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y condiciones

Tabla 4.2 grupos de población objetivo y herramientas asociadas para la evaluación de las necesidades y condiciones

Evaluaciones categóricas de grupos demográficos a lo largo del ciclo de vida (personas)

Ÿ Niños Ÿ Adultos mayores Ÿ Mujeres Clasificación de las personas por reglas según las características del grupo (Se puede combinar con otros factores de las siguientes categorías, como la comprobación de los medios de vida. Puede evaluar los historiales de contribución de los trabajadores como «condiciones» para optar a las pensiones de la seguridad social.)

Evaluación del nivel socioeconómico (evaluación para familias y hogares)

Ÿ Personas que viven por debajo de la línea de pobreza Ÿ Personas sin hogar Ÿ Personas que viven en lugares aislados y remotos Ÿ Grupos pastoriles, nómadas y seminómadas Ÿ Grupos indígenas Ÿ Inmigrantes, poblaciones internamente desplazadas (PID) o personas que viven en zonas de fragilidad, conflicto y violencia Ÿ Minorías étnicas, religiosas, lingüísticas y visibles Ÿ Comprobación de los medios de vida (CM), incluidas la comprobación de los ingresos o de los activos Ÿ Comprobación sustitutiva de los medios de vida (CSM) Ÿ Comprobación híbrida de los medios de vida (CHM) Ÿ Indicadores multidimensionales de la pobreza (IMP) Ÿ Focalización comunitaria (FC)

Evaluación de demandantes de empleo y desempleados (personas)

Ÿ Personas desempleadas Ÿ Trabajadores desmotivados/inactivos Ÿ Trabajadores de sectores informales Ÿ Evaluaciones de los gtrabajadores sociales Ÿ Herramientas de elaboración de perfiles laborales

Evaluaciones para la discapacidad (personas)

Ÿ Personas en condición de discapacidad Ÿ Trabajadores en condición de discapacidad Ÿ Evaluaciones médicas de las discapacidades como impedimentos o condiciones Ÿ Evaluaciones funcionales de las discapacidades teniendo en cuenta las capacidades, las necesidades de atención y los factores contextuales

Evaluaciones de los riesgos sociales (personas y familias)

Ÿ Niños en riesgo Ÿ Jóvenes en riesgo Ÿ Adultos en riesgo Ÿ Lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, intersexuales, queers y otras identidades y orientaciones Ÿ Evaluaciones de los trabajadores sociales con herramientas formales e informales Ÿ Algunos usos experimentales de los modelos predictivos

Métodos integrados para la recepción y el registro

Ÿ Evaluación multidimensional de las necesidades y condiciones: Un ejemplo sería la detección de riesgos sociales en los demandantes de empleo, así como los factores relacionados habitualmente con el trabajo que determinan su distancia al mercado laboral. Ÿ Varios programas que utilizan herramientas e información comunes para la evaluación; por ejemplo, evaluaciones socioeconómicas de los registros sociales.

Fuente: Tabla original para esta publicación.

l Comprobación híbrida de los medios de vida (CHM), que combina la CM y la CSM recopilando información sobre los ingresos observables del hogar, que puede cotejarse con fuentes independientes, además de recopilar información sobre determinados activos del hogar con el fin de estimar los ingresos o el consumo que no se pueden comprobar, como en la CSM. La CHM depende de la disponibilidad y la calidad de los datos administrativos, así como de la frecuencia de las actualizaciones. La CHM combina todas las fuentes de ingresos del hogar que se encuentran en los datos administrativos con una estimación de los ingresos procedentes de actividades informales. Por tanto, la puntuación de la

CHM es la suma de los ingresos formales e imputados de la persona, de acuerdo con determinadas características de la información proporcionada por los interesados o de otros registros administrativos. Se recomienda aplicar este método cuando los ingresos formales suponen una gran parte de los ingresos del hogar, y se usa con mayor frecuencia en Europa Oriental y Asia Central (Tesliuc et al., 2014).

La adición de los ingresos imputados a los ingresos constatables hace que este método sea híbrido. Se considera un método de selección intermedio entre la CM y la CSM.

Otra herramienta para la evaluación socioeconómica es la focalización comunitaria (FC), que se usa para dar prioridad a los hogares que se registrarán (información para la recepción y el registro). La FC también ayuda a validar las puntuaciones o los cálculos de los ingresos y el consumo. Malaui aplica la FC tanto para dar prioridad a los hogares que se registran como para validar las puntuaciones de CSM. Burkina Faso emplea la FC para validar la lista de hogares elegibles en función de su puntuación de CSM. Por último, la FC se usa como herramienta para la evaluación directa de las necesidades y condiciones de las familias de una comunidad y para clasificarlas de más ricas a más pobres. En tales casos, la clasificación cualitativa de la FC podría incorporarse directamente en las decisiones de elegibilidad (véase el capítulo 5). La FC utiliza los conocimientos locales de los líderes o los miembros de la comunidad para identificar a los participantes del programa según la visión subjetiva que tienen dichos líderes de las necesidades de los hogares. La razón que lleva a usar la FC es que los conocimientos locales pueden tener un mayor grado de precisión de la que determine cualquier persona externa.

Las evaluaciones socioeconómicas pueden ser por demanda (en el momento en el que las personas solicitan ayuda) o dirigida por la administración (en lotes). Con la estrategia por demanda se calcula la medida absoluta del bienestar de los inscritos (p. ej., en términos de ingresos agregados, valor de sus activos o puntuación absoluta en la CSM). En las evaluaciones dirigidas por la administración, con frecuencia se utiliza una clasificación de los hogares que va de los más pobres a los más ricos. (La medida del bienestar es, por tanto, relativa: depende del resto de hogares del grupo). Aunque en las evaluaciones dirigidas por la administración también se pueden emplear medidas absolutas, la clasificación relativa solo se puede usar con la estrategia de cohortes, y únicamente cuando todos los hogares se registran y evalúan en grupo dentro de un marco temporal común.

Las clasificaciones relativas no pueden usarse con la estrategia por demanda, ya que volver a clasificar todos los hogares cada vez que se registra uno nuevo no es factible (y tampoco tiene sentido comparar clasificaciones de hogares registrados en diferentes puntos temporales). Como veremos en el capítulo 5, esta distinción tiene importantes implicaciones a la hora de determinar la elegibilidad para los programas sociales.

Evaluación y elaboración de perfiles de demandantes de empleo y desempleados

Cuando los demandantes de empleo o los desempleados solicitan beneficios y servicios, es importante diferenciarlos en función de sus necesidades, condiciones y empleabilidad. Una evaluación precisa permitirá emparejar a las personas con los paquetes de beneficios y servicios adecuados a sus necesidades (véase el capítulo 5), y hacer que las intervenciones intensivas se centren en quienes más las necesitan, además de optimizar la asignación de personal, beneficios y servicios. Las evaluaciones precisas ayudan a las personas a obtener empleo, mejorar su empleabilidad y evitar que se prolongue la situación de desempleo. La evaluación

inexacta puede suponer un desperdicio de recursos por la asignación de intervenciones intensivas a quienes no las necesitan. Las evaluaciones deficientes se traducen en una pérdida de oportunidades para intervenir de forma temprana y adecuada con el fin de evitar el desempleo de largo plazo, y genera una sobrecarga para los trabajadores sociales, los servicios de empleo y los programas activos del mercado laboral (PAML) al distribuir la escasa cantidad de recursos disponibles entre muchos casos, y reducir así la calidad de los servicios para todos.

Para establecer diferencias entre las personas desempleadas se usan distintos instrumentos de elaboración de perfiles, que suelen incluir las evaluaciones de los trabajadores sociales, las herramientas de elaboración de perfiles estadísticos o una combinación de ambas. La influencia relativa de las evaluaciones y las herramientas de elaboración de perfiles depende de la capacidad del organismo para gestionar la información y los recursos humanos, y la capacidad de los trabajadores sociales depende de su capacitación, su aptitud para aprovechar la información de forma eficaz y la cifra de casos atendidos (que determina cuánto tiempo pueden dedicar a cada caso). El tipo y el grado de sofisticación de la información disponible también influyen en la evaluación. Tal y como se mencionó anteriormente, esta información incluye datos identificativos y jurídicos básicos, información sobre la situación de empleo y el historial laboral, e información más compleja sobre la empleabilidad y las barreras para trabajar. Por lo general, esta información la recopila el trabajador social durante la entrevista, pero también existe la posibilidad de que la proporcionen otros organismos o se coteje con estos. En función de las capacidades del trabajador social y el organismo, se pueden emplear cuatro métodos para evaluar las necesidades y condiciones de los demandantes de empleo y los desempleados (gráfico 4.4).22

l Clasificación según reglas. Cuando la capacidad del trabajador social y la información disponible son limitadas, el trabajador puede ceñirse a la clasificación de los solicitantes en función de características de grupo, como el tiempo que llevan en situación de desempleo, su edad (por ejemplo, jóvenes que buscan su primer empleo o trabajadores de más de 50 años) o las posibles

discapacidades. Aunque el trabajador social es el actor principal, su grado de autoridad en la toma de decisiones es limitado. La ventaja de este método es que las normas de clasificación son relativamente fáciles de aplicar. La desventaja es que no permite evaluar las necesidades y las condiciones individuales de cada persona. l Elaboración de perfiles estadísticos. Algunos países emplean herramientas de elaboración de perfiles estadísticos para predecir la duración probable de la situación de desempleo de los demandantes y diferenciar entre aquellos a quienes resulta fácil colocar y a quienes no (Loxha y Morgandi, 2014). (Véase el recuadro 4.8.) Estas herramientas utilizan modelos econométricos para analizar los datos sobre los demandantes de empleo y predecir la probabilidad de que vuelvan a trabajar (como medida de su empleabilidad) de acuerdo con un modelo estadístico. Al generar un espectro de puntuaciones estadísticas relacionadas con el riesgo de desempleo, los modelos permiten a las oficinas de empleo dividir a los demandantes en función de su grupo de riesgo, por medio de una escala móvil que va de bajo a alto riesgo. Los resultados obtenidos sirven para fundamentar la toma de decisiones sobre elegibilidad y paquetes de beneficios y servicios. Entre las ventajas de las herramientas de elaboración de perfiles laborales estadísticos se encuentra la aplicación de una evaluación objetiva y estandarizada de las perspectivas de reempleo de los demandantes, al tiempo que se generan puntuaciones de riesgo individualizadas. Las desventajas van asociadas con los datos de mala calidad u obsoletos, que dan lugar a errores importantes. Aunque se utilicen datos de buena calidad, modelo estadístico es incapaz de recoger toda la información que los trabajadores sociales obtienen mediante entrevistas en profundidad y otros métodos, como la información sobre las motivaciones de los solicitantes, su actitud hacia el trabajo y sus rasgos conductuales (Loxha y Morgandi, 2014). l Evaluaciones de los trabajadores sociales. A menudo, los trabajadores sociales desarrollan su tarea sobre todo a partir de la información recopilada mediante entrevistas, herramientas cualitativas y su propia evaluación clínica de los solicitantes (Kuddo, 2012). La principal ventaja de este método es que los trabajadores