
1 minute read
Metodología
Los dibujos realizados con este procedimiento se compone de tramas formadas por puntos repartidos según diferentes densidades, por pequeños trazos superpuestos, por líneas alargadas que se diluyen en sus extremos o por comillas o garabatos superpuestos hasta lograr los efectos deseados. Los trazos en el papel adoptan líneas de morfología diversa y de grosor variable (en función de cómo apretemos la plumilla sobre el papel).
Evidentemente no obtendremos los mismos trazos con una plumilla, un rotulador biselado o un estilógrafo. Los primeros son más “dinámicos”, los segundos serán rectos, y los últimos también, pero idóneos para obtener el “punteado” de algunas sombras. Sin embargo, en este mismo sentido, podemos apoyarnos de la técnica de lápiz de grafito para darle mayor profundidad a nuestro trabajo y detallar sutilmente ciertos puntos de luz y sombra que no queramos denotar tanto con bolígrafo; logrando resultados magníficos mediante achurados y/o puntillismo en este caso, que son técnicas previamente trabajadas.
Advertisement