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El Viaje como Salto Sergio Forster

El Viaje como Salto

Sergio Forster

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Todo viaje es un cambio en potencia. Nuevos contextos resignifican lo conocido, generan un desplazamiento de la forma en que estamos acostumbrados a pensar, a ver y a sentir, y las novedades que surgen durante el avanzar se modifican constantemente. Todo viaje es, en sí mismo, una experiencia que acelera la transformación del sujeto, que adquiere un tipo de conocimiento que solo puede ser disparado por el encuentro con la circunstancia. Si el viaje es de estudio, esta experiencia se complejiza, al especificar las búsquedas y direccionar los intereses. Un viaje arquitectónico abre, además, dimensiones culturales nuevas, abre la mirada al encontrar. Se presentan momentos de confusión del conocimiento previo y de perplejidad frente a aquello que se desconoce.

La planificación de todo viaje implica un segundo nivel de aprendizaje, que involucra salvar la disparidad entre la fantasía y lo que sucede en tiempo y en espacio real. Se trata de un proyecto que, al ejecutarlo, se materializa de una manera particular e irrepetible. Se construye un artefacto que se complejiza a cada paso, transformando la mirada, incorporando las contingencias, reconociendo lo inesperado, atravesando una aventura iniciática. El encuentro con las ciudades y sus edificios obliga a desarrollar una mirada delicada y precisa, a no quedarnos con la generalidad como referencia. Conoceremos los componentes de un viaje, sabremos a dónde vamos, quienes serán nuestros guías, qué obras veremos, qué arquitectos se nos aparecerán, cuánto tiempo estaremos. Nos haremos de ilusión, y construiremos deseo. Pero todo será inevitablemente de otro modo. Se resignificará al transitarlo. Y lo inesperado absorberá la imaginación y la transformará en vivencia, sensación, sentimiento, comprensión. Todo viaje fuerza, de uno u otro modo, a enfrentarse a las cosas como las cosas son, para reconocerlas, registrarlas e interpretarlas. Ese acto, creativo en sí, es inherentemente divergente. Se abre, y solo pide más a su paso.

Los viajes de estudio de la Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos para los estudiantes de la Carrera involucran experiencias de intercambio con edificios, entornos urbanos, universidades, arquitectos, estudiantes y autores, y permiten un contacto histórico, técnico y proyectual directo con la realidad de una ciudad. Son plataformas desde las que reflexionar sobre el territorio y lo construido, instancias transformadoras que, en definitiva, implican cambio. Cambio rápido en estado de distracción, del que no se vuelve igual. Cambio contextual que nos fuerza a repensar lo ya pensado, a dudar positivamente del conocimiento que tenemos. Un viaje es un llamado a discontinuar lo conocido,. Es enfrentarse a las cosas donde los marcos usuales no siempre funcionan. Es un salto de clase, un crecimiento. Distinguimos entonces, el mapa del territorio, y los nombres de las cosas nombradas.

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