POESÍA
LEYENDO EN EL COSMOS
MARINERA
Sincronizada con la fresca mecedora, escucho en el silencio, la ciudad desierta ... De la plena canícula, huídas sus gentes, a la brisa marina, a la abisal lozanía de las olas, húmedas playas, cabe la sombra de fragantes bosques. Ante las ventanas abiertas, en el crepúsculo yo leía; bajo la indolente caricia, del mudo pay pay; mientras aquel celaje, perdía su purpúrea luminosidad, en las surrealistas, evanescentes y misteriosas formas, donde yo fluctuaba, entre el ayer y el ahora. Sobre girones de oscuridad y luz, esquivando la estela de soledad, tormento, en mis arcanas noches. Del cosmos, en claro espacio, surgió esbozado, tu noble porte: Altiva testa de argénteos cabellos, el rostro varonil, castaños ojos, melados al mirarme; la adusta boca se distiende en ternura, queda enuncia, cómplice beso. Un aura de ilusión nos une, funde ambas soledades para el fu turo, en esta alegre, viva fuente, de nuestro feliz ... tiempo.
Saliendo por el Retamar dejando atrás la bahía, es la alcazaba corona de la ciudad de AI-Meriya: ¡Desnudos los pies jugaron en playas de arena fina! En algunas ensenadas rocas de casas cubiertas, puertos de pescadores. con sus barcas y tabernas. A los largos arenales cierran landas desérticas, do reptan allí los cardos de luz, corola célica. Aroma deja el tomillo, el romero y la alhucema y en rincones arenosos las marinas azucenas... Hundidas en el humedal, juncales las patas quietas del flamenco asalmonado... azogue, sombra despierta. En el agua espejante, la salina alba, inmensa...
Autora: María Esperanza Vidal Reynes Poeta y pintora
A Juan Alba Martínez
Mayo 2014 47