
Elaborado por: Patricia Guadalupe Montuy Arias
Licenciatura en Arquitectura

Departamento de Diseño y Construcción

Mtra. Dafné Flores Martínez
Arq. César Rafael Arjona Vázquez
Elaborado por: Patricia Guadalupe Montuy Arias
Licenciatura en Arquitectura
Departamento de Diseño y Construcción
Mtra. Dafné Flores Martínez
Arq. César Rafael Arjona Vázquez
❑ Introducción
❑ Técnica de Puntillismo
❑ Metodología
❑ Entrenamiento
❑ Desarrollo
❑ Experiencia
❑ Técnica conté
❑ Metodología
❑ Entrenamiento
❑ Desarrollo
❑ Experiencia
❑ Técnica mixta : Bolígrafo y lápiz
❑ Metodología
❑ Entrenamiento
❑ Desarrollo
❑ Experiencia
❑ Conclusión
El siguiente álbum funge la función de portafolio de evidencias en la materia de Técnicas de Representación Arquitectónica en el primer parcial; donde se presenta las diversas técnicas aplicadas en el curso; en ese sentido, como primer tema se desarrolló la técnica del puntillismo, en el cual utilizamos materiales como bolígrafo pero principalmente estilógrafo y al ir colocando puntos podíamos generar saturaciones distintas, hasta crear difuminados y degradados con ellos, posteriormente se utilizó la técnica del lápiz conté, una mezcla de arcilla y cera, junto al mismo mecanismo de difuminado y por último retomamos la técnica mixta de lápiz y bolígrafo para crear un dibujo arquitectónico de perspectiva.
Todas las técnicas abordadas en este parcial nos ayudaron a desarrollar nuestra capacidad de representación ya no solo como dibujo y plasmar ideas, sino para la representación de texturas de diversos materiales.
Esta técnica consiste en la creación de pequeños puntos de colores, en este caso negros y para ciertos detalles o texturas de colores, que combinados crean una imagen cromática completa deseada.
Si bien puede parecer sencillo, suele tornarse tedioso ya que se requiere paciencia, concentración y más que nada tiempo, consiste en colocar punto a punto de manera que entre menos espacio exista entre ellos más grado de saturación tendremos, además la posición del estilógrafo es esencial, pues la tinta puede llegar a correrse si no se tiene la posición tanto de la mano como del instrumento correctamente, esto es a 90°. El flujo y dispersión para lograr una ilusión óptica de degradado, se logra de igual forma con la posición de los puntos, así sea uno solo, representa posición de color.
A lo largo de este proceso de aprendizaje de la técnica, descubrí que los detalles son MUY importantes, si bien el resultado es lo más importante o lo más visual en un dibujo, el desarrollo del mismo es esencial para transmitir fuerza, movimiento y demás, en este caso como tal no hubo un trazo inicial pero si se notaba la diferencia de saturaciones y los degradados forzados cuando se llegaba a un punto de desesperación o cuando se realizaba de manera correcta, al igual del tiempo dedicado si solo colocábamos puntos por doquier.
Esta técnica fue inventada por Nicolas-Jacques Conté, quien creó la combinación de arcilla y grafito en respuesta a la escasez de grafito causada por las Guerras Napoleónicas, para reemplazar la importación de grafito puro de Inglaterra. Ahora se fabrican utilizando pigmentos naturales (óxidos de hierro, negro de humo, dióxido de titanio), arcilla (caolín) y un aglutinante (éter de celulosa). Esto permite que la composición de nuestro material sea utilizado a menudo para dibujar debajo de pinturas en colores pastel o para colocar capas iniciales antes de usar pasteles secos.
En este caso se podría utilizar ya sea un color o todos los existentes, que son negro, sepia, bistre, gris y blanco a manera de dar más realismo a nuestras texturas. Necesitaremos un esfumino, algodón o hisopo para ayudarnos a difuminar perfectamente los trazos y que no se alcance a ver ninguna línea indeseada. La manera en que se trabajará es parecido a la que usamos para los gises pastel, colocamos una capa base para darle tonalidad al fondo, y a partir de ahí se van agregando los detalles correspondientes a la tonalidad que sigue para terminar en el tono más oscuro y si el dibujo lo requiere se puede colocar reflejos en puntos estratégicos.
He de decir que esta no fue mi técnica preferida, debido al cuidado que se debe de tener para no manchar la hoja de trabajo, resultó ser un tanto estresante para mí pero de igual forma relajante cuando de degradar se trataba.
Los resultados fueron los que reconfortaban el tiempo transcurrido durante el desarrollo de las texturas, pero fue muy interesante cómo el tipo de material nos permitía lograr diversos acabados, tenues, intensos, etc.
Además, los colores naturales que tienen los lápices conté son muy bonitos, y con el uso adecuado se logran texturas espectaculares.
Los dibujos realizados con este procedimiento se compone de tramas formadas por puntos repartidos según diferentes densidades, por pequeños trazos superpuestos, por líneas alargadas que se diluyen en sus extremos o por comillas o garabatos superpuestos hasta lograr los efectos deseados. Los trazos en el papel adoptan líneas de morfología diversa y de grosor variable (en función de cómo apretemos la plumilla sobre el papel).
Evidentemente no obtendremos los mismos trazos con una plumilla, un rotulador biselado o un estilógrafo. Los primeros son más “dinámicos”, los segundos serán rectos, y los últimos también, pero idóneos para obtener el “punteado” de algunas sombras. Sin embargo, en este mismo sentido, podemos apoyarnos de la técnica de lápiz de grafito para darle mayor profundidad a nuestro trabajo y detallar sutilmente ciertos puntos de luz y sombra que no queramos denotar tanto con bolígrafo; logrando resultados magníficos mediante achurados y/o puntillismo en este caso, que son técnicas previamente trabajadas.
Podría decir que esta fue mi técnica favorita, no solo por ya tener un previo conocimiento de cómo se trabaja con achurados, sino que la libertad que tenía al no tener que dar perfección en la rectitud de las líneas, la fascinación de saber que existen diversas formas de representar vegetación y texturas con solo un bolígrafo, el flujo de las curvas que podían ser o no orgánicas, me trasmitía mucha paz.
Aunque me hubiese gustado tener mayor disposición de tiempo para dedicarle mucho más detalle al dibujo, creo que logré un buen resultado.
Durante los procesos de desarrollo de cada técnica pude confirmar que independientemente del material o herramienta que utilicemos hay dos cosas que son fundamentales para la representación de materiales y texturas (no solo arquitectónicas), los trazos y el degradado; puede ser que tengamos el material más ameno o el más caro, pero si nuestro trazo es brusco o lo hacemos solo por hacer, se nota, el dibujo habla por si solo; un punto más o una línea más cerca de otra difiere saturaciones, profundidad, luz.
A mi punto de vista creo que el crecimiento que me llevo con estas técnicas es satisfactorio, trabajé mi perspectiva visual y desarrollé mi capacidad de dibujo, conocí otras técnicas y retomé otras, tratando de mejorar pero aprendiendo más que nada.
Sin dejar de lado que otra de las cosas importantes a la hora de realizar este tipo de dibujos, el conocer las herramientas a utilizar es parte de saberla usar, de donde viene, que lo conforma, etc..