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Sudán del Sur “puede ser la sorpresa”
Amenaza de Nuni Omot
En tanto, para Vargas, uno de los jugadores sursudaneses que más dará de qué hablar en este Mundial, que será celebrado en Filipinas, Japón e Indonesia, será Nuni Omot, quien lideró al equipo con un promedio de 15.1 unidades y 4.4 rebotes en las ventanas clasificatorias.
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Joseph Reboyras >rreboyras@elvocero.com
@Reboyas_
Nota del editor: Serie de reportajes sobre los rivales de la selección masculina de baloncesto en la venidera Copa del Mundo.
En poco más de 100 días, la selección de baloncesto masculina de Puerto Rico participará en su décima Copa del Mundo de la FIBA en línea.
En la primera fase del torneo, la escuadra boricua chocará como parte del Grupo B con los conjuntos de Serbia, China y Sudán del Sur, siendo este último el primero de los rivales a enfrentar, el 26 de agosto.
De acuerdo con el analista de baloncesto Edgar Xavier Vargas, uno de los aspectos que hace peligrosa a la escuadra sursudanesa son sus múltiples variantes ofensivas.
“Es un equipo que está jugando bien, que tiene muchas variantes ofensivas, tira muy bien el tiro a distancia, anota el balón y van duro a las tablas”, expresó Vargas en entrevista con EL VOCERO.
“(Sudán del Sur) no depende de un solo estilo ofensivo, tiene diferentes variantes y se acopla a lo que el juego les dicte. Creo que también una de sus fortalezas es su identi- dad como equipo... No tienen que rendirles cuentas a nadie, están en el torneo y pueden ser la sorpresa”, agregó.
Sudán del Sur llega a la Copa del Mundo, luego de integrarse a FIBA en 2011 y haber dominado a sus oponentes en las últimas ventanas clasificatorias al registrar una marca de 11-1. La única derrota que sufrieron fue ante Senegal, 69-66, en agosto de 2022.
Desde ese entonces, Sudán del Sur no ha vuelto a perder un partido y, por el contrario, han ganado cinco al hilo, incluyendo un triunfo sobre Senegal en febrero de este año. Durante esta racha ganadora, han superado a sus contrincantes por un promedio de diferencia de 22.4 puntos.
El quinteto africano es dirigido por quien fue la cara del continente por mucho tiempo, el exenebeísta Luol Deng, que desde 2019 funge como el presidente de la Federación de Baloncesto de Sudán del Sur. Estuvo 14 años activo en la NBA y, tras su retiro de las canchas, se ha dedicado a impulsar el desarrollo de comunidades en Sudán del Sur a través del deporte.
“Nuni Emot posiblemente es su referente hoy por hoy en el equipo... Es un alero complicado porque son 6’10” de estatura y puede poner la bola en el piso, le gusta chocar. Es un típico jugador híbrido”, explicó.
Como si fuera poco, Omot conoce el estilo de juego de los puertorriqueños, ya que jugó con los Leones de Ponce en la temporada 2022 del Baloncesto Superior Nacional (BSN). En su tiempo con el conjunto ponceño, el delantero africano promedió 16.9 tantos.
En busca de enebeístas
A pesar de que poncharon su boleto a la Copa del Mundo sin jugadores de NBA en su plantilla, Vargas no descarta que la Federación de Baloncesto Sudán del Sur refuerce la escuadra con enebeístas de ascendencia sursudanesa en el venidero torneo.
Según Vargas, algunos jugadores de NBA que podrían vestir el uniforme de Sudán del Sur en el Mundial son Wenyen Gabriel, quien milita con los Lakers de Los Ángeles; y Bol Bol, del Magic de Orlando.
También podrían incorporar al exenebeísta Deng Adel, que vistió los colores de los Cavaliers de Cleveland en 2018-19 y, actualmente, compite con los Bears de Bakken, un equipo de la Basketligaeen en la liga de baloncesto profesional de Dinamarca.

sus territorios. Por el contrario, él viajó previamente a Cuba para visitar a su familia una vez le fue concedida la ciudadanía estadounidense.
Por eso, fue la primera vez que un familiar suyo lo ve jugando baloncesto desde casi 2012.
Así habían sido sus últimos 11 años viviendo en Puerto Rico, desde que el 19 de junio de 2012 decidió abandonar el hotel Verdanza, de Isla Verde, donde se alojaba la selección cubana con la que veía acción en el Centrobasket, celebrado en San Juan.
Finalmente, después de múltiples gestiones y una carrera ascendente en el baloncesto boricua y latinoamericano, el canastero oriundo de Santa Clara, en Cuba, finalmente pudo tener alguien en las gradas a quien mirar y por quién preocuparse mientras está en cancha: su padre.
Romero pudo traer a su padre del mismo nombre, Ysmael, desde su natal Cuba en un primer esfuerzo por darles una mejor calidad de vida. El momento no pudo ser mejor porque el espigado delantero fungió este pasado fin de semana como uno de los capitanes del Juego de Estrellas.
“Me lo disfruté en todos los sentidos. Siempre estuve pendiente a él, que la pasara bien y que disfrutara”, reconoció Romero en entrevista con EL VOCERO. “Hace muchos años, hace más de 12 años que no me ve en vivo”, recordó con una gran sonrisa.
Romero nunca había recibido la visita de sus familiares por las políticas estadounidenses que limitan la entrada de cubanos a
El miércoles pasado fue esa primera vez cuando los Vaqueros de Bayamón –equipo con el que juega Romero– cayó ante los Cangrejeros de Santurce con marcador de 101-93, en el coliseo Roberto Clemente, de San Juan. Luego, volvió a caer el jueves ante los Indios de Mayagüez por 84-73, y de nuevo en el Juego de Estrellas, donde su equipo sucumbió ante el de Tjader Fernández por 130-129.

“Hace mucho no me veía jugando así porque la oportunidad de ir a jugar con la selección (de Puerto Rico en febrero de 2022 para un partido) en Cuba no se dio y entonces no pudo darse ese encuentro ahí”, recordó Romero.
“Ahora tiene que seguir disfrutando por ahí por abajo. Lo que viene es baloncesto y baloncesto. Acá se juega un día sí y un día no. Va a tener muchos partidos para ver y la liga ahora es que aprieta”, dijo el canastero, de 31 años, sobre la agenda de compromisos de su padre en la Isla.
Romero aseguró que, desde la llegada de su padre la semana pasada, todas las conversaciones han girado alrededor de su proceso en la Isla, y su crecimiento a nivel personal y profesional.
“Está muy contento y orgulloso de lo que he logrado. Se siente feliz. Un padre orgulloso”, contó Romero sobre la impresión de su padre.
El también jugador naturalizado de la selección de Puerto Rico adelantó que, en sus planes, está todavía traer a su madre y su hermano desde Cuba. “Es el sueño principal que tengo y sé que pronto lo lograré”, afirmó.