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Blefaroplastia

El contorno de ojos es uno de los grandes retos a los que se enfrenta un dermatólogo. Entre los problemas más frecuentes, que revelan el paso del tiempo en la mirada, se encuentran: bolsas, ojeras, caída de los párpados y arrugas.

Existe un gran número de procedimientos quirúrgicos para rejuvenecer y embellecer la mirada, tales como: la blefaroplastia, elevación de cejas con dispositivos reabsorbibles, la cantopexia, el lifting temporal endoscópico y la corrección quirúrgica del surco de ojera.

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La blefaroplastia es un procedimiento quirúrgico utilizado para la corrección de las alteraciones degenerativas de los párpados.

Se le puede considerar estético cuando se busca rejuvenecimiento, y no estético cuando se trata de un procedimiento correctivo cuando hay blefarocalasia, esto es, un exceso de piel originado como consecuencia de la distensión de fibras elásticas y colágenas, siendo normalmente más marcado en los dos tercios externos del párpado superior. Como consecuencia se produce un aumento del pliegue palpebral, que en algunos casos forma una especie de segundo párpado que descansa sobre la línea de las pestañas; suele ser responsable de fatiga visual y en casos extremos va a suponer un obstáculo visual.

Antes Después

La técnica de la blefaroplastia fue desarrollada por Avicena, Ibn Rashil y Albucasis en Arabia, en el siglo X, lo que pone de manifiesto su importancia para la visión; ellos describieron varias técnicas para párpados superiores.

Antes

Después

Es uno de los procedimientos quirúrgicos cosméticos ambulatorios mas solicitados y en aumento en la actualidad, siendo la mayoría de los pacientes del sexo femenino y una edad promedio de 45 a 50 años de edad. Esta cirugía puede aplicarse para el párpado superior y para el párpado inferior según se requiera. Como en todo acto quirúrgico, se deberá elaborar una historia clínica completa y una exploración física adecuada.

Es necesario descartar otras alteraciones palpebrales que llevarían a una indicación quirúrgica errónea, pues existen enfermedades que pueden alterar los párpados, como disfunción tiroidea, enfermedad renal, alergia, dacrioadenitis, que pueden manifestarse como párpados hinchados. Asimismo, es importante el dato de una blefaroplastia previa. También si así lo requiere el caso pediremos una evaluación cardiológica preoperatoria con estudios prequirúrgicos.

En algunos pacientes también se debe incluir la evaluación oftalmológica que documente la agudeza visual, campos visuales periféricos, presión intraocular, función lagrimal basal, estabilidad de la película lagrimal, fuerza del cierre palpebral, si existe lagoftalmos y la simetría de las aberturas palpebrales.

En una primera etapa se realizará la valoración del exceso de tejido cutáneo-muscular, siendo muy importante para verificar este exceso la localización del pliegue palpebral. El trazado inferior de la incisión se sitúa entre 8 y 10 mm del borde libre palpebral, utilizamos también la “la prueba de pinzamiento” y verificamos que no haya eversión excedente del borde del párpado y las pestañas.

El cirujano dermatólogo o plástico debe conocer bien la anatomía y los límites quirúrgicos correspondientes a esta zona para no ocasionar daño ocular. Algunas estructuras importantes son:

1) El septum orbitario es una estructura fibrosa, continuación del periostio de la órbita, que se encuentra debajo del músculo orbicular, divide a la órbita en un compartimento anterior y posterior y actúa como una barrera para las infecciones y hemorragias.

2) Bolsas grasas en compartimientos, que se dividen en el párpado superior, en medial y central y en el párpado inferior en medial, central y lateral.

3) El músculo oblicuo inferior se puede encontrar entre los compartimientos medial y central.

4) La glándula lagrimal que se encuentra en el compartimiento lateral.

En el caso de la blefaroplastia inferior además de poder eliminar el exceso de piel, grasa o músculo, se pueden realizar otras técnicas quirúrgicas para reparar alteraciones palpebrales como, el ectropión, la hiperlaxitud palpebral o la exposición de la esclera.

Con el uso de estas técnicas se consigue una mejoría significativa en los pacientes tratados, con respecto al envejecimiento periorbitario, con mínima tasa de complicaciones en manos expertas.

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