La perseverancia, permanencia y persistencia a pesar de todos los obstaculos, desalientos e imposibilidades; eso es lo que distingue a las almas fuertes de las débiles. La perseverancia es un valor del carácter que se define como la actitud de continuar, seguir, persistir, insistir y avanzar; aunque existan dificultades, problemas y adversidades, en la vida de una persona. Existen muchos hombres y mujeres que poseen un gran talento, habilidad y experiencia; sin embargo, ante una gran dificultad desisten de sus proyectos. Una persona perseverante en cambio, cuando sufre un revés o una caída; se levanta, se sacude y sigue adelante con sus objetivos. A continuación explico los 10 hábitos principales de las personas que practican la perseverancia, como actitud de vida:
1) Poseen una ferrea voluntad Las personas perseverantes se caracterizan por poseer una fuerte voluntad, que los impulsan a convertir sus sueños e ilusiones en hechos concretos; así mismo, deciden el viaje de lo que realmente quieren para su vida. «La voluntad es la fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atomica» expresó Albert Einstein. Es la voluntad, la perseverancia, la fé en Dios, y la confianza en sí mismo lo que le imprime valor a los esfuerzos que cada día una persona realiza; para mover las más grandes montañas de temor, dificultades y desalientos. Con una voluntad inquebrantable, las personas perseverantes inician el descubrimiento mas importante de su historia personal; al convertir en realidad los sueños, propósitos e ilusiones, que se han trazado como proyecto de vida. 2) Concluyen lo que empiezan Muchos seres humanos no terminan lo que empiezan (proyectos, esparcimientos, relaciones, situaciones),ante un aprendizaje sucede una resistencia. Una persona perseverante cuando decide emprender algún proyecto, procura por todos los medios, de vencer toda resistencia o molestia que surja, y se comprometen a concluir lo que han empezado. La perseverancia es un factor clave para conseguir el avance y progreso en las áreas personal, social, espiritual y económica de nuestra existencia. La gente que se detiene a mitad del camino, que dudan y se dejan invadir del miedo; no alcanzan sus más grandes ideales. La habilidad de proseguir, insistir y continuar, hasta llevar a un feliz término nuestras metas y objetivos personales, se constituye en un aspecto básico del éxito, en todas las áreas de la vida.