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Las inversiones en los tiempos de elecciones
Las elecciones son eventos que pueden generar incertidumbre y volatilidad en los mercados financieros; factores dentro de los cuales se pueden resaltar oportunidades, así como considerar rebalanceos de los portafolios con el fin de ajustarse a los vaivenes del mercado.
Este año, más del 50% de la población mundial participará o ya participó en algún proceso electoral de importancia, donde el próximo foco se concentrará en las próximas elecciones en Estados Unidos.
Históricamente, el retorno anual del índice de acciones S&P 500 en años de elecciones en Estados Unidos desde el año 1932, ha promediado un +6,2%, en comparación con un +9,6% en los años no electorales. Además, la volatilidad ha tendido a ser mayor en años electorales, con un 16,5% frente al 15,3% en años sin elecciones. Sin embargo, a partir del día después de las elecciones, una vez que se elimina esta incertidumbre, el mercado tiende a estabilizarse y a enfocarse nuevamente en los fundamentos económicos
Por ejemplo, durante la administración de Barack Obama, el S&P 500 tuvo un retorno promedio anual de +16,3%, vs el +16% obtenido durante la administración de Donald Trump. Ambas métricas son muy similares entre sí, lo que a primera vista puede sorprender por el antagonismo entre ambos presidentes, y a su vez son resultados superiores al retorno promedio anual del índice en los últimos 30 años, de +10,4%.
En otras palabras, hay que separar el ruido político de los fundamentos, y evitar realizar movimientos bruscos en los portafolios en base al factor imponderable de la política. Si bien vale la pena incrementar de forma temporal el nivel de resguardo y activos conservadores ante la mayor volatilidad esperada, sería inapropiado si los cambios en las inversiones se llevan con una profundidad tal que los perfiles de las inversiones queden desalineados con el objetivo del inversor.
¿Qué hacer para el resto del 2024?
En primer lugar, luce adecuado seguir ponderando con mayor peso la renta fija o bonos, que la renta variable o acciones. La razón de mayor importancia son los altos rendimientos nominales de bonos corporativos en dólares de excelente calidad en Estados Unidos, que promedian niveles por encima del 5% anual para el segmento con “grado de inversión”. El devengamiento de estos rendimientos, históricamente elevados, representan una oportunidad histórica para el horizonte de inversión de los próximos años, donde se espera que la tasa de interés de referencia sea recortada desde el 5,5% actual, hasta 3,5% en 2026.
En segundo lugar, luce apropiado seguir siendo selectivos en renta variable, priorizando las posiciones en compañías o estrategias que se enfoquen en compañías de excelente calidad desde el punto de vista de sus negocios: alto valor de la marca o activos intangibles, estabilidad en generación de ingresos, presencia global, gerencia probada, previsibilidad del negocio, inelasticidad de los productos o servicios, etc. Este foco en selectividad nace de la valuación más elevada que exhibe el índice S&P 500, con
21,4 veces en su ratio de Precio / Ganancias estimadas, en contraste a la valuación promedio de los últimos 5 y 10 años de 19,3 veces y 17,9 veces respectivamente. Por otro lado, la selectividad nace del hecho que los índices están siendo impulsados al alza por relativamente pocas compañías. En total, aproximadamente un 25% de las 500 compañías del índice están acumulando un desempeño mejor que el índice en sí. De cerrar el 2024 con esta misma métrica, sería el año con menor cantidad de compañías que superan el desempeño del índice desde 1974.
Por último, dada la mayor volatilidad esperada en escenario electoral, y con los últimos eventos que se han desarrollado en ese entorno, luce conveniente incrementar el rol y la participación de la Inversiones Alternativas dentro de los portafolios de inversión. Es decir, incrementar el peso de estrategias o fondos enfocados en activos privados y de economía real, como bienes raíces, capital privado, y crédito privado. Sectores que estuvieron cerrados para el inversor individual durante décadas, pero donde hoy se encuentran diversas opciones con posibilidades de acceso y gestión de liquidez.
