Un Viaje a través del espejo

UN VIAJE A TRAVÉS DEL ESPEJO Basado en la vida de Camila Toloza

FRENTE AL ESPEJO A lo largo de mi vida he pasado por muchas cosas. Como todos, creo. Cosas buenas y malas, pero cosas que me han hecho ser la persona que soy.

No suelo reflexionar mucho sobre estos aspectos, pero cada vez que lo hago llego a una conclusión distinta.Ahora, mientras me miro al espejo, sé que soy inmensamente feliz, que todo ha valido la pena.

Tengo una pequeña maleta con productos para el cuidado de la piel. Casi no me gusta maquillarme, pero de seguro disfruto todas las noches realizar mi rutina de cuidado de la piel. Siento que esto representa un acto de amor propio y me encanta.

Mientras voy limpiando mi rostro, comienzo a empiezo a recordar ciertos momentos de mi pasado.

POR SUERTE SIEMPRE ME TENGO A MÍ

UN RELOJ MUY FEMENINO 2009 Tengo trece años y mi nombre es Duván Camilo.

Me encuentro frente al espejo de mi habitación y me arreglo para ir al colegio. Me miro de arriba abajo mientras me acomodo el pantalón; estoy un poco decepcionado, inseguro, no me gusta lo que veo. Luego, saco del cajón del tocador un reloj viejo color rosado; no estoy seguro sobre si ponérmelo o no. Finalmente lo hago. En eso, se escucha el sonido del pito de un taxi.

Han llegado por mí, así que agarro mi maleta y salgo de la habitación rápidamente.Minutos más tarde, me encuentro en el aula de clases con mis compañeros.La profesora nos dice que saquemos nuestros cuadernos y lapiceros. En ese momento, un compañero de clase me pide prestado un lapicero.

Cuando se lo doy, él nota inmediatamente el reloj rosado que llevo sobre mi mano y empieza a burlarse de mí en frente de toda la clase. Los demás empiezan a hacer comentarios, tratándome de “mariquita” y de poco hombre.

Salgo corriendo del salón y me dirijo al baño. Una vez allá, lleno de rabia, me quito el reloj y lo guardo en mi bolsillo. Me miro al espejo y comienzo a llorar. No me gusta lo que veo, lo que soy. Me repito a mí mismo que me odio.

EL LABIAL ROJO 2012 Tengo dieciséis. Me encuentro frente al espejo del cuarto de mi madre. Estoy terminando de maquillarme. Me alejo del espejo poco a poco sin dejar de mirarme; se me escapa una sonrisa.

Sin embargo, siento cierta inseguridad; siento que está mal lo que hago. madre un labial rojo, me lo aplico y vuelvo a sonreír.

Posteriormente, saco mi celular y me tomo fotos frente al espejo. Luego, las comparo con fotos de días anteriores y me doy cuenta de que cada vez me vuelvo mejor maquillándome.

Minutos más tarde, miro el reloj de la pared y me doy cuenta de que ya son casi las 6:00 p.m. así que rápidamente trato de quitarme el maquillaje con un pañito húmedo.

NUNCA ME IMAGINÉ LO QUE PASARÍA

Escucho el sonido de las llaves y luego el de la puerta de la casa mientras se abre. Mi madre ha llegado. Tengo mucho miedo, pues mi mamá nunca antes había llegado de las 6:00 p.m. No quiero que me vea así.

Entre el afán y el estrés, me alcanzo a quitar todo menos el labial rojo, pues este no se quita con facilidad.Cuando mi mamá entra al cuarto y me ve así se queda con la boca abierta; no sabe qué decir, cómo reaccionar. Yo trato de explicarle que la primera vez que lo hago.

Ella, al verme con muchos nervios y vulnerable, me abraza, me dice que no me preocupe, que masculino, sino como una mujer trans.

Ella me dice que cuento con todo su apoyo, que iremos al psicólogo juntas y que me ama más que a nadie. Sin embargo, a pesar de sentir su apoyo, todavía siento mucha inseguridad y miedo sobre el futuro.

AÑO TRAS AÑO 2015 Tengo diecinueve. Me miro en el espejo del baño de mi universidad mientras me aplico un labial rojo. Estoy un poco insegura, no sé si me queda bien. En eso, entro a Instagram y comienzo a ver y a pasar las stories, hasta que me encuentro con una en particular.

El video lo grabó uno de mis compañeros y se muestra a uno de mis profesores en plena clase hablando de mí. Se refería a mí como “el marica que se viste de mujer”. Todos los estudiantes se reían con el profesor. Comienzo a llorar, me miro en el espejo y con una servilleta me quito el labial rojo de la boca. Mientras me miro al espejo me repito a mí misma que me odio.

Cuando llego a la casa, está mi novio esperándome.

Llorando le cuento todo lo que ha sucedido. Él me consuela, toma mi mano y me lleva hasta el espejo de mi cuarto. Se hace detrás mío y me dice que me mire muy bien, que soy una mujer increíble y hermosa.

Seguidamente me da un beso y me entrega una bolsita de regalo. Cuando lo destapo me encuentro con un labial rojo. No estoy segura de aplicármelo, pero tras unos segundos, él logra convencerme.

En este momento me siento inmensamente feliz de tenerlo como apoyo, pues aunque el proceso de autoaceptación y amor propio ha sido difícil, él me ayuda incondicionalmente.

LA ACTUALIDAD Ahora, me encuentro frente al espejo de mi habitación. Llevo un maquillaje sutil pero bello, y en mis labios, un labial color rojo; el mismo que mi novio me regaló hace un año.

Es de noche y hago mi rutina de cuidado de la piel antes de ir a dormir. Mientras lo hago voy esbozando una gran sonrisa, porque me miro al espejo y me gusta lo que veo; siento mucho amor por mí misma. Sin embargo, reconozco que esto no siempre fue así, que recorrí un largo camino para estar donde estoy. También, soy consciente de que mi mamá, mis hermanos, mi madrina, mis amigas y mi novio han sido un apoyo incondicional en todo ese proceso.

Mientras me limpio el rostro, desmaquillo también mi pasado y recuerdo cada uno de esos momentos, tanto positivos como negativos, que me llevaron a ser hoy una mujer que tiene plena seguridad en sí misma y que se ama sobre todas las cosas.

AHORA ADEMÁS, LOS TENGO A ELLOS

UN VIAJE A TRAVÉS DEL ESPEJO Basado en la vida de Camila Toloza

Autores: Isabella Escobar Valencia.

Lina Marcela Lozano Muñoz.

Felipe Orozco Hernández.

Ilustración: Isabella Escobar Valencia.

Agradecimientos: Por acompañamiento en la investigación y producción, a Isabella Castañeda.

Por asesorarnos en el proyecto en todas sus fases, a Diego Fernando Montoya.

Por asesorarnos en cuanto al diseño y la diagramación, a Maria Paula Gamboa Penagos.