S
1
er
tiempo
Lu, orgullo michoacano
Con amigable sonrisa, Lucero Soto nos recibe en Lu, cocina michoacana, un restaurante que apuesta por el rescate y preservación de las recetas originales de esta gastronomía clave para el posicionamiento de la cocina mexicana como patrimonio mundial. Pero al ver los platillos, de colores, alturas y texturas tan actuales, uno se pregunta si acaso es posible preservar y darle un toque de innovación al mismo tiempo. La respuesta, después de probarlos, es sí. Elementos tan tradicionales como el uchepo de leche, se le adiciona ingredientes innovadores como aguacate ionizado –hecho polvo– y nieve de queso cotija. La amena plática con la chef acerca de cómo no concibe la vida sin la cocina, encuentra un excelente complemento por la ubicación de Lu: en los famosos portales del corazón del
42 Altitud
Centro Histórico, con vista al jardín principal y a la imponente Catedral. Durante la plática, Lucero hace hincapié en el trabajo conjunto que realiza con los productores del estado de maíz azul, queso cotija, aguacate y mezcal, entre otros, ingredientes sometidos a una investigación previa para lograr las mejores fusiones y ayudar en su preservación. ¿Cuántos años de historia estamos saboreando?, le pregunto. Pensativa, observa el platillo al que nombró Paisaje Michoacano y responde que no son años, sino siglos; estamos ante recetas prehispánicas que han sido trasmitidas oralmente de generación a generación, de madres a hijas. Y cerramos este tiempo de amena plática con una degustación de tres mezcales michoacanos maridados con tres tipos de queso cotija de diferentes mesadas.