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VENEZUELA BOLIVARIANA, EL PAPA FRANCISCO I Y LA GUERRA TERMONUCLEAR “Sí, realmente tengo miedo. Estamos al límite. Basta un incidente para desencadenar la guerra...” Papa Francisco I
Al estallar la III Guerra Mundial se detonarán 15 mil megatones de explosivos nucleares, 1 megatón es equivalente a 1 millón de toneladas de trinitrotolueno (TNT), es decir de dinamita. Las devastadoras consecuencias acabarán con la vida en el planeta. La lluvia radioactiva que se desencadenará cubrirá de inmediato el 40% de la tierra. En las primeras dos horas del ataque morirán 1.500 millones de personas sin saberlo. Sobreviene el invierno nuclear con temperaturas por debajo de los 50 grados centígrados, Bajo estas temperaturas en menos de un mes desaparece la fotosíntesis y se produce la extinción de toda vegetación en menos de seis meses cuyo resultado inevitable es la muerte de todos los animales herbívoros y la desaparición de los alimentos, y los frutos y vegetales que perduren no se podrán ingerir porque estarán contaminados por la radiación. Sobrevienen hambrunas generalizadas. Es precisamente la radioactividad la que se encargará de aniquilar el resto de los humanos después del caos climático generado por las fuertes diferencias de temperaturas entre el mar y el continente. En fin, es la extinción a mediano plazo de toda la especie humana. Es esto lo que Donald Trumpdesafía. Dos factores importantes, nos induce a pensar que los temores del Papa Francisco I no son meras especulaciones. El primero es la colosal deuda norteamericana que lo coloca como el deudor más grande del mundo con 22 billones de dólares , “que aumentan a razón de un billón de dólares al año sin perspectiva de repago” según el investigador holandés Wim Dierckxsens; y la crisis en la moneda de reserva internacional, la crisis del petro-dólar que rigió la economía mundial desde 1973. Para colmo sus aliados europeos acaban de firmar el 31 de enero de este mismo año una nueva modalidad para evadir el uso del dólar. Francia, Gran Bretaña y Alemania han optado por el trueque en sus relaciones comerciales con algunas naciones. Ya Rusia, China, Irán y Venezuela han abierto sus transacciones sin el dólar. El investigador argentino, Atilio Borón, por su parte, nos indica que el derrumbe del poderío norteamericano se vislumbra claramente por esa deuda que alcanza el 105,5% por encima de su PIB, es decir afirma Borón: “debe más de todo lo que produce en un año”. Y añade que, en el 2030, la economía norteamericana sufrirá un descenso del 23% al 18%, mientras que China subirá del 17 al 28% del Producto Interno Mundial. Estas cifras hacen empalidecer a la supremacía blanca norteamericana en el poder. No admiten que “un amarillo” los pueda superar en apenas 17 años. Esta tropa de extremistas norteamericanos los ha trajinado, de la mano de Trump, a dar pasos en el terreno internacional bajo la consigna de “hagamos que América sea grande otra vez”, que hicieron posible la ruptura del Acuerdo de Libre Comercio con Canadá y México; la ruptura del Acuerdo Nuclear con Irán y el restablecimiento de las sanciones contra el país islámico; y finalmente, el paso más peligroso dado por Trump: la recién ruptura del Tratado de Misiles de Medio Alcance que coloca las tensiones entre ambos países enidénticonivel que la crisis de los misiles en Cuba en 1962, cuando los EEUU se atrevieron a instalar misiles en Turquía amenazando de esta manera la Unión Soviética. En aquella oportunidad se estuvo al borde la III Guerra Mundial. Un estornudo de uno de los soldados de un submarino nuclear yanki y no estuviéramos aquí.