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SUBSECTOR LÁCTEO COLOMBIANO, AFECTADO POR TLC CON LA UNIÓN EUROPEA
Opinión
Por. Miguel Ángel Bermúdez Arias Asistente de investigación Acopi Bogotá-Cundinamarca
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Desde la firma del acuerdo comercial con la Unión Europea, el sector agroindustrial colombiano ha venido presentando dificultades en cuanto a su crecimiento y desarrollo en el ámbito local y/o nacional, como también en la perspectiva de internacionalizar los productos derivados de este sector de la economía nacional.
Especialmente el subsector lácteo ha tenido un crecimiento desacelerado, partiendo del acuerdo comercial que se firmó con la Unión Europea, en el que se acordaban ciertos incentivos a los pequeños productores de este subsector, y medidas de salvaguardia en relación al ingreso de productos derivados y materias primas provenientes de Europa. Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes, ya que los micro, pequeños y medianos empresarios que dedican su fuerza laboral a este subsector son los más afectados, debido a toda la competencia desleal que se genera por los altos volúmenes de importaciones lácteas y los precios pagados por debajo de los que se pagan a los pequeños productores.
Muchos microempresarios de las distintas regiones productoras de leche en el país cuentan con la diversidad de productos que pueden tener oportunidad, no solo en el mercado doméstico, sino también en explorar la posibilidad de internacionalizar su producción.
El subsector lácteo en Colombia, que participa en el PIB nacional con alrededor del 0,83%, y un 9,1% del PIB del sector agropecuario, presenta una baja oportunidad de desarrollo, por lo que la idea de incentivarlo por medio de métodos de innovación en productos nuevos y tradicionales debe ser urgente, así como el mejoramiento en los procesos productivos de las micro, pequeñas y medianas empresas que fundamenten su actividad comercial en este subsector.
Desde la firma del TLC con la Unión Europea, Colombia ha pasado de exportador a ser importador de grandes volúmenes de este subsector: entre 2001 y 2009, Colombia exportó en promedio al año 29.332 toneladas e importó 11.987 toneladas, “es decir que por cada tonelada que importaba, exportaba 4 toneladas” (Ganadero, 2018). A 2017, la balanza comercial en la que es partícipe el subsector lácteo está en déficit, ya que durante los últimos periodos los volúmenes de importación han sido mucho mayores que los de exportación. Desde 2010 las importaciones de lácteos en Colombia presentan un comportamiento creciente: su nivel más alto se presentó en 2016 con 58.340 toneladas. Durante el primer semestre de 2017, las importaciones se redujeron un 19% al pasar de 32.853 a 26.484 toneladas respecto al mismo periodo de 2016 (Palacios, Asoleche, 2018).
Las adversidades que enfrenta este subsector son diversas en relación al crecimiento que tiene a nivel local y/o nacional, debido a que los Tratados de Libre Comercio vigentes y los proyectos de acuerdos comerciales que el gobierno planea ejecutar con países de Oceanía como Australia y Nueva Zelanda, son amenazas a la evolución y desarrollo de este subsector, puesto que con esto la competencia desleal que se genera desataría incertidumbre y desaceleración en cuanto a la estabilidad de los micro, pequeños y medianos productores y comercializadores, incentivando más la informalidad y clandestinidad en al que operan muchas mipymes de este subsector.
El déficit del subsector en la balanza comercial colombiana radica en que en los últimos años la importación de productos derivados lácteos y materias primas, como la leche en polvo o lactosueros, llegan a abrumar el mercado con bajos precios y mayor cantidad, por lo cual la oferta exportable que puede producirse a nivel nacional se ve afectada de manera directa por esta competencia desleal directa .
Teniendo en cuenta la situación que afronta el subsector lácteo colombiano, es necesario que por parte del actual Gobierno se tomen medidas de protección a la pequeña industria láctea colombiana con relación a las importaciones desde la Unión Europea, que llegan a afectar la industria de manera directa. El Gobierno también debe tener a consideración que la firma de futuros acuerdos comerciales que incluyan al subsector sería una manera de acabar con la producción nacional de los pequeños productores, quienes serían los más afectados.