Espacio Natura
El maravilloso mundo de los insectos Queremos convencerte de que los insectos no son sólo bichos dañinos, molestos o repulsivos, sino seres fascinantes y muy peculiares. Hay muchos y muy diversos insectos Los insectos son los animales más numerosos del planeta y existen desde hace 400 millones de años. Representan tres cuartas partes de los animales conocidos en la tierra. Existen más de un millón de especies identificadas y varios millones más, aún sin identificar. Sólo en la península Ibérica se estima que hay cerca de 40.000 especies. Te los puedes encontrar “hasta en la sopa”, desde los trópicos, donde son más numerosos, hasta el ártico y antártico, y están adaptados a prácticamente todos los ambientes, montes, playas, desiertos, jardines, casas, cuevas, bajo tierra...y hasta en aguas dulces y en las condiciones más extremas. Los insectos tienen 6 patas Aunque la abeja Maya y la mayoría de sus amigos tengan cuatro patas (curiosamente a excepción del saltamontes Flip y las hormigas), los insectos adultos de la vida real tienen tres pares de patas. El número de patas es importante para distinguirlos de otros bichitos similares que tienen también patas articuladas (son todos “artrópodos”). Insectos (6 patas) Arácnidos (arañas, ácaros, garrapatas, escorpiones) (8 patas) Crustáceos (bicho de bola o cochinilla de la humedad con 10 patas, cangrejos, gambas…) Miriápodos (ciempiés y milpiés) (más de cuatro pares de patas (la mayoría menos de 200 y nunca mil; la especie que más se acerca tiene 375 pares de patas) La mayoría de insectos tiene dos pares de alas La mayoría de los insectos vuelan gracias a dos pares de alas membranosas. Además de la variedad en cuanto a estructura, forma, tamaño, color....fíjate en las alas de las libélulas, mariposas…podemos encontrar otras peculiaridades. Los escarabajos y las mariquitas tienen el par de alas anteriores duras (élitros) y protegen al par posterior membranoso, y los chinches tienen las alas anteriores duras excepto una porción de su extremo que es membranosa. Las moscas y los mosquitos tienen las alas posteriores muy reducidas (balancines o halterios) y sirven para mantener el equilibrio durante el vuelo. Las pulgas y piojos, que acechan a nuestros gatos, no tienen alas. Ni los pececillos de plata que son insectos primitivos. Las hormigas y termitas obreras tampoco porque no las necesitan. Y los pulgones son alados cuando se dispersan para colonizar otras plantas. Además, en insectos como las llamadas hormigas de terciopelo (que no son realmente hormigas, son avispas) sólo tienen alas los machos, o en las avispas de los higos, sólo las hembras.
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