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El valor DEL TRABAJO

ADEMÁS DE REFLEJAR LA ACTIVIDAD DE DIOS, ÉSTE TENDRÁ COMO RECOMPENSA EL HONOR Y LA SATISFACCIÓN QUE PROVIENEN DE UNA LABOR BIEN HECHA

Lupita Navarro

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El origen del trabajo está descrito en el libro de Génesis, donde encontramos que Dios es el primer trabajador, ocupado con la creación del mundo (Génesis 1:1-15). La Biblia dice que el Señor trabajó por seis días y descansó el séptimo, fue el primero en trabajar sobre la tierra y, por lo tanto, el trabajo legítimo refleja la actividad de Dios.

Dios examinó y evaluó la calidad de su labor y cuando él determinó que había hecho un buen trabajo, se complació con el resultado. Por este ejemplo, es evidente que el trabajo debe ser productivo.

¿Qué dice la psicología?

Por otro lado, disciplinas como la psicología han señalado los beneficios individuales que puede tener en una persona incluir dentro de sus sistemas de valores el del trabajo. En sintonía con esto, un individuo que practique este valor en primer lugar empezará a ser conocido por su entorno como una persona honesta, entregada, trabajadora y eficiente, lo que le irá abriendo puertas académicas y laborales, pues esta característica es indispensable para avanzar en el mundo profesional, en el que se buscan personas dedicadas, que luchen cada día por hacerlo mucho mejor. Así mismo, un individuo reconocido en su entorno como una persona trabajadora, generará una estima social, que a la larga se manifestará en el establecimiento de vínculos sociales basados en el respeto, la admiración, la cooperación y la confianza, que se traducirán en un bienestar mutuo, y en sentimientos de orgullo, satisfacción y alta autoestima, factores indispensables a su vez para una buena salud física y emocional.