AÑADA 2013 EN BORDEAUX Este año hemos viajado a Bordeaux para catar los vinos de la cosecha 2013 en dos ocasiones, ya que la semana oficial de las degustaciones de la UGCB (Union des Grands Crus de Bordeaux) coincidía con los dos eventos más importantes que organizamos en Vila Viniteca: el 7º Premio Vila Viniteca de Cata por Parejas y La Música del Vi. Nuestras visitas a los châteaux se sucedieron las semanas anterior y posterior, del 23 al 25 de marzo y del 7 al 9 de abril. Este hecho inusual para nosotros –que llevamos catando los vinos en “primeur” desde hace 14 años y siempre durante la semana oficial–, nos dio unas perspectivas diferentes a las habituales. Por un lado, avanzarse a la “semana grande” facilita los desplazamientos de un château al otro y permite cumplir mucho mejor con los horarios marcados por las visitas y degustaciones evitando las aglomeraciones de tantos catadores profesionales. Por el contrario, se pierde el ambiente y el pulso del mercado y las percepciones, previsiones e inquietudes de los colegas de otros países. La semana posterior también aporta cosas diferentes. Los châteaux han recibido a centenares (en algunos casos miles) de profesionales, y los negociants han catado y hablado personalmente con un gran número de clientes. Han certificado o no su interés por la añada y también han visto como un gran número de posibles compradores no han asistido. Además, en las numerosas fiestas y degustaciones que se han celebrado en los diferentes châteaux, y presentaciones y cenas en hoteles o en las sedes de los negociants, se ha intercambiado mucha información y el mercado ha transmitido a los directores de los châteaux la necesidad del reposicionamiento de los precios a la baja, debido a la situación económica, a los stocks existentes y a la poca inquietud que despertaba la añada. Visitamos Château Cheval Blanc (donde también degustamos con Pierre Lurton un gran Château d’Yquem que este año tampoco se ofrece a la avanzada), Château Ausone, Château Angélus, Château Latour (que desde 2012 no se vende a la avanzada), Château Lafite Rothschild, Château Mouton Rothschild, Château Margaux, Château Haut-Brion, Château Lafleur, Tertre Roteboeuf, Château Palmer, Château Cos d’Estournel, Château Montrose, Château Climens, Château La Fleur de Boüard, Château Canon La Gaffelière, Jean-Pierre Moueix y dos negociants de Bordeaux donde pudimos catar más de 100 vinos diferentes. Este año todos nos perdíamos la siempre fantástica visita a Le Pin de Jacques Thienpont. La bodega anunciaba que debido a la cantidad limitadísima de vino, no daba a degustar a los compradores los 2013. Pero la sorpresa fue todavía más grande cuando unas semanas después el château anunciaba que tampoco lo ofrecería a la avanzada. Finalmente la campaña ha sido muy rápida y muy corta. Se iniciaba el 26 de marzo con la salida de los primeros vinos, y finalizaba prácticamente el 14 de mayo con Château de Fieuzal y Château de Fargues. Como era de esperar en una añada a priori con poca demanda, no ha habido ofertas de “2ª tranche”, que es cuando los châteaux especulan y ofrecen al mercado –unas semanas después de su 1ª oferta– un poco más de vino a un precio sensiblemente más elevado. ¿Y cómo ha respondido el mercado a las expectativas de la añada? Con una reducción generalizada de compras por parte de los mayores operadores internacionales. Con bajadas en EEUU, Inglaterra (algún negociant ha comprado apenas el 5% de lo que compró en 2009), una China casi ausente y en Francia el negocio ha venido marcado por el papel importante de las grandes superficies que han comprado en función del stock que les quedaba. Ha habido demanda por parte de algunos clientes de châteaux como Lynch-Bages, Calon Ségur, Domaine de Chevalier o Smith Haut Lafitte y Mouton Rothschild entre los grandes. En general, la venta o no de los 2013 no es un problema de calidad o precio. Incluso vinos que han salido a precios de 2008 no han funcionado. El problema principal es que el mercado se encuentra repleto de stock. Los vinos de los châteaux de referencia, en general están muy bien hechos y marcan un listón superior al que era de esperar en una añada tan y tan difícil. Las terribles condiciones climáticas, de haberse dado en una añada de las décadas de los 70, 80 o inicios de los 90 habría dado unos vinos catastróficos. Pero la situación actual, con la mayoría de propiedades con muchos recursos económicos, tecnológicos y con unos equipos humanos muy preparados, han permitido salvar –no sin mucho esfuerzo y trabajo– una cosecha muy difícil. En la mayoría de casos selección, selección, selección y más selección, eliminando un % muy elevado de uva de la cosecha. Extracciones suaves y maceraciones no muy largas, remontados delicados y, en muchos casos reducción de los períodos de crianza en roble y del porcentaje del uso de barrica nueva. Finalmente, los vinos en general alcanzan un perfil más ligero, con menos peso en el centro pero sorprendentemente en muchos casos evitando el exceso de notas verdes. Cuando como de costumbre, al final de las degustaciones, preguntábamos a los enólogos por las similitudes de esta cosecha con las anteriores, la respuesta era casi repetitiva: “puede que climatológicamente pudiéramos encontrar parecidos con algunas añadas complicadas pero el resultado final debido al duro trabajo de campo y a la extrema selección en bodega es mucho más exitoso del que nunca hubiéramos podido imaginar, alcanzando unos vinos de gran nivel”. Heterogeneidad generalizada de calidad, con un gran nivel en los blancos secos y también en muchos Sauternes que destacan y se imponen en una añada difícil pero bien resuelta para los mejores elaboradores. Después de degustar más de 180 vinos –algunos en dos o tres ocasiones– hemos seleccionado 106 châteaux para nuestra oferta de Bordeaux 2013. Unos vinos que ofrecerán un lado atractivo y amable en los próximos 5 años y que se ofertan en muchos casos a unos precios que no veíamos desde hacía 6 años.
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