destino los sensores para reutilizarlos, con ahorros de hasta 20%.
PLAN A/B/C Y MEJORA CONTINUA
Uno de los puntos de coincidencia es que la tecnología, sin procesos, no funciona. Se necesitan planes A/B/C y validaciones exigentes. En farmacéutica, certificar una cadena puede tardar hasta seis meses: pruebas de ruta, puntos de recambio de gel en ciudades intermedias, sensores dentro del vehículo para anticipar zonas más cálidas y documentación que acompañe cada embarque, con rangos y registros. En frutas, cada despacho es “un caso” y el valor está en analizar la data para cerrar el ciclo con mejoras por ruta y actor.
LECCIONES Y PERSPECTIVAS
El panel dejó algunos mensajes transversales:
1. Visibilidad con capacidad de respuesta. IoT sirve si hay acuerdos de nivel de servicio y decisiones a cualquier hora.
2. Preenfriar o pagar la factura. Aclimatar producto y asegurar flujo de aire en el empaque.
3. Alianzas radicales. Calidad, operadores, navieras, Dian, puertos y autoridades, sentados desde el diseño; sí se puede nacionalizar en domingo, si se estructura bien.
4. Tecnología como inversión cultural. Dejar atrás el “así siempre se ha hecho”, formar equipos y, cuando toque, compartir buenas prácticas con “competidores” en lo no competitivo.
La conclusión del moderador volvió al principio: en cadena de frío, “enfriar no basta”. La diferencia entre perder un lote o entregar a tiempo, está en la suma de datos en tiempo real, disciplina operativa y colaboración. Tecnología, procesos y personas son la mezcla clave para tener una operación exitosa. En sectores tan sensibles, la excelencia en logística no es un lujo: es la única manera de tener un producto de calidad.
Directora de Asuntos Logístico
Analdex
El Dorado es el principal aeropuerto de movimiento de carga y pasajeros en América Latina, además, el mejor conectado de la región. Este liderazgo es fundamental para la competitividad de los productos colombia-
nos en los mercados internacionales. En el marco del Congreso Internacional de Logística – EXLOG, se desarrolló un panel con la participación de Paula Bernal, de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo - IATA; Luis Andrés Gómez, de Opain, operador de El Dorado; y Carlos Robles, de la Federación Colombiana de Acuicultores - Fedeacua.
Vivimos un año marcado por tensiones geopolíticas y comerciales. Según IATA, con corte a junio de 2025, el crecimiento de la demanda global de carga aérea fue de 0,8% y la capacidad global aumentó en 1,7%. Se presentaron diferencias regionales: Asia-Pacífico lidera la expansión, Norteamérica y Oriente Medio, muestran desaceleración y Latinoamérica mantiene un avance positivo.
Aura Margarita Díaz
Fuente: Opaín S.A. – Aeropuerto El Dorado
Aerolíneas de carga
Aeronaves cargueras /día
Destinos internacionales + domésticos
En Colombia, se movilizaron más de 944.000 toneladas de carga el año anterior, un crecimiento de 8,6%. El Dorado concentra el 89% de la carga aérea del país, seguido por el aeropuerto de Rionegro en Antioquia; mientras que el aeropuerto de Cali (Palmira) tiene un alto potencial para conectar con Asia, gracias a su ubicación estratégica, y para fortalecer sectores como el farmacéutico y el de confecciones.
Desde la operación en tierra, Opain destacó que El Dorado dispone de 28 posiciones para aeronaves cargueras, 35 aeronaves cargueras por día y un flujo de más de 2.300 vehículos al día, la mayoría refrigerados. La ubicación geográfica privilegiada permite conectar, entre 4 a 6 horas, con las principales ciudades de las Américas.
La canasta exportadora incluye flores, frutas, hierbas aromáticas, farmacéuticos y productos pesqueros que, en entre 24 a 48 horas, aterrizan en Miami. Para 2025, se proyecta un cierre cercano a 825.000 toneladas, condicionado por el impacto de las decisiones regulatorias y arancelarias en Estados Unidos.
Fedeacua presentó el caso de éxito de la exportación de tilapia y trucha fresca. La tilapia colombiana abastece el 96% de las importaciones de este producto en Estados Unidos. Es un proceso a contrarreloj: desde el Huila hasta El Dorado, en solo
4 a 5 horas, con control de temperatura, bajo requisitos sanitarios y aduaneros.
Cada semana despegan unas 250 toneladas, muchas veces consolidadas con flores, un esquema que optimiza espacio y costos. Su competitividad se ha visto impactada por bloqueos viales, demoras en plataformas e inspecciones adicionales, evidenciando la fragilidad de la cadena. Además, los riesgos comerciales, derivados de los aranceles de Trump, plantean el reto de diversificar mercados con producto congelado, lo que implica avanzar en la formalización de peque-
ños y medianos productores para ampliar la base exportadora.
Opain presentó avances del Air Cargo Community System, una herramienta digital colaborativa para coordinar la entrega de carga, mediante ventanas de atención. El sistema busca reducir los tiempos
de permanencia de los camiones, que, en temporadas altas como San Valentín o el Día de la Madre, pueden llegar a 18 horas, y mejorar así la eficiencia de la operación.
Se plantearon tareas inaplazables como mejorar la conectividad terrestre, fortalecer el proyecto Bogotá
ciudad-aeropuerto y profesionalizar el transporte de carga, con estándares ambientales y de seguridad.
De cara al futuro, los desafíos incluyen la adaptación al crecimiento del comercio electrónico y el compromiso con la descarbonización, para alcanzar la meta de cero emisiones netas a 2050. Se requiere avanzar en varios frentes: la digitalización de los procesos, la priorización de obras de infraestructura y ampliaciones, que consideren los espacios de carga y los accesos terrestres, una articulación público-privada efectiva y la definición sobre cómo evolucionarán las concesiones aeroportuarias.
De izquierda a derecha: Luis Andrés Gómez, Carlos Robles, Aura Díaz y Paula Bernal
María Jose Mora, Coordinadora de Sostenibilidad
Analdex
El panel “Motores del cambio: descarbonización en el transporte de carga”, en Exlog 2025, reunió voces clave: Sebastián Talero, consultor de la Subdirección de Logística del DNP; María Lara, gerente de Asuntos Corporativos de LATAM Airlines Colombia; y Santiago
Giraldo, gerente general de EDINSA–Grupo Postobón, quienes coincidieron en un mensaje central: la transición hacia una logística baja en carbono, ya no es un debate aspiracional, sino un imperativo de competitividad y sostenibilidad empresarial.
La descarbonización redefine los fundamentos de los negocios internaciona-
les. Como explicó el DNP, el sector se moverá sobre tres pilares: regulación clara que marque la ruta, proyectos financieramente viables y clientes globales que exigen trazabilidad de la huella de carbono. La Unión Europea es apenas el inicio de un cambio estructural en los mercados. Anticiparse es asegurar contratos, atraer inversión y fortalecer reputación.
De izquierda a derecha: María Lara, Liliana Rivera, Santiago Giraldo y Sebastián Talero
Desde la visión empresarial, María Lara sostuvo que la sostenibilidad es un principio ético y estratégico: sin ella no es posible sostener ni mercados, ni sociedades prósperas. Esta convicción se refleja en decisiones operativas, financieras y de innovación dentro de LATAM.
Colombia ha avanzado con el Fondo de Modernización del Parque Automotor, que permitió renovar 26.000 vehículos e introducir nuevas tecnologías, junto con incentivos tributarios y la hoja de ruta de electromovilidad. Sin embargo, el reto inmediato está en im-
LA TRANSICIÓN HACIA
UNA LOGÍSTICA BAJA EN CARBONO YA NO ES UN DEBATE
ASPIRACIONAL, SINO UN IMPERATIVO DE COMPETITIVIDAD Y SOSTENIBILIDAD EMPRESARIAL.
pulsar la intermodalidad, con proyectos como la reactivación del corredor férreo Bogotá–La Dorada–Chiriguaná–Santa Marta, y en fortalecer la eficiencia operativa. Para las pymes, esto significa reducir kilómetros improductivos, flexibilizar horarios de cargue y descarga, y profesionalizar la conducción con mejores prácticas.
La transición exige más que tecnología: demanda innovación aplicada, gestión de datos y talento humano capaz de dirigir cadenas de suministro, bajo criterios de sostenibilidad y resiliencia.
Dos casos en Colombia muestran que la descarbonización ya es una realidad con resultados medibles, EDINSA fue pionera en poner en marcha el primer tractocamión eléctrico de 52 toneladas en el país, un hito que abrió el camino hacia la electromovilidad pesada.
Frente a los altos costos del hidrógeno verde (≈US$14/ kg), implementó una solución intermedia con hidrolizadores a bordo, que inyectan hidrógeno en motores diésel. Los resultados han sido tangibles: en un piloto de 25.000 km se ahorraron 210 galones de
ACPM (6% de eficiencia), y en una segunda versión, el rendimiento llegó al 7,9%. Hoy cuentan con 10 tractocamiones intervenidos y proyectan alcanzar 220 en 2025. Estos avances han sido posibles gracias a aliados como Renting Colombia y la Universidad de Antioquia, además de programas de telemetría y ecoconducción que ya certifican a más del 60% de sus 450 conductores.
LATAM Airlines también tiene su hoja de ruta está definida. El programa Fuel Efficiency ha reducido un 3% las emisiones, y la renovación de flota con aeronaves A320neo y B787,
aporta un 20% adicional, sumando un 23% en conjunto. El gran reto está en los combustibles sostenibles (SAF), cuyo costo duplica o triplica al convencional. Sin embargo, el país avanza con una hoja de ruta regulatoria, liderada por Aerocivil, alianzas con Ecopetrol y Fedepalma, y programas piloto con clientes de carga, para cofinanciar la transición. Para el 20–25% de emisiones residuales, LATAM recurre a mercados de carbono con proyectos de impacto territorial, como la conservación en la Orinoquía.
El camino hacia la transición se sustenta en alianzas só-
lidas que permitan habilitar infraestructura, reducir costos, incorporar nuevas tecnologías y escalar soluciones sostenibles. La ecuación empresarial se basa en comprender que ser verde es la condición para ser rentable.
También abre la puerta a mercados con estándares crecientes y clientes que reconocen la sostenibilidad como un factor decisivo. Con visión de largo plazo, cooperación y decisiones estratégicas, esta transición dejará de ser una obligación regulatoria, para convertirse en una ventaja competitiva real para el comercio exterior de Colombia.
Astharlam Molina
Consultor social media
La viralidad en redes sociales se ha convertido en una meta aspiracional para muchas marcas, pero, ¿realmente sabes por qué quieres ser viral? ¿Es eso lo que tu negocio necesita? Esta es una pregunta crucial que debemos hacernos, ya sea como Community Managers, directores de Comunicaciones o CEO’s de una compañía.
Definir el rumbo es lo más importante y, muchas veces, la forma en que manejamos las comunicaciones en redes sociales refleja directamente la cultura organizacional interna. El contenido que creamos y la manera en que nos presentamos ante el público, es un reflejo directo de quiénes somos como empresa.
Algunas empresas buscan ser virales a toda costa, mientras que otras apuestan por construir marcas con propósito. Aunque ser viral pueda ser atractivo, construir una marca con propósito es mucho más poderoso. Esto no significa que no se pueda ser viral, pero la viralidad sin propósito, carece de dirección; su único objetivo es hacerse notar, sin importar si realmente comunica lo que necesitas a tu público objetivo.
Si no tienes un propósito claro, la viralidad será solo un paseo fugaz en una dirección equivocada. En cambio, las marcas que apuestan por contenido con propósito, no buscan popularidad instantánea, sino autenticidad y relevancia. En lugar de hablarle a todo el mundo, se enfo-
LA VIRALIDAD NO ES EL OBJETIVO, ES EL EFECTO SECUNDARIO DE TENER UN PROPÓSITO BIEN DEFINIDO Y COMUNICADO.
can en su público objetivo. Saben que no se trata de ser viral, sino de ser significativos, de ofrecer un mensaje claro que represente lo que realmente son.
VIRALIDAD NO ES LO MISMO QUE ÉXITO
Entonces, ¿si ser viral no es la meta, cual es la meta?
Entender mi propósito. El punto de partida está en entender que, en el comercio, las utilidades y la rentabilidad económicas o de valor de marca, son el efecto de un ejercicio bien hecho. Mi producto debe aportar un valor significativo a mi público objetivo, mucho más que mis competidores, para que el mercado valore y reconozca en alcance justamente lo que ofrezco.
Mi preocupación no debe ser “darme a conocer” a toda costa, sino dar el mejor servicio posible, con el mayor valor agregado. Solo así, el mercado apreciará lo que ofrezco. El éxito se mide en conversión, retención, y valor de marca, no en número de likes. Mi propósito no debe ser solo ser viral, sino ayudar a mi público objetivo a crecer y proporcionarles un valor significativo, mucho más de lo que encuentran en la competencia.
EL MEJOR DE TODOS, PERO EN LA FILA EQUIVOCADA
Y si mi producto es el mejor, pero no está siendo valorado adecuadamente en el mercado, ¿qué hago? La tentación es pensar que el problema es la falta de
visibilidad: “Si tan solo me conocieran más personas, mis márgenes mejorarían”. La solución inmediata que aparece es “volverse viral”, hacerse visible en todos los canales. Pero esa respuesta es errónea, ya que no aborda el problema real.
El problema es perceptivo. En mercadeo, el mejor producto no siempre es el que tiene más características o más tecnología. Lo más importante es cómo el
producto satisface las necesidades reales del público objetivo. Si mi producto es demasiado especializado y mi público no lo es, existe una disonancia crítica entre lo que ofrezco y lo que el mercado realmente necesita. Si no alineo bien mi producto con las expectativas del consumidor, la percepción de valor será menor, aunque sea técnicamente superior.
SI NO TIENES PROPÓSITO, NI LA VIRALIDAD TE SALVA
Si no tienes un propósito claro, ni la viralidad te salvará. La viralidad no es el objetivo, es el efecto secundario de tener un propósito bien definido y comunicado.
El juego no se trata de ser viral, sino de crear una marca sólida con un propósito claro, que conecte de forma auténtica con los
consumidores. Si solo te preocupas por los números momentáneos y la popularidad instantánea, estás perdiendo de vista lo que importa: la sostenibilidad a largo plazo.
La respuesta no está en hacer ruido por hacer ruido, sino en cambiar la filosofía de la marca desde lo más profundo, creando un propósito que guíe cada acción, que sea relevante y permita que tu marca crezca de manera consistente; la viralidad será solo una consecuencia de esa autenticidad, pero sin propósito todo lo demás es solo un espejismo.
¿Y si no llega la viralidad? No importa. Al menos tendrás una marca que trasciende, que crea relaciones duraderas, que es sostenible y que es apreciada de verdad por el público que realmente importa. Eso es lo que necesita tu negocio.
Issa Sefair
Analista
Asuntos Legales
Analdex
PENSAR EN EL FUTURO DEL COMERCIO EXTERIOR IMPLICA TAMBIÉN PENSAR EN EL FUTURO DE LA EQUIDAD. NO SE TRATA ÚNICAMENTE
DE INCREMENTAR
LA PARTICIPACIÓN FEMENINA EN LAS
EXPORTACIONES, SINO DE TRANSFORMAR
LAS ESTRUCTURAS QUE HAN LIMITADO SU ACCESO Y PERMANENCIA EN LOS MERCADOS.
En un mundo cada vez más interconectado, hablar de comercio exterior no puede desligarse de la conversación sobre equidad de género. Las dinámicas globales nos muestran que el intercambio de bienes y servicios no solo moviliza economías, sino también oportunidades y transformaciones sociales. En este escenario, el papel de las mujeres aparece no
como una nota al pie, sino como un factor esencial de competitividad y desarrollo.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha destacado que potenciar el empoderamiento económico de las mujeres —incluso a través del comercio—, además de ser un asunto de justicia, es también una cuestión de eficiencia, pues, cuando
persisten barreras o sesgos que restringen su participación, se desaprovecha talento y se limitan oportunidades de crecimiento . Este planteamiento nos invita a pensar el comercio exterior no solo en términos de cifras y balances, sino como un espacio donde se define el rumbo de una sociedad más inclusiva y con mayores posibilidades de progreso compartido.
Los datos regionales emitidos por la OCDE revelan brechas significativas, que requieren atención sostenida. Por un lado, las mujeres en América Latina tienen hasta un 40% menos de probabilidades de ser contratadas para puestos relacionados con las exportaciones, una disparidad
que se mantiene estática a lo largo del tiempo .
Por otro lado, en términos de liderazgo empresarial, las cifras evidencian desafíos estructurales importantes, pues solo el 10% de las empresas dirigidas por mujeres exportan , lo que se suma a los obstáculos específicos que enfrentan las compañías con dirección femenina —como el limitado acceso a financiamiento, donde tienen un 50% más de probabilidades de que se les niegue la financiación para operar en comercio internacional—. Por si fuera poco, solo 14% de las firmas son de propiedad femenina, mientras que únicamente el 11% tienen a una mujer como gerente principal .
OECD (2025), Estudio sobre comercio y género en América Latina, pp. 12, OECD Publishing, Paris, https://doi. org/10.1787/db75af76-es.
Ibídem., pp. 8. Ibídem.
Basco, A. I., Barral Verna, Á., Monje Silva, A., Barafani, M., Sant Anna Torres, N., & Oueda Cruz, S. (2021). Una olimpíada desigual: la equidad de género en las empresas latinoamericanas y del Caribe, pp. 5, Benitez, A. V., & Merino, M. F. (Eds.). https://doi.org/10.18235/0003427
Foro Económico Mundial, «Informe Global sobre la Brecha de Género 2023» (20 de junio de 2023). https://www. weforum.org/publications/global-gender-gap-report-2023/in-full/gendergaps-in-the- workforce/, consultado el 22 de octubre de 2025
La informalidad laboral agrava considerablemente este panorama, dado que cuatro de cada cinco puestos de trabajo creados para mujeres, desde 2020, se encuentran en la economía informal , con las desventajas que esto implica en términos de ingresos y protección social. Sin embargo, la evidencia demuestra que las empresas integradas en el comercio internacional emplean más mujeres, pues en países en desarrollo, las mujeres representan el 33,2% de la fuerza laboral en empresas comerciantes, frente al 24,3% en empresas no exportadoras .
A pesar de estos desafíos, el comercio presenta oportunidades transformado-
ras, cuando se eliminan barreras estructurales, especialmente al considerar que las empresas con liderazgo femenino emplean siete puntos porcentuales más mujeres, que aquellas dirigidas por hombres y tienden a ser más igualitarias salarialmente .
Asimismo, la terciarización de la economía global y las tecnologías digitales crean espacios donde las mujeres pueden desarrollar su potencial, tal como lo demuestra el hecho de que, en plataformas de e-commerce, más de la mitad de las tiendas en línea son propiedad de mujeres . La evidencia es contundente: pensar en el futuro del comercio exterior im-
plica también pensar en el futuro de la equidad. No se trata únicamente de incrementar la participación femenina en las exportaciones, sino de transformar las estructuras que han limitado su acceso y permanencia en los mercados. Esto implica desarrollar marcos normativos que faciliten el acceso al financiamiento, implementar programas de capacitación específicos para el comercio internacional, y crear redes de apoyo que conecten a las empresarias con mercados globales.
Por lo tanto, incluir plenamente a las mujeres en este proceso no es un gesto de justicia aislado, sino una apuesta estratégica por un futuro en el que el talento y la innovación no tengan barreras. Avanzar en la incorporación plena de las mujeres en el comercio internacional supone también avanzar en un cambio de mentalidad, donde la equidad no sea vista como un beneficio adicional, sino como un componente esencial de la competitividad.
Banco Mundial y Organización Mundial del Comercio. 2020. Las mujeres y el comercio: el papel del comercio en la promoción de la igualdad de género. Washington D.C.: Banco Mundial. Doi: 10,1596/978-1-4648-1541-6. Licencia: Creative Commons de Reconocimiento CC BY 3.0 IGO.
Una olimpíada desigual, pp. 6. OMC, Las mujeres y el comercio, pp. 151
Tras 12 años de la entrada en vigencia del acuerdo, las compañías colombianas que llegaron a la Unión Europea pasaron de 1.606, en 2012 (año previo al TLC), a 3.819, es decir 2.213 compañías nuevas. Sin embargo, la balanza comercial es deficitaria para el país y las exportaciones cayeron 24% al comparar 2024 con 2023, según cifras de la Dian con análisis de Analdex.
Andrés Quintero Director de Comunicaciones Analdex
El 1 de agosto de 2013 entró en vigencia el TLC entre la Unión Europea y Colombia, y el balance es positivo en unos aspectos y negativo en otros.
En términos de diversificación de productos exportados, la Unión Europea se destaca como un mercado de gran potencial para Colombia. A pesar de que actualmente se ubica por debajo de acuerdos como los de CAN, EE. UU., Triángulo Norte y México, hubo un crecimiento de 38,3% en las subpartidas exportadas desde su implementación (de 732 en 2012 a 1.012 en 2024, es decir 280 nuevas).
Esta cifra representa una oportunidad significativa para expandir la oferta exportable colombiana hacia un bloque económico altamente demandante y con capacidad adquisitiva elevada.
Por otro lado, desde la perspectiva del tejido empresarial exportador, la Unión Europea registra un buen desempeño, al presentar un crecimiento del 137,8% en el número de empresas exportadoras desde la entrada en vigencia del acuerdo comercial (de 1.606 en 2012 a 3.819 en 2024, es decir 2.213 nuevas).
Este crecimiento es significativamente superior al registrado en otros acuerdos comerciales, indicando claramente que la Unión Europea constituye un aliado estratégico clave para atraer y consolidar nuevos exportadores colombianos. El aumento en la participación empresarial no solo fortalece la presencia de Colombia en el mercado europeo, sino que también favorece la creación de un ecosistema exportador más diversificado y competitivo a nivel internacional.
Javier Díaz Molina Presidente ejecutivo Analdex.
El dirigente gremial añadió que “en síntesis, aunque el TLC ha generado beneficios (especialmente en ciertos sectores como café, banano y productos minero- energéticos), el reto sigue siendo convertir este acuerdo en una palanca más potente para la transformación productiva, la diversificación sectorial y la consolidación de relaciones comerciales más balanceadas. Esto requiere avanzar en procesos de inteligencia de mercados, fortalecimiento institucional y mejora de la competitividad empresarial, de modo que el potencial del acuerdo se traduzca en
mayores oportunidades sostenibles para el aparato exportador colombiano”.
En 2024, la balanza comercial alcanzó un déficit de US$2.971,1 millones, de los niveles más altos en el periodo analizado. Las exportaciones cayeron a US$5.177 millones, frente a importaciones que superaron los US$8.148 millones. Esta dinámica negativa responde a factores tanto externos como internos: por un lado, la desaceleración de la demanda europea por productos tradicionales colombianos, y por otro, los retos estructurales del aparato exporta-
dor nacional, como la baja diversificación, la limitada presencia de bienes con valor agregado y las restricciones logísticas.
Si bien la UE sigue siendo uno de los principales socios comerciales del país (con una participación del 10,4 % en las exportaciones colombianas en 2024) el valor total exportado ha mostrado una caída del 24% frente a 2023.
Un dato relevante respecto a la canasta exportadora es que, para 2024, fue liderada por productos no minero energéticos (53,1%), un comportamiento muy
importante ya que, para 2023, este tipo de productos en la canasta exportadora hacia la Unión europea representaba el 33,3% del total exportado.
La estructura geográfica de las exportaciones colombianas a la Unión Europea en 2024 revela una alta concentración en pocos países. Los cinco principales destinos (Países Bajos, Italia, España, Bélgica y Alemania) concentraron el 84,1% del valor total exportado, lo que refleja una dependencia significativa de estos mercados.
Respecto a los productos colombianos más apetecidos por la UE en 2024 se ubica a la cabeza las hullas térmicas, con exportaciones por US$1.051,3 millones, lo que representa el 20,3% del total exportado al bloque. Sin embargo, este producto presentó una caída drástica del -63% frente a 2023, reflejando la política comercial colombiana, el impacto de la transición energética en Europa y la menor demanda por combustibles fósiles. A pesar de ello, sigue siendo el principal rubro exportado.
En segundo lugar, se destacaron los cafés sin tostar y sin descafeinar, con US$904,2 millones, mos-
trando un crecimiento del 28,3%, lo que sugiere una recuperación en la demanda del grano colombiano en Europa. Le sigue el banano tipo Cavendish Valery, cuyas exportaciones alcanzaron US$716,5 millones, con un crecimiento notable del 39,5%, consolidando su papel como uno de los productos insignia del agro colombiano en este mercado.
Igualmente, el año pasado, Colombia registró una reducción significativa, tanto en el valor como en el volumen, en las importaciones provenientes de la UE. El valor importado cayó un 14,5%, al pasar de US$9.927,2 millones en
2023 a US$8.484,1 millones en 2024. Esta disminución también se reflejó en términos físicos, con un retroceso del 22,1% en el peso importado, que pasó de 2,6 millones de toneladas netas a 2 millones.
Durante 2024, Alemania se consolidó nuevamente como el principal proveedor de mercancías desde la Unión Europea hacia Colombia, representando el 25,5% del total importado, con un valor de US$2.159,8 millones. Le siguieron Francia con una participación del 14,1% (US$1.194 millones) y España con el 13,2% (US $1.122,8 millones). Estos
tres países concentraron en conjunto el 52,8% del total de las importaciones provenientes del bloque europeo, lo que evidencia una alta dependencia comercial hacia estos socios.
En 2024, las importaciones desde la Unión Europea hacia Colombia continuaron concentrándose en productos de alto valor agregado, con predominancia del sector farmacéutico y de transporte. El principal producto importado fue el de medicamentos para uso humano, con un valor de US$589,7 millones, representando el 7% del total. Aunque esta cifra refleja una leve caída
denciando la alta dependencia del país en este tipo de insumos esenciales.
Los aviones y demás aeronaves (US$421 millones) y gasolina para vehículos automóviles (US$258,6 millones) ocuparon el segundo y tercer lugar, aunque ambos registraron caídas significativas en sus valores importados: -69,9% y -56,9%, respectivamente. Esta contracción en bienes de transporte podría estar relacionada con ajustes en compras de equipos de gran escala o reprogramación de inversiones en sectores como defensa, aviación comercial o transporte terrestre.
Por otro lado, el comportamiento de la Inversión Extranjera Directa (IED) proveniente de la Unión Europea (UE) hacia Colombia entre 2009 y 2024 ha sido marcado por una fuerte volatilidad. Aunque se observó un crecimiento sostenido en ciertos años puntuales (2012 al 2017), el nivel de inversión no ha seguido una tendencia creciente constante.
El dato más reciente muestra una IED de US$2.827,9 millones, evidenciando una caída significativa del 16,7% respecto al 2023, donde la IED de la UE se ubicó en US$3.395,1 millones. Esta disminución se da en un contexto donde, a pesar del Tratado de Libre Comercio, persisten retos estructurales en términos de confianza inversionista, estabilidad regulatoria y entorno institucional, además, valores tan bajos de la IED proveniente de la UE no se registraban desde 2013, donde la UE invirtió en Colombia un valor US$2.582,5 millones.
La IED proveniente de la Unión Europea ocupa la segunda posición en el 2024, solo superada por Estados Unidos y teniendo valores más altos de inversión que países como Panamá, Suiza e Inglaterra.
Santiago López
Director ejecutivo América
Latina y el Caribe
Internacional de Asociaciones de Bebidas (ICBA)
Claudia Paz Consultora técnica (ICBA)
El etiquetado de los alimentos y bebidas desempeña un papel fundamental en la seguridad y transparencia del mercado de productos de consumo. En la actualidad, la información clara y precisa en los envases de alimentos no solo es un derecho del consumidor, sino que también constituye una herramienta esencial para la toma de decisiones informadas. Etiquetados a nivel mundial
A nivel mundial no existe un modelo gráfico uniforme de etiquetado frontal nutricional, ni criterios estandarizados para definir sus parámetros, es decir, los rangos que determinan si el contenido de un nutriente es alto, medio o bajo .
Existen dos enfoques principales de etiquetado frontal: el informativo, que presenta datos numéricos sobre nutrientes, como lo es el ‘Facts Up Front’.
Y el interpretativo, que utiliza colores, advertencias o símbolos, para facilitar la comprensión. Ejemplo de este los modelos tipo semáforo, el nutri score o los modelos de advertencia.
En 2024, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) publicó sus directrices sobre etiquetado nutricional, en las que enfatizó que los modelos interpretativos son más efectivos cuando se basan en perfiles nutricionales científicos, validados y adaptados al contexto nacional. Además, señaló que estos modelos deben proporcionar información clara al consumidor, sin inducir miedo ni generar confusión.
Por su parte, el Codex Alimentarius , en lo referente al etiquetado frontal nu-
1.Estos criterios conforman lo que se conoce como perfil nutricional (MPN). El perfil nutricional es un conjunto de parámetros científicos que permite evaluar la composición nutricional de un alimento y clasificar su aporte según su impacto en una dieta saludable. En esencia, actúa como un filtro técnico que determina cuándo un producto debe incluir una advertencia o señal visual en su empaque. Por esta razón, más allá del diseño gráfico o el símbolo empleado, el perfil nutricional es el componente clave para que el etiquetado frontal cumpla su objetivo principal: orientar al consumidor de manera clara, veraz y útil en la toma de decisiones informadas.
tricional, señaló que la información ubicada en la parte frontal del envase debe presentarse de manera clara, comprensible y fácil de identificar para los consumidores en el país o región donde se implemente. Además, debe permitir la comparación entre alimentos similares con el fin de facilitar decisiones de compra informadas. Es de resaltar que este etiquetado debe fomentar la innovación por parte de los fabricantes, promoviendo el desarrollo de opciones
que se adapten a distintas necesidades dietéticas.
Sin duda, la adopción de estos estándares no solo impulsa la confianza del consumidor, sino que también facilita el acceso a mercados internacionales.
La realidad es que, a nivel mundial, existen distintos tipos gráficos de etiquetado frontal nutricional y de parámetros o rangos para su aplicación conocidos técnicamente como MPN.
Nuestro continente no es la excepción. Tenemos distintos modelos gráficos y de perfil nutricional, uno de los cuales comenzó en 2013 con la adopción del semáforo de Ecuador.
En este camino, Chile fue en 2016 el primer país a nivel mundial en utilizar sellos octogonales negros para alertar sobre el alto contenido de azúcares, sodio, grasas saturadas y calorías en los productos procesados. Este modelo fue posteriormente adoptado por México, Argentina, Uruguay, Venezuela y Colombia.
Canadá, por su parte, propuso un modelo gráfico de etiquetado frontal, basado en el uso de una lupa, el cual sirvió como referencia para el modelo adoptado por Brasil. Este último también utiliza un sistema gráfico con íconos en forma de lupa, para advertir cuando un producto es “alto en” azúcares añadidos, grasas saturadas o sodio.
En Estados Unidos, bajo la administración Biden, se puso a consulta pública en 2023 un modelo de etiquetado frontal basado en un ‘cuadro de información nutricional’, resultado de un estudio realizado ese mismo año. Este modelo ofrece datos sobre el contenido de grasas saturadas, sodio y azúcares añadidos, clasificando los niveles de estos nutrientes como bajos, medios o altos.
En Bolivia, se ha propuesto un modelo de etiquetado tipo semáforo, similar al adoptado en Ecuador; destacando que, a la fecha, aún no ha sido reglamentado.
En la Comunidad del Caribe – CARICOM-, ha sido rechazado en dos ocasiones el modelo chileno, bajo consideraciones ligadas a afectación a su dinámica comercial y a la necesidad de armonizar con su principal socio comercial, entiéndase Estados Unidos.
En cuanto a Centroamérica, los países miembros debaten el tema en el marco del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), aunque hasta ahora no se ha alcanzado una posición unificada.
Si bien, algunos países han optado por utilizar símbolos gráficos similares —como los octógonos negros o advertencias en forma de se-
llo— es un error asumir que existe una armonización real en la región. La verdadera diferencia radica en el corazón técnico y científico de estos sistemas: los perfiles nutricionales.
En América Latina, la diversidad de perfiles nutricionales adoptados es significativa. Mientras que algunos países han desarrollado modelos basados en recomendaciones locales o guías alimentarias nacionales, otros han adoptado perfiles inspirados en agencias internacionales como la Organización Panamericana de la Salud.
Esta variabilidad impacta directamente en la cantidad y tipo de productos que son etiquetados, así como en la interpretación que el consumidor hace de la información. Por ejemplo, dos productos con composiciones similares pueden recibir advertencias distintas según el país en que se comercialicen, debido a las diferencias en los umbrales establecidos por cada perfil nutricional, lo que genera un desafío para la integración regional y el comercio intra-Latinoamericano.
Basta ver el mapa para entender que la postura de América latina es distinta a la postura global y que el
enfoque sobre el procesamiento de alimentos y sobre la industria alimentaria es el trasfondo de esta aproximación. América Latina y el Caribe se han caracterizado por ser la región que, a nivel mundial, registra la mayor oferta regulatoria en temas ligados con la industria de alimentos y de bebidas.
De acuerdo con un informe realizado por 18 gremios industriales de América latina y el Caribe, en el 2024 se registró un incremento del 27% en iniciativas regulatorias, precedido por un aumento del 21% el año anterior. América Latina ha sido pionera en revivir, tras varios intentos fallidos a nivel global, los impuestos a alimentos y bebidas como herramienta de salud pública. Además, fue en esta región donde surgió el controvertido concepto de “alimento ultraprocesado”, que ha marcado buena parte del debate normativo y académico sobre políticas alimentarias.
Armonización normativa: un debate necesario
En los últimos años, el etiquetado frontal se ha consolidado como una herramienta clave para orientar al consumidor en decisiones de compra informadas
y fomentar hábitos alimentarios más saludables. Sin embargo, la ausencia de armonización entre países de la región plantea desafíos, tanto para los consumidores como para el comercio. Las diferencias regulatorias elevan los costos de producción y dificultan la circulación de productos entre mercados.
Un sistema armonizado no solo facilitaría el comercio intrarregional, sino que también garantizaría un acceso equitativo a la información nutricional. No obstante, esta armonización no debe limitarse al aspecto gráfico del símbolo, sino que debe fundamentarse en criterios técnicos comunes, sólidos y científicamente validados. Solo así se podrá asegurar la efectividad del etiquetado y su credibilidad ante la población.
Santiago Granobles
Analista dirección
Comunicaciones
Analdex
El pasado 11 de agosto se cumplieron cinco años de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio entre Colombia e Israel. El acuerdo, concebido como una oportunidad para diversificar mercados y fortalecer el intercambio bilateral, ha tenido un desarrollo marcado más por la incertidumbre que por los avances. Aunque desde antes de su firma el comercio entre ambos países mostraba un superávit sostenido para Colombia, los resultados de este primer lustro reflejan un bajo aprovechamiento frente a lo previsto.
La relación comercial ha girado -casi por completo- en torno al carbón. Este mineral representó más del 80% del valor exportado en 2024, con ventas por 225 millones de dólares, pese a una reducción cercana al 50% respecto al año anterior. El resto de productos colombianos apenas lograron un papel secundario; café, esmeraldas, flores y otros bienes de nicho, como partes de aeronaves o equipos de radiodifusión. sumaron cifras modestas que poco alteran la dependencia del carbón.
La situación se torna aún más delicada con el decreto del Gobierno colombiano que prohibe las exportaciones de este recurso hacia Israel. Con esto, el intercambio bilateral va a reducirse a niveles mínimos, dejando en evidencia la falta de diversificación exportadora y el riesgo de sostener una relación comercial basada en un solo producto.
A este panorama se suma un retroceso en el número de empresas que participan en el comercio con Israel. En 2020 (antes del inicio del Tratado) eran 136 compañías, mientras que en 2024 solo quedaban 88, lo que implica una caída del 35%. También se redujo el portafolio de bienes enviados, que pasó de 63 a 47 subpartidas en el mismo periodo de tiempo.
El contraste con otros acuerdos comerciales es notorio. Mientras en mercados como México, Chile o el Mercosur ampliaron de forma considerable su canasta exportadora y lograron sumar nuevos actores empresariales, el vínculo con Israel se ha ido estrechando y perdiendo dinamismo. Incluso socios tradicionales como Estados Unidos y la Unión Europea, que han registrado caídas
en exportaciones, mantienen volúmenes muy superiores y continúan siendo pilares del comercio colombiano.
Del lado de las importaciones, el comportamiento ha sido diferente. En 2024, Colombia compró a Israel 102 millones de dólares en bienes, un incremento del 7% frente al año previo. Se trata de un comercio caracterizado por bienes de alto valor tecnológico y especializado: aeronaves, conductores eléctricos, insumos médicos, fertilizantes y herbicidas, encabezan la lista de productos demandados. El aumento del peso importado confirma la importancia de Israel como proveedor de nichos estratégicos, en particular de sectores como innovación, salud y agricultura.
En materia de inversión extranjera directa, los resultados también han sido limitados. El flujo de capital israelí hacia Colombia se mantiene en niveles bajos y volátiles, con episodios como el de 2022, cuando se registró un valor negativo, y con un cierre en 2024 de apenas 1,2 millones de dólares. Estas cifras muestran que, pese al marco favorable del tratado, aún no se ha consolidado un interés sostenido de Israel por invertir en el país.
El balance de estos cinco años deja claro que el TLC con Israel no ha logrado los objetivos planteados. Lejos de impulsar una diversificación de mercados y productos, el comercio bilateral se ha concentrado en un solo bien, mientras el número de empresas y la variedad de exportaciones se reducen.
Frente al dinamismo mostrado en otros tratados, la relación con Israel parece estancada y sujeta a los vaivenes del contexto geopolítico. El desafío para Colombia será diseñar estrategias que permitan ampliar la oferta, atraer inversión y recuperar el dinamismo, antes de que este acuerdo quede relegado a un capítulo marginal dentro de la política de internacionalización del país.
Informe estadístico: comercio exterior y PIB, enero-julio 2025
1. Exportaciones colombianas
1.1. Exportaciones enero – junio 2025
En el primer semestre del 2025, las ventas externas sumaron USD FOB $24.391,5 millones, presentando una variación de 1,6% frente al mismo periodo de 2024 (USD FOB $24.018,0 millones). Por el contrario, el volumen exportado alcanzó 43,6 millones de toneladas, registrando un decrecimiento de 17,0%.
La mayor participación es del rubro de combustibles y productos de industrias extractivas
(39,1%), agropecuarios, alimentos y bebidas (31,3%), seguido por manufacturas (21,3%) y otros sectores (8,3%).
El incremento del valor de las exportaciones colombianas en lo corrido del año se explica por el aumento de las ventas de productos como Café, té, cacao, especias y sus preparados (78,2%), oro no monetario (18,3%) y aceites y grasas fijos de origen vegetal (71,9%).
I. Agropecuario, alimentos y bebidas
En el corrido de 2025, las exportaciones agropecuarias, alimentos y bebidas se ubicaron en USD FOB $7.627,7 millones, presentando un crecimiento de 36,5% frente al mismo periodo de 2024, cuando se alcanzaron ventas por un valor de USD FOB $5.588,6 millones.
Entre los principales productos que contribuyeron a este crecimiento se encuentran: café, té, cacao, especias y sus preparados (78,2%), Aceites y grasas fijos de origen vegetal (71,9%) y Productos animales y vegetales en bruto, n.e.p. (8,9%). Por su parte, decreció el valor de las ventas de Aceites y grasas de origen animal (-56,3%), corcho y madera (-29,2%) y aceites y grasas de origen animal o vegetal, elaborados (-10,8%).
II. Combustibles
En el mismo periodo, las exportaciones del grupo de combustibles y productos de industrias extractivas alcanzaron ventas por valor de USD FOB $9.544,9 millones con un decrecimiento de 18,6%.
Esta caída estuvo principalmente explicada por el decrecimiento de las exportaciones de hullas, coque y briquetas (-33,0%) y petróleo, productos derivados del petróleo y productos conexos (-15,0%).
III. Manufacturas
En el primer semestre de 2025, las ventas externas de manufacturas alcanzaron la cifra de USD FOB $5.202,1 millones, presentando un crecimiento de 4,1% frente al mismo periodo de 2024.
La variación del grupo se explicó principalmente por el aumento en las ventas externas de materias y productos químicos (16,1%), aceites esenciales y resinoides y productos de
perfumería (11,0%), manufacturas de metales (10,1%) y Maquinaria, aparatos y artefactos eléctricos, n.e.p., y sus partes (21,2%), y por su parte, cayeron exportaciones en vehículos de carretera (-32,2%) y hierro y acero (-9,7%).
IV. Otros sectores
Finalmente, el grupo de otros sectores registró exportaciones por un valor de USD FOB $2.016,6 millones en el agregado del primer semestre del año, presentando un crecimiento de 18,5%, explicado principalmente por las ventas de oro no monetario, cuya variación fue de 18,3%.
1.2 Exportaciones no minero y minero-energéticas (NME y ME)
La canasta de exportación no minero-energética año corrido presentó un incremento de 21,6% contra el mismo periodo de 2024, con un total exportado de USD FOB $12.859,4 millones. Por su parte, las exportaciones minero-energéticas decrecieron 14,2%, dinámica que se explica en principal medida por la caída de las exportaciones de las Hullas térmicas (35,7%), aceites crudos de petróleo (-16,8%) y ferroníquel (-9,4%).
Entre los principales productos no minero-energéticos exportados en este periodo se encuentran los relacionados con los demás cafés sin tostar, sin descafeinar (USD FOB $2.683,1 millones), seguido por las demás flores y capullos frescos, cortados para ramos o adornos (USD FOB $712,6 millones) y Bananas o plátanos tipo “cavendish valery” frescos con USD FOB $618,6 millones.
Por otro lado, para el grupo minero-energético (ME) el valor de sus exportaciones se ubicó en USD FOB $11.532,1 millones. Los productos con mayores ventas externas fueron aceites crudos de petróleo con USD FOB $5.183,8 millones, oro con USD FOB $1.990,7 millones y hullas térmicas con ventas por USD FOB $1.803,9 millones.
1.3 Principales destinos de las exportaciones
En lo corrido del primer semestre del año 2025, el principal destino de las ventas externas colombianas continuó siendo Estados Unidos con un crecimiento del 7,5%, al pasar de USD FOB $6.887,9 millones en 2024 a USD
FOB $7.405,8 millones en 2025. Este destino representa el 30,4% de las ventas externas del país. Siendo los principales productos vendidos a este país aceite crudo de petróleo, los demás cafés sin tostar y las demás flores y capullos, representando alrededor del 49,5% de exportaciones a este destino.
En segundo lugar, se ubica la Unión Europea, destino que alcanzó ventas por un valor de USD FOB $3.179,1 millones, presentando una participación de 13,0% y presentando un aumento de 39,3% esto debido a las mayores exportaciones hacia Países bajos, Alemania y Bélgica. Panamá, en tercer lugar, pasó de una cifra de USD FOB $2.251,6 millones a USD FOB $1.770,5 millones, presentando un decrecimiento de 21,4% con una participación de 7,3%. Los principales productos exportados hacia este destino fueron combustibles con una participación de 88,6%.
De esta manera, Estados Unidos (30,4%), la Unión Europea (13,0%) y Panamá (7,3%), representan el 50,7% del total de exportaciones colombianas. Además de lo anterior, las exportaciones a Venezuela presentaron un crecimiento de 18,9% al pasar de USD FOB $427,6 millones en 2024 a USD FOB $508,5 millones en el mismo periodo del 2025.
1.4 Composición de los principales destinos de las exportaciones
Observando el comportamiento en la participación de los destinos de las exportaciones colombianas en lo corrido del año 2025, se evidencia un cambio en la diversificación de algunos mercados exportables, disminuyendo significativamente la participación en puntos porcentuales de los destinos como China (-2,2 p.p.), Panamá (-2,1 p.p.) y México y Chile (-1,8 p.p.). Por su parte, aumentó la participación de la Unión Europea (+3,5 p.p.) y Estados Unidos (+1,7 p.p.).
2.1. Importaciones Enero – junio 2024
En lo acumulado de enero – junio de 2025, las compras externas sumaron USD CIF $33.514,9 millones, presentando un incremento de 9,6% frente al mismo periodo de 2024 (USD CIF $30.572,0 millones). El volumen importado alcanzó 22,2 millones de toneladas, registrando un crecimiento de 9,8%.
El aumento del valor de las importaciones colombianas en lo corrido del año fue explicado principalmente por el crecimiento en las compras de vehículos, partes y accesorios (32,8%), Aparatos y material eléctrico, de grabación o imagen (20,9%) y combustibles, aceites minerales y sus productos (6,8%), que en conjunto contribuyeron con 4,8 puntos porcentuales positivos a la variación total.
2.1 .1 Grupos de importación
I. Agropecuario, alimentos y bebidas
En lo corrido del año, las compras al exterior del grupo agropecuario, alimentos y bebidas alcanzaron la cifra de USD CIF $4.957,2 millones, presentando una variación positiva de 7,8%.
El producto con mayor contribución al alza fue Aceites, grasas y ceras de origen animal y vegetal (41,2%) y Productos alimenticios y animales vivos (3,2%); por otra parte, se registraron detrimentos en Azúcares, preparados de azúcar y miel (-43,6%) y Pienso para animales (excepto cereales sin moler) (-7,8%).
II. Combustibles e industrias extractivas
Entre enero y junio, este grupo registró compras al exterior por USD CIF $3.713,2 millones, presentando un crecimiento de 9,0%, explicado principalmente por el aumento de las compras de petróleo, productos derivados del petróleo y productos conexos (5,1%), metales no ferrosos (22,0%) y Demás combustibles y productos de la industria extractiva (16,6%).
III. Manufacturas
Las importaciones de manufacturas en lo que va de 2025 alcanzaron el valor de USD CIF $24.814,7 millones, con un crecimiento de
10,3%. La variación positiva del grupo se explicó principalmente por el aumento del valor de las compras al exterior de Vehículos de carretera (incluso aerodeslizadores) (35,4%), Maquinaria, aparatos y artefactos eléctricos y sus partes (32,0%) y Aparatos y equipo para telecomunicaciones y para grabación y reproducción de sonido (13,4%).
2.2. Importaciones por uso o destino económico (CUODE)
Analizando las importaciones por uso o destino económico, en el acumulado de enero - junio de 2025, las compras de materias primas y productos intermedios alcanzaron la cifra de USD CIF $16.420,6 millones, reportando un aumento de 10,0% respecto al mismo periodo del año 2024. De este grupo los productos que contribuyeron en la mayor variación positiva fueron la compra de productos químicos y farmacéuticos (11,4%), productos agropecuarios no alimenticios (18,8%) y productos mineros (8,7%).
Por su parte, el grupo de bienes de capital y material de construcción alcanzó la cifra de USD CIF $8.552,3 millones con un crecimiento de 3,1%. Este crecimiento se debe principalmente al incremento en importaciones de Otro equipo fijo (15,5%) y Máquinas y aparatos de oficina (9,3%).
Por último, los bienes de consumo reportaron importaciones por un valor de USD CIF $8.536,0 millones, con un crecimiento de 16,2%.
El aumento de este grupo se registró particularmente por el aumento de las compras de bienes de consumo duradero (27,8%) jalonado en su mayoría por vehículos de transporte particular (40,7%). Por otro lado, los bienes de consumo no duradero registraron un crecimiento de 8,3% que se explica principalmente por el incremento en importaciones de productos alimenticios (8,7%) y Otros bienes de consumo no duradero (15,0%).
2.3 Principales aduanas de ingreso
En lo corrido del año, Buenaventura fue la principal aduana de ingreso de las importaciones, al representar el 29,0% del total. Se evidenció un crecimiento de las compras al exterior por esta aduana de 21,7%, al pasar de USD CIF $7.990,2 millones a USD CIF $9.726,6 millones.
En segundo lugar, se ubicó Cartagena con una participación de 27,2%. Las importaciones de
esta aduana crecieron en un 10,5%, al pasar de USD CIF $8.250,6 millones a USD CIF $9.113,1 millones.
En tercer lugar, se encuentra Bogotá con una participación de 21,6%. Se evidenció un pequeño crecimiento de las importaciones por esta aduana de 0,5%, al pasar de USD CIF $7.207,3 millones a USD CIF $7.242,7 millones en el mismo periodo de tiempo.
2.4 Importaciones según departamento de destino
Entre enero y junio del año 2025, la región desde la que se reportaron mayores compras externas fue Bogotá, al representar un 49,9% del total nacional, con una variación positiva de 9,2%, pasando de USD CIF $15.298,5 millones a USD CIF $16.710,0 millones.
En segundo lugar, se encuentra Antioquia con una participación de 13,4%. En el periodo de re-
ferencia se realizaron importaciones por un valor de USD CIF $4.490,9 millones, presentando una variación positiva de 10,6%.
Valle del Cauca se posicionó en tercer lugar con una participación de 8,8%. Durante el acumulado enero – junio, este departamento realizó importaciones por un valor de USD CIF $2.939,6 millones, presentando un crecimiento de 10,2% en comparación con el mismo periodo del año 2024 en el cual se realizaron compras al exterior por un valor de USD CIF $2.666,5 millones.
2.5 Origen de las importaciones
Al analizar los países de origen de los productos importados, para el acumulado del año, China sigue manteniendo el primer lugar con una participación de 26,2% confirmando superar a Estados Unidos en este año. Para este mismo periodo se registraron compras a este país por un valor de USD CIF $8.787,4 millones y una variación positiva de 25,4% respecto al periodo de referencia en el año 2024.
En segundo lugar, se ubica Estados Unidos, origen desde el cual se registró un ascenso en las compras al exterior con una variación positiva de 3,1% y un valor de USD CIF $8.252,2 millones, logrando una participación de 24,6% en las importaciones colombianas.
En tercer lugar, se ubica México con una participación del 4,9%, con un valor de USD CIF $1.629,3 millones y un crecimiento de 2,2% respecto al acumulado enero – junio del año 2024.
Además, las compras externas a Venezuela presentaron un decrecimiento de 21,3%, frente al 2024, ubicándose en USD CIF $55,3 millones.
Observando el comportamiento en la participación de origen de las importaciones, se evidencia principalmente un crecimiento de 3,3 puntos porcentuales en la participación de las importaciones desde China, mientras que para Estados Unidos se registra una disminución de 1,6 puntos porcentuales. Por otra parte, se evidenció un decremento de 0,9 puntos porcentuales de la Unión Europea y de 0,3 puntos porcentuales de la Mercosur.
3. Balanza Comercial
Finalmente, en lo corrido del año, el saldo comercial de mercancías es deficitario, alcanzando para este periodo la cifra de USD FOB
$7.258,9 millones, mientras que para el mismo periodo del año 2024 fue de USD FOB $4.959,0 millones. Por tanto, se evidencia un aumento importante del déficit comercial de Colombia en un 46,4%.
Los países que generaron un mayor déficit comercial fueron: China con USD FOB $7.425,1 millones, seguido por la México con USD FOB $820,8 millones y Brasil con USD FOB $652,1 millones. Por el contrario, los países con los cuales se mantiene mayor superávit comercial son: Panamá con USD FOB $1.755,9 millones, seguido de Países Bajos con USD FOB $835,4 millones, y en tercer lugar Ecuador con USD FOB $523,0 millones.
4.1. PIB desde
el enfoque del gasto
Según el DANE, el segundo trimestre de 2025 registró un crecimiento de la economía colombiana de 2,1%, con respecto al mismo periodo de 2024. Respecto a la serie ajustada por efecto estacional y calendario, el crecimiento del segundo trimestre de 2025 comparado con el segundo trimestre de 2024 0,5% en su serie ajustada por efecto.
Desde el enfoque del gasto, en el segundo trimestre la demanda interna creció 4,2%, jalonado principalmente por la variación positiva del gasto del gobierno (3,9%), y el gasto de los hogares (3,7%). Así mismo, se evidenció un crecimiento en las importaciones y decrecimiento en las exportaciones (9,7% y -1,6% respectivamente).
4.2 PIB desde el enfoque de la producción
En el segundo trimestre de 2025, se evidenció un crecimiento de seis actividades productivas frente al mismo periodo del 2024: comercio al por mayor y al por menor (5,6%), actividades financieras (2,8%), actividades artísticas, entretenimiento y recreación (2,1%), industrias manufactureras (0,9%), actividades profesio-
nales (1,5%) e información y comunicaciones (3 %). Por su parte, hubo un decrecimiento de agricultura y ganadería (3,8%), administración pública y defensa (1,8%), suministro de electricidad, gas, vapor y aire (0,9%), construcción ( 3,5%), y explotación de minas y canteras (-10,2%).
4. Producto Interno Bruto II Trimestre de 2025
4.3 Comparación con países OCDE
Finalmente, al comparar con los países de la OCDE que ya han publicado este dato del segundo trimestre, Colombia se ubica en la cuarta posición con mayor crecimiento, aunque las cifras son parciales, ya que varios países aún no tienen la cifra para 2025.
Proyectado por: Cristian Camilo García Revisado por: Giovanni Andrés Gómez.
Empresas Públicas de Medellín (EPM) cumple en 2025 siete décadas de existencia y con ello celebra una historia que ha acompañado el desarrollo de Medellín, Antioquia y Colombia entera. Desde su fundación el 6 de agosto de 1955, la empresa ha llevado energía, agua y servicios públicos a millones de hogares, construyendo con cada proyecto un puente hacia el bienestar colectivo y dejando una huella profunda en la vida de las comunidades.
La conmemoración de este aniversario tuvo lugar el 22 de julio en el Teatro Metropolitano de Medellín, en una ceremonia que reunió a autoridades, trabajadores y ciudadanos, que reconocieron en EPM no solo a una empresa de infraestructura, sino a un símbolo de progreso.
Mirar hacia atrás en estos 70 años es reconocer hitos que cambiaron la historia de la región, como la entrada en operación de la planta de potabilización La Ayurá en 1968, que hoy suministra hasta el 60% del agua del sistema interconectado de Medellín y beneficia a más de tres millones de personas, o los grandes proyectos hidroeléc-
tricos como Guadalupe y Peñol-Guatapé, que contribuyeron a consolidar el sistema eléctrico nacional.
Cada paso ha sido acompañado de un compromiso social evidente, pues para muchas familias, el servicio de EPM significó la posibilidad de vivir con mayor dignidad, ya fuera al acceder a agua potable de calidad o al contar con luz durante toda la noche.
La celebración también fue un momento para proyectar el futuro. En palabras de su gerente general, John Maya Salazar, la historia de EPM es la historia de la confianza mutua entre la empresa y las comunidades, un vínculo que se renueva cada día con el esfuerzo de miles de colaboradores que hacen posible que la energía y el agua lleguen a los rincones más apartados.
Esa visión de servicio ha llevado a la compañía a trascender fronteras, convirtiéndose en un actor relevante en Centroamérica, México y Chile, donde comparte conocimiento y tecnología, con la misma fi-
losofía de responsabilidad y sostenibilidad que la caracteriza en Colombia.
Como empresa afiliada a Analdex, EPM también representa un ejemplo de cómo el comercio exterior no se limita a bienes tangibles, sino que puede expresarse en la exportación de servicios, innovación y modelos de gestión.
Sus 70 años son la prueba de que una compañía pública puede crecer, internacionalizarse y mantenerse fiel a su propósito social. Celebrar este aniversario es reconocer que, más allá de las cifras y los proyectos, EPM ha fortalecido el tejido social con progreso y confianza.
El comercio exterior no solo se mide en cifras, estadísticas o tratados. También se expresa en historias que logran conectar culturas y abrir caminos en escenarios inesperados. Tal es el caso de la reciente alianza entre Juan Valdez, la marca insignia del café colombiano, y el Club Atlético River Plate de Argentina.
El pasado 8 de agosto de 2025, en el Estadio Más Monumental de Buenos Aires, se firmó un contrato que convierte a Juan Valdez en patrocinador oficial y proveedor exclusivo de café del club millonario. Durante un año, el aroma del café 100 % colombiano estará presente en cada rincón del Monumental: desde las oficinas administrativas hasta los centros de entrenamiento, pasando por los espacios de hospitalidad y las zonas premium del estadio. Quienes asistan a los partidos de Ri-
ver no solo vivirán la emoción de la pelota, también compartirán la experiencia de degustar el sabor que representa a miles de familias caficultoras colombianas.
La alianza contempla, además, la visibilidad de la marca en las plataformas digitales oficiales de River Plate y la comercialización de café Juan Valdez en puntos clave, como la confitería del estadio y el River Camp. De esta forma, cada taza servida se convierte en un embajador de la cultura cafetera.
La Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, propietaria de la marca Juan Valdez y afiliada a Analdex, resaltó que este paso es parte del plan de expansión
en Argentina, un mercado estratégico donde la compañía proyecta cerrar 2025 con nueve tiendas y continuar creciendo en 2026. El patrocinio a River Plate, primer club de fútbol asociado con Juan Valdez, marca un hito en esa ruta.
Más allá de un contrato, este acuerdo es un recordatorio de que dos poderosos símbolos como el café y el futbol, pueden tener la capacidad de unir países y fortalecer lazos de comercio exterior. En este cruce de caminos, Colombia no solo exporta sacos de grano: exporta historias, tradiciones y la calidez de una bebida que, a partir de ahora, también se disfruta en una de las canchas más emblemáticas de Sudamérica.
POSSE HERRERA RUIZ
Firma de abogados líder en Colombia, reconocida tanto a nivel nacional, como internacional, por su enfoque multidisciplinario y su capacidad para generar soluciones legales creativas, estratégicas y de alto valor para sus clientes. Dentro de su portafolio se encuentran áreas como derecho corporativo, fusiones y adquisiciones, derecho tributario, derecho financiero, infraestructura y resolución de conflictos. Entre sus clientes se destacan algunas de las más grandes empresas del país, así como importantes conglomerados empresariales y fondos de inversión. La firma ha sido destacada por publicaciones especializadas como Chambers & Partners y Legal 500, lo que la posiciona como una de las firmas más influyentes del país.
VARICHEM OFFSHORE SERVICES
Es una compañía registrada como Usuario Industrial de Bienes y Servicios, tanto a nivel nacional como internacional. Se especializa en la administración de inventarios y está ubicada en la Zona Franca de Las Américas, en Santa Marta. La empresa forma parte de Varichem de Colombia, fundada en 1996, que se enfoca en el desarrollo de metodologías para la prevención, atención y mitigación de emergencias, relacionadas con derrames de hidrocarburos e incendios. Su experiencia en atención a la industria petrolera y su capacidad técnica, la han convertido en un referente en el diseño de soluciones integrales de seguridad ambiental en el Caribe colombiano.
FLOR SUPREMA (INDUSTRIA MOLINERA DE CALDAS)
La Industria Molinera de Caldas, también conocida como Flor Suprema, es una empresa colombiana dedicada a la producción de harina de trigo, utilizada en panadería y galletería. Se encuentra ubicada en Dosquebradas, Risaralda, y fue fundada el 16 de mayo de 1964. La empresa se enfoca en la calidad, productividad y seguridad industrial, invirtiendo en tecnología para mejorar sus procesos. A lo largo de los años, Flor Suprema se ha consolidado como uno de los principales proveedores de harina en el país, contribuyendo al desarrollo del sector agroindustrial y fortaleciendo cadenas productivas regionales.
Puerto Bahía es una terminal portuaria multimodal privada, ubicada en la Bahía de Cartagena, Colombia. Se destaca por ser moderna y ofrecer servicios para carga líquida y general, incluyendo carga rodada, contenerizada y de proyecto. Además, facilita operaciones de transbordo y es una puerta de entrada eficiente, para importaciones y exportaciones nacionales. Gracias a su infraestructura de última generación y su ubicación estratégica, Puerto Bahía se ha posicionado como un nodo logístico clave para el comercio internacional, impulsando la competitividad del país en mercados globales.
LAPROFF S.A.S.
Laboratorios Laproff es una empresa colombiana con más de 60 años de experiencia en la producción y comercialización de medicamentos. Se dedica a la fabricación de medicamentos genéricos y se destaca por su compromiso con la calidad, la innovación y la responsabilidad social empresarial. A lo largo de su trayectoria, ha mantenido estándares de calidad certificados y ha contribuido significativamente al acceso de medicamentos seguros y asequibles para la población. Laproff también desarrolla proyectos de investigación y colabora con entidades de salud pública, consolidándose como un actor clave en el sector farmacéutico colombiano.
SOCIEDAD PORTUARIA PUERTO BAHÍA
INDUSTRIAS TOMY S.A.S
Industrias Tomy S.A.S. es una empresa colombiana especializada en la elaboración de productos de panadería y galletería, reconocida por sus marcas propias y su enfoque en calidad e innovación alimentaria. Desde su planta ubicada en Pereira, la compañía desarrolla y distribuye una amplia gama de galletas tipo cracker, sándwich y productos horneados, dirigidos tanto al mercado nacional como a destinos internacionales. Su propuesta de valor se basa en la combinación de tradición familiar, estándares industriales y una apuesta permanente por el desarrollo de nuevos sabores y formatos. A través de un equipo humano comprometido, una red logística eficiente y una vocación exportadora en crecimiento, Industrias Tomy ha logrado consolidarse como un actor destacado en el sector de alimentos procesados, proyectando su presencia en ferias, vitrinas comerciales y canales de distribución, tanto modernos como tradicionales.
Multiobras Sistema Drywall S.A.S. es una empresa colombiana que produce y comercializa sistemas constructivos livianos en seco. A lo largo de su trayectoria, ha evolucionado desde un enfoque comercial hacia la integración de procesos industriales, consolidando una cadena de valor que incluye fabricación propia, importación estratégica y distribución nacional. Su presencia se extiende a diversas ciudades del país, donde atiende a profesionales del sector de la construcción, con un portafolio que abarca soluciones en drywall, perfilería metálica, láminas, insumos técnicos y servicios complementarios. La compañía se distingue por su adopción temprana de tecnologías constructivas como el Steel Frame y por su apuesta por herramientas digitales, que optimizan la experiencia del cliente.
PAPELES NACIONALES S.A.
Papeles Nacionales S.A. es la empresa pionera en Colombia en la fabricación de papel tissue, y una de las firmas más representativas del eje cafetero en materia industrial. Fundada en 1962 en Pereira, Risaralda, la compañía inició operaciones con un pequeño molino manual, evolucionando hasta convertirse en una planta altamente tecnificada, con procesos de destintado, pulpeo y conversión automatizada. Su portafolio abarca papel higiénico, toallas, servilletas y papeles institucionales, todos comercializados bajo marcas reconocidas como Rosal. Desde hace varios años hace parte del grupo regional GrandBay Paper & Care Products, con sede corporativa en Panamá y presencia en mercados de Centroamérica, Caribe y la región andina. La compañía combina fibra virgen y reciclada en sus procesos productivos, lo que le ha permitido mantener un estándar de sostenibilidad ambiental, sin sacrificar calidad.
MULTIOBRAS SISTEMA DRYWALL S.A.S.
CARDÉNAS TOBÓN
Firma de internacionalización, especializada en diseñar e implementar estrategias comerciales integrales y brindar acompañamiento legal, asegurando cumplimiento normativo y protección jurídica, en nuevos mercados. Desarroola estudios de mercado, representación comercial, y campañas de promoción, garantizando una presencia sólida y exitosa.
SKF LATIN TRADE S.A.S.
SKF LATIN TRADE S.A.S. es una empresa del sector industrial, dedicada a la comercialización de soluciones para maquinaria rotativa. Ofrece rodamientos, sistemas de lubricación, monitoreo de condición y mantenimiento predictivo, integrando tecnología como IA y trazabilidad documental. Opera en Colombia desde Bogotá y la SKF Solution Factory en Cota, con respaldo logístico nacional. Pertenece al grupo sueco SKF, con presencia en más de 130 países. Cuenta con certificaciones ISO y un modelo de cumplimiento corporativo alineado con estándares internacionales.
Empresa del sector logístico dedicada al agenciamiento de carga internacional, con operaciones en Bogotá, Medellín y Cali. Forma parte de Expeditors International of Washington Inc., conglomerado global con participación en la Bolsa de Nueva York. Su portafolio abarca transporte multimodal, aduanas, consultoría en cadena de suministro y soluciones digitales. Integra estándares internacionales de cumplimiento, certificaciones ISO y mecanismos de trazabilidad. Desde Colombia, articula servicios con enfoque operativo global y participación en comercio exterior.
EXPEDITORS DE COLOMBIA LTDA.
BFOCUS TECHNOLOGIES S.A.S.
Empresa del sector industrial dedicada a importar y comercializar maquinaria para las industrias farmacéutica, alimenticia y cosmética. Opera desde Cota, Cundinamarca, y abastece el mercado colombiano con equipos especializados como punzones, bombas peristálticas y maquinaria de empaque. Su red de proveedores se concentra en Estados Unidos, China e India. Cuenta con estructura compacta, logística propia y foco en soluciones de alta precisión. Desde 2014, consolida presencia técnica en el segmento de maquinaria industrial.
INVERSIONES PACIFIC FOODS S.A.S.
Empresa agroindustrial ubicada en Vijes, Valle del Cauca, dedicada a estructurar operaciones de exportación de frutas y verduras frescas. Desarrolla capacidades logísticas y comerciales con enfoque en mercados internacionales. Su estrategia se basa en cumplir requisitos fitosanitarios y normativos, bajo una estructura corporativa centralizada. Se proyecta como actor emergente del ecosistema agroexportador colombiano.