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8.3. Control físico y mecánico
8.3. Control físico y mecánico
Los controles mecánicos y físicos acaban directamente con las plagas, las alejan o hacen que el entorno sea inadecuado para ellas.
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8.3.1. Recojo y trituración de insectos
Este método se aplica cuando los insectos adultos, larvas o huevos son de tamaño relativamente grande y fácilmente ubicables. Esta acción se puede realizar contra larvas de la familia Sphingidae que atacan vid o yuca y contra adultos de “gallinita ciega”, colectándolos para su posterior destrucción. Mayormente se realiza en sistemas de producción extensiva no siendo un método muy utilizado en agricultura intensiva debido a su elevado costo de mano de obra.
8.3.2. Exclusión de plagas
Se fundamenta en el uso de barreras artificiales que imposibiliten el acceso de las plagas, es de aplicabilidad bastante limitada en agricultura. La práctica más conocida es el "embolsado de los frutos" que consiste en cubrir los frutos con bolsas de papel o plástico para protegerlos contra las moscas de la fruta y otras plagas. Las barreras también pueden construirse con bandas de papel, cartón o plástico impregnadas con alguna sustancia adhesiva o insecticida, colocadas alrededor del cuello de la planta. Esto último resulta útil para plagas que no pueden volar, como hormigas y orugas.

8.3.3. Manejo de la temperatura
Las temperaturas altas se aplican para combatir insectos, nematodos y hongos principalmente en suelos de invernaderos y viveros. Las temperaturas extremas, altas o bajas, pueden utilizarse para combatir los insectos que dañan frutos, granos y otros productos cosechados.
Solarización: Consiste en cubrir el suelo húmedo de una cama de vivero con plástico transparente y dejarlo expuesto al sol por varias semanas. La temperatura del suelo se eleva a niveles que son letales para insectos, hongos y nemátodo. Es una práctica muy utilizada para reducir los niveles de infestación de patógenos del suelo. Termoterapia: Consite en sumergir el material vegetal (estacas, bulbos, semillas, etc) en agua a temperatura elevada, con la finalidad de eliminar a las plagas o patógenos que puedan estar presentes. Las estacas de vid y otros frutales sueles ser tratados con este método, así como los bulbos de ajo utilizados como semilla. Aplicación de vapor: Consiste en la aplicación de vapor al sustrato, con la finalidad de que la temperatura elevada pueda eliminar a las plagas presente en el. Es una práctica empleada en viveros e invernaderos para pequeños volúmenes de sustrato. Aplicación directa de fuego: Consiste en la utilización de sopletes o lanzallamas dirigidos directamente al sustrato o suelo, con la finalidad de elevar la temperatura y eliminar a las plagas presente, incluyendo a las malezas.
Cámaras de frio: Las temperaturas bajas pueden llegar a producir la muerte de los insectos, pero normalmente sólo después de exposiciones muy prolongadas. En las cámaras de frio se deposita el material vegetal por algún tiempo con esta finalidad.
8.3.4. Manejo de la humedad
La humedad tiene gran influencia sobre las poblaciones de los insectos, pero su manipulación como medida de control es muy limitada. En algunos casos es posible reducir la humedad en el espacio cubierto por el follaje, mediante la eliminación de las malezas y seleccionando plantas que tienen hábitos de crecimiento foliar abierto o erecto.
La alta humedad de los granos almacenados favorece el desarrollo de las plagas y hongos; de allí que se recomiende el almacenamiento de los granos cuando su humedad no sea mayor al 12 por ciento. En el campo, los riegos pesados matan gusanos de tierra y otros insectos por ahogamiento.
8.3.5. Manejo de luz
La iluminación es otro factor que tiene influencia en el desarrollo, pero sobre todo en el comportamiento de los insectos. Su utilización no ha sido mayormente desarrollada para combatir plagas. Uno de los pocos casos es la utilización de la luz como fuente de atracción de insectos, tema que se trata más extensamente en el capítulo sobre Control Etológico.
8.3.6. Manejo de atmosferas controladas
Las atmósferas controladas constituyen una alternativa moderna al uso de fumigantes contra insectos de las frutas y otros productos en almacenamiento. El propósito es matar a los insectos por asfixia, alterando las concentraciones de oxígeno, dióxido de carbono y nitrógeno que son componentes naturales de la atmósfera. Con tal fin, el oxígeno generalmente es reducido a menos del 1 por ciento y el dióxido de carbono se eleva notablemente sobre el 10 por ciento. El efecto letal contra los insectos suele ocurrir entre unos pocos días a dos semanas, según las especies de insecto, tipo de producto almacenado, temperatura, humedad y calidad de la atmósfera controlada. El tratamiento no debe afectar la calidad de productos almacenados.
La atmósfera normal del almacén debe ser desplazada por la atmósfera controlada en uno o dos días. El oxígeno se suele disminuir por combustión (generalmente con quemadores de gas natural o propano); el bióxido de carbono se libera de galones de gas concentrado; y el nitrógeno a partir de nitrógeno líquido o separado del aire comprimido.
8.3.7. Ventajas y desventajas del control físico y mecánico
Ventajas
Son compatibles con otras tácticas. Muchas son aplicables tanto a nivel de agricultor pequeño como grande. Son métodos sencillos y económicos Pueden absorber mano de obra provechosamente, la construcción de barreras, por ejemplo, puede proveer control de varios años. No son contaminantes. Algunas de estas prácticas mecánicas requieren demasiada mano de obra para poder aplicarlas. Las técnicas físicas modernas pueden ser sofisticadas y caras. Muchas prácticas todavía se encuentran en etapas experimentales.