Vera + Crux 2013

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COFRADÍA DE LA VERA CRUZ. SANTO CRISTO DE ZACATECAS Y NTRA. SRA. DEL SOCORRO

MONTILLA 2013


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Editorial ECCE LIGNVM CRVCIS... - Editorial..............................................3 - Saludo de Cuaresma.......................................4 - Nuestra Historia ..................................... 6 - Cultos...................................................20 - Noticias.........................................................22

En este curso cofrade, a cuyo momento culmen nos estamos acercando y para el que nos hemos preparado a lo largo del tiempo cuaresmal, la actual Junta de Gobierno de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz concluye la andadura iniciada hace cuatro años. En este tiempo, la hermandad se ha consolidado como un referente de la Semana Santa montillana y de su Martes Santo, llevando a cabo proyectos y actividades de las que año a año hemos ido dando debida cuenta a través de esta revista Vera+Crux. En este tiempo se ha terminado la fase de carpintería del trono en el que procesionan nuestros Sagrados Titulares, el Cristo de Zacatecas y su inseparable Madre del Socorro, se han realizado los faroles de cruz de guía, se han incorporado nuevas sayas y mantos al ajuar de la Santísima Virgen, etc. al tiempo que se han realizado numerosas actividades culturales como las representaciones musicales de Peter Pan y Hércules o los conciertos de música cofrade y de zarzuela. De forma paralela, la Cofradía ha puesto en marcha distintas iniciativas para la financiación de sus proyectos como el Cuartel de Cuaresma, la Caseta de la Feria de Día, la barra del escenario flamenco del Castillo durante la I Noche Blanca…

- Reflexiones.......................................30 - Soleras Bibliográficas.........................38

Revista informativa de la Cofradía de la Santa Vera Cruz (MONTILLA) Número 11 - Año X COLABORACIÓN: 2 euros

Para la actual Junta de Gobierno, transcurrida la próxima Semana Santa, será momento de hacer balance, de valorar los aciertos y de reconocer los errores para que las personas que tomen las riendas de nuestra Cofradía puedan seguir trabajando por ella recorriendo la senda iniciada desde su reorganización hace ahora más de una década. Quedan muchos retos pendientes a los que, como hermandad, tendremos que hacer frente iluminados siempre por la bendición del Señor de Zacatecas y la intercesión inefable de la Santísima Virgen del Socorro, quienes de seguro velarán por sus hijos y hermanos de la Santa y Vera Cruz de Cristo.

EDITA Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, Hermandad del Santo Cristo de Zacatecas y Santa María del Socorro, Madre de Dios y Señora Nuestra Parroquia de Santiago Apóstol - C/ Iglesia, 7 - 14550 Montilla (Córdoba) - ESPAÑA Correo-e: veracruzdemontilla@gmail.com http://veracruzdemontilla.blogspot.com - Dirección, redacción y maquetación: Juan Antonio Prieto Velasco - Coordinación: Antonio Luis Jiménez Barranco - Consejo Asesor: José Almedina - Francisco Arce - Rafael Portero - Miguel Navarro - Fotografía: Juan A. Prieto - JAIME - Antonio L. Jiménez - Rafael Salido - Rafael Portero Imprime: GAVE Comunión Grafica - 14550 Montilla (Córdoba) FOTO PORTADA: JAIME DISEÑO PORTADA: GAVE

La Cofradía de la Santa Vera Cruz no comparte necesariamente las opiniones de sus colaboradores Prohibida la reproducción sin permiso escrito de los editores © 2011 Todos los derechos reservados. ISSN 2254-1268 Depósito Legal CO – 232 - 2009


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saludo de Cuaresma

José Almedina Polonio Consiliario

"Dios no se conforma..." Nos preparamos para vivir este tiempo de especial intensidad en la vida de Hermandades y Cofradías, pero debemos recordarnos continuamente cuál es el objetivo por el que nuestros trabajos, reuniones, esfuerzos y sacrificios adquieren todo su sentido. Cada año se nos da una oportunidad para vivir la cuaresma como una renovación personal por medio de la renovación de la fe y de una nueva efusión de la caridad, que nos prepare a revivir los misterios de la Muerte y Resurrección de Jesucristo. Nos encontramos en un año del todo singular para vivir la Semana Santa: la Iglesia Universal celebra el Año de la Fe y para nosotros esta efeméride toma un acento especial, porque tenemos el gozo de vivir el Año Jubilar de San Juan de Ávila. El Santo Padre, Benedicto XVI nos orienta en su mensaje para esta Cuaresma retomando el tema de la relación entre nuestra fe y la caridad. “Dios – subraya el Papa– no se contenta con que nosotros aceptemos su amor gratuito. No se limita a amarnos, quiere atraernos hacia sí, transformarnos de un modo tan profundo que podamos decir con San Pablo: ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí (cf. Ga. 2,20). Cuando dejamos espacio al amor de Dios, nos hace semejantes a él, partícipes de su misma caridad. Abrirnos a su amor significa dejar que él viva en nosotros y nos lleve a amar con él y como él, sólo entonces nuestra fe llega verdaderamente “a actuar por la caridad” (Ga. 5,6) y él mora en nosotros (cf. Jn. 4,12)”. ¡Qué reflexión tan sencilla y profunda a la vez! Merece la pena que nos detengamos a meditarla y a aplicarla

El Cristo de Zacatecas y su Madre bendita del Socorro en su salida procesional del Martes Santo de 2012.

cada uno a su propia vida: Dios quiere vivir en nosotros y hacernos semejantes a él. No se conforma Dios con que reconozcamos, por la fe en su Pasión redentora, el amor que nos tiene y nos ha demostrado hasta el extremo de la Cruz. Ni tampoco se conforma con que realicemos obras buenas hacia los demás; sino que pretende mucho más: una transformación radical de nuestras vidas a su imagen. Y no de una forma externa, de una ética más o menos vivida, sino viviendo realmente “en” nosotros y actuando su amor por medio de nuestras vidas en el mundo de hoy.


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Los Sagrados Titulares de la Vera Cruz a la espera de que se abran las puertas de Santiago.

En el contexto actual de profunda crisis en el que vivimos, crisis de sentido, moral y económica, la vivencia profunda de la Semana Santa, el cumplimiento pascual de acercamiento a los sacramentos de la Confesión y la Comunión, la realización de nuestra estación de Penitencia y los Cultos a los Titulares, la corresponsabilidad y la ayuda mutua en la Hermandad, son cauces privilegiados para encontrarnos con Dios en Jesucristo, que llena de sentido nuestras vidas, y vivir una nueva forma de relaciones más verdaderas entre nosotros.

va a inaugurar el nuevo Comedor Social de Cáritas, impulsado como un fruto de este año de San Juan de Ävila. Quiero invitar a todos los miembros de nuestra hermandad a que reflexionemos en qué medida cada uno puede contribuir a esta iniciativa, ya sea materialmente o como voluntario, en lo que puede ser un signo concreto de que, en nuestra ciudad, la fe no es simplemente una cuestión de sentimientos o estética, sino que “actúa en la caridad” (cf. Ga. 5,5), como así sucede en otras muchas iniciativas que hasta ahora se están llevando a cabo en este campo de la atención a quién lo necesita.

Además, el Año Jubilar nos brinda la oportunidad de una renovación más profunda de nuestras vidas a través de la Indulgencia Plenaria y un modo concreto de vivir la caridad: en el corazón de la Cuaresma se

Con el deseo de que estos “días mayores” del año cristiano sean para nosotros una auténtica renovación, me despido como vuestro consiliario y amigo.


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nuestra historia

Antonio Luis Jiménez Barranco Hermano Mayor

La veneración al Santo Cristo de Zacatecas en el siglo XX. Aspectos históricos Se cumplen setenta años del retorno a las calles de Montilla del Señor de Zacatecas y Ntra. Sra. del Socorro. Qué mejor ocasión que este septuagenario para recordar aquel gran acontecimiento, desde la óptica histórica en que se desenvolvió tal hecho, condicionada a la particular situación social que imperaba. Para ubicarlo mejor también hemos de volver la mirada al periodo que abarca el antes, durante y después de aquella etapa en que el Crucificado y su bendita Madre conocieron más de tres lustros de un inusitado fervor religioso y tradicional en la mitad del siglo XX. Antecedentes Transcurría el primer tercio de la centuria pasada cuando se reactiva en España la religiosidad popular, especialmente en la esfera cofrade vinculada a la Semana Santa. En Montilla tenemos su reflejo en la reorganización de las hermandades de Jesús Nazareno y del Santo Entierro, así como la creación de la cofradía de Jesús de las Prisiones y la formación de la primera banda de Soldados Romanos, vinculada a la hermandad nazarena. Por aquellos años la cofradía del Cristo de Zacatecas (que había perdido su primitiva denominación de la Vera Cruz al trasladarse de la desaparecida ermita, reconvertida en cementerio), era fusionada con la mermada hermandad de Ánimas Benditas, según nos indican los escasos documentos que han llegado hasta nosotros. La “Cofradía de las Benditas Ánimas de Ntro. Padre Jesús de Zacatecas”, como era oficialmente

Tarjeta de hermano de la Cofradía del Santo Cristo de Zacatecas, h. 1925.

denominada, celebraba en cuaresma un Quinario solemne a su titular, en Semana Santa el Sermón de las Siete Palabras y, con cierta irregularidad, el ejercicio del Vía Crucis la tarde del Viernes Santo por la calles de la feligresía parroquial. Así corrieron los tiempos hasta llegar a “los felices años veinte” en que la Semana Mayor alcanzó cotas de fervor no vistas desde siglos atrás. Con la llegada de la II República, como es conocido, la religión católica atravesaría uno de los momentos más difíciles de su historia en España, y las cofradías no fueron


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ajenas a aquella dura realidad que, en muchas ocasiones, no les permitía cumplir con sus Reglas y procesionar a sus titulares. A pesar de ello, la hermandad del Señor de Zacatecas continuaba rindiendo culto –intramuros– al Crucificado indiano. La prensa provincial se hace eco, en febrero de 1932, del concurrido Quinario al Señor de Zacatecas “que su piadosa cofradía le consagra anualmente en estos días, habiendo sermón todas las noches”1. Los años de postguerra Aquella opresión antirreligiosa vivida en España durante los años republicanos produce un efecto pendular en la sociedad tras la Guerra Civil, con el resurgimiento de un nuevo movimiento cofrade. Al término de la contienda, los nuevos gobernantes del bando vencedor restituyen a la Iglesia Católica el

tradicional espacio que había ocupado, reanudándose, de este modo, públicamente la celebración de las fiestas religiosas. El mundo cofrade experimentó un nuevo auge, esta vez influido por el nuevo escenario social cimentado en el recién instaurado régimen político basado en el nacionalcatolicismo. Dentro de este contexto se crea la Delegación Nacional de Excombatientes, que instituida en agosto de 1939 tiene como objetivo agrupar y amparar a los excombatientes, excautivos y mutilados de la guerra. Este organismo oficial estaba vertebrado por delegaciones provinciales y hermandades locales. Aquellas hermandades, de marcado carácter corporativo, fundan cofradías de Semana Santa o asumen el gobierno de las ya existentes, a las que les suman el apelativo de “Hermandad de Excombatientes”. Este fenómeno se implantó y propagó por todo el territorio nacional. La primera en fundarse como tal fue la hermandad del Stmo. Cristo de Victoria y Ntra. Sra. de la Paz, de Sevilla, en 1939. A ésta le siguieron las análogas de Madrid, Zamora, Córdoba, Guadalajara, Huelva, Huesca, Ciudad Real, Mérida, Cuenca, Salamanca, Cáceres… y así una larga nómina de ciudades y pueblos. En Montilla, un grupo de jóvenes vecinos que habían participado en el bando defensor de la enseña roja y gualda, organizaron una hermandad de excombatientes y mutilados, en 1943. Según informaba la revista de Semana Santa del año siguiente a la fundación, la iniciativa partió de Francisco Velasco Rodríguez, Agustín Cuello Salas y Rafael Vilaplana Riobóo.

Con esta convocatoria al Quinario de 1943 los excombatientes explicaban a los montillanos que se hacían cargo de la organización de los cultos del Cristo de Zacatecas.

La primera Junta Directiva estuvo presidida por el primero de ellos durante los primeros meses, aunque tuvo que renunciar al tener que marcharse de nuestra ciudad. Le sustituyó en el cargo Francisco Ruz Salas,


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ocupando la secretaría Francisco Solano Maraver Sotelo y la tesorería el ya citado Vilaplana Riobóo. Además, contaba con los vocales siguientes: el antedicho Cuello Salas, Francisco Carmona Luque, José Mª Berral Raigón, José Portero Luque, Trinidad Saavedra Requena, Antonio Ceballos Pineda, Miguel Córdoba Repiso, Manuel Luque Velasco, Manuel Velasco Herrador, Ángel Gaya Sisternes, Rafael Ortiz Ortiz, Santiago Navarro Sánchez, Juan Coleto Osuna, José Pedraza Ponferrada, Francisco Enríquez Ortega y Mariano Ruz Requena. La dirección espiritual estuvo a cargo del Rvdo. Rafael Madueño Canales (recientemente fallecido), y Francisca Curiel, esposa de Ángel Gaya, ejercía de Camarera de las imágenes titulares2.

La primera de las medidas que tomó la Junta Directiva fue asumir la organización de los cultos mantenidos por la cofradía, como especifica la convocatoria editada, que ilustra este trabajo. Tomó como día de salida procesional el Martes Santo (el miércoles había sido ocupado dos años antes por la hermandad del Cristo del Amor). La primera salida procesional se verificó el mismo año de 1943, aunque, según testimonios de la época aquel Martes Santo la lluvia se hizo presente, por lo que optaron por salir la tarde del Viernes Santo junto al Santo Entierro 3. En 1944 la cofradía contaba con más de 400 hermanos, según informaba la revista de Semana Santa de aquel año, que también avanzaba los proyectos que la Directiva tenía previsto llevar a cabo, tales como “la construcción de un nuevo paso para su Titular, que, según nuestra noticias, ha de construir una verdadera obra de arte”4. Aquel año ya pudo salir el día establecido, a las 11 de la noche, y se estrenó el toque de campanas fúnebre que había compuesto el popular campanero Francisco Gómez Vela “Frasquito El Ciego”, al que tituló “Semidoble del Señor de Zacatecas”. El cortejo procesional estuvo acompañado por “el Excmo. Ayuntamiento, Jerarquías y representación de todas las cofradías montillanas”5. El estandarte, obra de terciopelo negro bordado en oro, estaba presidido por una pintura al óleo de nuestro paisano Ildefonso Jiménez Delgado. El nuevo trono fue realizado por Antonio González Martínez, tallista hispalense afincado en nuestra ciudad.

Para ejecutar todos estos proyectos el hermano mayor Francisco Ruz Salas solicitaba al Ayuntamiento “un donativo con destino a sufragar los gastos de dicha cofradía”, acordando la Corporación Municipal Martes Santo de 1945, el Cristo de Zacatecas y Ntra. Sra. del Socorro estrenan nuevo trono, obra del tallista Antonio González. conceder una subvención de 500 pesetas6.


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En la revista de Semana Santa de 1945 se anunciaba para el Martes Santo, “en un afán digno de superación, estrenará la Hermandad para su paso, un hermoso y magnífico trono tallado”7. En 1947, fue restaurada la Virgen del Socorro en Sevilla “por un experto imaginero”8. Asimismo, apreciamos, en la documentación y bibliografía consultada, que la Cofradía deja de utilizar públicamente el apelativo de “hermandad de excombatientes”, apareciendo en adelante sólo el nombre de los Sagrados Titulares. Este cambio probablemente fuera un intento de abrir la misma a todos los montillanos que se sintieran devotos del Señor Crucificado y la Virgen Dolorosa, sin que fuera óbice filiación alguna. En aquella etapa, la Junta Directiva no llegó a establecer hábito o túnica alguna, asistiendo los hermanos y costaleros con traje oscuro y corbata negra. El itinerario seguido por la Cofradía cambió en varias ocasiones, acompañaba al paso cada Martes Santo la banda de Soldados Romanos de la hermandad de Jesús Nazareno, y el cortejo procesional lo iniciaba la misma Cruz de Guía que en la actualidad lo hace. El Cristo de Zacatecas y Ntra. Sra. del Socorro seguirán saliendo anualmente en procesión hasta 1954, aunque el Quinario Solemne su honor se mantiene hasta 1957, año en que se suprimen todos los cultos cuaresmales de nuestra ciudad para ser agrupados en un solo ejercicio religioso organizado por todas las cofradías, y consistía en unos Ejercicios Espirituales y Quinario General9.

Hoja de la revista de Semana Santa de 1946 dedicada a la Cofradía del Cristo de Zacatecas.

Del esplendor a la ausencia La ausencia del Crucificado indiano y de la dolorosa del Socorro en los días de la Semana Santa montillana queda patente en las continuas evocaciones que quedaron impresas en la prensa local. Autores como Pilar Jiménez Duque, Francisco Morilla o José María Portero Castellano, rubricaron en la década de los 50 y 60 sendos artículos donde reivindican la vuelta a las calles de nuestra ciudad de las advocaciones más antiguas de la esfera cofrade pasionista. En 1964 se producen en iglesia parroquial de Santiago una serie de reformas que cambiarán el aspecto interior del templo, para adecuarlo a la nueva liturgia decretada por el Concilio Vaticano II, pasando el Cristo de Zacatecas a presidir el altar mayor.


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merecen este esfuerzo de los montillanos.” Del mismo modo, proponía el pregonero: “que esta Hermandad debe resucitar y que no fuera de excombatientes ni de excautivos, ni de ningún otro bando que recordara la lucha entre hermanos, sino que fuera del Cristo Padre de todos, del Cristo de la unión de los hombres de Montilla”10. En los lustros siguientes hubo varios conatos para recuperar la cofradía, e incluso de integrar la imagen del Crucificado en el cortejo procesional del Jueves Santo, que no llegaron a prosperar.

Cortejo fúnebre organizado en el entierro de D. Luis Fernández Casado (1953), donde podemos apreciar el estandarte de la Cofradía del Señor de Zacatecas, pintado por Ildefonso Jiménez Delgado.

A pesar de los continuos recuerdos y nostálgicos llamamientos para rescatar dicha devoción y cofradía del olvido, habrá que esperar hasta el siglo XXI para ver restablecidos los cultos y procesión del Cristo de Zacatecas y Ntra. Sra. del Socorro. En esta ocasión se recobrará igualmente la primitiva denominación de la Santa Vera Cruz, a cuya hermandad debemos los primeros pasos de la Semana Santa.

NOTAS El primer Pregón de Semana Santa de Montilla, celebrado en el teatro Garnelo el Domingo de Ramos de 1973, fue pronunciado por Julián Ramírez Pino, quien lamentaba la desaparición del Crucificado de Zacatecas en la Semana Mayor, y argumentaba el ocaso de aquella cofradía por su vínculo corporativista, lo cual condicionó negativamente su futuro. Ramírez Pino lo expresaba así: “Pero el error, visto por supuesto a treinta años de distancia, fue el hacerla de los excombatientes, pues las hermandades necesitan savia nueva y constante. No se puede taponar la entrada de nuevos hermanos porque no hubiesen estado en la guerra o por el hecho de haber pertenecido al otro bando. […] La Hermandad del Cristo de Zacatecas debe resucitar de nuevo, pues la tradición del Cristo y la parroquia que lo alberga,

1. AMADOR. En: El Defensor de Córdoba. Año XXXIV, nº 10881. Publicado el 17/02/1932. 2. Revista Semana Santa de Montilla 1946. s/p. 3. JIMÉNEZ BARRANCO, A. L.: El Santo Cristo de Zacatecas. Tradición, historia y devoción de dos pueblos. En: Nuestro Ambiente. Año XXIII, nº 254, pp. 41-43. Marzo, 2000. 4. Revista Semana Santa de Montilla 1944. s/p. 5. Circular emitida por la Cofradía a los hermanos en la cuaresma de 1944. 6. Archivo Histórico Municipal. Actas de Comisión Permanente, p. 65. Sesión de 23/03/1944. 7. Revista Semana Santa de Montilla 1945. s/p. 8. Revista Semana Santa de Montilla 1947. s/p. 9. Munda. Año III. Nº 45, p. 2. Publicado el 16/03/1957. 10. RAMÍREZ PINO, J.: Pregón de la Semana Santa montillana, págs. 7 - 8. Montilla, 1973.


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Ángel Gaya Curiel

nuestra historia

Aquella Montilla lejana RECUERDOS DE INFANCIA

Fueron catorce los años en que mi vida transcurrió en Montilla; desde mi nacimiento, hasta el inicio de mi juventud, ¡nada menos que la niñez! y esa niñez se empapó de vivencias y acontecimientos que llenaron aquellos primeros años de mi existencia. Tuvieron que transcurrir muchos años para que volviera físicamente a mi pueblo, aunque he de confesaros que si bien eso fue así, dado que ni familiar ni materialmente existían prioridades que justificaran mi regreso, sentimentalmente la huella de esos años siempre me acompañó y a medida que la vida ha ido transcurriendo esa huella se ha ido haciendo más presente, imponiéndome con más fuerza, el deseo del reencuentro con mis orígenes; con esa Montilla de mis sueños de niño; con su realidad actual y con esos lugares en donde desperté a la vida.

También nos habían explicado que había vivido y muerto hacía mucho tiempo en esa tierra Juan de Ávila, hombre santo al que enterraron en La Encarnación y años después, al reedificar una ruinosa iglesia, contigua a la anterior, trasladaron sus restos a ella, aunque no al altar mayor sino a otro de la parte izquierda, (el cambio a su actual ubicación debió ser posterior). Conocí aquella abandonada iglesia, hoy monumental templo, cuando se utilizaba como cochera del ómnibus de Obrero que era usado para transportar viajeros entre la estación de ferrocarril y el centro del pueblo.

Y aquí me tenéis con el propósito de intentar llevaros, desde el recuerdo, a aquella Montilla de los años cuarenta, con el afán de que los de mi edad (afortunadamente creo que aún somos muchos), rememoremos con agrado, aquellos tiempos; pues bien sé que, con nuestros años, nos gusta de vez en cuando recordar nuestro pasado. Pretendo también que los más jóvenes conozcan algo más sobre el entorno en que se desarrolló la niñez de los que les precedieron. Para los niños de aquellos años, Montilla representaba un pueblo importante; quizás el más importante de la zona; rebosante de viñedos y bodegas; patria chica de hombres grandes como el Gran Capitán o Francisco Solano del cual decía el canto popular” que es el mejor de todos los montillanos” y cuando lo cantaba así el pueblo, por algo sería.

Quinario del Santo Cristo de Zacatecas y Ntra. Sra. del Socorro, en 1947.


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envidia, esos enormes torrentes de agua que manaban bajo las rocas y se alejaban entre la frondosidad y el verdor. En cambio, en Montilla para paliar en parte el problema del suministro, se habían instalado una especie de casetas en varios puntos de la ciudad, (recuerdo las de la calle San José, Paseo de la Puerta Aguilar, calle Santa Brígida, Pozo Dulce y otras) dotadas de varios grifos y a donde iba la gente con cántaros de barro a por agua pagando una perra gorda (diez céntimos de peseta) por cántaro, a una empleada que se encargaba del llenado accionando las válvulas para que no se perdiera ni una gota.

Estampa del Cristo de Zacatecas como titular de la Hermandad de Excombatientes.

Existía en aquellos años en Montilla un problema de difícil solución; escaseaba el agua, dado que los manantiales de El Cuadrado no daban abasto al haber aumentado el consumo debido al crecimiento de la ciudad, (eso era lo que oía decir a mi padre que conocía el tema). El caso es que en un pueblo como Montilla no existían, como en otras ciudades de su importancia, esas monumentales fuentes públicas que cooperaban a su embellecimiento ni contábamos con una red de distribución suficiente para que el agua llegara a todos los hogares. Recuerdo que estas circunstancias pesaban incluso sobre el ánimo de los chiquillos pues, por ejemplo, cuando los que nos trasladábamos a la vecina Cabra para examinarnos en el instituto “Aguilar y Eslava” visitábamos su “Fuente del Río”, mirábamos impresionados, y creo que con algo de

Yo conocía bien la operativa porque la persona que se encargaba de la caseta de San José era Enriquetica; una señora mayor que me cuidó siendo pequeño y luego pasó a desempeñar este cometido hasta su jubilación. Enriquetica era algo especial para mí. Vinculada durante gran parte de su vida a mi familia, pues desde joven trabajó en la Casa de las Aguas, pasó luego con mis padres a la casa de la calle Sánchez Molero y se encargó de cuidarme desde que iniciaba mis primeros pasos. Poseo recuerdos imborrables de aquella montillana de la calle Lombardo; de su bondad, su paciencia y su dulzura y estoy seguro que estará cerca de Dios. Comencé pronto a asistir a una “Miga” que había en mi calle. Eran las “Migas” unos curiosos precedente de “jardines de infancia” a donde los pequeños asistíamos (al menos así ocurría en mi caso) llevando nuestra “sillita” y en donde ocupábamos nuestro tiempo cantando y rezando en alto o bien escuchando las “edificantes historias” que nos contaba Rosarito Sotelo, (otro encanto de señora) que “dirigía técnicamente el centro”… Tras dos o tres años de “Miga” mis padres me llevaron al Colegio de San Luis. Allí, sor Beatriz me enseñó las primeras letras y conocí a mis primeros amigos… Primera Comunión en la Capilla del Asilo y, por fin, ¡A los Salesianos!


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Hoja de mano con la que la Cofradía anunciaba e invitaba a la procesión de 1944.

Para mí, aquello fue entrar en un mundo “de mayores”, (por cierto; nada más llegar, conocí a una Señora, que vestía de azul y rosa cuya dulce mirada jamás se borró de mi recuerdo). Yo veía enorme ese colegio y me parecía que en él cabíamos todos los chiquillos del mundo. Éramos tantos y tan ruidosos que cuando jugábamos en aquel gran patio de albero y paraísos, el griterío se oía en las calles cercanas. Y ¡cómo jugábamos! es algo que a veces me ha hecho pensar… ¡Cuánto jugaban, siempre en bandadas, como los gorriones, los chiquillos de aquellos tiempos! Normalmente era la calle el escenario de nuestros juegos; bastaban dos piedras y una pelota (algunas hechas de trapo) para convertir las calles en “estadios” improvisados. Cerca de mi casa, el “estadio oficial” era el llanete de la calle “el Conde” (creo que realmente se llama Diego de Alvear). También se jugaba en los campos y paseos e incluso se continuaba jugando en esas casas de familias de muchos hijos y

cuyos padres estaban tan hechos “a la paciencia” que no les importaba que, además de acoger a su prole, se agregaran a la “acogida” cuatro o cinco chiquillos más…. Recuerdo, en tal sentido, casas como la de los Luque Naranjo en la calle Escuelas, donde había chiquillos por todas partes ¡y sin que Miguel y Carmela perdieran un ápice de su paciente actitud….! También la “Máquina del Agua” era destino de nuestros juegos y, en este caso, lo hacíamos utilizando una serie de sables, espadas y floretes que allí tenía mi padre (creo que de sus abuelos) y a los que habían cortado las puntas para evitar que alguno de nosotros ingresara prematuramente en la ONCE tras un “duelo entre espadachines”. No obstante, los caseros Solano y Aurora, (¿alguien podría dudar de su lugar de nacimiento con esos nombres?) a veces tenían que utilizar algodón y alcohol para curar a algún “herido en combate”…


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cuando estoy ante la imagen de un Nazareno, me acuerdo de esa mirada dulce y suplicante de nuestro Nazareno de San Agustín; cuando veo venir un Crucificado por una oscura calleja, me vienen a la mente nombres como Yedra, Zacatecas o Amor, aquellos tres crucificados que, siendo niño, encontraba por las calles… En aquellos días el pueblo olía a pestiños y anís; los chiquillos nos gastábamos nuestros escasos “recursos” en el quiosco de la Plaza de la Rosa (que ya no está), comprando arropías, garrapiñadas, altramuces y pipas; todo estaba en montones y lo “despachaban” utilizando unos “dosificadores manuales” de lata, pues aún el plástico no había hecho acto de presencia en nuestras vidas. También recuerdo que para esas fechas se vendía “cañadú” que eran cañas de azúcar que podían adquirirse troceadas o bien intentando conseguir la caña entera si se lograba clavar en ella una moneda de cobre que te suministraba el vendedor, previo pago de un real y que debías arrojar desde cierta distancia con “todas tus fuerzas”… pues bien; aunque pareciera dificilísimo, ¡algunos lo conseguían y se llevaban la caña entera! El Cristo de Zacatecas en el altar mayor de la Parroquia de Santiago antes de la reforma del Concilio Vaticano II.

Y volviendo a los Salesianos, allí estaba también el Cristo del Amor… ¿Recordáis “los de mi quinta” aquellas Semanas Santas en Montilla? Yo soy un gran devoto de la Semana Santa; siempre me ha gustado estar en Andalucía para esas fechas; eran las fechas en las que más añoraba mi tierra cuando estaba lejos y creo que esto me sucede porque en aquellos años de Montilla vivía esos días con tan enorme e ilusionada expectación que siempre mantuve que “cada año, la Semana Santa no es una repetición, sino algo nuevo aunque todo teóricamente se repita”. Y porque me gusta hasta el entusiasmo, he buscado siempre profundizar en el conocimiento del tema, tanto en su vertiente artística como sentimental. He visto mucho y muy bueno pero me pasa que, a veces,

Aquellos Domingos de Ramos llenos de “hosannas” de chiquillos vestidos de hebreos con túnicas celestes y rosas (¡cómo no, si salían de los Salesianos!); aquel Prendimiento que, desde los balcones de Frasquita Pino presenciaba junto a mi madre, observando desde arriba con infantil nerviosismo la figura de un Judas (aún recuerdo su horrible careta, rojizo cabello, vestimenta roja y verde y su farol), que se movía entre la gente hasta encontrar a Jesús Preso en el centro de la plaza… Recuerdo con emoción esa bendición de Nuestro Padre Jesús en el Coto; el brío de “los leones” de Julián Ramírez subiendo la calle Juan Colín nada menos que portando al Cristo de la Yedra… El silencio de un Miércoles Santo de Amor entre capirotes negros o la sencillez de un Santo Entierro callado, respetuoso y roto sólo por el acompasado son del


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tambor de “Biruta”… y así, mi recuerdo me lleva hasta el que era nuestro Cristo familiar… ¡Zacatecas! Para nosotros, a imagen más cercana. Era la Cofradía de mi casa; mi padre desde la Junta Directiva, mi madre como Camarera de la Virgen y yo acompañándoles en sus idas y venidas a la Parroquia en donde se reunían con ese grupo de cofrades y amigos (a algunos de los cuales yo también conocía porque eran a su vez padres de mis amigos) y comenzaban las maniobras de preparación del paso; baterías para los reflectores, pértigas para librar los cable de las calles (que en aquella época eran muchos), corchos para el monte, flores para resaltar la imponente majestad de este amado Cristo… ¡No me perdía ni un detalle!

Real paraba el tímido caminar del cortejo y todas las miradas se dirigían a la puerta… Allí estaba ya Él y junto a Él, su Madre. En Montilla ya era primavera y en esos días parecía que los vencejos de La Tercia se hacían más presentes cruzando veloces el cielo azul… El cortejo reiniciaba su marcha ya rodeando a su Cristo; las nubes de incienso se expandían perfumando la noche para que Él pasara y mientras tanto, tal vez en la mente de alguien se iban entremezclando los sentimientos de religiosidad y tradición con los recuerdos de aquellos que ya marcharon para siempre y que también en otro tiempo vivieron parecidos momentos al encontrarse por aquellas empedradas calles a ese imponente portento, llamado Cristo de Zacatecas.

Mi madre y otras señoras se ocupaban del arreglo de la Virgen que era cuidadosamente situada en el paso. Aquella Virgen del Socorro que fui de los primeros en ver, y de forma fortuita, cuando llegó a Montilla recién restaurada por la Cofradía. El Martes Santo era para mí toda una fiesta; mientras los mayores no paraban de correr dando los últimos retoques, yo impaciente observaba (sin estorbar, como se me pedía) y esperaba que llegara la oscuridad de la noche comprobando cómo a esa hora la iglesia se iba llenando de gente con sus velas y sus trajes oscuros que miraban en silencio al paso y hablaban en voz baja… Los sonidos de cornetas y tambores que llegaban del exterior me lanzaban hacia la puerta del templo. Rompiendo el silencio de la noche, avanzaban marcialmente hacia la Parroquia los “soldados romanos” (así se les llamaba entonces) que debían acompañar al cortejo. Eran los de Jesús Nazareno, los del Viernes Santo, los de Ortiz, los que dedicaban el martes al Cristo de Zacatecas… Todo estaba a punto. Sonaban las puertas al abrirse de par en par y tras la Cruz de Guía, dos filas de velas encendidas iniciaban su lento avance… La Marcha

Actual trono procesional de los Titulares de la Vera Cruz.


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nuestra historia

Rafael Portero de la Torre Conservador-Restaurador de BB. CC.

La restauración de la Cruz de Guía de la Vera Cruz obras de diferentes manos. No obstante, cabe citar que en Montilla existen otros ejemplos de esta tipología de Cruz pintada. Se trata de una Cruz hueca de madera de pino con unas dimensiones de 210 x 126 cm. Las dos piezas que la forman, el stipes (vertical) y el patibulum (horizontal), están formadas por un conjunto de tablas de aproximadamente un centímetro de grosor, que unidas aun por los clavos originales forman sendos cajones. Estas dos piezas principales se encuentran ensambladas perpendicularmente formando la Cruz, y a su vez este ensamblaje está reforzado por cuatro clavos de mayor tamaño que lo atraviesan y cuyas puntas aparecen dobladas por la parte posterior.

La Cruz de Guía abriendo la estación de penitencia de la Vera Cruz una tarde de Martes Santo.

Uno de los elementos más interesantes con que cuenta la Cofradía de la Vera Cruz entre el patrimonio recuperado de su pasado, es la antiquísima Cruz de Guía con la que cada Martes Santo se abre el cortejo procesional. Se trata de una pieza insólita en la Semana Santa montillana, que más allá de su gran valor artístico no deja de sorprender a cualquiera que la contempla por su sobriedad, su original pintura y su contraste con el barroquismo propio del movimiento cofrade. Su autoría es anónima, posiblemente de la primera mitad del siglo XVII, y por sus características técnicas se da por hecho que la carpintería y la pintura son

La imagen de Cristo crucificado que figura pintada en el anverso es una pintura al óleo realizada directamente sobre la madera, sin un estrato de preparación previo. Aunque sí que existe una ligera capa a modo de veladura aplicada en toda la superficie Pieza partida en el brazo izquierdo de la Cruz y restos de materiales añadidos en otras intervenciones anteriores.


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Cata de limpieza en la pierna derecha.

de la Cruz, de la que con medios ópticos convencionales se pueden identificar granos de pigmento de varios colores, y que le da un aspecto más noble a la madera. Sobre esta veladura y previamente a la pintura del Crucificado se han aplicado una serie de trazos oscuros simulando un veteado más elegante que el de la madera de pino. La pintura representa a Cristo ya muerto en una composición forzosamente adaptada a la forma en cruz del soporte. De correcta anatomía y formas proporcionadas, el autor anónimo demuestra su maestría al aplicar unas pinceladas sueltas y sutiles. Y pese al marcado claroscuro motivado por una luz cenital, no abusa del uso del blanco, presentando las zonas iluminadas un tono amarillento más o menos uniforme en todo el cuerpo. La densidad del óleo hace que se pueda apreciar la textura de la pincelada. La Cruz se encontraba en un deficiente estado de conservación y precisaba de una intervención de restauración, tanto para frenar su deterioro como para recuperar su valor estético. El principal problema que presentaba la pieza estaba causado por un ataque de xilófagos que afectaba a la totalidad del soporte de madera, y que se agudizaba en las partes inferiores del patibulum y del stipes, originándose oquedades de mayor tamaño y llegando

a perderse fragmentos, sobre todo en la parte baja de la Cruz. En una intervención anterior se habían intentado corregir algunas de estas pérdidas del soporte rellenándolas con escayola, un material poco compatible con la madera. La acción de la carcoma común (Anobium punctatum) ha ido minando interiormente la madera, realizando galerías en el sentido de la veta y contabilizándose en la superficie más de cuatrocientos orificios de salida de este insecto, además de las zonas perdidas ya citadas. También muchos de estos orificios habían sido tapados con un material que, aunque sí que parece algo más compatible que la escayola, sin embargo no consolida el debilitado soporte e incluso debido a su escasa adherencia se puede extraer con facilidad. Posiblemente este deterioro habría favorecido la fractura de algunas de las tablas que componen la Cruz. A nivel de soporte también hay que citar la holgura que presentaba el ensamblaje central y la leve apertura de las juntas de unión del conjunto de las piezas, que con el tiempo han ido propiciando la acumulación de polvo en el interior y la entrada de algunos arácnidos. En cuanto a la pintura, había sufrido pérdidas que afectaban a un 10% de su superficie. Identificación de repintes con luz ultravioleta. Se pueden apreciar en un tono más oscuro los repintes de la corona de espinas, parte del pelo, centro de la barba, ojos y cejas.


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Este deterioro también se había intentado corregir en alguna de las intervenciones anteriores aplicando una serie de repintes, que acentuaban los contrastes de claroscuro en toda la composición, y que aunque no desentonaban del todo con el conjunto, sí que cubrían parte de la pintura original. Sin embargo, lo que más afectaba estéticamente a la imagen era una junta de ensamblaje, que presentaba un par de milímetros de apertura y que cortaba al Crucificado por el pecho, con la consiguiente pérdida de la pintura de su alrededor y los posteriores repintes. Esta raja se había intentado disimular introduciéndole una tablilla, que además amortiguara el movimiento de las dos piezas en el ensamble. Toda la superficie de la Cruz presentaba una capa de suciedad superficial que se acentuaba debido a la aplicación de algún aceite. También se podían apreciar manchas, repintes en la madera, excrementos de insecto, arañazos e incluso grafitis. De estos últimos, se han identificado dos, ambos de caligrafía antigua y arañados ligeramente en la madera, muy propios de los acólitos de antaño. La intervención de Restauración se ha llevado a cabo por tanto en dos niveles: el soporte de madera y la La pintura durante el proceso de restauración, una vez eliminados los repintes y con el estucado sólo de zonas puntuales.

Pintura del Crucificado tras la intervención de restauración.

pintura. Para ello se han seguido unos criterios de mínima intervención, respeto a la obra original y compatibilidad de los posibles materiales que se puedan añadir. Considerando siempre la obra en su conjunto como Cruz de Guía, con todos sus componentes, y no cayendo en el error de entenderla solo como una obra pictórica. A nivel de soporte, la intervención ha comenzado con un tratamiento biocida preventivo y que a su vez eliminaría cualquier presencia de xilófagos, si la hubiera en la actualidad. A partir de ahí, se han ido eliminando los añadidos realizados con escayola y otros materiales poco compatibles con la madera o que no cumplían correctamente su función, reponiendo a


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En cuanto a la pintura, tras la realización de las pertinentes catas de limpieza y de analizarla con luz ultravioleta para identificar inter venciones posteriores, se ha llevado a cabo la eliminación de los repintes añadidos y una media limpieza en toda la superficie pictórica. Solamente se ha optado por no eliminar el repinte de la corona de espinas, ya que se comprobó que bajo éste quedaban muy pocos restos de la original, y ya que la repintada aporta una particular identidad a la imagen de este Crucificado.

Detalle de la pintura antes y después de la restauración.

continuación las partes perdidas con una resina de propiedades afines a la madera que, además de reintegrar el soporte, refuerza estructuralmente las piezas. De igual manera se ha introducido esta resina por cada uno de los pequeños orificios de salida de los insectos, procurando que penetre y ocupe lo máximo posible de la galería. También a nivel de soporte, se ha abierto por su parte posterior el patibulum para la limpieza interior de la Cruz, se ha realizado una consolidación estructural general fijando todas las juntas y reforzando el ensamblaje central para evitar su movimiento, se han eliminado los repintes de las caras inferiores del patibulum y se ha aplicado un tratamiento a los clavos extraídos para evitar su corrosión, previamente a ser colocados de nuevo en su lugar original. No se ha desmontado, sin embargo, el ensamble central para evitar forzar los cuatro clavos de mayor tamaño, que presentaban buen estado de conser vación, y que a pesar de perjudicar estéticamente a la pintura se ha optado por mantenerlos ya que forman parte del conjunto de la obra original. La cabeza de uno de ellos tiene restos de la misma pintura con la que está pintado el Crucificado, lo que indica que son anteriores a la ejecución del motivo pictórico.

Para la reintegración cromática de las lagunas pictóricas como norma general no se ha aplicado previamente estuco, ya que la pintura no tiene preparación. Solamente se han estucado la zona de la junta de ensamble y una grieta existente en el costado izquierdo donde existían mayores irregularidades. Estas reintegraciones se han realizado con una técnica pictórica reversible y fácilmente identificable, a base de un puntillismo que, aunque a cierta distancia es inapreciable, examinando la pintura detenidamente se puede distinguir del original, evitando así el tópico de la falsificación. Finalmente se ha aplicado a toda la Cruz una protección superficial. El resultado de este proceso de restauración no ha sido por tanto ningún cambio radical que modifique esta obra en apariencia. Sólo conociendo su estado de conservación anterior se pueden apreciar los cambios que presenta tras la intervención, que ha estado encaminada a paliar su deterioro y a recuperar en la medida de lo posible sus valores estéticos originales. Sirvan estas líneas para aproximarnos desde estas páginas al mundo de la conservación-restauración de bienes culturales dando a conocer las particularidades de este trabajo. Y sirvan también para valorar un poco más si cabe esta interesantísima pieza del patrimonio de la Cofradía de la Santa Vera Cruz.


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La Cofradia Penitencial de La Santa Vera Cruz Devota Hermandad del Santo Cristo de Zacatecas y Santa Maria del Socorro Madre de Dios y Señora Nuestra Dedica a sus Amantísimos Titulares el próximo 22 de marzo, Viernes de Dolores, a partir de las 20,00 horas, en su sede canónica y Parroquia Mayor de Santiago Apóstol,

Solemne Besapiés y Besamanos

Sábado de Pasión, 23 de marzo a las 21,00 horas,

Solemne Vía Crucis de Traslado y Entronización del Señor Crucificado de Zacatecas por las calles del Barrio de la Escuchuela.


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La Cofradia Penitencial de La Santa Vera Cruz canónicamente establecida en la

Parroquia Mayor de Santiago Apóstol en cumplimiento del Artículo IV.1.b. de su Estatuto y Regla realizará el próximo día 26 de marzo, Martes Santo

Estación de Penitencia acompañando a sus Sagrados Titulares

Santo Cristo de Zacatecas y Santa María del Socorro Madre de Dios y Señora Nuestra

Dará comienzo a las 20,00 horas y tomará el siguiente itinerario: Iglesia, Gran Capitán, José de los Ángeles, Plaza de la Rosa, Corredera, Puerta de Aguilar, Ortega, Fuente Álamo, San Francisco Solano, Santa Ana, Fernández y Canivell, Escuelas, San Juan de Ávila, Plaza de la Rosa, Arcipreste Fernández Casado e Iglesia, concluyendo a las 00,00 horas en el templo parroquial de Santiago.


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noticias AYUNO, ORACIÓN Y LIMOSNA PARA VIVIR LA CUARESMA

La Cofradía celebra el tradicional Quinario dedicado a sus Titulares Regla de la Cofradía, en la que un año más intervino magistralmente el Coro de Santiago. La celebración comenzó con la procesión claustral encabezada por la cruz parroquial de Santiago y el Lignum Crucis que con celo guardan las hermanas del Monasterio de Santa Clara.

Nuestra Señora del Socorro recibe la veneración de sus fieles en la Función de Regla.

La Cofradía de la Santa Vera Cruz dio comienzo, como cada año, a los cultos cuaresmales de nuestra localidad el pasado 13 de febrero, Miércoles de Ceniza, día en que inauguramos el tiempo de Cuaresma, con la celebración del rito de imposición de la ceniza en la Parroquia Mayor de Santiago Apóstol. El Solemne Quinario que los hermanos y fieles de la Vera Cruz dedican a sus Sagrados Titulares, el Santo Cristo crucificado de Zacatecas y su bendita Madre, Santa María del Socorro, ha contado en esta ocasión con distintos sacerdotes de Montilla para la predicación de la Palabra, entre los que se encuentra el párroco de Santiago y consiliario de la Cofradía, Rvdo. P. José Almedina Polonio. La celebración del Quinario, que rememora en los primeros días de la Cuaresma las cinco llagas del crucificado, ha tenido una especial significación, al conmemorarse el Año de la Fe, al que hemos sido llamados por el Santo Padre Benedicto XVI, así como el Año Jubilar concedido con motivo de la declaración de San Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia Universal. El Quinario culminó el Domingo primero de Cuaresma con la Solemne Función de

Durante la celebración tuvo lugar la imposición de medallas a aquellos hermanos y devotos que han colaborado especialmente con la Cofradía, contribuyendo a llevar a cabo algunos de los proyectos en los que se encuentra inmersa. Entre estos benefactores se encuentran D. José Manuel Aguilar, D. Rafael Arroyo, D. Álvaro Alvear y D. Federico Cabello de Alba, alcalde del Excmo. Ayuntamiento de Montilla. Asimismo, tras la toma de mando, que tiene lugar cada dos años, en el Regimiento de Infantería Mecanizada Córdoba 10 se impuso la medalla de la Cofradía al nuevo Coronel D. José Luis del Corral Gonzalo, en calidad de Hermano Mayor Honorario. Al término de la Función se dio a besar el Lignum Crucis a los asistentes.

Altar de cultos de nuestros Sagrados Titulares durante el Solemne Quinario.


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noticias UN CATEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA TOMA EL TESTIGO COMO EXALTADOR

La Exaltación de las Siete Palabras, una oración que conmueve Hermandad del Santo Cristo de la Universidad, Nuestra Señora de la Presentación y Santo Tomás de Aquino de la capital cordobesa. El exaltador de 2013, que conserva vínculos afectivos y familiares con Montilla, ha sido vicerrector de Extensión Universitaria y Relaciones Sociales de la Universidad de Córdoba y en su extenso currículum de catedrático se cuentan numerosas publicaciones sobre filología, lingüística y literatura latinas y traducción. Así, no es de extrañar que el exaltador analizara minuciosamente las Sagradas Escrituras, desglosando los pasajes evangélicos y dotando a la Palabra de su verdadero significado de Redención. El Prof. Rodríguez-Pantoja se detuvo en examinar el auténtico sentido de estos siete testimonios en los que se resume la fe cristiana y la devoción crucera, tal y como se extrae de los evangelios originales redactados en griego clásico, así como de algunas de las traducciones más relevantes de las Escrituras, como la Septuaginta griega o la Vulgata latina.

D. Miguel Rodríguez-Pantoja exalta las Siete Palabras del Señor en la cruz ante la imponente talla del Cristo de Zacatecas.

La Exaltación de las Siete Palabras que pronunció Cristo crucificado se ha convertido en todo un referente de la Cuaresma en nuestra localidad. No en vano se cumple este año el décimo aniversario desde que la Cofradía de la Santa Vera Cruz decidiera poner en marcha esta actividad cultural que recuerda a los sermones que solían pronunciarse antiguamente en la tarde del Viernes Santo. A lo largo de estos diez años han tenido la responsabilidad de exaltar el mensaje catequético que Nuestro Señor nos legó instantes antes de su muerte sacerdotes, médicos, profesores de universidad, letrados, historiadores, etc. todos ellos ligados al mundo de la Semana Santa. El pasado sábado 9 de marzo tuvo lugar en la Capilla del Santo Cristo de Zacatecas de la Parroquia de Santiago la Exaltación de las Siete Palabras, que en esta edición de 2013 estuvo a cargo de D. Miguel Rodríguez-Pantoja Márquez, hermano mayor de la

Durante el acto la Nova Schola Gregoriana de Córdoba interpretó diversas piezas de música sacra entre las que se encontraban Christus Factus Est, Exsurge o Stabat Mater. Los cánticos gregorianos sirvieron al exaltador para dar apoyo musical a su interpretación de las Siete Palabras, que concluyó con una sentida oración dirigida a Cristo crucificado. El público congregado ante la Capilla del Cristo de Zacatecas para asistir a la Exaltación, junto a la Nova Schola Gregoriana.


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noticias LA VERA CRUZ PARTICIPA EN ESTA ACCIÓN SOCIAL CON LA EXPOSICIÓN DE SU TITULAR MARIANA

Besamanos solidario propuesto por la Agrupación de Cofradías El pasado 8 de diciembre con motivo del día de la Inmaculada Concepción de María, la Agrupación de Cofradías de Montilla, en colaboración con todas las hermandades de nuestra Semana Mayor organizó un besamanos solidario en el que permanecieron expuestas en devoto besamanos todas las imágenes marianas cotitulares de las cofradías y hermandades de la Semana Santa con el fin de recoger alimentos que paliaran la actual situación de carestía de muchas familias montillanas en vísperas de las fiestas navideñas.

por las delicadas manos de la camarera de la Virgen, Soqui Cruz Luque. Fueron muchos los devotos de la Virgen del Socorro que se acercaron hasta el templo parroquial para contribuir a los 1500 kg de alimentos no perecederos que se consiguieron recoger entre todas las hermandades para su posterior reparto entre las Cáritas Parroquiales de Montilla. La única hermandad montillana que no cuenta con una imagen mariana como titular, la Hdad. del Stmo. Cristo del Amor, quiso hacer su aportación a esta actividad entregando un donativo de 600 • a cada una de las cuatro Caritas Parroquiales. La Cofradía de la Vera Cruz quiere agradecer, desde estas líneas, la solidaridad prestada por pueblo de Montilla, la colaboración de las hermandades, así como la iniciativa planteada por la Agrupación de Cofradías, emplazando a todos estos colectivos a repetir esta acción social a la que, como asociaciones públicas de fieles, estamos moralmente obligados por el compromiso de caridad contraído.

Cartel anunciador del Besamanos general solidario.

La Parroquia de Santiago albergó el besamanos de María Stma. del Socorro, Ntra. Sra. de la Paz y de María Stma. de los Dolores. La sede canónica de la Cofradía permaneció abierta casi toda la jornada para acoger las visitas de los devotos de la Virgen del Socorro, que estuvo expuesta en besamanos en la Capilla del Cristo de Zacatecas. Para la ocasión, nuestra Madre del Socorro lució ataviada con el atuendo propio de las imágenes concepcionistas, según la iconografía, saya roja y manto azul, que estrenaba para la ocasión. Éste ha sido donado por el Ilmo. Sr. Manuel Gorjón Recio, hermano honorario de la Cofradía, y confeccionado

Nuestra Madre del Socorro expuesta en besamanos en la Capilla del Cristo de Zacatecas.


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noticias POR SEGUNDO AÑO CONSECUTIVO, ÉXITO DE LA COMPAÑÍA DE TEATRO "PADRE SANTIAGO GASSÍN"

El musical Hércules sobre las tablas del Teatro Garnelo La Compañía de Teatro “Padre Santiago Gassín” recaló por segundo año consecutivo en Montilla para deleitarnos con la magnífica interpretación del musical Hércules el pasado 20 de octubre de 2012. Para la Cofradía de la Santa Vera Cruz fue un placer poder ofrecer al pueblo de Montilla un espectáculo nacido del esfuerzo desinteresado de unos jóvenes actores y actrices de la familia salesiana del Colegio “Nuestra Señora del Rosario” de Rota.

septiembre de 2003 por el sacerdote Santiago Mª Gassín y por Jesús Manuel Bernal, está ya muy consolidada tras poner en escena diversas representaciones como El rey león (2005), Pinocho (2006), Aladdín (2007), La bella y la bestia (2008-09) o High School Musical (2010), que han llenado teatros y auditorios por múltiples localidades de la geografía andaluza, entre ellas, Jerez de la Frontera, La Línea de la Concepción, Campano, Sanlúcar la Mayor, Chipiona y Rota. Aparte de la calidad interpretativa, una de las características más destacables de Compañía “Padre Santiago Gassín” es el excelente trabajo de los coreógrafos y tramoyistas que preparan una espectacular escenografía bajo la atenta mirada de sus directores, nuestros hermanos Irene Flores y Álvaro Polonio. En esta ocasión, la compañía decidió representar el musical Hércules que narra las aventuras de este héroe de la mitología grecorromana, junto a sus amigos Ícaro, Cassandra y su maestro Philoctetes, quienes luchan contra todo tipo de seres mitológicos. Los jóvenes actores y actrices no trasladaron a la antigua Grecia para revivir las hazañas de Hércules en su lucha contra Hades, señor del inframundo, y sus malvados planes para gobernar el mundo de los mortales y el Olimpo de los dioses.

Cartel anunciador del Musical Hércules.

Ya en 2011, los miembros de la Compañía visitaron nuestra localidad para poner sobre las tablas del Teatro Garnelo Peter Pan El Musical, representación que fue todo un éxito; por ello, tanto la Cofradía como la compañía de teatro decidieron repetir la experiencia, esta vez interpretando una obra basada en los personajes de la película homónima de Disney y que tuvo una cálida acogida por parte del público. La trayectoria de esta compañía, creada en

Momento de la representación del musical Hércules en el Teatro Garnelo.


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noticias CON MOTIVO DE LA PROCLAMACIÓN DEL APÓSTOL DE ANDALUCÍA COMO DOCTOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL

La Basílica de San Juan de Ávila acoge un concierto de órgano La proclamación de San Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia Universal por Su Santidad Benedicto XVI está dando lugar durante este Año Jubilar a innumerables acontecimientos de gran interés religioso y cultural, como lo fue el concierto extraordinario de órgano, violín y soprano organizado por la Agrupación de Cofradías de Montilla el pasado 6 de diciembre en la Basílica de San Juan de Ávila.

La guipuzcoana Ainhoa Franco es una reputada soprano que cuenta con la titulación superior de violín, siendo en 1997 cuando ingresa en la cuerda de sopranos del reconocido y afamado Orfeón Donostiarra. Como violinista ha colaborado, entre otras, con la Joven Orquesta de Euskadi, Sinfónica de Euskadi y Barroca de San Sebastián. Por su parte, el donostiarra Fernando Gonzalo posee Títulos Profesionales de Piano y de Órgano. Durante 30 años ha sido el organista de la Coral del Corazón de María con diversos programas entre los que destacan las interpretaciones de los Réquiem de Mozart y Brahms, Gloria de Vivaldi, varias misas de Mozart, Haydn, Schubert, etc. Asimismo, como secretario de la Comisión Diocesana para la restauración de órganos y armonios, colabora en la puesta a punto del patrimonio organístico de Guipúzcoa. Tanto la reparación y puesta a punto del órgano como el concierto han sido patrocinados por la montillana María del Carmen Jiménez-Alfaro y Salas, Condesa de Prado Castellano, gesto que, una vez más, prueba su amor por el patrimonio artístico y la música sacra. La soprano y el maestro organista durante el concierto de música sacra.

Cartel anunciador del Concierto de órgano, violín y soprano en honor de San Juan de Ávila.

El órgano de la Basílica fue expresamente reparado para que los montillanos y peregrinos puedan deleitarse con sus armoniosas notas durante este Año Jubilar avilista. La reparación del instrumento ha sido llevada a cabo por la prestigiosa empresa Gerhard Grenzing S.A., que ha contado con la colaboración de la Asociación ecijana “Luys Venegas de Henestrosa” de Amigos del Órgano para su puesta en funcionamiento con la mayor calidad musical. El concierto fue ejecutado por la magnífica soprano y violinista Ainhoa Franco y el virtuoso organista Fernando Gonzalo.


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noticias EN LA XIX EDICIÓN DE LOS PREMIOS JUAN BERNIER

El imaginero Antonio Bernal, premio Juan Bernier 2012 de Arte El escultor e imaginero cordobés Antonio Bernal Redondo, de cuya gubia salió la bella imagen de Santa María del Socorro, titular de la Cofradía de la Vera Cruz, fue galardonado el pasado 25 de noviembre de 2012 con el XIX premio Juan Bernier en la modalidad de Arte, otorgado por la Asociación Arte, Arqueología e Historia. Entre los galardonados se encontraban también la profesora de la Universidad de Córdoba María Ángeles Jordano, en la modalidad de Historia, y el Ayuntamiento de Baena, en la modalidad de Arqueología. Antonio Bernal fue distinguido por haber aportado "creaciones testimonio de fe y arte" con uno de los premios Juan Bernier, que se conceden cada año en recuerdo de uno de los poetas fundadores del grupo Cántico. En este sentido, Antonio Bernal destacó que "la imaginería es una de las artes que intentamos defender para que nuestro patrimonio se engrandezca". Además, afirmó que, a su juicio, en la actualidad "tiene un gran momento y ha vuelto a recuperar lo que en un tiempo fue", y precisó que "hay mucha cantera, porque hay mucha gente joven". Las razones argüidas por la Asociación que otorga estas distinciones son de peso: las manos de Bernal son manos de fe por la plástica catequética de la madera convertida en imagen por la gubia de maestro; sus obras son obras de fe que mueven a la devoción al creyente que mira con arrobo las Imagen de los premiados tras ser distinguidos con los premios Juan Bernier 2012.

El imaginero en su taller de la capital cordobesa.

representaciones del hecho religioso en que cree; y su fe es la fe en el arte imaginero que mantiene el mismo valor simbólico y devocional de la tradición más ancestral. Precisamente, por el valor devocional que despiertan sus obras, a Antonio Bernal le ha encomendado el Cabildo Catedral la ardua tarea de esculpir una nueva imagen de San Juan de Ávila para la S. I. C. de Córdoba, cabecera de la diócesis donde vivió el santo patrón del clero secular español y Apóstol de Andalucía. El acto de entrega de los galardones se celebró en la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Córdoba y fue presidido por distintas autoridades como el concejal de Empleo del Ayuntamiento de Córdoba, Rafael Navas, que felicitó a la asociación por el trabajo que realiza por la ciudad; el vicerrector de Profesorado de la UCO, José Naranjo, que reconoció la labor de los premiados, y la delegada de Educación y Cultura de la Junta, Manuela Gómez, que recordó que "la cultura debe jugar un papel muy importante en el impulso de un modelo de desarrollo para la provincia".


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noticias MADRINA DE NUESTRA SEÑORA DEL SOCORRO

Una Dama de Honor de la Orden de Malta entre nuestros hermanos La Ilma. Sra. María del Carmen Jiménez-Alfaro y Salas, condesa de Prado Castellano y madrina de nuestra venerada Madre Santa María del Socorro, ha sido cruzada como Dama de Honor y Devoción de la Soberana y Militar Orden de San Juan de Jerusalén de Rodas y Malta. El acto tuvo lugar el pasado día 2 de febrero, festividad de la Candelaria, en la Catedral Castrense de la capital de España. Este reconocimiento viene otorgado por la activa colaboración que la Sra. Condesa viene desarrollando en los proyectos y actividades solidarias que la Orden de Malta está realizando en la Delegación de Andalucía. Entre otras, cabe destacar el “Comedor San Juan de Acre", situado en el distrito Macarena, de Sevilla, donde se sirven comidas a más de 250 personas cada día, siendo atendido por voluntarios. Asimismo, cada verano esta Delegación organiza un Campamento para jóvenes con discapacidades físicas y mentales, actividad anual consistente en llevar de vacaciones durante 15 días a un grupo de unos 30 jóvenes del Instituto San Juan de Dios de Alcalá de Guadaira.

Desde estas líneas, la Junta de Gobierno, en nombre de todos los hermanos de la Vera Cruz, quiere enviar su más sincera felicitación a tan benefactora y noble dama, por el reconocimiento recibido de la Orden de Malta, que viene a reafirmar su espíritu solidario con la sociedad más desfavorecida.

Los condes de Prado Castellano durante un acto de la Cofradía.

Papeleta de sitio y alquiler de hábitos Se ruega a todos los hermanos que pretendan participar en el piadoso ejercicio de la Estación de Penitencia del próximo Martes Santo, retiren su papeleta de sitio entre los días 18 y 23 de marzo, de 20,00h a 22,00h en la Parroquia de Santiago. Asimismo, los hermanos y devotos que lo deseen podrán alquilar el hábito nazareno en el mismo horario.


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noticias LA AGRUPACIÓN DE COFRADÍAS CELEBRA EL ACTO DE PRESENTACIÓN DEL CARTEL Y DEL PREGONERO

La Vera Cruz protagonista del cartel anunciador de Semana Santa Jaime Luque dedicó a los titulares de la Cofradía de la Vera Cruz, el presidente de la Agrupación disculpó la ausencia del obispo de Córdoba en quien recae la responsabilidad de pregonar la Semana Mayor montillana, en señal de agradecimiento por su trabajo incansable en pro de la declaración de un Año Jubilar en Montilla con motivo de la proclamación de San Juan de Ávila como Doctor de la Iglesia Universal. Asimismo, se hizo público que el presentador del pregonero será el Excmo. Sr. D. Jorge Fernández Díaz, Ministro del Interior del Gobierno de España. Jaime Luque descubre la imagen anunciadora de la Semana Santa montillana 2013.

En este curso cofrade 2012-13, la presidencia de la Agrupación de Cofradías de Montilla ha recaído en la Cofradía de la Santa Vera Cruz, a quien corresponde protagonizar el cartel de Semana Santa. Como es ya habitual, los primeros compases de la cuaresma montillana traen consigo el acto de presentación del cartel anunciador y del pregonero de la Semana Santa 2013. La Parroquia de Santiago acogió este acto que sirvió de pórtico a los actos religiosos y culturales que tienen lugar durante el tiempo cuaresmal. Tras unas palabras de bienvenida por parte del presidente de la Agrupación de Cofradías, Antonio Luis Jiménez Barranco, los asistentes allí congregados pudieron disfrutar de los sones cofrades de la Camerata Ipagro, que interpretó marchas clásicas como Estrella Sublime o Virgen del Valle.

Por último, tomaron la palabra el Excmo. Sr. D. Federico Cabello de Alba, alcalde de Montilla y el Rvdo. P. Jesús Joaquín Corredor, consiliario de la Agrupación, quienes destacaron las peculiaridades de la Semana Santa de 2013. Entre las características singulares de la próxima Semana Santa se encuentran el pregón que pronunciará el Obispo de la diócesis, Rvdmo. Sr. D. Demetrio Fernández, el nombramiento de Dña. Carmela Polonio Requena como Cofrade Ejemplar 2013 o la salida de la Hermandad de Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores de la Parroquia de Santiago, con motivo de las obras de rehabilitación que se ejecutan en el templo agustino, sede canónica de dicha hermandad. Para cerrar el acto, la Camerata Ipagro interpretó las marchas Pasan los campanilleros y la Marcha Real.

A continuación, el autor del cartel, el artista montillano Jaime Luque, descubrió la esperada imagen, una instantánea que recoge el discurrir del Santo Cristo de Zacatecas y Santa María del Socorro por la calle Iglesia y en la que se puede contemplar el incomparable fondo que ofrecen la torre del templo parroquial de Santiago y el esplendor de la luna llena de un Martes Santo. Una vez hecha pública la imagen oficial de nuestra Semana Santa y tras el agradecimiento recitado que

Momento del acto de presentación en el que el autor del cartel dedica unos emocionados versos a los titulares de la Cofradía de la Vera Cruz.


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Reflexiones

Carmela Polonio Requena Cofrade Ejemplar 2013

¿Un año más? La cuaresma es uno de los tres tiempos fuertes que tiene la liturgia de la Iglesia. La cuaresma ayuda a prepararnos a vivir la Semana Santa, que no es recordar simplemente y vivirla un año más, sino meternos dentro de ella, yo diría, como la tuerca de un tornillo que en cada vuelta que da está más dentro de la madera, y así adentrarnos en esta maravillosa historia de amor; porque formamos parte de ella, aunque, por muchos años que viviéramos, nunca llegaríamos a comprender toda la grandeza de amor infinito que encierra. En nuestro querido pueblo tenemos una Semana Santa que, como fiesta local, popular y tradicional muy poco puede mejorar, casi podríamos decir que ha alcanzado la mayoría de edad. Tanto la Agrupación de Cofradías como las Hermandades tienen un nivel respetable y honroso y nos ayudan a vivirla, ya que la imagen facilita el entendimiento. Cuando se han vivido muchos años se puede mirar hacia atrás y ver el cambio. En mis tiempos las hermandades cuidaban de los cultos que se celebraban en honor a los titulares, la preparación de las procesiones, arreglo de los pasos y, poco más; ahora, tanto la Agrupación de Cofradías como las Hermandades están presentes en todas las obras sociales, culturales o de caridad que tiene la Iglesia, o bien que ellas mismas organizan, yo así lo veo y desde estas pobres letras quiero felicitar a todos los que trabajan en ello. Pero yo pienso, y el espíritu de la Semana Santa, la realidad de esta verdad ¿se vive igual? ¿se podría mejorar?; líbreme Dios de juzgar a las personas, pero

Carmela Polonio junto a su venerado Cristo yacente.

me gustaría que en esto sí se fuese mejorando, que la Semana Santa no quedara en procesiones bien organizadas y engrandecidas, que no es recordar algo que pasó, que cada día, cada momento, Jesús está ofreciéndose al Padre por nosotros y haciéndonos partícipes de los meritos de su pasión. Verdaderamente es tan grande esto que todo un Dios se entregue por mí, que piense en mí, que me ame hasta este extremo; quizás por lo grande que es no nos atrevemos a veces a creérnoslo. Que cada año esta celebración sea un lazo que nos una más a Él, a su Madre y a los cofrades entre sí para dar testimonio en la tierra de ese amor que Dios nos tiene.


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María José Lanzagorta Arco Licenciada en Geografía e Historia y Teología

Reflexiones

Las Cofradías de la Vera Cruz en el País Vasco

Cristo de la Vera Cruz de Bilbao, en la mañana del Viernes Santo de 1945.

Al menos desde el siglo XIII, en prácticamente toda la península Ibérica, se realizaban escenificaciones teatrales, durante el Jueves Santo y el Viernes Santo, como complemento a la lectura de los textos evangélicos. Una de las primeras cofradías que se funda sería la de Vera Cruz. El origen de las cofradías se remonta en ocasiones hasta la Edad Media, siendo estas la primera forma de asociación con uno fines sociales y espirituales, cuyo funcionamiento se determinaba y regulaba con los correspondientes estatutos o capitulaciones. Vinieron a cubrir las necesidades sociales de las que siglos después se encargaría el estado. La Vera Cruz,

más de 450 en todo el mundo, se asocia casi con toda seguridad a los franciscanos, probablemente por la devoción que tenían a Cristo Crucificado. Aparecen durante el siglo XVI los primeros estatutos de las cofradías. En el País Vasco, como en otras zonas, desde principios del segundo tercio del siglo XVI, hubo una demanda de fundaciones de cofradías de la Vera Cruz, cuyos cofrades, hombres o mujeres, Portilla, Gordejuela, Navarrete, etc., tuvieron como referencia central de estas organizaciones a Cristo y como abogado protector a la Virgen María o a San Francisco, como lo expresaban de manera


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clarividente las ordenanzas de la cofradía de la Santísima Vera Cruz de la villa alavesa de Navarrete, redactadas a fines del siglo XVI.

torno al hospital de la villa, que acogía a los peregrinos enfermos que pasaban por él. En el año 1554, se tiene la primera noticia del auto del Prendimiento.

Las cofradías de la Vera Cruz se acabaron convirtiendo en las más representativas de la Semana Santa, motivo por el que se llegaron a crear hasta en localidades rurales muy pequeñas, que; sin embargo, deseaban vivir y sentir una religiosidad penitencial, similar o igual a la de los principales núcleos urbanos. Este tipo de cofradías asimismo se extendió por localidades como, Fruniz, Zeanuri, Zalla, Galdames, Villaro Areatza, en Vizcaya con estatutos del siglo XVII, congregaciones de las que se conservan sus ordenanzas, Cenarruza, con estatutos de 1612.

Los clérigos del cabildo habían de colocarse al final de la procesión y entre ellos el Cristo con la Cruz a cuestas. Esta cofradía viene procesionando sin interrupción hasta el día de hoy. Tiene varios bultos de gran valor, destacando el Cristo de la villa, obra de Bougrant y la Virgen de la Soledad, obra de Raimundo Capuz, del cual también conserva varios pasos procesionales.

Empecemos por la capital del País Vasco, Vitoria. Las fuentes documentales cuentan que la Semana Santa nació en Vitoria en el siglo XVI. El dominico Fray Tomás de Chaves funda la Cofradía de la Vera Cruz y la institución municipal de la época aprueba los estatutos de la Hermandad en el año 1538. En aquellos tiempos la Semana Santa era una celebración religiosa que estaba muy arraigada en las creencias y la fe de los habitantes de Vitoria. Así, durante las procesiones, muchos conciudadanos se convertían en flagelantes y azotaban su cuerpo desnudo mientras sus hermanos portaban pasos con imágenes talladas en madera que representaban la pasión y muerte de Jesucristo. Probablemente el recorrido sería por el casco antiguo de la ciudad. Esta cofradía se funda antes que la de Bilbao y por la similitud de sus estatutos, se puede llegar a la conclusión de que es muy probable que las ordenanzas de la Santa Vera Cruz de Vitoria pudieran haber servido como modelo de referencia para la confección de las ordenanzas de la Vera Cruz de Bilbao. La Cofradía de la Vera Cruz de Bilbao se funda en el año 1553, aunque al parecer ya funcionaba como tal, aun sin Ordenanzas. La cofradía funcionaba en

Otra cofradía de la Vera Cruz de Vizcaya, sería la de Bermeo, promotora y encargada de los desfiles procesionales y otros actos litúrgicos de la Semana Santa bermeana, fue fundada en 1550, bajo el patrocinio de la Villa, que se reservaba la facultad de proponer y nombrar a sus mayordomos, encargados de la administración y cuidado de la misma. Se estableció en la iglesia del convento de San Francisco, extramuros de la villa. La Vera Cruz estaría en el convento franciscano hasta 1759, en que se trasladaría a la iglesia matriz de Santa María de la Asunción de la Atalaya, estableciéndose en la primera capilla de la parte del evangelio. Esta capilla contenía un altar con retablo lacado en negro. Las imágenes expuestas en este retablo eran las de Cristo Crucificado, la Soledad de María y San Juan Evangelista, que se utilizaban en las procesiones de Semana Santa. Aunque las referencias más antiguas escritas a la Semana Santa de Bermeo datarían del siglo XVIII, queda patente que debieron celebrarse desde la fundación de la cofradía de la Vera Cruz. El primero de los desfiles procesionales se celebraba la noche de Jueves Santo, donde la comitiva procesional recorría las calles de la villa. Esta procesión nocturna de Jueves Santo se celebró por última vez en 1759, que pasó a realizarse por la tarde, partiendo de Santa María, donde regresaba tras


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recorrer las calles de la villa. La tarde de Viernes santo se celebraba la procesión del Santo Entierro. Posee numerosos pasos procesionales. Allá por el 1545 existía la Cofradía de la Vera Cruz en Lequeitio. Con el mejor deseo de «hazer particular servicio y mober a deboción a los parrochianos de Lequeitio», el Almirante don Juan Uribe envió una imagen de Jesús Crucificado con destino al altar de la Vera Cruz en 1588. El Almirante donaba además 400 ducados para la construcción de la nueva capilla y si no era suficiente, la parroquia y la cofradía se obligaban a terminarla. Las obras comenzaron rápido, pero al gastar la donación quedo paralizado por no sumir costes los segundos, que unido a conflictos sobre derechos de enterramiento, fue por lo que no se concluyo hasta

1748 que se procedió al amueblamiento. El Cristo, titular de la Vera Cruz, es un Cristo de Maíz. Éstos son representaciones de Jesús, hechos mediante una técnica utilizando la médula de la caña del maíz. Hay varios ejemplos en todo el mundo principalmente en Méjico y España, uno de ellos en Montilla, el Cristo de Zacatecas, de la cofradía de la Vera Cruz. El pueblo purépecha, denominado por los invasores hispanos como tarascos trabajaban la escultura tomando como base la médula de la caña de maíz. La única pieza que se conoce en el País Vasco, llegó a Lekeitio, como antes comentábamos de mano de Juan de Uribe y Apallua, hijo de esta villa y vecino de Sevilla. Es de autor anónimo, pero propio de la imaginería de aquel país en especial de Michoacán, donde los purépechas hacían imágenes de sus dioses con caña

Virgen de la Soledad, cotitular de la Cofradía de la Vera Cruz de Bilbao. Año 1942.


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procesiones de Semana Santa, y costear los entierros de los pobres de solemnidad. Los primeros Pasos que adquirió la Vera Cruz fueron El Descendimiento, El Sepulcro, El Cristo de Ramos con su burra y borriquillo y las imágenes de San Juan y la Soledad. En la misma época costeó la Vera Cruz el primer altar de la Soledad. El cargo de Mayordomo de la Vera Cruz era un cargo de gran importancia y por él desfilaron las personas más prestigiosas y linajudas de esta villa. En Guipúzcoa se funda la cofradía de la Vera Cruz de Oñate, sería erigida canónicamente en el convento de la Santísima Trinidad de Bidaurreta en el año 1541, por una patente sellada en el mismo Bidaurreta el 23 de abril de 1541, veintiún años después de la construcción de dicho convento.

Imagen del eccehomo de Bermeo, Vizcaya.

de maíz, mostrando fino plegado del paño de pureza, ausencia de excesos en el desarrollo de la anatomía además del minucioso tratamiento del cabello y la barba. El retablo que lo acoge es del autor natural de Lequeitio Ignacio de Ibarreche, sin policromar y un coste de 5.184 reales. Se compone de banco, cuerpo y ático, tres calles, soportado por columnas estriadas con aplicación de rocallas y guirnaldas. Hornacinas a modo de templete. El ático es un gran dosel, con escudo, que se encierra en el cascarón con que se cierra la obra. En otro pueblo de Vizcaya, en Guernica, se funda la cofradía de la Vera Cruz en el año 1681, y su objeto, según el acta de su constitución, fue, dar aumento al Culto Divino, celebrar con el mayor esplendor las

A los dos años de esta patente, el 28 de mayo de 1543, el Superior General de la Orden Franciscana, fray Juan Calvo, por una cédula dada en Logroño, extendía a todos los cofrades de las Hermandades de la Vera Cruz, así hombres como mujeres, el participar en todos los bienes espirituales y méritos que consiguieran por las buenas obras que hiciese la Orden Franciscana. Desde ese momento todas las cofradías de la Vera Cruz, llevarían en su túnica el cordón de San Francisco. Es en el año 1545 cuatro años, después de su formación, cuando se introdujo la fusión con las cofradías de la Concepción y de la Misericordia, suprimiéndose el juramento a la entrada y pasando a hacerse ésta ante escribano y dos testigos. Asimismo comprobamos que se trataría de una cofradía mixta, formada por hombres y mujeres, y que las monjas del convento, también formarán parte de ella; parece ser que en el momento de realizar la profesión solemne, automáticamente se entrará a formar parte de la cofradía, hecho comprobable al leer el listado de cofrades, en el cual existe un apartado


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Capilla del Cristo de la Vera Cruz de Lequeitio (Vizcaya). Este crucificado está realizado en caña de maíz, y fue donado por el Almirante de la Armada Juan de Uribe Apallua a sus paisanos en 1588.

exclusivo para el nombre de las religiosas. Existían dos clases de cofrades, los de luz, y los disciplinantes. Los llamados cofrades de luz, eran los que alumbraban o llevaban velas en la procesión y los cofrades disciplinantes, los que practicaban el ejercicio de la disciplina durante la procesión. Los cofrades se reunirían el Jueves Santo al toque de las Avemarías en el convento de Bidaurreta, para que el prior recibiera las cédulas de confesión y comunión de la Cuaresma. A la hora acordada, se reunirían los disciplinantes, vestidos con sus túnicas de penitentes, llevando en ellas, los escudetes de las Cinco Llagas, símbolo franciscano de la cofradía. Tenía varios

bultos de escaso valor artístico, excepto un eccehomo, que fue realizado por el taller de los hermanos Sierra en Medina de Rioseco en 1753, y una virgen Dolorosa del mismo taller. Como podemos ver, la Vera Cruz es una cofradía que está extendida por toda España y en el País Vasco también tuvo su lugar durante muchos siglos en la Semana Santa. Muchas de ellas ya han desaparecido como tal, pero otras se han mantenido a lo largo del tiempo hasta nuestros días, que siguen cada Semana Santa procesionando y haciendo su estación de penitencia año tras año.


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Reflexiones

Ángel Márquez Espejo Costalero

Martes Santo, los preludios de la estación de penitencia Los coches no están diseñados para la capucha de un penitente. La norma de la Cofradía penitencial de la Santa Vera Cruz y devota hermandad del Cristo de Zacatecas y Santa María del Socorro, nos dicta que hemos de ir al templo vestidos y cubiertos con el traje de penitencia de la hermandad. Algunos penitentes, por la lejanía de nuestras viviendas o por mal hábito, que nos acercamos a nuestro templo, la parroquia de Santiago, no podemos cumplir con la norma en todo su contexto, porque como antes he dicho, los coches no han sido diseñados para esta norma. Una vez aparcados los coches, los hermanos, sí nos acercamos al templo cumpliendo la norma en toda su extensión. Es el Martes Santo grande de Montilla cuando la hermandad del Cristo de Zacatecas procesiona. Una hora y media antes de la salida, los hermanos nos encontramos en el templo para celebrar la Misa y después de ésta, el consiliario nos recuerda a todos los presentes en qué consiste nuestra estación de penitencia. El hermano mayor ahonda en las palabras del consiliario y nos recuerda las normas y las reglas que tenemos que cumplir durante el recorrido. Junto a los penitentes, los costaleros se hallan preparados y prestos para imitar a Jesús con su carga. En las horas previas a la salida, la entrada al templo es solamente para los penitentes de la hermandad y para las autoridades que nos acompañan en el cortejo procesional. Este hecho, de que al templo entren sólo los hermanos, consigue que el ambiente de hermandad reine en el interior de la iglesia. Los nervios -todos los años son renovados- se palpan en el templo y en los hermanos, y más aún en los hermanos de orden encargados de la organización del desfile y aún más, si el tiempo, ese jugador de

dados incontrolados, intenta ganarnos la partida con la lluvia. Antes del comienzo de la Misa, por la iglesia se extiende un murmullo que queda totalmente apagado en el momento que el hermano mayor nos dirige las primeras palabras. A continuación, también en un silencio y recogimiento digno, se celebra la Santa Misa. En ella, creo que cada hermano se interioriza un poco pensando en el momento solemne que su cuerpo y su alma vivirán durante las siguientes horas. Terminada la Misa, el murmullo corretea de nuevo El recogimiento del costalero en los instantes previos a la salida procesional.


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alegremente por el templo. Continúan los preparativos de los últimos momentos; las órdenes y consignas que se deben seguir en la procesión; los hermanos de orden ultimando todos los detalles para que todo se encuentre en su sitio cuando las puertas se abran. Junto con todo el ajetreo que existe en el interior del templo, hay cabida para el recogimiento personal, aunque sea por unos momentos. Allí, sentado en un banco, veo a todos vestidos de negro y verde, colores distintivos de nuestra hermandad; y veo que somos una familia, mi familia del Martes Santo; que todos nos encontramos allí por el mismo motivo que otras familias, la de la Santa Cena y la del Cristo de la Humildad, porque las tres hermandades se encuentran minutos arriba, minutos abajo esperando iniciar la estación de penitencia. También sentado en el banco, observo que el abanico de las edades de los hermanos es amplísimo. Pequeños y pequeñas con doce o trece años, y quizá algunos de menor edad, se encuentran como yo esperando el momento. En el lado opuesto del abanico otras personas con una edad indefinida pero que con creces superan los sesenta años. Veo que si tuviera que contarlos entre hombres y mujeres, el número de éstas es mayor. Mirando al frente veo las imágenes de nuestros titulares, el Cristo de Zacatecas y nuestra Virgen del Socorro. Nos dan tiempo todavía para pedirles por la hermandad y para que la estación de penitencia salga como ellos se merecen, y pedir por las personas queridas y temas personales. ¡Con lo difícil que resulta pedirle algo a alguien y lo fácil y tranquilizante que es pedirles cosas a nuestros titulares! Un poco a la derecha los costaleros se encuentran en sus últimos preparativos, en la ordenación de sus puestos y el capataz ordenando éstos. Es encomiable el tesón, el trabajo y el sufrimiento de estos costaleros durante la estación de penitencia. Diría, sin temor a

Momento en que los costaleros se preparan para iniciar la estación de penitencia.

equivocarme, que son los pilares de la Semana Santa montillana. A todos ellos mi admiración sin límites. El templo sigue cerrado. Desde el exterior nos llega el eco de las personas que esperan la salida de la procesión. Y junto a éste, el sonido de la banda de cornetas y tambores que desfilarán con nosotros. Sus toques hacen que los nervios afloren al máximo. Sabemos también, que allí se encuentra el Regimiento de Infantería Mecanizada “Córdoba” 10 con su dignidad y su estética castrense, con su formación milimétrica e infalible, haciendo caso omiso a las adversidades climatológicas y llevando el orden y la perfección al terreno del arte. En la nave principal del templo, vamos configurando el borrador limpio de la procesión, abriendo ésta, como proa de barco, la cruz de guía. El incienso hace su aparición por toda la nave llenándola e impregnándola, a ella y a nosotros de un olor de siglos. Me levanto. A mí solo me resta recoger la bandera. Con ella sobre mi hombro formamos un solo cuerpo y con la ayuda del incienso me diluyo en la estación de penitencia. Me coloco en el sitio que me indican. En ese momento, a la hora establecida, las puertas del templo se abren, acompañadas de sus “quejíos” centenarios…


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Soleras bibliográficas

Redacción

Afán de superación Desde 1954 el Cristo de Zacatecas había dejado de procesionar la noche del Martes Santo. Muchas fueron las voces y las plumas que reivindicaron su vuelta a las calles de Montilla. El 15 de abril de 1958 el maestro Francisco Morilla publicaba en el quincenario "Munda" (Año IV, nº 63, p.7) un artículo titulado "Afán de superación". Haciéndose eco del sentir popular de los montillanos, solicita a las autoridades locales que promuevan la vuelta del Crucificado a la Semana Santa montillana.

de la ciudad donde tenga lugar. Puente Genil, Lucena, Benamejí, Montoro, etc. nos dan fiel testimonio de esta afirmación. Sus desfiles procesionales gozan ya de merecido renombre, siendo muchos los forasteros que acuden en masa en tan señalada fecha para admirar el esplendor de sus procesiones. Lástima que nuestro pueblo, de tanta resonancia industrial e histórica, haya de estar encuadrado en el «pelotón de los torpes» -como vulgarmente suele decirseo lo que es igual, en la lista provincial de la insignificancia en cuanto a esplendor y brillantez de la Semana Mayor se refiere. Y el caso es que, como en otros muchos asuntos tratados y resueltos a Dios gracias, la incomprensión y falta de cariño para con la patria chica es el factor reinante. En el diario ABC de fecha 2 del actual, decía el periodista Luis de Vicente, en un artículo alusivo a la Semana Santa madrileña: «El renacer de las procesiones madrileñas puede quedar fijado en esta época, a partir del año 1941, en que, renovados esfuerzos logran dar decisivo impulso a los desfiles, incorporándose antiguas Hermandades». En Montilla, desgraciadamente, los esfuerzos han logrado todo lo contrario, esto es, hacer desaparecer la Hermandad de más peso y resonancia que se había formalizado en nuestra ciudad: «La de los Excombatientes», cuyo Titular, era, es y será una de las imágenes de más valor histórico, emotivas e interesantes de nuestra Semana Santa. El paso del Cristo de Zacatecas por las calles montillanas era verdaderamente conmovedor, no habiendo sido una sola las personas que a su presencia, caían de rodillas con los ojos bañados en lágrimas ante el hermoso espectáculo que ofrecía el desfile de esta Hermandad, cariñosa conjunción del fervor y el patriotismo de sus hermanos, en la guerra y en la paz.

"Como el fervoroso entusiasmo despertado por la Semana Santa aún permanece vivo en el corazón de todos los montillanos, quiero traer hoy a las páginas de Munda, el comentario a un asunto, muerto hace años, y que los versos de uno de los colaboradores de este quincenario, ha traído a la actualidad en el pasado número.

Nuestra digna Corporación Municipal, atenta y dispuesta siempre a realizar todo aquello que dé prestigio y resonancia a Montilla, creo y espero sabrá iniciar los trámites necesarios, en colaboración con nuestro queridísimo Párroco de Santiago, a fin de que, el próximo año vuelva a los desfiles procesionales tan conmovedora imagen, aunque para acompañarla en su recorrido fuera necesario, como en la hermosa parábola del Divino Maestro, salir a plazas y caminos en busca de aquellos pobres que no se consideran dignos de figurar en el cortejo".

De sobra es conocido que el esplendor de una Semana Santa lo da el entusiasmo que pongan en ella los moradores

Francisco Morilla, Maestro Nacional

Portada del número extraordinario del quincenario Munda, especial de Semana Santa de 1958.


telf: 957 65 44 55 fax: 957 65 71 99 Avd. Andaluc铆a, 8 14550 MONTILLA (C贸rdoba) e-mail: info@inmobiliariaandalucia.es



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