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COLITIS ULCEROSA: IMPERANTE SU DIAGNÓSTICO TEMPRANO

La gastroenteróloga e investigadora Esther Torres, alertó sobre el aumento en la incidencia de la colitis ulcerosa, una de las dos enfermedades inflamatorias del intestino (EII) más importantes y que de no atenderse, podría resultar en cáncer de colon.

Las enfermedades inflamatorias del intestino son crónicas y se caracterizan por un proceso de larga duración de inflamación en el tracto gastrointestinal. Los síntomas varían en cada persona, pero los más comunes son sangrado, diarrea y dolor abdominal.

Aunque no tiene una causa definida, las tendencias genéticas del paciente, las respuestas anormales a ciertos estímulos del sistema inmunológico y factores ambientales —como la dieta— pueden incidir en el diagnóstico de la condición.

“Le estamos dando mucha importancia e investigación activa a la cuestión de la dieta, porque hemos aprendido que parte del ambiente que no es totalmente externo, es una colección de microorganismos —bacterias, hongos— que viven dentro de nosotros y se llaman microbiomas. Esta colección de organismos tiene funciones muy beneficiosas, pero también tienen el potencial de estimular la inflamación, dependiendo de la genética y el sistema nervioso. Dentro de los factores que llevan a que una persona desarrolle la enfermedad es que se junten estas cosas”, explicó Torres, directora del Centro para Enfermedades Inflamatorias del Intestino de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico.

Además, “la ansiedad, depresión, falta de sueño, manejo de estrés, son factores que impactan estas condiciones. Los estados emocionales tienen que ver con la función del sistema inmune también. Así que hay una relación que no es solamente fisiológica —es más biológica de lo que pensábamos antes— entre el estado emocional y el funcionamiento de nuestro organismo”, abundó la salubrista.

Según el banco de datos más reciente en Puerto Rico —de

2013— se calcula que 186 personas por cada 100 mil habitantes desarrollan una enfermedad inflamatoria del intestino, con la colitis ulcerosa como la más frecuente entre las edades de 15 a 35 años.

“Hay que aclarar que esto es lo más común, pero no es lo único. La enfermedad puede aparecer hasta en infantes. Las personas de la tercera edad también pueden desarro- llar una de estas condiciones”, agregó la especialista.

La colitis suele afectar el intestino grueso o colon, a diferencia del Crohn’s —la segunda enfermedad inflamatoria del intestino— que puede ocurrir en cualquier parte del tracto gastrointestinal, empezando en la boca, terminando en el ano y el área regional. Ambas enfermedades se diagnostican luego del proceso de colonoscopia y biopsia.

“Si tienes enfermedad del intestino delgado, eso no es colitis ulcerosa. Debo aclarar que el Crohn puede afectar solo el colon, en cuyo caso también es colitis, pero es colitis por Crohn, que a veces la gente se confunde y dicen: ‘Tengo Crohn, pero tengo colitis ulcerosa’. No, tiene colitis por Crohn. Son enfermedades que una vez tienen el diagnóstico, se cargan por el resto de sus vidas”, señaló la representante de la Fundación Esther A. Torres, sobre Enfermedades Inflamatorias del Intestino.

Adherencia al tratamiento

La colitis ulcerosa no es una condición prevenible, por lo que se enfatiza en el diagnóstico temprano para evitar complicaciones.

Torres asegura que en los últimos diez años se han desarrollado alternativas “increíbles” para tratar a cada paciente dependiendo la severidad. Antibióticos y esteroides son algunos de los tratamientos.

“Si es una enfermedad limitada a la parte más bajita del intestino, podemos utilizar medicamentos tópicos en supositorios o enema, ya que brindan mayor concentración de la medicina en el área afectada. La enfermedad leve es fácil de tratar con medicamentos por boca. Cuando la inflamación es mayor, entramos a medicamentos que van a modular más el sistema inmune de la persona y proceso inflamatorio, empezando por la cortisona en todas sus variantes, que es un antiinflamatorio excelente”, informó la doctora.

La adherencia al medicamento permite que la mayoría de los pacientes logre la remisión, que es cuando desaparecen los signos y síntomas de una enfermedad. Sin embargo, “si quitas el tratamiento, la estadística de recaídas es bien alta a largo plazo”, señaló.

Posibles complicaciones Igualmente, “hay dos complicaciones serias que pueden ocurrir. Una es que el proceso inflamatorio se ponga peor y sea tan severo, que el paciente termine en un hospital y tenga una hemorragia significativa, o lo que se llama una colitis fulminante, que muchas veces requiere de sacarle el colon; una colectomía total”.

La segunda consecuencia grave es el cáncer de colon. Los pacientes con el colon totalmente enfermo —pancolitis— están en riesgo de desarrollar este cáncer luego de ocho años. Mientras que en los que tienen menos expansión de la colitis en el intestino, podría comenzar después de diez o 12 años.

“Así que, si tienes enfermedad de todo el colon, pero has estado en remisión, tu riesgo es mucho más bajito que si no tuvieras control de la inflamación. Es consecuencia de la duración de la enfermedad y de un tratamiento que no ha sido efectivo, ya sea porque la enfermedad nunca respondió o porque el paciente abandona el tratamiento”, indicó Torres.

Aunque cada dieta también depende de la tolerancia de cada persona, la investigadora recomienda evitar la carne roja, azúcares, y aumentar el consumo de frutas y vegetales.

“Segundo —y bien importante a todos los pacientes— busca los mecanismos para manejar el estrés, la ansiedad y la depresión, que son consecuencia de las condiciones”, apuntó.