Quito fue España
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CAPÍTULO VI CARLOS IV, EL PRECURSOR DE LA INDEPENDENCIA AMERICANA «…he reflexionado que sería mui político y casi seguro establecer en diferentes puntos de ella (América) a mis dos Hijos menores, a mi Hermano, a mi Sobrino el Infante Dn. Pedro, y al Príncipe de la Paz, en una Soberanía feudal de la España, con títulos de Virreyes perpetuos y Hereditaria en su línea directa.» Carlos IV, Emperador de las dos Américas «…la Patria, que es una, desde el Cabo de Hornos hasta las orillas del Mississipi.» Manifiesto de la Junta de Guayaquil del 15 de mayo de 1821 EL PUEBLO Y EL REY Las actuales «clases dirigentes» de Latinoamérica –no de la América Hispánica- se sienten extranjeras en su propia tierra. Desubicadas dentro de un país del que reniegan, prefieren añorar Wall Street, París, Londres o Dubai. Cualquier templo del capitalismo internacional será preferido a su propio pueblo. Existe una seudo «casta feudal» de pacotilla formada por la oligarquía plutocrática surgida durante la independencia -algunos hasta con apellido inglés- que construyó un engendro capitalista en nuestro país. La «elite» -sin tilde y pronunciado como en inglés- no ha hecho más que prevaricar a costa del pueblo llano que, antaño defensor a ultranza del Rey, ha quedado ahora huérfano de protectores y es víctima de la peor explotación. Atroces abusos,