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Agua & Vida: Capítulo VI
Los primos lucharon con habilidad. Aunque no mantenían una formación como tal, si se mantenían al pendiente uno de otro para apoyar la defensa o el ataque según necesidad. Con todo, Roger era un excelente líder, arrojado, que en vez de gritar órdenes, se lanzaba antes que los demás y se esforzaba el doble para hacer más daño. Riuben en cambio, mantenía una posición pasiva, moviéndose con libertad y velocidad para confundir al enemigo que recibía potentes cargas, cuyo único objetivo era darle espacio a ella. Ella que con un garrote de madera destrozaba a lo que le pegara, y con el mismo giro podía golpear a varios. Ninguno de los cuales sobrevivía.
La batalla duró unas horas, pero al final, no quedó ningún insectoide con vida. Sin poder cerciorarse, completamente agotados, los primos se lanzaron al piso. Riuben cortó la lluvia y se acercó a tratarlos en silencio, dando felicitaciones como palabras de aliento.
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La mayoría estaba sobrecogido de ver a Edrissa desatar ese espectáculo abrumador. La realidad es que cuando alguien piensa en un druida de Alma, Diosa de la vida, se imagina a un pacifista que permanece estoico ante los cambios del mundo. Pero la mujer que resoplaba aun destrozando los insectoides que se movían por reflejo, era algo completamente insospechado, una fuerza de la naturaleza que nublaba por completo toda su belleza. Todo lo que la vida representaba.
Viendo a Gelat, demasiado herido, Riuben decidió darle un poco de consuelo.
La vida es el primer conflicto. La tormenta arrasa, como lo hace el mar embravecido o la tierra que ruge. Pero solo la vida puede mostrar la violencia del conflicto el Conde trataba de darle sentido a las heridas en el estómago del primo, así que continuó los elementos chocan y compiten, pero en realidad solo danzan entre ellos, en cambio, la vida es una baile que se continua, porque irremediablemente se acaba Gelat sonrió plácidamente. El viejo Riuben pudo ver en sus ojos esa misma luz que tenía su hijo cuando se enamoró perdidamente de Edrissa, pero para su buena suerte, se apagó pronto, pues la vida de Gelat terminó.
Tras dedicarle unas oraciones, y entregarlo a la corriente del rio de la muerte, atendió a Laurec, quien no pudo dejar de insistir que fuera a tratar las heridas de la druida primero, pero Riuben le aseguró que debía darle un poco de espacio porque aún no había salido del trance. Cuando la mujer lanzó el bastón con el que masacró a tantos, Laurec empujó al shaman para que fuera a revisarla.
Todos parecen estar preocupados por su salud maestra ¿la reviso o necesita otro momento?
Lo que podría necesitar de ti en este momento me lo negarías.
Riuben rio brevemente.
La maestra es sabia, conoce las leyes de los hombres, de las Diosas y lee mi corazón sin problema ¿Puedo acercarme?
Hazlo. De todas maneras, la vida se le escapa, el joven castaño no vivirá otro día.
Riuben supo que hablaba de Laurec. Aún con la adrenalina haciéndolo sentir invencible, estaba más allá de su capacidad de sanarlo con sus remedios.
Debes amar este lugar dijo él.
No niego que me gusta el conflicto, y la ley del más fuerte arraigada en este lugar me hace más sencillo relacionarme con ellos, pero aunque lo dudes, me desagrada la muerte. Y aquí hay mucha.
¿Esa es su forma de decir que está vivo, o que está muerto, maestra?
Esa es mi forma de decir que con solo dos de ellos vivos, nuestra travesía está por llegar al final.
Riuben bajó la voz para que los demás no lo escucharan.
El plan del Lyonesse solo es una precaución, una línea de acción general, un mínimo por si todo sale mal. Es fácil confundirlo con un orden expresa para quien no lo conoce bien, pero no lo es. En cambio, más allá de eso, he podido ver a Rogerbar hijo y a su gente, bajo presión, frente a la muerte, y lo que vi, con las palabras precisas, es algo que le interesará al Rey de Reyes más que un culpable. Así que, de momento, la parte más importante en toda esta operación, considerando que ya te divertiste batiéndote contra todo lo que ofrece las colmenas, incluyendo la seguramente sorprendente pelea contra el escarabajo gigante, necesito, y por favor, atienda a la palabra; necesito, saber que encontraste al joven Alajar y que está vivo.
La mujer se acercó a Riuben, con casi dos metros de estatura, el cuerpo que no envejece y la confianza, podía sin problema destantear a quien fuera, pero no a él, a él nunca pudo, al menos no así, había otra fórmula.
Sí.
Riuben celebró para sí mismo, aunque inmediatamente se dio cuenta que no estaba seguro a que dijo sí, y sabiendo lo que les esperaba preguntó.
¿Dónde está?
No lo sé
Pero contestaste que “sí”, está vivo.
Antes de esta pelea lo estaba. Pero no lo has encontrado.
No.
Entonces, por el amor que Alma le tiene a Aluria, dime ¿cómo sabes que está vivo? preguntó temeroso.
Porque si no lo estuviera no podría dejar el rastro de destrucción que hemos estado siguiendo.
Riuben se paralizó por un momento ante la implicación. Trató de darle sentido, pero fue ella quien decidió poner todo en su lugar.
Como bien mencionas, aunque puedo ser irreverente con el Lyonesse, porque lo conozco de varias formas que, asumo, tú no lo conoces, entiendo que el plan de contingencia es accesorio, porque tú estás aquí para ejecutar según la oportunidad, y tú, atención a la palabra, “necesitas” vivo al joven Alajar para que el viaje valga la pena. Pero como también mencionaste, soy una druida de Alma, no combato por deporte ni por gusto, así que aunque pueda resultar abrumadora mi forma de demostrarlo, amo la vida, y la respeto, por lo que no peleo a menos que sea estrictamente necesario.
No puede ser suspiró Riuben sobrecogido.
Por tres días sobrevivió a una flora y fauna hostil. Luego, partidas de guerra trataron de localizarlo, porque contrario a lo que la Alianza de Reyes, piensa, los habitantes de Las Colmenas no son seres simples de instinto, comprenden las motivaciones y entienden a su enemigo. Aunque, cometieron el error de creer que lo que su enemigo consideraba poca cosa, fuera de hecho, un peligroso oponente que usó el suelo desconocido contra ellos.
Riuben se dio cuenta que lo de las lianas, fue una trampa que Nerum uso para detener a sus perseguidores maanti, e inmediatamente resolvió por qué el líder de la partida de guerra abejida tenía un tiro en la cabeza.
¿El escarabajo gigante?
Por eso te dejé. Supuse que era demasiado para él, pero cuando llegué, él ya había ganado.
Por eso los insectos acorazados nos retaron, por el derecho de retarlo…
Hay mucho más… mucho que no me creerías, pero Nerum Alajar, el alcohólico que es una deshonra para su familia. Se reinventó aquí.
¿Entonces?
Por eso te esperaba aquí Edrissa mostró al fondo del valle, una mancha luminosa sobre una piedra esa marca significa que está contendiendo con el depredador supremo.
¿Qué significa exactamente? inquirió Riuben. Su vida está en un peligro que no podemos evitarle. Pero antes de que pienses que todo fue en balde. Por favor, ten en cuenta esto. La ceremonia está en activo, no hay una línea segura, nuestras vidas están en el mismo riesgo.
Riuben miró a Rogerbar, que sujetaba a su primo y le mentía sobre la gravedad de sus heridas.
¿Entonces dices que solo demos la vuelta y nos vayamos? ¿Así, sin más?
Podemos intentarlo, claro. Pero soy de la opinión que los mejores cazadores son los que comprenden a lo que cazan. Si estamos aquí, es porque el cazador nos quería aquí.
Riuben acarició el rostro de Edrissa. No porque varios años de su vida fantaseó con ella, sino porque así podía disimular que movía los dedos para que lloviera una ligera llovizna.
Edrissa le sonrió. Ella sabía todo sobre las presas y como atraparlos, pero Riuben era un pez en la marea, él sabía sobre cazadores, y con ese solo movimiento, unas chispas delataron al depredador que los observaba.
Riuben se fue al suelo porque la serpiente lo derribó evitando que ambos fueran impactados por unas luces que destrozaron entre llamas unos árboles cercanos al toque.
Roger y Exter se pusieron de pie. Así que solo vieron cuando una de esas luces mató a su primo instantáneamente, estallándolo.
Una sensación de muerte se colocó sobre Exter y encontró un punto rojo sobre su pecho, pero Riuben creció una pared de agua que distorsionó el objetivo, por lo que a pesar de que no se movió, la luz que mata golpeó un árbol cercano.
Invisible, pero soltando pequeñas chispas a causa de la tenue lluvia. El cazador supremo preparó un nuevo tiro, pero apenas tuvo tiempo de atrapar la cabeza de Edrissa en forma de serpiente, y aunque no pensó dos veces en matarla con la garra metálica en su otra mano, con su cola Edrissa golpeó su casco, apagando sus temibles luces de muerte de una vez por todas.
En represalia, con habilidad y fuerza, el cazador se preparó para desnucar a la serpiente, pero sin sus luces y su invisibilidad, finalmente era una presa, y cuando se dio cuenta de eso. Miró hacia la locación más improbable y vio a un hombre apuntando. Nada pudo hacer. Escuchó la detonación y la bala de un rifle le entró en el pecho. Entre el daño de su armadura.
Edrissa se zafó cayendo en forma humana, Riuben lanzó la técnica de rompeolas para detener un golpe como la piedra hace con el agua. La garra del cazador chocó contra el aura mágica del shaman, siendo ambos lanzados para atrás, aunque en realidad fuera casi un milagro, porque sin esa magia, el cazador hubiera atravesado al shaman y al druida con el mismo movimiento.
Inmediatamente el cazador viró desviando la espada de Roger de vuelta a él, pero cuando avanzó para darle alcance, apareció corriendo este hombre barbado, rifle en mano a golpearlo con la culata, justo en la cabeza. Crack.
Riuben no pudo creerlo. Solo había visto un par de veces a Nerum Alajar, y el joven era la representación exacta de los defectos con los que se le relacionaba. En cambio, barbado, sucio y herido, no solo no parecía aquel joven, sino que era un hombre, uno que por cierto, produjo una bayoneta en la mano y se lanzó contra el cazador.
El cazador era más alto y fuerte, su garra metálica era mejor, por eso creyó que Nerum había cometido un error fatal, cuando en realidad, aprovechó el embiste de su enemigo, para arrodillarse, montar la bayoneta y picarlo a distancia. El cazador herido en el abdomen dio un paso atrás para retomar su ataque, cuando comprendió que el rifle estaba cargado, así que por reflejo metió el brazo, llenando el lugar de sangre brillante, pero salvando la vida cuando evitó el tiro a quemarropa del Alajar, retrocediendo de un salto que lo hizo desaparecer en los árboles.
¡Es muy peligroso que estén aquí!, váyanse por el desfiladero, el sonido lo ensordece y no se acerca.
Nerum Alajar, soy Riuben Rotena, venimos a rescatarte por órdenes del Lyonesse Avallach.
Díganle que me encontraron muerto dijo, mientras recargaba su rifle, ensimismado.
Y a tu abuelo ¿Le digo lo mismo?
Nerum Alajar miró a Riuben, y por un momento la razón regresó a él. Solo por un momento hasta que contestó sonriendo.
No. A él dile que me encontraron finalmente vivo.
Cuando cerró la compuerta de su rifle. Los miró un momento y corrió en persecución del cazador supremo.
Riuben pensó todas sus opciones, y aunque sabía que con la partida de Alajar se iban las posibilidades de obtener lo que quería, salvar la vida de Exter, Roger y Edrissa era por mucho, más valioso. Así que ordenó la cardiaca retirada, hasta que dos días después de temer a todas las sombras, encontraron al grupo de exploración de la Legión formado por hombres de muchos apellidos, pero todos primos entre ellos.