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EL VOCERO DE PUERTO RICO >MARTES, 2 DE FEBRERO DE 2016
Prevención
Algunos síntomas y otros datos importantes
Cómo evitar el cáncer cervical Redacción
>ysolis@elvocero.com
El cáncer cervical, también conocido como cáncer de cuello uterino, es una condición que afecta a las féminas como consecuencias del Virus del Papiloma Humano (VPH), que se adquiere mediante contacto sexual. Este comienza en las células de la superficie del cuello del útero (en su mayoría de las células escamosas), ocasionando una afección precancerosa llamada “displasia”, con un desarrollo inicial muy lento en la mayoría de los casos. A pesar de que esta afección se puede detectar por medio de una citología cervical (prueba Papanicolaou) y/o prueba para el
Recomendaciones para prevenir el cáncer cervical:
virus de VPH, convirtiéndola en algo remediable, en la mayor parte de los casos, información obtenida del Instituto Mujeres, en Estados Unidos y Puerto Rico, indica que “cada minuto una mujer es diagnosticada con una lesión pre-cancerosa (500,000 casos anuales). Y, basado en estadísticas de 2009, cada hora una mujer es diagnosticada con cáncer cervical (11,270 casos nuevos de cáncer cervical) y cada dos horas una mujer muere de cáncer cervical (4,070 muertes)”. Empero, se presume que la mayoría de las mujeres a quienes se les diagnostica cáncer cervical en la actualidad no se han sometido a pruebas de cernimiento como citologías vaginales regulares, a la prueba para VPH o, no han tenido un seguimiento por resultados anormales en estas. Por ello cuando se logra detectar, la vida de la paciente puede estar en peligro. Por tal razón, a nivel mundial, el cáncer cervical es el tercer tipo de cáncer más común en las mujeres. Aunque en los Estados Unidos, gracias al uso rutinario de citologías vaginales (pruebas de Papanicolaou), son mucho menos común. Sin embargo, la mayor exhortación para prevenir esta condición es “la vacunación”. “Durante los últimos 10 años ha habido un esfuerzo global para que la población conozca la relación que hay entre el VPH y el cáncer cervical. Para ello se han desarrollado varias vacunas. Actualmente contamos con tres distintas. La más reciente introducida este año y la cual cubre o previene nueve cepas de VPH, de las cuales siete son de alto riesgo y pueden producir lesiones pre malignas o malignas tanto en el hombre como en la mujer”, dijo el ginecólogo Hiram Malaret, quien ha ofrecido más de 400 presentaciones en temas relacionados a VPH, su diagnóstico, tratamiento y vacunación preventiva. El galeno explicó que las tres vacunas disponibles están indicadas para las edades entre nueve a 26 años de edad, con una aplicación de tres dosis, pero que a pesar de que la vacuna del VPH supone salvar vidas no se ha logrado una vacunación más significativa. “Luego de un estudio reciente entre adolescentes se demostró que en los Estados Unidos, cuatro de cada 10 niñas que debieron de haber recibido la vacuna, no la recibieron, aun cuando tenían edad para que así fuese. Además seis de cada 10 varones tampoco recibieron la vacuna. Esto es así aun cuando una vacuna que puede ser administrada con-
juntamente como lo es la TDAP (tétano, difteria y pertusis) y que tiene una penetración de un 88 por ciento (%). O sea que el 88% de los niños y adolescentes que debían recibir la vacuna, sí recibieron la de TDAP. Sin embargo, la vacuna del VPH es para prevenir cáncer y salvar vidas, y no se ha logrado crear la conciencia social como para proceder con una vacunación de mayor cobertura”, acotó. “Para lograr esta estrategia de vacunación, es importante que las agencias gubernamentales, entidades salubristas, los profesionales de salud, al igual que los padres y los jóvenes, desarrollen el interés que amerita este asunto con el fin de disminuir el riesgo de infección y desarrollo de lesiones relacionadas a este virus como es el cáncer”, sostuvo Malaret. En casos donde lamentablemente se ha diagnosticado cáncer cervical, el tratamiento es mucho más agresivo y depende de la etapa o estadio del cáncer, el tamaño y forma del tumor, la edad y salud general de la mujer, y su deseo de tener hijos en el futuro. El tratamiento de lesiones precancerosas cuando se detecta en etapas tempranas o pre-malignas puede solo requerir de una extirpación o destrucción de los tejidos precancerosos o cancerosos, a través de cirugías como electro quirúrgica (utiliza electricidad), crioterapia (congela las células anormales), terapia con láser (utiliza luz para cauterizar) o histerectomía (cirugía para extirpar el útero pero no los ovarios). En muchos casos si las lesiones son bien tempranas y dependiendo de la edad de la paciente, la observación puede ser el tratamiento de elección ya que es muy común que en esas etapas tempranas las lesiones pueden desaparecer espontáneamente a través del sistema inmunológico celular que todos tenemos y que si funciona correctamente nos libera de tantas enfermedades. En casos más avanzados, puede conllevar procesos más dramáticos como la histerectomía radical (se extirpa el útero y tejidos circundantes como ganglios linfáticos y la parte superior de la vagina) o evisceración pélvica, (cirugía extrema donde se extirpan todos los órganos de la pelvis, incluidos la vejiga y el recto). También es posible utilizar la radioterapia para tratar los casos en que el cáncer se haya diseminado más allá del cuello uterino o que haya reaparecido, y quimioterapia, para destruir el cáncer. Se puede administrar sola o con cirugía o radiación según sea el estadio del caso.
• Practicar relaciones sexuales con protección (el uso del condón durante la relación sexual reduce el riesgo de contraer el VPH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS). • Limitar la cantidad de compañeros sexuales. • Hacer la prueba de Papanicolaou y/o la prueba de VPH con la frecuencia recomendada.
Aunque en la mayor parte del tiempo, el cáncer cervical no presenta síntomas, algunos indicativos de la enfermedad pueden ser: • Sangrado vaginal anormal entre periodos, después de la relación sexual o después de la menopausia. • Flujo vaginal que no cesa, (pálido, acuoso, rosado, marrón, con sangre o de olor fétido). • Periodos menstruales que se vuelven más abundantes y que duran más de lo normal. En caso de que el cáncer cervical se haya diseminado a otros órganos como la vejiga, los intestinos, los pulmones y el hígado, indicativos de que el cáncer está avanzado, se pueden presentar síntomas como: • Dolor de espalda • Fracturas o dolor en los huesos • Fatiga, fuga o filtración de orina o heces por la vagina • Dolor en las piernas • Inapetencia • Dolor pélvico • Hinchazón en una sola pierna •Pérdida de peso
(Fuentes adicionales: Instituto Mujeres / institutomujeres.com y Medline Plus/ www. Medlineplus.com).